Está en la página 1de 7

Antecedentes históricos

En las siguientes líneas se presenta el contexto histórico de la temática Genocidio


en Palestina La impericia de Gran bretaña, considerada la principal potencia
mundial y colonial de la época, con una evidente responsabilidad política e
histórica al avalar la empresa colonial sionista en Palestina mediante la
declaración Balfour, en 1917, en la que se comprometía a realizar “hoy sus
mejores esfuerzos” para “en establecimiento en Palestina de un hogar nacional
para el pueblo judío”. (Quevedo, 2021)

La reiterada frustración del movimiento nacional Palestino (MNP) ante la


parcialidad y la connivencia británica terminó en una temprana rebelión
anticolonial (1936-1939)

Adopción de la Resolución 181 (II) de partición del territorio palestino (29 de


noviembre de 1947)

Gradual limpieza étnica de Palestina ()1947-1949)

Proclamación del Estado de Israel (14 de mayo de 1948)

Primer conflicto interestatal árabe-israelí (1948)

Adopción sobre la Resolución 194(III) sobre el derecho al retorno de los refugiados


palestinos (1949)

Y negociaciones y acuerdos de armisticio entre los palestinos árabes e Israel


(1948-1952)

En abril del 2016, el premier Netanyahu aseguró, respecto a la colonización del


Golán, que este “permaneciera para siempre en manos de Israel”, en oposición a
la Resolución 242 del Consejo de Seguridad, Del 22 de noviembre de 1967, que
anunció “la inadmisibilidad de la adquisición de territorios por la guerra”. 14 años
después, la Resolución 497 del 14 de diciembre de 1981, hoy condenó la anexión
del Golán (Marchesin, 2016). Al inicio del siglo XXI, con la esperanza de un nuevo
milenio caracterizado por la paz, Estados Unidos se vio sacudido por los ataques
suicidas del 2001 en su suelo. Estos eventos sirvieron como justificación para un
aumento significativo en el gasto militar de la nación y una mejora en sus
capacidades ofensivas. Como resultado, se reinició un ciclo preocupante de
conflictos armados en diversas partes del mundo.

Según se argumenta, radica en la negociación del Estado de Bruce, no en la


cuestión del colonialismo. El primer ministro Netanyahu afirmó en la Asamblea
General de 2016 que "el conflicto no tiene que ver con los asentamientos judíos -
nunca lo fue-, sino con el reconocimiento del Estado judío". Esta declaración
parece ser una estrategia de desinformación, ya que, desde los Acuerdos de Oslo
en 1993, el Gobierno palestino ha reconocido y respetado la existencia del Estado
de Israel.

Sin embargo, a pesar de este reconocimiento, Israel continúa obstaculizando de


manera sistemática las propuestas palestinas para lograr su soberanía política,
recuperar su territorio y alcanzar la autonomía económica.

El panorama de la literatura orientalista con tintes sionistas, tanto europea como


norteamericana e israelí, tras la Segunda Guerra Mundial, ha tendido a excluir a
los árabes del grupo de pueblos semitas. Además, se ha estrechado la definición
de antisemitismo hasta limitarla a la discriminación racial contra los judíos. Este
enfoque estrecho se inserta dentro de una estrategia sionista que busca equiparar
la crítica de los árabes-musulmanes al Estado sionista de Israel, de naturaleza
racial y colonial, con un discurso antisemita (Grosfoguel, 2009). Sin embargo, este
argumento sería inviable si se aceptara que los árabes son también un pueblo
semita. Es por lo que se ha sentido la necesidad de eliminarlos de la categoría de
"Pueblo semita", a pesar de que durante siglos esta designación fue empleada por
los orientalistas europeos.

El sionismo, caracterizado como un proyecto de "colonialismo de población",


busca reinterpretar la historia de hospitalidad y solidaridad presentada por el
mundo musulmán hacia los refugiados expulsados de la Europa cristiana durante
siglos. Esto se hace con la intención de simplificar el conflicto contemporáneo en
Palestina, reduciéndolo a un supuesto problema ancestral de intolerancia
musulmana hacia los judíos. De esta manera, el conflicto de raíces raciales y
coloniales entre el sionismo israelí y los palestinos se transforma en un aparente
conflicto de racismo e intolerancia por parte del mundo musulmán hacia los judíos
(Grosfoguel, 2009). En este proceso de reinterpretación, las víctimas del racismo
colonial perpetrado por Israel son injustamente acusadas de practicar un "racismo
antisemita", lo que distorsiona aún más la realidad del conflicto.

Según Arlene Tickner, en Israel hay dos grupos de ciudadanos que, a pesar de
tener el mismo derecho al voto, experimentan un reconocimiento diferenciado.
Mientras que los ciudadanos judíos, tanto los residentes internos como los de la
diáspora, disfrutan de una ciudadanía plena que incluye beneficios estatales como
subsidios para vivienda y educación, así como acceso al empleo y a la tierra,
aquellos ciudadanos israelíes que tienen una "nacionalidad" diferente a la judía no
tienen acceso a tales privilegios. (Tickner, 2014)

Para otros pueblos vecinos, la dosis hoy de atropello no es menor. Se afirma, por
ejemplo, que, a raíz de la captura de los Altos del Golán en junio de 1967, Israel
practicó la “depuración étnica” de la zona, y sólo dejó las familias drusas que le
eran leales. Esos son pobladores locales que, por cierto, hoy deben pagar el agua
3 veces más cara que los colonos judíos instalados por el gobierno israelí.
(Marchesin, 2016) Estas comunidades locales, sin embargo, se ven afectadas por
un sistema en el que el costo del agua es tres veces más alto para ellos que para
los colonos judíos respaldados por el gobierno israelí.

Por lo tanto, Levy concluye que “los árabes son las principales víctimas de esta
situación” El autor denuncia una serie de prácticas discriminatorias y violaciones
de los derechos humanos que afectan a personas de ascendencia árabe. Se
destaca la tendencia a considerar automáticamente sospechosas a aquellas
personas que tienen un acento árabe, lo que refleja un prejuicio arraigado en la
sociedad. Además, se señala la destrucción de viviendas pertenecientes a
presuntos "terroristas", así como la imposición de castigos colectivos, acciones
que contravienen el derecho internacional y que tienen un impacto
desproporcionado en comunidades árabes.
También resalta la ocurrencia frecuente de crímenes atroces, como el caso de una
niña de 10 años que fue implicada simplemente por portar unas tijeras, lo que
sugiere una criminalización injusta y desproporcionada de personas árabes.

En conclusión, el autor argumenta que los árabes son las principales víctimas de
estas prácticas discriminatorias y violatorias de los derechos humanos. Su análisis
destaca la necesidad urgente de abordar estas injusticias y trabajar hacia una
sociedad más justa e inclusiva, donde todos los individuos sean tratados con
igualdad y dignidad, independientemente de su origen étnico o cultural. (Levy,
2016).

Enfoque por utilizar:

Convendría matizar esta posición, teóricamente bien intencionada en el enfoque


decolonial que tomen en serio el pensamiento critico de las tradiciones
epistémicas del Sur-Global (indígenas, musulmán, judío, africano y de las
mujeres). Es crucial reconocer que las estructuras de poder y epistémicas raciales
y patriarcales a escala mundial, intrínsecamente ligadas al proceso de
acumulación global capitalista, han contribuido únicamente a consolidar el
privilegio epistémico y la autoridad en la producción de conocimiento del hombre
occidental, al tiempo que han subordinado al resto de la humanidad. Según
Dussel, brinda la esperanza y la posibilidad de un mundo transmoderno: “un
mundo donde muchos mundos sean posibles”.
Definiciones

Es de suma importancia aclarar las definiciones principales del tema Genocidio en


Palestina. Con respecto a la definición del concepto de Genocidio, el jurista Rafael
Lemkin, de origen judío, fue quien acuñó el término en 1944 como: “destrucción de
una nación o de un grupo étnico“ (Pérez, 2013). Hace referencia a una destrucción
masiva de nación, grupo étnico, racial y religioso. Por otro lado, cuatro años
después, el 09 de diciembre en 1948 se llevó a cabo en la Convención para la
Sanción y Prevención del Genocidio, de acuerdo con el artículo III es donde se
lleva el desarrollo y la amplitud del concepto Genocidio, del cual se entiende
como:

Cualquier de los actos mencionados a continuación, perpetrados con la


intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico,
racial o religioso, como tal:

a) Matanza de miembros del grupo;


b) Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del
grupo;
c) Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia
que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial;
d) Medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del
grupo;
e) Traslado por la fuerza de niños del grupo a otro grupo (ONU,
1948)

La anterior definición es un complemento del concepto recientemente creado


(siglo pasado) por Lemkin, donde se especifica los atenuantes de dicho delito. No
se reduce al acto de destrucción masiva de una nación, grupo étnico, racial y
religioso, sino de una destrucción deliberada y sistemática, esto no solo implica la
eliminación física de individuos, sino también medidas destinadas a acabar con la
identidad cultural, lingüística o religiosa de un grupo en particular, es decir,
eliminar o subyugar a un grupo en su totalidad.

En contraste, el conflicto se presenta como una dinámica de lucha o confrontación


en la que predominan posturas opuestas entre dos partes que forman parte de un
mismo conjunto. Se sugiere que el conflicto es un proceso construido de manera
conjunta por ambas partes involucradas, en sus propias palabras: el conflicto es
“una circunstancia o situación de constantes confrontaciones, por medio de la cual
los actores actúan en permanente oposición” (Amado, 2005)

Por consiguiente, no es un conflicto Israel/Palestina, por lo contrario, es un


genocidio debido a las acciones llevadas a cabo por Israel, que incluyen la
ocupación militar, la expansión de los asentamientos, el bloqueo de Gaza y
Cisjordania, y los ataques militares que han resultado en la muerte de civiles
palestinos. Destinadas a debilitar y destruir la identidad palestina, su presencia en
la tierra y sus aspiraciones a la autodeterminación, lo que constituiría un
genocidio.

Colonialismo

Colonialidad del ser

Decolonial
Bibliografía
Amado, L. (2005). Medios alternos para transformar conflictos de manera pacífica . En Resolución
de conflicto (pág. 15). Caracas.
Grosfoguel, R. (2022). De la sociología de la descolonizaciòn al nuevo antiimperialismo
decolonial. México : Akal .
Levy, G. (octubre de 2016). Israel, en nombre de la seguridad. Le Monde Diplomatique, El Diplò,
págs. 23-24.
Marchesin, S. (Octubre de 2016). Irreductibles drusos del Golàn. Le Monde Diplomatique. El
Diplò., págs. 24-25.
ONU. (1948). Naciones Unidas Derechos Humanos. Obtenido de
https://www.ohchr.org/es/instruments-mechanisms/instruments/convention-prevention-and-
punishment-crime-genocide.
Pérez, J. L. (2013). Genocidio. Eunomìa, Revista en Cultura de Legalidad, 232.
Quevedo, J. A.-T. (2021). Palestina/Israel: reproducción de pautas históricas . Sistema de
Información Científica Redalyc, 596.
Tickner , A. B. (2014). Israel, ¿Un Estado apartheid? El Espectador, 20.

También podría gustarte