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Estados Unidos.
Resumen
En el blog del Center for Global Affairs & Strategic Studies (GASS) de la
Universidad de Navarra, en su artículo denominado “China aumenta su interés por
Centroamérica: El Salvador, la última pieza” publicado en el 2018, menciona que:
“Hace muy pocos años, China no tenía interés por Centroamérica, básicamente
por la ausencia de materias primas. La relación diplomática que esa región, casi
en bloque, mantenía con Taiwán también desviaba su atención. Pero la dinámica
ha cambiado”. En virtud de los anterior es importante preguntarse; ¿Por qué ahora
a China le interesa Centroamérica? Y la respuesta es simple; un deseo de ganar
peso en un área histórica influencia de Estados Unidos. La presente investigación
tiene como objetivo reflejar el creciente avance que la República Popular China ha
logrado en la región centroamericana, y como se ha posicionado debido a la
expectativa de los países que la perciben como una potencial fuente de
crecimiento económico y como esta situación se contrapone a los intereses
hegemónicos de los Estados Unidos en la región. Para tal fin, se recurrió al
análisis de las relaciones con los países, apoyados en documentación publica,
artículos y otras fuentes abiertas que de alguna manera aportó la información
necesaria que fortalecen la tesis enfocada en los logros de la República Popular
de China y su influencia en la región.
Abstract
In the blog of the Center for Global Affairs & Strategic Studies (GASS) at the
University of Navarra, in an article titled “China Increases Its Interest in Central
America: El Salvador, the Final Piece,” published in 2018, it is mentioned that: “Not
too many years ago, China had no interest in Central America, primarily due to the
absence of raw materials. The diplomatic relationship that the region, almost as a
whole, maintained with Taiwan also diverted its attention. But the dynamics have
changed.” In light of the above, it is important to ask: Why is China now interested
in Central America? The answer is simple: a desire to gain influence in an area
historically dominated by the United States. The present research aims to reflect
the growing progress that the People’s Republic of China has achieved in the
Central American region and how it has positioned itself due to the expectations of
countries that perceive it as a potential source of economic growth. To this end, an
analysis of relations with the countries was conducted, drawing on public
documents, articles, and other open sources that provided the necessary
information to strengthen the thesis focused on the achievements of the People’s
Republic of China and its influence in the region.
Desde el punto de vista geopolítico, dos son las condiciones que vuelven a
Centroamérica un espacio de disputa geopolítica. La primera refiere al puente
entre dos grandes masas territoriales, y la segunda a la istmicidad que posibilita
una conexión rápida entre los océanos Atlántico y Pacífico. Esta última cobra
importancia en la época colonial, en el tanto las rutas marítimas eran
fundamentales para la presencia del invasor foráneo. Sobre ello, ideólogos
estadounidenses resaltaron estos atributos. Alfred Mahan, por ejemplo, denomina
Mare Nostrum al Mar Caribe, mientras que Nicholas Spykma nombra a la región
centroamericana como la América Mediterránea al reconocer de las rutas
estratégicas de la región y la necesidad del control estadounidense sobre la
misma para potenciar su despliegue hegemónico. En ese sentido, disputar el
control de esta región sería desafiar directamente a la potencia norteamericana.
El Salvador
La relación diplomática con China inicia en el 2017, durante el gobierno
izquierdista de Salvador Sánchez Cerén, por lo que Taiwán respondió a ese
anuncio asegurando que el Gobierno de El Salvador había reclamado una “suma
astronómica” de dinero para financiar el puerto salvadoreño de La Unión y la
campaña para las elecciones presidenciales de 2019 del partido gubernamental, el
Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). El ministro de
Asuntos Exteriores taiwanés, Joseph Wu, presentó la ruptura de relaciones como
una decisión de Taipéi, por la negativa a ceder a esas presiones, por más que todo
indica que la iniciativa fue salvadoreña. Es aquí donde entra la posibilidad de que
China pueda quedarse con la concesión del puerto de La Unión Centroamericana,
en el extremo suroriental de El Salvador, en el golfo de Fonseca.
Nicaragua
Nicaragua y China comenzaron a implementar el 1 de enero de 2023 un
Tratado de Libre Comercio donde el 71 % de productos de exportación del país
centroamericano tendrán acceso inmediato al mercado del gigante asiático con
arancel cero. El acuerdo, además, permitirá que en un lapso de 5 a 10 años el
91% de todos los productos de exportación queden con arancel cero, según la
información que el gobierno de Nicaragua publicó en los medios oficiales.
De acuerdo con lo manifestado por Laureano Ortega, hijo del presidente
Daniel Ortega "Están convencidos que esto va a generar beneficios económicos y
sociales para las familias nicaragüenses, nuevas inversiones, la creación de más
puestos de trabajo, la transferencia de tecnologías de China hacia Nicaragua".
Medios oficiales han publicado que Nicaragua podrá exportar inmediatamente al
mercado chino, carne, azúcar, pescado, camarón, langostas, pepino de mar, maní,
ron, cuero carbón y maderas, arneses para automóviles, entre otros y que al país
no podrán llegar productos que serían muy sensibles para la industria local, como
carnes y sus despojos, café, arroz, azúcar entre otros.
Panamá
Panamá y China establecieron relaciones diplomáticas en 2017, lo que ha
conllevado un aumento considerable de la influencia China en el país. Esta
influencia se ejerce en diversos ámbitos, desde lo simbólico con la presencia
China en el Canal de Panamá, hasta lo estratégico con el control de los puertos de
Balboa y Cristóbal por parte de Hutchison-Whampoa. China también tiene una
fuerte presencia en la economía panameña a través de Minera Panamá y la
construcción de infraestructuras como un centro de convenciones, un puerto de
cruceros y el cuarto puente sobre el canal. En materia de seguridad, China ha
implementado el modelo de ciudad "segura" de Shenzhen en Colón y participa en
la ciberseguridad en San Miguelito. Además, se ha detectado la utilización de
estructuras corporativas y la bandera panameña por parte de China para la pesca
ilegal. La influencia política de China también es notable, moldeando la narrativa a
los más altos niveles del gobierno panameño.
Las deficiencias de Panamá en democracia, derechos humanos y
transparencia han sido explotadas por China. Panamá no está preparada para
ampliar su relación con China y se encuentra en una posición de debilidad
estratégica. Se recomienda fortalecer la institucionalidad panameña, capacitar a
los funcionarios para negociar con China y ser más transparente en las relaciones
con este país.
Costa Rica
La relación entre Costa Rica y China tiene raíces sorprendentemente
tempranas, remontándose a mediados del siglo XIX con la llegada de inmigrantes
chinos que contribuyeron significativamente al desarrollo económico y social del
país. En el plano diplomático, Costa Rica estableció relaciones formales primero
con Taiwán (1961) y luego con la República Popular China en 2007.
Ambas relaciones han traído consigo ventajas para Costa Rica. Tanto
Taiwán como China han brindado donaciones para infraestructura, cooperación
técnica en diversas áreas, y oportunidades de intercambio académico. China, en
particular, ha impulsado el comercio a través de tratados de libre comercio e
inversión directa. Sin embargo, existen desafíos que requieren atención. El
comercio con China ha generado un desequilibrio en la balanza comercial, Costa
Rica importando en 2022 unos 2,835 millones de USD contra apenas 430 millones
de USD. Además, las exportaciones costarricenses a China carecen de variedad,
lo que expone la economía a potenciales riesgos.
A pesar de estos retos, las oportunidades con China son abundantes. Costa
Rica tiene el potencial de atraer a un mayor número de turistas chinos, un
mercado emergente con una creciente clase media dispuesta a viajar. Asimismo,
hay espacio para promover productos costarricenses especializados y selectos en
el vasto mercado chino.
Honduras
Las relaciones diplomáticas entre Honduras y China iniciaron en 2022 tras
la ruptura con Taiwán. Desde entonces China muestra interés en invertir en
proyectos en Honduras, tal es el caso de la construcción de un tren interoceánico
que unirá las costas atlántica y pacífica de Honduras. El proyecto ferroviario
propuesto de USD 20 000 millones, con un plazo de construcción estimado de 15
años, forma parte de una iniciativa más amplia de comercio e inversión entre
ambos países. Otros proyectos incluyen la construcción de presas e
infraestructuras de generación de energía.
De acuerdo con Sergio Cesarin, coordinador del Centro de Estudios sobre
Asia del Pacifico e India, de la Universidad Nacional de Tres de Febrero en
Argentina “Pekín se ha convertido en los últimos 15 años en un fuerte prestamista
en la región Latinoamericana”. De igual manera expreso: “Dentro del
otorgamiento de estos créditos chinos para financiar generalmente obras de
infraestructura se han creado tensiones sobre la exposición crediticia de algunos
países respecto a China, o lo que se ha dado llamar también la trampa china de la
deuda o el sobreendeudamiento”.
Proyecto pospuesto
El proyecto del ferrocarril se remonta a hace dos siglos y fue planteado por
el entonces presidente hondureño José Trinidad Cabañas entre 1852 y 1855,
según la plataforma Bloomberg Línea. La idea se retomó en 2013, cuando el
Gobierno hondureño sentó un acuerdo con la empresa China Harbour Engineering
Company (CHEC), para construir 10 líneas ferroviarias que conectarán Puerto
Castillo con el puerto de Amapola. CHEC, empresa estatal china, y su empresa
matriz, China Communications Construction Company (CCCC) han sido señaladas
desde hace tiempo por presentar una serie de riesgos y se enfrentan a
acusaciones en todo el mundo de corrupción, construcción deficiente, explotación
de los trabajadores y prácticas financieras perjudiciales, entre otras, según informó
la publicación Share América del Departamento de Estado de los EE. UU. Las
empresas chinas dañan el medio ambiente y amenazan la economía y la
independencia de varios países.