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Dorotea Milke.

EL EXPERIMENTO DE ACALI

El experimento que se realizó es el más interesante que conozco


hasta el momento, en Acali nunca se engaño a nadie, ningún
integrante del grupo era paciente, todos eran voluntarios, en primer
lugar me resulta muy difícil de comprender que alguien en su sano
juicio sea voluntario para un experimento como este, todos son
personas extremadamente valientes, de alguna manera pioneros,
aunque como lo dice la lectura, ninguno de ellos sabia realmente lo
que iba a experimentar. ¿El objetivo? Identificar como eran los
rasgos de personalidad antes de Acali y durante el mismo, estudiar
aspectos como sexualidad, inhibiciones, convencionalismos, sueño
etc.

En un principio lógicamente la mayor parte del grupo tuvo


malestares físicos, esto se da por un proceso de adaptación del
organismo tanto físico como psicológico a un medio diferente, al
pasar el tiempo casi todos se adaptaron, esto indica que el ser
humano no ha perdido en su totalidad la capacidad de adaptación a
los diferentes medios, sobre todo porque contamos con la
inteligencia para crear un sinnúmero de recursos que faciliten esta
adaptación. Es curioso, hemos llegado a ser tan “humanos” que
desgraciadamente hemos perdido en gran parte la capacidad innata
de adaptación.
Conforme han pasado los siglos los seres humanos hemos
“evolucionado”. Con la urbanización y el desarrollo de la tecnología
se han creado avances que no han resultado ser tan benéficos como
lo pensábamos.

Al tener inteligencia hemos encontrado medios para


multiplicar la satisfacción de nuestras necesidades, pero al mismo
tiempo nos hemos hecho esclavos de estos medios, y cada vez nos
complicamos más la vida, creando nosotros mismo nuevas
necesidades que satisfacer.

Nos sentimos poderosos al poder crear, pero dentro de la


creación del humano desgraciadamente lo que abunda son nuevos
artefactos y técnicas de muerte y destrucción, hemos creado nuestro
propio infierno de violencia, hambre y en pocas palabras la cultura y
la sociedad que hemos creado solo nos ha complicado la existencia.

Nuestra parte animal “los instintos”, son catalogados en


nuestra sociedad como “malos”, es muy triste darse cuenta de que en
nuestra cultura se ve esta parte de nuestro ser como negativo, hasta
hemos llegado a quererlo negar y modificar. Para muchos humanos
es ofensivo pensar que puedan llegar a tener una parte instintiva,
animal, esto es inconcebible para criaturas tan evolucionadas como
los humanos. En el afán de querer “des animalizarnos” hemos caído
en prácticas completamente inhumanas.

La sociedad tiende a ritualizar nuestras interacciones y al


mismo tiempo se van creando inhibiciones, acabamos usando una
especie de mascara ante los demás, porque en la intimidad nos
comportamos de diferente manera.
En Acali no había donde escapar ni donde ocultarse al sentir pudor o
pena, tarde o temprano los integrantes del experimento Acalla
tendrían que mostrar sus verdaderas caras y olvidarse de los
convencionalismos de la desnudez, necesidades fisiológicas etc. Al
convertirse esta situación en grupal se fueron perdiendo las
inhibiciones ya que todos estaban en la misma situación, quizá como
una necesidad de vinculación.

Los seres humanos al ser sociales no podemos vivir sin


comunicación o sin interacción por un largo periodo de una manera
sana. Me llama mucho la atención que en Acali al principio las
interacciones entre los integrantes eran mínimas o muy superficiales,
esto debido en parte a la diferencia de idiomas, los integrantes se
quejaban de la falta de comunicación, pero conforme paso el tiempo
la barrera del lenguaje se rompió y se buscaron nueva formas de
comunicación como acercamientos físicos o simplemente mostrarse
realmente como eran, olvidándose de las inhibiciones quizá como
una forma de no sentir tanta soledad.

Como en toda sociedad se fueron formando subgrupos, creo


que es imposible que no se formen subgrupos dentro de un grupo
mayor ya que siempre existe una mayor atracción o afinidad por
algunas personas en especial y se va dando lo que se dio en Acali
que es la autoseleción, poco a poco te vas llevando más con los que
eres más afín y cuando te das cuenta ya formaron un subgrupo, en
Acalla los integrantes de los subgrupos compartían el idioma.
En cuanto a sexualidad se encontró que las mujeres presentan
una necesidad más apremiante que los hombres (creo que en la vida
diaria pasa todo lo contrario, esto debido a las restricciones sociales
hacia la mujer en particular) y que muchas veces la agresividad en
el ser humano se da por la presión de grupo ya que al principio del
proceso de vinculación existe la competitividad los celos etc. Esto se
da muchas veces en grupos de personas que se acaban de conocer,
como necesitan sentirse vinculadas entre ellas se ponen celosas si
empiezan a ver que se forman subgrupos donde no están incluidas.

La cooperación depende del grado de vinculación de los


miembros, pero desde mi punto de vista se da un tipo de
cooperación general en situaciones imperantes como fue la ruptura
del timón, unos en menor o mayor grado pero en eso momento todos
cooperaron.

El mismo experimento de Acali es una muestra de lo que se


puede lograr con la cooperación y la buena voluntad de las personas
sin importar barreras sociales y culturales.

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