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Capitulo 11 Primera Parte (Sistema Auditivo)
Capitulo 11 Primera Parte (Sistema Auditivo)
CAPÍTULO
11
INTRODUCCIÓN
OÍDO MEDIO
Componentes del oído medio
Amplificación de la fuerza del sonido por la cadena de
huesecillos Reflejo de atenuación
OÍDO INTERNO
Anatomía de la cóclea
Fisiología de la cóclea
Respuesta de la membrana basilar al sonido
Órgano de Corti y estructuras asociadas
Transducción por las células ciliadas
Cuadro 11-2. Relato del descubrimiento: Las
herramientas del oído, por A. J. Hudspeth
Inervación de las células ciliadas
Amplificación por las células ciliadas externas
PROCESOS AUDITIVOS
CENTRALES Anatomía de las vías auditivas
Propiedades de respuesta de las neuronas de la vía auditiva
CODIFICACIÓN
DE LA INTENSIDAD Y
LA FRECUENCIA
DEL SONIDO
Intensidad del estímulo
Frecuencia del estímulo y tonotopia
MECANISMOS
DE LA LOCALIZACIÓN
Localización del sonido en el plano horizontal
DEL SONIDO
Sensibilidad de las neuronas biaurales para la
localización del sonido
Localización del sonido en el plano vertical
Cuadro 11-3. Relato del descubrimiento: Ecolocalización
del murciélago, por James Simmons
CORTEZA AUDITIVA
PALABRAS CLAVE
CUESTIONES DE REVISIÓN
El sentido del oído, también denominado audición, desempeña numerosos e INTRODUCCIÓN
importantes papeles en nuestra vida diaria. Incluso si no podemos ver un objeto,
podemos detectar su existencia escuchando el ruido que hace. Cualquier persona
que haya caminado por un bosque en un área donde abundan los osos o las ser-
pientes sabe muy bien que el ruido de las hojas al crujir puede atraer poderosa-
mente la atención. A partir del ruido, frecuentemente podemos identificar el origen y
determinar su localización, una información importante si tenemos que salir co-
rriendo. Además de la capacidad para detectar y localizar el sonido, podemos per-
cibir e interpretar sus matices. Podemos identificar de manera inmediata el ladrido
de un perro, la voz de un amigo o el estruendo de una ola. Puesto que los seres hu-
manos son capaces de producir una amplia variedad de sonidos, además de oírlos,
el lenguaje hablado y su recepción a través del sistema auditivo se han convertido
en medios extraordinariamente importantes de comunicación. La audición en el ser
humano ha evolucionado incluso más allá de las funciones estrictamente utilitarias
de comunicación y supervivencia: de manera análoga a los artistas que utilizan los
medios visuales, los músicos exploran las sensaciones y emociones que evocan los
sonidos.
En este capítulo, exploraremos los mecanismos dentro del oído y el cerebro que
transducen los sonidos de nuestro entorno en señales neurales significativas. Com-
probaremos que esta transformación se lleva a cabo en etapas antes que de una vez.
Dentro del oído, los receptores auditivos convierten la energía mecánica del sonido
en una respuesta neural. En estadios posteriores, en el tronco cerebral y en el
tálamo se integran las señales procedentes de los receptores antes que, en último
término alcancen la corteza auditiva. Examinando las propiedades de respuesta de
las neuronas en diversos puntos del sistema, comenzaremos a formarnos una idea
de la relación entre la actividad en el sistema auditivo y nuestra percepción del
sonido
CAPÍTULO 11
274 Sistema auditivo
Figura 11-1. La producción del sonido mediante las variaciones de la presión del aire Cuando el
cono de papel del altavoz estéreo vibra hacia fuera, comprime el aire; cuando vibra hacia dentro,
rarifica el aire. Si estas vibraciones hacia dentro y hacia fuera son periódicas, también existirá
una variación periódica de la presión del aire, tal y como se muestras' el gráfico. La distancia
entre segmentos comprimidos sucesivos de aire (presión elevada) es un ciclo de sonido (indicado
por las líneas verticales). La onda de sonido se propaga a partir del altavoz a la velocidad del
sonido.
CAPÍTULO 11
Sistema auditivo
275
mente de 10.000 Hz. A pesar de que los seres humanos pueden oír una elevada va-
riación de frecuencias, existen frecuencias de onda altas y bajas que nuestros oídos
no pueden percibir, del mismo modo que nuestros ojos no pueden ver las ondas de
luz electromagnéticas (cuadro 11-1).
Otra importante propiedad de una onda de sonido es su intensidad, que es la
diferencia de presión entre los segmentos comprimidos y los rarificados de aire (fig.
11 2 b). La intensidad del sonido determina el volumen que percibimos;
Figura 11-2. Frecuencia e intensidad de las ondas de sonido. a) Percibimos las ondas de
frecuencia elevada como las ondas con un tono más alto. b) Percibimos las ondas de
intensidad elevada como sonidos más fuertes.
Sistema auditivo
OÍDO MEDIO
El oído externo canaliza el sonido hasta el oído medio, una cavidad llena de
aire que contiene los primeros elementos que se mueven como respuesta al
sonido. En el oído medio, las variaciones de la presión del aire se convierten
en movimientos de los huesecillos. En este apartado, exploraremos cómo se
produce esta primera transformación de la energía del sonido.
Figura 11-5. Oído medio. Tal y como indican las flechas, cuando la membrana timpánica mueve hacia dentro la parte inferior del
martillo la acción de palanca de los osículos tira hacia dentro de la base del estapedio en la ventana oval. La presión en la ventana
oval es mayor que en la membrana timpánica, en parte porque el área de superficie de la base del estapedio es más pequeña que el
área de superficie de la membrana timpánica.
tana timpánica y este aumento es suficiente para mover el líquido hasta el oído
interno
Reflejo de atenuación
Los dos músculos unidos a los huesecillos tienen un efecto significativo sobre
la misión del sonido hasta el oído interno. El músculo tensor del tímpano está an-
clado al hueso de la cavidad del oído medio en un extremo y se une con el martillo
en el otro extremo. El músculo estapedio también se extiende desde un soporte fijo
de hueso y se une con el estribo. Cuando estos músculos se contraen, la cadena
de huesos se vuelve mucho más rígida y la conductancia del sonido hasta el oído
interno disminuye considerablemente. El inicio de un sonido fuerte provoca la con-
tracción de estos músculos, una respuesta denominada reflejo de atenuación. La
atenuación de los sonidos es mucho mayor a frecuencias bajas que a frecuencias
elevadas
Para este reflejo se han propuesto una serie de funciones. Una de ellas podría
adaptar el oído a un sonido continuo con altas intensidades. Los sonidos fuertes
que de otro modo saturarían la respuesta de los receptores en el oído interno
disminuirían hasta un nivel inferior a la saturación mediante el reflejo de
atenuación, lo que aumentaría los límites dinámicos que podemos oír. El reflejo de
atenuación también protege el oído interno de los sonidos fuertes que de otro modo
lo lesionarían. Por desgracia, el reflejo se caracteriza por un retraso de 50-100
mseg desde el momento en que el sonido alcanza el oído, de modo que apenas
ofrece protección frente a los sonidos fuertes muy súbitos; en el momento en que
los músculos se contraen, ya puede haberse producido la lesión. Ésta es la razón
de que, a pesar de los mejores esfuerzos de su reflejo de atenuación, una explosión
fuerte (o la música de sus walkman) todavía pueda lesionar su cóclea. Puesto que
el reflejo de atenuación suprime las bajas frecuencias más que las altas, en un
entorno con mucho ruido de baja frecuencia, facilita el discernimiento de los
sonidos de frecuencia elevada. Esta capacidad nos permite comprender el habla en
un entorno ruidoso mucho más fácilmente de lo que podríamos sin dicho reflejo.
Se cree que el reflejo de atenuación también se activa cuando hablamos, de modo
que no oímos nuestras propias voces tan altas como de lo contrario oiríamos.
OÍDO INTERNO
Aunque esté considerado parte del oído, no todo el oído interno está relacionado
con la audición. El oído interno consta de la cóclea, que es parte del sistema au-
ditivo, y el laberinto, que no lo es. El laberinto es una parte importante del aparato
vestibular, el cual ayuda a mantener el equilibrio del cuerpo (v. cap. 14). En este
caso sólo trataremos lo que se refiere a la cóclea y al papel que desempeña en la
transformación del sonido en señales neurales.
Anatomía de la cóclea
La cóclea (de la palabra griega kochlías, que significa «caracol») tiene una forma de
espiral que se parece a la concha de un caracol. Puede hacerse una idea de la
estructura de la cóclea envolviendo una pajita de beber 2,5 veces alrededor de la
punta afilada de un lápiz (fig. 11-6). En la cóclea, el conducto hueco (representado
por la paja) posee paredes formadas por hueso. El pilar central de la cóclea (repre-
sentado por el lápiz) es una estructura ósea cónica denominada columela o eje del
caracol. Las dimensiones reales son más pequeñas que el modelo paja-lápiz, mi-
diendo el conducto hueco de la cóclea unos 32 mm de longitud y 2 mm de diáme-
tro. En la base de la cóclea existen dos agujeros recubiertos de membrana: la
ventana oval, que como hemos descrito está debajo de la base del estribo, y la
ventana redonda.
Si seccionamos la cóclea en un corte transversal, puede observarse que el
conducto se divide en tres cámaras: la rampa o escala vestibular, la rampa o es-
280 1 CAPÍTULO 11 Sistema auditivo
cala media y la rampa o escala timpánica (fig. 11-7). Las tres rampas recubren el
interior de la cóclea como una escalera de caracol (escala procede de la palabra
latina scala, que significa «escalera»). La membrana de Reissner separa la rampa
vestibular de la rampa media y la membrana basilar separa la rampa timpánica de
la rampa media. Sobre la membrana basilar se encuentra el órgano de Corti que
contiene las neuronas receptoras auditivas; sobre este órgano cuelga la mem
brana tectoria. En el vértice de la cóclea, la rampa media está cerrada y la ras pa
timpánica y la rampa vestibular están conectadas por un agujero en las mem
branas, el helicotrema (fig. 11-8). En consecuencia, el líquido de la rampa vesti
bular se continúa con el de la rampa timpánica. En la base de la cóclea, la rampa
vestibular se encuentra con la ventana oval y la rampa timpánica, con la ventana
redonda.
El líquido de la rampa vestibular y de la rampa timpánica, denominado peri-
linfa, tiene un contenido jónico similar al del líquido cefalorraquídeo: unas con-
centraciones bajas de K (7 mM) y concentraciones elevadas de Na' (140 mM). La
rampa media está llena de la endolinfa, que es un líquido fuera de lo corriente
porque tiene concentraciones iónicas similares al líquido intracelular, un conteni
do elevado de K (150 mM) y un contenido bajo de Na' (1 mM), a pesar de que es
extracelular. La explicación para esta diferencia es que en la estría vascular (el
endotelio que recubre la pared de la rampa media) tiene lugar un proceso activo
que reabsorbe el sodio y segrega el potasio contra sus gradientes de
concentración. Debido a las diferencias de concentración fónica y a la
permeabilidad de la membrana de Reissner, la endolinfa tiene un potencial
eléctrico que es alrededor de 80 mV más positivo que el de la perilinfa; esto se
denomina potencial endococlear. Comprobaremos que el potencial endococlear es
importante porque aumenta la transducción auditiva.
Fisiología de la cóclea
dispuestas en 3-5 hileras). Los estereocilios en la parte superior de las células cilia-
das se extienden por encima de la lámina reticular en la endolinfa y sus puntas fi-
nalizan en la sustancia gelatinosa de la membrana tectoria. Para no olvidar las
membranas dentro del órgano de Corti, es necesario recordar que la membrana ba-
silar se encuentra en la base del órgano de Corti, que la membrana tectoria forma el
techo sobre la estructura y que la membrana reticular se encuentra en medio,
proporcionando apoyo a las células ciliadas.
Las células ciliadas forman sinapsis sobre las neuronas cuyos cuerpos celulares se
localizan en el ganglio espiral dentro de la columela. Las células del ganglio espiral
son bipolares, con neuritas que se extienden hasta las bases y los lados de las
células ciliadas, donde reciben aferencias sinápticas. Los axones desde el ganglio es-
piral penetran en el nervio auditivo (par craneal VIII) que se proyecta hasta los nú-
cleos codeares del bulbo raquídeo.
Transducción por las células ciliadas. Cuando la membrana basilar se mueve
como respuesta al movimiento en el estribo, se moviliza toda la base que sirve de
apoyo a las células ciliadas porque la membrana basilar, los bastones de Corti, la
lámina reticular y las células ciliadas están conectadas de forma rígida. Estas es-
tructuras se mueven como una unidad, girando hacia la membrana tectoria o en di-
rección contraria- Cuando la membrana basilar se mueve hacia arriba, la lámina re-
ticular se mueve hacia arriba y hacia dentro en dirección a la columela. Al contra-
rio, el movimiento hacia abajo de la membrana basilar hace que la membrana
reticular se mueva hacia abajo y en dirección contraria a la columela. Cuando la lá-
mina reticular se mueve hacia dentro o hacia fuera en relación con la columela, tam-
bién se mueve hacia dentro o hacia fuera respecto a la membrana tectoria. Puesto
que esta membrana sujeta los extremos de los estereocilios, el movimiento lateral de
la lámina reticular en relación con la membrana tectoria inclina los estereocilios de
las células ciliadas en una dirección o en la otra (fig. 11-12). Los estereocilios con-
tienen filamentos alineados de actina que les confieren rigidez de modo que se in-
clinan como bastones rígidos. Los estereocilios están conectados con cada célula ci-
liada por filamentos con enlaces cruzados, por lo que los cilios de una célula ciliada
se mueven juntos como una unidad.
Hasta recientemente, los progresos para entender cómo las células ciliadas
convierten la deformación mecánica de los estereocilios en señales neurales habían
sido muy lentos. Puesto que la cóclea está rodeada de hueso, resulta muy di-
284 CAPÍTULO 11
Sistema auditivo
Figura 11-10. Células ciliadas observadas a través del microscopio electrónico. a) Células
ciliadas y sus estereocilios. b) Visión de mayor resolución de los estereocilios en una
célula ciliada externa. Los estereocilios tienen una longitud aproximada de 5 pm- (De I-
Hunter-Du var y R- Harrison, The Hospital for Sick Children, Toronto, Ontario.)
CAPÍTULO 11
Sistema auditivo
285
Figura 11-12. Inclinación de los estereocilios producida por el movimiento hacia arriba de la membrana basilar. a) En reposo, las cé-
lulas ciliadas se sostienen entre la lámina reticular y la membrana basilar, y las extremidades de los estereocilios de las células ciliadas ex-
ternas están unidas a la membrana tectoria. b) Cuando el sonido provoca la deflexión hacia arriba de la membrana basilar, la membrana
reticular se desplaza hacia arriba y hacia dentro en dirección a la columela, provocando la inclinación hacia fuera de los estereocilios.
Cuadro 11-2
RELATO DEL DESCUBRIMIENTO
(continúa)
CAPITULO 11
Sistema auditivo 287
un filamento elástico con la pared del cilio adyacente. Cuando se produce el esti-
ramiento de los cilios, la tensión en este filamento mantiene el canal en un
estado parcialmente abierto, lo que permite el paso constante de K+ desde la
endolinfa la célula ciliada. El desplazamiento de los cilios en una dirección
aumenta la tensión en el filamento de unión, aumentando la corriente de K+
hacia el interior. El desplazamiento en dirección contraria alivia la tensión en el
filamento de unión, lo que permite que el canal se cierre por completo,
impidiendo un movimiento de K+ hacia el interior. La entrada de K+ en la célula
ciliada causa una despolarización que a su vez activa los canales de calcio
regulados por el voltaje (figura11-14 b). La entrada de Ca2+ activa la liberación
del neurotransmisor, que activa las fibras del ganglio espiral, las cuales se
extienden postsinápticamente hasta la célula ciliada. Es interesante destacar que
la abertura de los canales de K+ produce una despolarización de la célula ciliada,
mientras que la abertura de los canales de K' hiperpolariza la mayor parte de
neuronas. La razón de que las células ciliadas respondan de forma diferente a
las neuronas es la concentración excepcionalmente elevada de K+ en la
endolinfa, que produce un potencial de equilibrio
sible del fascículo de cilios para comprender cómo la molécula tente que la mayor parte de oídos humanos en realidad producen tonos
responde a los estímulos y verificar si este canal o moléculas espontáneos que pueden ser detectados mediante un micrófono
similares son responsables de otras formas de sensible insertado en el conducto auditivo. La contracción de las
mecanorreceptividad (p. ej., el tacto). Quizás el mayor desafío es células ciliadas estimuladas eléctricamente y la presencia de miosina
comprender cómo el oído logra su extraordinaria sensibilidad. en los haces de cilios proporcionan indicios de los mecanismos,
Diversas líneas de pruebas sugieren que las células ciliadas no mediante los cuales una célula ciliada podría aumentar sus aferencias
sólo son receptores pasivos de los estímulos mecánicos, sino que mecánicas. Será fascinante llegar a conocer no sólo cómo se produce
también son, en cierto modo, capaces de producir movimientos la amplificación, sino también cómo una célula ciliada regula su
activos que aumentan aferencias del oído. El amplificador amplificador para evitar la inestabilidad.
coclear es tan po-
CAPÍTULO 11
288 Sistema auditivo
del K+ de 0 mV, comparado con el potencial de equilibrio de –80 mV en las
neuronas típicas.
Inervación de las células ciliadas. El nervio auditivo consta de los axones
de las neuronas, cuyos cuerpos celulares se localizan en el ganglio espiral. Por
consiguiente, las neuronas del ganglio espiral, que son las primeras de la vía
auditiva que descargan potenciales de acción, proveen toda la información
auditiva que se manda al cerebro. Por esta razón, es importante mencionar
que existe un diferencia significativa en la inervación del ganglio espiral de las
células ciliada internas y externas. Se estima que el número de neuronas del
ganglio espiral e del orden de 35-000-50-000. A pesar del hecho de que las
células ciliadas internas son superadas en número por las externas en una
relación de 5 a 1, más del 95%
(b)
Figura 11-14. Despolarización de una célula ciliada. a) Los canales de potasio se abren
cuando se produce el estiramiento de los filamentos que unen los estereocilios. b) La
entrada de potasio despolariza la célula ciliada que abre los canales de Ca2+ regulados
por el voltaje. La entrada de calcio despolariza todavía más la célula, lo que conduce a la
liberación de las vesículas sinápticas hasta la neurona postsináptica a partir del ganglio
espiral.