Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La historia bíblica
Encontramos el relato de la historia de David y Goliat en 1 Samuel
17. Los filisteos, enemigos férreos de Israel, habían desafiado a
los israelitas a la guerra. Los dos ejércitos se posicionaron frente
a frente en montes opuestos, con el valle de Elá de por medio, y
esperaron.
¿Para qué están ordenando sus filas para la batalla? ¿No soy yo un filisteo? ¿Y no
están ustedes al servicio de Saúl? ¿Por qué no escogen a alguien que se me
enfrente? Si es capaz de hacerme frente y matarme, nosotros les serviremos a
ustedes; pero, si yo lo venzo y lo mato, ustedes serán nuestros esclavos y nos
servirán.
(1 Samuel 17:8b-9)
David era pastor así que dejó a otro pastor encargado de sus
ovejas, fue al frente de batalla y se encontró con la situación.
Cada ejército en su monte, el valle en el centro, y Goliat
desafiando a los israelitas a viva voz. También escuchó que
aunque Saúl ofrecía un buen premio al que se atreviera a pelear, el
número de voluntarios era sorprendentemente bajo: ¡exactamente
0!
El Señor, que me libró de las garras del león y del oso, también me librará del poder
de ese filisteo.
(1 Samuel 17:37)
David también conocía cuál era su arma más poderosa: ¡el nombre
del Señor Todopoderoso! Su confianza estaba realmente puesta
en Dios, no en sus propias habilidades como pastor de ovejas. Por
eso estaba tan seguro de que conseguiría la victoria, aun cuando
la lógica y la vista apoyaran lo contrario.
Tú vienes contra mí
con espada, lanza y
jabalina, pero yo
vengo a ti en el
nombre del Señor
Todopoderoso, el Dios
de los ejércitos de
Israel, a quien has
desafiado.
(1 Samuel 17:45)
Para reflexionar:
¿Conoces la
armadura que
Dios ha provisto
para sus hijos? Lee Efesios 6:10-18 y permite que Dios te examine
y te muestre cómo usar las armas que él te ha dado para que
puedas vencer en los momentos de prueba, de tentación o
dificultad que llegan a tu vida.
David le respondió: A mí me
toca cuidar el rebaño de mi
padre. Cuando un león o un oso
viene y se lleva una oveja del
rebaño, yo lo persigo y lo golpeo hasta que suelta la presa. Y, si el animal me ataca,
lo agarro por la melena y lo sigo golpeando hasta matarlo. Si este siervo de Su
Majestad ha matado leones y osos, lo mismo puede hacer con ese filisteo pagano,
porque está desafiando al ejército del Dios viviente.
(1 Samuel 17:34-36)
Hasta Saúl, que era el rey de Israel y el hombre más alto entre
todos los del pueblo (1 Samuel 9:2) se sentía intimidado por el
tamaño y la armadura de Goliat. Este por su parte se aprovechaba
de ese temor y lanzaba amenazas a gran voz. Pero David no se
dejó intimidar ni por la estatura ni por los gritos.
Para reflexionar:
¿Aprovechas las
oportunidades que Dios
pone en tu vida? ¿Te
enfocas en las puertas que Dios abre ante ti o en lo difícil que
parecen? ¿Llenas tu mente con la Palabra de Dios y vas al Padre
en oración cada día para recibir el ánimo necesario? ¿O te dejas
llevar por pensamientos derrotistas y la creencia de que no podrás
hacer las cosas?
Para reflexionar:
¿Haces todo para
la gloria de Dios o
te envaneces con tus logros? ¿Hablas de las cosas que Dios hace
en tu vida? ¿O prefieres hablar de ti, de tu inteligencia, tu fuerza o
tus destrezas? Haz un recuento de cosas "inexplicables" que has
visto en tu vida: provisión en el momento oportuno, protección de
algún mal, sanidad o mejoría de tu salud. Da la gloria a Dios.
Agradece al Padre y cuenta a otros sus maravillas.