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El amor protector de una madre.

1 Reyes 3:19-26
Dos mujeres habían tenido un hijo cada una con tres días de diferencia, una de ellas no tuvo cuidado y
durmiendo se acostó sobre su niño y lo mato (v.19). Ésta rápidamente lo cambio por el hijo vivo de la otra mujer.
Se pelearon y fueron llevadas delante de Salomón. Éste escuchó la defensa de la verdadera madre, mientras la
impostora seguía procurando la potestad del niño. Salomón lleno de sabiduría mando a traer una espada (v. 24)
y para solucionar dicho problema mando a que partiesen el niño en dos para dar una parte a cada madre (v.25).
El versículo 26, dice de la verdadera madre: “sus entrañas se le conmovieron por su hijo”. Esa mujer no pudo
resistir el hecho de pensar que su hijo podía morir, prefirió dejar que la otra mujer impostora tomara potestad
de su hijo, antes de verlo muerto, fue ahí donde Salomón descubrió a la verdadera madre, el amor por su hijo la
delató.
Es allí, en esos momentos de peligro para un hijo donde una verdadera madre se deja ver.
Definitivamente una madre no puede ver sufrir a su hijo y quedarse como si nada, una madre está dispuesta a
quitarse el bocado por dárselo a su hijo, una madre está dispuesta a cubrir a su hijo del frío aun cuando ella se
esté muriendo de frío…
Querida hna., pidámosle a Dios que nos provea de todo lo que necesitamos para acobijar a nuestros
hijos, que ellos puedan encontrar en nuestro regazo un verdadero refugio de amor en tiempos tan difíciles. LES
DESEO UN FELIZ DÍA DE LAS MADRES.

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