La sociedad actual requiere de energía constantemente.

La utilizamos para diversas cosas, cómo

para la calefacción y la luz de casa, transporte o en la fabricación de productos, etc. Contamos con
un modelo energético dependiente de las energías fósiles: petróleo, carbón o gas, las cuales
presentan varios problemas. Se están agotando y por tanto cada vez son más caras y a la vez
liberan gran cantidad de gases de efecto invernadero en su combustión, lo cual causa bastantes
daños en el medio ambiente. Además, dependemos de los países extractores de estas materias
primas, ya que todos no cuentan con dichos recursos. También producimos energía nuclear, que
cuenta con la peligrosidad de los accidentes y los residuos que genera. Por ello se está optando por
un nuevo modelo de producción de energía, la cual sería la transición energética, un modelo:
limpio, sostenible y saludable que emplee los recursos disponibles en la naturaleza y, en el que los
consumidores adoptemos también un consumo responsable e inteligente de la energía. Ante esto
nos planteamos la siguiente interrogante, ¿Consideras qué la transición energética beneficia al
medio ambiente? En mi opinión si considero que la transición energética beneficia al medio
ambiente, a continuación, les mencionare del porque estoy de acuerdo con este nuevo modelo de
producción.

Si consideró que la transición energética beneficia al medio ambiente porque ayuda a buscar
diferentes modelos de distribución y consumo de energía y para alcanzar una mayor
sostenibilidad. En cuanto lo argumentado, es importante definir transición energética. Lo cual es
un proceso de cambio de una forma de producción de energía a otra que se refiere al remplazo de
combustibles fósiles, como el carbón y el petróleo, por fuentes renovables. Por lo tanto, evita los
peores efectos del cambio climático y reduce las emisiones de dióxido de carbono que contaminan
al aire. Con el propósito de ilustrar esta acepción es importante conocer una información
relevante. Según la universidad Externado de Colombia (2023) , la transición energética es el
inicio de una nueva transformación en la humanidad, ya que actualmente, frente al tema de
transición energética se puede indicar que se ha venido tomando un gran empuje e importancia
en todos los ámbitos, especialmente el cambio climático visualizado en las alteraciones de las
lluvias, sequias y el incremento porcentual en la frecuencia de los desastres naturales son los
daños que amenazan y agudizan la crisis climática. Por ello cada uno de los Estados ha buscado
adaptarse para poder combatir esta problemática que se ha dado en gran medida por los cambios
continuos que generan la modernización de la sociedad. Así las cosas, podemos observar que en la
actualidad el concepto de transición energética se visualiza como un proceso de cambio, que
genera una forma de producción de energía a otra que incluye como principal factor las fuentes de
energía renovables no convencionales. El mismo también se focaliza en la trasformación de las
matrices energéticas donde paulatinamente se sustituye el uso de los combustibles fósiles por
energéticos libres de emisiones lo cual implica una trasformación de todas las actividades
económicas a nivel global.
Es muy relevante en lo que beneficia la transición energética al medio ambiente, ya que evita
menos contaminación global. En primer lugar, las fuentes de energía renovables, como la solar, la
energía eólica, no emiten gases de efecto invernadero durante su actividad, lo que contribuye a
reducir la huella de carbono. También las energías renovables permiten aumentar el empleo,
porque es necesario invertir en capital humano para organizar y asegurar la conservación de los
diferentes modelos energéticos. Las energías renovables logran mantener el equilibrio de nuestro
planeta, fomentando un presente sostenible para un futuro limpio. Además, esas fuentes son
inagotables se adaptan a los ciclos naturales y no generan residuos tóxicos a diferencia, a
diferencia de las fuentes de energía convencionales como el carbón, gas, petróleo o energía
nuclear. Por lo tanto, al promover el uso de energías renovables, se disminuye la contaminación del
aire, se protege la calidad del agua y se preserva la biodiversidad.

En conclusión, la transición energética beneficia al medio ambiente de manera muy significativa ya

que al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, se contribuye a frenar el cambio
climático y sus consecuencias negativas. Además, se promueve la utilización de fuentes de energía
inagotables y limpias, lo que garantiza la sostenibilidad a largo plazo. Asimismo, la transición
energética impulsa la creación de empleos verdes y fomenta la innovación tecnológica. Por tanto, es
fundamental seguir avanzando en esta transición para lograr un futuro más sostenible y respetuoso
con el medio ambiente.