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EL PODER DE LA OFRENDA

“Entonces Elías dijo a todo el pueblo: Acercaos a mí. Y todo el pueblo se acercó a él. Y reparó el
altar del SEÑOR que había sido derribado.” (1Reyes 18:30)

Desde los inicios de la humanidad la escritura nos muestra como las ofrendas
“suben” delante de la presencia de Dios. Tal el caso de las ofrendas presentadas
por Caín y Abel. Dios se agradó de Abel y de su ofrenda, mas no de la ofrenda
que fue presentada por Caín.

La ofrenda es tan importante delante de Dios que el mismo Jesús se convirtió en


una para salvarnos.

Él es el Cordero de Dios que quitó nuestro pecado y también quien sana nuestra
tierra. La Palabra lo dice, Jesús se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio
a Dios en olor fragante.

Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos
amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante. (Efesios 5:1-
2)

En la cruz del Calvario Él era el Cordero a ser sacrificado.

Así que debemos dimensionar la gran importancia que tiene el acto de honrar a
Dios con la ofrenda, ya que el hecho más importante que nos ha sucedido, implicó
el sacrificio de dar lo más valioso.

CON NUESTRA OFRENDA AGRADAMOS A DIOS


“Y edificó Noé un altar al SEÑOR, y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció
holocaustos en el altar.” (Gen 8:20)

Noé hizo holocausto de animales que el Padre le había provisto antes del diluvio.

Dios siempre nos provee de bendiciones como dinero, trabajo, comida, ropa,
oportunidades, porque DIOS ES QUIEN NOS PROVEE DE TODO, aunque
pensemos que nosotros lo hemos logrado, todos nacimos desnudos, como lo dice
el libro de Job: “desnudo salí del vientre y así volveré”.
Todos los que llevamos ofrenda al Señor tenemos acceso a su presencia, como
los reyes de oriente, quienes guiados por una estrella se presentaron delante del
rey Jesús llevando ofrenda, oro, incienso, y mirra.

Cuando existe el deseo de adorar a Jesús y llevarle ofrenda, seremos guiados en


todo momento al lugar donde Jesús está para disfrutar de su presencia.

UNA OFRENDA QUE ABRE PUERTAS


“En Betania, mientras estaba él sentado a la mesa en casa de Simón llamado el leproso, llegó una
mujer con un frasco de alabastro lleno de un perfume muy costoso, hecho de nardo puro. Rompió el
frasco y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús.” (Mar 14:3)

La mujer pecadora no podía entrar por su condición de pecadora, como lo aseveró


y criticó Simón “EL LEPROSO”, ella no estaba invitada, pero le llevaba a Jesús un
presente, un perfume de mucho valor, el cual era una ofrenda para derramar
delante de Él.

Una ofrenda también puede ser el pase de entrada para estar cerca de Jesús.

LA OFRENDA PROVOCA MILAGROS


“Manoa le dijo al ángel del SEÑOR: Nos gustaría que te quedaras hasta que te preparemos un
cabrito. Pero el ángel del SEÑOR respondió: Aunque me detengan, no probaré nada de tu comida.
Pero si preparas un holocausto, ofréceselo al SEÑOR. Manoa no se había dado cuenta de que aquél
era el ángel del SEÑOR.”(Jdg 13:15-16)

El pueblo de Israel había hecho lo malo delante de los ojos de Dios durante
cuarenta años, una ves terminado el ciclo de la prueba, el Señor envió su ángel
para anunciar la llegada de un libertador, escogiendo a un matrimonio que no
tenía hijo porque la mujer era estéril.

Manoa no creía que a su mujer se le había aparecido el ángel de Dios; pero le


ofreció ofrenda para que se quedara más tiempo con ellos, al ángel no le
interesaba la comida, sino el holocausto para que se lo ofrecieran a Dios; A partir
de ese momento empezó el milagro.

LA OFRENDA DESATA AVIVAMIENTOS


“Y con las piedras edificó un altar en el nombre del SEÑOR, e hizo una zanja alrededor del altar,
suficientemente grande para contener dos medidas de semilla. Dispuso después la leña, cortó el
novillo en pedazos y lo colocó sobre la leña.” (1 Reyes 18:32-33)

El profeta Elías empezó restaurando el altar, para eso toma 12 piedras, la leña, y
hace una zanja alrededor del altar suficientemente grande, tan ancho para
contener dos medidas de semilla, trajo agua para mojarlo, era verdaderamente un
sacrificio restaurar el altar, pues había sequía, hacía 3 años y medio de no llover.

Sin duda se habían secado los arroyos, considerando que ésta era la forma de
proveerse de agua pues hacía tanto tiempo que no llovía, ¿te imaginas lo que
estaban ofreciendo? Ofrecían lo que milagrosamente les quedaba y habían
guardado y cuidado celosamente.

EL PODER DE LA OFRENDA
Elías agarra el agua y la derrama en el altar, vuelve a pedir y nuevamente la
derrama, por tercera vez hace lo mismo; aparentemente desperdiciaba el único
recurso que les servía para sobrevivir, el agua en el altar, lo que les ha costado.

Todo este tiempo de sequía guardando lo único que les sustentaba, pero el
profeta de Dios pidiendo más agua, dice la Palabra que el agua corría alrededor
del altar y también llenó la zanja, ¡esa agua que sustentaba al pueblo!

Pero sucedió algo interesante, en la zanja caía semilla, calló fuego consumió el
holocausto entonces Dios “probó” la ofrenda y la Palabra dice que lamió el agua,
probó lo que diste en sacrificio. Se oyeron truenos y empezó a llover después de 3
años y medio.

Lo que tú le entregas a Dios genera tu milagro en forma abundante aún en medio


de la limitación y escasez.

Tú y yo necesitamos demostrar esa misma actitud. Necesitamos comenzar a


presentar nuestras ofrendas al Señor con confianza, depositándolas con decisión
a Su servicio, esperando a cambio Sus bendiciones.

Recuerda que cosechas según siembras, Dios es justo y no le dará poco al que ha
dado mucho. ¡Deja tu ofrenda delante del altar y clama a Dios, profetiza que tu
vida y la de tu familia será transformada! permite que en tu vida se evidencie el
poder de la ofrenda.

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