Literatura Egipcia

La literatura egipcia es una de las primeras manifestaciones del mundo literario,

con símbolos y figuras como los jeroglíficos. Surgió de las antiguas civilizaciones
como resultado de la voz popular y ha influido en las culturas modernas. La
literatura arcaica faraónica comprende mitos, fábulas, cuentos populares,
proverbios, oraciones y algunas prácticas rituales y fórmulas mágicas
representadas como si fueran. Algunas de las características de la literatura egipcia
incluyen su origen en la cultura y la historia de Egipto, así como la influencia de la
escritura y la lectura en su desarrollo. Se han conservado numerosas obras
literarias egipcias, desde poemas hasta narrativa.

La literatura egipcia es una de las primeras manifestaciones escritas del

pensamiento humano. Fue elaborada con una serie de signos y símbolos llamados
jeroglíficos, que permitieron a los antiguos egipcios transcribir todo lo relacionado
con su historia y costumbres. Es conocida como una de las primeras
manifestaciones literarias en la humanidad y se caracteriza por el uso de
jeroglíficos como forma de expresión.

La literatura del Antiguo Egipto abarca una amplia variedad de formas narrativas y
poéticas, que incluyen inscripciones en tumbas, estelas, obeliscos y templos,
mitos, cuentos, leyendas, escritos religiosos, obras filosóficas, literatura
sapiencial, autobiografías, biografías, historias, poesía, himnos, ensayos
personales, cartas y más.

El Antiguo Egipto, también conocido como Egipto antiguo, fue una civilización de la
Antigüedad que se originó a lo largo del cauce medio y bajo del río Nilo. Su historia
abarca más de tres milenios y es considerado una de las cunas de la civilización. El
Antiguo Egipto se caracterizó por su rica cultura, sus monumentos impresionantes,
su sistema político y social, y su religión única.

La civilización del Antiguo Egipto duró aproximadamente más de tres milenios.

Comenzó alrededor del año 3100 a.C. con la unificación del Alto y Bajo Egipto bajo
el reinado del faraón Narmer, y se considera que llegó a su fin en el año 332 a.C.
cuando Egipto fue conquistado por el rey macedonio Alejandro Magno. Durante
este largo período, el Antiguo Egipto experimentó diferentes dinastías y períodos,
como el Imperio Antiguo, el Imperio Medio y el Imperio Nuevo, cada uno con sus
propias características culturales, políticas y sociales.