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CIVILIZACIÓN EGIPTO

ASPECTO GEOGRÁFICO-HISTORIA.

El Antiguo Egipto o el Egipto Antiguo fue una civilización de la Antigüedad, que se


originó a lo largo del cauce medio y bajo del río Nilo, cuya historia abarca más de
tres milenios. Se la considera una de las más importantes de la humanidad. El
nombre original del país, especialmente durante el Antiguo Reino, fue Kemet,
‘tierra negra’, por los fértiles valles que se encuentran a orillas del río Nilo.
También se le denominó con un nombre distinto: Deshret ‘tierra roja’, por la arena
del Desierto del Sahara, que cubre la mayor parte del territorio egipcio.
El área del Antiguo Egipto ha variado a lo largo de los siglos, pero en general se
acepta que abarcaba desde el delta del Nilo en el norte, hasta Elefantina, en la
primera catarata del Nilo, en el sur. Además controlaba el desierto oriental, la línea
costera del mar Rojo, la península del Sinaí, y un gran territorio occidental
dominando los dispersos oasis. Históricamente, estaba formado por el Alto y
el Bajo Egipto, al sur y al norte respectivamente, que precedieron a la creación de
un estado unificado. En su período de mayor expansión controló los
reinos amorreos de Palestina y el norte de Siria, llegando hasta el Éufrates medio,
y las jefaturas nubias del Sudán, hasta el Jebel Barkal, en la cuarta catarata del
Nilo. Ejerció una importante influencia cultural entre los pueblos vecinos, e incluso
en regiones tan alejadas como Chipre, la costa de Anatolia y la península
helénica.
La civilización egipcia se desarrolló durante más de 3500 años. Comenzó con la
unificación de algunas ciudades del valle del Nilo, alrededor del año 3200 a. C., y
convencionalmente se da por finalizada en el año 31 a. C., cuando el Imperio
romano conquistó y absorbió el Egipto ptolemaico, el cual desapareció
como Estado. Este acontecimiento no representó el primer período de dominación
extranjera en Egipto, pero condujo a una transformación gradual en la vida política
y religiosa del valle del Nilo, marcando el final del desarrollo independiente de
su identidad cultural. Ésta, sin embargo, había comenzado a diluirse
paulatinamente tras las conquistas de los persas (siglo VI a. C.) y los
macedonios (siglo IV a. C.), especialmente durante el período de los Ptolomeos.
La llegada del cristianismo, y su expansión entre los nativos egipcios, cortó uno de
las últimas supervivencias de antigua cultura egipcia. En 535, por orden
de Justiniano I, fue prohibido el culto a la diosa Isis, en el templo de File con lo
cual terminó una religión de más de cuatro milenios. No obstante, el idioma
egipcio (llamado copto) siguió siendo utilizado, escrito en un alfabeto derivado del
griego, y los egipcios nativos se identificaron plenamente con el cristianismo, en
especial con la doctrina monofisita. Surgió entonces una literatura copta, de
carácter cristiano, que recogía mitos, costumbres y creencias de la antigua religión
tradicional. La desaparición del copto y su sustitución por el árabe, en el marco de
la islamización del país después de su conquista, supuso el final definitivo de los
últimos restos del Antiguo Egipto.
Egipto tiene una combinación única de características geográficas, situada en el
África nororiental y confinada por Libia, Sudán y los mares Rojo y Mediterráneo. El
río Nilo fue la clave para el éxito de la civilización egipcia, ya que este permitía el
aprovechamiento de los recursos y ofrecía una significativa ventaja sobre otros
oponentes: el limo fértil depositado a lo largo de los bancos del Nilo tras las
inundaciones anuales significó para los egipcios el practicar una forma de
agricultura menos laboriosa que en otras zonas, liberando a la población para
dedicar más tiempo y recursos al desarrollo cultural, tecnológico y artístico.
La vida se ordenaba en torno al desarrollo de un sistema de escritura y de
una literatura independientes, así como en un cuidadoso control estatal sobre los
recursos naturales y humanos, caracterizado sobre todo por la irrigación de la fértil
cuenca del Nilo y la explotación minera del valle y de las regiones desérticas
circundantes, la organización de proyectos colectivos como las grandes obras
públicas, el comercio con las regiones vecinas de África del este y central y con
las del Mediterráneo oriental y, finalmente, por un poderío capaz de derrotar a
cualquier enemigo, y que mantuvieron una hegemonía imperial y la dominación
territorial de civilizaciones vecinas en diversos períodos. La motivación y la
organización de estas actividades estaba encomendada a una burocracia
de élite sociopolítica y económica, los escribas, bajo el control del Faraón, un
personaje semidivino, perteneciente a una sucesión de dinastías, que garantizaba
la cooperación y la unidad del pueblo egipcio en el contexto de un
elaborado sistema de creencias religiosas.
Los muchos logros de los egipcios incluyen la extracción minera, la topografía y
las técnicas de construcción que facilitaron el levantamiento de monumentales
pirámides, templos y obeliscos, unos procedimientos matemáticos, una práctica
médica eficaz, métodos de riego y técnicas de producción agrícola, las primeras
naves conocidas, la tecnología del vidrio y de la fayenza, las nuevas formas de la
literatura y el tratado de paz más antiguo conocido, firmado con los hititas. Egipto
dejó un legado duradero, su arte y arquitectura fueron ampliamente copiados, y
sus antigüedades se llevaron a los rincones más lejanos del mundo. Sus ruinas
monumentales han inspirado la imaginación de los viajeros y escritores desde
hace siglos. Un nuevo respeto por las antigüedades y excavaciones en la época
moderna han llevado a la investigación científica de la civilización egipcia y a una
mayor apreciación de su legado cultural.
Fin de la civilización egipcia
A pesar de la descentralización, la caída del imperio no se produjo hasta que el
imperio persa derrocó al faraónico y Carlomagno conquistó el país en el 332 a.
C. Así termina una etapa esplendorosa de una civilización cuyos avances han
llegado hasta hoy.

ASPECTO POLÍTICO.

El antiguo Egipto se organizaba en 2 reinos, el Alto y el Bajo Egipto. A partir del


año 3000 a. C. se unificaron en un solo reino que tenía un gobierno monárquico,
absolutista y teocrático:
Monárquico: en Egipto gobernaba un único rey.
Absolutista: el faraón tenía todo el poder.
Teocrático: el faraón era considerado un dios.
El faraón era la representación de dios en la tierra y todo Egipto le pertenecía:
tierras, cosechas, comercio.
Algunas funciones del faraón eran:
- Dictaba las leyes.
- Organizaba el ejército.
- Dirigía la vida religiosa.
- Se encargaba de la justicia.
- Distribuía la comida al pueblo.

ASPECTO SOCIAL.

La sociedad egipcia estaba jerarquizada en tres niveles:


Faraón: Depositario del derecho divino, se le atribuían todos los poderes por
mediación de Horus.
Altos funcionarios: sumos sacerdotes y escribas.
Pueblo: campesinos, artesanos, entre otros.

ASPECTO RELIGIOSO.
La religión egipcia, plasmada en la mitología, es un conjunto de creencias que
impregnaban toda la vida egipcia, desde la época predinástica hasta la llegada
del cristianismo y del islamismo en las etapas grecorromanas y árabe. Eran
dirigidos por sacerdotes, y el uso de la magia y los hechizos son dudosos.
El templo era un lugar sagrado en donde solamente se admitía a los sacerdotes y
sacerdotisas, aunque en las celebraciones importantes el pueblo era admitido en
el patio.
La existencia de momias y pirámides fuera de Egipto, indica que las creencias y
los valores de las cultura egipcia se transmitieron de una u otra forma por las rutas
comerciales. Los contactos de Egipto con extranjeros incluyeron Nubia y Punt al
sur, el Egeo y Grecia al norte, el Líbano y otras regiones del Oriente
Próximo y Libia al oeste.
La naturaleza religiosa de la civilización egipcia influenció su contribución a las
artes. Muchas de las grandes obras del Egipto antiguo representan dioses, diosas,
y faraones, considerados divinos. El arte está caracterizado por la idea del orden y
la simetría.
Durante los 3000 años de cultura independiente, cada animal retratado o adorado
en el arte, la escritura o la religión es indígena de África. El dromedario,
domesticado en Arabia, apareció en Egipto al comienzo del II milenio a. C.
Aunque el análisis del cabello de momias del Imperio Medio ha revelado
evidencias de una dieta estable, las momias de circa 3200 a. C. muestran señales
de anemia y desórdenes hemolíticos, síntomas del envenenamiento por metales
pesados. Los compuestos de cobre, plomo, mercurio, y arsénico que fueron
utilizados en pigmentos, tintes y maquillaje de la época pudieron haber causado el
envenenamiento, especialmente entre la clase acomodada.
Vida Después de la Muerte.
Creían en una vida de ultratumba, y se preparaban para ella, tanto siguiendo unas normas
determinadas (Libro de los muertos) como preparando la tumba y el cadáver.
Creían que después de la muerte, el ka (doble en forma de espíritu) se dividía
en ba (alma) y akh (espíritu). El ba vivía en la tumba del difunto y era libre de ir y venir a
voluntad. El akh se dirigía directamente al inframundo donde seguía su juicio. El gran dios
del inframundo Osiris se encargaba de juzgar el espíritu del difunto. Anubis colocaba el
corazón del difunto en un lado de su balanza y Ma'at, la diosa de la verdad y la justicia,
ponía su pluma de la verdad en el otro lado. Si el corazón y la pluma pesaban lo mismo,
el akh (espíritu) se iba al gran reino en donde los buenos espíritus se mezclaban con los
dioses en una vida de paz y armonía. Si no era así el difunto sufriría una eternidad de
castigo. Además los egipcios creían que todo difunto debía tener una casa en su otra
vida, era por esto que les construían pirámides e hipogeos a los cadáveres. También
como creían que la segunda vida era casi igual a la primera y uno seguía haciendo lo
mismo que en la primera, les dejaban en las tumbas sus joyas y alhajas, ropas, alimentos
y juegos. El otro temor de los egipcios (además del juicio de sus almas) era que alguien
saqueara la casa de su espíritu. Si su tumba era saqueada o su cadáver destruido,
el ba se quedaba sin hogar y tanto este como el akh experimentarían una segunda muerte
mucho peor. A veces se colocaban estatuas del difunto en las pirámides por si el ba se
quedaba sin hogar, permaneciera en la estatua y evitara la segunda muerte.[17]
Antiguamente solamente los faraones tenían derecho a participar en la vida futura, pero al
llegar el nuevo imperio todos los egipcios esperaban vivir en el más allá, y se preparaban,
de acuerdo a sus posibilidades económicas, su tumba y su cuerpo; a los cadáveres se le
extraían los órganos, que eran depositados en los vasos canopos, y después cubrían el
cuerpo con resinas para preservarlo, envolviéndolo con lino. En la cámara funeraria se
depositaban alimentos y pertenencias del fallecido, para su uso en la otra vida.

ASPECTO CULTURAL.

La civilización de los Egipcios dependía en gran parte del río Nilo. Debido a que la
abundante agua de este fomentaba el desarrollo de su agricultura. Generalmente
construían sus ciudades sobre las zonas elevadas cerca del Nilo, considerando de
esta manera el peligro de las posibles inundaciones.
La actual cultura de Egipto, está influenciada por su religión y la interacción con
nuevos elementos, incluida la "cultura del este”
CIVILIZACIÓN CHINA
ASPECTO GEOGRÁFICO-HISTORIA.

La historia de China, una de las civilizaciones más antiguas del mundo con


continuidad hasta la actualidad, tiene sus orígenes en la cuenca del río
Amarillo donde surgieron las primeras dinastías Xia, Shang y Zhou. La existencia
de documentos escritos hace cerca de 3500 años ha permitido el desarrollo en
China de una tradición historiográfica muy precisa, que ofrece una narración
continua desde las primeras dinastías hasta la Edad Contemporánea. La cultura
china, según el mito, se inaugura con los tres emperadores
originarios: Fuxi, Shennong y finalmente el Emperador amarillo Huang, este último
considerado como el verdadero creador de la cultura china. Sin embargo, no
existen registros históricos que demuestren la existencia real de estas
personalidades, las que de acuerdo con la transmisión oral de generación en
generación, habrían vivido hace unos 5000 a 6000 años.

La enorme extensión geográfica del estado actual de la República Popular


China hace que la historia de todo este territorio abarque, en sentido amplio, a un
gran número de pueblos y civilizaciones. Sin embargo, la cronología tradicional de
la historia china se centra, en un sentido más restringido, en el grupo étnico de
los chinos, y está íntimamente asociada a la evolución de la lengua china y su
sistema de escritura basado en los ideogramas. Esta continuidad cultural y
lingüística es la que permite establecer una línea expositiva de la historia de la
civilización china, que, tanto desde los textos más antiguos del I milenio a. C.,
como desde los clásicos confucianos, pasando por las grandes historias dinásticas
promovidas por los emperadores, ha continuado hasta el presente. Los
descubrimientos arqueológicos del siglo xx, muy en especial los de los huesos
oraculares, que recogen las primeras manifestaciones escritas en lengua china,
han contribuido en las últimas décadas a un conocimiento más detallado de los
orígenes de la civilización china.
La narración tradicional china de la historia se basa en el llamado ciclo dinástico,
mediante el cual los acontecimientos históricos se explican como el resultado de
sucesivas dinastías de reyes y emperadores que pasan por etapas alternas de
auge y declive. Este modelo del ciclo dinástico ha sido criticado por muchos
autores por dos razones fundamentales: En primer lugar, por su simplismo, ya que
el modelo adopta un patrón recurrente según el cual los primeros emperadores
son heroicos y virtuosos, mientras que los últimos son débiles y corruptos. Esta
visión está sin duda influida por la interpretación de las propias dinastías reinantes,
las cuales encontraban en la degradación de la dinastía precedente una
legitimación de su propio ascenso al poder. En segundo lugar, el modelo dinástico
ha sido también criticado por presentar una visión nacionalista artificial, pues lo
que en una interpretación alternativa podría verse como una sucesión de
diferentes estados y civilizaciones en un mismo territorio, aparece como una mera
alternancia de regímenes de gobierno en el marco imperturbable de una entidad
nacional única.
A pesar de estas críticas, el modelo del ciclo dinástico permite ver los
acontecimientos históricos que han llevado a la formación de la China actual como
una estructura lineal de fácil comprensión, lo cual ha mantenido su vigencia entre
los historiadores hasta la actualidad. Otra razón principal por la que el estudio de
las dinastías y sus emperadores ha sido fundamental entre los chinos en el
análisis de su propia historia es el sistema tradicional de datación de fechas,
según el cual cada emperador establecía sus periodos de reinado como marco
para contabilizar los años. Así, el año cristiano de 1700 se corresponde según
el sistema tradicional chino con el año 38 de la era Kangxi, mientras que el año
1750 sería el año 15 de la era Qianlong. Incluso hoy en día, en Taiwán el año
2017 se designa en contextos formales como año 106 de la República. Este uso
de las dinastías y sus emperadores para la propia datación de los años ha hecho
imprescindible el dominio de la cronología dinástica en la tradición cultural china
para adentrarse en el estudio de la historia.
ASPECTO POLÍTICO.

La organización política se ejercía por dinastías a partir de monarquías absolutas,


que eran heredadas de generación en generación. Las dinastías que se
desarrollaron en esta civilización fueron:
Xia, El, Zhou, Qin, Han, Jin, Sui, Tang, Song, Yuan, Ming, Qing

ASPECTO SOCIAL.

La organización social de la civilización china se basaba en una jerarquía a la que


le tenían un significativo respeto; esta estaba compuesta por:
Emperador: considerado de origen glorioso y se pensaba que había recibido su
poder por virtud o por las órdenes de los dioses.
Los nobles: la corte, terratenientes y caudillos militares, estos estaban a cargo del
ejército.
Mandarines: eran los funcionarios de confianza del emperador; entre ellos se
encontraban los gobernadores, jueces, funcionarios policiales, recaudadores de
impuestos y supervisores de las labores agrícolas. Se encargaban principalmente
de vigilar la agricultura y controlar el regadío.
Los campesinos: eran quienes trabajaban los campos de los terratenientes en
condiciones de arrendatarios.
Esclavos: eran los prisioneros de guerra.

ASPECTO RELIGIOSO.

La religión de China se basaba en el confucionismo, el taoísmo y/o el budismo. A


diferencia las religiones que se presentaban en el occidente, esta civilización no
estaba apegada a una divinidad específica, sino que creían en las fuerzas de la
naturaleza. Creían en que cada ser vivo tenía un deber en esta tierra y que ya
tenía ganado su lugar en el cielo, siempre y cuando cumpliera con la “misión” por
la que había sido enviado. Sin embargo contaban con deidades como el cielo, que
adoraban en los templos.
ASPECTO CULTURAL.

La zona en que esta cultura es predominante, abarca una amplia región


geográfica con una gran variedad de costumbres y tradiciones entre pueblos,
ciudades o provincias.
Algunos de los exponentes de la cultura china son su mitología, su filosofía,
su música y su arte. Adoptó mucha cultura de sus alrededores como el budismo
de la India, dando origen al budismo chán. China fue cuna de dos importantes
corrientes filosóficas, el confucianismo y el taoísmo.
CIVILIZACIÓN DE LA INDIA
ASPECTO GEOGRÁFICO-HISTORIA.

La India es una república federal del Sur de Asia, que comprende —junto


a Pakistán, Bangladés y otros países más pequeños— el
denominado subcontinente indio o región del Indostán. Es el segundo país más
poblado del mundo (después de China) y el séptimo más extenso. Desde el punto
de vista geográfico no es una península.

La historia de la India en la época precedente a 1950 es inseparable de la historia


del subcontinente indio, al cual pertenece esta nación. Incluye los asentamientos y
las sociedades prehistóricas en la región, la avanzada civilización del valle del
Indo y la fusión de la cultura indoaria para formar la civilización védica: el origen
del hinduismo, del jainismo y del budismo; la sucesión de poderosas dinastías e
imperios durante más de tres milenios en varias áreas del subcontinente que
incluye el crecimiento de dominios musulmanes interconectados con las potencias
hindúes; la llegada de los comerciantes europeos que dio como resultado el
establecimiento de la India Británica, y el subsecuente movimiento de
independencia que condujo a la partición de la India y a la creación de la república
de la India.
La civilización del valle del Indo, considerada una civilización originaria, que se
extendió y floreció en el noroeste del subcontinente indio entre 3300 y 1300 a. C.,
fue la primera gran civilización del sur de Asia. Durante el período Harappense,
entre 2600 y 1900, que desarrolló una cultura urbana tecnológicamente
avanzada. Esa civilización colapsó a inicios del II milenio a. C. y fue sucedida por
la civilización védica de la Edad del Hierro. En esa era se compusieron los Vedas,
textos seminales del hinduismo, se formaron los janapadas (entidades políticas
monárquicas) y la estratificación basada en castas. La civilización védica tardía se
extendió sobre la llanura indogangética y gran parte del subcontinente, y fue
testigo del surgimiento de estados mayores conocidos como mahajanapadas.
En Magadha, uno de estos reinos, Buda Gautama y Mahavira propagaron sus
filosofías shramánicas durante los siglos V y VI a. C.
Gran parte del subcontinente fue conquistada por el Imperio Maurya durante
los siglos IV y III a. C. Desde el siglo III a. C. la literatura prácrita y pali en el norte
y la literatura sangam en el sur comenzaron a florecer. El acero wootz se originó
en el sur de la India en el siglo III a. C. y se exportó al extranjero. Durante el
período clásico, varias partes de la India fueron gobernadas por numerosas
dinastías durante 1500 años, entre las que destaca el Imperio gupta. Este período,
testigo de un resurgimiento religioso e intelectual hindú, se conoce como la «era
dorada de la India». En este período varios aspectos de la civilización,
administración, cultura y religión indias (hinduismo y budismo) se expandieron a
gran parte de Asia, mientras que los reinos del sur de la India mantenías lazos
marítimos con el Medio Oriente y el Mediterráneo. La influencia cultural india se
extendió a muchas partes del sureste asiático, lo que ocasionó el establecimiento
de reinos indianizados en esa región.
El evento más importante entre los siglos VII y XI fue la lucha tripartita centrada
en Kannauj, que duró más de dos siglos, entre el Imperio Pala, el Imperio
rashtrakuta y Gurjara Pratihara. En la India meridional surgieron múltiples
potencias imperiales a partir de mediados del siglo v, entre las que destacan los
imperios Chalukya, Chola, Pallava, Chera, Pandya y Chalukya occidental. La
dinastía Chola conquistó el sur de la India e invadió partes del sureste de Asia, Sri
Lanka, Maldivas y Bengala en el siglo XI. A principios de la Edad Media los
matemáticos indios influyeron en el desarrollo de las matemáticas y la astronomía
en el mundo árabe e introdujeron los números hindúes
El dominio musulmán comenzó en partes del norte de la India en el siglo xiii,
cuando se fundó el sultanato de Delhi en 1206 por
invasores túrquicos procedentes del Asia central, si bien los musulmanes ya
habían realizado de manera limitada incursiones de conquista en el territorio de lo
que hoy son Afganistán y Pakistán desde fechas tan tempranas como el siglo VIII.
El sultanato de Delhi gobernó la mayor parte de la India septentrional a principios
del siglo xiv, pero entró en decadencia a finales de ese mismo siglo. En ese
período surgieron también varios estados hindúes poderosos,
notoriamente Vijayanagara, Gajapati, Ahom y varios estados rashput como Mewar.
En el siglo xv surgió el sijismo. El período moderno comenzó en el siglo xvi,
cuando el Imperio mogol conquistó la mayor parte del subcontinente indio. El
Imperio mogol padeció una decadencia gradual a principios del siglo xviii, lo que
fue una oportunidad para que el Imperio maratha, el Imperio sij y el reino de
Mysore ejercieran su control sobre vastas áreas del subcontinente.
Desde finales del siglo xviii hasta mediados del siglo xix, grandes áreas de la India
fueron anexionadas por la Compañía Británica de las Indias Orientales. El
descontento con el gobierno de la compañía ocasionó la rebelión india de 1857,
después de la cual las provincias británicas de la India fueron administradas
directamente por la Corona británica y experimentarían un período de rápido
desarrollo de las infraestructuras, una decadencia económica y grandes
hambrunas. Durante la primera mitad del siglo xx, se inició la lucha por la
independencia liderada por el Congreso Nacional Indio, al que después se unirían
otras organizaciones. El subcontinente obtuvo la independencia del Reino Unido
en 1947, después de que las provincias británicas se dividieran en los dominios de
India y Pakistán y los estados principescos se integraron en alguno de los nuevos
estados.

ASPECTO POLÍTICO.

La India es una República Federal, con un presidente elegido para un periodo de 5


años por las asambleas estatales y el Sansad, el parlamento nacional indio. El
gabinete, encabezado por el Primer Ministro, es responsable ante el parlamento.
Conforme el art. 81 de la Constitución de la India, la Lok Sabha, o Cámara del
Pueblo, tiene 530 diputados elegidos por un periodo de 5 años por voto popular, a
simple pluralidad en distritos uninominales, más 20 diputados designados por el
presidente (en 2020 se eliminaron los dos diputados designados en
representación de la comunidad angloindia). La Cámara Alta o Consejo de
Estados (Rajya Sabha) se compone de diputados designados por los parlamentos
de los estados que componen la Unión, en proporción a la población de los
mismos.

ASPECTO SOCIAL.

Las distinciones sociales de la India constituyeron un caso único en la historia del


Mundo, que se basaba en el derecho, en las costumbres y en la religión. La
sociedad hindú estaba dividida en cuatro castas: los Brahmanes, los Kshátriyas,
los Vaishyas y los Shudras.

a. Los Brahamanes: Conformaban el grupo privilegiado que ostentaba el poder.


Eran los sacerdotes depositarios del conocimiento. Solo se dedicaban al estudio y
a la meditación; al culto y a la enseñanza de los Vedas. Se les consideraba salidos
de la boca del dios creador Brahma.
b. Los Kshátriyas: Eran los nobles guerreros, salidos de los brazos del dios
brahma según la mitología hindú.
c. Los Vaishyas: Estaban conformados por los comerciantes, profesionales y
agricultores. Se consideraban salidos de los muslos del dios Brahma.

d. Los Shudras o siervos: Se les creía salidos de los pies del dios Brahma. Eran
de piel oscura, cuya función principal se reducía a servir a las demás castas,
descendientes de los conquistadores arios.
ASPECTO RELIGIOSO.

En la India conviven creyentes de una amplia variedad de religiones.


El hinduismo es la que tiene más adeptos en la actualidad, pero eso no le quita
importancia a las demás, como el sijismo, budismo, cristianismo e Islam. En este
artículo comentamos algunos detalles sobre la religión en la India para que
entiendas la cultura del país antes de viajar a La India.

La India es el lugar de nacimiento de las llamadas religiones


Dhármicas: hinduismo, budismo, jainismo y sijismo. En la actualidad, hinduismo y
budismo son, respectivamente, la cuarta y la segunda religión más practicadas en
el mundo, teniendo entre ambas cerca de 2400 millones de seguidores en todo el
planeta.
La India es uno de los países con mayor diversidad religiosa en el mundo, con una
de las sociedades y culturas más profundamente religiosas. La religión juega un
papel central y definitivo en la vida de la nación y de mucha de su gente.
El hinduismo que es la religión de más del 80,4 % de la población del país, es
considerado el sistema religioso y filosófico más antiguo del mundo. El Islam es
practicado por cerca del 13,4 % de la población india. Sijismo, budismo y jainismo
son sistemas de mucha influencia, no solo en la India, sino en todo el mundo. El
cristianismo, el zoroastrismo, el judaísmo y el bajaísmo tienen también influencia,
pero cuentan con un número muy inferior de seguidores. A pesar de la gran
importancia de la religión en la vida india, el ateísmo y el agnosticismo tienen
también una influencia visible.
En el hinduismo, la vaca es considerada un símbolo de Áhimsa (no violencia),
diosa madre y portadora de buena suerte y riqueza. Por esta razón, las vacas son
veneradas en la cultura hinduista y el sacrificar una vaca para proveerse de
alimento es visto como un acto profano.

ASPECTO CULTURAL.

La cultura india es conocida en todo el mundo como una de las culturas más
vibrantes y místicas que existen en la actualidad, esta fabulosa expresión asiática
es el resultado de una fascinante fusión y asimilación de elementos diferentes. Es
una gran mezcla cultural que ha absorbido tendencias de países vecinos, creando
una majestuosa dinámica cultural heterogénea, que se reflejado en aspectos que
van desde la religión a la arquitectura, el arte, la gastronomía o las costumbres. Su
pluralidad la ha llevado a convertirse en uno de los países más interesantes del
planeta, y un destino turístico excelente para viajeros de todo el mundo.
Esta cultura hindú lleva milenios ofreciendo tradiciones, las cuales se remontan al
Rig-Veda, el texto más antiguo de la India, del siglo XV a.C. Tras invasiones
islámicas y la dominación de los países occidentales sobre la India, se vio
influenciada por diversas culturas, pero manteniendo su esencia y sus tradiciones.
Es imposible contarlo miles de años de tradiciones y cultura en un solo post, pero
intentaremos crear una visión amplia de la cultura india y lo que nos atrae de ella.

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