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INTRODUCCIÓN
Le hemos sido infieles a nuestra credibilidad, todos somos pornografía. Partidarios de la
concepción e interpretación de ella, del sexo, de las relaciones humanas y de nuestro
pudor y vergüenza. ¿Cuál ha sido el problema de la pornografía? ¿Lo que ella dice o
cómo nosotros lo interpretamos?
Es un camino que he recordo por poco tiempo, pero no puedo afirmar mucho más que
esto; este pequeño trabajo trata sobre los primeros enunciados de dos conceptos, el sexo
y la pornografía. Qué pueden ser, qué nos relaciona a ellos, qué los relaciona a ellos, y
cómo interpretarlos.
CIEGOS SEXUALES
“Lo obsceno se define como lo vulgar, lo grotesco, lo soez, lo excesivo o lo inmoral.
Puede considerarse obsceno todo aquello que pertenece al ámbito de lo privado y que por
alguna razón ha sido trasplantado a la esfera pública.” (Yehya 2012: 30)
Y sea esa la primera representación de la pornografía actual. Una representación
obscena del sexo, por ser este un acto de alcoba,vado e innombrable.
Somos ciegos de admitir que este acto representado en la pornografía es natural, es
fundamental, recreativo y creativo individual y socialmente. Es la cópula en inicio de toda
vida humana. Es irónico que el sexo sea tomado como vulgar en la pornografía, por pudor
o vergüenza, cuando es el sexo parte de la vida.
¡HAGAMOS PORNO!
Es sencillo afirmar que la base de la pornografía actual, como medio comercial, es la
representación del sexo explícito de una manera en que sólo el porno puede hacerlo (sea
cual sea esta manera de hacerlo) pero no an fácil aceptar que ésta tenga en su contenido
aquello que es el sexo fuera de la fantasía de la pornografía. Es este el problema, que el
porno, al ser orientado por una monarquía machista occidental, nos de una imagen
completamente alejada de lo que es el sexo, y peor aun, que por falta de información se
tome a la pornografía como guía para el sexo.
La pornografía tiene variedad de problemas en su estructura, como de quienes la
consumen como de quienes la producen, parece ser que el primer paso para replantear a
la pornografía como lo que debería ser -sexo como realmente es, sea esto artístico,
estético, comercial, etc.- es no aceptar esta imagen confusa que muchas veces nos da del
sexo, proponer nuestra propia imagen del sexo, de nuestra construcción. Que como se
dice en el círculo del porno feminista “Si no te gusta el porno que hay, hazlo tú mism@”.
Bibliografía citada
Yehya, Naief. (2012) “Pornografía: Obsesión sexual y tecnológica”, México, Tusquets,
2012.