La Caída del Imperio Otomano

Desde el principio de la humanidad la mecánica del mundo se ha reducido a dos

palabras “poder” y “dominio”, que a simple vista pueden parecer insignificantes,
pero sin duda estas han sido el origen de las más grandes guerras que este
mundo ha presenciado; y es que, desde tiempos innumerables los líderes
mundiales se han disputado el control y la expansión territorial a través de luchas
de poderes que no solamente han deja a su paso muerte y destrucción, sino que
también han cambiado la organización del mundo como se conocía antes.

Como consecuencia de las guerras, es que se empezaron a desarrollar tratados y

convenciones que buscaban impulsar la relación entre los Estados y sobre todo
evitar que volvieran a suceder enfrentamientos entre estos, entre ellos se
encuentra la Paz de Westfalia, a través del cual se reconocía la soberanía
nacional y se establecía un nuevo orden territorial con fronteras mejor
delimitadas.1, o la Convención de la Haya que buscaba los medios de garantizar la
paz y prevenir los conflictos armados entre las naciones2; sin embargo, el esfuerzo
que se dedico a su realización fue en vano, ya que la falta de un sistema efectivo
solo dio como resultado que las tensiones mundiales aumentaran y con ellas se
diera paso a una nueva guerra, la Primera Guerra Mundial, la cual tuvo su inicio en
1914 y fue uno de los más grandes enfrentamientos internacionales que no solo
generó destrucción; asimismo, el término de esta no solo significo un cambio en la
forma de ver y manejar el mundo, sino que también tuvo como consecuencia la
caída de diversos imperios, dentro de los cuales se encontraba el Imperio
Otomano.

El Imperio Otomano duró más de 600 años y fue uno de los imperios más grandes
e importantes de su época, aquel que inició siendo un pueblo nómada llegó a
expandirse por tres continentes y ser cúspide de poder, influencia, artes,
1
Bremer, Juan José, De Westfalia a post-Westfalia, 1a. ed., México, UNAM, 2013, p. 10.
2
Méndez, Ricardo y López, Liliana, Derecho de los conflictos armados, 1ª. Ed., México, UNAM, 2003, p.48.
tecnología y arquitectura; pero como todo lo que tiene un principio, tiene un fin, el
imperio otomano no fue la excepción, este comenzó su declive en el siglo XVII,
después de su segundo intento fallido de conquistar Viena, este empezó a
debilitarse y poco a poco los problemas económicos también fueron saliendo a
flote.

Asimismo, a lo largo del siglo XIX y principios del siglo XX varias regiones del
Imperio Otomano obtuvieron su independencia de este, naciendo así las naciones
de Grecia, Serbia, Bulgaria, Montenegro, Rumania, Bosnia, Albania, Macedonia y
Kosovo; o el caso de Chipre el cual fue cedida por el imperio a Reino Unido.3

Para la llegada de la Primera Guerra Mundial, el Imperio Otomano ya había

perdido gran parte de su territorio debido a las independencias, asimismo, este
apenas podía mantenerse de pie con los grandes problemas económicos y
sociales que subsistían en su interior; esto los llevó a establecer una alianza
secreta con el Imperio Alemán, lo cual los debilito aún más económica y
militarmente.

Tras la pérdida de las Potencias Centrales y la victoria de las Potencias Aliadas,

estas últimas firmaron el Tratado de Sèvres en 1920 en el cual se distribuyeron los
territorios pertenecientes al Imperio Otomano, sin embargo, se encontró
resistencia por parte de la población que llevó al surgimiento de la Guerra de
Independencia Turca, dicha resistencia logró revertir las clausulas más
perjudiciales del Tratado de Sèvres, y en su lugar, lograron negociar el Tratado de
Lausana en 1923 el cual reconocía la independencia de Turquía, naciendo con
ella un nuevo Estado y poniendo fin al Imperio Otomano.4

Tanto la Primera Guerra Mundial como la caída del Imperio Otomano significaron
grandes transformaciones geopolíticas con respecto a los Estados que conocemos
hoy en día, así como de cierta forma el derecho internacional público tuvo gran

3
Puente Martín, Carlos, “Ocaso del Imperio tricontinental otomano y la geopolítica en Oriente Medio”, Revista de Relaciones
Internacionales, México, UNAM, núm. 142, enero-abril 2022, p. 16.
4
Ibidem, p. 23.
influencia dentro de este suceso histórico a través de la creación de nuevas
fronteras y Estados, sin duda un suceso que marcó un antes y después en el
orden del mundo y en la distribución de este. Asimismo, grandes sucesos
históricos como estos nos recuerdan la importancia de mantener un sistema
internacional que sea efectivo, y el cual tenga mecanismos jurídicos que sean
capaces de adaptarse a los constantes cambios del mundo y avanzar junto a este.

Fuentes Consultadas

MÉNDEZ, Ricardo y LÓPEZ, Liliana, Derecho de los conflictos armados, 1ª. Ed.,
México, UNAM, 2003.

BREMER, Juan José, De Westfalia a post-Westfalia, 1a. ed., México, UNAM,

2013.

NEIBERG, Michael S., "La Primera Guerra Mundial", Ciclo de conferencias El

historiador frente a la historia 2017. México y el mundo en 1917, audio,
México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de
Investigaciones Históricas, 2017, http://hdl.handle.net/20.500.12525/366.

PUENTE MARTÍN, Carlos, “Ocaso del Imperio tricontinental otomano y la

geopolítica en Oriente Medio”, Revista de Relaciones Internacionales,
México, UNAM, núm. 142, enero-abril 2022.

VALLEJO FERNÁNDEZ-CELA, Sergio, La caída del Imperio Otomano y la

fundación de la República Turca, 1ª. Ed., España, Comisión Española de
Historia de las Relaciones Internacionales, 2001.