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LA HIGUERA, EL MÁS BELLO DE LOS ÁRBOLES DEL HUERTO (1)

Acerca de los grupos de supervisión psicodramática


por Marcelo Raul Choclin (2)

Y tal vez, a la noche,cuando el viento abanique su


copa,embriagada de gozo le cuente:¡Hoy a mí me
dijeron hermosa! (3)

Características

Voy a describir mi experiencia de lo que di a llamar grupos de supervisión psicodramática :


supervisiones grupales clínicas con psicodrama en forma presencial o por internet.

En este espacio de supervisión se utiliza el Psicodrama como herramienta privilegiada para


poder acceder a la problemática del caso y a las dificultades del terapeuta.

Se trata a su vez de visualizar el vínculo terapéutico, y también trabajar el self del terapeuta.

El Psicodrama permite que se despliegue en acción, en forma vivencial, la trama de lo que


trae el terapeuta sobre el caso, sus dudas y preguntas son las que se focalizan y se
despliegan en forma de dramatización.

Se trata de crear un clima cálido y contenedor. Este permite desarrollar la confianza y el


cuidado necesarios para que cada terapeuta sienta que puede exponer su experiencia
terapéutica, sin ser juzgado ni evaluado sino ayudado.

Al ser grupal se enriquece la posibilidad de alternativas para cada caso, los integrantes
participan en esta co-construcción. Los colegas funcionan como yo auxiliares,y una vez
logrado un clima de espontaneidad, estos captan diferentes aspectos de la dinámica
terapéutica, tanto del paciente, la pareja o familia como del propio terapeuta.

El Supervisor actúa como coordinador de todo el encuentro, y específicamente dirige las


escenas. Pero no ocupa el lugar de centralizar “un saber”. Es el propio terapeuta el que va a
descubrir y explorar en acción su implicación en la situación terapéutica y junto al grupo
comparten este lugar de saber y aprendizaje. Los compañeros acompañan desde los roles
de yo auxiliares en un rol activo de co-supervisión .

Espontaneidad, Supervisión y Psicodrama

El Psicodrama parte de que tanto el protagonista, como el director, como el grupo, estén en
un estado de espontaneidad tal que les permitan un fluir de sus acciones, la disponibilidad
para interpretar diferentes roles y la adecuación a lo que va sucediendo en su entorno con
los otros actores y contraroles.
Para esto previamente se tienen que dar las condiciones óptimas de lograr ese estado de
caldeamiento a través juegos, ejercicios, mediante los cuales se pase a otro lenguaje, que
es el lenguaje lúdico de los niños del "como si".

En la vida cotidiana ejercemos una serie de roles habituales y esperados, bajo pautas y
parámetros sociales que implican cierto abanico de respuestas y conductas conocidas. A
su vez cada persona lleva consigo un factor “e” (espontaneidad) que despliega
naturalmente, depende del contexto y con quienes está. Pero al entrar en un interjuego
psicodramático, nos salimos de nuestra realidad y jugamos la realidad del teatro y la
actuación, pudiendo tener la libertad de ejercer una variedad de roles de forma más amplia
y creativa.

La vida es un escenario permanente donde jugamos escenas en cada momento, con


diferentes roles, pero no somos conscientes de esto, simplemente las vivimos. El
Psicodrama es un “stop”, nos invitan a subir al escenario y jugar ahí la vida como segunda
oportunidad.

Estar caldeados implica ese estado de fluidez, soltura, plasticidad en el cual aparecen
aspectos no controlados por nuestra racionalidad, y afloran aspectos emocionales que
directamente en frío no surgirían con tanta autenticidad.

El yo observador está presente a lo largo de cada día nuestro. En el escenario el yo


observador sigue estando, sabemos que es ficción pero también a la vez vivenciamos
nuestra actuación y nuestra relación con los otros actores como si lo viviéramos
verdaderamente. Sí aquel domina el campo gana el monto de ansiedad frente a la
incertidumbre de la dramatización y no fluye la espontaneidad . De lo contrario, sin un yo
observador sería pura acción sin adecuación.

El revivir la experiencia de lo que sentimos con nuestros pacientes amplía notablemente el


campo de percepción y la gestalt de lo que va ocurriendo. Se revive el rol de terapeutas con
ese paciente específico en un contexto diferente (grupal), y en un clima de espontaneidad.
A la vez “detrás” de ese rol está la persona del terapeuta, su propia y compleja humanidad.

La supervisión implica revisar y repensar desde una situación externa y contexto diferente la
escena terapéutica junto a un grupo que amplía el yo observador. El psicodrama posibilita
que tanto el terapeuta como el grupo puedan vivenciar emocionalmente la escena
agregando y sumando una serie de elementos no registrados conscientemente.

En la escena psicodramática se pone en juego el factor télico de captación de una serie de


elementos que están tanto en el co-inconciente grupal como también en el co-inconciente
terapeuta-paciente.

Si el terapeuta trae el caso al grupo puede ser porque siente cierto nivel de ansiedad y
tensión, que puede ser reflejo de una estereotipación de la relación terapéutica, jungandose
en el vínculo con el paciente un rol y un contrarol repetitivo y empobrecido.
Puede ser que el terapeuta sienta que no está avanzando lo suficiente o a la velocidad
deseada. Cierto tipo de intervención no da los resultados esperados,o los caminos
transitados se han agotado. A veces interviene una enorme exigencia y esto produce una
sensación de que no se está haciendo " lo que hay que hacer".

Esto es lo más primordial a visualizar en primera instancia en la supervisión. ¿Cómo es esa


situación en la relación terapéutica en la cual el terapeuta se siente bloqueado, encerrado?

El psicodrama brinda las herramientas por excelencia para hacer la “radiografía” de lo que
está pasando. En lugar de rayos x se requiere cierto caldeamiento para que se visualice en
el escenario la trama terapéutica. Partiendo del cuerpo del terapeuta y del cambio de roles
con el cuerpo del paciente y transformando estas sensaciones en sendas esculturas, se
puede lograr ya visualizar de dónde partimos.

Es un enorme alivio para el terapeuta poder visualizar en una síntesis a la manera de una
foto la situación terapéutica. Es como una de esas fotos de satélite o de dron mediante la
cual desde la distancia se puede ver el conjunto de la situación, una imagen concretizada
de la relación terapéutica.

En ese clima lo que continúa tiene que ver con la búsqueda de alternativas en acción dentro
de la misma escena. Los integrantes del grupo hacen de doble del terapeuta o de los
distintos personajes de la escena, en la búsqueda de posibilidades creativas. En esta
segunda etapa se produce un segundo movimiento de alivio: el terapeuta junto al grupo,
después de poder ver el bloqueo, buscan alternativas de cambio.

Etapas de la Supervisión Psicodramática

1) Etapa de caldeamiento.

a-Nivel personal, el cómo está cada integrante.

Se parte de que cada terapeuta comparta algo del intervalo que pasó desde la última
reunión. En Psicodrama no se puede disociar tan fácilmente el rol del terapeuta de su
persona. Al contrario, el partir de algún aspecto personal en cierta medida facilita la
posibilidad de lograr una conexión télica entre los miembros del grupo, y crear el clima de
confianza para una tarea tan personal y comprometida.

Se comparte algo de sus vidas o también algo que quieran comentar sobre su actividad
profesional. Ya hablar de sí mismos produce un caldeamiento y disponibilidad con el grupo.
Si es un grupo que ya está en proceso hace tiempo, esta etapa está incorporada como
natural y ya forma parte del caldeamiento.

A veces sale espontáneamente el traer un caso, a veces va direccionado desde el director


de acuerdo a la temática que se va tratando con alguna pregunta que apunta al rol de
terapeuta. Por ejemplo en la pandemia se tocó varias veces el tema de atención on line, de
ahí se deriva a un caso.
Ahí es donde difiere de un grupo terapéutico y se entra en el Psicodrama Pedagógico. El
encuadre es otro, hay una tarea y un objetivo, con un proceso de aprendizaje en relación a
la tarea terapéutica.

Primero es como están. El cuerpo y el alma son el sustrato desde el cual cada uno ayuda
a sus pacientes y puede compartir en el grupo. Después se pasa al rol y la tarea que los
convoca.

b-Presentación y relato del caso, preguntas del grupo.

En algún instante se trata de buscar el límite a lo verbal para poder pasar a la dimensión
psicodramática de la acción. Hay que buscar el momento justo, cuando la mínima base
está comprendida, acotando al grupo a que siga en el plano de la conversación racional.
Este código ya está asumido por el grupo cuando tiene un proceso de trabajo conjunto.
También espera “salir a la cancha” y pasar al otro plano.

2)Dramatización

Exploración

Se pasa a la acción, muchas veces se parte de que el terapeuta pueda identificar que siente
en el vínculo terapéutico. Las esculturas fijas o móviles son muy útiles. De ahí se pasa a
que tome el rol del paciente, se puede comenzar con un interviú, o una escultura que
represente como se siente. Se pueden concretizar los sentimientos o las sensaciones en el
cuerpo

En esta etapa exploratoria también se puede partir de un diálogo terapeuta-paciente, una


escultura de la pareja o de la familia.Se utiliza el cambio de roles, el doble, el espejo, el
interviú, el soliloquio y la concretización.

La reunión presencial facilita la construcción de la escultura del vínculo terapéutico con la


ayuda de los auxiliares. Por zoom se les puede pedir un almohadón o un objeto que
represente al paciente, y de esa manera intentar plasmar la escultura relacional.Se puede
lograr también hacer una escultura entre pantallas.

J.quería transmitir lo que ella sentía con un paciente que no se animaba a blanquear su
condición de género, se puso de pié junto a un almohadon (paciente) y lo llevaba tipo
acompañante agarrados del brazo en una caminata. En el soliloquio refiere que el paciente
se agarra de su brazo y que ella lo " trata de ayudar a dar ese paso”. En el cambio de roles
el paciente agarra y luego retira el brazo de la terapeuta, expresa que se siente presionado
por ella en algo muy difícil para él. Siente mucho peligro a ser juzgado y criticado.Cuando se
pasa esta escena a hacerla con yo auxiliar me sorprende la posición que toma el paciente:
sus dos manos cerradas contra su pecho como si lo van a lastimar. Refiere que el puño es
para dar un golpe. Haciendo un doble del paciente, me pregunto qué escena de la infancia
me hace recordar esta sensación de angustia y parálisis frente a presión que siento. A lo
que el paciente expresa que algo le pasó pero no lo recuerda bien. La terapeuta se
sorprende de estos dos aspectos que surgieron en la dramatización, no tenidos en cuenta
por ella. Recién los descubre en el trabajo grupal.

Co-construcción de alternativas en acción

Durante la anterior etapa exploratoria van quedando en claro para el grupo y para el
protagonista las dificultades en el terreno:el terapeuta tiene la oportunidad de ensayar
modificaciones y el grupo de aportar desde el arca de sus recursos distintos tipos de
intervenciones.

El grupo pasa a apropiarse del paciente como si fuera suyo, el caldeamiento grupal permite
un nivel de vivencia y compenetración que si uno saca una foto del proceso de la reunión,
se observa un grupo enfrascado en ayudar en acción a un terapeuta y a un paciente desde
un lugar constructivo colaborativo y amoroso

El Terapeuta-protagonista junto a el grupo visualizan las trabas y proponen alternativas en


acción.En el caso anterior J. propone desde una posición cariñosa una acción: suelta el
brazo del paciente y lo espera, diciendole que él tiene sus tiempos y que lo va a acompañar.
El paciente, en este caso un yo auxiliar, saca los puños del pecho, afloja sus brazos y le
dice a la terapeuta que se siente más cómodo de que le respeten sus tiempos, pero qué se
sintió siempre ayudado.

3)Sharing y procesamiento

El Sharing y el procesamiento se entremezclan al ser un espacio de aprendizaje sobre el


rol. A pesar de esto, yo trato de que el grupo se dé la posibilidad de la resonancia personal.
A veces los terapeutas abren algún tema íntimo personal que llegó a movilizarlos.

A lo largo de este tipo de reuniones he comprobado que es muy importante que los
terapeutas se sientan comprendidos y apoyados a nivel personal en su vulnerabilidad y en
su humanidad.

El terapeuta en general está sorprendido por la visualización vivencial de nuevos aspectos


no totalmente claros para él hasta ese momento. Por ejemplo J refiere que se pudo dar
cuenta que era importante respetar los tiempos del paciente en algo tan delicado y por otro
lado qué era importante explorar alguna situación traumática en la infancia a partir de lo que
surgió con el tema de sus brazos en el pecho como defendiéndose. "Lo voy a pensar
también como si él hubiera vivido un abuso aunque no lo recuerde".

A veces la resonancia es sobre otros casos o experiencias. A partir de este momento


puede surgir otra situación a supervisar en la cual un terapeuta del grupo se siente
identificado en algún aspecto.

En el procesamiento se incluyen conceptos del psicodrama y de las múltiples teorías que


cada uno de los terapeutas está formado en la diversidad de modelos. Durante el intervalo
entre reunión y reunión se intercambian textos y bibliografía a leer. Se da un fenómeno muy
particular de respeto entre las diversas líneas como el psicoanálisis, la terapia sistémica,el
modelo cognitivo conductual, la Gestalt, y diferentes autores de diferentes orígenes. Esto da
una riqueza enorme de apertura a múltiples sentidos y miradas.

Lo presencial y lo virtual

Con la pandemia en el 2020 ocurrieron dos fenómenos. Por un lado el grupo de supervisión
que coordinaba en forma presencial ya hace dos años, lo seguí haciendo por zoom y esto
fue muy importante para mí. Pude confirmar que se puede aplicar el psicodrama por
pantalla perfectamente y a la vez tener la gratificación de que el grupo de supervisión se
podía sostener con sus objetivos y metas.

Esto también lo fui confirmando con mis pacientes y con los distintos espacios
psicodramáticos en que participé, en los cuales pude observar que los protagonistas
trabajaban escenas tan profundamente como si fuera presencial.

El segundo fenómeno es que ante algunos pedidos armé un segundo grupo de supervisión
psicodramática con terapeutas de diversos países: Chile, Perú y de diferentes ciudades de
Argentina cómo Rosario, Santa Fe y Buenos Aires. Imposible de armar en forma presencial.
A este último grupo se le agregaba la riqueza de la diversidad de culturas.

Indudablemente lo presencial implica un trabajo más integral con el cuerpo y con la


presencia de los integrantes del grupo, tiene otro grado de movilización emocional, pienso
que diferente al virtual.

En varias reuniones por zoom me sorprendí de terapeutas emocionados llorando. Pienso


que la pantalla por otra parte, permite una distancia operativa diferente al modo presencial.
Esto hace que cada integrante tenga un mayor control de algún aspecto de sí mismo y de la
relación con el grupo que hace que esté más focalizado en la tarea grupal o todo lo
contrario en algunos casos está la dificultad de poder focalizarse en la pantalla. Así cómo
aprender psicodrama es un internamiento vivencial en el cual se adquieren herramientas y
se construye un rol, en la pantalla es similar, requiere un nuevo proceso de aprendizaje
vivencial y la construcción de un nuevo rol.

Por ejemplo, la pantalla lo obliga de alguna manera a mirar a sus compañeros y a tener
mucho cuidado en la superposición. Por otro lado, se ve a sí mismo en la pantalla en una de
las ventanitas, y así interviene otra variable de control y de observación frente a la
exposición y la mirada del otro.

Indudablemente para llegar a esta focalización es importante estar caldeado con el grupo, si
éste ya se conoce esto se produce más rápidamente. El proceso de caldeamiento tiene
características particulares por zoom. El espacio físico no se comparte. Cada uno está en
su propio espacio, y requiere de una intensidad especial para ser captado “por el espacio
virtual”.

En forma presencial estamos sentados en círculo y la cantidad de sentidos que se utilizan


es más rica, cómo el audio, la visión, el olfato, el tacto, en forma tridimensional, con lo cual
la captación de las situaciones por un lado puede ser más completa.
En el caso de la forma virtual es bidimensional, lo cual implica que la concentración es hacia
pocas direcciones, por eso es tan agotador el trabajo con pantalla, el cuerpo no se afloja ya
que ésta circunspecto o encajado frente a la pantalla.

Esta distancia que da la pantalla en relación a el grupo, hace que cobre dimensión el yo
observador, lo cual puede dificultar la espontaneidad de los integrantes, pero si ésta se
logra el yo observador puede ser muy potente, lo cual permite un poder de concentración de
la temática trabajada muy importante incluso en la dramatización.

Para lograr esta focalización se necesita un estado de caldeamiento imprescindible, ya que


si uno está sintiendo más el cansancio de la pantalla, el aburrimiento de la reunión o está
concentrado en otros temas como su celular, los ruidos de la casa o lo que tiene que hacer
en un rato, es que no ha logrado caldearse con el grupo lo suficiente.

Pienso que eso en una reunión virtual es muy necesario lograrlo para que la misma sea
exitosa a nivel de la tarea propuesta.

Yo como director en un inicio no sé con lo que me voy a encontrar, no hay una preparación,
me caldea, por ejemplo el leer la crónica de la última reunión. El grupo a su vez suele traer
espontáneamente cómo están los últimos pacientes supervisados. Pero por mi estilo, tal
como me pasa en lo presencial necesito pasar a la acción para terminar de caldearme como
director. Me sorprendo cuando estoy tan metido en el trabajo que me olvido totalmente de
que estoy en una reunión virtual. Ese es un buen indicador para mí de que estuve en una
buena reunión.

De la vergüenza a la exigencia
Reunión de Supervision 26 de abril 2021 por zoom

Director: M.
Terapeuta: T
Paciente P.

Yo auxiliares: vergüenza W. exigencia O. Paciente N

primero: T cuenta al caso de una enfermera P que vuelve después de 2 años de


interrupción al espacio terapéutico presencial individual, muy afectada por la relación de
pareja con la cual siente una mutua dependencia muy fuerte,.
Refiere sentir vergüenza, la pareja 12 años mayor sufrió una serie de problemas muy
graves en su salud que implicaron una serie de operaciones, que incluyeron su órgano
genital, lo cual le impide tener una sexualidad normal. P cumple un rol fundamental en
salvarle la vida a él y poder rescatarlo de este problema grave de salud, pero él
permanentemente la controla, la amenaza y le exige una serie de condicionamientos en
relación al propio cuerpo de P o a como tiene que manejar su sexualidad como si fuera de
su propiedad.
P siente humillación en la relación, pero a pesar de esto teme quedarse sola. Viene de un
pueblito del interior de la provincia a la capital, quedó allá una familia poco continente,
siente que si pierde su pareja se queda sin nada.
T refiere que en el período anterior de la terapia no había podido ayudarla a salir de ese
entrampamiento.

Psicodrama

Primero le pido a T que elija a alguien que haga de P y alguien de vergüenza. Durante un
cambio de roles con P le hago tomar a T el lugar de la vergüenza y se hace un diálogo
entre P (T) y la vergüenza. Aparece un acostumbramiento de P a esta vergüenza y que por
el momento la sabe llevar.

Desde el yo auxiliar (W) la vergüenza dice que se siente alimentada permanentemente por
las exigencias humillantes de la pareja y que ella va a seguir existiendo mientras ella no
ponga un freno a todo esto.

Le pido a T que vuelva a ser ella y que observe este diálogo entre P y la vergüenza.
Aparece una P (N) desesperada angustiada que no puede más. Le pido a T que cierre los
ojos y se conecte cómo se está sintiendo en este momento, le recuerdo que está en el
consultorio, tiene a P enfrente de ella junto a la vergüenza.

En un soliloquio dice: "siento que P está cooptada, que está secuestrada por su pareja, en
mi pecho siento mucha, mucha pena, tengo que ayudarla y darle una mano, no le puedo
soltar la mano, a la vez siento una tensión en los hombros por la exigencia" . Le pido que le
dé la mano a P lo hace de una manera incondicional y desprendida. P la acepta y se agarra
de ella mientras se lamenta lo mal que está . T le dice "yo estoy acá no voy a dejar de
estar no te voy a soltar".

Pido un cambio de roles y aparece una P qué va y viene, que agarra la mano la suelta, que
no está segura de poder cambiar, dice "no puedo no puedo no puedo'' y T que le dice
"podés podés podés".

T vuelve a ser ella y le pido un soliloquio con lo que siente: "yo hago un esfuerzo con mi
mano y P va y viene con su mano. No estoy pudiendo de nuevo ayudarla".

Le pido a O que haga de la exigencia que T siente en los hombros, primero le hago el
cambio de rol con T cómo exigencia. T como exigencia empieza a expresarle a T "tenés
que poder , tenes que salvar a esta chica que está muy mal", "te da mucha pena ya no la
pudiste ayudar hasta ahora, ya no sabes qué hacer, te sentís responsable de ella". O. desde
su rol de exigencia empieza a plantearle a T de que ella es la que la va a salvar a P , es la
que la tiene que salvar a P, haces lo mismo que hace P con su pareja, ser la salvadora. O.
en el rol de exigencia agrega de que si no pone un límite en este ida y vuelta de P no la va a
poder ayudar, a poner un límite al maltrato de su pareja, a la vez que le dice " tenés que
salvarla tenés que poder hacer algo".
Hago desplegar nuevamente el diálogo entre T y P. T dándole la mano y P yendo y
viniendo y la exigencia (O) presionandola para que salve a su paciente, la vergüenza (W)
expresando que va a seguir ahi mientras siga la humillación.
Le pido al grupo si quieren hacer de doble de T o de alguno de los personajes O. hace el
doble de T y le dice a P yo no estoy pudiendo necesito que hagas algo vos porque así no
puedo ayudarte. A T le gusta esta intervención y toma esta voz como propia y le dice a P.
que así no puede ayudarla qué necesita contar con algo de ella, con algún cambio de ella,
con algún movimiento de ella, con algún límite que ella pueda poner a su pareja. Hago yo
de doble de T y digo "necesito que vengas con alguien significativo para vos , necesito
ayuda para poder acompañarte necesito, que le puedas contar a alguien y que sea tu
apoyo". En un cambio de roles P refiere tengo una amiga pero me da mucha vergüenza. T
le dice "si no haces este movimiento no te voy a poder ayudar, estás en riesgo estás en
peligro."

T está muy agradecida al grupo porque haya podido ayudarla a visualizar dónde estaba
atrapada en este isomorfismo entre el vínculo de P. con su pareja y con ella. Pudo ver las
dos alternativas como recursos válidos.

Comentario

Es importante ver cómo la protagonista es T, la paciente es un rol interno con el cual la


protagonista tiene cierta tensión en su relación terapéutica, por eso trae el tema a la
supervisión.
Como esta tensión se va desplegando desde la periferia al centro (yendo desde la paciente
hacia la terapeuta) es decir desde entender el rol del paciente con su contexto, hasta
entender cómo este rol se complementa con un contrarol del terapeuta, repitiendo el rol y el
contrarol de la pareja, es decir se llega al núcleo de la tensión (atrapamiento) y posibles
alternativas de resolución. Lo que siente en el cuerpo la terapeuta es esencial, y eso habla
de la relación terapéutica.

Puede haber componentes que tienen que ver con que esas sensaciones corporales
ocurren con esta paciente particular y también componentes que tienen que ver con el self
del terapeuta. Por ejemplo la terapeuta se podría preguntar qué de este rol de salvadora
es propio de ella y se repite con este tipo de pacientes que están en posición de víctimas y
de fragilidad. En este caso es la oportunidad de entrenar el rol del terapeuta.

Quiero destacar que los yo auxiliares son "supervisores en acción" ya que desde su
espontaneidad intentan provocar un cambio en el terapeuta. El grupo es fundamental en el
trabajo de supervisión, se compenetra como si fuera un caso propio que tienen que mejorar
entre todos.
Acerca de una pareja
Reunión Supervisión presencial, mayo 2018

A. compartió el caso de una pareja que actualmente atiende por internet, "Jasmin y Fabian."

Previamente los atendía en Argentina en forma presencial

Viven en el extranjero desde hace 6 meses.

Sí Jasmin queda contenta con la reunión, le transmite a A. que la sesión estuvo muy bien,
de lo contrario Jasmin se queda mal y no pierde de transmitírselo a A.

A es la protagonista de un Psicodrama pedagógico, es decir el Psicodrama como vehículo


del aprendizaje en relación a su rol de terapeuta en el proceso de esta pareja.

Si A trae el caso es porque se ve trabada en algún aspecto, es mediante la exploración en


acción con diferentes técnicas que se posibilitará tanto para el grupo, como para A, como
para el coordinador, poder visualizar cómo son las relaciones, no solamente dentro de la
pareja sino con la terapeuta. Así es como vamos a posibilitar junto al grupo que A pueda
autoobservarse en el sistema terapéutico.

A través de las siguientes técnicas de fue desplegando el caso:

-A hace de cada uno. Interviú.

-Se le pide a A que haga una escultura de cada uno que nos muestre su personalidad
tratando de exagerar un poco los rasgos

-los integrantes del grupo funcionan como yo auxiliares: asumen los roles de los miembros
de la pareja, poco a poco van vivenciando lo que cada miembro de la pareja siente y poco a
poco se van metiendo en la vida de esta pareja y en lo que va sintiendo el terapeuta

-A hace una escultura de la relación, cómo están acopladas estas dos personas

-se hace escultura en el tiempo, desde que llegan al nuevo país, y cómo están ahora

-Se le pide a A un diálogo repetitivo en la consulta (roles /patrones repetitivos)

-Jazmin es la que se lleva el mundo por delante, la que trabaja, la hacendosa y Fabian es
el que se va achicando, el que tiene otros tiempos, el que no puede, Jazmin se frustra y
Fabian se enoja con ser tratado como un niño

-la terapeuta se da cuenta de su cansancio y cómo en algunos momentos ocupa el lugar de


Fabian siendo retada por Jazmín.

-se intenta que A busque cambiar su lugar en la relación (salir de la incomodidad que le
induce el sistema)con Fabian y Jazmin. Se observa que corriéndose de este lugar de
satisfacer a Jazmin eso lleva a tener que mirarse la pareja uno al otro.
La supervisión Psicodramática aprovecha salir de lo discursivo para ampliar las múltiples
posibilidades del rol que puede jugar el terapeuta con quién está ayudando.Se juegan la
espontaneidad-creatividad grupal que ayudan al surgimiento de alternativas y cambios.
Cómo se da un isomorfismo entre la relación de pareja y la relación de uno de los
integrantes en este caso la consultante con la terapeuta.

La higuera y el reciclaje

Reunión Supervisión por zoom junio de 2021

Empezamos hablando de los temas de salud que fuimos atravesando en este tiempo,
comentamos el tema de la indiferencia en las instituciones de salud, cómo a veces se da un
comportamiento distante, automático. Hablamos del síndrome de burn out. Mecanismo de
defensa frente a tanta carga.

Se habló de la sensación de a veces estar sobrepasados en la gran demanda de atención y


de pedido de contención emocional, en forma virtual. Simetría de estar viviendo Terapeuta y
paciente la misma pandemia, el mismo encierro, el mismo miedo.

Se habló de la importancia del estado de disponibilidad, en términos psicodramáticos sería


estar caldeado para poder atender. Se llegó a decir: “si alguien me suspende me alegro
¡recreo!”.

Se habló de la diferencia entre pacientes que vienen a descargarse y aquellos que no.

Una integrante hizo la distinción de las personas que se dedican a cuidar al otro y que el
ámbito terapéutico es el único donde se permiten ser cuidados.

Se hizo referencia al tema de quién define las relaciones en toda comunicación. Si el


paciente repite una descarga sobre el terapeuta y éste está incómodo es importante que
pueda hacer algo con su incomodidad, pararse, intentar alguna técnica que corte ese tipo
de vinculación que expresa la propia dificultad del paciente.

Desde varios autores se hizo hincapié en la importancia de que algunos pacientes tengan
una experiencia de sostén , contención, compasión y de aceptación. Probablemente no
han tenido una experiencia suficientemente buena en su infancia al decir de Winnicott del
holding.

Se planteó qué tanto la meditación, como el psicodrama, como el MDR y muchas otras
disciplinas y técnicas, tienen en común que llevan a las personas a salirse del carril verbal
para entrar en otra dimensión qué es vivencial, en acción, es decir en la consulta se vive
una experiencia, no sólo se conversa acerca de.

Moreno planteó la asociación libre del psicoanálisis como un estado de espontaneidad con
el pensamiento, dejarse llevar y que salga todo lo guardado sin filtros. Moreno agregó que
es insuficiente, que el estado de espontaneidad debería incluir también el cuerpo y las
emociones.
Psicodrama

Estaba sintiendo que era importante que nosotros también pudiéramos pasar de la
dimensión verbal a la acción. Es ahí donde le propongo al grupo hacer un ratito esa misma
experiencia de “cambiar de dimensión” y pasar a la vivencia: salirnos de la conversación y
que se concentren en que están sintiendo en este exacto momento y en qué zona del
cuerpo pueden ubicar ese sentimiento.

J planteó que tenía una pelotita naranja atragantada en la garganta que quería expulsarla
pero no se salía, en un momento la logra soltar y se convierte en damasco, le pregunto
dónde lo pondría y se pone de pie para buscar en la habitación un lapicero reciclado por
ella. Ubica el damasco en uno de los tubos, que se convierte en adorno. J refiere sobre su
tendencia a reciclar cada vez más grande y ahí comparte la poesía de la higuera que la
acompañó a lo largo de su vida:

La Higuera (3)

Porque es áspera y fea,

porque todas sus ramas son grises,

yo le tengo piedad a la higuera.

En mi quinta hay cien árboles bellos,

ciruelos redondos,

limoneros rectos

y naranjos de brotes lustrosos.

En las primaveras,

todos ellos se cubren de flores

en torno a la higuera.

Y la pobre parece tan triste


con sus gajos torcidos que nunca

de apretados capullos se viste...

Por eso,

cada vez que yo paso a su lado,

digo, procurando

hacer dulce y alegre mi acento:

«Es la higuera el más bello

de los árboles todos del huerto».

Si ella escucha,

si comprende el idioma en que hablo,

¡qué dulzura tan honda hará nido

en su alma sensible de árbol!

Y tal vez, a la noche,

cuando el viento abanique su copa,

embriagada de gozo le cuente:

¡Hoy a mí me dijeron hermosa!

Esa es la poesía que habla de lo que hacemos por nuestros pacientes y de nosotros
mismos en nuestra automirada como terapeutas. Nuestra propia compasión con nosotros
mismos. Algo nos atraganta,nos angustia,nos bloquea y de pronto junto al grupo lo
podemos transformar primero en fruto y después en adorno,así podemos reciclarnos y
ayudar a hacerlo!

¡Por momentos estamos muy cansados, pero tenemos que ayudarlos a encontrar su
hermosura! Tenemos que reciclar nuestro cansancio y encontrar nuevos caminos y
dimensiones para sentirnos mejor ayudando en nuestro rol.
Es probable que cuando estamos cansados sintamos lo que vivieron estos pacientes con
sus vínculos primarios. Y que un rechazo pueda significar una confirmación de lo mismo.

También tenemos que ver si los podemos ayudar cuando no nos sale esa disponibilidad
hacia ellos. Tenemos que ver qué nos pasa, cuánto es nuestro y cuánto es del otro. Y cómo
es necesario recurrir a técnicas de acción para salir de esos atrapamientos cuando lo
conversacional se repita y se agota.

El grupo de supervisión se abre, confía, sentimos la disponibilidad del resto sin enjuiciar,
tratando de estar con el otro, apoyarlo, que se vaya con algún nuevo elemento sin
desmerecer lo que está haciendo, es decir sumar y no restar. No hacer hincapié en el
déficit. Sino en la potencialidad de quienes eligieron este rol para hacer brillar y sacar lustre
a quién está opaco. ¡Tamaña elección y compromiso con lo humano!

Otros sentires que surgieron en el grupo frente a la pregunta inicial: Inquietud de


movimientos en el pecho, interés en descubrir algo, relajación, paréntesis, hablar desde
distintos lugares sin enjuiciar, multivisión, generosidad, armonía, integración, cocreación, el
mar y la higuera.

El grupo también es un holding para volcar las inseguridades del terapeuta. Necesitamos
los terapeutas también, quien nos banque, nos abrace y nos comprenda.

Bibliografía

Arza Porras Javier (2016). Psicodrama pedagógico y supervisión en trabajo social.


Departamento de Trabajo Social. Universidad Pública de Navarra

Bustos Dalmiro, Noseda Elena (2007) Manual de Psicodrama. RV Ediciones. Buenos Aires

Choclin Marcelo (2019) Los olvidados. Los llamados “Pacientes duales”: una mirada sobre
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Winnicott Donald (1993) Realidad y Juego. Editorial Gedisa. Barcelona, 1993.


(1) Agradezco por la participación, la confianza, y los aportes que nutren este artículo a
Josefina Rabinovich, Alicia Bitton, Irene Tozzola, Wendy Quintasi, Norberto Calarame,
Beatriz Baremboim, Oscar Boreau, Carole Mitchell, Leonor Bartosz, Bella Rosi, Alina Bauso
y Cintia Schapira

(2) Psicólogo, UBA, Argentina. Especializado en Adicciones, Psicodramatista y


Psicoterapeuta Familiar. mchoclin@hotmail.com

(3) Poesía de Juana de Ibarbourou, agradezco a Josefina Rabinovich que la comparta, fue
un regalo desde su enorme sensibilidad

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