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Filadelfia

Apocalipsis
Serie de Estudio del Nuevo Testamento
Febrero 2010
Pastor Jorge Prado

LA IGLESIA FIEL
Apocalipsis 3: 7 – 13

Nosotros conocemos la palabra Filadelfia, con el significado de amor entre los hermanos. Y esta
es una característica muy importante entre los cristianos y porque fue enseñado por Dios, es que
debemos amarnos unos a los otros, I Tesalonicenses 4:9; fue enseñado por Dios, I Juan 4:19;
fue enseñado por el Hijo, Juan 13:34; y también por el Espíritu Santo de Dios, Romanos 5:5.
Pero mis amados, no es solamente importante nuestro amor unos por los otros como creyentes,
debemos tener un amor muy especial por el mundo perdido en pecado, esta Iglesia tuvo la visión
de alcanzar los perdidos para Cristo.
Filadelfia estaba estratégicamente localizada, fue llamada la ciudad de “la puerta
para el Este” era la ruta imperial para las comunicaciones con Roma. La Iglesia estaba localizada
en un lugar con muchas oportunidades. El único gran problema es que esta área estaba siempre
siendo tomada por terremotos, por causa de esto la ciudad fue vista como insegura para vivir y
muchas personas dejaron la ciudad, pues parecía no haber seguridad en la ciudad del amor entre
los hermanos.
Jesús se presenta a la iglesia en Filadelfia, como El Santo verdadero, en otras
palabras Jesús como Dios tiene el carácter santo, sus palabras, sus acciones, sus propósitos, es
santo. Pero también uno que es verdadero, genuino, original, autentico; hay centenas de dioses
falsos, pero Dios es verdadero I Corintios 8:5-6; cuando los mártires en el cielo se presentan
delante del Cordero, ellos le adoran llamándolo Santo y Verdadero, Apocalipsis 6:10 – El
argumento acá es; Porque el es santo, el tiene que juzgar el pecado, y porque el es verdadero el
tiene el derecho de venganza contra aquellos persiguieran y mataran a su pueblo.
No solamente es el santo y verdadero, pero el tiene el poder para abrir puertas. Acá el sentido es
de las oportunidades, Hechos 14:27; I Corintios 16:9; II Corintios 2:12; Colosenses 4:3. Cristo
es el Señor de la cosecha y el cabeza de la Iglesia y es El quien determina donde y cuando las
personas van servirlo. Hechos 16:6-10 – El dio a la Iglesia en Filadelfia una gran oportunidad

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para servir. El Señor abrió las puertas delante de la Iglesia de Filadelfia, ¿tomarían ellos esta
oportunidad?

Pero ellos tenían que superar dos obstáculos delante de ellos;

1)- La poca fuerza (vs.8) aparentemente esta no era una iglesia grande y fuerte, pero
el Señor vio en ella una Iglesia fiel, ellos eran verdaderos al Dios verdadero y no tenían
miedo de representar su nombre, (vs.10). No es el número de personas en la Iglesia que
determina su ministerio, pero fidelidad en la llamada y el comando del Señor a nosotros.

2)- La segunda cosa que ellos tuvieran que afrentar fue la oposición de los Judíos en
la ciudad, (vs.9), no hay duda que Satanás hace toda suerte de trabajo y usa a personas
para destruir la armonía en la Iglesia y la propagación del evangelio. Efesios 6:10-12 -
¿Cómo estos falsos judíos estaban haciendo oposición a la Iglesia? De una manera
expulsando a los judíos cristianos de la Sinagoga, otra forma con falsa acusaciones, no
podemos olvidarnos de que Satanás es nuestro acusador, Apocalipsis 12:10 – No es fácil
proclamar la palabra de Dios, cuando personas crean mentiras y levantan calumnias
contra ustedes.

Pero los creyentes en Filadelfia estaban en la misma posición del apóstol Pablo en I Corintios
16:9 - había allí oportunidades y también obstáculos. La falta de Fe, mira los obstáculos, pero la
Fe ve las oportunidades, y siendo que es el Señor que tiene las llaves, es El quien tiene el control,
¿Qué tenemos nosotros que temer? Muchas veces hoy el miedo y la falta de Fe han sido la
mayor razón de nosotros no veamos el poder de Dios manifestándose en nuestras iglesias.

El Señor dio tres grandes palabras de ánimo e incentivo a la Iglesia en Filadelfia.

1)- El tomaría cuenta de sus enemigos – 3:9 – un día estos enemigos tendrían que
reconocer que los cristianos estaban correctos, Isaías 60:14; Filipenses 2:10-11,

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si tomamos en cuenta el trabajo que el Señor nos ha comandado, El tomara cuenta
de nuestras batallas.

2)- El prometió librarnos de la tribulación, Apocalipsis 3:10 – este es sin duda el


tiempo que Juan describe en los capítulos 6 a 19 de Apocalipsis, el tiempo de la
aflicción de Jacob; I Tesalonicenses 4:13 – 5:11.

3)- La tercera promesa a Filadelfia, fue que Dios le daría honor,


(3:12), el sentido de colona o pilares acá no estamos hablando de algo construido
con cimiento y piedras, pues no habrá templo en la ciudad celestial, Apocalipsis
21:22, pero si pilares de creyentes fieles que soportaran las luchas y
aprovecharan las oportunidades para glorificar el nombre del Señor. Gálatas 2:9

En realidad, nuestra Iglesia hoy es de una forma como la Iglesia en Filadelfia, pues Dios
ha puesto delante de nosotros, muchas puertas de oportunidades abiertas, tenemos que trabajar,
pero si el cierra la puerta tenemos que esperar, pero nunca dejando de ser fiel a El, y mirarnos las
oportunidades y no los obstáculos, pues si perdemos las oportunidades, perdemos también los
galardones y esto quiere decir que un día vamos presentarnos delante de El avergonzados. I Juan
2:28

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OPORTUNIDAD
Apocalipsis 3:7-13

La ciudad de Filadelfia estaba situada a veinte y ocho millas al sureste de Sardis. Esta era la
siguiente ciudad que el cartero visitaría en un tour circular de as siete iglesias de Asia. Como
Sardis estaba situada en la región fértil de Lidia y era dominada por la montaña de de Tomolus.
Se encontraba en los valles del río Cogamus, un insignificante tributo de los Hermus. El distrito
era peligrosamente volcánico. El historiador antiguo Estrabón llamaba a Filadelfia “la ciudad

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llena de temblores” Movimientos tectónicos eran frecuentes y habían causado que muchos
dejaran la ciudad y fueran a un lugar mas seguro. El gran terremoto de 17 AC que devasto a
Sardis, casi demuele completamente a Filadelfia.

La iglesia de Filadelfia
Por los 90s con la ayuda de un imperio subsidiario, Filadelfia había sido reconstruida
completamente, y dentro de la ciudad había una iglesia de Jesucristo. En la sexta de siete cartas
el Cristo resucitado recibe calida aprobación a su gente. La carta anterior a Sardis contenía
condenación absoluta. “Conozco tus obras”(verso 8), el comienza, como en cada carta, y
continua un poco después: “pero has obedecido mi palabra y no has renegado de mi nombre”
(verso 8) De nuevo, “has guardado mi mandato de ser constante”(verso 10).

Evidentemente, ha habido persecución reciente en Filadelfia, pero los cristianos a sostenido su


profesión. Como en Pergamo, donde Antipas había sido cruelmente martirizado, entonces en
Filadelfia, los cristianos se habían mantenido en su espacio valientemente (compárese con 2:13)
Ellos estaban pacientemente aguantando la tribulación y la vergüenza en nombre de Cristo.

Esta carta a la iglesia de Filadelfia es particularmente asombrosa en cuanto a sus descripciones


simbólicas se refiere. En ella leemos acerca de una llave, una puerta y un pilar. Se describe que
la puerta de la iglesia se ha dejado abierta y nadie la puede cerrar (verso 8), Cristo es
mencionado como el que tiene la llave de David (verso 7), mientras el vencedor se le hará
columna de templo de Dios (verso 12). Debemos considerar cuidadosamente la relación existente
entre la puerta abierta de la iglesia, Cristo la llave y el pilar celestial.

La iglesia y la Puerta Abierta


Mira, dice Jesús, que delante de ti he dejado una puerta abierta que nadie puede cerrar (verso 8)
¿Cuál es la puerta que han abierta que no se puede cerrar? Muchas veces en la Escritura una
puerta abierta es una puerta hacia la oportunidad. Entonces, cuando la puerta se cierra, la
oportunidad paso. La metáfora es usada de dos maneras principales.

La Oportunidad de Salvación

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La primera puerta abierta es la oportunidad a la salvación. Algunos comentaristas piensan que
este es el significado en la carta a la iglesia de Filadelfia. El contexto hace de esta sugerencia
improbable. No obstante la foto es tan clara en otras partes de la Biblia que casi no podemos
omitir la consideración. Jesús mismo uso este lenguaje dos veces. Durante el sermón de la
montaña el dijo: “Entren por la puerta estrecha. Porque es ancha la puerta y espacioso el camino
que conduce a la destrucción, y muchos entran por ella. Pero estrecha es la puerta y angosto el
camino que conduce a la vida, y son pocos los que la encuentran.” (Mateo 7:13-14).

Aquí hay dos puertas, y ambas están abiertas. Una abre hacia un camino ancho y espacioso, que
gentilmente va hacia abajo y termina en la destrucción llamada infierno. La otra puerta se abre
hacia un camino angosto, hacia arriba, y lleva hacia la vida eterna.

La enseñanza de Jesús es sencilla pero incambiable. El contrasta no solamente dos caminos y dos
finales, pero dos puertas. Ambas están abiertas e invitan, sin importar que una es angosta y la
otra ancha. La ancha tiene tanto espacio, que es fácil que las personas sin preocupación pasen por
ella en cantidades grandes. Pero la otra puerta es tan angosta que tenemos que parar
humildemente para entrar y entrar uno a la vez. No hay espacio para llevarnos nada. Nuestros
pecados y egoísmos tienen que quedarse afuera.

Así, aunque una puerta es ancha y la otra angosta, y aunque muchos entran por una rápidamente
y por la otra muy pocos caben, ambas puertas están abiertas para que las personas entren.

Oposición Feroz
Cristo también había abierto una puerta en Filadelfia. Todavía como en Efeso en Filadelfia,
además de la puerta había muchos otros problemas (véase I Corintios 16:9) vemos tres cosas.
Primero, la iglesia de Filadelfia era patéticamente débil. “Ya se que tus fuerzas son pocas (verso
8) dice Cristo. Talvez la congregación era pequeña o talvez esta compuesta por personas de la
clase baja de la sociedad romana, entonces tenia poca influencia en la ciudad. Más sin embargo,
esto no los disuadía del Evangelismo. Segundamente, había una oposición, la cual, como en
Esmirna (Apocalipsis 2:9), parecía haber venido de la población judaica de la ciudad. Tan

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fanática fue su resistencia al el Evangelio de su Mesías, que una vez mas son llamados la
sinagoga de Diablo y no de Dios, dicen ser judíos pero en verdad mienten (verso 9).
La ferocidad de esta oposición probablemente tentó a los cristianos de Filadelfia a mantener su
paz e importarle sus propios problemas. Tal vez algunos miembros de la iglesia acordaron que la
discreción era la mejor parte de valentía y que los cristianos no deberían empezar ningún
problema. Pero Cristo pensaba diferente. Fue en esta ciudad donde el antagonismo judío fue tan
fuerte que él abrió la puerta al Evangelio. Es mas, el aclara que si solamente su gente saliera
valientemente con las buenas noticias, algunos de los que las recibirían serian judíos! “Voy a
hacer que los de la sinagoga de Satanás, que dicen ser judíos pero que en realidad mienten, vayan
y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado” (verso 9)
Judíos convertidos son retratados aquí como cautivos en el campo de batalla. Ellos mismos
estarían familiarizados con esta ilustración. Había sido profetizado años atrás acerca de ellos que
“los hijos de tus opresores;
todos los que te desprecian se postrarán a tus pies” (Isaías 60:14). Pero ahora las mesas se habían
volteado. A cambio de que los gentiles se arrodillaran a los pies de los judíos, los judíos se
arrodillarían delante de los cristianos – no para adorarles, por supuesto, pero para humildemente
reconocer la comunidad de Jesucristo como el nuevo y verdadero Israel al que Dios ha llenado de
amor.

La Amenaza de Persecución
El tercer obstáculo en el camino de los cristianos de Filadelfia, era la amenaza de una tribulación
futura. Las nubes de de tormenta de persecución estaban floreciendo, en cualquier momento
comenzaría. ¿Era este el tiempo para evangelizar?, ¿No era un tiempo para reducción y
consolidación, a cambio de un avance? Una vez más, Cristo tenía ideas diferentes. Con un
suspiro lo alerta acerca del juicio, y con el próximo los afana a que pasen por la puerta sin miedo.
Mas que eso, El promete “Ya que has guardado mi mandato de ser constante, yo por mi parte te
guardaré de la hora de *tentación, que vendrá sobre el mundo entero para poner a prueba a los
que viven en la tierra” (verso 10) ¿Había mantenido su promesa? Entonces los guardaría de
cualquier daño. El no los salvaría del sufrimiento, pero estaría con ellos mientras durara.
¡A diferencia de los creyentes de Filadelfia, que fácil se dan por vencidos los cristianos
modernos! Son cómodas e innumerables las excusas que damos para evitar el reto del

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evangelismo. Nuestras fuerzas son pequeñas y débiles, decimos nosotros. La oposición es grande
y el peligro en el futuro es real. Entonces no hagamos nada imprudente o tonto. Vamos a esperar
un tiempo a que las circunstancias sean favorables. Acaso la Biblia no dice: ¿Acaso no hay
tiempo para hablar y tiempo para callar? Si, pero el diablo es experto en distorsionar y usar de
manera malintencionada lo que dice la Escritura. La iglesia de Filadelfia tenía muchas
desventajas; pero fue antes de esta iglesia que Dios abrió la puerta del servicio.
El ya les podía decir: “pero has obedecido mi palabra y no has renegado de mi nombre” (verso 8)
Pero estas posturas negativas no eran substitutos para los testigos positivos del Evangelio.
¿Había la Filadelfia mantenido la palabra de Cristo? Déjenlos que rieguen las buenas nuevas,
dejen que las proclamen activamente.

Cristo y la Llave de David


Antes de decirle a la iglesia de Filadelfia acerca de la puerta abierta que había sido puesta antes
de ellos, Jesús comenzó con dos declaraciones significativas: “Esto dice el Santo, el Verdadero,
el que tiene la llave de David, el que abre y nadie puede cerrar, el que cierra y nadie puede abrir”
(verso 7) Para empezar el sabe que es Divino “el Santo” es un titulo que Jehová se dio a si
mismo en el AT (véase Isaías 40:25) Jesús lo asume naturalmente y sin ningún problema. El no
es tan solo Santo, es real. El odia toda la maldad y error. El es la perfección de la justicia y la
respuesta a todas las profecías. Una de las profecías un poco oscuras del AT del cual su respuesta
se menciona aquí. Tiene que ver con la llave de David la cual el dice que posee. Pasamos de la
puerta abierta a la llave que la abre. La razón por lo que la puerta permanece abierta delante de la
iglesia es que Cristo tiene la llave en su poder.

La Llave de David
El lenguaje se toma prestado de Isaías 22 donde se habla de un hombre llamado Elam. El era uno
de los delegados escogido para negociar el reino de Judea con el con el Rabsaces. Sin duda
alguna por la posición honorable que tenía en el palacio. Le habían hecho el mayordomo del
reino del Rey Hezecaia. Dios le dio esta autoridad, llamándolo “padre de aquellos quienes viven
en Jerusalén y añadió: “Le pondré tu túnica, le colocaré tu cinto, y le daré tu autoridad. Será
como un padre para los habitantes de Jerusalén y para la tribu de Judá. Sobre sus hombros

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pondré la llave de la casa de David; lo que él abra, nadie podrá cerrarlo; lo que él cierre, nadie
podrá abrirlo” (II Reyes 18:17,18; Isaías 22:21, 22).
No es difícil ver que Elam presidio a Jesucristo, ya que Cristo es la cabeza del hogar de Dios, la
iglesia. El es el verdadero mayordomo, de quien Elam era el prototipo y es fiel… sobre la casa de
Dios”. A El Dios le ha dado autoridad en los cielos y la tierra (Hebreos 3:6; Mateo 28:18) Es
entonces el quien tiene las llaves, no solamente de la muerte y del infierno (Apocalipsis 1:18),
pero también de la salvación y el servicio. Nadie puede entrar hasta que Cristo abra la puerta, ni
tampoco cuando el halla cerrado las puertas. El se llama así mismo Dios, que lo que el abre nadie
lo puede cerrar, y lo que el cierra, nadie puede abrir (verso 7). Entonces, si la puerta es el
símbolo de la oportunidad en la iglesia, la llave simboliza la autoridad de Cristo.

La Llave de la salvación
Primero, Cristo tiene la llave para la puerta de la Salvación. ¿Queremos entrar por la puerta
estrecha y experimentar el camino angosto que lleva a la vida eterna? Jesús tiene la llave. Nadie
mas que el puede abrir la puerta. Nos damos cuenta que el tener esa llave depende de Cristo y no
de Pedro. Jesús ciertamente le dijo a Pedro:”Te daré las llaves del Reino de los Cielos” (Mateo
16:19) y Pedro las uso. Fue por medio de su proclamación del Evangelio que los primeros judíos
fueron convertidos en el día de Pentecostés; con la imposición de sus manos fue que el Espíritu
Santo fue dado a los primeros samaritanos creyentes, y por medio de su ministerio que los
primeros gentiles romanos escucharon el Evangelio, creyeron y se bautizaron. Usando las llaves
que le fueron encomendadas, Pedro abrió las puertas del reino de los cielos a los primeros judíos,
samaritanos y los primeros gentiles (Hachos 2:14-41; 8:14-17; 10:44-48) pero ahora estas llaves
están de vuelta en las manos de Cristo, y si los humanos las usan a diario, es de manera
secundaria que están privilegiados para predicar el Evangelio por el que algunos pecadores creen
y son salvos. La llave de la salvación esta en las manos de Cristo y le ha abierto las puertas de la
salvación a todos los que crean. “he dejado abierta una puerta” dice el. El tiempo es perfecto, ya
que el la abrió una vez en el pasado y todavía esta abierta hoy. ¿Cómo puede ser? Es por que al
umbral de la puerta angosta hay una cruz. En ella nuestra Salvador murió por nosotros. El no
tenia pecado alguno, el llevo nuestros pecados en su cuerpo. El no merecía morir, el tomo
nuestros desiertos. El acepto en su persona inocente el juicio que nuestros pecados merecían. Es
por eso que la puerta esta abierta. Cualquier pecador puede entrar el santuario interno de la

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presencia de Dios y hacerlo con seguridad “Así que, hermanos, mediante la sangre de Jesús, por
el camino nuevo y vivo que el nos ha abierto a través de la cortina, que es su cuerpo” (Hebreos
10:19, 20)
Puede que hallamos vagado por muchos años por caminos sin rumbo, pero ahora podemos poner
nuestro pie en la carretera que lleva hacia la Gloria! Cristo esta vivo, quien murió, resucito y
tiene las llaves de la muerte. El dice “he dejado abierta una puerta que nadie puede cerrar” (verso
8) pero un día el la cerrara, porque la llave que la abre también la cierra. Cuando esto ocurra
nadie la podrá abrir. Ambos admisión y exclusión están bajo su dominio.

La Llave del servicio


Segundamente, Cristo tiene la llave de la puerta del servicio. No hay duda que los hombres y las
mujeres de la Biblia tenían la idea de que poseemos la soberanidad de Dios en el mundo. Ellos
no creían que los seres humanos podían entrar a la fuerza donde las puertas estaban cerradas.
Esto es claro en el VT y NT. ¿Era esto una pregunta de carrera militar del conquistador de Persia,
conquistador Ciro? Esto era lo que el Señor le decía a sus elegidos, a Ciro, del que he tomado la
mano derecha mientras sometía a otras naciones y despojaba a reyes de sus armaduras, abriendo
puertas delante de el, para que las rejas no se cierren: Iré delante de ti y nivelare las montañas,
romperé puertas de bronce y cortare barras de hierro. ¿O acaso el apóstol Pedro de forma
milagrosa fue liberado como contestación a las oraciones? Entonces guiado por un ángel,
pasando el primer y el segundo guardia, la puerta que llevaba a la ciudad… se abrió sola. Una
vez mas, Cuando Pablo y Barrabas fueron en su primer viaje misionero, ¿no fueron maltratados y
apedreados? Mas sin embargo cuando llegaron a Antioquia, ellos llamaron a la iglesia y le
compartieron todo lo que Dios había hecho por medio de ellos y como el había abierto la puerta
de la fe a los gentiles. (Isaías 45:1,2; Hechos 12:1-11; 14:27)
Cristo tiene las llaves. El abre puertas. No tiene sentido que queramos seguir nuestro propio
camino por aquellas puertas que aun están cerradas. Tenemos que esperar a que El las abra.
Continuamente se esta dañando la causa de Cristo con testimonios faltos de tacto. No hay nada
de malo en querer ganar a nuestros amigos, familiares y seres queridos para el Señor, pero parece
que a veces estamos más de afán que Dios. En cambio, necesitamos ser pacientes, orar, amar
mucho y esperar que Dios nos de la oportunidad de dar testimonio.

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El mismo principio se aplica a la incertidumbre que podamos tener con respecto a los planes que
Dios tenga para nuestro futuro. Probablemente se cometen más errores por el afán que por la
pereza, por la falta de paciencia, más que por retraso. El propósito de Dios muchas veces madura
lentamente. Si la puerta esta cerrada, es tonto el querer abrirla por nuestra cuenta. Es mejor
esperar hasta que Cristo saque las llaves y la abra.

Ven… y Ayúdanos
Es cierto que muchas puertas ya están abiertas de par en par, Cristo ha usado sus llaves. El ha
abierto muchas puertas y en un lado de la puerta están aquellos que dicen ve y ayúdanos.
No debemos volvernos sordos. Todos los cristianos deben ser globales, en el sentido en que
debemos estar comprometidos con la evangelización del mundo. Por supuesto, no todos nosotros
estamos llamados a entrar por esas puertas como mensajeros multiculturales del Evangelio. Mas
sin embargo, todos nosotros, tenemos la responsabilidad de compartir, especialmente cuando se
trata de nuestras oraciones, dones, y palabras de ánimo, de esta forma nos aseguraremos de que
aquellos que están supuestos a entrar por esas puertas, entren.
Debemos ser locales al igual que globales, preocupados con el área en que nuestra iglesia esta
localizada y todos debemos ser parte de esa misión. Este fue el mensaje de Cristo a la iglesia de
Filadelfia. Sus palabras no fueron dirigidas a individuos, lideres ordenados, ni a un grupo selecto
dentro de la congregación, estaban dirigidas a toda la iglesia. El abrió esta puerta para toda la
iglesia de Filadelfia. El evangelismo no es la responsabilidad de los pastores u otros
profesionales, ni es el hobby de algunos fanáticos, es la responsabilidad de toda la congregación.
No solamente cada individuo esta llamado a ser un testigo, también toda comunidad cristiana
local esta llamada a movilizar sus miembros para esta misión. Esto requiere un programa de
entrenamiento, la visitación de todo el vecindario, el desarrollo de evangelización en los hogares
y la organización de diferentes eventos para que el Evangelio sea compartido. Estas son algunas
de las puertas que Cristo ha abierto. Nos debemos asegurar de entrar. La llave es de Cristo, pero
la decisión es nuestra.

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