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Desde una perspectiva filosófica, algunos sostienen que la realidad es co-creada por la interacción
constante entre el sujeto y el objeto, donde nuestras experiencias, emociones y pensamientos
contribuyen activamente a la construcción de la realidad que experimentamos. En este sentido, la
realidad se convierte en un fenómeno relacional y dinámico, moldeado por la interconexión entre la
objetividad y la subjetividad.
Así, la realidad no es simplemente un conjunto de hechos aislados, sino más bien un tapiz complejo de
interacciones entre lo objetivo y lo subjetivo, entre la existencia externa y la interpretación interna. Esta
interpretación reconoce la naturaleza fluida y personal de la realidad, destacando la importancia de la
percepción individual en la formación de nuestra comprensión del mundo que nos rodea.
Realidad Objetiva:
2. Realidad Subjetiva:
• Por otro lado, desde una perspectiva subjetiva, se argumenta que la realidad es
construida por la mente y está intrínsecamente ligada a las experiencias individuales.
Según esta visión, la realidad es subjetiva en el sentido de que cada persona interpreta y
experimenta el mundo de manera única. La realidad, por lo tanto, puede variar según la
percepción y la interpretación personal, y no hay una verdad única y objetiva.
El acto de observar una partícula cuántica parece influir en su estado y determinar sus propiedades de
manera aparentemente instantánea. Este fenómeno se conoce como el colapso de la función de onda.
La mecánica cuántica también implica el principio de indeterminación de Heisenberg, que establece
que ciertos pares de propiedades, como la posición y la velocidad de una partícula, no pueden ser
conocidos con precisión al mismo tiempo.
Estos aspectos de la física cuántica han llevado a interpretaciones filosóficas diversas sobre la
naturaleza de la realidad y la relación entre el observador y lo observado. Algunos han sugerido que la
realidad cuántica es inherentemente subjetiva y depende de la observación consciente, mientras que
otros proponen interpretaciones más objetivas que buscan explicar estos fenómenos sin recurrir
necesariamente a la conciencia del observador.
Es importante señalar que la interpretación de la física cuántica sigue siendo un área activa de
investigación y debate en la comunidad científica. Las diferentes interpretaciones, como la de
Copenhague, la de Many-Worlds, y otras, ofrecen perspectivas distintas sobre cómo entender y
conceptualizar los fenómenos cuánticos y su relación con la realidad observada.
y se conoce como el "experimento de la doble rendija" o "doble rendija cuántica". Este experimento
ilustra los extraños resultados de la mecánica cuántica, donde las partículas pueden exhibir
comportamientos tanto de partícula como de onda.
En el experimento de la doble rendija, los físicos disparan partículas (como electrones o fotones) hacia
una barrera con dos rendijas. Cuando las partículas no son observadas, muestran un patrón de
interferencia característico de las ondas, indicando que han pasado por ambas rendijas al mismo tiempo
y han interferido consigo mismas.
Sin embargo, cuando se intenta observar a través de cuál rendija pasa cada partícula, el patrón de
interferencia desaparece y se observa un patrón de dos bandas, como si las partículas se comportaran
como partículas discretas y no como ondas.
Este fenómeno ha llevado a interpretaciones diversas y preguntas fundamentales sobre la relación entre
la observación y el comportamiento de las partículas cuánticas. El acto de observación parece tener un
impacto en el resultado, lo que ha llevado a especulaciones y debates sobre la naturaleza de la realidad
cuántica.
Imagina que estás en una playa soleada y decides lanzar pequeñas piedras al agua. Frente a ti hay una
pantalla con dos aberturas. Cuando lanzas las piedras sin mirar la pantalla, las ondas que crea al tocar el
agua forman un patrón de interferencia, como las ondas que se forman cuando tiras dos piedras al agua
al mismo tiempo.
Ahora, decides observar por cuál abertura pasa cada piedra. Para hacerlo, colocas un observador cerca
de las aberturas. Al hacer esto, notas que las ondas en el agua ya no forman el mismo patrón de
interferencia. En lugar de ver ondas que se entrelazan, ves dos áreas donde las ondas están más
concentradas, como si cada piedra estuviera pasando principalmente por una abertura específica.
Esta analogía refleja el experimento de la doble rendija. Cuando no observas, las "ondas" de las
partículas se comportan como si estuvieran pasando por ambas aberturas al mismo tiempo, creando un
patrón de interferencia. Pero al intentar observar a través de cuál abertura pasa cada partícula, el patrón
de interferencia desaparece, y las partículas parecen seguir trayectorias más definidas a través de las
aberturas.