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Septiembre 2021

Devocional de hoy
Jueves 30 DE SEPTIEMBRE de 2021
EL TIEMPO DE DIOS
Además le dijo el ángel de Jehová: He aquí que has concebido, y darás a
luz un hijo, y llamarás su nombre Ismael, porque Jehová ha oído tu
aflicción. (Génesis 16:11)

La paciencia, parece no ser hoy una de las características más


sobresalientes de nuestra sociedad. El mundo cada vez más se vuelca por
la velocidad de obtener resultados rápidos. De allí, no es de extrañar, que
muchas veces nos encontremos frustrados o la pasemos mal, si nuestra
oración no es respondida, casi de inmediato por Dios. Ante esta realidad,
debemos tener presente que al negarnos a tener una actitud consciente de
espera, estamos tomando la opción segura de que alejarnos del plan que
el Señor tiene para nuestra vida en ese momento.
El pasaje de hoy cuenta cómo Abram y Sarai (más tarde Abraham y Sara)
tomaron la resolución de su propio clamor en sus manos rechazando de
cierta forma los tiempos del Señor.
Habían pasado diez años desde que Dios les prometió un hijo, y Sarai
estaba envejeciendo. Así que ella y Abram decidieron dejar que su sierva
Agar diera a luz un hijo para ellos. Sara finalmente dio a luz en su vejez,
pero esa falta de paciencia llevó a una gran lucha por su familia y que
tiene consecuencias incluso hasta el día de hoy. Mucha de la tensión en el
Medio Oriente puede ser rastreada a dos grupos de personas: los
descendientes de Agar y de Sarah.
¿Por qué una pareja piadosa elegiría el camino de la autosuficiencia?
Primero, el intenso deseo de Sarai nubló su pensamiento. Quería
desesperadamente proporcionarle a su marido un hijo, lo que era la base
del valor de las mujeres en esa cultura. Luego, sucumbió a un
pensamiento erróneo. Después de años sin hijos y de anhelo, empezó a
pensar que quizás el Señor necesitaba ayuda humana. Finalmente, influyó
en Abram para que creyera en este razonamiento erróneo, y ambos
cedieron a la impaciencia.
Las trampas en las que cayeron Abram y Sarai, representan hoy en día el
mismo peligro de tiempos anteriores: sucumbir ante el deseo de la
autosuficiencia, capacidad propia o pericia, y hasta a la influencia de otros.
Podríamos justificar una opción por nuestra propia fuerza, víctimas de
querer resultados inmediatos y ceder ante la impaciencia. Por ello el mejor
consejo es siempre estar atentos a escuchar, prestos a obedecer y con el
corazón dispuesto a esperar. El tiempo de Dios es perfecto, y lo último
que podríamos desear, es perdernos lo mejor de Él.

Ora: Señor, separa de mi corazón los sentimientos de autosuficiencia, que


puedan llevarme a perder mi capacidad de esperar en Ti. Sé que en las
adversidades puede que dude, pero dame la confianza para saber que
estás ahi, escuchando mi clamor y presto a responderme, en Tus tiempos
perfectos, en el nombre de Jesús, Amén.

Devocional de hoy
Miercoles 29 DE SEPTIEMBRE de 2021
INSTRUCCIONES CLARAS
Y siete sacerdotes llevarán siete bocinas de cuernos de carnero delante del
arca; y al séptimo día daréis siete vueltas a la ciudad, y los sacerdotes
tocarán las bocinas. (Josué 6:4)

Josué enfrentaba una encrucijada crucial y uno de los momentos más


importantes de su vida. Confiando en la promesa dada por el Señor de un
éxito contundente en la batalla de Jericó, sabía de antemano el resultado,
pero al aproximarse el día del combate, necesitaba una estrategia
específica para obtener la victoria. Probablemente, lo que escuchó al Señor
decir, una parte mostrada en el versículo de hoy, debió haberlo dejado
boquiabierto.
Puede uno imaginar la gran confusión que invadiría a los soldados al
escuchar que debian llevar a cabo esta poco común estrategia de batalla.
Sin embargo, en momentos de duda como estos, es que vale la pena
recordar que la voz de Dios se sobrepone a la nuestra y a nuestras
convicciones dándonos el mejor camino a seguir, siempre que no
olvidemos los tres requisitos para beneficiarnos de sus instrucciones:
– Fe para confiar en Su Poder.
– Coraje y disciplina para obedecerle
– Paciencia para esperar Su respuesta.
Y es que la medida de la solidez de nuestra fe, será siempre proporcional a
la forma de nuestra respuesta. Cuando el Señor nos dé una clara
instrucción a través de su Palabra o su Espíritu, si realmente creemos en Él
y en sus promesas, seguiremos tal instrucción de forma precisa y
completa. De otra manera, dudaremos de obtener la victoria mediante
dichas instrucciones.
Cultivar un espíritu de espera en El Señor, es también una parte esencial
de la obediencia. ¿Qué hubiera pasado si el ejército decidiera desviarse de
los planes de Dios durante los primeros seis días y saltar directamente al
séptimo día de marcha alrededor de Jericó? indudablemente que habrían
perdido la posibilidad de victoria.
¿Cuántas veces le rogamos al Señor que nos guíe, pero dudamos en
obedecer cuando finalmente lo hace? Vivir por fe puede parecer riesgoso
cuando aquello que sucede a nuestro alrededor no parece «lógico» desde
nuestro punto de vista. En esos casos, mantenernos confiados en la
perspectiva eterna y poder ilimitado de Nuestro Padre, nos mantendrá
siempre resueltos a obedecer Su voluntad.

Ora: Señor, disipa de mi corazón toda duda ante Tu voz y Tu guía en la


adversidad. Ayúdame a seguirte confiando en Tu poder infalible, en el
nombre de Jesús, Amén.

Devocional de hoy
Martes 28 DE septiembre de 2021
RENOVADA ESPERANZA
Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones,
sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la
prueba, esperanza. (Romanos 5:3-4)

Préstame tu esperanza por un tiempo, parece que he perdido la mía.


Sentimientos perdidos y sin esperanza me acompañan diariamente, el
dolor y la confusión son mis compañeros.
No sé a dónde ir, mirar hacia el futuro no me da imágenes de esperanza
renovada.
Veo tiempos turbulentos, días llenos de dolor y más tragedia.
Préstame tu esperanza por un tiempo, parece que he perdido la mía.
Coge mi mano y abrázame; escucha todas mis divagaciones, la
recuperación parece tan lejana.
El camino hacia la curación parece largo y solitario.
Préstame tu esperanza por un tiempo, parece que he perdido la mía.
Permanece a mi lado, ofréceme tu presencia, tu corazón y tu amor.
Reconoce mi dolor, es tan real y presente.
Estoy abrumado con pensamientos tristes y conflictivos.
Préstame tu esperanza por un tiempo; llegará un momento en el que me
curaré y compartiré mi renovación, esperanza y amor con los demás
(adaptado del poema «Préstame tu esperanza», de autor desconocido).

El apóstol Pablo nos da la base bíblica para nuestro consuelo y esperanza:


«Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de
misericordias y Dios de todo consuelo; que nos consuela en todas nuestras
aflicciones para que podamos consolar a los que están en cualquier
aflicción con el consuelo con el que nosotros mismos somos consolados por
Dios». Porque así como los sufrimientos de Cristo son nuestros en
abundancia, también nuestro consuelo es abundante por medio de Cristo»
(2 Corintios 1:3-5).
Que tu esperanza este allí siempre presente en el porvenir de paz,
tranquilidad y bienestar que Nuestro Padre amoroso y misericordioso nos
promete, porque no existe oscuridad que pueda prevalecer por siempre ni
apagar su poderosa luz.

Ora: Señor, Te alabo por la esperanza que me garantizan Tus maravillosas


promesas. Ayúdame a ser una fuente de esperanza en todas mis
relaciones y circunstancias actuales, en el nombre de Jesús, Amén.

Devocional de hoy
Lunes 27 DE SEPTIEMBRE de 2021
CUANDO NOS SENTIMOS OLVIDADOS
Y el jefe de los coperos no se acordó de José, sino que le olvidó. (Génesis
40:23)

Tras ser olvidado por el copero, José luchó contra la tentación de


impacientarse y ponerse de mal humor. Al ver esto, el Diablo atacó a José
con más flechas de fuego. El propio Cristo sintió esas flechas cuando el
Maligno le tentó: «Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di
que estas piedras se conviertan en pan.» (Mat. 4:3). De la misma manera,
el Maligno puede haberle dicho a José: «Sigue adelante y continúa tu
miserable lucha. Sabes que tus oraciones son inútiles. Clamas a Dios y
crees en él, pero todo para nada. Esperabas que Dios te librara y te
devolviera el honor porque interpretaste el sueño del copero mayor. Pues
que Dios te salve si le apetece». El Maligno siguió atormentando a José
con sus flechas de fuego, incluso cuando José ya estaba débil y magullado.
Cuando las personas fieles son felices y cuando cantan: «El Señor es mi
fortaleza y mi cántico» (Sal. 118:14), el Maligno se aleja de ellas. Todos
los murmullos y la impaciencia cesan pronto. Cuando los cristianos alaban
y agradecen a Dios, la tentación, el dolor y la incredulidad desaparecen.
El cielo se abre de par en par y el infierno se cierra con palabras como
estas: Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo
en mi boca. (Salmos. 34:1). Pero en cuanto dejamos de alabar a Dios,
vuelven los pensamientos miserables, tristes y solitarios.
Por ello, que nuestra alabanza sea constante, que nuestro servicio al Señor
sea fiel y comprometido y tengamos siempre presente que Él es nuestra
fortaleza. Así no habra fuerza, ni situación que pueda derrumbarnos.
Ora: Señor, que mi corazón y mi espíritu se mantengan fieles en la tarea
de confiar en Ti, seguirte y servirte con fidelidad y disciplina, de forma que
el enemigo sea derrotado y brillen siempre Tu luz, Tu amor y Tus
bendiciones en mi vida, en el nombre de Jesús, Amén.

Devocional de hoy
Sabado 25 DE SEPTIEMBRE de 2021
EN EL MONTE DE JEHOVÁ
Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. (1 Reyes 19:11)

Muy a menudo una reprensión o lo que pensamos es nuestra peor derrota,


puede ser usado por Dios para proveernos con una especie de bendición
disfrazada. Elías necesitaba que lo trataran así para que despertara en él
una comprensión de su temor infundado. Un individuo como él no tenía
derecho a estar indeciso y descontento. Si salía afuera y se ponía en el
monte delante de Jehová en vez de esconderse en una cueva, ¡encontraría
nueva inspiración a través de una nueva visión del poder de Dios! Cuando
estamos viviendo en los bajos niveles de la tierra dejamos de captar las
visiones inspiradoras de Dios, que son el verdadero apoyo de la vida
profética. Debemos salir al sol y ascender al monte si queremos discernir
esas pruebas del poder de Dios que están siempre disponibles para la
renovación de la fe y el fortalecimiento de nuestro carácter, de nuestra
confianza y de nuestro valor.
El reyezuelo de cresta dorada es uno de los pájaros más pequeños que
existe. Se dice que pesa sólo la quinta parte de una onza y sin embargo,
siendo sus alas más frágiles que cualquier otras, se enfrenta a huracanes y
cruza los mares del norte.
A menudo parece en la naturaleza como si la omnipotencia obrara sólo en
los organismos más frágiles; ciertamente la omnipotencia de la gracia se
ve en mayor grado en el aquel que tembloroso pero decidido emprende su
avance a la voluntad de aquello que se ha planteado.
En las praderas norteamericanas, las mariposas se dirigen al oeste en sus
migraciones y avanzan sin detenerse aunque el viento esté en su contra y
el mar enfrente. Las delicadas mariposas son la muestra de la perfección
natural, de la altivez y la determinación; como altivos y determinados
nosotros, al entender que ante cualquier dificultad, Dios estará a nuestro
lado.

Ora: Señor, dame el valor para salir en el monte delante de Ti y recibir la


revelación de las verdades, que esperas, obre en mi vida, siempre
confiado, determinado y dispuesto, sabiendo que Tu presencia es
constante y que nunca me darás una carga demasiado pesada, sin darme
antes las fuerzas para levantarla, en el nombre de Jesús, Amén.
Devocional de hoy
Viernes 24 DE septiembre de 2021
LO DIFÍCIL Y LO IMPOSIBLE
¿Hay para Dios alguna cosa difícil?. (Génesis 18:14)

Una cosa es «nada es imposible» y otra «nada es demasiado difícil».


«Nada es imposible para el que cree» es una verdad sostenible. «Nada es
difícil para el creyente» no existe: es una mentira elaborada que se repite
hasta mentalizarla con el fin de abrir caminos. La primera es una
experiencia que depende de Dios. La segunda es una experiencia que
depende del hombre.
Nada es imposible es una práctica que acompaña la historia de los héroes
bíblicos y que fue claramente anunciada por Jesucristo: «Si tienes una fe
del tamaño de un grano de mostaza, puedes decirle a esta montaña: «Ve
de aquí a allá», y se irá. Nada será imposible para ti» (Mateo 17:20). La
estrategia de «nada es demasiado difícil» no tiene fundamento bíblico.
La Biblia habla de «casos difíciles» (Dan. 5:12), «muchas cosas difíciles de
explicar» (Heb. 5:11), «ciertas cosas difíciles de entender» (2 Pe. 3:16),
«días difíciles» (Job 30:25) y «tiempos difíciles» (2 Tim. 3:1).
El ser humano está rodeado de cosas difíciles, pero no imposibles. Son
difíciles por las limitaciones, y no son imposibles por la existencia de Dios y
nuestro acceso y por supuesto, voluntad constante de llegar a Él. Por eso
el Señor le pregunta a Abraham: «¿Hay algo demasiado difícil para Dios?».
(Gen. 18:14).
Hay ciertos períodos de la vida que son abrumadoramente difíciles. Pueden
ser los «días duros» de Job, caracterizados por la pérdida de todas sus
posesiones, la muerte de un ser querido o como vivimos hoy, una
pandemia devastadora. Pueden ser los «tiempos difíciles» mencionados
por Pablo, caracterizados por una corrupción generalizada que ha puesto
en peligro la fe cristiana (2 Tim. 3:1-9). No se puede negar lo difícil, ni su
existencia ni su complejidad. Sin embargo, hay que saber que de la mano
de Dios podemos, en nuestra imperfección humana, acometer lo difícil y
en Su perfección divina dejar en sus manos, todo lo imposible.

Ora: Señor, retira de mi mente el pensamiento de que no encontraré


situaciones difíciles y abrumadoras, y por el contrario fortaléceme en la
verdad de saber que dichos momentos sucederán, pero podré
atravesarlos, siempre de Tu mano y bajo Tu guía constante y suficiente,
en el nombre de Jesús, Amén.

Devocional de hoy
Jueves 23 DE SEPTIEMBRE de 2021
NO HAY NADA
“No hay nada.” (1 Reyes 18:43)

Elías fue un hombre que supo tener esperanza; esperó con sólida
esperanza hasta que vino la respuesta abundante. Frente a la oscuridad y
a la perplejidad, él siguió esperando porque el mismo Dios de esperanza
vivía dentro de él y esperaba por medio de él. Y no fue avergonzado,
porque sucedió que a la séptima vez su criado dijo: “Yo veo una pequeña
nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar”, ¡y al
poco rato las nubes oscurecieron el cielo y vino una gran lluvia!
Y usted, ¿puede considerar que Dios es fiel aun cuando sólo hable en voz
apacible y delicada? ¿Cuándo no hay viento ni terremoto ni fuego? ¿Puede
usted emprender el camino cuando ve que la nube no es mayor que la
mano de un hombre? Puede usted decir: “No hay nada’, pero espero en ti.
Mi mente está entenebrecida en cuanto al camino que debo tomar, pero tú
lo sabes todo. ¡A ti alzo mis ojos!“
“No hay nada”, aunque la lluvia que se ha necesitado tanto y por tanto
tiempo Ha sido prometida por Jehová, el Padre fuerte y verdadero. Y el
cielo está azul y sin nubes y la tierra sedienta y seca, Mas no parece que
van a venir aguaceros de los depósitos celestiales.
“No hay nada”, pero el profeta cree y confía en la palabra de su Señor;
Porque no es un ídolo mudo, sino el Dios poderoso, omnipotente. Él ha
visto sus obras maravillosas, él cree que todavía es fiel; Así que espera
humildemente con paciencia la perfecta voluntad de Jehová.
“No hay nada”, oh, ¡cuántas veces el enemigo lo declara! No han dado
ningún fruto tus luchas constantes, tus clamores y tus lágrimas. Y el
corazón incrédulo dice: “Nada”; nunca antes su engaño ha sido mayor
Porque la pequeña nube tan esperada aparece a la séptima vez.
“No hay nada”, pero habrá: Dios es todavía el gran “Yo Soy”. Él es ahora
todopoderoso, fiel y siempre lo será;
Y las lágrimas, las luchas y los clamores están registrados en las alturas;
No se han olvidado ni se han descuidado, sino que serán contestadas en el
futuro.
“Sube, come y bebe; porque una lluvia grande se oye.”

Ora: Señor, cuando en mi situación llegue a creer que «no hay nada»
mantenme constante en mi fe y sólido en mi esperanza de modo que
pueda decir: «pareciera que no hay nada, pero hay y habrá porque confío
en la voluntad perfecta de mi Dios todopoderoso», en el nombre de Jesús,
Amén.

Devocional de hoy
Miércoles 22 DE septiembre de 2021
INTENCIONES PURAS
Sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el
evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a
Dios, que prueba nuestros corazones. (1 Tesalonicenses 2:4)

Una de las marcas de este período incierto que transitamos ha sido el


infortunado derrumbe de las estructuras que durante siglos han mantenido
en pie a la familia. En una cultura en la que somos testigos de un notable
deterioro en la capacidad de construir relaciones sanas con el semejante,
las bases que la sustentan se ven comprometidas.
El resultado de esta insuficiencia es que llegamos a la adultez sin poseer
las herramientas necesarias para edificar relaciones robustas y maduras.
Nuestro acercamiento al prójimo está viciado por el egoísmo y la urgencia
de encontrar en otros lo que deberíamos haber recibido en el entorno de
nuestro propio hogar de origen.
Este apremio muchas veces yace escondido en lo más profundo del
subconsciente. Enturbia, de manera inevitable, las aparentes buenas
intenciones con las que nos acercamos a los demás. Nos conduce hacia
relaciones donde el objetivo siempre es sacarle algo a la otra persona. El
beneficio anhelado puede ser la aprobación de los demás, el cultivar
vínculos que apacigüen el dolor subyacente que atormenta nuestra
existencia o, incluso, el sacarle un rédito económico al prójimo.
El apóstol Pablo no desconocía esta tendencia, tan antigua como la
existencia del ser humano mismo. Por esto, se siente en la necesidad de
aclararle a la iglesia de Tesalónica: «Porque nunca usamos de palabras
lisonjeras, como sabéis, ni encubrimos avaricia; Dios es testigo; ni
buscamos gloria de los hombres; ni de vosotros, ni de otros, aunque
podíamos seros carga como apóstoles de Cristo»
La exhortación de Pablo es una muestra de cuán maravillosa es la preciosa
libertad que alcanzamos cuando el Señor nos libra de la necesidad de
agradar o usar a los hombre No necesitamos que los demás piensen bien
de nosotros. No requerimos su aprobación, porque hemos decidido vivir
buscando agradar a Aquél que está por encima de todo imperio humano.
Hemos entendido que toda valoración humana está construida sobre
presupuestos frágiles y apreciaciones defectuosas. Solamente nuestro
buen Padre celestial ve con absoluta nitidez las intenciones y las
motivaciones escondidas de nuestro corazón. Por esto, su opinión es la
única que realmente tiene peso. Saberlo nos hace libres de la aprobación o
desaprobación de los demás.

Ora: Señor, quita de mi corazón el egoísmo que pueda poner en riesgo las
relaciones que disfruto con las personas que más amo. Líbrame de las
maniobras que tienen como objetivo conseguir que las cosas sean siempre
como yo quiero. Enséñame a amar como tú amas, buscando lo mejor para
los demás, aun cuando signifique que yo deba sacrificar mis más
profundos anhelos, en el nombre de Jesús, Amén.

Devocional de hoy
Martes 21 DE SEPTIEMBRE de 2021
RENOVAR EL ENTENDIMIENTO
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la
renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la
buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. (Romanos 12:2)

¿Cómo veremos las cosas cuando la sabiduría de Dios haya llegado a ser
parte de nuestro propio pensamiento? ¿Cómo se verá esa mente renovada
y transformada del creyente? Hay tres reorientaciones radicales por las
que debemos pasar. Comenzaremos a entender nuestro tiempo, nuestros
tesoros y nuestros talentos de manera distinta. Estaremos en un lugar
dramáticamente distinto al que estuvimos alguna vez y nuestra
perspectiva reflejará el cambio. Nuestros ojos escudriñarán nuevas alturas
y nuestros deseos se inclinarán en nuevas direcciones. Somos una
creación nueva; aprenderemos a vivir como tal.
¿Cómo llegamos allí? ¿Cambiamos repentinamente o poco a poco? ¿Es por
la diligencia de nuestro esfuerzo o por el don misericordioso de Dios? ¿Es
un asunto de mucho estudio o de desarrollo de nuestro espíritu? La
respuesta es «todo lo anterior».
Dios nos dará su mente; podemos estar seguros de eso. Él nos la da por
las misericordias de su buena voluntad y porque es generoso con todos
sus hijos. No obstante, también requiere de una diligencia que investigue
su Palabra, que busque su guía, que coopere con su plan, que reciba su
corrección y que espere pacientemente su providencia. Debemos
perseverar audazmente en nuestro ambicioso ímpetu de recibir el regalo
totalmente gratuito de la sabiduría de Dios.
Si alguna vez conociste el poder de la transformación de Dios, pero desde
entonces te dejaste caer en una vida híbrida de lo nuevo y de lo viejo,
quizás hayas perdido de vista el llamado constante de la creación nueva.
En cualquier caso, deja que tu mente sea transformada y que tu vida sea
renovada una y otra vez. Es un proceso de toda la vida para el creyente,
una obra de la que solo Dios conoce el día de su conclusión. Nunca te
conformes con el statu quo. Nunca llegues a estar satisfecho contigo
mismo, ni te quedes estancado. Nunca pierdas de vista el llamado de Dios
de ascender de los caminos de este mundo hacia el corazón de su
voluntad.
La diferencia entre la mundanalidad y la vida de Dios, es una mente
renovada.
Ora: Señor, renueva cada día mi mente, moldea mi corazón y entrena mi
Espíritu, siempre anclado en las verdades de Tu Palabra, de forma que
pueda renovar mi entendimiento de aquello que quieres de mi y de la obra
que quieres que acometa, para glorificarte y servir a Tu plan, en el nombre
de Jesús, Amén.

Devocional de hoy
Lunes 20 DE SEPTIEMBRE de 2021
CON DIOS NO EXISTE SOLEDAD
Cuando no era más que uno solo lo llamé, y lo bendije. (Isaías 51:2)

Un célebre aristócrata y estadista escocés una vez le dijo a un


corresponsal que él estaba “arando en su surco solitario”. Siempre que
Dios ha necesitado a alguien que haga algo grande para Él, lo ha enviado
al “surco solitario”. Lo ha llamado a ir solo.
Tal vez tenga usted que llegar a ser la persona más solitaria de la tierra,
pero si eso sucede, usted siempre podrá ver las carrozas de Dios a su
alrededor, aun veinte mil, y miles de miles, y entonces se olvidará de su
soledad.
Si usted ha tomado el arado, no lo suelte hasta que haya terminado de
arar el campo. “No nos cansemos.” (Gálatas 6:9)
Dijo una vez el pastor americano, Theodore L. Cuyler: «Después de estar
muy perplejo e indeciso, no sabiendo si debía o no aceptar un llamado
atractivo, abrí el Libro y leí: ¿Para qué discurres tanto, cambiando tus
caminos? (Jeremías 2:36)
Su campo de actividad presente puede ser limitado, pero usted no está
limitado por su campo. Los grandes hombres han surgido del surco
solitario. Los grandes hombres han arado solos y al dejar estas cosas han
grabado sus nombres en la historia. Hay alturas inimaginables, lugares
inconcebibles para el que sigue adelante. Por lo tanto, estando en el valle,
siga adelante, buscando las colinas. Un día mirará hacia atrás con sorpresa
y entonces, volviéndose, seguirá adelante con nuevo valor.»
¡Usted fue creado para remontarse, no para volar sobre el terreno más
bajo!
«Un alma solitaria ardiendo con el amor de Dios puede hacer que todo el
universo arda.» (Hechos 2:41. Apocalipsis 5:11)

Ora: Señor, cuando me sienta sólo, saca de mi corazón esa tristeza y


cámbiala por la alegría de saber que cuento contigo y que Tu mano
poderosa me guía hacia los destinos maravillosos de Tu grandiosa
voluntad, en el nombre de Jesús, Amén.
Devocional de hoy
Sábado 18 DE SEPTIEMBRE de 2021
CUANDO TE SIENTAS OPRIMIDO
Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti,
y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás
tú solo. (Números 11:17)

¿Alguna vez te han pedido que aceptes una tarea que sabías que era
demasiado grande o difícil y que no implicaba ninguna recompensa
tangible? Tal vez un servicio voluntario en la iglesia o en tu comunidad, o
tal vez una responsabilidad que pensabas era demasiado abrumadora para
ti. Esa tarea que parece ser abrumadora, se hace más difícil cuando
aquellos a los que sirves parecen no apreciar tus esfuerzos. A cambio del
esfuerzo, recibes egoísmo, y cualquier iniciativa de cambio es recibido
como protesta. En esos momentos puedes estar tentado de decirle al
Señor como lo hizo Moisés: » ¿Por qué has hecho mal a tu siervo?…No
puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es pesado en
demasía.» (Num 11:11,14).
Los israelitas se revolcaban en la oscuridad de la amargura, echando la
culpa a Dios y a su líder elegido. En vez de ver la mano de Dios
trabajando, culparon a Moisés y al Señor por todo lo que les decepcionó.
Así que su sufrimiento continuó.
Hay una diferencia crucial entre la queja de los israelitas en el desierto y
las lamentaciones de Moisés. El pueblo se quejó entre sí, pero Moisés fue
sabio y tomo la decisión de mostrar el peso de su carga, a quién de verdad
podía hacer algo por el: Dios. Como resultado, El Señor prometió enviar
nuevos líderes que le ayudaran a llevar dicha carga.
Cuando pensamos haber arado en nuestro desierto de preocupaciones,
problemas o circunstancias que parecen fuera de control; o cuando
nuestro esfuerzo por otros no es recompensado o agradecido, no te
resientas en quejas como el Pueblo israelita, por el contrario lleva, como
Moisés, tus preocupaciones a Dios. Porque Él jamás «dejará caído al
justo», y porque allí donde terminan nuestras fuerzas, justo ahi comienzan
las suyas.

Ora: Señor, Te entrego las áreas más pesadas y desalentadoras de mi


vida. Te pido perdón por las veces que he tratado de enfrentar la situación
con mi propia fuerza. Por ello pongo en Tus poderosas manos cada una de
las cargas que hoy detienen mi avance, sabiendo que aún cuando me
quede sin fuerzas, contaré con las tuyas para seguir adelante, en el
nombre de Jesús, Amén.

Devocional de hoy
Viernes 17 DE septiembre de 2021
EL PASO NECESARIO
Pase ahora mi señor delante de su siervo, y yo me iré poco a poco al paso
del ganado que va delante de mí, y al paso de los niños. (Génesis 33:14)

Que cuadro tan magnífico nos presenta Jacob con el cuidado que tuvo con
el ganado y con los niños! El no permitía que se les forzase a marchar más
de lo que podían, ni aun por un solo día. El no los conducía con la misma
rapidez que un hombre fuerte como Esaú podía caminar, sino que
esperaba que ellos caminasen solamente lo que podían soportar. El sabía
con exactitud la distancia que podían recorrer durante el día, y se pasaba
las horas pensando y meditando en el arreglo de las marchas.
El había hecho este mismo viaje algunos años antes y conocía todo lo
referente a su aspereza, calor y distancia por experiencia personal. Y así,
él dijo: «y yo me iré poco a poco…por cuanto vosotros no habéis pasado
antes de ahora por este camino.» (Josué 3:4)
Es cierto que no hemos pasado antes por este camino, pero el Señor, sí.
Para nosotros es terreno que esta sin pisar y que desconocemos, pero El
conoce todo por experiencia personal. Los trozos de pendiente que cuando
por ellos caminamos nos cortan la respiración, el terreno pedragozo que
lástima nuestros pies, los lugares calurosos que recorremos y nos
consumen porque no hay ni una sombra con que ampararse; los ríos
impetuosos que atravesamos , pero por todo esto ha pasado Nuestro
Padre Celestial antes de nosotros. » El conoce nuestra naturaleza; El
recuerda que somos polvo.» Piensa sobre ésto, cuando estés tentado a
inquirir sobre la dulzura con que El nos guía. El siempre está recordado, y
no permitirá que vayas un paso más allá de lo que tu pie pueda soportar.
No te importe si crees que no has de poder dar el próximo paso; porque
una de dos, o El te fortalecerá para que lo des, o te mandará que hagas un
alto inmediato, y no tendrás necesidad de darlo.

Ora: Gracias Padre porque conoces mi camino y el paso necesario, al que


puedo y debo marchar, dame sabiduría para entenderlo y obedecerte, en
el nombre de Jesús, Amén.

DEVOCIONAL DE HOY
JUEVES 16 DE septiembre de 2021
LA VERDADERA FE, CONQUISTA
Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio
voces, diciendo: !!Señor, sálvame! Al momento Jesús, extendiendo la
mano, asió de él, y le dijo: !!Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? Y
cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento. Entonces los que
estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres
Hijo de Dios. (Mateo 14:30-33)

¡La fe puede conquistar todos los obstáculos!


Algunas personas insisten en mantener a distancia a Cristo, esperando que
los obstáculos desaparezcan para entonces acercarse a Él. Cuando los
cielos económicos sean más brillantes; cuando las dudas se hayan
aclarado; cuando el dolor de la tristeza se haya mitigado: entonces irán a
Jesús, Pedro, sabiendo que el Maestro estaba cerca, con fe sublime le pidió
que le permitiera ir a Él a través de las aguas agitadas. El temor casi lo
vence, pero aun así Jesús lo levantó de la mano.
Siempre hay tormentas de dificultad y dudas que nos asaltan.
Las preguntas sin respuesta y el problema de errores espantosos siempre
están batallando contra los propósitos benévolos de Cristo. No permita que
las tormentas lo mantengan lejos de la presencia consoladora de Cristo.
¡Haga de las tormentas un puente y acérquese a Él!
Cuando Jesús se levanta, la tormenta cesa. La calma viene del poder de su
presencia. Cuando un hombre fuerte y callado interviene de manera
imponente en medio de una multitud de pendencieros ruidosos, su misma
presencia los avergüenza y acalla su alboroto; así Jesús se introduce entre
las fuerzas de la naturaleza y éstas se aquietan al instante.

Ora: Señor, dame una fe tan fuerte, que no sienta temor ni miedo ni
dudas ante los obstáculos, sino la plena confianza de que podrán ser
superados, siempre en los tiempos perfectos de Tu voluntad, porque Tu
presencia nos acompaña y nos guía en todo momento, en el nombre de
Jesús, Amén.

Devocional de hoy
Miercoles 15 DE SEPTIEMBRE de 2021
DIOS PUEDE
Y hablaron contra Dios, diciendo: ¿Podrá poner mesa en el desierto?
(Salmo 78:19)

«¿Podrá Dios?»¡Qué pregunta tan lamentable! Excluyó a Israel de la tierra


prometida. Y nosotros estamos en peligro de cometer el mismo error.
¿Podrá Dios encontrarme un trabajo o proveer alimento para mis hijos?
¿Podrá Dios guardarme de caer en ese pecado que me domina? ¿Podrá
Dios sacarme de este lazo en que estoy enredado? Miramos las
dificultades, las marejadas que se levantan y decimos: Si es que puedes
hacer algo, ¡ayúdanos! Ellos dijeron: “¿Podrá Dios?” Eso ofendió a Dios
profundamente. No vuelva a decir: “¿Podrá Dios?” Más bien diga: “¡Dios
puede!” Eso aclarará muchos problemas. Lo ayudará a superar muchas
dificultades en su vida.
No hay fuerza en la incredulidad.
¿Ha alcanzado la vida del pueblo de Dios el límite máximo de lo que Dios
puede hacer por ellos? ¡Seguro que no! Dios tiene lugares nuevos y
nuevos desarrollos y nuevos recursos. ¡Él puede hacer cosas nuevas, cosas
inauditas, cosas secretas! Ensanchemos nuestro corazón y no lo limitemos.
“Cuando, haciendo cosas terribles cuales nunca esperábamos, descendiste,
fluyeron los montes delante de ti” (Isaías 64:3).
Debemos desear y creer. ¡Debemos pedir y esperar que Dios hará cosas
inesperadas! porque de solo de Él fluyen los montes, sólo en Él hallamos
nuestra roca y refugio, solo ante Él podemos encontrar soporte para
nuestras pesadas cargas. Debemos establecer nuestra fe en un Dios de
quien los hombres no saben lo que Él ha preparado para los que esperan
en Él. El Dios hacedor de maravillas… debe ser el Dios de nuestra
confianza.
¡El Dios hacedor de maravillas puede sobrepasar nuestras expectativas!

Ora: Señor, quita de mi corazón cualquier duda, que durante las pruebas,
circunstancias apremiantes, dificultades de la vida, pueda sentir, en medio
de la angustia y el temor. Que mi fe no tambalee nunca ni pregunte si
podrás, sino que por el contrario esté seguro de que Tu poder es perfecto
y no falla, y pudiendo asi, decir con total certeza «Tú, Padre, todo lo
puedes», en el nombre de Jesús, Amén.

Devocional de hoy
Martes 14 DE septiembre de 2021
MOVIDOS POR EL AFECTO
“Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor,
como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros”
(Efesios 5:1-2)

En las escrituras de hoy, somos llamados a ser imitadores de Dios.


a transmitir con nuestras acciones y obras, su amor y sacrificio, alejando
de nuestra actuación las necedades, palabras deshonestas y demás formas
que nos alejan de honrar al Señor. Asimismo somos llamados a contribuir
con el fruto de nuestras obras al desarrollo de otros, de manera que estos
puedan observarnos también como ejemplos de como conducirse para
cumplir el propósito del Señor en sus vidas.
La palabra nos enseña que Dios enaltece a aquellos que con sus buenos
frutos, conducen a otros a su desarrollo en Él. Asi, Salmos 75:6-7
establece: «Porque ni de oriente ni de occidente, Ni del desierto viene el
enaltecimiento. Mas Dios es el juez; A éste humilla, y a aquél enaltece».
Encuentra hoy el camino del buen ejemplo.
Hazte consciente de la forma en que estas actuando, y procura con tu
comportamiento servir de modelo a otros, siempre en El Señor.
Imitar a Cristo, actuando conforme a su ejemplo en nuestras vidas, es
convertirnos en su instrumento para servir a otros y guiarlos a alcanzar los
objetivos que El Señor tenga para ellos.
Sigamos hoy el buen ejemplo de Dios.

Ora: Señor, quiero imitarte, seguir tu ejemplo y convertirme en un modelo


que sirva a otros en su desarrollo. Dame sabiduría para tomar las
decisiones correctas y de esa forma ser, con mis dones y capacidades
instrumento de tu acción y propósito en la vida de los que me rodean, en
el nombre de Jesús, Amén.

Devocional de hoy
Lunes 13 DE septiembre de 2021
MI PADRE ME ACOMPAÑA
«Y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo»
(Juan 16:32)

Durante nuestra vida siempre hemos contado, afortunadamente, con


muchos amigos. Solemos compartir y hacer diversas actividades juntos.
Aunque nos damos cuenta de que tener muchas personas a nuestro
alrededor, no es garantía de evitar la soledad, porque a pesar de contar
con su apoyo la mayor parte del tiempo, las inquietudes y aflicciones que
nos embargan en ciertos momentos, sólo podran ser superadas
acercándonos a Dios en profunda oración.
En las escrituras de hoy, se evidencia como Jesús experimentó y dio
cuenta de este tipo de soledad. En su maravilloso y desprendido servicio
en nombre del Señor, seguro se percató de esa misma soledad en la
mirada de los leprosos, en la voz tenue de los ciegos y con mayor
intensidad ese día en que sus seguidores más cercanos lo abandonaron.
Sin embargo, al asegurar que el abandono de sus discípulos era el reflejo
fiel del cumplimiento de la profecía, Jesús expreso su inalterable confianza
en El Señor al asegurar: «y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el
Padre está conmigo» (Juan 16:32) Jesús asumió como necesario su
destino y descanso en El Padre, por nosotros, esa gran carga.
Como seres humanos, serán constantes los momentos de soledad, incluso
aquellos que no pueden superarse de manera sencilla, con aquellas
personas cercanas cuyo apoyo es incondicional. Pero en esos momentos
debemos recordar el ejemplo de Jesús y asumir con la misma fe que Dios
está con nosotros siempre. En nuestra condición de seres humanos, todos
experimentaremos momentos de soledad, pero Cristo nos ayuda a
entender que nuestro Padre celestial está con nosotros siempre. Él es
omnipresente y eterno; el único que puede acompañarnos todo el tiempo y
para todo.

Ora: Señor, gracias por estar presente para mí en cualquier momento.


Sólo Tú me escuchas y das respuesta a mis súplicas, Sólo Tu rescatas mi
alma y espíritu de las más desoladoras aflicciones que invaden mi corazón.
Gracias Señor, en el nombre de Jesús, Amén.

Devocional de hoy
Sabado 11 DE SEPTIEMBRE de 2021
TRES LUCES
Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la
voluntad del que me envió (Juan 6:38)

Dice el doctor F. B. Meyer que una noche oscura sin estrellas, cuando
estaba atravesando el canal irlandés, se paró en la cubierta junto al
capitán y le preguntó: “¿Cómo reconoce usted el puerto de Holyhead en
una noche tan oscura como ésta?” El capitán le contestó: “¿Ve usted esas
tres luces? Las tres deben estar en línea una detrás de la otra como una
sola y cuando las vemos tan unidas sabemos la posición exacta de la
entrada del puerto.”
Cuando queremos conocer la voluntad de Dios hay tres cosas que siempre
coinciden: el impulso interno, la Palabra de Dios y las circunstancias. Dios
en el corazón, impulsándolo a avanzar; Dios en el Libro, corroborando lo
que dice en el corazón; y Dios en las circunstancias, que siempre indican
su voluntad. Nunca comience hasta que estas tres cosas concuerden.
Deténgase en la encrucijada, listo para caminar o correr, y no tendrá que
esperar mucho tiempo.
Cuando no estamos muy seguros si doblar a la izquierda o a la derecha,
¿no es una bendición que aparezca una señal a la vista? Si no hubiera
señales vagaríamos extraviados por muchos kilómetros y en la dirección
equivocada si no conocemos el camino.
Dios ha puesto sus señales en el camino desconocido y tortuoso de la vida.
Cuando estamos tropezando a ciegas con el peso de nuestra carga, Él
guiará nuestros pasos aunque la senda tenga curvas y recodos. De alguna
manera Él nos guía: por medio del Libro, de una canción, de un amigo…
En las horas inciertas y oscuras, no tenemos que tener temor. Cuando
estemos en la encrucijada y haya que tomar decisiones, aunque la
trayectoria sea desconocida y la luz sea muy tenue, tenga la seguridad de
que está por aparecer una señal en el camino.
Guardemos silencio ante Él y creamos que, aun ahora, los mensajeros se
apresuran por el camino con la orden o la dirección o la ayuda que
necesitamos.

Ora: Señor, gracias por las señales que pones en mi camino para guiarme
hacia el destino final de Tu grandiosa voluntad. Ayúdame a no pasarlas por
alto Padre, en el nombre de Jesús, Amén.

Devocional de hoy
Viernes 10 DE septiembre de 2021
ENCONTRANDO EL BRILLO
«Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me
envió; y el que me ve, ve al que me envió. Yo, la luz, he venido al mundo,
para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas. Al que
oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a
juzgar al mundo, sino a salvar al mundo» (Juan 12:44-47)

En las bellezas naturales de la región de Potosí, se encuentra la Caverna


de Umajalanta, la caverna más profunda del país con casi 8 km de
extensión. en el trayecto para llegar a la cueva, se observan hermosas
formaciones rocosas, aves nocturnas, murciélagos y pequeños ecosistemas
en perfecto equilibrio. Sin embargo, luego de adentrado el recorrido, la
oscuridad se torna de alguna manera aprensiva y causa cierta angustia,
una ves saliendo de la cueva, como que hay alivio al ver nuevamente la
luz del día.

La experiencia natural es grandiosa, pero a su vez muy reflexiva. Nos


recuerda, con esa prolongada ausencia de luz, lo opresiva que puede ser la
oscuridad y cuanto necesitamos, en nuestras vidas mantener iluminado el
camino para hacer constante la paz y regocijo en nuestros corazones.
Vivimos en un mundo oscurecido por la maldad, por una lucha entre el
bien y el mal, entre lo correcto y lo incorrecto, entre la justicia y la
injusticia, que necesita cada día más encontrar esa luz que le permita
restaurar su naturaleza de verdadera creación de Dios.

En las escrituras de hoy, observamos como Jesús se hace ejemplo de esa


luz necesaria, para devolver a la humanidad su propósito original: Yo, la
luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no
permanezca en tinieblas. El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que
me envió; y el que me ve, ve al que me envió.
Las palabras de Jesús verdaderas y sabias no dejan lugar a dudas de que
nuestro camino, debe ser su camino porque En Él, no solo tenemos la luz
de la salvación, sino al único que puede indicarnos como encontrar el brillo
en medio de la oscuridad espiritual que ha ganado terreno en este mundo.
Que sea Jesús nuestra fuente de Luz.

Ora: Señor, permíteme encontrar la luz de Tu presencia, cuando me


embargue la oscuridad, haciendo de Tú camino, mi camino para encontrar
la paz y regocijo que mi corazón necesita y que sólo Tú amor puede
brindarme, en el nombre de Jesús, Amén.

Devocional de hoy
Jueves 09 DE septiembre de 2021
DESPEJE NUESTRA VISIÓN
«En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor» (Isaías 6:1)

Tenemos que quitar nuestros ojos de los demás para que podamos tener
una visión completa de Jesús. Moisés y Elías tuvieron que pasar para que
fuera posible la visión de Jesús nada más. En el año que murió el rey
Uzías, — dice Isaías — vi yo al Señor. Sus ojos y sus esperanzas habían
estado en el poderoso y victorioso líder terrenal y con su muerte todas
estas esperanzas se habían hundido en la desesperación. Pero las estrellas
salen cuando las luces de la tierra desaparecen. Fue entonces que la
verdadera visión y la vida de Isaías comenzaron. Sólo cuando sus ojos
quedaron totalmente despejados de los obstáculos que le impedían la
visión completa, pudo Él asirse del nuevo panorama de verdadera vida que
le aguardaba.
No es suficiente ver al Señor a la par de otras cosas y personas. Lo que
necesitamos es que Él llene toda nuestra visión, todo nuestro cielo, todo
nuestro corazón, todos nuestros planes y todo nuestro futuro. Lo que Él
quiere de nosotros es el “primer amor”, en otras palabras, el lugar
supremo; y en realidad Él no puede, de una manera satisfactoria, ser nada
para nosotros hasta que no lo sea todo.
Él puede llenar totalmente nuestro ser y sin desalojar ningún afecto u
ocupación legítimos. Puede armonizar con todo de tal manera, controlarlo
todo de tal manera, llegar a ser la misma esencia de todo pensamiento y
toda delicia de tal manera que podamos en verdad decir: “Para mí el vivir
es Cristo”, porque “El amor de Cristo [me] constriñe”, me separa de todo
lo demás, como un torrente contenido en su estrecho cauce, de modo que
yo viva, no para mí mismo, sino “para el que me amó y se dio a sí mismo
por mí.”

Ora: Señor, danos nuestra propia experiencia de percepción apartando los


obstáculos que nos impiden sentir tu total presencia; condúcenos a
nuestro propio monte de la visión, permite que nuestro Moisés y Elías
pasen y que no veamos a más nadie, sino sólo a Ti, en el nombre de
Jesús, Amén.

Devocional de hoy
Miercoles 08 DE SEPTIEMBRE de 2021
LA VIRTUD DE LA PACIENCIA
Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová.
(Salmo 27:14)

La paciencia es una de las virtudes más difíciles de entender. Oramos a un


Dios omnipotente. Sabemos que él es capaz de ayudarnos en cualquier
momento. Sabemos que él, que se define a sí mismo como «amor» y que
dio a su Hijo por nosotros, no se resiste a ayudarnos. Así que cuando le
pedimos a ese Dios que intervenga en nuestras circunstancias, ¿por qué
hay frecuentemente tanto atraso?
En ninguna parte de la Biblia Dios nos promete respuestas instantáneas a
nuestras oraciones. Sus promesas de responder a la oración son
asombrosas y tranquilizadoras, pero ninguna de ellas tiene un calendario.
Él solo nos asegura que nunca se tarda demasiado, pero en nuestra
impaciencia, no queremos una respuesta que simplemente «no sea
demasiado tarde». Queremos una respuesta ya. Tenemos necesidades, y
no entendemos por qué esas necesidades tienen que prolongarse.
Sin embargo, Dios tiene sus razones. Tal vez nuestras necesidades se
prolongan porque logran algo en nosotros que nada más lo hará. Tal vez
están siendo prolongadas porque Dios está realizando un trabajo necesario
en la vida de alguien más que está involucrado en nuestra situación. Tal
vez nos está enseñando sobre la oración o perfeccionando nuestra fe. Tal
vez incluso nos está permitiendo identificarnos con Jesús en el
compañerismo de sus sufrimientos. Después de todo, su propósito
principal es formarnos a la imagen de Cristo. ¿Cómo podemos ser
formados si no nos identificamos con él en su dolor?
A veces Dios nos deja claro que nuestra respuesta se ha atrasado porque
la tardanza avanzará su obra en nuestro propio corazón o en otra área. A
veces no nos da una razón en absoluto. La respuesta sabia del cristiano,
en cualquier caso, es saber que si esperamos en Dios, tiene que haber una
muy buena razón. Y si esperamos con fe y expectativa, la espera será
ampliamente recompensada. Su tiempo siempre es perfecto.

Ora: Señor, enséñame la virtud de la paciencia, concédeme el don de


saber esperar reconociendo que en ese tiempo de continuo aguardar, estás
trabajando en mi corazón, en mi mente, en mi espíritu o en cualquier otra
área de mi vida donde deseas que me fortalezca para glorificarte en mayor
manera y ser obediente a Tu voluntad, en el nombre de Jesús, Amén.
Devocional de hoy
Martes 07 DE SEPTIEMBRE de 2021
GUARDA LA PUERTA DE MIS LABIOS
Pon guarda a mi boca, oh Jehová; Guarda la puerta de mis labios. No
dejes que se incline mi corazón a cosa mala, A hacer obras impías Con los
que hacen iniquidad; Y no coma yo de sus deleites. (Salmos 141:3-4)

Quédese callado! Cuando el problema esté amenazando, ¡quédese callado!


Cuando la calumnia se esté levantando, ¡quédese callado! Cuando hieran
sus sentimientos, ¡quédese callado, por lo menos hasta que se haya
recuperado de su agitación! Las cosas se ven diferentes con los ojos
serenos.
Cuando estás intranquilo, molesto, y tomas decisiones, que crees son las
correctas, podrás lamentarlo despues.
¡El tiempo obra maravillas! Espere hasta que pueda hablar con calma y
entonces quizás ya no será necesario que hable. Algunas veces el silencio
es lo más poderoso que se puede concebir. Es la fuerza en toda su
magnitud; es como un regimiento al que le han ordenado guardar silencio
en el furioso fragor de la batalla.
Precipitarse sería mucho más fácil. No se pierde nada aprendiendo a
quedarse callado.
El silencio es un gran pacificador.

Ora: Señor, en momentos de rabia, decepción o indignación puedo sentir


que es mucho para mi el quedarme callado y no responder en medio de la
frustración del daño recibido. Por ello te pido que no me permitas decir
una palabra errada o vana O irreflexiva; sino que por el contrario pongas
sello sobre mis labios y sobre mi corazón inundes con la paciencia
necesaria para hacer silencio, y en la serenidad, afrontar siempre bajo Tu
guía y Tu respaldo aquella situación que me cause dolor, en el nombre de
Jesús, Amén

Devocional de hoy
Lunes 06 DE septiembre de 2021
SEGUROS EN SUS MANOS
«Y cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa. Y
mientras ellos salían, Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y
moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis
seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados.» (2 Crónicas 20:20)

¿Cómo reacciona ante un problema grande para el que parece no haber


solución? Después de considerar todos los ángulos y no ver una salida, ¿se
llena de pánico o se hunde en la desesperación? Los creyentes en
Jesucristo debemos recordar que hay otra opción: orar y confiar en el
Señor.
Los versículos de hoy ofrecen un relato magnífico y detallado de la notable
fe de Josafat. Cuando el reino de Judá fue amenazado por un gran y
poderoso enemigo, el rey respondió buscando al Señor. Su oración se basó
en las promesas divinas y en la dependencia total de Dios que tenía Judá
para su salvación. Como respuesta, el Señor envió un mensaje
reconfortante a través de un profeta, y Josafat le dijo al pueblo: “Creed en
Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis
prosperados.” (2 Cr 20.20).
Este es un buen consejo para nosotros hoy, porque nuestro único
fundamento verdadero en tiempos de problemas es el Señor y su Palabra.
La oración de Josafat es un modelo que podemos imitar. Cuando venimos
con humildad ante Dios y basamos nuestras peticiones de oración en las
verdades y promesas que encontramos en las Sagradas Escrituras,
podemos confiar en que Él hará sin duda lo que ha dicho.

Ora: Señor, que siempre tenga como fundamentos de mi confianza y


victoria sobre las adversidades, Tu presencia poderosa y Tu Palabra sabia,
de forma que pueda hallar en Tu carácter y en Tus promesas infalibles, la
fe de saber que harás en mi vida cada una de las cosas que nos has
prometido, en el nombre de Jesús, Amén.

Devocional de hoy
Sábado 04 DE septiembre de 2021
EL AMOR SOBRE LA ENVIDIA
«El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es
jactancioso, no se envanece» (1 Corintios 13:4)

Muchas veces podemos pensar que la vida es injusta y que tenemos


menos de lo que merecemos. Pensamos que nuestro esfuerzo no se ha
correspondido con nuestra realidad y al ver a otros, llegamos, a formarnos
la opinión de que tal vez ellos tengan cosas que por su forma de actuar
pudieran no merecer. Allí empieza a sembrarse en nosotros, sin saberlo y
tal vez por esa desmotivación momentanea, uno de los sentimientos que
mas limita nuestro crecimiento y maduración, al caminar junto a Dios: La
Envidia.
La envidia es un sentimiento, especialmente negativo, no sólo por el daño
que genera sino por la facilidad con la que puede invadir el corazón. Al
ocupar algún espacio en él, sólo empezamos a compararnos con otros, a
ver si nuestra realidad es mejor o peor y a sentirnos, si no nos satisface la
respuesta, inconformes, molestos y hasta vacíos. Además la envidia nos
impide amar verdaderamente y nos invita a competir, perseguir solo lo
material y en consecuencia llegar a la infelicidad.
El amor es el don espiritual universal que el Señor nos ha regalado. Nos ha
dotado con la maravillosa capacidad de amar a otros, profunda, verdadera
y honestamente, sin ataduras, sin prejuicios. Si por sentimientos como la
envidia, disminuimos nuestra capacidad de amar, significa sin dudas que
nos estamos alejando de Dios.

Si en algún momento tu corazón ha sido invadido por algún sentimiento de


envidia, recuerda en ese instante, el amor puro que el Señor te ha dado,
sin sufrimientos, benigno, expresado en ti como creación única.
Dios tiene un plan para tu vida; diariamente recuerda obrar en ese plan y
has cambios positivos que te permitan entender y recorrer ese camino.
Cuando te determinas a ser la persona que el Señor te ha llamado a ser,
encontrarás tu propósito y la envidia ya no tendrá espacio en tu corazón.
Abrirás así las puertas a la satisfacción y regocijo en cuerpo y espíritu que
sólo el Señor puede darte.

Ora: Señor, me guías en cada paso y me recuerdas en el camino, las


maravillosas bendiciones que has traído a mi vida. Ayúdame a no olvidar,
la abundancia de esos dones que de ti he heredado, de manera que la
envidia no tenga lugar en mi corazón, en el nombre de Jesús, Amén.

Devocional de hoy
Viernes 03 DE SEPTIEMBRE de 2021
MIRAR A DIOS
Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios
de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a
Dios. (Éxodo 3:6)

Durante el terremoto a Haití, un amigo tuvo la oportunidad de ir a una


misión humanitaria a apoyar a las víctimas de aquel fatal acontecimiento.
Este es uno de sus testimonios de esa experiencia: “Apenas llegué a
Puerto Príncipe, me encontré rodeado de una pobreza y miseria
inigualables, incluso en zonas donde el terremoto no se había manifestado.
Los ojos de los niños hambrientos, la angustia de las madres haciendo
tortas de barro para alimentarlos; toda la desidia que allá reinaba, me
enseñaron que estamos lejos de un buen mundo”
El hizo su reflexión en términos de la justicia en la tierra, pero la mía fue
relacionada con el hecho de que mi amigo, en su apoyo a aquellas
personas estaba llevando a la práctica la esencia más pura de nuestra fe,
que el mismo Cristo dejo como legado para nosotros: “Dame de Comer,
Vísteme, Conóceme, Ámame.”
Mi amigo se encontró cara a cara con El Señor, incluso sin estar consciente
de ello, pero para Él no fue en la mejor de la situaciones justo como
sucedió con Moisés. Y es que a veces olvidamos que Dios es paciente,
creativo y nos conoce más de lo que nos conocemos a nosotros mismos y
además puede en ocasiones llamarnos a encontrarlo en lugares fuera de
nuestra zona de comodidad.
Así como Moisés, así como mi amigo, podemos ser probados, alejados de
nuestra estabilidad y ser víctimas de la angustia, miedo y pánico. En esos
momentos recuerda que Dios tras bastidores te está moldeando mediante
esas cargas, cambiándote en la creación que debes ser.
Vence en En El Señor, mediante su palabra. Él dice: “No temas, porque yo
estoy contigo”

Ora: Señor, tu que eres dueño de toda la misericordia y compasión, guía


mis manos y mi corazón, para obrar victorioso ante el miedo y la angustia.
Sé paciente conmigo y hazme sabio para reconocer que todo lo puedo
cuando estoy contigo, en el nombre de Jesús, Amén.

Devocional de hoy
Jueves 02 DE SEPTIEMBRE de 2021
CALMANDO NUESTRAS TORMENTAS
Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado. Y
despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había
también con él otras barcas. Pero se levantó una gran tempestad de
viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. Y
él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le
dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? Y levantándose,
reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se
hizo grande bonanza (Marcos 4:35-39)

En el transitar de nuestras vidas, existen las tormentas naturales de


problemas y decepciones, que suelen ocurrir y tienden a juntarse y
dejarnos sin respiro. Apenas te preparas para enfretarte a una, observas
que la otra ya se acerca.
En un momento todo parece perfecto, el viento está a tu favor, el océano
calmo y el sol radiante. Pero en un instante, se acerca la lluvia como
presagio a la tormenta y tu bote empieza a tambalearse en el violento
mar. ¿A dónde puedes ir ahora? ¿Qué Cosas puedes hacer para sortear
esas tormentas y salir victorioso? Los marineros cuentan con sus equipos
de navegación, GPS, satélites y otras herramientas, pero nosotros: ¿Qué
equipos podemos usar para navegar tranquilos las tormentas de la vida?
En las escrituras de hoy, vemos como la única herramienta disponible para
los discípulos en esa apremiante situación, era su confianza en Jesús. En el
relato este les indicó que cruzaran el mar de Galilea, y se fue a dormir. De
forma repentina se desencadenó una feroz tormenta que puso sus vidas en
riesgo, por lo que despertaron a Jesús diciendo: «Maestro, ¿no tienes
cuidado que perecemos?». Jesús respondió levantándose y aplacando en el
poder del Señor la tormenta.
Con cualquier problema al que te enfrentes esta semana, confía en las
herramientas que Dios te ha dado para navegar a través de los
acontecimientos negativos que pueden ocurrir en tu vida: El amor de tu
familia, de tus amigos, la sabiduría de las escrituras y su guía compasiva y
paternal.
Recuerda, todos atravesamos tormentas (enfermedades, soledad,
problemas financieros, enemistades), y El Señor a veces las permite, Sin
embargo, como lo dicta su palabra, Él prometió no abandonarnos nunca
(Hebreos 13:5) y por ello, nos mantendrá calmos ante cualquier
tormenta.

Ora: Señor, oro por aquellos que se encuentran hoy en medio de una
gran tormenta. Está presente en ellos, confórtalos y guíalos por el camino
correcto. Confío en tu cuidado para que también me acompañes en mis
propias tormentas, en el nombre de Jesús, Amen.

Devocional de hoy
Miercoles 01 DE septiembre de 2021
RETOMANDO EL CAMINO
«Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me
hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi
alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre» (Salmos
23:1-3)

Muchas veces en la vida hemos debido atravesar circunstancias en las que


nos hemos sentido perdidos y sin dirección. Situaciones en donde abundan
las preguntas sin respuestas y en donde el camino a seguir es difícil de
determinar. Nos sentimos como David al plasmar en las escrituras del
Salmo 23 su plena confianza en Dios por la difícil situación que atravesaba
en ese momento.
David se encontraba huyendo de Saúl cuando escribió este salmo. Debía
escapar de las manos de un rey que quería asesinarlo, luego de haberlo
desterrado a la fuerza de un reino que por derecho divino debía ocupar.
Confiado en que el Señor daría consuelo a su alma, lo alabó haciendo una
analogía entre su antiguo trabajo, cuando era un joven que pastoreaba
las ovejas de su padre, con el trabajo que El Señor hace por cada uno de
sus hijos. Asi como el pastor que protege a su rebaño de las amenazas
sembradas en lobos, leones y osos, Dios cuidaba de él en ese valle de
muerte que representaba ser forajido de la voluntad del rey enemigo.
En el momento en que nos encontramos sin dirección, debemos ser
conscientes como David, de que no hay mejor pastor que El Señor.
Él nos ama y nos guiará, no solamente mostrándonos el camino, sino
entregándose Él mismo, por ser su naturaleza la misericordia.
Asimismo debemos recordar que fuimos creados por Él y dotados con un
propósito. El Apóstol Pablo dice algo magnífico en Efesios 2:10 que
debemos asimilar e internalizar: “Porque somos hechura suya, creados en
Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para
que anduviésemos en ellas.” Somos en consecuencia el fruto del trabajo
de Dios y como su fruto debemos buscar ese propósito. haciendo uso
efectivo de los dones que nos ha regalado. sirviéndole en ellos con espíritu
de gratitud.
Pensemos en David y en su realidad diaria. Aprendamos de su fe y como
confiaba en que el Señor lo guiaría a través del camino, sabiendo las
grandes dificultades que debía sortear. Así, cuando nos quedemos sin
dirección, cuando el rumbo no esté claro, pidámosle al Señor el camino, Él
nos creó con un propósito y será Él quien nos dé el próximo paso a seguir.

Ora: Señor, confío en Tu sabiduría que responde mis preguntas sin


respuesta. Creo en Tu poder que determina la naturaleza de todas las
cosas y descanso en Tu cuidado, que ante cada circunstancia en la que he
perdido la dirección, me protege de caer. Gracias Señor, en el nombre de
Jesús, Amén.

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