Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1-CONFIANZA EN EL SEÑOR
Quiero decirte Señor Jesús con toda confianza y con libertad, que te
amamos, pero luego me acuerdo de Pedro, que luego de haberte
jurado que por Ti lo daría todo, sufrió de una terrible debilidad que
hizo que hasta negara conocerte. No queremos dejarnos llevar, ni
confiar en las intenciones del corazón, sino que seas Tú siempre
nuestra guía y nuestro estandarte, no queremos vernos como Judas,
que aún, siguiendo el proyecto de su salvación, que realizó también
curaciones y expulsó demonios en tu nombre, se dejó llevar por sus
malas pasiones y terminó por venderte por unas monedas de plata.
Dios Mío, por eso cada día pedimos tu dirección y la confianza para
siempre presentarnos ante tu estrado, radiantes y dignos de
confianza-
Marcos 11:24 Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo lo que
estén pidiendo en oración, y lo obtendrán.
Oración
Dios bueno y eterno, Altísimo Señor, solo tú eres digno de toda
suprema alabanza y adoración. En el nombre de Jesús vengo a ti
Padre amado, tú eres el dueño de la tierra y cuanto la llena, el mundo
y quienes lo habitan, tú eres soberano sobre todo y todos. Oramos en
este día por el país en el que me encuentro, oro por la paz,
prosperidad y seguridad. Ayúdanos Señor a ser un país obediente a
tus estatutos, conviértenos en un pueblo que se goce en tu Palabra,
en tu presencia y declare tus promesas. Líbranos de la maldad, del
odio y de la corrupción, Dios mío haz resplandecer tu sol de justicia
sobre este pueblo, danos la victoria como país que nos unimos a
clamarte. Inclina tu oído Señor y escucha el clamor de cada
ciudadano que reside en este país bendecido y ungido por tu Espíritu
Santo, declaro que la compuerta de los cielos se abre a favor de este
país, declaro que tienes control absoluto de las autoridades y los
llenas de tu temor y sabiduría, pues tu palabra dice: «Ahora, pues, oh
reyes, sed prudentes; Admitid amonestación, jueces de la tierra.
Servid a Jehová con temor, Y alegraos con temblor».
Salmo 121:7-8 El Señor te protegerá; de todo mal protegerá tu vida. El
Señor te cuidará en el hogar y en el camino, desde ahora y para
siempre.
+++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
La confianza en Dios
2019-11-14
Confiando en Dios en tiempos de prueba
Señor, abre nuestros ojos para que poda mos ver lo que ya
está allí. Abre nuestro corazón para que podamos creer lo
que ya está allí. Fortalece la fe para que pueda confiar que
Tú estás rodeando lo que me rodea. Lo más probable es que
Tú no retires la cortina que separa el reino físico del
espiritual para que podamos ver, pero podemos estar
seguros que estamos rodeados por una hueste celestial de
ángeles, lista para protegernos en nuestras luchas más
profundas. Gracias Señor. En el Nombre de Jesús, Amén.
Conclusión
(1) Es preciso saber que Dios lo creó todo y es el soberano de todo, y tener fe en que
todos los acontecimientos y cosas están en Sus manos. Solo así es posible confiar en Él y
respetarlo.
(2) Con la práctica de la confianza y el respeto por Dios es posible contemplar Sus actos y
conocer Su omnipotencia y sabiduría, con lo que poco a poco se consigue venerarlo y
someterse a Él.
(3) Es preciso enaltecer la grandeza de Cristo. Solo Cristo puede expresar la verdad. Con fe
en que las palabras de Dios todo lo alcanzan, es posible seguir a Cristo y dar testimonio de
Él con naturalidad.
(4) Ante las pruebas y tribulaciones, es preciso buscar la verdad y orar a Dios de acuerdo
con Sus palabras con la finalidad de comprender Su voluntad. Solo es posible mantenerse
firme en el testimonio poniendo en práctica la verdad.
¿Cómo debes practicar la admiración a Dios y depender de Él? Algunas personas dicen:
“Tengo poca edad, mi estatura es pequeña y llevo poco tiempo creyendo en Dios. No sé
cómo admirar a Dios, así que recurrir a Él es difícil para mí. Tampoco sé cómo depender de
Dios.” ¿Es este un problema? ¿Admirar a Dios es una doctrina vacía? ¿Es una formalidad?
No. Algunas personas dicen: “La mayoría de las cosas por las que recurrimos a Dios son
nuestros deberes. No necesitamos recurrir a Dios con relación a nuestras propias
pequeñeces personales. Dios no se preocupa por ellas.” ¿Es correcta esta interpretación?
(No, es equivocada.) Entonces, ¿en qué cosas las personas deben admirar a Dios? (En
todas las cosas.) ¿Qué quiere decir “todas las cosas”? (Independientemente de si un asunto
es grande o pequeño, debemos recurrir a Dios y depender de Dios.) Algunos implican las
cosas de la humanidad normal, tales como cepillarte los dientes, lavarte la cara y comer.
Está bien que manejes estas cosas tú mismo, pero debes orar y admirar a Dios cuando te
topes con situaciones excepcionales. Supón que tu estómago te está causando malestar
hoy y está afectando tus deberes. Para esto debes orar, diciendo: “Oh, Dios, mi estómago
me está causando malestar hoy. ¿Comí algo equivocado, pesqué un enfriamiento o me
estás disciplinando por no estar dedicado a mis deberes? Oro a Ti por iluminación y guía.”
Debes clamar a Dios de esta manera; esto es lo que es “recurrir a Dios.” Pero no debes
permitir que el que recurras a Dios influencie todas tus actividades de la humanidad
normal. Después de orar y recurrir a Dios, debes ir y tener tu comida como siempre. No
puedes comer tu comida, entonces encuentra algo más adecuado para comer. Si te duele
mucho el estómago, entonces toma alguna medicina y también debes orar y buscar.
Debes trabajar con las cosas con las que deberías trabajar en la humanidad normal y no
buscar sentimientos. Pero aun así debes buscar y recurrir a Dios en este asunto. Después,
es posible que Dios te alumbrará por medio de algún asunto, y te darás cuenta
inconscientemente de que has mostrado algún comportamiento durante tus deberes que
no es tan bueno. Después de que te has dado cuenta de esto, debes entonces reflexionar
de inmediato. Debes confesar tus pecados y arrepentirte delante de Dios: “Oh, Dios, mi
propósito está mezclado cuando hago mis deberes, confío en mi propia voluntad. Soy
muy caprichoso y he afectado al progreso de mis deberes. Doy gracias por Tu disciplina y
por Tu reproche. No haré esto otra vez. Oro a Ti para que me perdones esta vez.” Después
de que oras, tu corazón está en paz. Y, sin darte cuenta, tu enfermedad mejora poco a
poco. El hombre debe hacer lo que debe hacer, pero mientras lo está haciendo, no debe
olvidar depender de Dios; esta es una manera de práctica. Cuando recurres a Dios, es
posible que Él no te dé ningún sentimiento ni ninguna idea clara, mucho menos ninguna
dirección clara, pero Él te permite algo de entendimiento. O tal vez esta vez no has
entendido nada, sin embargo ¿está bien que recurras a Dios? El que las personas
practiquen de esta manera no se hace para seguir reglas sino más bien es la necesidad en
sus corazones y es como el hombre debería practicar. No es que puedas obtener
iluminación y guía cada vez que recurres a Dios y apelas a Dios. Este estado espiritual en la
vida del hombre es normal y natural, y recurrir a Dios es la interacción normal con Dios en
los corazones de las personas.
Algunas veces, esperar en Dios no significa pedirle que haga algo utilizando palabras
específicas o solicitarle una guía o protección específica. Más bien, es cuando las personas
se encuentran con algún problema que pueden clamar a Él de una manera sincera. Así
pues, ¿qué hace Dios cuando las personas claman a Él? Cuando el corazón de alguien se
conmueve y esa persona piensa “Oh, Dios. Yo no puedo hacer esto por mí mismo; no sé
cómo hacerlo y me siento débil y negativo…”, cuando surgen estos pensamientos en ella
¿acaso Dios no lo sabe? Cuando claman a Dios de esta manera, con sinceridad, ¿Dios
accede a ayudarles? A pesar del hecho de que tal vez no hayan pronunciado una sola
palabra, muestran sinceridad y, así, Dios accede a ayudarles. Cuando alguien se encuentra
con una dificultad especialmente espinosa, cuando no tiene a nadie a quien acudir y
cuando se siente particularmente indefenso, pone toda su esperanza en Dios. ¿Cómo son
sus oraciones? ¿Cuál es su estado mental? ¿Es esa persona sincera? ¿Existe alguna
adulteración en ese momento? Es sólo cuando confías en Dios como si Él fuera lo último a
lo que puedes aferrarte para salvar tu vida, esperando que Él te ayude, que tu corazón es
sincero. Aunque tal vez no hayas dicho mucho, tu corazón ya se ha conmovido. Esto es,
que le das tu corazón sincero a Dios y Dios escucha. Cuando Dios escucha, ve tus
dificultades, y te esclarecerá, te guiará y te ayudará.
Por muy débil y pasivo que seas, por muy agraviado y negativo que te sientas, díselo a
Dios. No trates a Dios como a un extraño, puedes ocultárselo a cualquiera, pero no se lo
ocultes a Él, porque Dios es el único del que puedes depender, el único que puede
salvarte. Estas cosas solo se resuelven si la gente se presenta ante Dios. Depender de otros
no sirve de nada. Por eso, cuando la gente se topa con aquello que más puede debilitarla
y volverla pasiva, los más sabios son los que pueden presentarse ante Dios y confiar en Él.
Solo los insensatos se alejan y se ocultan más de Dios cuando surgen acontecimientos
importantes y cruciales, cuando su necesidad de confiar en Él es mayor, mientras rumian
estas cosas en su corazón. ¿Y qué ocurre cuando siguen dándole vueltas? Estos agravios
se convierten en oposición, y la oposición se convierte en resistencia y en un clamor
contra Dios. Estas personas se vuelven incompatibles con Él, y su relación con Dios se
rompe completamente. Pero cuando te encuentras con esa debilidad y pasividad, eliges
seguir presentándote ante Dios, aceptas Su soberanía sobre ti, aceptas Sus orquestaciones
y arreglos, tienes una actitud de obediencia, y cuando Dios ve tu sinceridad y tu debilidad,
Él sabe cómo guiarte, cómo sacarte de la debilidad y la pasividad. Y así, bajo la guía de
Dios, estas cosas se vuelven insignificantes. Sin que te des cuenta, Dios te ayuda a
disiparlas, hallas inconscientemente una salida, te fortaleces y ya no eres débil. Al
recordarlo, te preguntas cómo fuiste tan infantil en tu debilidad de entonces. Pero así de
infantiles son las personas. Sin el apoyo de Dios, nunca podrán pasar de ser infantiles y
estúpidos a ser maduros. La gente se vuelve cada vez más madura y adulta solo cuando,
mientras experimentan estas cosas infantiles, aceptan y se someten poco a poco a la
soberanía de Dios, y se enfrentan activamente a estos asuntos, buscando el principio y la
voluntad de Dios. Se da el caso contrario de los que cuanto más se encuentran con estas
cosas, más se alejan de Dios, más se esconden, se resisten y se oponen a Él. No le
comunican nada ni leen Sus palabras, nada de eso forma parte de su estado.