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Concepto "desarrollo sustentable"

En el caso Gabcikovo-Nagymaros, la Corte Internacional de Justicia aborda por vez primera


en forma central el derecho ambiental y construye jurídicamente el concepto de desarrollo
sustentable.

Con fecha 16 de septiembre de 1977, Hungría y Checoslovaquia firman un tratado


bilateral denominado: "Tratado sobre Construcción y Explotación del Sistema de Esclusas
Gabcikovo-Nagymaros". El Tratado de 1977 entró en vigor el 30 de junio de 1978. El
tratado prevé la construcción y explotación del Sistema de Esclusas por las partes como una
"inversión conjunta" siendo diseñado para obtener una "amplia utilización de los recursos
naturales de la sección Bratislava-Budapest del río Danubio, con el objeto del desarrollo de
los recursos de agua, energía, transporte agricultura y otros sectores de la economía
nacional de las partes contratantes". Las obras del Proyecto comenzaron en 1978.

Debido a una fuerte crisis económica interna, Hungría solicita congelar el proyecto de presa
(1981). En octubre de 1983 en Praga, ambas partes convienen en retrasar las obras y
posponer la inauguración de las plantas.

A su vez, expertos húngaros manifiestan sus reservas en cuanto al proyecto, por el


potencial daño ambiental que podría provocar de concretarse. Posteriormente, mediante
un protocolo firmado el 6 de febrero de 1989, acordaron acelerar el Proyecto.

De resultas de las intensas críticas que el proyecto había generado en Hungría, el 13 de


mayo de 1989 el Gobierno de ese país decidió suspender las obras en Nagymaros hasta que
se realizaran varios estudios que las autoridades competentes tenían previsto concluir
antes del 31 de julio de 1989.

El 21 de julio de 1989, el Gobierno de Hungría prorrogó la suspensión de las obras en


Nagymaros hasta el 31 de octubre de 1989 y, además, suspendió las obras en Dunakiliti
hasta la misma fecha. Por último, el 27 de octubre de 1989, Hungría decidió abandonar las
obras en Nagymaros y mantener el statu quo en Dunakiliti.

Durante ese período, se celebraron negociaciones entre las partes. Además,


Checoslovaquia comenzó a examinar soluciones alternativas. Una de ellas, a saber, una
solución alternativa posteriormente denominada "variante C", entrañaba una desviación
unilateral del Danubio por parte de Checoslovaquia en su territorio,

La conducta de Hungría dio lugar a la imposibilidad de poner en marcha el sistema de


trabajos que en el Tratado se describía expresamente como "único e indivisible".
La Corte considera a continuación la cuestión de si, en 1989, existía un estado de necesidad
que habría permitido a Hungría, sin incurrir en responsabilidad internacional, suspender y
abandonar los trabajos que se había comprometido a realizar de conformidad con el
Tratado de 1977 y los instrumentos conexos.

La Corte observa, en primer lugar, que el estado de necesidad es un motivo reconocido por
el derecho internacional consuetudinario para eximir de ilicitud a un acto que no esté de
conformidad con una obligación internacional. Además, la Corte considera que ese motivo
para eximir de ilicitud únicamente puede aceptarse de manera excepcional.

Checoslovaquia había mantenido que la opción por la variante C y su puesta en marcha no


constituían hechos internacionalmente ilícitos; Eslovaquia mantuvo ese argumento.

Eslovaquia se refirió a lo que describía como "principio de la aplicación aproximada" para


justificar la construcción y la puesta en marcha de la variante C. Eslovaquia explicó que era
la única posibilidad que tenía "para cumplir no sólo los objetivos del Tratado de 1977, sino
para continuar cumpliendo su obligación de aplicarlo de buena fe".

El 19 de mayo de 1992, el Gobierno húngaro transmitió al Gobierno checoslovaco una


Declaración en la que le notificaba la terminación por Hungría del Tratado de 1977 a partir
del 25 de mayo de 1992. En una carta de la misma fecha del Primer Ministro húngaro al
Primer Ministro checoslovaco, se especificaba que la causa inmediata de la rescisión era la
negativa de Checoslovaquia, expresada en su carta de 23 de abril de 1992, a suspender los
trabajos sobre la Variante C.

Mediante escrito de 2 de julio de 1993, Reconociendo que las Partes afectadas no han
podido resolver estas diferencias mediante negociaciones; Deseando que estas diferencias
sean resueltas por la Corte Internacional de Justicia;

Que solicito ESLOVAQUIA a la corte;

1. Que el Tratado entre Checoslovaquia y Hungría de 16 de septiembre de 1977 relativo a la


construcción y explotación del Sistema de Esclusas de Gabcikovo/Nagymaros, e
instrumentos conexos, y del que la República Eslovaca es sucesora reconocida, es un
tratado en vigor y lo ha sido desde la fecha de su celebración; y que la notificación de
terminación por la República de Hungría el 19 de mayo de 1992 carecía de efectos jurídicos.

2. Que la República de Hungría no tenía derecho a suspender y posteriormente abandonar


las obras del Proyecto Nagymaros y de la parte del Proyecto Gabcikovo cuya
responsabilidad el Tratado de 1977 atribuía a la República de Hungría.

3. Que el acto de proceder y poner en funcionamiento la Variante C, la “solución


provisional”, era lícito.
4. Que, por tanto, la República de Hungría debe cesar inmediatamente toda conducta que
impida la aplicación plena y de buena fe del Tratado de 1977 y debe adoptar todas las
medidas necesarias para cumplir sin más demora sus propias obligaciones en virtud del
Tratado, con el fin de restablecer el cumplimiento del Tratado.

5. Que, como consecuencia de sus incumplimientos del Tratado de 1977, la República de


Hungría está obligada a pagar, y la República Eslovaca tiene derecho a recibir, una
indemnización íntegra por los daños y perjuicios causados a la República Eslovaca por
dichos incumplimientos, más los intereses y el lucro cesante, en las cuantías que determine
el Tribunal en una fase posterior del procedimiento en este caso.”

Que solicito HUNGRIA a la corte;

(1) Que el Tratado de 16 de septiembre de 1977 nunca ha estado en vigor entre la


República de Hungría y la República Eslovaca;

(2) que la República Eslovaca es responsable ante la República de Hungría del


mantenimiento en vigor de la “solución provisional” antes mencionada;

(3) que la República Eslovaca es internacionalmente responsable de los daños y perjuicios


sufridos por la República de Hungría y por sus nacionales como consecuencia de la
“solución provisional

(4) que la República Eslovaca tiene la obligación de reparar dichos daños y perjuicios,
debiendo el Tribunal determinar el importe de dicha reparación, si las Partes no llegan a un
acuerdo al respecto en el plazo de seis meses a partir de la fecha de la Sentencia del
Tribunal;

(5) que la República Eslovaca tiene las siguientes obligaciones

(a) devolver las aguas del Danubio a su curso a lo largo de la frontera internacional entre la
República de Hungría y la República Eslovaca, es decir, el canal navegable principal tal como
se define en los tratados aplicables;

(b) devolver el Danubio a la situación en que se encontraba antes de la entrada en vigor de


la solución provisional; y

(c) Proporcionar garantías apropiadas contra la repetición de los daños y pérdidas sufridos
por la República de Hungría y por sus nacionales.”

Argumentos de Hungría para dar por terminado el Tratado;


1-Existencia de un estado de necesidad; La Corte observa que, aun cuando se considere
que existe un estado de necesidad, ello no constituye un motivo suficiente para rescindir un
tratado. Solamente puede invocarse para exonerar de responsabilidad a un Estado que no
haya cumplido un tratado.

2-La imposibilidad de cumplir el Tratado; En este caso tal régimen no había dejado
definitivamente de existir. Ya que, mediante negociación, a realizar las adaptaciones
necesarias entre los imperativos económicos y los imperativos ecológicos.

3-La modificación fundamental de las circunstancias; Los artículos 15, 19 y 20, del tratado,
tienen por objeto incorporar los cambios, es por esto que no existió, según la corte una
modificación fundamental.

4-La infracción material del Tratado por Checoslovaquia; El argumento principal de


Hungría para invocar la infracción material del Tratado estribaba en la construcción y
puesta en marcha de la variante C. la Corte considera que la notificación de la rescisión por
Hungría el 19 de mayo de 1992 fue prematura. Hasta ese momento no se había producido
una infracción del Tratado por Eslovaquia.

5-El establecimiento de nuevas normas de derecho internacional ambiental; La Corte


observa que ninguna de las partes sostuvo que hubiesen surgido nuevas normas
imperativas de derecho ambiental desde la concertación del Tratado de 1977; y, por
consiguiente, la Corte no habrá de examinar el alcance del artículo 64 de la Convención de
Viena sobre el Derecho de los Tratados (que se refiere a la nulidad y terminación de un
tratado cuando surgen nuevas normas imperativas de derecho internacional (jus cogens). Y
que de haber existido podían incorporarlas mediante la aplicación de los artículos 15, 19 y
20 del Tratado.

EL TRIBUNAL DE JUSTICIA DECIDIO:

(1) Visto el artículo 2, apartado 1, del Acuerdo especial,

A. Declara, por catorce votos contra uno, que Hungría no tenía derecho a suspender y
posteriormente abandonar, en 1989, las obras del Proyecto Nagymaros y de la parte del
Proyecto Gabcikovo cuya responsabilidad le atribuían el Tratado de 16 de septiembre de
1977 y los instrumentos conexos;

B. Declara, por nueve votos contra seis, que Checoslovaquia tenía derecho a proceder, en
noviembre de 1991, a la “solución provisional” descrita en los términos del Acuerdo
Especial;

C. Declara, por diez votos contra cinco, que Checoslovaquia no tenía derecho a poner en
práctica, a partir de octubre de 1992, esta “solución provisional”;
D. Declara, por once votos contra cuatro, que la notificación, el 19 de mayo de 1992, de la
terminación del Tratado de 16 de septiembre de 1977 y de los instrumentos conexos por
Hungría no tuvo por efecto jurídico la terminación de los mismos;

(2) Vistos el artículo 2, párrafo 2, y el artículo 5 del Acuerdo especial,

A. Declara, por doce votos contra tres, que Eslovaquia, como sucesora de Checoslovaquia,
pasó a ser parte del Tratado de 16 de septiembre de 1977 a partir del 1 de enero de 1993;

B. Declara, por trece votos contra dos, que Hungría y Eslovaquia deben negociar de buena
fe a la luz de la situación imperante y adoptar todas las medidas necesarias para garantizar
la consecución de los objetivos del Tratado de 16 de septiembre de 1977, según las
modalidades que acuerden;

C. Declara, por trece votos contra dos, que, a menos que las Partes acuerden otra cosa,
debe establecerse un régimen operativo conjunto de conformidad con el Tratado de 16 de
septiembre de 1977;

D. Declara, por doce votos contra tres, que, salvo acuerdo en contrario de las Partes,
Hungría deberá indemnizar a Eslovaquia por los daños sufridos por Checoslovaquia y por
Eslovaquia a causa de la suspensión y abandono por parte de Hungría de obras de las que
era responsable; y Eslovaquia deberá indemnizar a Hungría por los daños sufridos a causa
de la puesta en funcionamiento de la “solución provisional” por parte de Checoslovaquia y
de su mantenimiento en servicio por parte de Eslovaquia;

E. Declara, por trece votos contra dos, que la liquidación de las cuentas relativas a la
construcción y explotación de las obras debe efectuarse de conformidad con las
disposiciones pertinentes del Tratado de 16 de septiembre de 1977 y de los instrumentos
conexos, teniendo debidamente en cuenta las medidas que hayan adoptado las Partes en
aplicación de los puntos 2 B y C del presente fallo.

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