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Debido a una fuerte crisis económica interna, Hungría solicita congelar el proyecto de presa
(1981). En octubre de 1983 en Praga, ambas partes convienen en retrasar las obras y
posponer la inauguración de las plantas.
La Corte observa, en primer lugar, que el estado de necesidad es un motivo reconocido por
el derecho internacional consuetudinario para eximir de ilicitud a un acto que no esté de
conformidad con una obligación internacional. Además, la Corte considera que ese motivo
para eximir de ilicitud únicamente puede aceptarse de manera excepcional.
Mediante escrito de 2 de julio de 1993, Reconociendo que las Partes afectadas no han
podido resolver estas diferencias mediante negociaciones; Deseando que estas diferencias
sean resueltas por la Corte Internacional de Justicia;
(4) que la República Eslovaca tiene la obligación de reparar dichos daños y perjuicios,
debiendo el Tribunal determinar el importe de dicha reparación, si las Partes no llegan a un
acuerdo al respecto en el plazo de seis meses a partir de la fecha de la Sentencia del
Tribunal;
(a) devolver las aguas del Danubio a su curso a lo largo de la frontera internacional entre la
República de Hungría y la República Eslovaca, es decir, el canal navegable principal tal como
se define en los tratados aplicables;
(c) Proporcionar garantías apropiadas contra la repetición de los daños y pérdidas sufridos
por la República de Hungría y por sus nacionales.”
2-La imposibilidad de cumplir el Tratado; En este caso tal régimen no había dejado
definitivamente de existir. Ya que, mediante negociación, a realizar las adaptaciones
necesarias entre los imperativos económicos y los imperativos ecológicos.
3-La modificación fundamental de las circunstancias; Los artículos 15, 19 y 20, del tratado,
tienen por objeto incorporar los cambios, es por esto que no existió, según la corte una
modificación fundamental.
A. Declara, por catorce votos contra uno, que Hungría no tenía derecho a suspender y
posteriormente abandonar, en 1989, las obras del Proyecto Nagymaros y de la parte del
Proyecto Gabcikovo cuya responsabilidad le atribuían el Tratado de 16 de septiembre de
1977 y los instrumentos conexos;
B. Declara, por nueve votos contra seis, que Checoslovaquia tenía derecho a proceder, en
noviembre de 1991, a la “solución provisional” descrita en los términos del Acuerdo
Especial;
C. Declara, por diez votos contra cinco, que Checoslovaquia no tenía derecho a poner en
práctica, a partir de octubre de 1992, esta “solución provisional”;
D. Declara, por once votos contra cuatro, que la notificación, el 19 de mayo de 1992, de la
terminación del Tratado de 16 de septiembre de 1977 y de los instrumentos conexos por
Hungría no tuvo por efecto jurídico la terminación de los mismos;
A. Declara, por doce votos contra tres, que Eslovaquia, como sucesora de Checoslovaquia,
pasó a ser parte del Tratado de 16 de septiembre de 1977 a partir del 1 de enero de 1993;
B. Declara, por trece votos contra dos, que Hungría y Eslovaquia deben negociar de buena
fe a la luz de la situación imperante y adoptar todas las medidas necesarias para garantizar
la consecución de los objetivos del Tratado de 16 de septiembre de 1977, según las
modalidades que acuerden;
C. Declara, por trece votos contra dos, que, a menos que las Partes acuerden otra cosa,
debe establecerse un régimen operativo conjunto de conformidad con el Tratado de 16 de
septiembre de 1977;
D. Declara, por doce votos contra tres, que, salvo acuerdo en contrario de las Partes,
Hungría deberá indemnizar a Eslovaquia por los daños sufridos por Checoslovaquia y por
Eslovaquia a causa de la suspensión y abandono por parte de Hungría de obras de las que
era responsable; y Eslovaquia deberá indemnizar a Hungría por los daños sufridos a causa
de la puesta en funcionamiento de la “solución provisional” por parte de Checoslovaquia y
de su mantenimiento en servicio por parte de Eslovaquia;
E. Declara, por trece votos contra dos, que la liquidación de las cuentas relativas a la
construcción y explotación de las obras debe efectuarse de conformidad con las
disposiciones pertinentes del Tratado de 16 de septiembre de 1977 y de los instrumentos
conexos, teniendo debidamente en cuenta las medidas que hayan adoptado las Partes en
aplicación de los puntos 2 B y C del presente fallo.