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Riohacha – la guajira

Colegio de bachillerato sagrado corazón de Jesús

Proyecto investigativo sobre la ablación genital femenina en


comunidades Embera Chami

Propuesta presentada por los estudiantes:


Luisa Fernanda Acuña Rizo
Mayle Saurith Said Flórez
2020
¿La ablación genital femenina en comunidades Embera Chami,
sería una violación a los derechos de la mujer?

Luisa Fernanda Acuña Rizo


Mayle Saurith Said Flórez

Trabajo presentado como proyecto para la asignatura:


Lenguaje

Presentado al docente:
Jaqueline herrera
Colegio de bachillerato sagrado corazón de Jesús
Lenguaje
Riohacha – la guajira
2020
INTRODUCCIÓN

Podemos observar que desde épocas pasadas, la mujer ha sido maltratada


física, psicológica y moralmente por el hombre, el desconocimiento de sus
derechos y el autoritarismo que se ejerce sobre ellas, buscan acabar con su
condición de alta importancia en la sociedad y en el núcleo familiar. En
algunos lugares del mundo, existen prácticas puntuales que atentan contra el
género femenino de una forma brutal, cruel y fría, esta clase de violencia
puede resumirse, sin lugar a dudas, en tres palabras que se tratará en esta
investigación: Mutilación Genital Femenina.

La comunidad internacional a lo largo de los años, a través de agencias


nacionales unidas UNICEF (Fondo de las naciones unidas) y la OMS
(Organización Mundial de la Salud) han trabajado por la erradicación de la
mutilación genital femenina y el concientizar a los países donde se practica,
que se trata de una de las más graves y arrasadoras violencias de género, y ha
sido considerada un asunto de derechos humanos y de salud pública. Este tipo
de práctica ha sido prohibida en algunos países del continente Africano, donde
se creía que solo era realizada en tribus o pequeñas poblaciones; aunque no
hay ley específica para la MGF países como Senegal, Mauritania, entre otros,
se han dado a la tarea de intentar regular y sancionar este maltrato contra la
mujer. La UNICEF en diversos artículos y documentos relacionados con el
tema, establece que la mutilación genital femenina no es más que la
extirpación parcial o total ya sea del clítoris, de los labios mayores o menores
o de estas tres partes que componen el órgano genital femenino, para lo cual
se utilizan elementos básicos para llevar a cabo este procedimiento, el cual es
realizado sin ningún tipo de anestésico y debido a creencias religiosas las
cuales se arraigan generacionalmente. Este tipo de violencia, se presumía que
se encontraba solo en África, en parte de Arabia Saudí, entre otros lugares,
pero hace algunos años, se descubrió que esta práctica no solo era cuestión de
lugares remotos, y que se realizaba en América Latina, específicamente en
Colombia en la comunidad indígena Embera Chami. Desde entonces,
organismos nacionales e internacionales, han buscado afanosamente erradicar
esta práctica, pero no es tarea fácil lidiar con esta problemática, puesto que se
encuentra rodeada de derechos culturales, rituales ancestrales y el legado de
millones de generaciones anteriores, que para las comunidades Embera
Chami, priman ante el derecho de cualquiera de las mujeres y niñas que han
pasado o están por pasando, por este rito sin marcha atrás.
Justificación:

¿La ablación genital femenina en comunidades Embera Chami sería una


violación a los derechos de la mujer?
La ablación o también conocida mutilación genital femenina (MGF), la cual
consiste en retirar, mutilar e intervenir parte tanto parcial como total de los
órganos genitales externos femeninos, entre ellos los labios mayores, los
labios menores y/o el clítoris.
Este proceso en general es realizado como un proceso ritual, frecuentemente
sin anestesia y bajo condiciones nos estériles.
El presente proyecto tiene como motivación expresar tanto los problemas que
deja en las niñas y mujeres en las cuales se lleva a cabo este proceso, con el
fin de garantizar la eliminación de esta práctica en los países del mundo donde
es considero algo primordial.
Además, es considerado mundialmente como una violación a los derechos
humanos, debido a que mayormente son realizados en menores de edad que
tienen que ser sometido a la fuerzas y en bebés recién nacidos, todas ellas con
un alto riesgo de muerte.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

El tema de la ablación femenina para muchas personas era un concepto


aislado y lejano a la realidad de sus culturas, creencias y costumbres.
El continente Africano fue el primero en mostrar lo que venía ocurriendo con
relación al maltrato contra la mujer, la comunidad internacional manifestó que
se estaban llevando a cabo rituales bajo creencias religiosas y otro tipo de
bases como históricas o morales, para atentar contra la integridad física de las
niñas y mujeres mutilando los genitales de forma primitiva, sin ninguna clase
de anestésico.
En el año 2007 se puso en evidencia que en Colombia, en los departamento
de Risaralda, Caldas y Chocó, eran realizada este tipo de práctica. Se
prendieron las alarmas por un suceso específico de una adolescente de la
cultura Embera de 17 años de edad, quien entra al centro de salud por una
hemorragia genital, su situación fue tan crítica que le causó la muerte.
Para el sacerdote Jesús Flórez López, Vicario pastoral indígena de la diócesis
de Quibdó, capital del Chocó, señaló que este tipo de práctica se realiza desde
hace mucho tiempo atrás, pues en dicha cultura los indígenas creen que al
quitar el clítoris evitan que las mujeres sean víctimas de una malformación en
el futuro. No es para evitar el placer sexual, o al menos eso es lo que ellos
afirman.
Desde ese entonces, se inició una lucha nacional e internacional por intentar
salvaguardar la salud física y mental de las mujeres que son sometidas a esta
práctica, su identidad, igualdad, vida digna y autonomía sexual, entre otros
derechos, es por ello que se considera un tema de vital importancia para el
cual se deben tomar alternativas de solución, las que sean necesarias, para
mitigar el impacto que la mutilación genital femenina deja en muchas niñas y
mujeres Embera. La discriminación que viene determinada por la imposición
de los valores patriarcales en las comunidades donde se practica la MGF
(Mutilación Genital Femenina), la presión social que se ejerce para que se
lleve a cabo este ritual, el poco valor dado a la vida de las mujeres y niñas
sometidas a esto, los problemas directos y colaterales en la salud física
psicológica de las mujeres, la tortura a padecer, son algunas de las razones por
las cuales existe una alarma a nivel general. La problemática que se presenta
es amplia, ya que viola derechos humanos, es un atentado contra el género
femenino, se convierte en tortura, maltrato a la infancia, violación a derechos
sexuales, autoestima baja, depresión, entre otros. Los personajes
protagonistas de este problema, mujeres y niñas, después de pasar por el ritual
de la mutilación genital femenina, son afectadas no solo físicamente, sino que
se ven sometidas a la voluntad de su esposo, impidiendo su desarrollo normal
dentro de la comunidad y su rol en ésta, frustrando sus sueños, ambiciones,
deseos convirtiéndolas en la comunidad de mujeres indígenas más sufridas y
con una mirada tristes y lejana. Es por ello que surge el cuestionamiento…
¿La ablación femenina en las comunidades Embera Chami, sería una violación
a los derechos de la mujer?
MARCO TEÓRICO

Los Embera Chami es un grupo indígena cuyo significado al dialecto de ellos


es gente. La mayor parte de la población Chamí se encuentra sobre el Rio San
Juan y en los municipios de Pueblo Rico y Mistrató, departamento de
Risaralda. Un segundo núcleo de población Chamí se encuentra en los ríos
Garrapatas y San Quinina, municipios de Dovio y Bolívar, departamento del
Valle del Cauca y en el Resguardo de Cristiana, municipios de Jardín y Andes
en el departamento de Antioquia. También se encuentran asentamientos
Chamí en Quindío, Caldas, Valle del Cauca y Caquetá.

Según el DANE (2005) reportó 29.094 personas auto reconocidas como


pertenecientes al pueblo Embera Chami, de las cuales el 50,2% son hombres
(14.609 personas) y el 49,8% mujeres (14.485 personas). El pueblo Embera
Chami se concentra en el departamento de Risaralda, en donde habita el
55,1% de la población (16.023 personas). Le sigue Caldas con el 24,8%
(7.209 personas) y Antioquia con el 7,3% (2.111 personas). Estos tres
departamentos concentran el 87,1% poblacional de este pueblo. Los Embera
Chami representan el 2,1% de la población indígena de Colombia.

Según Pardo & Aguirre en la investigación realizada en este grupo indígena,


han encontrado que su lengua materna se relaciona con las familia Arawak,
Kabib y Chibchas, conservando un complejo conjunto de variedades
dialéctica, en cuanto a su religión y costumbres éste grupo se caracteriza por
la fiel creencia del jaibaná, el cual es un hombre de conocimiento. Vasco
(1985), afirma que es quien controla las esencias y entabla relación con los
diversos mundos. Es una cultura que está basada en lo sobrenatural e ilusorio
para hacer frente a los pensamientos, dudas y frustraciones humanas. Con
relación a la ablución genital que es la destrucción de una parte del cuerpo y
la religiosidad de los Embera, afirma Ruiz. P. (2014) que inició un proyecto
donde se identificaban los líderes en los diferentes caminos, con quienes se
organizaban reuniones para entablar diálogos frente a temas desconocidos
para los indígenas. Con el fin de recoger información acerca de la ablación
genital en las mujeres. Según, es una forma sanadora en el cual la mujer en
liberada de malformaciones en el futuro, también al entrevistar a los hombres
Embera ellos indican que hacen este ritual para que las mujeres casadas no
cometan adulterio o infidelidad.

Según el autor, éste reportaje es publicado, después de que sale a la luz


pública la práctica por el caso de la niña que murió desangrada en el hospital
de Pueblo Rico en el año 2007, muchos fueron los medios que se refirieron a
los indígenas Emberá Chamí como “salvajes”, Séptimo Día fue uno de los
programas que más atacó los indígenas (Moncada 2013, pág.28). Medios de
comunicación como RCN, Caracol, Telecafe e instituciones como la OEA
(organizaciones de los estados americanos) lo sucedido.

Esta situación muestra claramente la privación de los derechos humanos en la


cultura Embera, específicamente en la mujer que ha sido maltratada física y
psicológicamente.

Los derechos de las mujeres y las niñas son derechos humanos. Abarcan todos
los aspectos de la vida: la salud, la educación, la participación política, el
bienestar económico, el no ser objeto de violencia, así como muchos más. Las
mujeres y las niñas tienen derecho al disfrute pleno y en condiciones de
igualdad de todos sus derechos humanos y a vivir libres de todas las formas de
discriminación: esto es fundamental para el logro de los derechos humanos, la
paz y la seguridad.

La práctica de la ablación es una forma discriminación contra la mujer que se


expone en diversos instrumentos de derechos humanos, según la cual se trata
de una práctica dirigida exclusivamente a las mujeres y niñas y afecta a su
disfrute de los derechos fundamentales. Además, la MGF causa grandes daños
físicos y mentales a corto y largo plazo a sus víctimas y perpetúa la creencia
discriminatoria fundamental del papel subordinado de las mujeres y niñas. El
artículo 2 Declaración Universal de Derechos humanos afirma: “Toda persona
tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin
distinción alguna de raza, color, sexo”.
La práctica de la MGF es en muchos casos una costumbre profundamente
arraigada y, en las zonas donde la práctica es obligada o está muy extendida,
existen presiones considerables para someterse a ella. Con frecuencia es un
requisito esencial para el matrimonio y se la exige para la aceptación en la
comunidad. Los gobiernos que aprueben legislación para prohibir la
mutilación genital femenina deben reconocer que, si la mujer no se somete a
esta práctica, puede exponerse también a discriminación adicional al no poder
casarse. Así pues, los gobiernos han abordado este tema con mucha
delicadeza pero siempre haciéndoles reflexionar acerca del riesgo en esos
procedimientos.

También compromete el derecho a la vida y a la integridad física, incluida una


vida libre de violencia. El derecho a la integridad física incluye el derecho a
una vida libre de tortura, inherente a la dignidad de la persona, el derecho a la
libertad y la seguridad de la persona y el derecho a la privacidad. El artículo
19 de los derechos del niño con relación a la mutilación genital femenina
causa graves daños físicos y mentales, a veces con resultado de muerte. Así
pues, afecta al derecho de la mujer a la integridad física, a la intimidad y
privacidad.
También se vulnera el derecho a la salud dado que la MGF puede tener como
resultado daños físicos y mentales graves, y en tanto que constituye un
procedimiento invasivo sobre un tejido sano, sin ningún tipo de necesidad
médica.

La organización mundial de la salud (OMS) incluye el bienestar físico, mental


y social en su definición de salud y reconoce que no es solamente la ausencia
de enfermedad.

Los derechos de los niños y las niñas menores de 18 años, se trata


básicamente de una cuestión de protección de los derechos de la infancia. En
la Convención sobre los Derechos del niño (1989), reconoce el papel de los
padres a la hora de tomar decisiones sobre los niños; pero esa responsabilidad
también recae sobre el Estado ordenando a los gobiernos que aprueben una ley
para abolir la práctica de la mutilación por ser una violación de los derechos
de la infancia y que se les realice capacitaciones y aprendizajes para modificar
las costumbres que discriminan a la mujer.

• el deber de abolir las prácticas que sean perjudiciales para los niños y
las niñas;
• el deber de garantizar la atención de la salud y el acceso a información
sobre la salud; y
• el deber de garantizar un orden social en el que puedan realizarse los
derechos.

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