La escucha apreciativa es nuestra capacidad de escuchar para
disfrutar y se considera la más fácil de todas las funciones de escucha. Escuchar música, ver un programa de televisión, asistir a un concierto, o incluso escuchar un gran discurso o una conferencia en el aula son ejemplos de escucha agradecida. Apreciativa: cuando escuchamos sin prestar atención, buscando solo placer. Escuchamos por entretenimiento, pero no prestamos atención. Selectiva: se escucha seleccionando solo la información que interesa. Solo escuchamos algunos puntos del mensaje, sin escucharlo todo.
La escucha empática, que es cuando escuchas para comprender.
Piensa en cuando escuchas a alguien mientras comparte una historia personal. En este tipo de escucha, centras tu atención en la otra persona, en lugar de en ti mismo. La escucha empática consiste en escuchar a la otra persona sin prejuicios, poniéndose en su lugar (empatizar) y focalizando toda la atención en ello.
La escucha crítica, que es cuando escuchas para formar una
opinión de lo que alguien más dijo. Este tipo de escucha ocurre cuando estás debatiendo con alguien o cuando estás escuchando a un vendedor. 1. Objetivos de aprendizaje.
2. Seis maneras de mejorar la escucha crítica.
3. Reconocer la diferencia entre hechos y opiniones.
4. Descubrir suposiciones.
5. Estar abierto a nuevas ideas.
6. Confíe en la razón y el sentido común.
7. Relacionar nuevas ideas con las viejas.
8. Tomar notas
La escucha comprensiva, que es cuando escuchas para aprender
algo nuevo. Este tipo de escucha se da cuando escuchas un podcast, las noticias o una conferencia educativa, como una clase.