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Entregado por: Sebastián A. Peña (no. 1-22-2357), Onelli Betances (no.

1-21-1753), Marie
Fernández (no. 1-22-1047), Cristoffer Santana (no. 1-22-0633).

Entregado a: Lic. Patricio Rodríguez

Sociología Jurídica (DER-489-001)

EL PODER Y EL DERECHO

I. Concepto de poder

El poder se define como la capacidad o disposición de un individuo o grupo para influir en la


conducta, decisiones o acciones de otros individuos o grupos. Se puede ejercer de manera
coercitiva o persuasiva, y puede manifestarse en diferentes ámbitos de la vida social, política y
económica. Además de ser la capacidad de influir en las acciones y decisiones de otros
individuos o grupos, el poder puede manifestarse de diversas formas, como el poder económico,
político, social y cultural. Por ejemplo, el poder económico se refiere a la capacidad de controlar
recursos financieros y productivos, mientras que el poder político implica influir en la toma de
decisiones gubernamentales. Asimismo, el poder social se relaciona con la capacidad de influir
en las normas y valores de una sociedad, y el poder cultural se refiere a la capacidad de influir en
las percepciones, creencias y prácticas culturales de las personas.

II. Características del poder

• El poder puede ser tanto coercitivo como persuasivo. El poder coercitivo se refiere a la
capacidad de influir en otros mediante la imposición de sanciones o castigos en caso de
desobediencia. Es decir, se ejerce a través del miedo o la fuerza. El poder persuasivo, por otro
lado, se basa en la capacidad de convencer, persuadir o influir en otros mediante el uso de
argumentos, persuasión o la manipulación de información. Se trata de una forma más sutil de
ejercer influencia, donde no se recurre a la coerción directa.

• Se manifiesta a través de relaciones sociales y estructuras de poder. El poder no existe en el


vacío, sino que se manifiesta en las relaciones entre individuos y grupos dentro de una
sociedad. Estas relaciones de poder están determinadas por estructuras sociales, como
instituciones, organizaciones y jerarquías, que distribuyen y regulan el ejercicio del poder en
diferentes ámbitos de la vida social. Por ejemplo, el poder político se manifiesta a través de las
estructuras gubernamentales y las relaciones entre gobernantes y gobernados.

• Puede ser ejercido de forma individual o colectiva. El poder puede ser ejercido tanto por
individuos como por grupos organizados. Por ejemplo, un líder político puede ejercer poder de
manera individual, mientras que un partido político o un movimiento social pueden ejercer
poder de manera colectiva. La forma en que se ejerce el poder puede variar dependiendo de la
naturaleza y el alcance de los actores involucrados. Por ejemplo, una empresa puede ejercer
poder sobre sus empleados de forma jerárquica, mientras que un movimiento social puede
ejercer poder a través de la movilización y la presión colectiva.

• Se relaciona con la capacidad de tomar decisiones y afectar el curso de los acontecimientos.


El poder implica la capacidad de influir en la toma de decisiones y en el desarrollo de eventos
o situaciones en una sociedad o sistema. Aquellos que tienen poder tienen la capacidad de
afectar el curso de los acontecimientos de acuerdo con sus intereses. Por ejemplo, los líderes
políticos tienen poder para promulgar leyes que afectan a la sociedad en su conjunto.

• Puede ser legitimado o cuestionado según el contexto y los valores de una sociedad. El poder
puede ser percibido como legítimo cuando se ejerce de acuerdo con las normas, leyes y valores
aceptados por una sociedad. Sin embargo, el poder también puede ser cuestionado o resistido
cuando se percibe como ilegítimo, injusto o opresivo por parte de aquellos sobre los que se
ejerce. Por ejemplo, movimientos sociales pueden cuestionar el poder establecido cuando
consideran que no representa sus intereses o valores.

Además de las características anteriormente mencionadas, el poder puede ser visto como una
relación dinámica y cambiante que se construye en contextos específicos y está sujeto a
negociaciones, conflictos y cambios. Por el mismo lado, resulta sumamente importante destacar
que el poder puede ser distribuido de manera desigual en la sociedad, lo que puede generar
relaciones de dominación y subordinación entre diferentes grupos.

III. Fuentes del poder

• Recursos materiales: Los recursos materiales son aquellos tangibles que proporcionan poder a
quienes los poseen. Estos recursos incluyen la riqueza, la propiedad y el control de los medios
de producción. La riqueza otorga poder económico al permitir el acceso a bienes y servicios,
así como la capacidad de influir en la distribución de recursos. La propiedad de tierras,
empresas u otros activos proporciona poder sobre los recursos y los medios de producción, lo
que permite controlar la producción y generar beneficios económicos. El control de los medios
de producción, como fábricas, tecnología o infraestructura, confiere poder sobre la producción
y el empleo, así como influencia sobre la economía y la sociedad en su conjunto.

• Recursos sociales: Los recursos sociales son aquellos relacionados con la posición social, las
conexiones y las redes de influencia de un individuo o grupo. La posición social, determinada
por factores como el estatus, la educación y la ocupación, confiere cierto grado de poder y
prestigio dentro de la sociedad. Las conexiones y las redes de influencia, como amistades,
asociaciones profesionales o pertenencia a grupos sociales, proporcionan acceso a recursos y
oportunidades, así como la capacidad de movilizar apoyo y recursos en momentos clave.
• Recursos políticos: Los recursos políticos se refieren a la autoridad legal y al control sobre
instituciones y procesos políticos que confieren poder a individuos o grupos. La autoridad
legal, derivada de la posición dentro de un sistema legal o político, otorga legitimidad y
capacidad para tomar decisiones vinculantes y hacer cumplir las leyes. El control sobre
instituciones políticas, como el gobierno, el parlamento o los partidos políticos, proporciona
poder para influir en la formulación de políticas, la toma de decisiones y la dirección del país.
El acceso a procesos políticos, como elecciones, votaciones o procesos de toma de decisiones,
permite participar en la política y ejercer influencia sobre los resultados políticos y sociales.

Además de los recursos mencionados, el poder también puede derivar del conocimiento, la
experiencia, la habilidad de persuasión y la capacidad de formar alianzas y coaliciones. Por
ejemplo, un líder carismático puede ejercer poder a través de su capacidad para inspirar y
movilizar a las personas, mientras que un experto en un campo específico puede influir en las
decisiones relacionadas con ese ámbito debido a su experiencia y conocimientos.

IV. Teóricos del poder y sus definiciones

Max Weber: En su análisis sociológico del poder, lo define como la capacidad de un actor para
imponer su voluntad sobre otros, ya sea por medios legítimos o ilegítimos. Desde una
perspectiva jurídica, esto implica que el poder puede manifestarse a través de la autoridad legal
reconocida por una sociedad, como en el caso de un gobierno que promulga leyes y políticas
respaldadas por la constitución. Sin embargo, también puede surgir poder ilegítimo, como el de
un dictador que ejerce control mediante la represión y la violencia, lo cual va en contra de los
principios del Estado de derecho.

Hannah Arendt: Conceptualiza el poder como una actividad colectiva autotélica, que emerge
entre individuos cuando actúan juntos y desaparece cuando se dispersan. Desde la perspectiva
del derecho, esto podría interpretarse como la capacidad de un grupo social para influir en la
toma de decisiones políticas a través de la movilización y la participación ciudadana, como en el
caso de movimientos sociales que logran cambios legislativos mediante la acción colectiva.

John Rawls: Analiza el poder político como el ejercicio de la autoridad estatal respaldada por el
consentimiento de los ciudadanos. En términos sociológicos, esto implica que el poder político
legítimo se basa en el contrato social y en el reconocimiento de la soberanía popular, como en
una democracia representativa donde los gobernantes son elegidos por votación popular y están
sujetos a la rendición de cuentas. Un ejemplo de esto sería un sistema judicial independiente que
garantiza el Estado de derecho y protege los derechos fundamentales de los ciudadanos.

Por último, otro teórico importante en el estudio del poder es Michel Foucault. Foucault analiza
el poder como una red de relaciones y prácticas que estructuran el comportamiento humano.
Desde una perspectiva sociológica y jurídica, su enfoque destaca cómo el poder no solo se ejerce
de manera coercitiva desde arriba hacia abajo, sino que también se manifiesta de manera
descentralizada y se reproduce a través de diferentes instituciones y discursos sociales. Por
ejemplo, Foucault explora cómo las instituciones como la prisión, la escuela o el hospital son
sitios donde se ejerce y se perpetúa el poder a través de mecanismos de vigilancia, disciplina y
normalización. Su análisis invita a cuestionar las relaciones de poder y a buscar formas de
resistencia y emancipación dentro de las estructuras sociales y jurídicas establecidas.

V. Tipos de poder

• Poder coercitivo: Este tipo de poder se basa en la capacidad de imponer la voluntad a través de
la fuerza física, el uso de sanciones o la amenaza de coerción. En el ámbito jurídico, el poder
coercitivo se manifiesta a través del sistema legal y las instituciones encargadas de hacer
cumplir la ley, como la policía o el sistema penitenciario. Un ejemplo claro de poder coercitivo
sería cuando un individuo es detenido por la policía y llevado ante un tribunal por cometer un
delito. La autoridad legal del sistema judicial y la capacidad de aplicar sanciones penales son
ejemplos de cómo se ejerce el poder coercitivo para mantener el orden social, y de ese modo,
poder garantizar el cumplimiento de las leyes.

• Poder persuasivo: Por otro lado, el poder persuasivo se fundamenta en la capacidad de influir
en las creencias, valores o actitudes de los demás mediante la persuasión, el diálogo o la
manipulación de la información. En el ámbito sociológico, el poder persuasivo se ejerce a
través de medios de comunicación, líderes de opinión o campañas publicitarias que buscan
moldear la percepción pública y promover ciertos comportamientos o puntos de vista. Por
ejemplo, una empresa puede utilizar estrategias de marketing persuasivo para convencer a los
consumidores de que compren sus productos, o un político puede utilizar discursos persuasivos
para ganar el apoyo de la población hacia ciertas políticas o ideologías. En el ámbito legal, los
abogados pueden ejercer poder persuasivo al presentar argumentos convincentes ante un
tribunal para influir en la decisión del juez o del jurado en un caso judicial.

Además de los tipos mencionados, el poder también puede ser simbólico, refiriéndose a la
capacidad de influir en las percepciones y significados compartidos por una sociedad. Por
ejemplo, los medios de comunicación y la propaganda pueden ejercer poder simbólico al influir
en las opiniones públicas y las creencias culturales.

VI. Concepto de poder fáctico y formal

• Poder fáctico: Se refiere al poder real o efectivo que ejercen individuos o grupos fuera de las
estructuras formales de gobierno, a menudo basado en recursos económicos, sociales o de otro
tipo. En muchas sociedades, ciertos grupos empresariales o financieros ejercen un poder
fáctico significativo al influir en las decisiones políticas y económicas, incluso sin ocupar
cargos formales en el gobierno. Por ejemplo, un grupo de grandes empresarios puede presionar
a los legisladores para que aprueben leyes que favorezcan sus intereses comerciales, como
reducciones de impuestos o regulaciones laxas.

• Poder formal: Corresponde al poder que emana de las instituciones y estructuras oficiales del
Estado, como el gobierno, el parlamento, los tribunales, etc. En una democracia representativa,
el poder formal reside en las instituciones y estructuras gubernamentales establecidas, como el
gobierno, el parlamento y los tribunales. Por ejemplo, el presidente o primer ministro, elegido
por votación popular, ejerce autoridad formal sobre el ejecutivo, mientras que el parlamento
tiene la función de legislar y controlar al gobierno. Los tribunales, por su parte, tienen la tarea
de interpretar y aplicar las leyes, garantizando el Estado de derecho y la justicia.

Es importante destacar que el poder fáctico puede coexistir con el poder formal y
complementarlo o desafiarlo. Por ejemplo, grupos de presión y lobbies pueden ejercer poder
fáctico al influir en las decisiones políticas fuera de los procesos formales de gobierno.

VII. Concepto de poder hegemónico y usurpado

• Poder hegemónico: Se refiere al poder ejercido por un grupo dominante que logra establecer
su autoridad y legitimidad sobre el resto de la sociedad, imponiendo su visión del mundo y sus
intereses como dominantes. En República Dominicana, el Partido de la Liberación Dominicana
(PLD) ha ejercido un poder hegemónico durante gran parte de las últimas décadas. Durante su
tiempo en el poder, el PLD ha dominado la escena política y ha tenido una influencia
significativa en la formulación de políticas y en la toma de decisiones del país. Su hegemonía
se ha manifestado en la victoria repetida en las elecciones presidenciales y legislativas, así
como en su control sobre instituciones gubernamentales clave. Esta hegemonía política ha
generado debates sobre la concentración de poder y la alternancia democrática en el país, lo
que ha llevado a movimientos de oposición y llamados a reformas políticas.

• Poder usurpado: Ocurre cuando un individuo o grupo toma el poder de manera ilegítima o no
autorizada, sin el respaldo del consenso o la legitimidad social. Un golpe de Estado es un
ejemplo claro de poder usurpado, donde un grupo o individuo toma el control del gobierno de
manera ilegítima, sin el consentimiento o la aprobación del pueblo. Por ejemplo, en algunos
países, los líderes militares han usurpado el poder político derrocando gobiernos
democráticamente elegidos y estableciendo regímenes autoritarios. Este tipo de usurpación del
poder viola los principios democráticos y el Estado de derecho, y a menudo resulta en
represión política y violaciones de los derechos humanos.
VIII. Concepto de contrapoder

El contrapoder se refiere a la resistencia o la oposición organizada contra el poder establecido,


con el objetivo de cuestionar, limitar o cambiar su ejercicio. Los ejemplos más destacables de
contrapoder incluyen movimientos sociales, sindicatos, organizaciones de derechos humanos,
etc. Además de los movimientos sociales y sindicatos, el contrapoder también puede
manifestarse a través de formas de resistencia no violenta, como la desobediencia civil, las
huelgas y las protestas. Por ejemplo, el movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos
utilizó estrategias de resistencia no violentas para desafiar la discriminación racial y promover la
igualdad de derechos. Estas formas de contrapoder no solo buscan confrontar el poder
establecido, sino también transformar las estructuras sociopolíticas hacia una mayor justicia.

El contrapoder no solo implica la resistencia o la oposición a las estructuras de poder


establecidas, sino también la construcción de nuevas formas de organización y participación
ciudadana que promuevan la democratización y la justicia social. Estas iniciativas pueden incluir
la creación de espacios de deliberación pública, el fortalecimiento de la sociedad civil y la
promoción de la participación ciudadana en la toma de decisiones políticas. Por ejemplo, las
organizaciones comunitarias y los movimientos de base pueden trabajar para empoderar a las
comunidades marginadas y construir capacidades para la resolución de problemas locales.

Además, el contrapoder puede adoptar diversas estrategias y tácticas según el contexto


sociopolítico en el que se encuentre, las cuales pueden incluir la movilización de masas, la
incidencia política, la educación popular y la creación de redes de solidaridad. Por ejemplo, los
movimientos feministas han utilizado una combinación de protestas callejeras, campañas de
sensibilización y presión política para avanzar en la igualdad de género.

En resumen, el contrapoder es fundamental para equilibrar las relaciones de poder y promover


una mayor participación democrática en la sociedad. Al desafiar las estructuras de dominación y
trabajar hacia la construcción de alternativas más justas y equitativas, el contrapoder contribuye
al fortalecimiento de la democracia y al avance de los derechos humanos y la justicia social.

IX. Responde: ¿Por qué se afirma que el trabajo del abogado se desarrolla dentro de un
contexto de lucha de intereses y poder?

El abogado trabaja en un contexto donde diferentes actores tienen intereses divergentes y


compiten por el poder para promover sus objetivos, ya que su función es representar los intereses
de sus clientes dentro del marco legal y utilizar estrategias legales para influir en el resultado de
los conflictos. Los abogados actúan como intermediarios entre individuos, grupos y sistemas
legales, representando los intereses de sus clientes y defendiendo sus derechos en un contexto
donde el poder y los intereses pueden entrar en conflicto. Además de proporcionar asesoramiento
legal y representación en procedimientos judiciales, los abogados también pueden desempeñar
un papel en la mediación de conflictos y la negociación de acuerdos.
X. ¿Por qué el poder radica en el pueblo y cómo este se manifiesta en la relación de
gobernantes y gobernados?

El poder radica en el pueblo porque, en teoría democrática, los ciudadanos son los soberanos y
tienen la capacidad de elegir a sus representantes y participar en la toma de decisiones políticas.
Esta manifestación se refleja en la relación entre gobernantes y gobernados a través de
mecanismos como elecciones, referendos, protestas y participación en la vida política y cívica.
Los gobernantes derivan su legitimidad del consentimiento y apoyo de la población, y su poder
está sujeto al escrutinio y la rendición de cuentas ante los ciudadanos. Además, el poder radica en
el pueblo porque los ciudadanos son la base de la autoridad política y tienen el derecho
fundamental de influir en las decisiones que afectan sus vidas y su comunidad. Esta participación
ciudadana no se limita solo al acto de votar en elecciones, sino que también abarca la expresión
de opiniones, la movilización social y el control de las acciones de los líderes electos. Y por
último, el poder del pueblo se manifiesta en la capacidad de exigir responsabilidad y
transparencia a quienes ocupan cargos públicos, asegurando así que el ejercicio del poder esté
alineado con los intereses y valores de la sociedad en su conjunto.

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