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Por su parte, con el propósito de ampliar el conocimiento de las capas superiores del abanico, se
realizaría el levantamiento de ochenta (80) tomografías eléctricas. Estas técnicas se fundamentan
en el estudio de los campos de potencial eléctrico con el fin de identificar las variaciones en la
resistividad eléctrica del subsuelo. La ubicación de estas tomografías estarán de acuerdo a la
espacialización de los Sondeos eléctricos verticales – SEV y tomografías existentes, con el fin de
incluirlos en las zonas que carezcan de dichos datos.
De manera adicional, se realizará el mantenimiento y levantamiento del diseño de diez (10) pozos
que se encuentren en estado abandonado y que puedan ser utilizados como pozos de monitoreo.
Esto será realizado mediante la adquisición con videocámara, que permitirá correlacionarlos con
los datos geofísicos y así interpretar de forma independiente los diferentes niveles de los acuíferos.
Lo anterior irá ligado con la determinación de la vulnerabilidad intrínseca del área acuífera
mediante la aplicación de las metodologías GOD (Groundwater Occurrence, Depth to Water,
aquifer media, y la DRASTIC (Depth to water, net Recharge, Aquifer media, Soil media, Topography,
Impact of vadose zone media, and Conductivity of vadose zone media).
La metodología GOD se centra en la evaluación de varios parámetros clave, como la ocurrencia del
agua subterránea, la profundidad hasta el nivel freático, las características del medio acuífero y la
recarga potencial. Al analizar estos factores, se obtiene una comprensión más completa de la
capacidad intrínseca del acuífero para protegerse de la contaminación.
Por otro lado, la metodología DRASTIC considera una gama más amplia de variables, incluyendo la
profundidad hasta el agua, la recarga neta, las características del medio acuífero y del suelo, la
topografía, el impacto de la zona vadosa y la conductividad de la zona vadosa. Al integrar estos
factores, se puede evaluar de manera más holística la vulnerabilidad del acuífero a la
contaminación.
5. Evaluación del impacto potencial del cambio climático en las aguas subterráneas
Se realizará la modelación hidrológica completa que abarca la influencia del fenómeno El Niño-
Oscilación del Sur (ENOS), así como el cálculo de recargas potenciales al acuífero. En primer lugar,
se realizará un análisis exhaustivo de los datos históricos del ENOS para comprender su impacto en
el régimen hidrológico de la región de estudio. A partir de esta evaluación, se desarrollará un
modelo hidrológico que incorpore las variaciones esperadas en las precipitaciones y la recarga de
agua subterránea durante los diferentes estados de ENOS.
Además, se llevará a cabo un cálculo detallado de las recargas potenciales al acuífero, teniendo en
cuenta múltiples factores como la infiltración de la precipitación, la escorrentía superficial, la
interacción entre el agua superficial y subterránea, y otros procesos hidrológicos relevantes. Se
utilizarán herramientas y técnicas avanzadas de modelado hidrológico para estimar con precisión
las recargas potenciales en diferentes escenarios climáticos y de uso del suelo.
Se llevará a cabo un análisis detallado del agua dentro del sistema hidrológico de la zona de
estudio. Este proceso implica la evaluación de las entradas y salidas de agua durante un período de
tiempo específico. Al realizar estos balances hídricos de manera integral, se obtendrá una
comprensión completa de la disponibilidad y la distribución del agua en el Glacis del Quindío.
6. Apropiación social del conocimiento para la educación ambiental y el cuidado de las aguas
subterráneas.
El Glacis o abanico del Quindío se encuentra ubicado en la zona sur del eje cafetero, se extiende en
parte del territorio de los departamentos del Quindío, Risaralda y Valle del Cauca, Colombia. Se
caracteriza por su topografía suave y ondulada que rodean las montañas del flanco occidental de la
cordillera central. Este abanico está conformado por sedimentos transportados principalmente por
los ríos Otún y Quindío, por causa de avalanchas formadas por la actividad volcánica en el Parque
Natural de Los Nevados en los últimos tres millones de años.
El SGC define el Abanico del Quindío como un sistema acuífero continuo de extensión regional,
compuesto por sedimentos cuaternarios no consolidados a semi consolidados, de ambiente fluvial,
glacial y fluviovolcanoclástico, de porosidad primaria y flujo esencialmente intergranular. Otros
nombres asignados a este cuerpo sedimentario son: Glacis del Quindío (González y Núñez, 1991),
Flujo de lodo del Quindío (Mosquera, 1978) y Formación Armenia (McCourt y Otros, 1984).
Esta área abarca una extensión de 1293 km2, limitada al norte, oeste y sur por ríos. Hacia el este, su
límite está marcado por el contacto entre las formaciones cretácicas y el abanico. El Glacis se
extiende sobre tres jurisdicciones distintas: el Quindío, que abarca el 66% de su territorio,
incluyendo los municipios de Filandia, Salento, Quimbaya, Circasia, Montenegro, Armenia, La
Tebaida, Calarcá, Buenavista y Córdoba; en el departamento de Risaralda, con un 27% de su
extensión, que comprende los municipios de Pereira, Dosquebradas y Marsella; y en el territorio
del Valle del Cauca, que abarca el 7% restante y se encuentra distribuido en los municipios de Ulloa
y Alcalá