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UNIDAD EDUCATIVA

“IBARRA”
Nombre: Damaris Carlosama primer trimestre – semana 12

Curso: 10mo “C”

Fecha: 7/11/2023

LA INDEPENDENCIA DE CUENCA
La Independencia de Cuenca fue un suceso trascendental ocurrido el 3
de noviembre de 1820, que inició el proceso de emancipación de los
territorios de la Provincia de Cuenca, que hasta entonces formaban parte
de la Real Audiencia de Quito y esta, a su vez, del Virreinato de la Nueva
Granada. También los ciudadanos por la colonización estaban controlados
por la conquista española

CÓMO EMPEZÓ TODO

La noticia de la independencia de Guayaquil se exparció


rápidamente por todo el país y Cuenca supo que había
llegado su momento de luchar. Un pequeño grupo de
cuencanos se reunió e ideó un plan para crear un Consejo
Abierto después de firmar su declaración de
independencia. Sin embargo, después de un primer
intento, estos mismos patriotas fueron reprimidos y
tuvieron que encontrar más apoyo entre figuras poderosas
antes de poder reclamar oficialmente su independencia.
Se reunieron con el Gobernador de Cuenca, Antonio Díaz Cruzado, quien decidió apoyar la causa.
Pero su nuevo plan fue descubierto y el Gobernador fue enviado a prisión en Quito. Después de
que Díaz fuera derrocado, el alcalde de Cuenca, José María Vázquez de Noboa, tomó su lugar.
Para su suerte, Vásquez de Noboa también estaba del lado de los revolucionarios y decidió idear
un nuevo plan para tomar el poder militar de la ciudad.

LA BATALLA POR LA INDEPENDENCIA DE CUENCA

La mañana del 3, Vázquez de Noboa caminó con su guardia de 109 hombres hasta la Plaza de
San Sebastián (ahora Plaza Calderón). Allí esperaban ya los patriotas, que previamente habían
sido informados de ello por el propio Vázquez de Noboa, aunque con muy pocas armas y en menor
número. Y así comenzó la carrera, pero al amanecer los rebeldes, superados en número,
decidieron replegarse al barrio “El Vecino”, un lugar más alto desde donde podían ver todo el
pueblo y esperar refuerzos. Justo cuando los patriotas pensaban en retirarse, apareció el cura del
pueblo vecino de Chuquipata, Javier de Loyola, trayendo refuerzos. Al caer la noche habían
logrado reagruparse, tomar la plaza y el cuartel militar mientras la guardia real huía.

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