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PEREGRIN LUIS LLORENS Y RAGA

LA CI UDAD DE
M O N C A DA
(ENSAYO HISTORICO)

VALENCIA M CM L
POR

DON PEREGRIN LUIS LLORENS Y RAGA


Presbítero, Beneficiado d e la S. I. Cate dra l M etro p o litan a, Archivero
Auxiliar d e la misma, Director corre sp o n d ien te del C e n tro d e
Cultura Valen cian a

O b r a p rem iad a por el Cen tr o d e Cultura


V a l e n c i a n a en los J u e g o s F lo r a le s de
Lo Rat Penat, d e Valencia, del a ñ o 194 8

Be n d ecid a por el Excmo. y Rvdmo. Señ o r


D o cto r D o n M arc elino O l a e c h e a y Loizaga,
A r z o b i s p o de V a l e n c i a

PR O L O G O DEL

DR. D O N P E DR O RUIZ Y T O M A S , A B O G A D O
IMPRIMATUR
Dr. H o n o r a to Rivas.
Pro-Vicario G e n e r a l
V alencia, a 19 d e A g o s to d e 1949

Por m a n d a d o d e S. S . lima.
Dr. Roqu e Ruiz
Vicesecretario

S u e c a , 5, Valencia Imp. VICENTE CASAÑA T eléfo n o 5 2 226


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D E D I C A T O R / A

A l Muy Ilustre Ayuntamiento de


la Ciudad de Moneada, continuador
de glorias pretéritas, émulo digno de
aquellos Gobernadores y Bayles que,
tan prudentemente, rigieran antaño
los destinos de nuestro Baylío.
Cortesmente y con cariño,
EL A U T O R
IMIIMIIIIIIIMIIII4IIIIMIMIIIIIIIIÍIIIIIIIIIIIII4IIIIIIIIIII
DICTAMEN DEL CENSOR

Leído el libro de don Peregrín Luis Lloréns y Raga, titu-


lado «LA CIUDAD DE MORCADA» —ENSAYO HISTO­
RICO—, cúmpleme manije star que nada en él se opone a
la fe y moral, y se le puede considerar como historia ejem­
plar, porque campea en ella la eficaz influencia religiosa
en la forja de la ciudad de Moneada.
Aunque el autor califica modestamente su libro de
«ENSAYO HISTORICO», nos ofrece una historia completa
y acabada con toda suerte de hechos culminantes y nimios
pormenores de la Historia patria que guardan relación con
la ciudad de Moneada. Si los pueblos de nuestra región lo­
grasen un historiador tan concienzudo como el señor Llo­
réns, del conjunto de toáos las historias particulares surgi-
t
ría la general de nuestro Reino, que espera una pluma
hábil que, utilizando, previo riguroso expurgo, los fondos
de nuestros archivos, la lleve a la estampa.
Al «N1HIL OBSTAT» o la publicación de la Historia de
la ciudad de Moneada escrita por el señor Lloréns y Raga,
unimos nuestro sincero aplauso, que sirva de estimulo al
autor de obra tan acabada.

ELIAS OLMOS
Canónigo Archivero

VOVONOIAI 3 a 0D IJV H 3039 OMV-tcri
\
1
P R O L O G O

«A la tierra en que nací, por madre la conocí», reza el


conocido dicho popular.
Nada más puro que el amor de la madre, el único que
está, en general, forjado de sacrificios, sin esperar recipro­
cidades.
Aunque los hijos no siempre, casi nunca, mejor diría,
corresponden a los desvelos de la madre, todos por intui­
ción saben que sólo ella les ama de verdad y, en plena ma­
durez, a ella acuden para buscar el apoyo moral, el con­
suelo, que su corazón necesita en los momentos de prueba.
El autor de la presente Monografía, no es un hijo vul­
gar. Ha amado y ama a su «tierra madre» con ternura ex­
cepcional.
Y, en prenda de su amor, le ha dedicado esta obra, de
la que tan necesitada estaba, por la falta que se sentía de
un trabajo de la índole del que se lee a continuación.
Ha tenido la delicadeza de encargarme un prólogo para
esta su obra.
El mutuo afecto que nos une al autor y a mí ha produ­
cido la coincidencia de que el heraldo de la monografía haya
nucido en una de aquellas malquerías», otrora dependientes
del «castro» de Moneada, que a aquél sirvió de cuna.
Y a ambos nos ensalma, además, el entrañable cariño a
ere suelo feraz, encanto del cielo y envidia de la tierra.
X PROLOGO

En cualquiera es comprensible el orgullo de haber visto


la primera luz en este o en aquel lugar, por árido o desolado
que sea.
En nosotros, no se da sólo por el cariño que ciega, sino,
al propio tiempo, por la convicción, fruto del raciocinio se­
reno, de la hermosura de nuestro solar valenciano, donde a
la inmarcesible y varia belleza natural, se incorpora el poten­
cial humano co.n sus frutos de virtud, inteligencia, ingenio y
humorismo chispeantes y amor al trabajo.
Hasta los defectos, el principal de los cuales es la inde­
pendencia, enemiga de toda idea de solidaridad y colabora­
ción, que tantos males nos acarrea, son exponente, sin duda
vicioso, de que cada cual puede bastarse a sí mismo.
De este principio individualista a ultranza se desprende
también el olvido práctico de nuestras más caras tradicio­
nes, la indiferencia por nuestra historia y el paulatino desu­
so, ya en nuestros días muy acentuado, de nuestro clásico
modo de desenvolvernos en las ocasiones cruciales de nues­
tra vida.
En efecto, las viejas costumbres, las diversiones, los can­
tos, los bailes típicos, salvadas contadas excepciones en tal
o en cual rincón de nuestra tierra, vienen a constituir ya,
por desgracia, mera piedra de toque de las ansias que sus­
citan la curiosidad y espíritu de rebusca en las mentes de
los investigadores.
Han venido a ser pedazos de nuestro temple momifica­
dos, dignos de ocupar algunos estantes en los museos del
folk-lore, desplazados por el modernismo anodino que con­
vierte los temperamentos, los modos de ser y de vivir de
los pueblos en figuras unitarias de universal adaptación y
a los hombres en el hombre «tipo únicor>, permítaseme el
PROLOGO XI

anglicismo, «standardizado», por seguir una vez más la


corriente del día, en serie, como los coches de una gran fá­
brica de automóviles.
Bien está la coincidencia en lo que conviene a una mayor
interpeivetración y comprensión humanas, pero sin perder
aquello tan vital que nos dota de fisonomía, que es apto
para caracterizarnos y distinguimos.
Y, para recuperar la riqueza espiritual y costumbrista
abandonada, sin dejar de observar el presente y mirar el
futuro, precaución indispensable para todo sano progreso,
nada hay como volver de vez en cuando la mirada al pasado,
iloudr se condensa experiencia de siglos, medio el más ade-
<anda para librar con plena documentación las ineludibles
ludidlas del porvenir.
I'n al libro a que sirvan da peristilo estas líneas, se lle­
nan a mi inicio dos finalidades-.
estudia al pasado ¡lastima que la revolución del 36-39
lintpi 1 1 piulo y destruido las mas puras fílenles de su inves-
IOIni ion '
i tunlcnipía al presenil y se mira con optimismo la
i t nhit i u
I ,/ un intijji ti I¡fi th Mancada que se da a la imprenta, pri~
/ / / 1 fa a anua hada a lia r a , debe ser, más que leída, sentida

honduno nh pm lodos sus hijos, sin excepción alguna.


Lear ni n magnífica que les enseñará a conocer mejor y,
pm ello, a amar con más fuerza ese tesoro material, pene-
liado da una recia espiritualidad que se condensa al conjuro
del nombre de Moneada y que ha de dar a sus mentes y a
sus corazones la fortaleza de los riscos de la «Ermita de
Santa Bárbara.»
Todo cuanto algo representa en cualquier orden para un
inoncadense, desfila por esas páginas, hilvanadas por el
XII PROLOGO

amor, la competencia y el sutil y abnegado espíritu de su


autor, que, no obstante las tareas ímprobas que diariamente
le impone su ministerio activo y celoso y las que él agrega
sin medida, con toda longanimidad, en aras de su obsesión
por el bien de las almas, ha podido llenarlas robando tiempo
al sueño y haciendo gala de meticulosidad, calma y paciencia.
Se propuso esta tarea y la dió cima.
En los Juegos Florales de 1948 la vió galardonada.
Como toda obra debe tener su cimiento, el primer Capí­
tulo, dedicado a la geografía de Moneada, al pedestal y mar­
co en que se asie7ita, esto es, a su enclavación cosmológica,
determina sus caracteres físicos y busca el origen de la
palabra Moneada, su significado etimológico, al propio tiempo
que su primitiva aparición en la Historia.
Siguen los que se ocupan de los matices fisonómicos y
demográficos, de la victoria de la Cruz, que señala el mo­
mento de la liberación de Moneada del yugo sarraceno, del
Repartimiento como consecuencia de la Conquista, de la.
permuta que Don Jaime concertó con los Templarios, sus
educadores, cediéndoles la «Torre y Alquería de Moneada»
a cambio de la alquería de Ruzafa, con lo que la benemérita
Orden Militar adquirió el Señorío de Moneada.
Trata después del traspaso del Bailío de Moneada, cuando
quedó extinguida la Orden del Temple, a la de Montesa y
del esplendor que alcanzara en aquella sazón, así como de
la manera en que vino a ser su. Gran Maestre, el gran Rey
Felipe II, necesitado de arbitrar expedientes para incre­
mentar las rentas de la Corona, de que tanto precisaban las
colosales empresas que concibiera.
Trabajo minucioso de investigación representa el Capí­
tulo VIII de la obra, dedicada a las aRentas y Regalías», en
que se desempolva la recopilación inédita, ordenada por
PROLOGO XIII \

Fernando VI, de todos los derechos, rentas y regalías en los


lugares pertenecientes a la Orden de Montesa, entre ellos,
en el Bailío de Moneada, transcribiendo los textos que a
éste concretamente se refieren.
Desgaja, luego, del tronco de la Historia General del
Reino de Valencia, la rama de la historia de Moneada, par­
tiendo de la época pre-romana.
Dedica los Capítulos X y XI a la Acequia Real de Mon­
eada y a sus sabias Ordenanzas.
El régimen jurídico, de esencia puramente consuetudi­
naria, de las aguas de las Acequias Mayores, se condensa
en el Tribunal de las Aguas. Su procedimiento, su modus
operandi, lo refleja el refranero popular en este conocido
verso:
El Tribunal de les Aigües,
sentat al mitg del carrer,
firma causes i sentencies
sense ploma ni paper.
La Comuna, integrada por 19 términos, representados,
los de más de cien cahizadas de tierra de regadío, por sus
correspondientes Síndicos, está presidida por el Acequiero
Mayor y el proceso para juzgar de las denuncias resulta
. de mucha sencillez, de tónica patriarcal, inspirado en la equi­
dad, más que en los rígidos moldes de una estricta y formal
justicia.
En el Capítulo XII se ocupa de los hijos ilustres de Mon­
eada y por él desfilan guerreros, religiosos, fundadores,
maestros...
Su colofón, como cuadro de honor, teñido de la púrpura
del supremo sacrificio, lo forma la relación de los heroicos
moncadenses que dieron su vida por Dios y por la Patria en
la última revolución.
XIV PROLOGO

Punto y aparte merece al autor la consideración de la


figura de la Venerable Inés de Moneada, flor espiritual de
sus jardines místicos, que vino a morir, después de una vida
de oración y áspera penitencia, en «La Cantera de la Cueva»
bajo la sombra del Monasterio de Porta-Coeli, ’•
Aquella mujer, aparentando ser hombre, dió pruebas de
su espíritu de penitencia, sometiendo su cuerpo a mortifi­
caciones que hubieran espantado al varón de mayor te rc ie
y virtud más sólida, por lo que el autor estimula a los hijos
de Moneada para que den el empujón inicial que abra su
proceso de beatificación.
El Capítulo XIV lo llena la genealogía de los caballeros
de Moneada, estirpe limpia y gloriosa, que comienza en
Dapifer, de la casa y sangre de los Duques de Baviera, de
cada uno de cuyos sucesivos eslabones hace una breve y en-
jundiosa apostilla.
Después se ocupa del origen remoto de la devoción de
Moneada a la mártir Santa Bárbara, su Patrono y Abogada,
avivada día a día por la presencia de su Reliquia, que no
logró destruir la persecución del trienio 1936-39, del culto
de sil Imagen y de su clásica Ermita.
Sigue con la consideración de la Madre Parroquia, con­
jeturando con fundamento dónde estaría emplazada la anti­
gua iglesia, y fijando las circunstancias de construcción y
erección del templo actual.
Hace la relación, por orden cronológico, de los Curas de
Moneada, así como la de los beneficios instituidos en aquella
iglesia, facilitando datos de interés para comprender la
esplendidez de sus cultos.
Expresa las Cofradías asentadas en la Parroquia, su ori­
gen y desarrollo.
PROLOGO XV

El Capítulo XVI lo destina a tratar, bajo el epígrafe


«Fuentes de Vida», de los Institutos Religiosos que en Mon­
eada han encontrado su cuna y le merece una atención
especial la magna obra del Nuevo Seminario Metropolitano,
todavía en construcción, pero ya en pleno funcionamiento,
levantado en las proximidades de la Ciudad, de donde sal­
drán los sacerdotes del mañana, después de recibir allí una
sólid&tformación, incluso física, cumpliendo el clásico prin­
cipio amens sana y corpore sano».
En el antepenúltimo Capítulo, encontrando el autor
atractivo irresistible en las ruinas, como ya notara Chateau­
briand, por él citado, atribuyendo este placer al común de
los hombres, repara en las que Moneada contiene.
Ante el lector desfila la imponente mole del cabezo del
«Tos Pelat», con su sembradura de restos de edificaciones
pasadas y de cerámica ibérica; las estaciones arqueológicas
romanas del Bordellet y del Puoaig, con detalle de inscrip­
ciones; del mosaico de las nueve Musas, cuyo simbolismo
destaca; las huellas del Podium sobre el que seguramente
se apoyaba un pequeño templo, también romano, consagrado
a los dioses tutelares y otros vestigios antiguos de positivo
interés para los expertos.
El último Capítulo estudia las voces toponímicas que
designan partidas del término de Moneada, barrios y case­
ríos, barrancos y otras particularidades enraizadas en he­
chos, cruces, signos, asentados sobre el solar de Moneada.
Termina con la nota folklórica de algunas canciones anti­
guas que entonaban los niños en sus juegos y que denotan
la ingenuidad reinante en los tiempos en que brotaron del
alma pura de los hijos de la Ciudad de Moneada.

/
XVI PROLOGO

De verdadero Vademécum de la geografía, de la historia


y de la vida de Moneada en todos sus aspectos, cabe cali­
ficar el erudito trabajo que tengo a la vista.
Que los hijos de la noble Ciudad aprecien en lo que en
sí vale y agradezcan en lo que supone este esfuerzo‘inspi­
rado por el amor a la «terreta mare», de la que no deben
olvidarse nunca, pues el verdadero amor no se compadece
con la ausencia espiritual del ser querido.
Al Autor, al par que le felicito por su labor, me permito
animarle, si acaso lo necesitare, a que en sucesivas edicio­
nes, siguiendo la senda emprendida, amplíe este trabajo con
nuevos datos que estoy seguro no se han de resistir a su fino
espíritu de investigador, que paladinamente proclama el
magnífico botón de muestra que nos ofrece con su Mono­
grafía histórica «La Cuidad de Moneada», a la que, si no se
le ha regateado el premio de v.Lo Rat Penal», centro de
cultivo y conservación de nuestras más caras tradiciones,
tampoco dolerán prendas al gran público valenciano y, en
singular, a los hijos de Moneada, para tributarle el refrendo
de su complacencia, admiración y reconocimiento más
rendidos.
Por lo que a mí toca, he de testimoniar al autor mi gra­
titud por haberme honrado con el encargo de prologar su
obra, dándome, al propio tiempo, la satisfacción de gustarla
con el mayor regalo antes de que se dé a la estampa, go­
zando así de las primicias de lo mucho y bueno que en ella
se condensa.
De este prólogo puede decirse con justicia lo que del
pórtico mezquino del gran palacio, que es lo peor de la casa.
DR. PEDRO RUIZ TOMAS
Vista panor ám ica d e la Ci u d a d tom ad a de sd e el Seminario
ADVERTENCIA PRELIMINAR

No sin salvar enormes dificultades, escudriñando y revol­


viendo Archivos y Bibliotecas, y consultados buen número de
autores, damos a la publicidad este ENSAYO HISTORICO.
¿Qué razón nos impulsó a ello?
En 1935, vísperas de la gran revolución, cuyas conse­
cuencias todavía padecemos, salió a luz un opúsculo nues­
tro titulado «EL SANTO CRISTO DE MASALAVES». El
trabajo era pequeño y hasta mezquino. Pero iba avalado
con una firma prestigiosa. El que fué canónigo de nues­
tra Metropolitana, sabio arqueólogo y publicista, Dr. Sanchis
Sivera, de santa memoria, y a quien Valencia todavía no ha
tributado un homenaje por mil títulos merecido, nos hizo
la gran merced de prologar la sencilla Monografía. Su pró­
logo terminaba así: «Plácemes mil merece el autor de esta
monografía, que ha logrado en poco espacio reflejar el sentir
de los devotos del pueblo, cuya fe en su Patrono no ha dis­
minuido después de los siglos que han transcurrido. Le feli­
citamos por su labor y hacemos votos para que no deje es-
las aficiones de investigador, que con el tiempo pudieran
dar lugar a otros trabajos de más importancia.»
Esta es sencillamente la razón única de este nuevo libro,
(pie alguien quizá pudiera calificar de literatura de segunda
y aun de tercera mano, puesto que en él se dicen cosas que
2
XVIII ADVERTENCIA PRELIMINAR

otros ya dijeron. Efectivamente, hemos espigado en campo


ajeno, pero siempre como base para desplegar las alas de
la investigación, que nos llevara a lo nuevo y a lo descono­
cido. Los que tengan la paciencia de leernos, podrán deducir
con facilidad que, solamente el APENDICE DOCUMENTAL
que presentamos, no es labor de sólo unos díaá.
Con todo, tampoco vamos a caer en la bobería de imagi­
nar siquiera, que presentamos un trabajo completo. De por
sí, esto es imposible. Nada envejece tan pronto como un
libro de historia. Y al historiador no le queda otro recurso
que ser un estudiante perpetuo; puesto que, ahondando en
la investigación, cada día le traerá un nuevo documento o
una rectificación.
Muchos han escrito de Historia. Pero cada cual ha em­
pezado por donde ha podido, y ha terminado como ha sa­
bido. Esto, ni más ni menos, quiso decir aquel genio espa­
ñol que se llamó Menéndez y Pelayo, al empezar su monu­
mental Obra «Historia de los Heterodoxos Españoles», con
las siguientes palabras: «Sabia máxima fué siempre, aun­
que no por todos practicada, sin duda en fuerza de ser tri­
vial, la de comenzar por el principio.» El gran polígrafo
conocía bien el paño.
En lo que a nosotros toca, sin querer, nos consideramos
ya como uno de los aludidos. Comenzamos forzosamente
nuestro ENSAYO HISTORICO por donde hemos podido.
Rotas las dos fuentes principales, como eran los Archivos
Parroquial y Municipal de Moneada, no nos quedaban más
que dos soluciones: o cruzarnos de brazos y dejar las cosas
como estaban ante tanta desolación, certeramente plasmada
en esta frase de nuestro querido amigo el docto Secretario
del Ayuntamiento, don Ricardo Medina: «Cincuenta siglos de
Historia y trece años de Archivo», o lanzarse a la penosa y
ADVERTENCIA PRELIMINAR XIX

ardua tarea de la exploración. Optamos por lo segundo.


Y jamás de ello hemos de arrepentimos.
Sólo nos resta hundir nuestra frente, apretar bien los
ojos, y esperar..., hasta que descargue sobre nuestra cabeza
el terrible chaparrón de la Crítica.
Valencia, festividad de San Miguel Arcángel, del año del
Señor mil novecientos cuarenta y nueve.

EL AUTOR
CAPITULO I

TOPOGRAFIA Y ORIGEN

S U MA R I O

Orografía.
Geología
Hidrografía.
Término.
Camino de Moneada.
Cruz de Quintana.
Origen.
Torre y alquerías.
A siete kilómetros al norte de la Ciudad de Valencia, y
como sobre un trono de esmeralda, estambrada con urdim­
bre de variadísima labor, destaca como una reina, entre las
distintas poblaciones limítrofes, princesas que parecen cor­
tejarla, la ciudad de Moneada.
Su orografía, aunque no muy complicada, resulta bella e
interesantísima. Toda ella se concreta en las suaves ondu­
laciones de la sierra Caldérona que cierra por esta parte,
como marco de molduras caprichosas y elegantes, la huerta
de Valencia (1).
La población está situada a los pies y en la parte oriental
de dicha sierra, cuyas estribaciones, arrancando de los mon­
tes de Sagunto, o más bien, del tosal de Puzol y les monta-
nyetes del Puig, van describiendo un arco magnífico, exten­
diéndose por los términos de Rafelbuñol, Masamagrell,
Museros, Albalat deis Sorells, Foyos, Moneada, Rocafort,
Godella y Burjasot, viniendo a ser cortadas por el río Turia
en el término de Paterna. Magnífico ramal montañoso que,
en frase de un prestigioso publicista, «semeja, a vista

(1) En las laidas de esta sierra se hallan las más excelentes canteras de rodeno.
4 LA CIUDAD DE MONCADA

pájaro, una carga de materiales arrojada por un titán al mar,


desde la cumbre del Javalambre» (1). Su situación exacta
es de 6 grados, 28 minutos de longitud y 39 grados, 35 mi­
nutos de latitud.
La verdadera iniciación en el término de Moneada de los
cerros de la Calderona en su cara oriental, se nos señala en
los terrenos ocupados por la estación y línea del ferrocarril,
cuya altitud es de 33 metros sobre el nivel del mar, des­
arrollándose, suave y progresivamente, hasta terminar su
más elevada cumbre, en el famoso Tos-Pelat, atalaya mag­
nífica, desde cuya cúspide se domina y abarca la inmensa
llanura valenciana, viniendo, más allá, a sepultarse las mi­
radas, en los horizontes sin fin del Mare Nostrum. En la
cima de este cabezo formidable, y como centinela fidelísimo,
se destaca el mojón que divide los términos de Bétera, Ma-
sarrochos y Moneada.
En su aspecto geológico, los cerros de esta población acu­
san evidentemente, formaciones de la época terciaria. Las
arcillas plásticas que constituyen el terreno, con todas las
características del Mioceno, así nos lo comprueban. Unas
veces, son calizas puras de la época; otras, son calizas y
margas, alternando con lechos de conglomerados de cantos
gruesos y, frecuentemente, fósiles típicos que no dejan lugar
a duda (2).
En las faldas de estos cerros, prevalecen las calizas are­
niscas que, en relativa abundancia, contienen fósiles maríti­
mos (3) y en especial Planorbis (4).

(1) M. Aloy. G eografía d el R ein o d e V alencia, T. I, pág. 82.


(2) De las can teras de M oneada se con stru yó parte del m u elle del
C'vao de V alencia.
(3) G u illem . V alencia com o estación in vern al, pág. 33.
(4) M olusco de agua dulce.
TOPOGRAFIA Y ORIGEN . 5

¿Qué relación puede tener este último terreno, que acusa


a todas luces, una formación lacustre, con la caliza pura de
la época?
El ilustre escritor Cavanilles, sosteniendo y fundamen­
tando la opinión de otros escritores, nos da una lección ma­
ravillosa sobre este fenómeno de la naturaleza, que extiende
a toda la vega valenciana y que, lógicamente se adapta a lo
que concretamente nos interesa. Dice, que la huerta entera
de Valencia fué mar en otros tiempos, y que, al ir éste
retirándose, dejando forzosamente grandes lagunas, vinie­
ron a confundirse con los materiales de los montes que eran
arrastrados, las arenas y demás seres orgánicos, formando
unas capas sobre otras, y cubriéndose de légamo en su super­
ficie, el cual, dispuesto siempre a endurecerse y asimilar
nuevos elementos, llegó con el tiempo hasta foi’mar un suelo
fecundo y apto para el laboreo (1).
En cuanto a su hidrografía, el cauce más importante, en
lo que se refiere a la fertilización de este término municipal,
es la gran Acequia de Moneada, de la que haremos estudio
en otro lugar.
Nace esta Acequia en la orilla izquierda del Turia, al
extremo occidental de Paterna y se desliza en dirección
oriental hasta Burjasot; dobla hacia N. E., y pasando por
Godella y Rocafort, cruza Moneada, que le ha dado su nom­
bre; sigue por Aliara del Patriarca, y, confluyendo con el
Barranco de Carraixet, lo acompaña en dirección oriental
hasta el término de Vinalesa; cruza dicho Barranco por un
conducto subterráneo, y sigue su curso hacia Rafelbuñol,
desembocando, ya en término de Puzol, en el Mediterráneo.
La longitud de esta Acequia es de 30 Idlómetros.

(1) O b servaciones d el R eino de V alencia, T. I, pág. 130.


6 LA CIUDAD DE MONCADA

El Barranco de Carraixet es parte integrante del sistema


hidrográfico de Moneada, y tiene su origen en las vertientes
meridionales del monte Cabezagut, entre Marines y Olba, en
los confines de las provincias de Castellón y Valencia, y el
punto denominado María del Río. Siguiendo su curso, limi­
tado por las colinas que se extienden entre Bétera y Mon­
eada, dobla hacia el S. E., y por Bétera, llega hasta Moneada-
de jándola a su orilla derecha; sigue por Aliara, Vinalesa y
Mirambell, desembocando en el mar entre Almácera y Al-
boraya.
Tiene este Barranco 45 kilómetros de curso.
Otro Barranco de menos importancia, aunque de no menor
interés para nuestro objetivo, es el Barranco de Cona que,
atravesando el término municipal de nuestra población, tiene
su afluencia en el anterior Barranco de Carraixet.
En las cercanías del Barranco de Cona, se extiende un
muro de fabricación antiquísima, que los naturales denomi­
nan Pared del Patriarca, y que mide 245 metros de longitud
por 0'80 metros de alto. De este muro hablaremos más deta­
lladamente en su debido lugar.
Conviene también señalar la gran Rambla, denominada
El Palmar que, no obstante ser llamada Palmar de Masa-
rrochos, sin embargo, se forma muy cerca de Moneada y con
las vertientes de esta población; recibe las de Masarrochos,
y pasando por cerca de Carpesa y Borbotó, atraviesa el Llano
de San Bernardo por junto a las tapias de San Miguel de
los Reyes; sigue el Camino de Vera y desemboca directa­
mente en el mar.
Ultimamente citaremos la Acequia Bufilla que, naciendo
en la Mina, extremo norte del término de Meneada, junto
a la granja Moróder, sigue su curso por las partidas siguien­
tes: Rambleta, Pía de Foyos, Bordellet, Ermita y Barranco.
TOPOGRAFIA Y ORIGEN 7

El Pozo de San Pedro, que riega las partidas de la Marquesa


y Contienda; y el Pozo de Santa Bárbara, que fertiliza las
partidas de Marquesa, Contienda y Aldinsa, completan el
sistema hidrográfico del término.
El término municipal de Moneada, de una exuberancia
magnífica, ocupa una extensión de 15’59 kilómetros cuadra-
dos, y está circundado por los términos de Foyos, Aliara
del Patriarca, Museros, Masarrochos, Benifaraig, Rocafort,
Bétera y Náquera.
Un moderno publicista describe los límites de este tér­
mino en la forma que sigue, verdaderamente ingeniosa:
«El término de Moneada tiene una proyección plana muy
semejante a la de una bota de media caña, cuya planta está
en dirección N. O., formándola hacia el tacón el término de
Bétera y hacia la punta el de Náquera; el contrafuerte y
parte superior mira al S. O. y la forma todo el término de
Masarrochos que hoy pertenece a Valencia; la boca que
mira al S. E. está delineada por el límite con Aliara del
Patriarca; la caña y parte del empeine limita con Foyos y
el resto del empeine hasta la punta lo forma una doble
curva, los lindes con el término de Museros, mirando al
E. más o menos toda esta parte anterior. En el extremo
S. limita con Benifaraig, con el que sólo tiene de común un
vértice. El relieve de terreno que es escaso, forma por esta
parte el límite del gran llano de Valencia, teniendo su ma­
yor altitud en el extremo occidental y su mayor depresión
en el cauce del barranco de Carraixet al E., en donde vierten
las aguas del N. y Levante del término, derramándose las
de Poniente en el barranco del Palmar de Masarrochos» (1).

( lj N. P rim itiv o G óm ez en la G eografía d el R ein o de V alencia d e


M. Aloy, T. I, p ág. 985.
8 LA. CIUDAD DE MONCADA

La entrada principal de la población era, en tiempos no


muy lejanos, el extremo Sur de la calle Mayor (hoy del
Caudillo), donde venía a morir el antiguo Camino de Mon­
eada, todavía denominado hondo, que, arrancando de Va­
lencia, dejaba en su ruta a un lado el poblado de Beni-
faraig (1).
El Dr. José Lop, en su obra titulada «De la institució,
Govern Politich i Juridich, Costums i Observangies de la
Fábrica Vella, dita de Murs y Valls; i Nova, dita del Riu»,
publicada en 1675,' nos da detalles curiosísimos de este
camino. Dice «... 1. Lo camí de Moneada, es també filióla
del camí Real de Molvedre, i corre per conte de la Ilustre
Fábrica el cuidar de aquell, i deis adobs deis ponts, desde
la torre de la Unió (2) fins lo pont de la gequia de Moneada
que está al entrar de dit Loch, i en cas de estar arrendat,
corre per conte del dit arrendador, lo cual camí se sol arren­
dar per preu de 80 liures, incluhint en aquélles 24 liures,
que importen quatre bolletes, que dona la Ilustre Junta al
arrendador pera permetre a qui ii pareixera el carretejar ab
galeres de sis mules per dit camí, pagant al arrendador
6 liures per cada bolleta, o depositanles en la Taula a nom
del pagador de la Fábrica no estant arrendat lo dit camí,
rom es de veure per lo arrendament fet en 8 de novembre

(i) En 1358 se in stitu yó, por p riv ileg io de D. Pedro IV, la Ilu stré
•iun ía <l<* la F ábrica de M u r s y V a lls , ad m in istración es p e ú a l no con ten ida
en los b u r r o s (L ey con stitu yen te d el R e y C onquistador) y cu yo ob jeto era
ia c o n s e rv a c i ó n y reparación de las m urallas, de lo s vallad ares y d e las
p r i n c i p a l e s c a r r e t e r a s y cam in os secu n d arios (filióles) de España, en tre
c u y o s ú ltim o s, se m enciona e l de M oneada.
(2) La T orre de la U nión se h allab a em plazada aislad am en te, en ia
ca lle de S a g u n lo de V alencia, d esd e d o n d e arrancaba el Cam ino de Mon­
eada. Se llam ó T orre de la Unión, p orq u e d esd e ella resistieron en carn i­
zad am en te lo s partidarios de la U nión en 1347. F u é dem olida en 1791.
<Cruilles. G uía Urbana de V alencia, T. II, pág.- 352.
TOPOGRAFIA V ORIGEN 9

del any 1673, i per que convé que les fites que están en dit
camí no es leven de son puesto es provehí en lo primer de
juliol del any 1598, se adobasen aquelles i se executassen ais
carreters que les havien apartades.»
«2. En dit camí hi ha quatre ponts, que no toca la con­
servagió de aquélls a la Ilustre Junta.»
«3. Lo primer está davant de la alquería de Mossen
Antoni Yvañes per davall del qual passa aygua pera regar
ierres de dita alquería i ais amos de aquélles, toca la con­
servagió de dit pont.»
«4. Lo segón está arrimat a la alquería de Vigent Prats,
per davall del qual passa aygua pera regar terres de Juan
Batiste Buidat i al amo destes terres toca la conservagió de
dit pont.»
«5. Lo tercer pont está davant de les lengues de la
gequia de Petra, per davall del qual passa aygua pera regar
terres, que son de Batiste Falcó, i al amo destes terres toca
la conservagió dei pont.
«6. Lo quart i últim pont está en dit camí, al costat
de la alquería de don Francisco Leo, per davall del qual
passa aygua pera regar terres de dita alquería, i al amo de
aquélles li toca la conservagió de dit pont» (1).
«Debía ser muy típica —dice Martínez Aloy— y lo es
todavía aquella entrada (la de la población), que, salvando
la gran acequia por un puente, pasa entre la plaza de armas
del Castillo y el palacio de los Condes de Rótova, describe
un zig-zag y penetra en la calle principal, desahogada pero
muy honda, cuyas casas, en ambos lados, se levantaban

(1) Obra Citada. Cap. X X V I, pág. 299.


10 LA CIUDAD DE MONCADA

entonces sobre un adarve protegido por muretes de piedra


con graderías laterales» (1).
Al fondo de dicha entrada y en el centro de una plaza,
se erguía espléndida, una Cruz monumental (la Cruz de
Quintana) (2), de estilo gótico florido en su período de tran­
sición al renacimiento español, ostentando el centro una
Imagen de Nuestra Señora con el Niño y en cada uno de
los brazos laterales, sendas imágenes: de Santa Bárbara,
e ignorándose la otra por mutilación de la parte superior.
El ansia de urbanización de esta calle, impulsó al Ayun­
tamiento local a tomar una decisión que, aunque se estimó
conveniente y oportuna para la realización de sus proyectos,
bajo el aspecto artístico e histórico, careció lamentablemente
del más leve espíritu de reflexión. Efectivamente. En el año
1895, la piqueta demoledora se encargó de hacer desapare­
cer la Cruz monumental que, en su parte principal, después
de estar dos años en la Casa Capitular, fué trasladada al
Museo Provincial de Valencia, donde se conserva.
Refiérese que por entonces, esta calle se veía frecuente­
mente inundada en días de temporal persistente, pues las
aguas de las calles superiores y de los secanos se precipi­
taban hacia la Acequia Real, pero como no siempre ésta
podía aceptarlas por su crecimiento forzoso de nivel, llega­
ban hasta los umbrales de las casas, no obstante los mure-
tes de piedra; lo que obligaba a la colocación de unos
tablones desde la Casa Capitular hasta la Iglesia Parroquial*
para facilitar el tránsito.
Decidióse el Municipio a remediar este inconveniente,

(1) G eografía d el R eino de V alen cia, T. I, pág. 96.


(2) Se llam ó así, por ap ellid arse Q uintana el dueño de la prim era
•casa edificada en dicho lugar.
TOPOGRAFIA Y ORIGEN 11

proyectando una reforma hidráulica, que afectó también


necesariamente a la antigua vertiente o calle del Ravalet (1),
pero aceleró demasiado el derribo de les baranetes o para­
petos de piedra, y al sobrevenir un fuerte temporal de
lluvias, las aguas inundaron las casas particulares e incluso
la misma Iglesia Parroquial.
El Dr. Berní, en su «Vida de la Penitentísima Virgen
Inés de Moneada» (2) habla de esta población y la sitúa
«... en las raíces de los encumbrados montes que sirvieron
de muro a los Pueblos Beterones, muy celebrados de los
antiguos, por la gloriosa victoria, que estas valerosas gentes
ganaron junto al antiguo Lugar de Bétera, del ejército for­
midable de los Cartagineses, a quienes, después de quedar
enteramente derrotados, les fué muerto su general Amílcar
Barcino, padre del gran Aníbal, 228 años antes del naci­
miento de Cristo Señor nuestro, como refieren nuestras His­
torias, siendo Cónsules Spulio Carvilio Máximo II y Quinto
Fabio Máximo, según los Fastos Consulares del eruditísimo
Ricciolo. También sirvieron de antemurales a la antiquísima
Ciudad de Palancia, celebérrima siempre por su grandeza,
hasta las sangrientas guerras civiles de Mario y Sila, en que
habiéndola desamparado Quinto Sertorio, valerosísimo Ge­
neral en España del partido de Mario, la pasó su enemigo
Pompeyo el Grande a sangre y fuego, 72 años antes de la-
venida de Cristo, en el Consulado de Lucio Gelio Poplícola,
y Cneio Cornelio Léntulo, desmantelándola hasta los funda­
mentos, sin quedar de ella más que algunas cortinas de la
cerca, que hasta hoy permanecen, y quiso dejar por me­

cí) R ev a l o arrabal, de r a b a l , voz árabe que significa a l q u e r í a o


c a s e r ío .
(2) V alencia, 1793, págs. 13 y 14.
12 LA CIUDAD DE MONCADA

moría, juntamente con los arcos de los Valles entre monte


y monte por donde encaminaban las aguas» (1).
Según todas las apariencias, podríamos creer que la po­
blación de Moneada tomó esta nombre de su primer pro­
pietario cristiano, don Pedro de Moneada, pero este error
queda completamente desvanecido si leemos atentamente
el texto de la donación consignada en el «Libro del Repar­
timiento», en el que claramente aparece que, la torre de
Moneada con sus alquerías, fué donada por el Rey Conquis­
tador al citado don Pedro en el año 1234, como veremos
más adelante.
Está, pues, en lo cierto Escolano cuando dice: «A Mon­
eada no le dieron el nombre los conquistadores catalanes
como algunos han creído. Porque de la suerte que en tiempo
de los moros había una villa llamada Moneada en Cataluña
que por haber cabido a los caballeros de la Casa de Babiera
en la recuperación de ella, se llamaron Moneadas; así había
en Valencia por el mismo tiempo otra del mismo nombre
a quien se le dieron los moros (2) por ser tierra franca,
libre y privilegiada; que eso suena el nombre de Moneada
en arábigo» (3).
Otros autores afirman que dicho vocablo, más bien que
árabe, parece latino (4).
Nuestro criterio, sin embargo, difiere de unos y de otros,
apoyado en estudios documentados de modernos y sabios
publicistas. El nombre de Moneada (Monteada), acusa bien

(1) E sto s ú ltim os datos y n oticias, ad m itid os por lo s h istoriad ores


a n tig u o s, están fa lto s de todo fun d am en to y son ab iertam en te rechazados
por la crítica m oderna.
. (2) En esto ya no acierta tanto.
(3) H istoria G. de V alencia, T. II, pág. 140.
(4) M. A loy. G eograiía del R ein o de V alen cia, T. I, pág. 977.
p
14 LA CIUDAD D E MONCADA

de Valencia (1), y los enemigos de Dios amenazaban tomarle


toda la tierra, que le rogaba quisiese ir en su ayuda...» (2).
Y así continúa llamándose bien entrado el siglo XIII, sobre
todo en los documentos de carácter oficial, escritos general­
mente en lengua latina. Bien claramente aparece en la
Carta-Puebla otorgada en 1248: «... Bernardus de Barberano
Capellanus Montis Catani...».
En cuanto al verdadero origen de esta población, nada
podemos decir concretamente. Sólo puede fundamentarse el
estudio del origen de un pueblo antiguo, sobre dos bases de
investigación: la de los documentos históricos o las luces
que brotan del estudio de su nombre. De lo primero, nada
queda. De lo segundo, el nombre de Moneada, según decía
mos arriba, está compuesto de voces inconfundiblemente
ibéricas. Nadie, sin embargo, ha podido todavía iluminar las
lejanas sombras que envuelven su origen y fundación. Su
antigüedad se pierde en la memoria de los siglos. ¿Ibéri­
ca...? ¿Pre-Ibérica...?
Rodeada de mansiones ibero-romanas e infinidad de res­
tos arqueológicos de los que hablaremos a su debido tiempo,
séanos lícito admirar, mientras tanto, la belleza histórica
de este suelo tan fecundo, testigo milenario de tantas civi­
lizaciones, que unas veces fué el destello esplendoroso de
la civilización griega y otras veces las potentes oleadas del
ardor cartaginés. Permítasenos reconstruir en nuestra ima­
ginación aquella su Torre famosa, resistiendo impávida los
embates de tantos siglos y tantas dominaciones; viendo

(D La voz arábiga H isn - sign ifica: fuerte, m uro. H isn-M oncat: el


fu erte de M oneada.
(2) H istoria de la dom inación de lo s árabes en España, T. III, pá­
gin a 165. B arcelona, 1884.

5?
TOPOGRAFIA Y ORIGEN 15

pasar por encima de sus almenas enfiladas, la magnificencia


de la soberbia dominación romana, el furor de los bárbaros
destructores, la férrea intransigencia de la dominación visi­
gótica con sus testas coronadas, y el poderío sofocante de
la media luna, cuya agonía vino a presenciar doblemente al
pie de sus troneras, al recibir anhelante la caricia amorosa
de dos espadas igualmente victoriosas: la del Cid y la del
Rey Conquistador.
«De muy antiguo —dice Madoz-— vino a ser célebre en
la Historia el terreno de esta' población, pues junto a ella
se halla probablemente el montecillo a donde se refugió
Publio Escipión, acosado por Asdrúbal Gisgón y de donde
lo libertó su hermano Gneo» (1).
Según el autor del Nomenclátor Geográfico de la Diócesis
de Valencia, «... algunos historiadores dicen que Borrell,
conde de Barcelona, fué derrotado en estos sitios (refirién­
dose a Moneada) el año 984 y que otro conde, Ramón Be-
renguer, dió el poblado en 1137 al senescal Ramón...» (2).
Sin embargo, esta afirmación es atribuida a error por otros
modernos historiadores; error, dicen, ser hijo de un des­
cuido que cometió la imprenta Rojas de Madrid, al compo­
ner el volumen XI del Diccionario Geográfico de Madoz,
pues habiéndose examinado detenidamente la página 482 del
mencionado volumen, se advirtió que se habían traspapelado
las cuartillas correspondientes a los distintos artículos:
Monteada, lugar de la provincia de Valencia y Moneada y
Reixach de la de Barcelona. Por nuestra parte añadimos
que, en lo que se refiere por lo menos, a la donación del
poblado, de haberse prestado un poco de atención, no se

(1) D iccion ario G eográfico, T. X I.


(2) S an ch is S ivera. A rtícu lo Moneada.
16 LA CIUDAD D E MONCADA

hubiera dado este lapsus, ya que nuestra Moneada, en 1137


estaba en manos de los musulmanes y todavía no era llegado
el momento de las donaciones. Era cuestión de otro siglo
más.
Hay algo empero que podemos afirmar sin ningún género
de dudas: que en tiempo de los árabes, esta población la
constituían varias alquerías y una famosísima Torre, la que
comúnmente era dicha Torre de Moneada, atestiguándose
rtepetidamente su importancia en la Crónica Real de Don
Jaime el Conquistador: «Lá torre de Moneada, la cual es
muy buena y encierra grande riqueza...» «... es de les mey-
lors torres de tota l’horta.»
Algunos historiadores, entre ellos Viciana, padecieron
grandísimo error al afirmar que Moneada no era más que
una torre cuando la Conquista, fundándose en que Don
Jaime en su Crónica, refiere secamente que puso sitio a la
torre de Moneada, cuyo error acertadamente rebate Esco-
lano diciendo que «... esto déjase entender por las circuns­
tancias, que en sintiendo su venida, los vecinos del pueblo
se acogieron a la torre, donde no era posible que tuviesen
su ordinaria vivienda dentro, las mil personas que dice el
rey se le rindieron en la torre después del combate. Y lo que
es más, que hallamos, por escritura que pasó ante Bernardo
Barberán en 28 de mayo de 1248, que echados los moros de
la Villa, se dió a poblar a cristianos viejos» (1).
Aparte de la prueba documental que aduce Escolano, no
hubiera tenido, sin embargo, necesidad de apelar anterior­
mente a conjetura de ningún género para rebatir dicho
error, puesto que precisamente en la Crónica de Don Jaime

(1) H isto ria G. de V alencia, T. II, p á g . 140.


Cal le del CaudillQ
TOPOGRAFIA Y ORIGEN 17

aparece bien claro lo que Viciana y demás historiadores


tratan de desvirtuar, ya que en diversos lugares de la mis­
ma, distingue el Conquistador bien definidamente la Torre
de la villa : «... la torre de Moneada, la cual es muy buena
y encierra gran riqueza; sin contar además que se halla
hacia la villa...» «...lo primero será acamparnos junto al
lugar del sitio, y ai día siguiente, de mañana, combatiremos
la villa... «...porque debemos suponer que los que allí peleen
valdrán siempre más que los que se habrán recogido en la
torre y en la albacara...» «...por la mañana, oída la misa,
fueron a armarse los escuderos y gran parte de los caballe­
ros; y colocándose oportunamente, empezaron a entrar a
pie en la villa...» «...en la albacara de la torre se hallaban
apiñadas tanta multitud de mujeres, niños, vacas y otras
reses, que las piedras que tiraba el fundíbulo mataban cada
vez a alguno... (1).
Queda, pues, bien sentado, que no era Moneada solamente
una Torre, al tiempo de la Conquista, sino una verdadera
población, más o menos grande, formidablemente defendida
por el famosísimo fuerte, construido, sin duda alguna, mu­
cho antes que los árabes hollaran con su planta nuestra
región valenciana.

(1) F l» ta ts y B ofaru ll, pág. 204 y sig u ien tes.


C A P I T U L O II

RASGOS FIS O N O M IC O S

S U MA R I O

Fisonomía
Escudo
Censo y Movimiento de población
Comunicaciones
Administración
Intereses morales
Edificios
Calles principales
Agricultura
Industria y Artesanía
Cultura y Arte
Títulos de Villa y Ciudad
Moneada a los pies del Miguelete

f i J
Todos los pueblos tienen su fisonomía propia. Así como
nos sería de todo punto imposible confundir una persona con
otra, precisamente por su fisonomía, así acontece con los pue­
blos y naciones. Cada pueblo tiene su carácter propio, in­
confundible; fisonomía perfectamente definida, en la que
cada rasgo, cada perfil, acusa una diferencia total respecto
a los demás.
Jamás podrá confundirse Moneada con esos pueblos que,
colgados en los riscos de una montaña y como protegidos
por la mole gigantesca de sus castillos, parecen envueltos
en el sudario de sus gestas históricas y de sus leyendas mi­
lenarias.
Ni con esos otros que, dormidos al susurro de las olas
que mueren en sus acantilados, parecen fantasmas que sur­
gen del fondo de los mares, al conjuro del poder irresistible
del astro solitario.
La fisonomía de Moneada es inconfundible.
22 LA CIUDAD DE MONCADA

Con su llanura pletórica de encantos que jamás hastían


la mirada; con sus campos fértilísimos, cuajados de eternas
esmeraldas; con sus huertos de naranjos, bordados de purí­
simo azahar; con sus exuberantes partidas de «Aldinsa»,
«Pía de Andanes», etc.; con sus típicas alquerías y sus clá­
sicas barriadas de «El Ravalet», «Casetes de Badía», «Espar
za» y otras más; con sus cerros caprichosos de «Santa
Barbara», del «Tos-Pelat» y demás lomas ligerísimas,
estribaciones todo de la sierra Calderona, que semejan vigías
fidelísimos, en medio de la penumbra silenciosa y perfumada
de las noches valencianas...; con sus testigos, mudos pero
elocuentes, que evocan recuerdos históricos y legendarios,
como «Les Páreteles deis Moros», «La Pared del Patriarca»,
«El Piló de la Campana», «El Pouacho», «Les Vignetes»,
etcétera; con sus chimeneas gigantes que embisten a lo
alto, dejando escapar el aliento de sus bocas, que viene a
confundirse con el húmedo celaje de los cielo s..., con el
tesón laborioso de sus hijos, que han sabido arrancar de
sus tierras un venero inagotable de prosperidad y riqueza.
Moneada se define y acusa caracteres inimitables.
ESCUDO.—El escudo de armas que concedió a Moneada
el rey Don Jaime I, fué, por especial privilegio, el mismo del
propio Conquistador. Sus características s o n : Escudo acau­
dado con sus cantones cortados; los cuatro palos de gules,
que son de Aragón, en campo de oro, y timbrado con la
corona real, abierta, según costumbre de aquella época;
está como flotando sobre las .aguas de la Acequia Real: y
como abrazándolo todo, palmas y laureles.
RASGOS FISONOM1COS 23

CENSO DE POBLACION.—El censo y movimiento de


población en el año 1949 ha sido el siguiente:

C E N S O D E H A B IT A N T E S
D e hecho: 6.086
D e derecho: 6 .6 1 5 (1)
IV 10V I I V I I E I N J T O D E P O B L A C IO N
N acim ientos: 83
M atrim onios: 35
D efunciones: 60

COMUNICACIONES.—La red de comunicaciones que


une su término con la capital y con los pueblos colindantes,
es magnífica. Las carreteras son amplias y bien conservadas.
La llamada Carretera Provincial de Valencia a Moneada,
de más tráfico y recorrido, es la que en su día sustituyó al
Camino Viejo de que hablábamos en el Capítulo anterior.
Su longitud es de 6’630 kilómetros; y por documentos del
siglo pasado, consta que, ya con anterioridad al año 1886,
se había hecho cargo de ella la Diputación Provincial.
Arranca de la Carretera de Barcelona, en la iniciación
de la Travesía de Moneada (calle de Sagunto, de Valencia);
y después de cruzar el Camino de Tránsitos, pasa Pueblo
Nuevo, dividiéndole; deja después a su izquierda a Borbo­
tó y a su derecha, algo más distanciado, a Carpesa; atravie­
sa luego Benifaraig, y cruzando la línea del ferrocarril.

( i ) E n docum entos de fines del siglo X V I I co nsta que M oneada tenía “ 120
clisas con 540 p e rso n a s” . Cien años después, en 1794, dice C avanilles que te n ía 500
vecinos. U nos 2.500 hab itan tes.
24 LA CIUDAD DE MONCADA

muere en Moneada, en la iniciación de la Avenida de Ruiz


de Alda. (1)
El servicio de autobuses de la misma, cuyo concesionario
es don José Broseta, es excelente.
En sesión celebrada por la Comisión Gestora de la Dipu­
tación Provincial, el 6 de septiembre de 1946, se adoptó el
acuerdo de aprobar el proyecto de adoquinado de la citada
carretera, ordenando la ejecución de las obras, cuyo presu­
puesto importó 1.729.59979 pesetas.
En el año 1934 se inició la construcción de otra carrete­
ra : la de Moneada a Náauera, de absoluta necesidad para
el comercio y comunicaciones, terminándose las obras en
el año 1944.
Existe, además, otra carretera de tercer orden que, a
la altura de Rocafort, enlaza con la que, cruzando por Go­
deña, une Valencia con Bétera y Torres-Torres.
Tiene Moneada dos Estaciones del Ferrocarril Económico
de Valencia a Bétera-, una para el servicio de la población
y otra para el núcleo de caserío denominado «Masías»,
además de Un Apeadero (que pronto será Estación) para
el servicio del Seminario (2).
Completan la red de Comunicaciones, una Estafeta de
Correos y una Central de Teléfonos.

ADMINISTRACION.—La antigua Casa Consistorial es­


taba emplazada en el mismo sitio que hoy ocupa el Ayunta-

(1 ) E l arq u itecto del A yuntam iento de V alencia, don V icente V alls, viene
acariciando tiem po ha la rectificación del recorrido de e sta C arretera en su a rra n ­
que de V alencia, suprim iendo ciertas curvas que d ism in u irían en i K m ., p o r lo
m enos, el curso de la mism a. D eseam os al señ o r V alls la p ro n ta realización de su
proyecto, que, sin duda alguna, h ab ría de se r algo in teg ral en la urbanización de
e sta p a rte de suburbio de la Capital.
(2) E s ta línea de ferrocarril fué co n stru id a por la Sociedad V alenciana de
T ran v ías, y su inauguración tuvo lu g a r el 13 de agosto de 1891.
F ac ha da de la Casa Consistorial
Cliché del autor

Grupo Escolai
■*}
RASGOS FISONOM ICOS 25

miento; y a su lado se levantaba la Cárcel de Partido. Pero


al reedificarse la Casa Ayuntamiento actual, en el año 1911,
la Cárcel de Partido quedó dentro del recinto del nuevo
edificio, como subsiste en la actualidad.
La Corporación Municipal la componen el Alcalde-
Presidente, dos Tenientes de Alcalde, un Síndico, un Depo­
sitario y cinco Concejales. He aquí los cargos y nombres de
los Componentes del Ayuntamiento actual:

A LCALDE: D on V icen te V e rd e g u e r C am ps
PRIMER TENIENTE: » A rturo C a p illa V ig u er
SEGU NDO id » Francisco L loréns Ferrer
» Jo sé Torres Estellés
I
» Bautista Bosch A lbiach
» Jo sé M artín ez Escricb
» Ju an G a s e ó Coll
» A le ja n d ro Roig M ontesinos
» O le g a rio A lb iach Palom ar
» N azá rio Lluesm a Lloréns
SECRETARIO: D on R icardo A . M e d in a C a lv e te , a b o g a d o

Aunque dejó de ser Partido Judicial, cuenta Moneada


con un Registro de la Propiedad y tiene asignados los tér­
minos de Albalat deis Sorells, Albuixech, Aliara del Patriar
ca, Bétera, Ronrepós y Mirambell, Cuart de Poblet, Empe­
rador, Foyos, Godella, Manises, Meliana, Moneada, Museros,
Paterna, Rocafort y Vinalesa.
Todavía en el siglo pasado existía y funcionaba en la
población el Juzgado de Primera Instancia; pero en la
segunda mitad del siglo, hacia el año 1870, dejó de existir,
perteneciendo y dependiendo Moneada, desde entonces, del
Juzgado de Serranos de la Capital.
26 LA CIUDAD D E MONCADA

Funciona también una Notaría, como cabeza de distrito


notarial.
Para salvaguardar el orden y seguridad personal de
Moneada y pueblos circunvecinos, tiene Puesto de la Guar­
dia Civil, con un Comandante y seis números. La Casa-
Cuartel está emplazada en el edificio destinado antiguamente
a Escuelas Nacionales, cuyo solar generosamente donó, en
el año 1896, el Vicecónsul de Suecia y Noruega, señor
Dahlander, según puede apreciarse por dos lápidas conme­
morativas que se conservan en su vetusta fachada y que
dicen a s i:

«SE CONSTRUYO ESTE EDIFICIO EN EL AÑO 1896,


HALLANDOSE CONSTITUIDO EL AYUNTAMIENTO
EN LA FORMA SIGUIENTE: ALCALDE, DON RAMON
RODRIGO CUÑAT; PRIMER TENIENTE, DON.MANUEL
PASCUAL BOSCH; SEGUNDO TENIENTE, DON AN­
DRES TARONCHER CAMPS; REGIDORES, DON ANGEL
COLL ROS, DON JOSE MARCH NAVARRO, DON VICEN­
TE RODRIGO BOSCH, DON VICENTE PASCUAL LLEO-
NART, DON VICENTE MARQUES TRENCO, DON AN­
TONIO LLEONART GRANELL, DON JOSE SEPULVEDA
LLEONART, Y SECRETARIO, DON RAMON MOLINS
ALBIACH».

«LA INICIATIVA DE ESTA OBRA, CONSTRUIDA


BAJO LA DIRECCION DEL ARQUITECTO DON JOA­
QUIN M.a ARNAU, PARTIO DE DON VICENTE BONET
MARTINEZ, SIENDO ALCALDE. HABIENDO SIDO EL
CONTRATISTA SU HIJO DON VICENTE BONET CHA­
PA. EL SOLAR FUE CEDIDO GRATUITAMENTE POR
DON 11AH ALDO J. DAHLANDER. A LAS GESTIONES
HECHAS POR EL EXCMO. SR. MARQUES DE CACERES
RASGOS F1SONOMICOS 27

HAY QUE AGRADECER EL COBRO DE LA SUBVEN­


CION CONCEDIDA POR EL ESTADO».

INTERESES MORALES Y MATERIALES.—De entre


sus edificios notables, se destaca el Grupo Escolar, airosa
edificación dividida en cuatro pabellones con amplios patios-
jardín para el recreo de la población escolar. Se inauguró
en 1933, viniendo a sustituir, con enorme ventaja, a las
antiguas Escuelas de la calle de Luis Vives.
De la instrucción infantil están encargados cinco Maes­
tros y cinco Maestras.
La matrícula escolar, en el último curso, ha sido de 190
niños y 200 niñas.
El Mercado, enclavado en el centro de una espaciosa
plaza rectangular, es de sólida construcción y debidamente
acondicionado. Fué inaugurado en el año 1908, siendo cos­
teadas sus obras por la generosidad de don Vicente Noguera,
Marqués de Cáceres.
Tradicional y típico es el día del Mercado: lunes de
cada semana. A Moneada acuden gentes de todos los pueblos
limítrofes y aún de la misma capital.
Del Calvario Público, tan lleno de recuerdos piadosos y
de escenas imborrables, nada quedó. La furia demoledora
de la última revolución pasó también por allí, dejando seña­
lado su rastro vandálico. (1)
En cambio, poco antes, en el mismo año de 1936, se
inauguraba el nuevo Matadero, situado al S.E., de sólida
construcción. ¡Extrañas paradojas de la Historia!
Otro de los edificios más destacados es el Sanatorio Psi-(i)

( i ) L a piedad de M oneada ha vuelto a re c o n stru ir el Calvario, que se inauguró


en fecha reciente.
28 LA CIUDAD DE MONCADA

quiátrico «Santa Bárbara», instalado en lo que fué antigua­


mente palacio de los condes de Rótova; establecimiento
magnífico, montado con arreglo a las más modernas exigen­
cias de la terapéutica, para la asistencia y tratamiento de
enfermos nerviosos y mentales.
Hasta principios del siglo pasado, Moneada, como los
demás pueblos del reino e incluso Valencia misma, no
tuvo otro Cementerio que el Osario diríamos parroquial y
que, sin duda alguna, estaba pegado a la Iglesia Parroquial,
formando con ella un solo edificio. (1) Este Osario debió de
construirse a raíz de la Conquista, inutilizándose, por tanto,
el que hasta entonces había sido lugar para enterramientos.
Así se desprende de la Carta-Puebla, otorgada en 1248, en
la que se hace mención del osario antiguo. (2)
El Cementerio actual se halla enclavado en la parte N.
de la ciudad, y es ampliación del que se construyó en la
época antedicha (principios del siglo XIX) y que dependía
de la administración parroquial. Hoy lo administra el Mu- 1 ? ' 'x
nicipio.
Las obras de ampliación y la Capilla actual se hicieron
en el año 1893.
La fecha de su construcción no consta concretamente.
Sólo podemos 'deducirla por el siguiente documento que se
conserva en la Biblioteca Universitaria de Valencia y que
nos complace transcribir. Dice a s í:

«Junta Superior de Sanidad. Con esta fecha prevengo al


Corregidor de esta Ciudad que mande alzar inmediatamente
la detención de frutos hechas por los Alcaldes de Moneada12

(1 ) P ru e b a de ello es que la calle co n tig u a a la actual Ig le sia P arro q u ial, se


denom inaba an tig uam en te “ C arrer del F o sar
(2) V éase C apíulo V,

I•í-l'V.V.
Cliché de Furió

El Ce m ent eri o
Cliché de Furió
RASGOS FISONOM ICOS 29

y Ifenifaraig a los Arrendadores de Diezmos, y al Cura


I’árroco por razón de primicia: que el mismo Corregidor
oficie con los partícipes de aquellos, y Cura; para que con­
tribuyan con las quotas que les han cabido para la construc­
ción del Cementerio como les está encargado en la ley de
¡5 de Abril de 1787, estando como esta el expediente arregla­
do a la misma; y que en caso de negarse a ello, haga las
gestiones oportunas ante V. S. como Juez del Tribunal de
Diezmos. Lo aviso a V. S. en contestación a su exposición
del 9 del próximo pasado.—Dios guarde a V. S. muchos
años.—Valencia 10 de Septiembre de 1816.—Xavier Elio.—
Matías de Velasco.—Sr. D. Francisco Xavier Borrull» (1).

En el año 1925 el Ayuntamiento adquirió un predio rús-


tico en la partida deis Basots, como unas cuatro hanegadas,
a 500 pesetas cada una, para ensanche del Cementerio.
A fines del siglo XVIII, la Marquesa de Almunia, co- J- 1 Aj , ,
inenzó la construcción de un edificio con su Capilla, dedi. (V^S**^* «KM?
cada a la Virgen de los Desamparados, junto a la casa na­
talicia de la Venerable Inés de Moneada; pero las obras
quedaron en suspenso por defunción de la ilustre dama,
¿X V
siendo utilizada esta edificación, desde 1811 a 1817, para
cementerio de apestados. De él han desaparecido ya todos ' J
los primitivos trazos de carácter religioso, estableciéndose
allí durante varios años el Casino Musical, y sirviendo, hoy,
de Centro Local de ía Organización de Falange Española
Tradicionalista y de las J.O.N.S.
El Banco de Valencia ha establecido en Moneada una
Agencia o Sucursal, sita en la plaza del Mercado, realizando,
toda clase de operaciones de Cambio, Banca y Bolsa; con

( t) B. U . n ú m ero 145. B ulas, R eales O rdenes y Concordias sobre Diezmos,,


folio 156.
4
30 LA CIUDAD D E MONCADA

Caja de Ahorros, distintos tipos de imposiciones y Cuentas


corrientes.. El movimiento de 1949, ha sido de 129.188.000
pesetas.
Está al frente de la. Dirección del Banco, nuestro par­
ticular amigo don Vicente Martí Zanón, hombre de rele­
vantes prendas de administración y gobierno.
1 Ca - C .L .C ., ' • <cJ~
Las calles más principales de la población son las si­
guientes: Caudillo, Cervantes, Colón, Capitán Cortés, San
Roque, San Antonio, Luis Vives, Pintor Sorolla, Dos de
Mayó, Calvo Sotelo, etc.
La calle que lleva hoy el nombre de Capitán Cortés,
desde la del Caudillo hasta el ferrocarril, se denominaba,
antiguamente, de las Barreras-, y llamábase así, porque en
lejanos tiempos, durante la dominación árabe, se construyó
allí una especie de vallado o barreras que impedían las sor­
presas del enemigo y daban tiempo para defenderse. (1)

AGRICULTURA.—En cuanto a la agricultura de Mon­


eada, su valor productivo es de indiscutible importancia,
calculándose en unos 4.246.000 pesetas, de los cuales se ex­
portan por valor de 4.212.420 pesetas; y aunque una parte
de su término es de secano, poco a poco viene transformán­
dose en regadío, merced a nuevos alumbramientos.
Las 15.000 hanegadas de que consta el término munici­
pal, están clasificadas en las siguientes partidas:

( C o n tien d a, P ared del P atriarca, Pouacho, M arq u esa,


Bajada d e Carsí, P o n t-S ec h , A ldinsa, Piló d e la C a m p a n a,
1 Bordellet, Pía d e Poyos, Erm ita, Palm ar, Fornets*
\ F o ndo d e Blanes, Tos Pelal, P lantaes, P ed rereta. (i)

( i ) E n la relación que D. Jaim e T hace en su “ C ró n ic a ” de la tom a de la


T o rre de M oneada, destaca la im p o rtan cia de dichas b arreras, según se v e rá en el
C apitulo I I I .
RASGOS FISONOMICOS 31

La mayor parte de cultivo de estas partidas es de huerta,


.y se riega con el agua de un manantial y de varios pozos.

HUERTA ( R egaliciar, C losa P oncana, Roll F o n d o , A lq u e -


l rías del G o r d o , F ranchs, M o lin o , Palm era

listas partidas se riegan con las aguas de la Acequia


Real.
Las cosechas son variadísimas. Según estadística última,
los cultivos existentes son estos:

T r i g o .............................. 1.160 h a n e g a d a s
P a t a t a s ......................... 65 0 »
M a í z .............................. 300 >
A lu b ia s ........................ 200 >
A lfalla ....................... 1.500 »
N a r a n j o s .................. 6 .0 0 0 »
F ru ta le s........................ 1.600 »
A lg a rro b o s y olivos 3 .500 »
H o rta liz a s ................. 90 »

TOTAL 15.000 >

El número de contibuyentes es de 1.054; y la Guardería


rural, está servida por cuatro números.
Las aguas para el abastecimiento de la población son
de propiedad calcárea y nacen en el manantial llamado de
«la Pedrereta».

INDUSTRIA Y ARTESANIA.—Desde muy antiguo ha


venido siendo muy floreciente la industria de Moneada.
Siempre la región valenciana fué muy alfarera, debido
a sus excelentes arcillas. Ya en Roma se tenía aprecio espe-
32 LA CIUDAD D E MONCADA

cialísimo de los célebres barros saguntinos, como hoy se


aprecia, también, en el extranjero la cerámica de Manises
y de otrós pueblos valencianos. Cavanilles dice en sus «Ob­
servaciones del Reino de Valencia», que en sus tiempos
había fabricación de loza en distintas poblaciones que cita,
y entre las que figura también Mpncada (1). Asimismo Ore-
llana, en su «Valencia antigua y moderna», destaca la exce­
lencia de las tierras de Moneada y sus contornos, aptas y
oportunas para la fabricación de ladrillos, tejas, baldosas,
etcétera.
Entre sus diversos establecimientos industriales destá­
case la fábrica de tejidos de seda «Garín», fundada en 1820
y de cuyos telares salen obras primorosísimas, especialmente
para el culto divino (damascos, tisúes, etc.), sin contar las
de uso general, como son telas artísticas, cubrecamas, tapi­
cerías, etc.
Otras fábricas, en otro orden de industria, pero no menos
importantes (de yute, fuegos de artificio, hilados, chocolates,
tejas y ladrillos, conservas vegetales, etc.) son verdadera
hiente de riqueza, ques es timbre de honor de esta ciudad
laboriosa.

CULTURA Y ARTE.—De su cultura proverbial, nos


bastaría citar, sencillamente, los nombres de algunos de sus
hijos que se han hecho célebres en el transcurso de los
tiempos y de los que hablaremos en su debido lugar. Hoy,
cuenta con una Agrupación Cultural que, dirigida por un
prestigioso médico (2), tiene en su haber varios ciclos de

(1 ) O bservaciones. Tom o I I , folio 476.


(2 ) E l D r. don Em ilio R am ón L lin , esp íritu inquieto y em prendedor, como
b u en valenciano, y que, sin dejar d esaten d id a su im proba labor profesional, se
desvela y m ultiplica, siem pre que M oneada siente a nhelos de dar un paso m ás en
su perfeccionam iento espiritual.
C ^ L ’r 'o y» r*! ;j» \f* <
RASGOS FISONOMICOS 33

conferencias y diversos Juegos Florales que siempre obtu­


vieron éxitos definitivos. (1)
También merece destacarse el escogido Cuadro Artísti­
co local, que repetidas veces se ha superado a sí mismo en
la acertadísima interpretación de obras de recia enverga­
dura.
Cuenta, asimismo, Moneada con una ajustadísima Banda
de Música,, formada por 58 plazas que, formada al calor del
«Centro Artístico Musical», patrocinada por el Ayuntamien­
to y sabiamente dirigida por el Maestro don José Llopis,
puede ostentar, con orgullo, los trofeos y lauros consegui­
dos por su destacada actuación en distintos certámenes. (2)
Mención especialísima merece aquí, puesto que honor
para Moneada es, el recoleto Estudio de Escultura e Imagi­
nería de don José M.a Ponsoda Bravo. Este imaginero va­
lenciano ha sabido escoger un bellísimo rincón de Moneada
para su Estudio. Como si hubiera presentido, que la silueta
en sombras de lo que fué Castillo feudal, le exigiera impe­
riosamente ser ella el único matiz que hiciera resaltar toda­
vía más la luminosidad de sus espirituales e inimitables
creaciones...

TITULOS DE HONOR.—Aunque don Jaime el Conquis­


tador, cuando habla de la batalla y toma de Moneada en su
«Crónica», clara, abiertamente y repetidas veces la denomi­
na villa, («...e comengaren a entrar en la vila a peu...»), en
ningún documento ni escrito inédito se lee este título; sino12

(1 ) E n los ú ltim os Ju eg o s Florales, celebrados el 8 d e septiem bre de 1940, fué


elegida Reina la señ o rita T rin id ad P a lá u G ranell, estando presidiendo el Consejo
M unicipal don S alvador R odrigo Rosalért.
(2 ) B u en a p a rte d e la form ación m usical de esta B anda se debe al gran
m aestro y popular m úsico valenciano don M anuel P aláu , a quien M oneada debe
g ra titu d eterna.
34 LA CIUDAD DE MONCADA

que en todos aparece ]a denominación de Lugar, y así la V< l


citan, casi siempre, todos los historiadores. Hasta que en el 1 $ o
año 1820, en pleno reinado de Fernando VII, se le concedió v /U I ?
oficialmente el título de Villa, por sus meritísirnos servicios
a la Corona de España.
Posteriormente, en el año 1928, durante la Dictadura Mi­ . t />n*
litar del gran patriota General Primo de Rivera, se le otor­
gó el título de Ciudad, que hoy ufanamente ostenta. Aar .

Y como final del capítulo, una nota interesantísima que


al azar hemos encontrado y que al parecer no encaja per­
fectamente dentro del marco que vamos a cerrar; pero que
Moneada nos reclama con apremio. Al fin y al cabo es ella,
abriendo sus entrañas, para embellecer con éstas lo más
grande y hermoso que tiene Valencia. En la construcción
de la fachada de la Catedral que recae a la calle de Zaragoza»
empezada en 1703 por el escultor alemán Conrado Rodulfo»
y continuada en 1713 por Francisco Vergara, discípulo del
anterior, entre otros materiales empleados en dicha obra,,
consta, en documento escrito, que las losas del pavimento,
fueron traídas de Moneada.
Moneada, a los pies del «Micalet» ofreciéndose en per­
petuo vasallaje, para la gloria de Cristo y para el honor de
"Valencia...
C A P I T U L O III

CO NQ UISTA Y LIBERACION

S U MA R I O

Fin de la dominación musulmana


Don Jaime el Conquistador
Plan de c o n q u is ta de la Torre de
Moneada
El ataque
Victoria del Rey
Botín
Transcripción a la letra de la conquista,
de la crónica del Rey
Demolición de la Torre
La divina Providencia, que todo lo gobierna, había hecho
sonar la última hora de la dominación musulmana en Va­
lencia.
Vencido el walí de Valencia Abu-Abdallah, vulgarmente
conocido por Zeyt-Abuzeyt, en la famosa batalla de las Na­
vas de Tolosa (16 de julio de 1212), entraba en la capital cu­
bierto de ignominia, donde desató una persecución terrible
contra los desgraciados cristianos que gemían en la Ciudad
bajo la más triste esclavitud. Dos religiosos franciscanos
llamados Juan de Perusia y Pedro de Saxoferrato, que hicie­
ron oir su voz contra esta tiranía, fueron decapitados (1),
no sin antes profetizar al walí que moriría cristiano, y
cuya profecía llegó a cumplirse a su debido tiempo. (2)
Entretanto, muerto el rey don Pedro de Aragón, la pri­
mera providencia de los ricos-hombres que se habían hecho
cargo del poder, entre los que figuraba un don Guillem del
linaje de los Moneadas, fué, despachar sus representantes

(1 ) Según m uchos historiadores, el m artirio de estos santos tuvo lugar en los


patios del palacio del w a lí; pero el P . T eix id o r d a pruebas docum entales en sus
* A ntigüedades de V a len c ia ", tom o I , p á g in a 209, de que fueron m artirizados en la
plaza de la F ig u e ra , hoy plaza de la R eina.
(2) T uvo lu g ar la conversión de este rey m oro, en la villa de C aravaca, el
d ía de la In v e n c ió n de la S a n ta Cruz. v

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di 1 . u 1 . . h ■'

- Átk X
38 LA CIUDAD DE MONCADA

al Pontífice para que interpusiera su autoridad, a fin de


que se les entregara al infante don Jaime, que se hallaba en
Carcasona bajo la protección del conde de Montfort. Este,
mediante algunas condiciones, depositó al príncipe en ma­
nos del Legado del Papa y el infante don Jaime, conducido
a España cuando sólo contaba seis años, fué recibido en
Lérida por todos los Prelados y ricos-hombres y al que
prestaron el juramento debido, confiándole, acto seguido,
al vicemaestre de los Templarios.
La menor edad del rey, se vió agitada por las banderías
y levantamientos provocados por los magnates contra los
regentes, y fomentados por la ambición de tantos aventure­
ros que vagaban por Europa, y en particular en los esta­
dos de Aragón; de tal suerte que, cuando el rey don Jaime,
todavía muy joven llega a encargarse de la administración
de sus estados, era tan grande la anarquía existente, que
faltó poco para que se derrumbara todo el poderío dé los
cristianos.
Digno representante don Jaime de aquellos siglos caba­
llerescos, dotado de una imaginación brillante, se presenta
como el genio precursor de_ la civilización. Valiente, como
español, con su estatura gigantesca y ardiente defensor de
la religión, como un cruzado, aparece, nuevo Carlomagno,
como el príncipe más entusiasta de la felicidad de los
pueblos.
Sentado en el trono de Aragón, al mismo tiempo que
subía al de Castilla San Fernando, reduce a su obediencia
a todos los rebeldes, entre los que se contaba también uno
de los Moneadas, llamado don Ramón, vizconde de Bearné;
y declarada la guerra sin tregua a los moros, da principio
a sus expediciones militares en el reino de Valencia con la
gloriosa conquista de Peñíscola. Establecido poco después
CONQUISTA Y LIBERACION 39

su cuartel general en Teruel, emprende la conquista de las


islas Baleares, en cuya expedición se distinguen notable­
mente otros dos caballeros Moneadas, don Guillem Ramón,
gran senescal de Cataluña, y don Guillem, vizconde de
Bearné.
Es en este tiempo, cuando tiene lugar la sublevación de
ios moros de Valencia contra su walí Zeyt, el cual, huido
a Zaragoza, entabla relaciones con el rey D. Jaime y se pone
bajo su protección. Esta sublevación, provocada por Abu-
Zeyan o Zaen, sostenida y alentada por los walíes de Jaén
y Murcia, es el pretexto de que se vale el Rey Conquista­
dor para proponer su plan de campaña que, previa aproba­
ción de las Cortes y el consentimiento del Papa Gregorio IX,
mediante una Bula de Cruzada publicada en Monzón, había
de dar por resultado la conquista definitiva de Valencia y
de su reino.
El año 1234 es la fecha en que el rey D. Jaime lleva a
cabo la conquista de la Torre y villa de Moneada. Y siguien­
do la descripción contenida en la Crónica Real, todos los
historiadores, poco más o menos coinciden en el relato (1)
Poco tiempo hacía que el Conquistador había tomado
Burriana; y ardiendo en deseos de poner el pie en Valencia
lo antes posible, forma el propósito de conquistar las pla­
zas fuertes próximas a la Ciudad, con el fin de aislarla.
Intenta la toma de la villa de Cullera; pero la resistencia
de sus defensores llega a hacerse tan tenaz, que se ve en la
necesidad de levantar el sitio, acuciado al mismo tiempo
por la falta de piedras para las máquinas, de provisiones y
de entusiasmos, ya que los ricos-hombres y especialmente

(i) V illa rro y a en su “ Colección de c artas h istó ric o -c rítica s” y el P . V illa-


nueva en su “ V iaje lite ra rio ” , negaron que dicha crónica fuese escrita por el rey»

Ck - A <*• d'- l\
40 LA CIUDAD DE MONCADA

el Infante don Fernando, se creían obligados a refrenar los


ímpetus del monarca.
Algunas veces condescendía éste a los requerimientos
de sus caballeros, pero sacando siempre todo el partido po­
sible en beneficio de sus calculados propósitos; y de tal
suerte puso en juego los resortes de su diplomacia en esta
ocasión, que no bien hubo dado las espaldas a Cullera y em­
prendido el retorno a Burriana que era su plaza de armas,
habiéndose percatado de que la Torre de Moneada era uno
de los dos ojos con que contaba Valencia para su defensa,
tomó la decisión de conquistarla.
Comunica reservadamente su propósito al Maestre de la
Caballería del Hospital, a don Pedro Cornel y a don Ximeno
de Urrea, y los tres consejeros aprueban su decisión. Con­
voca inmediatamente el Rey al Infante don Fernando, a don
Rodrigo Lizana, al Maestre del Temple Hugo de Montauro,
al Obispo de Lérida don Berenguer de Eril, a los ricos-
hombres de Aragón y Cataluña y a algunos caballeros más
que había en el ejército, diestros en la guerra, y les pro­
pone el plan de ataque.
El Infante don Fernando se opone, alegando la razón
de la falta de provisiones, que había de constituir un serio
obstáculo para formalizar el cerco. El Maestre del Temple
no parece tampoco ser de la opinión del R ej y da el motivo
de que podría Moneada ser muy fácilmente socorrida por
parte de Valencia y aconseja se emprenda la conquista de
Torres-Torres «a cinco leguas de la ciudad de Valencia en
el Camino de Aragón...»; pero todos los demás aprueban
la proposición del Conquistador. Y empieza la ofensiva.
Un golpe de mano audaz, franquea las puertas de la villa
al Rey y a sus soldados, que atacan con ardor y valentía.
El combate es duro. Precipitadamente, mujeres, niños y
CONQUISTA Y LIBERACION 41

ancianos han huido despavoridos de sus casas, llevando


consigo lo más rico y necesario en alhajas, provisiones y
ganado, y en tropel se dirigen a la Torre, buscando en ella
un refugio y con el refugio la salvación.
Por fin los moros vacilan. Pelean con fiereza..., pero se
baten en retirada. Y parapetados ya en el albacara de la
Torre (1), se disponen a resistir al ejército cristiano.
El Rey tantea sus fuerzas y provisiones antes de deci­
dirse al asalto, y habiéndose percatado de la escasez de estas
últimas, sale en persona para Burriana, acompañado úni­
camente de diez caballeros, a fin de proveerse de lo necesa­
rio. Vuelve a los dos días; y mandando emplazar el Fenevol
(máquina de guerra lanza-piedras de aquella época) frente
a la Torre, empieza el ataque (2).
El descalabro que sufren los moros es enorme.
Los continuos tiros del Fenevol van diezmando, no sola­
mente los hombres, sino también los ganados y caballerías.
La resistencia de los moros va debilitándose por mo­
mentos, pues se enfrentan con un nuevo enemigo interior
con el hedor insoportable de los cadáveres y de los anima­
les muertos.
La situación es insostenible.
Y a los cinco días de asedio, los moros se rinden al Rey.
Mil ciento cuarenta y siete prisioneros y un botín de
perlas, collares, oro y plata, telas preciosas y otros objetos

(1) A lbacara — R ecinto cerrado en la p a rte exterior de la fortaleza.


(2) B eu ter dice que el Fenevol era cierto aparato de m adera que, teniendo
a ta d a en un extrem o u n a h o n d a g rande y sujeto el otro extrem o, se colocaba en la
h o nda u n a p ied ra de varios tam años y haciéndole d a r varios movimientos, se sol­
ta b a el extrem o del que pendía la honda, lanzando la p ie d ra con ta n ta violencia y
a u n a d istan cia donde no podía lleg ar el brazo del hom bre m ás robusto. E l co n tra­
peso de este tiro solía ser de plomo, em potrado en u nas cajas. Cuando se hacía uso
del plomo, cuyo peso era enorm e, se colocaba u n a m anga o saco, lleno de guijarros,
y en este caso, v a ria b a de nom bre la m áquina y se llam aba Man&anell.

f {Q p <J - e \\f * ,v'' * ~ Vv / •. W ^


1 ¿H ju' | r c~ ¿U /'■ - " ..a í ¡' •
* t>h :’h T e ‘ /-¿ v 4-1 i o . U Kta,
Ov vi f e * f «A •
42 LA CIUDAD DE MONCADA

de gran valía es el resultado de la victoria, calculándose


aquél por un valor total de más de cien mil besantes (1).
Entre los caballeros que más se distinguieron en la
toma de Moneada, se mencionan a don Juan Matoses, que
llevaba en su escudo un matorral en campo de plata, y don
Bernardo Tous, que llevaba por empresa en su escudo, so­
bre campo negro, dos fajas de plata.
Transcribimos a continuación el texto de la Crónica del
Rey D. Jaime, rica en detalles y circunstancias curiosísimas.
D ice:

«Partimos de aquí (2), y al día siguiente llegamos delante


de Cilla (3), donde nos acampamos, por ver que era lugar
muy abundante de leña y que tenía buenos pastos. Estando
allí y luego de haber dormido la siesta, enviamos por el
Maestre del Hospital, por don Pedro Cornel y por don Xime-
no de Urrea, con los cuales hablamos en secreto, de manera
que no había con Nos nadie más que ellos, diciéndoles:
Enviamos a buscaros, para deciros que nos parece ridículo
que tengamos de salir de esta tierra, siendo tan grande
hueste como somos, sin llevarnos más que veinte o treinta
cautivos: para evitar, pues, que sarracenos y cristianos nos
tengan a menos, si quisierais ayudarme, os mostraría un
plan, que no dudamos tendría buen resultado; pero aten­
ded, que si soy solo en lo que diga y vosotros todos me
habéis de contradecir, nunca llevaremos nada a buen fin:123

(1) D e e sta moneda, cuyo nom bre se d eriv a de B izancio o C onstantinopla,


donde tuvo su origen, se hace m ención p or p rim era vez en u n escrito del P a p a
J u a n V I I I (a. 974). U sáro n la m uchísim o los m oros del reino de V alencia. C ada
besante, según B eu ter, v alía nueve sueldos barceloneses y cada sueldo equivalía a
seis reales valencianos. P u ed e calcularse, pues, el botín del R ey en unos cinco
m illones y m edio’ de reales valencianos.
(2 ) D e CuIIera.
(3) Silla.
CONQUISTA Y LIBERACION 43

l.°, lo que debéis hacer es, así que yo haya concluido mi


razonamiento, y tan luego como haya dado su dictamen don
Fernando, sin esperar a los demás, responder cada uno de
por sí, diciendo que está bien cuanto Nos pensamos. De este
modo yo os prometo que todos haremos un buen negocio, y
que de él nos ha de resultar grande honra. Oid, pues: ahí
tenéis las torres de Valencia, que todo el mundo puede bien
distinguir; dichas torres han librado muchas veces a la
ciudad de males que quizás hubiera sufrido, y entre ellas
especialmente la de Moneada, que es la mejor que se halla
en toda la huerta. Cuando pasamos por allí viniendo a este
lugar, quedaron en ella solamente los hombres de armas,
pues las mujeres y los niños se recogieron en Valencia;
mas observamos que nunca salieron del todo fuera de la
alquería mientras Nos pasamos: eso es prueba, que si al
entrar no les combatimos, confiarán ellos que tampoco lo
habremos de hacer a la vuelta, y entretanto, no cabe duda
que habrán enviado a buscar de nuevo a sus mujeres y a
sus hijos para tenerlos allí. De este modo, apoderándonos
de tal torre, que la podremos tener antes de ocho días,
alcanzaremos una ventaja, y sin las personas que haremos
prisioneras, nos han de quedar precisamente muchas pro­
visiones, y además alguna ropa. Otra cosa aun tengo que
deciros: tan pronto como tomemos la torre, donde es pro­
bable que hagamos al menos mil cautivos, con cien que me
dejéis escoger, yo partiré a Burriana con el objeto de pro­
veer a la hueste para ocho días, y de vuelta, os traeré un
fundíbulo: para esto, no os pido más tiempo que tres días,
es decir, uno para ir, uno para proveer a la hueste, y otro
para volver aquí, trayéndoos al mismo tiempo las provisio­
nes que necesitamos y el fundíbulo que os digo. Así la
expedición será en honra vuestra y de Nos; y al saber que
44 LA CIUDAD DE MONCADA

volvemos, los de las torres de Valencia no querrán ya espe­


rarnos como la otra vez, y huirán. No bien acabábamos de
hablar, cuando respondió el Maestre del Hospital En Hugo
de Forcalquer: —Por Dios, que no sigue mal camino nues­
tro señor rey: ayudémosle, pues, que yo por mi parte lo
haré del mejor modo que pueda—. Al oír esto don Pedro
Cornel y don Ximeno de Urrea, aplaudieron también nues­
tro plan, mostrando tenerlo por muy noble, aunque ha­
ciendo la siguiente pregunta: — ¿Y cómo será esto que don
Fernando no lo contraríe ni ninguno de los demás?— Con
nuestro poder, les respondimos, y la ayuda que vosotros
me prestéis, nuestra idea pasará adelante. A tal objeto
dimos orden para que les 'avisaran a todos, porque quería­
mos hablarles, es decir a don Fernando, a don Rodrigo Li-
zana, al Maestre del Temple En Hugo de Montlaur, al
obispo de Lérida y a los demás ricos-hombres de Aragón
y Cataluña, así como a otros muchos caballeros que había
buenos y honrados y que eran muy expertos en hechos de
armas. Hicimos antes marchar a los que con Nos estaban,
a fin de que no pudiese traslucirse que habíamos hablado
antes con ellos, y después vinieron cuando los demás; luego
de lo que, viéndoles ya a todos reunidos, emitimos nues­
tra idea, haciéndoles antes colocar en torno de la tienda,
y diciéndoles de esta manera: Barones, aquí venimos para
hacer daño a los sarracenos; y marcharnos ahora teniendo
tan gran compañía como tenemos, sin haber hecho más
que sesenta cautivos entre hombres y mujeres, no lo hare­
mos a fe, por nuestro honor y el vuestro. Si Dios me ayuda,
con lo cual no podemos errar, me parece que podríamos ha­
cer una buena presa que sería en gran daño de Valencia.
— ¿Cuál es? —nos preguntaron ellos; a lo que Nos les con­
testamos : —La torre de Moneada, la cual es muy buena
Banco d e V ale n cia
Cliché de Furiá
CONQUISTA Y LIBERACION 45

y encierra grande riqueza; sin contar, además, que se halla


hacia la villa, y es la mejor que se encuentra a excepción
de la de Quart. Si fuese preciso, añadimos, podría enyiarse
a Burriana por lo que se pecesitase, sin que ios de Valencia
pudiesen impedirlo, pues Nos estaríamos entre las dos po­
blaciones; pero mañana ep nombre de Dios pondremos
sitio a dicha torre, y la ganaremos, no lo dudéis, alcanzando
todos grande provecho y honor; pues no podría menos de
alcanzarse, tomándoles a una legua de la ciudad una torre
tan buena como es la de que hemos hablado. Responded de
consiguiente lo que os parezca a cuanto os decimos, que
buena es la obra si lo meditáis. Dijeron todos a don Fer­
nando que tomase primero la palabra, y habiéndolo hecho,
dijo de esta manera: —No me parece éste mal negocio, con
tal que pudiese llevarse a cabo, pero toda la hueste carece
de provisiones, y sin éstas nada puede efectuarse, pues no
lo podrá aquella sufrir, ni sé como se mantendrá hasta en­
tonces. —Y si hubiese quien pudiera proveerla, respondi­
mos, ¿lo quisierais entonces? —Allá vayan con Vos estos
ricos-hombres que aquí están y los maestres, replicó don
Fernando, que en cuanto a mí, pasaré por donde pasen los
demás. Dicho esto, invitó al maestre del Hospital, al del
Temple para que hablase priínero, y tomando el último la
palabra, dijo: —Jo hi dich aytant per moy que la parola
es bona ab que haje que rnenjer la host; mes a moy sembla
bien que cest lloch de la torra de Muncada qui steyt rtiolt
pres de las térras, de 'Valencia. —Maestre, le respondimos,
¿no veis la ventaja que ofrece esta torre siendo sola y
aislada? —A lo que él replicó: —Si Di majut, moy semblar
ría que vos presessets Torres-Torres, que steyt ben lloch e
es en lo xami de Temí e de Valencia.»
«Buen lugar es Torres-Torres, maestre, le respondimos;
4$ IrA, CIUDAD DE MONCAD.A

pero, e¿. de que hq'plamos, yjalp..si^tgliveces má£, y estando


tan gei;ca de yajenQiq, nos, tfpnr^ri, muchísimo el tomarlp,
cosa que nq$,será.m ás fácil», pqr cuanto es menosi,fuerte
que, Torres-Torres,, ,al,,paso, que, ps p.untp. de más provecho
y, ,utilidad. —A, tales,,palabras,,jdijp,.pl maestre del .Hospi­
tal.:. —Acertado va .el Rey en cuanto dice, y por buenq.dq
tengo ;, y pues le mueve un ,hipen ánimo para ganar la tierra,
no se pierda por nosotros: ayudémosle ,a ganarla. —Aquí
tomó la palabra don; .Ximeno de ,Urr.eav y dijo: .—-.Señor,
por buenq ,t,engo .cuanto habéis dicho; pero confío que ha­
céis caso (d£.<pna, advertencia, y .es que, nps.dej.s algo de, q;u,e
podamos subvenirnos hasta ;itm¡d;q,iqu£ hayq.icaído la torre
eq, vuestras, manqsr — Lo, mismo digo, respondió don Redro
Cqrnel, ,y,.pae.conformo,,c¡on lp. que os han manifestado,,el
maestre,¡y ,d,on.,Xijqdnqv.de yrpqa,. -^Viendo esto instamos
al obispo de Lérida para..que. die§e-.su.¡voto: mas sólo dijo
las, siguientes palabras; —ypsotros entendéis más que yo
en,,héphos d^ armas, pues ,rpi pbjqto ah.venir aquí, ha-sido
solamente servir a ,Dips: y a Vos,:, resolved, pues, vosotros
y .c.uantpi bagáiSjlo ;baré..yo también.. ,—Señalamos luego ¡a
dp.nviRqdrigq,'LLzaqa a l,,mismo objeto, e invitándole a .;que
hablara, nps. dijp: ¡e-Señor,,,.,vos-tenéis esa idea, y; además
veo,.Qu# -,todos¡ -,p. Iq.-ffi^yoy ..paf^e os la a prueban y aconse­
jan: . deber .es .mío. ppes^nb ^ e r .cuanto Vos queráisymSin
embargólos daré-una-advertencia,' y es que os acordéis'.del
modo :como .suelen defender, las. fortificaciones -los- morosj
lo cuabas digo, parque'Sería..una-lástima que comenzaréis
una;'oosa y nO la. pudierais -llevar atoaba. «La respuesta que
dimos-.a don Rodrigo Lizdna yr'anlqs'démásLfué lá siguiente'.-
Escuchad-.y veréis qué es lo \'qne intentamos-, hacer: lo. pri­
mero será acamparnos 'junto.-:al tugar, del sitio, y al día sé
guienterde: mañana, combat-iiiemOa lai villa.- Loq. moros-ipara
CONQUISTA' Y1'tÍB ÉR A C IO N •4 7

defenderla, lucharán con el'ob'jeto de ¿observarlas barre­


ras; mas rotas por los1nuestros es de:ver-qué en tal émpéño
recibirán gran daño aquéllos; pbrqüé:debemos suponer'que
los que allí peleen valdrán si'éitipre ‘más qué los que'!se
habrán recogido en la torre f én la "albáeara. 'Segúrt veamos,
dispondremos en la batalla; y si ‘ál fin nos’ cohvencémos
de que se pueden ganar; iremttfe a Bu’rtiana ’cón úñóS'qtiihte
caballeros, pues no sería buenbque él1resto de íá ;compañía
se apartase de aquí, y á los tres1días1bStáreiñbs 'ya de vtiélta
con el mandron y provisiones para'ochó ¡días. —Aprobaron
todos cuanto Nos decíámós, mas luego- 'añadimos: que para
verificar dicho plan debiesen 'darnos Cien'cautivos,'pues más
de mil caerían er. nuestro podérysin duda, y que de éstos
los pudiésemos escoger; pues a s í1convenía para resacarnos
de los gastos qué habríamos hecho'a fin de-tomar la torre.
Penetrados también dé la razón qtie les manifestábamos,
aprobaron asimismo cuanto acabábamos de decirles.» 1
«Por la mañana, oída la misa,-fueron a armarse los escu­
deros y gran parte de los caballeros; y colocándose oportu­
namente, empezaron a entrar a pie 1en la villa; pues aun­
que los moros más aguerridos ste Colocaron én las barreras,
dispuestos a defenderlas, murieron d e'ellos seis o siete,
porque acosados por los nuestros, no-tuvieron: tiempo para
recogerse en la torre ni en lá'albácara. Guando Nos estuvi­
mos cerca, vimos que los'sáTfaCénos se defendían sin orden
ni concierto; por consiguiente, llamando a los nuestros y
a algunos ricos-hombres, les dijimos: -^-Si bien os parece,
iré yo a Burriana, de donde tbaeré lo necesario para apo­
derarnos de esos moros, que buena es la presa. —No nos
parece mal, nos contestaron. —Pues entonces; añadimos,
mándad a vuestros hombres que hos envíen cuantas acé­
milas tengan, y volveremos lu ego’ con ellas, cargadas de
48 LA CIUDAD DE MONCADA

todo lo que se necesita. —Emprendimos, pues, nuestro viaje


con solos doce caballeros, y al llegar cerca de Mur-viedro,
esperamos las acémilas, desplegamos al aire nuestra ban­
dera, pasamos todos juntos, nos dirigimos a la playa del
mar y por ella seguimos hasta Burriana, a donde llegamos
a hora de vísperas. Entrados allí, ya antes de comer, nos
procuramos pan, vino, avena y carneros en cantidad sufi­
ciente para el obispo y cada uno de los ricos-hombres y
maestres, según la nota que llevábamos por escrito.»
«Al día siguiente, luego de salido el sol, mandamos ra­
cionar a los nuestros; y terminada esta operación aquel
mismo día, salimos el otro de Burriana ordenados en bata­
lla, y con nuestros caballos armados que serían doce o
quince. Pasamos luego por cerca de Murviedro con nuestro
fundíbulo, y a hora de vísperas llegamos ya cerca de la
torre de Moneada, do modo que al anochecer de aquel
mismo día, antes de que resplandeciesen las estrellas, tenía­
mos ya armado y colocado el ingenio: por la noche se le
pusieron las cuerdas y al .otro otro día por la mañana co­
menzó a disparar. En la albacara de la torre se hallaban
apiñadas tanta multitud de mujeres ,niños, vacas y otras
reses que las piedras que tiraba el fundíbulo mataban cada
vez a alguno; y como la máquina no cesaba nunca de tirar,
ni de día ni de noche, al cabo de cuatro días, el hedor que
despedían los cadáveres les obligó ya a rendirse por cauti­
vos y a entregar la torre. Mi} ciento cuarenta y siete fueron
los q.ue se entregaron; de modo que con los cautivos y los
muchos despojos que recocimos, entre perlas, collares y bra­
zaletes de oro y de plata, sederías y otras muchas telas pre­
ciosas, ganamos a lo menos cien mil .besantes. Con la ayuda
de los sarracenos de Valencia, escogimos los cien cautivos
que debían tocarnos según el convenio, teniendo a nuestro

UL. m í '
La Torre d e M o n ead a
De un dibu{o anticuo
CON QUISTA V LIBERACION 49

lado a uno de aquellos, que nos indicaba los que debíamos


escoger. Después, de esto, resolvimos permanecer allí dos
días para demoler la torre, y dirigirnos en seguida a la de
Museros, apoderándonos de ella con la ayuda del fundíbulo,
si se resistía; o por medio de batalla campal si nos la pre­
sentaban los que la guarnecían. Derruida, pues, la torre de
Moneada, nos encaminamos a la de Museros, pusímosle
sitio y colocamos el fundíbulo» (1).

A partir de este instante, Moneada, liberada del yugo


musulmán, empieza a renacer, fijas sus pupilas ante hori­
zontes magníficos, pletóricos de civilización y de vida cris­
tianas, que habían de ir agrandándose más y más en el co­
rrer vertiginoso de los siglos.(i)

(i) T m d u ccíó n de F lo tats y B ofarull. C apítulo C X L III * siguientefi.


C A P I T U L O IV

REPARTIMIENTO

S U M A R I O

«furs del Regne de Valencia»


Premio a los caballeros
Lenguaje a partir de la Reconquista
Donación de la Torre a don Pedro de
Moneada
Este vende la Torre al Rey
Transcripción del documento
Otras donaciones
Entrega de la Torre a cien cofrades de
Calatayud
Transcripción del documento
Cesan estos en la propiedad
Evacuada Valencia por los moros, después de la rendí-
I c i ó n de la Ciudad, la restauración religiosa en nuestro reino,
empezó rápida y sin difíciles obstáculos. No así la restau­
ración política, que exigió mucho más tiempo y atención
por parte del Rey.
No obstante las imposiciones y exigencias de algunos
sectores que habían ayudado a Don Jaime en la Conquista
y entre los que predominaba el elemento aragonés, preten­
diendo que el reino de Valencia se rigiera por los Fueros
d e Aragón, el código del nuevo reino se elaboraba con
lentitud, pero siguiendo fielmente la trayectoria que le
había señalado la orientación política del Conquistador, re­
sueltamente empeñado en levantar la autoridad real sobre
los privilegios de la nobleza. Y así, en el año 1250, doce
años después de la Conquista aparecían los Furs del Regne
de Valengia, obra personalísima del Rey, auxiliado por los
jurisconsultos y teólogos, que le inspiraron las ideas del
Derecho Romano y del Derecho Canónico, en los que busca­
ba principios generales de justicia y el robustecimiento
de su autoridad (1).

( i ) TJnidad de legislación y ju risd icció n ; esto eran los Fueros. V a sta obra
iegislativa, que contiene en sus nueve libros, el derecho civ|l y el crim inal, el pro­
cesal y el a d m in istrativ o , e incluso el derecho politico, aunque, de un modo indirecto.

fr & d ' j ih f ’ *• * i *i ’i / V ; \t- ■ > f «" •

V /k v ^
54 LA CIUDAD DE MONCADA

Pero antes, tuvo el Conquistador que llenar una tarea


harto dificultosa. Quiso premiar el esfuerzo de todos aque­
llos caballeros que le habían servido con lealtad y le habían
ayudado en la guerra. Iba más bien a saldar una deuda que
con ellos tenía contraída, puesto que por toda retribución
durante sus servicios, les venía prometiendo y aún otor-
gando de antemano, las tierras y los lugares que iban con­
quistándose, para el día de la victoria (1).
Y se procedió al Repartimiento.
Con serias dificultades se llegó a tropezar, pero todas las:
clases tuvieron su porción; nobles y plebeyos, clérigos y
Seglares; principalmenté el elemento popular que había
.formado parte de las milicias de las ciudades. Palacios,
casas, jardines, huertos alquerías, extensos señoríos. todo-
fué distribuido entre los conquistadores.
Especialmente los catalanes ocuparon el Casco de la.
población.
Esta circunstancia ha dado pie para que la mayor parte
de los historiadores, hayan repetido, unos después de otros,,
y algunos, con frases calcadas de los que les precedieron,
que los catalanes dieron su idioma a Valencia y a la mayor
parte de su reino; asegurando que el valenciano no es sino,
dialecto del catalán.
Sin embargo (y permítasenos esta pequeña disgresión),
esta opinión corriente de nuestros historiadores, no parece
basarse en muy sólido fundamento.
, ¿Quién nos podrá asegurar con certeza absoluta que el
valenciano sea dialecto del catalán en el verdadero sentida (i)

( i ) M uchas de estas adjudicaciones « in p o te n tila , están fechadas en el cam ­


pam ento del P u ig ; otras «in obsidione V alentiae, apud Rogafa», e€ d e c ir: en el sitio,
de V alencia,, an te Ruzafa,
REPARTIMIENTO 55
<>r
de la palabra? Por el contrario ¿no parece más obvio, y es
ía opimón ape sustentamos como más cierta, que, catalán y
valenciano se han desarrollado los dos «con absoluta simul­
taneidad de tiempo, sin influirse mutuamente? Así lo afir­
ma Badenes y Dalmau en su obra sobre el lenguaje valen­
ciano: «Veus .secretes —dice— . naixcudes deis llibres que
havia llegit, me dien que’,1 mateix alé de vida que féu brollar
el viril catalá, abia fet naixei; en nostres belles encontráeles
el dolgissim valenciá, filis l’un y l’altre del mateix pare, y
per qui som tots nosaltres. germans junyits per un amor
santissim» (1).
Como apuntábamos en el Capítulo primero, el territorio,
de la Torre y alquerías de Moneada (2) fueron otorgadas en
feudo por Don Jaime a Don Pedro de Montecatano, en pre­
mio a sus servicios, en el mes de enero de 1234, según la cos­
tumbre de Barcelona, como consta en el Libro del Reparti­
miento : «369, S I : De alqueriis, Anno Domini M.CCXXX
quarto, P. de Montecatano: turrem de Moneada cum suis
alqueriis ad consuetudinem Barchinone, IV nonas janua-
rii.» (3)
. En tiempo de los sarracenos la alquería no se determi­
naba como hoy a un edificio rural más o menos grande,
destinado a vivienda para el poseedor o arrendatario de
los campos y en la que, generalmente, se vive en la planta
baja, cuya entrada aparece de ordinario adornada con es­
pléndidos emparrados, sostenidos por pilares de ladrillos y
dejando el piso de arriba, para depósito p almacén de las
cosechas, En aquel tiempo se daba el nombre de alquería(i)*3

( i ) “ N otes folklóriques sobre lle n g u a tje costum s y llite ra tu ra valenciones.**'


(a ) A lquería, por corrupción de a l—q a rya , vocablo árabe que, adem ás d e 1».
acepción de villa, tiene la de aldea, burgo y todo lugar poblado, distinto d e ciudad..
(3) C orresponde al 2 de enero de 1235 del a ñ if'd e l N acim iento de Ñ'. S. J.
56 LA CIUDAD D E MONCADA

a porciones de terreno, a veces muy extenso, con tal núme­


ro de casas, molinos, hornos, etc. que indudablemente cons­
tituían arrabales y pequeñas poblaciones, cuya própied'ad
pertenecía a un solo individuo, el cual gozaba posiblemente
de facultades parecidas a la del señor territorial de nuestros
tiempos, Despréndese esto claramente del concepto que te­
nían las distintas donaciones que hizo el rey Conquistador
enumeradas én el Libro del Repartimiento; además de que
en el orden, diríamos, de preferencia, se nombraban allí
las alquerías inmediatamente después de los castillos y
heredades (1).
Por muy pocos años disfrutó el citado D. Pedro de Mont­
eada de la propiedad con que el Rey le había hecho merced,
pues en mayo dél año 1240 la vendió perpetuamente al
Conquistador, pór el preció de 3.000 maravedíes. Así consta
en un precioso documento escrito en pergamino que se
conserva en el Archivo de la Corona de Aragón y que tra­
ducido literalmente dél latín, dice:

«Sea de todos conocido que Nos Pedro de Montecatanó,


senescal de Cataluña, por Nos y los nuestros, presentes y
fútüros, os vendemos a Vos Don Jaime, por la gracia de
Dios rey de Aragón, Mállórca y Valencia, conde de Barce­
lona y Urgel y señor de Móntpeller y a vuestros sucesores,
perpetuamente, lá Torre llamada de Monteada, franca y
libre, con todas las alquerías y sus términos y lugares-
cultivados y yériiiós y con todas sus posesiones, la que po-
seérhós en el término de Valencia, por vuestra donación; y
así os vendemos a Vos y a los vuestros la antedicha Torre(i)

( i ) B enifaraig, M asarrochos y B o rb o tó eran alquería? de M oneada, siendo


c o n q u istad as por D. J-aimé al mismo tiem po que ésta.
m i..
REPARTIMIENTO 7~~ ' 57

con todas sus posesiones y sus lugares y obras. Tomando'


esto de nuestro derecho, dominio y poder y de los nuestros
os lo transferimos irrevocablemente én vuetro derecho, do­
minio y poder y de los vuestros. Por tanto, mediante este
instrumento os otorgarnos la posesión corporal, como a cosa
propia vuestra y en spñal de la verdadera posesión, os en­
tregamos el instrumento de donación. Para tenerlo y po­
seerlo siempre libre y quietamente y para que podáis hacer
en ello toda vuestra voluntad vos y los vuestros, sin reten­
ción alguna nuestra. Y por esta venta, confesamos haber
recibido de Vos tres mil morabatines alfonsinos de peso
justo. Renunciamos a la exposición del dinero no contado y
al oro no entregado o no pesado y a aquella ley que ampara
a los defraudados con más de la mitad del justo precio, y
a todo derecho, razón y costumbre que con esto estén en
contradicción. Y si esta venta vale más que el citado precio,
todo cuanto sea os lo condonamos a Vos y a los vuestros, f1)
Definiendo y absolviéndoos a Vos y a vuestros sucesores,
por nos y los nuestros, presentes y futuros, de toda petición,
cuestión o demanda que nos o los nuestros, pudiéramos
hacer o exigir contra Vos o los vuestros por razón de la
donación que, nos hicisteis de la dicha torre, o por cualquier
otro modo ppr razón de todo lo dicho imponiendo perpetuo
silencio a nos' y _a los nuestros sobre lo arriba tasado. Os
vendemos también la dicha torre con los prados, pastos,
hierbas, aguas, maderas, hornos y molinos hechos o que
i^ayan de hacerse y con todo el derecho y dominio que allí
tenemos o debieran tener los nuestros, por alguna donación,
o concesión hecha por Vos o por vuestros predecesores.
—Dado en Valencia el quince de mayo d,el, año del Señor
mil doscientos cuarenta.—Sello de Pedro de Montecatano,
senescal de Cataluña, que esto aprobamos y firmamos.—

l) tv * * K 1 ■' fV * ' r - ' ‘ ^

A
.,v - : ■> :
LA CIUDAD DE MONCADA

Sello de Ramón Éerenguer de A ger—Sello de éuifférmo dé


Montecatáno.—Sello de Ramón de Peralta. Sello de ber­
nardo de Castelí-Bisbal.1— bello de Berenguer de Montépa-
von.—Testigos de”este. contrato.—dúillermo táléerán"rio-
r i ... •i r. > - y n i i ) j '-í j . .». f . .... . . ; , *„
tario público de Valencia hizo escribiC esto el día y ar
ano
predichos.» (1) ¿
•* ,«• < •: / hrtrijí}-
teto . - ; ;• •• - ■ ^
El Rey, en primero de julio del mismo año, otorga a
Sancho de Bolas: «I casale mólendinorum in 'término tu-
.. . Nhi'; ,; ¡: >j, \-¡
rris de Moneada de IV rolis medietatem domino régi. Fa­
lencias
i n . . ■. .
Julii
ir'
M. . CC.
4
XL.» (2). ¡
En 18 de agosto concede asinjismo el establecimiento y
censo.de veinte casas spn.su^ huertos y veinte jqvadas de
tierra, pacte en, regadío y parte en secano, en la citada
Torce, a, favor de Rodrigo de Solmons, Pedco Arnaído,
A- Euillén. Bover, JL de B.isturc, Ferrer de Santa Fé y otros,
siepd.0 testigos.de esta donación, el infante Don Fernando,
el señor de. Albarracín, el mayordomo Cornel, Ximeno de
IJrrea y Artal de Lerna. «Datum Valencie XV kalendas Sep-
tembris. Anno Domini Millessimo CC quadragesimo.» (3)
Y. en 13 de noviembre del dicho gño 124Q, Dpn Jaime en­
tregaba. a cien hombres de Calatayud que, al parecer, vivían
en régimen Be comunidad, centum confratribus Calatayubi,
en equivalencia de las .cien jovadas de tiecra que les había

( i ) V éase A péndice de D ocum entos, núm ero i .


( i ) L ib ro del R ep artim ien to ,*' 380! (N . P rim itiv o • •Gómézj ’en su- M em oria
“ A-lolineria V a len cian a jy iije v a l” ,,. d ic e : ...els molins que diem<<barqui|oítjm es» ,per
tin d re la p e d ia solera o ju san a y del aram (b ro n ce) cap ací, sobre to t, la form a
'd ’uná b a rc a ; c la se • d e ’ iholirisF' q ú ’éncára sé tro v en en e s ta c r ó n s d e T época ro m a tia ...”
E n la p a rtid a d el B ordellet del term e m unicipal de M oneada, ge trovarem un .molí
désto s, m olt ben acavadet, en tre moltes ruines evidentm ent rom anes..”
■(3 )!..-A rchivo Histórico* 'N acional. D iplorñas. de -M óntesai T raslado -en: tpér&a-
mino de 25 d e junio 1258. R. 72.
REPARTIMIENTO 59

prometido, toda la torre y alqüería de Moneada; con hornos


y ■molinos, ■a exoepción de la mitad del molino’ que había
otorgado a Sancho de Bolás y reservándose la prestación dfe
los servicios de hueste y cavalcada. '
Traducimos a la letra este documento que se guarda (dri
el Archivo Histórico Nacional: • ' :
U .C , ■ /i, , ' , f InX .v xt '■■■.. ' Y '

■ «Conozcan todos que Nos Jaime, por la gracia de Dios,


Rey de Aragón, Mallorca y Valencia, Conde de Barcelona
y Urgcl y Señor de Montpeller. Por Nos y los nuestros, en
restitución de aquellas cien jovadas de tierra que¡ debíamos
dar a vosotros, los cien Cofrades de Calatayud,, os damos
ahora y entregamos, a los cien Cofrades de Calatayud y a
los vtfestros, perpetuamente toda la torre o Alquería llamada
torre de Moneada en Valencia., .para que podáis tener, poseer*
explotar, como heredad propia, franca y libre, con entradas
v. salidas,., términos, prados,, pastos, hierbas, aguas, made­
ras, horpos y molinos, salvo y exceptuado el derecho ,a' la
mitad que en los molinos debe tener Sancho de Balas,, con
lo desierto y habitado y todas las posesiones desdo el cielo
hasta el abismo; para dar, Vender, empeñar, alienar ,y; di­
vidir con igualdad,, entre vosotros y según todas, vuestras
voluntades y de los vuestros, del modo que. quisierais, ex­
ceptuando lo militar y sagrado. Salvado y retenido para Nos
y los nuestros, para siempre, en dicha torre o Alquería, y
para los hombres que allí habitan, el ejército, cayal^adp,
justicias, Colonias (1) y señorío. Dado en,Valencia Idus .de
Noviembre en el año del Señor mil doscientos cuarenta.—
Sello de Jaime por la gracia de Dios, Rey de Aragón, Ma­
llorca y Valencia Conde de Barcelona y Urgel y Señor de(i)

(i) M ultas d enom inadas asi en - el lenguaje forál.


60 LA CIUDAD D E MONCADA

Montpeller.—De esto son testigos G. de Entenga, P. Ferrandi,


R. de Ligana, Eximeno eje Focibus, A de Gudal.—Sello ®
de Guillermo, escribano, que escribió esto por mandato del
Señor Rey y autorización de Don Berenguer Obispo de Bar­
celona, su Canciller, en el lugar, día y año antepuestos.—
Fué leída al Rey.» (1)

Una nota al pie de este pergamino dice, que Pascual de


Calatayud y otros depositaron el original en el Convento
de Predicadoras de Valencia (2), con la obligación de no
ser remitido al monarca ni a la Orden del Temple, mientras
el Comendador de dicha Orden Militar o R. de Rocafull no
paguen 48.000 sueldos (3). »
Dicha comunidad de Calatayud, tampoco llegó a pose­
sionarse definitivamente de Moneada, tal vez por no satis­
facer plenamente las exigencias del Conquistador ; lo cierto
es, que a los doce años escasamente, en 13 de mayo dle 1244,
el Rey era nuevamente dueño de Moneada y la ofrecía, en­
tregándola más tarde, a la Orden del Temple, por cpncambio
con Ruzafa.
En manos ya definitivamente, esta población, de los
Templarios, empieza su ascensión magnífica en tpdos los
órdenes, llegando a ser después de la Conquista, ql centro
esplendoroso hacia el cual todo convergía, e impulsando
con su vitalidad en un radio de acción ilimitado el desarro­
llo progresivo de cuantos lugares estuvieron, durante va­
rios siglos, dependientes de su autoridad y dominio.

O) A rchivo H . N . D iplom as de M ontesa. P erg am ino, copia coetánea, R. 73.


(a ) E s te Convento se hallaba entonces en lo que hoy es C apitanía G eneral,
P la z a de T e tu á n .
(3) V éase A péndice de D ocum entos núm ero 2.
R econstrucción ideal del C astillo
C A P I T U I, O V

I ( )S II M P L A R I O S

SUMARIO

Ordenes Militares
Los Templarios en España y en Valencia
Donación a los Templarios de la Torre
y Alquerías de Moneada
Cartas de promesa y donación
Institución de! Bailío
Carta-Puebla
Transcripción íntegra de la misma
Pedro de Moneada, Maestre del Temple
El castillo

-1 L <3 - Co. >f 0 d u (c -

\~ -rr-tn O 3 C
b c'- j|^ , i?«- ■-c -Z C
Las Ordenes Militares tienen su origen en las Cruzadas.
En su organización se funden la existencia del religioso y la
del guerrero. El pensamiento fundamental del primero es
renunciarla su propia voluntad, ya elevándose por la contem­
plación hasta las cosas eternas, ya amoldándose en el amor
divino, por la consagración de su vida al servicio del pró­
jimo.
Las Ordenes Militares fueron engendradas por este últi­
mo ideal; y a los tres votos monásticos, añadieron el de ha­
cer la guerra a los infieles.
En el decurso de largos siglos, ellas fueron el grano de
arena que limitó los furores del océano, e impidió que la
barbarie musulmana inundara el Occidente. Sin los caballe­
ros de las Ordenes Militares, Europa hubiera visto renovarse
sin cesar los excesos y el caos de las invasiones bárbaras.
Una de las Ordenes más poderosas fué la de los Tem­
plarios.
Fué instituida hacia el año 1118, en Jerusalén, para la de­
fensa del Santo Sepulcro contra los infieles, y para proteger
a los peregrinos que llegaban allí de todas partes.
Balduíno II, rey de Jerusalén, les dió una casa situada
04 LA CIUDAD DE MONCADA

junto a la Iglesia que se creía estar edificada en el mismo


lugar que el Templo de Salomón; de aquí tomaron el nom­
bre de Templarios y de aquí nació también que se diese el
nombre de Templo a todas sus casas (1). Fué confirmada
el año 1128, en el Concilo de Troyes, y sujeta a una regla
que San Bernardo compuso. Su hábito era una capa blanca
con una cruz roja. C t - ^ j e ; ' - *
Después de la ruina del reino de Jerusalén (a. 1186), la
milicia de los Templarios se esparció por todos los Estados
de Europa, aumentando extraordinariamente y enrique­
ciéndose por la liberalidad de los soberanos y de los gran­
des (2). En España vemos ya a los Templarios a mediados
del siglo XII, extendiéndose por los dominios de los Reyes
de Aragón y alcanzando su máximo esplendor durante los
reinados de Pedro II y Jaime I el Conquistador. Su resi­
dencia principal era Monzón, cuyo castillo construyeron en
su mayor parte.
A la muerte del rey Don Pedro, les fué confiada a los
Templarios la educación del niño Don Jaime, y se supone
que, cuando éste se escapó del castillo de Monzón, lo hizo
de acuerdo con aquéllos.
Durante el reinado del Conquistador, los Templarios
gozaron de ilimitada influencia. Ellos fueron el brazo dere­
cho del Rey en toda suerte de operaciones militares contra
los árabes, manifestando su pujanza y fervor religioso en12

(1) E l edificio que hoy es p alacio -d e la G obernación en V alencia y la Ig le sia


contigua, re g en tad a por los P P . R edentoristas, fueron edificados en el m ism o lu g a r
donde rad icab a el antig u o palacio, residencia del M aestre de los T em plarios, por
cuya razón, to d a v ía se conoce hoy con el nom Sre d e Temple.
(2) E n 1312 tiem po de la extinción de e sta O rden, es decir, en m enos de
d o scie n to s. años, ten ían los T em plarios en E u ro p a, nueve mil conventos o señoríos,
(lierg ier. D iccionario de Teología, tom o IV* p á g in a 316.)
LOS TEMPLARIOS 65

::n:í conquistas por las sierras de Aragón, lindantes con el


reino de Valencia, y, especialmente, por este último (1).
l'’ueron, animismo, en todo momento, sabios y desinte-
l eniiilon connejeros del Itey ; por lo que éste no vaciló ni un
momenlo, ya obtenida la victoria, en premiar con largueza
a loa que durante laidoa alio-, le habían servido con entera
V <11iitplat tldi lid.id
c,n aba a I........ten i|, I temple de la posesión (leí pobla­
do di Itn ata . 11a el n \ Don IVdro, padre del Conquista-
•lia li ■ había olor;1,,ido Don Jaime les hizo merced de otras
.......i■mué:;, y atendiendo a razones de índole militar, les
otrecio y prometió en dos cartas sucesivas, firmadas ambas
e n C e m n a , a 2 9 de mayo del año 1 2 4 6 , la cesión de la «Torre
y alquería llamada de Moneada, situada en la huerta de
Valencia», a cambio de la «alquería llamada de Ruzafa, jun­
io a la ciudad de Valencia».
Se hizo el cambio a nombre de Fr. Rambaldo de Carón,
vicemaestre en este territorio que corta el mar, y Fr. Gui­
llermo de Cardona, ministro en Aragón y Cataluña, en re­
presentación de la Orden; y se hizo íntegramente, es decir,
«con todos sus términos y propiedades, heredades, viñas,
tierras, molinos, hornos, huertos y demás derechos». Y todo
esto, a perpetuidad; comprometiéndose el Rey, como garan­
tía, a entregar «seis mil sueldos jaqueses sobre los réditos
de la Albufera de Valencia, antes de la próxima festividad
de la Pascua», haciendo presente al Comendador del Temple,
que percibirá los seis mil sueldos cada año, hasta tanto no(i)

(i) E n el m ism o lu g a r de la h u e rta donde acam paron los Tem plarios, du­
ra n te el sitio de V alen cia (p artid o de O llería, c u artel de C am panar) situado entre
el Cam ino d e B u rja so t y el de M oneada y que luego les cedió en propiedad el
C onquistador, se erigió u n a C ruz d e piedra, que desde entonces se llam ó “ L a . Cruz
d e M oneada
66 LA CIUDAD D E MONCADA

se verifique la transacción total, y hasta que no satisfaga


la deuda de más de ciento ochenta jovadas de tierra de
regadío, en que se excedía Ruzafa de Moneada y Carpesa,
«medidas con la cuerda con que se miden las jovadas de
Valencia, desde Paterna hasta Museros». Este instrumento
público es reconocido por el Rey, ante los testigos Guille®
de Moneada, Jofré de Rocabertín, Conde de Ampurias,
Guillem de Santa Eugenia y Gilaberto de Centelles, y ante
el notario público Bernardo de Vico.
Traslado de estas cartas se conserva en el Archivo Gene­
ral del Reino de Valencia, y hemos tomado la transcripción
del libro de «Enagenaciones del Real Patrimonio», T. IV,
fols. 2§ y 15 vito, respectivamente (1).
Ya en plena posesión de la Religión del Temple del terri­
torio de Moneada, esta población fué erigida en cabeza de
un esplendoroso Bailío, uno de los más ricos de la Orden,
al que pertenecieron desde un principio Carpesa, Borbotó
y Masarrochos, pueblos adquiridos por los Templarios,,
aunque en distintos tiempos.
Carpesa fué adquirida en la misma fecha que Moneada
(29 de mayo de 1246) por contrato con Ruzafa, después de
haber sido donada por Don Jaime I a Bernardo Vidal, en 28
de mayo de 1238 (2) y haberla éste vendido de nuevo al
Conquistador. En 9 de marzo de 1252, le fué otorgada por
los Templarios a Arnaldo Muñoz, la Carta de Población (3).
En la iglesia Parroquial de este lugar, solían celebrarse
los Capítulos Generales de la Orden de Montesa, como dire--
mos más adelante.123

(1 ) V éan se en el A péndice de D ocum entos n úm eros 3 y ,4.


(2 ) “ B. V ita lis: alqueriam de C arpesa exceptis fu m is et m olendinis. V . ka-
lendas J u n ii.” (L ib ro del R epartim iento, 374, I .)
(3) A rchivo H istó rico N . Libro de poblaciones, fol. 157, v.
LOS TEMPLARIOS 67

Borbotó, ualrhcrimn de Borbntur», fué donada por Don


Jaime I (-ti 122.x a Guillermo de Portella, íntegramente; es
decir, sin exceptuar hornos ni molinos (1), el cual la cedió
a los Templarios en 20 de octubre del mismo año. La Orden
del Templi concedió ('arta de Población en 20 de agosto
de l'.'l'i, a bivni di Liilllctmn Mu. Bernardo de Almenar y
olí os (, ' t

..............i.......... l/m ni ii'i/os», era una heredad en tiempo


d. i.i ........... pie la, ipa adquirió Kximen Pérez de Tarazona
s en . 11\ ,i propiedad conllrmó Don Jaime I, en 13 de febre-
io de i;’ Ih (2), Pérez de Tarazona o de Arenos, mediante
convenio con los Templarios, la cedió a éstos, en 8 de mayo
(le 121)1 H), y la Orden del Temple, en 1 de octubre del mis­
mo año, otorgó la Carta de Población a Bernardo Lubet,
Pedro de Roda y otros (5).
Posteriormente fueron anexionados a la jurisdicción de
dicho Bailío los pueblos de Benifaraig, Rocafort y Godella
(G), creándose, para el gobierno de los vasallos y administra-
6 «' K

(i) Libro del R ep artim ien to , 168, V I I y 373, V I I I .


(а ) A rchivo H istó ric o N acional. L ib ro d e poblaciones, fol. 16, v.
(3 ) “ Id u s F e b ru a rii M /GCXL nono. Confirm am us vovis E xim enus P e tri de
T arazo n a per h ered itatem p ro p iam íran cb am e t liberam , vineas e t totam heredita-
te m d e M agar royos q u am c au sa em ptionis h a b e tis ” . (L ib ro del R epartim iento, 384.)
(4) A rchivo H . N ., O rdenes M ilitares, P erg am in o s d e M ontesa, r. 99.
(5 ) Ib id . Libro de poblaciones, fol. 39.
(б) L a a lq u e ría de B enifaraig fué donada p o r D . Jaim e I en 1241 a X im eno
P érez de T arazo n a o A renos, el cual la cedió a los T em plarios ju n to con M asa-
rrochos en 1251.
R ocafort no figura e n el L ib ro del R epartim iento, n i tuvo Ig le sia h a sta bien
e n tra d o el siglo X V ; lo q u e hace su p o n er q u e es m uy posterior a la R econquista.
L a a lq u e ría de G odella (G odayla o G odeyla) fu é donada p o r el C onquistador
en 1238, a P ed ro M aza, con excepción de los m o lin o s; pasando después su pro­
piedad p o r d istin to s poseedores.
68 LA CIUDAD D E MONCADA

eión de las rentas, dos distintos cargos: el de Capitán o Go­


bernador ^y el de Bayle (1).
» Q
¡ ) V -, Vi '•

Dos anos después de haber tomado la Orden posesión


de Moneada, o sea en 29 de mayo de 1248 (2), el Comendador
de la misma, Fray Gualterio, otorgó la Carta de Población
a favor de Domingo Ciscar, Berenguer del Riu y otros.
Traducimos libremente esta Carta-Puebla, que se conser­
va en el Archivo Histórico Nacional, ya que damos a nues­
tros leotores en el Apéndice de Documentos el original
íntegro.
He aquí la traducción:

«Sea a todos manifiesto, tanto presentes como venide­


ros, que Nos Fr. Gualterio, Comendador de la Casa Militar
\ del Temple, con el consejo y voluntad de Fr. Juan, Camare­
ro de dicha Casa y de Arnaldo de Timor y Fr. Aquilón,
Fr. Ramón y otros hermanos allí presentes con la autoridad
de Don Guillermo de Cardona, Maestro en las partes de Ca­
taluña y Aragón; por nosotros y los nuestros presentes y
venideros, damos, concedemos y establecemos perpetua­
mente a vosotros pobladores de Moneada, Domingo de Cis­
car, Berenguer de* Riu, Pedro de Barberán, Guillermo Bosch,
Bernardo Rosiñol, Castor de San Juan, Guillermo de Rubiu-
trago, Guillermo de Riu, Bernardo de Vilavella, Pedro Do-
ménech, Pedro Durán, Bernardo Sabater, Pedro Martín,
Arnaldo ....... , Pedro de Alpicat, Ramón de Albesa, Pedro
de Segarra, Berenguer de Fita, Ramón Mullerat, Bernardo
Serrano y a vuestros sucesores las casas para cada uno de

(i,) E l B aile, local era el Subdelegado del B aile G eneral, y podía ejercer
jurisdicción en todos los asuntos patrim oniales que aquél le encargara.
(a ) M Aloy, siguiendo a Escolano, ,D iag o y V iciana, equivoca la fecha y
tra e el 28. .........................
LOS TEMPLARIOS 69

vosotros y una hanegada de tierra en Moneada, según os


hornos señalado, por cuyas casas y huertos daréis a nosotros
y a nucsiiros sucesores, (pimientos sueldos anuales en la
Itesta de San Miguel de Seplleinhi'e y tres libras de cera
ion io censo Asimismo os damos .1 vosotros y a los vuestros
11>1111 (limpii i 11,11o111a lov.id.is de tierra en regadío, (L)
lomo \ 11 o i.i h. ils. uso. ,i agnado, por las que nos daréis
■l> lo.lo linio ips I Mii . le., ilnii, la tercera parte, esto es,
a. i linio ilel p.ni i o la e r a y de la vendimia en las viñas y
■i l o l u g o s y a secos, la tercera parte y de los olivos en la
■i . i l a l e í c e r a p a r t e y a s i m i s m o de todo el fruto que hubiese,
d a r é i s l a t e r c e r a panto. Asimismo os damos sesenta jovadas
d e t i e r r a e n s e c a n o en dicho término de Moneada. También
o s d a m o s t o d a l a tierra que perteneció a Pascual de Cala-
l a v i n l y Arnaldo Ferrer que confronta, de una parte, en el
o s a r i o antiguo y de la otra, en el término de Aliara y de otra
en el término que se orienta hacia Murviedro y de otra en
l a vía pública que va a los molinos y alquería de Aliara.
Y de esta tierra nos daréis siempre de sus frutos, la quinta
parte, del pan en la era, de la vendimia en las viñas y de
todos los frutos de los demás árboles. Asimismo os damos
para siempre todo el huerto que pertenecía a Bartolomé de
Gilabert en la entrada de la Alquería de Moneada con la
tierra y edificación y los árboles existentes plantados y que
se haya de plantar, nos daréis dentro de la viña la tercera
parte y también de los frutos de los árboles, reservándonos
sin embargo allí para nosotros y nuestros sucesores el palo­
mar que existe con sus entradas y salidas. Y así las dichas
donaciones con todas sus posesiones, entradas y salidas y
con todas las mejoras que hiciéseis tanto en las casas como

(i) L a jovada (yugada) se componía de 36 hanegadas (6 cahizadas).


70 LA CIUDAD DE MONCADA

en los huertos, con las aguas, acequias, pastos, maderas,


piedras, caminos y carreteras, os lo damos perpetuamente
para que dispongáis según vuestra voluntad sin retención
ni obstáculo de persona alguna y sin engaño de vuestra par­
te. Reservado sin embargo el derecho de nuestro censo an­
tedicho; y no haréis ni eligiréis otros patronos ni señores
que nosotros y nuestros sucesores y seréis nuestros con toda
fidelidad. Y nosotros haremos que todas las cosas dichas
con todas las mejoras que allí hiciéreis las tengáis y explo­
téis libre y quietamente contra toda clase de personas y os
defenderemos a vosotros y a vuestras cosas como si fuera
casa propia nuestra. Reservamos también para nosotros y
los nuestros, todos los molinos, hornos, fábricas y baños
que existen o puedan existir en la Alquería o en todo el
término de Moneada, según nuestra voluntad. También re­
tenemos sobre vosotros y los vuestros el derecho de hueste
y cavalcada, según el fuero y costumbre de Valencia. Y para
que todo lo dicho tenga mayor firmeza, hacemos grabar esta
página con el sello de Don Guillermo de Cardona, Maestre
en Cataluña y Aragón. Al mismo tenor nosotros los dichos
Don Domingo de Ciscar, Berenguer de Riu, Pedro de Bar-
berán, Guillermo Bosch, Bernardo Rosinyol, Guillermo de
San Juan, Guillermo de Rubiutrago, Guillermo de Riu,
Bernardo de Vilavella, Pedro Domenech, Pedro Durán, Ber­
nardo Sabater, Pedro Martín, Arnaldo Traginer, Pedro de
Alpicat, Ramón de Albesa, Pedro Segarra, Berenguer de
Fita, Ramón Mullerat, Bernardo Serrano, aceptamos gracio­
samente, con buen espíritu y espontáneamente todo lo arri­
ba dicho por Vos Don Fr. Gualterio y los demás hermanos
reunidos, mediante lo cual nos disteis y establecisteis y re­
servasteis; y os prometemos a Vos y a vuestros sucesores
de vuestra dicha Casa, los hombres fieles, habitantes y
LOS TEMPLARIOS 71

.ifincados, con toda nuestra familia en la dicha alquería de


Moneada, y prometemos trabajar bien y mejorar las do­
naciones que nos hicisteis y a dar fielmente como queda
dicho el censo y iignuln convenido, y desde hoy no elegire­
mos a olio señor nliio a Von y a vuestros sucesores. Fué
lil i lio calo el vcllilllillevr de mayo del alio del Señor mil
..... .. 111.........anula \ ocho .'.ello de Fr. (¡Halterio, Comen-
ilciclca di la i a a di Valencia Sello ® de Fray Juan, Ca­
miní i o .ello ^ de Amaído de Timor.—Sello © de Fray
A,,0,1.10 Sello « d e Fray Ramón.—Sello ® d e Fray Do-
niuif'ii Sello® tic Fr. Guillermo de Palacio.—Sello ® de
i' i Ilia nardo de Balaguer, los cuales aprobamos y firmamos,
calo y lo liemos mandado escribir y mandado firmar a los
l e n t i g o s . Sello ® de Bernardo de Rula.—Sello ® de Vas-
con. Se llo ® de Guillermo de Cuenca.—S ello® de Bernar­
do de Miralles pesbítero, presentes a ello. Sello® de Don
Guillermo de Cardona, Maestre en las partes de Cataluña
y Aragón que aprueba y confirma esta donación e hizo sellar
plenamente esta página con su sello.—Bernardo de Barbe-
rán, Capellán de Moneada hizo escribir esto y lo cerró por
mandato del dicho Comendador y demás hermanos» (1).

Uno de los Maestres del Temple que más contribuyó a,


realzar la prestancia de nuestro Bailío, no sólo por su pre­
eminencia dentro de dicha Orden Militar, sino también por
su influencia ilimitada en la Corte del Rey y por su proba­
do valor en las correrías contra los moros, fué Don Pedro
de Moneada, hijo del primer poseedor de nuestra Torre y
alquerías.
Dos documentos que se guardan en el Archivo de la Co-

(i) V éase A péndice d e D ocum entos, n ú m ero 5.


72 LA CIUDAD DE MONCADA

roña de Aragón, nos dan noticias muy curiosas relacionadas


con el antedicho Maestre.
En el primer documento, fechado en Alcira el 15 de
julio de 1276, se habla de un tal Pedro Eimerich de Bellpuig,
el cual, habiendo sido desterrado del Reino de Valencia,
acusado de haber cometido ciertos actos violentos contra
los monjes de la Orden de Calatrava, logra conseguir el
perdón y autorización consiguiente para volver a residir
en el reino, por un gran servicio prestado al Rey, como fué,
el haber hecho llegar la noticia «de que el Maestre de los
Templarios, Don Pedro de Moneada, había sido hecho cauti­
vo por los sarracenos» (1).
Rápidamente iniciáronse las investigaciones y diligencias
para rescatar cuanto antes al citado Don Pedro; lo que
llegó a conseguirse felizmente pocos meses después, según
6e desprende del contenido del segundo documento antes
aludido. Está fechado este otro documento en Valencia el
21 de octubre de 1277, y en él se hace constar el otorgamien­
to de franquicia y tributos al sarraceno Ab-dala Blech,
como premio», por haber prestado grandes servicios en el
rescate del Maestre del Temple Don Pedro de Moneada (2).
Según costumbre de las Ordenes Militares, los Templa­
rios edificaron en Moneada un espacioso alcázar o castillo
para residencia de los regidores.
Al citar este vocablo castillo, la fantasía parece desbor­
darse por entre las brumosas alturas de las crestas montaño­
sas, peladas y solitarias, y parece no concebir esta clase de
fortalezas en medio de la exuberancia grandiosa de esta lla­
nura, un tanto sinuosa, del término de Moneada, rincón es-12

(1) A rchivo de la C orona de A ragón. R eg. 22, fol. 51, vitó.


(2 ) Ib id . R eg. 22, fol. 76.
LOS TEMPLARIOS 73

pléndido de la huerta valenciana. «La fortaleza o castillo


—dice un publicista contemporáneo—, no siempre ha de re­
ferirse a los castras levantados en las cumbres de los montes
o en parajes análogos, de los que existen muchos restos en
el Reino, sino que tenían idéntico significado los palacios y
casas señoriales. No era preciso el estar emplazados en si-
ticTs~moritaraces. Castillos semejantes los había en los pobla­
dos de señorío, casi todos ellos rodeados de muros defensivos
con puerta de entrada y salida» (1).
Estaba emplazado este castillo en la entrada extremo
S. de la población y para que de él puedan formar nuestros
lectores una idea aproximada, nos bastará recordar las prin­
cipales características de esta clase de edificios.
Su interior lo dividían gruesos tabiques, formando salas
y habitaciones espaciosas. Las escaleras, corredores y ac­
cesorios, generalmente se abrían en el espesor de los muros,
no teniendo ventanas más que las piezas superiores, pues
las únicas aberturas de las inferiores eran las arpilleras.
Ordinariamente se dividía en dos recintos, de los cuales, el
exterior era destinado para las cuadras, alojamiento de la
servidumbre y de los hombres de armas; mientras que el
interior se reservaba para las habitaciones del señor y de
sus huéspedes. Dentro de este último recinto, o en comuni­
cación con él, se levantaba espléndida y espaciosa, la torre
del homenaje, destinada a último baluarte de defensa. En
lo más alto de la torre, ondulaba el pendón, que daba a co­
nocer quién era el propietario de la fortaleza. Cerca de la
puerta se establecía un cuerpo de guardia y en caso de alar­
ma, se hacía sonar una campana, teniendo frecuentemente
el castillo un paso subterráneo que daba salida la campo.

( i) Sanchis Sivera. Arqueología y Arte.


74 LA CIUDAD DE MONCADA

Es de suponer que en el Castillo de Moneada, como en


todos los de aquella época, el arte engalanaría todos los
rincones; y tanto en su aspecto arquitectónico como en su
decoración interior, no desdeciría de la grandeza y magni-
ficqncia que desplegaba aquella poderosa Orden Militar;
grandeza que, sin duda, alcanzaría una brillantez fastuosa
en el siglo XV, en el que adquiere gran desarrollo en todo
el reino, el carácter monumental de este tipo de edifica­
ciones.
Bastaba que este castillo hubiera pertenecido a una Or­
den religioso-militar, para que la «Desamortización», llama­
da por Menéndez y Pelayo, inmenso latrocinio, hincase en
él sus garras, siendo puestos a pública subasta y dividién­
dose en varios lotes los dos cuerpos de edificio de que
constaba y que estaban separados por la plaza de armas.
De su antigua magnificencia sólo quedan cuatro escalones
desgastados por el tiempo y un vetusto caserón que era
entonces el cuerpo de edificio más moderno. Todo lo demás
fué derribado, transformándose en viviendas particulares.
No obstante, sobre estos despojos, seis veces seculares, to­
davía palpita, pujante de vida, en la historia de los siglos,
el recuerdo glorioso de aquel castillo, símbolo del esplendor
de un Bailío, honra y prez de la ínclita Orden de los Tem­
plarios.
( ' API TU LO VI

IA ORDEN DE MONTESA
Esplendor de un Bailío

S U MA R I O

Extinción de la Orden del Temple


Creación de la Orden de Montesa
Pasan a esta Orden todas las propieda­
des de los Templarios
Mesa Maestral
Encomiendas
Rectorías
El Bailío de Moneada: Vicisitudes del
mismo
Documentos acreditativos
El Bailío de Moneada, centro de la Or­
den de Montesa
Incautación por el rey Felipe II de las
rentas de todas las Ordenes Militares
Establecimiento de la Fleca, etc.
Derechos dominicales
Modelo de cuentas
Inventario del Molino de Moneada
Colecta del «Dret»
Extinción del Baile y Capitán del Bailío
Gobernadores y Bayl.es de Moneada
Nobles de Valencia en Moneada
Extinguida la Orden Militar del Temple en el año 1312
en el Concilo general de Viena y por disposición del Papa
Clemente V, el rey Don Jaime II interesó a dicho Pontífice
para que fuese creada otra milicia del mismo carácter en
sustitución de aquella; pero al parecer, el Papa se opuso a
este deseo, a pesar de las gestiones que los embajadores
aragoneses practicaron en Aviñón.
Poco después, Juan XXII se mostraba más propicio con
el rey de Aragón, y mediante Bula expedida en 10 de junio
de 1317, concedíale lo que solicitaba y con la característica
apuntada, es decir: que fuese propia y peculiar del reino
de Valencia, y no general a toda la cristiandad como había
sido la de los Templarios.
Jaime II, en decreto que confirmaba la Bula Pontificia,
fijó la fecha de la instalación de la nueva Orden; y en 22 de
julio de 1319, Don Guillén dé Heril era solemnemente decla­
rado, en virtud de autoridad apostólica, Primer Maestre de
la misma; la que, desde entonces, se intituló de Nuestra
Señora de Montesa (1).

(i) H izó se la elección del P rim e r M aestre en la C apilla condal dd B arcelona,


estando allí reunidos el com endador m ayor de C alatrav a en el reino de A ragón,
varios caballeros d e las OrcTenes de San Ju an , San Jo rg e y N u e stra Señora, de la
M erced y los A bades d e los M onasterios de B enifasá, V alldigna y S an ta Creus.
7
78 LA CIUDAD D E MONCADA

El patrimonio de esta nueva Orden Militar quedó cons­


tituido con todos los bienes que en el reino de Valencia
habían pertenecido a los Templarios; a cuyos bienes aña­
dió Don Jaime II el Castillo y la villa de Montesa. E_n^onse-
cuencia, el Bailío de Moneada, automáticamente, pasó a
depender íntegramente de la Orden de Montesa.
El hábito que adoptaron los caballeros de Nuestra Señora
de Montesa, fue blanco con la cruz negra ñordelizada de
Calatrava; pero al incorporarse a dicha Orden en el año
1400 la de San Jorge de Alfama, cuyas rentas y asuntos se
hallaban en gran decadencia, caminóse la cruz con la roja
y lisa de San Jorge (1).
Como para la fundación de la citada Orden de Montesa
habían influido notablemente las gestiones de Don Vidal de
Vilanova, embajador del Rey cerca de la Corte Romana,
la Orden le premió dándole los honores de la Bailía de
Moneada mientras viviese él y su hijo (2). Posteriormente,
el Pontífiice Inocencio VI concedió estos mismos honores a
Fr. D. Alberto de Thous, mediante Bula de 27 de septiem­
bre de 1358 (3).
En loe primeros años de la fundación de la citada Orden,
todos sus bienes se administraban en común; pero habiendo
surgí lo tn sinnúmero de incoo ^eninetes de difícil solución,
se estableció la partición de los lugares y rentas que poseía.
Todos los que se adjudicaron al Maestre de la Orden, se
denominaron Mesa Maestral; los que se dieron a los Caba-

(1 ) “ ...cru c e m rubeam in eorum superioribus vestís albis in latere sin istro


deferre te n e a n tu r... ”, según expresa B enedicto X I I I en su B u la de confirm ación.
(2 ) Jaim e I I confirm ó estos honores p o r decreto fechado en T a rrag o n a , en
29 de m arzo d e 1320.
(3 ) A rchivo del Sacro C onvento de M ontesa. L ib. III, cap. V I.
LA ORDEN DE MONTESA 79

linos, se Ulularon Encomiendas, y los que recibieron loa


('lengón, so llamaron ¡'noratos y Rectorías (1).
Kn do marzo do 1320, ol segundo Maestre de la Orden,
l'iav Oimi Aiiiiililn Sulor, ordenó se re)',islrasen en un libro
Indi i la nnliiM 1111< in ol reino valéis taño poseía la Orden.
I' |r liliin i 11ii un i \ i in i l An i mo llislurico Nacional y
II* ' i I 11111 • i!11. ............11loe,isl i o de las lien tas i Derechos
d' o "n i. o .i \ i ■>1111 i in iodos los Castillos, Villas i Lu-
........... i................... o| iteino de Valencia» (2).
1 "i" la unía:: y lugares que correspondieron a la
do i i\ 1.11 .11al. so contaba éste nuestro Bailío, cuyo Lugar-
i o 11io 1111* o Gobernador, el cuarto en preeminencia dentro da
l i Jerarquía de la Religión de Montesa, entendía en todos
In ; asnillos de la Bailía ,salvo en caso de apelación, en que
■•:«• recurría al Lugarteniente General. Se gobernaba, por
•auto, en nombre de .la Orden; pero ésta únicamente poseía
la Jurisdicción Poral alfonsina, es decir, toda la civil y la
criminal, limitada a castigos leves, puesto que la suprema
pertenecía al Rey y a sus ministros (3).
Diversas fueron las vicisitudes por las que atravesó el
Bailío en el curso de los tiempos; y aunque no nos son del
todo ni todas conocidas, todavía han salido a luz algunas de
ellas, que tal vez hubieran quedado enterradas para siempre
entre la polilla de los archivos.
En aquellos, siglos caballerescos, en que los monarcas
no tenían corte fija y efectuaban frecuentes correrías para
atacar o defenderse de sus enemigos, se hizo necesario que
las poblaciones afectas a su dominio, auxiliaran a ellos y

(1 ) Se establecieron p a ra la c u ra de alm as y ad m inistración de Sacram entos.


(2 ) “ A rchivo H . N . Cod. 871 y 745.
(3 ) Sam per. M o n tesa Ilu s tra d a , tom o I I , p á g in a 460 y siguientes.
80 LA CIUDAD DB MONCADA

a los señores que les acompañaban, con todo lo indispensa­


ble para su manutención y marchas.
Esto, no constituía ni más ni menos, sino verdaderas,
prestaciones feudales, entre las que se contaba el impuesto,
llamado en Aragón, de la Cena ; y se pagaba a razón de
seis sueldos y seis dineros por cada vecino cabeza de fa­
milia. Este impuesto, que recaudaba y administraba el
Bayle, como procurador de las rentas reales, cayó en desuso
en él siglo X IV ; pero no se suprimió, sino que fué incor­
porado a las rentas de la Corona con el nombre de Cena de
ausencia.
En el Archivo del Reino de Valencia hemos visto un do­
cumento que alude a este impuesto y que hace referencia
a nuestro Bailío. Se trata del título de venta que hizo el
rey Don Pedro II al noble Don Ramón de Riusech y a los
suyos, en 25 de mayo de 1358, de quinientos sueldos de
cena de absencia que el Rey tenía y recibía cada año, el
primero de enero, sobre el lugar de Moneada, «el primero
dentro del término y huerta de Valencia»; haciéndole dicha
venta por precio de doscientas libras; cuya cantidad pagó
Ramón de Riusech por conducto de su procurador Juan Xi
menis de Perausisa (1).
En el Archivo de la Corona de Aragón se conservan dos
documentos semejantes; uno fechado en 13 de abril de 1261,
en el que se hace donación por el rey Don Jaime I a Ramón
de Villamarí, de ciento cincuenta sueldos reales de pensión
anual, consignados sobre la décima de Moneada (2); y otro
del año 1383, en el que consta que, en dicho año, pagó Mon­
eada a Bartolomé Llunes, despensero de la infanta Violante 12

(1 ) V éase A péndice de D ocum entos, nú m ero u .


(2 ) A rchivo de la C. de A ., R eg. 11, fol. 201.
Documento d o n d e se c o n t i e n e > l Establecimiento en M o n e a d a de la Fleca, Taberna, Tienda y Posada (Siglo XVI)
LA ORDEN D E MONTESA 81

<lc Bar, ciento sesenta y seis sueldos por derecho de cena (1.)
Ante la vista tenemos el fragmento de un documento
muy interesante de últimos del siglo XV, que se conserva
en el Archivo (¡eneral del Iteino. Y decimos un fragmento,
jmri|iir desgraciadamente está truncado; una mano incons­
ciente h ileau|n i nnlvn, por lervlrae quizá de dos o tres folios
en 1111•Iti ii qin II c.III.ni al lilial del diicuinento, rompió (ast
mi nli i M i i I a mu nii i i mi i lina el último folio escrito, pri-
i 111't"11................. ■
pua a e m p r e d e la satisfacción de haber
i'uii" a l l í u n a p a i l a e s e n c i a l d e l documento. Se trata de una
■mu n i d i a ■ii c i i i , a l a enlrool A r z o b i s p o de Valencia y Cabildo
Catedral d e u n a p a r l e , y el Rector, Justicia y Jurados de
M o n e a d a , d e o t r a , e n representación del Bailío, sobre cómo
d e b e n d e p a g a r s e al Arzobispado, los diezmos y primicias en
l o s l u g a r e s d e l Bailío.
101 documento es de fecha 1 de marzo de 1487 y va pre­
cedido de un mandamiento de copia, fechado en 1 de diciem­
bre de 1616, a causa de hallarse el original bastante maltre­
cho (2).
Podemos afirmar categóricamente, que el Bailío de Mon­
eada fué en todo tiempo, el centro vital de la Orden de
Montesa.
A alguien parecerá exagerada esta nuestra afirmación.
Pero la Historia es así. Y no tendríamos derecho jamás a
desvirtuar una verdad que fluye clarísimamente de monu­
mentos preciosísimos, que llevan en sí impresos el carácter
y el sello de la autenticidad.
Y la verdad es ésta. La Orden de Montesa, como las de­
más Ordenes Militares, celebraba periódicamente sus Capí-

(i) A rchivo de la C. de A ., C uentas del M aestre R acional,


(a ) V éase A péndice de D ocum entos, húm ero 12.
82 EA CIUDAD DE MONCADA

tulos Generales, en los que se aprobaban todas las disposi­


ciones de régimen interior y se discutían todos los asuntos
del exterior. Lógicamente pensando, podemos deducir que el
lugar elegido por la Orden para la celebración de estos
Capítulos Generales, sería, sin duda alguna, el de más brillo
y preponderancia, dentro de su jurisdicción. Y aunque ello
no hubiera sucedido así. Demos que la cuestión de elección
de lugar para la celebración de dichos actos tan trascenden­
tales,. hubiera sido algo muy secundario para la Orden de
Montesa. Aun esto supuesto y a pesar de esto, el lugar ele­
gido, y precisamente por la naturaleza del acto que allí se
celebraba, sería siempre de una preponderancia indiscutible.
Pues bien. Todos los Capítulos Generales celebrados por
la Orden de Montesa, se tuvieron siempre en el Bailío de
Moneada.
Los documentos que hemos encontrado referentes a este
particular, así nos lo dicen.
Nuestros lectores podrán ver, en el Apéndice Documen­
tal, el extracto de uno de dichos Capítulos Generales, cele­
brado en el año 1579 en la Iglesia Parroquial de Carpesa,
dominio del Bailío de Moneada (1).
Para cerciorarnos de la distinción de que fué siempre
objeto nuestro Bailío por parte de la Orden, ños bastaría
citar algunas de las tantas concesiones hechas por los Maes­
tres de la misma.
A las manos nos vino (y por cierto muy deteriorado) uno
de estos documentos preciosísimos, cuando nos hallábamos
en plena búsqueda de papeles de carácter totalmente diver­
so. Es la emoción más feliz que inunda a todo investigador
cuando se ve en sorpresas semejantes.

(i) V éase A péndice de D ocum entos, n ú m ero 15.


LA ORDEN DE MONTESA 83

Se trataba de la concesión de establecimiento en Mon­


eada de la Fleca, Taberna, Tienda y Posada, otorgada por el
Maestre de Montesa, Fr. D. Pedro Luis Galcerán de Borja,
en 13 de julio de 1579 (1). Dicha concesión de estableci­
miento se otorga, mediante el pago a la Religión de Mon
tesa, de diez libras de censo anual, efectivas en el mes de
septiembre y en el día de la festividad de San Miguel Ar­
cángel (2).
En el año 1587, el rey Felipe II se incautó de las rentas
de las Ordenes Militares; no «mediante una franca secula­
rización de sus bienes», dice un moderno historiador (3),
sino asumiendo el título de Gran Maestre de las cuatro mi­
licias; título que había de permitirle ser administrador y
partícipe de sus riquezas. Así, la Orden de Montesa quedó
definitivamente incorporada a la Corona, por Bula del Papa
Sixto V, de 15 de marzo de dicho año.
En el Archivo General del Reino de Valencia se con­
serva, procedente del Archivo de la Orden de Montesa, un
precioso documento que avala y comprueba el hecho ante­
rior y que es de un valor inmenso para la presente Historia
de Moneada. Son los «Auctos de la posessión del Maestrazgo
de Montesa que se tomó por el Rey Don Philippe nuestro
señor, año 1593.» Por el mérito documental que encierra
y dada la amplitud del mismo, le dedicamos capítulo
aparte (4).
Esta nueva orientación, no alteró en su esencia la vida
política y administrativa del Bailío de Moneada; pero en
cierto modo, suavizó la situación de los vasallos en sus di-1234

(1 ) F r. D . P e d ro L u is G alcerán de B orja fué el últim o M aestre de la O rden,


(2 ) V éase A péndice de D ocum entos, n ú m ero M-
(3 ) M. A loy. G eografía del P e in o de V alencia.
(4) V éase C apítulo V I I .
84 LA. CIUDAD DE MONCADA

versas circunstancias. El Capitán y el Bayle, que continua­


ban siendo de la Religión de Montesa, ejercían la jurisdic­
ción señorial en nombre del Gran Maestre; y como ya
hemos dicho, éste_era el Rey, no les era lícito a aquéllos
traspasar los límites de su autoridad con los súbditos del
Bailío, los cuales participaban ya de los mismos derechos
que gozaban los habitantes de las villas reales.
Por este tiempo, hacia la mitad del siglo XVI, el lugar
de Rocafort quedó desmembrado del Bailío; ocurriendo lo
mismo, un siglo después, con Godella, que había adquirido
ya una preponderancia extraordinaria; viniendo a disfru­
tar entonces de una plena autonomía. Solamente Carpesa y
Borbotó, que formaron una Encomienda, continuaron, jun­
tamente con Masarrochos, dependiendo del Bailío hasta el
.) siglo XVIII (1) . Wft •» V"*■ ''J >11
Como hemos dicho anteriormente, los Reyes, desde Fe­
lipe II, continuaron siendo Administradores de todos los
bienes de la Orden de Montesa, observando verdaderamente
y cumpliendo con toda prudencia y fidelidad y en todo tiem­
po, las Leyes y Estatutos de dicha Religión Militar y la
prevención que estableció el Papa Sixto V en la Bula de
incorporación de 15 de marzo de 1587; pero desgraciada­
mente, según nos dice Villarroya, la conducta de los Maes­
tres regulares, especialmente la de Fr. D. Pedro Luis Gar-
cerán de Borja, tuvo mucho que desear, pues que, a pesar
de haber prestado juramento de no vender ni enajenar los
bienes de la citada Orden, concedió muchísimas gracias de
regalías propias del Maestrazgo (2).

* (i) B en ifaraig fue adquirido, en señorío p o r .e l M arqués de M irasol, hacia fines


d el siglo X V J , dejando p o r ta n to de p e rten ecer desde este tiem po al B ailío de
M oneada. (N o ta del B aró n de San P e trillo .)
(2 ) V illarroya. R eal M aestrazgo de M ontesa, Lib. I I I , cap. IV .
LA ORDEN DE MONTESA 85

Es curioso por demás, a este propósito, un proceso que


nos ha venido a las manos, incoado en 22 de junio de 1590,
y en el que, precisamente el síndico de Moneada, en nombre
de la población, poseedora desde tiempo ha, de la Fleca y
del derecho a proveer de pan a todos los vecinos o cuales­
quiera otra persona, denuncia a la Real Audiencia la per­
turbación de que es objeto esta posesión por parte de Hono-
i ato l'iquer y ot ros ( I).
Generalmente, las rentas y derechos dominicales del Bai-
lio, se daban en arriendo a particulares. Las principales con­
diciones a que se sujetaba el arrendador, eran del tenor
que sigue: El arriendo se hacía por cuatro años. El precio
del arriendo debía satisfacerse en dos plazos iguales de ven­
cido en cada año. Era obligación del arrendatario costear las
obras de reparación y conservación de la casa Señorial.
Los derechos dominicales comprendían: el tercio diezmo
de todos los frutos (2); el diezmo menor de Carnes; los Cen-
i ) sos; los Luíamos causados por la venta o traspaso de fincas
enfiteuticales; las yerbas sobrantes del término de la pobla­
ción de Moneada; la carnicería y derecho de abastecer;
aprovechamiento del Boalar, a excepción de la Dula; los dos
hornos de cocer pan; el Molino harinero; la Casa, Huerto
y Castillo; y el derecho de Fleca, etc., de los cuatro pueblos
del Bailío (3). ^ p .
' H FTquí un modelo de Cuentas del Molino de Moneada:

«Compte que se ha format a Batiste Gomis arrendador

(1 ) V éase A péndice de D ocum entos, núm ero 17.


(2 ) V éase en e l A péndice de D ocum entos n ú m ero 20 u n E sta d o de C uentas
■de A d m in istració n d e l tercio diezm o, hecho en el año 1622 p o r el entonces B aile
d e M oneada, F r. D . F ran cisco P erp iñ á.
(3 ) A rchivo G eneral dél R eino. Real Audiencia. O rden de M ontesa, Legf. X X ,
n ú m e ro 25.

i - c í i r o n ¡ L (\u J ■' <t' <7


86 LA CIU D A D D E M O N CA D A

de les rendes del Batliu de Moneada en lo quadrienni dis-


corregut desdel primer de Janer MDCIIII al darrer de
degembre MDCVII de les millores y pijores que se han tro-
bat en les ayues del moli de dit loch de Moneada en la fi de
dit quadrienni. —Rebudes— Esli fet carrech al dit arrenda­
dor de gent vint y nou liures, sis sous y quatre diners en la
qual cantitat foren estimades totes les ayues del dit moli de
Moneada quant se entregaren al dit arrendador en lo prin-
gipi del dit seu arrendament que comensa lo primer de ja­
ner MDCIII ab acte rebut per Jaume Martí Vaziero notari
scriva de la religio de Montesa a XXX de maig MDCIIII lo
qual acte estima en lo dit al principi del present conte.—
Dates.—Sonli preses en conte de data al dit Batiste Gomis
arrendador del dit Batliu de Moneada en lo quadrienni que
fini lo darrer de degembre MDCVII cent sexanta quatre
liures, onze sous y huit diners en la qual cantitat foren esti­
mades totes les ayues del dit moli de Moneada a la eixida
del dit rrendament que fini lo darrer de degembre MDCVII
segon de dita estima apar ad acte rebut per lo dit aume
Martí Vaziero notari. A XXV de febrer MDCVII cosit al
pringipi clel present conte» (1).

Terminado el período de arriendo, no solamente se ex­


tendía el estado de cuentas, modo groso, según modelo
que acabamos de presentar, sino que, como en el mismo
consta, se procedía a un total y minucioso inventario, levan­
tándose de todo ello acta notarial.
Entre los diversos Inventarios que en el Archivo det
Reino hemos encontrado, pertenecientes a distintos cuatrie-

(i) Archivo General del Reino. Maestre Racional. Montesa. Bailías Locales^
L eg. 295.
LA O R D E N D E M O N TE SA 87

nios, damos ocasión a nuestros lectores para que satisfagan


su curiosidad, echando una ojeada al que transcribimos en
el Apéndice Documental y que encabeza así: «Inventario
del Molino de Moneada, hecho en 23 de abril de 1600» (1).
Atendiendo a lo dispuesto en el Real Privilegio núme­
ro 88 del rey Don Pedro II, Moneada, al igual que los demás
pueblos del reino, contribuía anualmente a la llamada «Co­
lecta del Dret de la Fábrica de Murs y Valls» y a los demás
derechos de la ciudad de Valencia.
Esta contribución que ascendía a 22 libras y 10 sueldos,
la satisfacía por convenio particular con la Ilustre Junta;
pero en 28 de abril del año 1673, Moneada hizo una nueva
concordia, comprometiéndose a pagar cada año sesenta li­
bras : Cuarenta por derechos de sisas de la Ciudad, y veinte
por Murs y Valls y sisa del Pa (2).
En el año 1750 dictó Fernando VI de Castilla un Decreto,
en virtud del cual quedaron sujetos los bienes de todas las
Ordenes Militares a un Consejo General Administrador, que
absorbió todas las facultades a ellas concedidas (3).
Como consecuencia de esta medida, se formó un Regla­
mento en 26 de agosto del mismo año para la Orden de
Montesa, en el cual se acordó la extinción de varios empleos,
y entre ellos, los de Capitán y Baile de Moneada (4).
.
______________________________ ""■■■' - ——— ió /S / I *'
(1) V éase A péndice de D ocum entos, núm ero 19.
(2) J. L o p O b ra citada, p ág in a 39.
(3 ) R esto de estas facultades, como el nom bram iento de párrocos, todavía s e
conservaba a principios del siglo actual, perdiéndose, cuando la jurisdicción ecle­
siástica hizo u n a revisión de todos los P atro n ato s.
(4) D ice V illarro y a (O b ra citada, Lib. I I , cap. I ) que este R eglam ento se
h alla en la Pieza del R am o de Comisión, p ág in a 61.
88 LA CIUDAD DE MONCADA

Entre los distintos Gobernadores y Bayles que estuvie­


ron al frente de nuestro Bailío, mencionamos los siguientes:

GOBERNADORES O CAPITANES
Fr. Don Gerónimo de Brizuela (1673).
Fr. Don Guillem Pertusa y Brizuela (1692-1710).
El Conde de Cirat (1711).
Fr. Don Guillem Pertusa (1720).

BAYLES O ADMINISTRADORES
Don Pedro Vicent (1496).
Don Hugo de Moneada (1586).
Fr. Don Serafín Martín (1593).
Fr. Don Francisco Perpiñá (1622).
En 11 de diciembre de 1749, Fernando VI, usando ya del
derecho de gobierno y superintendencia de las Mesas Maes­
trales había dispuesto que, el Consejo y Contaduría General
de las Ordenes Militares, entendiesen y conociesen los casos
de las Mesa Maestral de la Religión de Montesa, lo cual
parecía significar que el conocimiento judicial de los negor
cios Maestrales, pertenecía exclusivamente al Consejo de
las Ordenes; pero las posteriores disposiciones anularon la
anterior. Y en una Orden de 19 de junio de 1753 mandó que
el Consejo de Hacienda «conociese de las causas que por sus
«particulares circunstancias tuviese a bien remitirle, des-
»pués de sentenciadas por el Juez encargado de poner en
«claro los derechos del Maestrazgo; y en otras quiso que
«tuviesen su debido efecto y cumplimiento aquellas sobera-
»nas Resoluciones. Así D. Alfonso Morón sentenció el pleito
«que seguía el Abogado Fiscal de la Comisión de los Elec­
t o s de los Emphiteutas del Baylío de Moneada, sobre de-
LA ORDEN DE MONTESA 89

«rechos dominicales, el cual en virtud de Real Orden se


«trasladó al Real Consejo de Hacienda, que lo terminó con
«sentencia de vista y revista de 10 de enero de 1756 y 22 de
«agosto do 1757». (Villarroya. Real Maestrazgo de Montesa,
Ub. IV, cap. I.) (1).
Tudas u s í a s reales disposiciones fueron como la inicia-
i mu de una n u e v a e r a p a r a la población de Moneada, pues
mei i ed a e l l a s , s e v i o l i b r e d e luda manifestación de origen
l e u d a ! . \ e s l a circunstancia hizo que, muchos de los pro­
pietario- territoriales de su término, en su mayor parte de
l a nobleza valenciana, se decidieran a edificar en él suntuo­
sos edificios, que hicieron de Moneada en el siglo XVIII una
estación veraniega de relativa importancia.
En el mes de mayo de 1796, varios vecinos de Carpesa
que, como hemos' dicho, pertenecía al Bailío de Moneada,
motivaron una protesta y consiguiente providencia del Tri­
bunal de Diezmos de Valencia, por negarse a pagar el diez­
mo correspondiente.
Transcribimos un fragmento solamente del manuscrito
que contiene dicha providencia, por ser de una amplitud
considerable.
Dice:

«El fiscal, en vista de los presentes autos dice que el


«Bailío de Moneada embaraza con sus providencias el de-
»bido cumplimiento de los mandatos de este Regio tribunal;

( i ) E l pleito citado p o r V illarroya, tuvo su o rig en en el atropello inferido


p or el predicho ju ez M ofón a los te rra te n ie n te s del B ailío, pronunciando sen ten cia
d e em bargo c o n tra todos sus Bienes. Los te rra te n ie n te s elevaron su p ro te sta al R ey,
el cual resolvió en favor de los mismos.
F elizm ente, y d espués de u n a búsq u ed a laboriosa, podem os d a r a la publici­
dad el docum ento q u e contiene la p ro te sta de los te rra te n ie n te s y la contestación
del R ey.— V ide A péndice de D ocum entos, núm ero 23.
90 LA CIUDAD DE MONCADA

»pues aunque presentado el despacho que Vuestra majestad


»se sirvió conocer expresamente a Vicente Jover Receptor
»del mismo para recibir declaraciones a varios sugetos de
«Carpesa, contra quienes había instado el Iltre. Cabildo
»Ecclo. denuncia de pena por no querer pagar el diezmo de
«las aluvias, acordó el citado Bailío que se practicasen di­
schas declaraciones...» «En lo que quiere poner en duda
«la jurisdicción de este Regio tribunal i atribuir algún dere-
«cho a la Orden de Montesa para el conocimiento de las
«causas decimales, i esto devia omitirlo, por ser cierto que
«no tiene alguno sobre ello en el presente Reino, pues el
«Sr. D. Jaime l.° premiando los dignos servicios que le ha-
«bían hecho y estaban haciendo en la conquista de este
«Reino, dió a las Ordenes Militares, de quienes deriva causa
«la de Montesa, i a diferentes Barones i Magnates varios
«pueblos con los derechos que les competían, concediendo a
«algunos la singular prerrogativa de toda la jurisdicción
«alta i baxa, o mero i mixto imperio de los mismos (lj; pero
«en esta gracia de la jurisdicción no quiso dicho sabio Prín-
»cipe que se comprendiese la que en virtud de la Conquista
«i Breves Apostólicos adquirió por el conocimiento de las
«causas decimales, pues ésta era una de las mayores prehe-
«minencias i Regalías que le competían ,i nunca pensó en
«desprenderse de ella, ni comunicarla a los Barones ni a las
«Ordenes Militares: así lo manifestó el mismo Monarca en
«la confirmación que hizo en 4 cal. Mart. de 1273, de la sen-
«tencia sobre diezmos y Primicias ofreciendo obligar a todos
«el pago de ellos por medio de los Bailes i Oficiales Reales

( i ) Mcito Im p e rio : P o te sta d p a ra imponer las penas de m uerte, destierro,


■etcétera, a los delincuentes.
M ixto Im p e rio : P o d e r p a ra sen ten ciar en los negocios civiles y crim inales,
■cuando la pena que se im ponía era m enor que las referidas.
I.A ORDP.N DB MONTKSA 91

»i lo (li-el;ir<> igualmrnlr mi Nido I). Jaime 2." (Mi la nueva


«conlinnacion do dicha sentencia expedida en las Nonas de
» Abril d e 1:10:0) «V aun cuando no fuera un asunto tan
« c l a r o <11111 a n a l o d a especie de duda, la célebre orden de
» : : / d e l e b r e r o d< 1:178, en que manifestando el Rei Dn. Pe­
rdi ó ' d e V a l e n c i a competirle p o r justas causas el cono-
m a m i c n i o i | e l a s de diezmos y primicias añade: Atque et
« d i lab bus utimur et usi fuimus inconcuse, nec permissi-
»inuu, sicut decet; nec permitemus, quod per alium preter-
»quam Nos de similibus cognoscatur...» (1).

Entre los títulos de la nobleza valenciana que, durante


el siglo XVIII, levantaron en Moneada sus palacios seño­
riales, podemos citar a los Marqueses de Almunia, Condes
de Olocau, Condes de Alcudia, Barones de Rives-Albes, etcé­
tera. Pero llegado el siglo X IX, las frecuentes guerras civi­
les y disturbios revolucionarios, fueron motivo suficiente
para que, las familias pudientes abandonaran definitivamente
sus casas señoriales. Después, cuando la restauración dinás­
tica trajo consigo un principio de paz y sosiego, ya habían
cambiado los tiempos y los gustos. Imperaron entonces los
■chalets al estilo extranjero y fueron asentándose. en sitios
no muy lejanos, pero al parecer más pintorescos: Rocafort,
Godeña^ etc., dejando de ser Moneada el punto de atracción
que hasta entonces había sido.

(1 ) B iblioteca U n iv e rsita ria d e V alencia. T rib u n a l d e D iezm os y sus com pe­


tencias. Tom o 3, fol. 238 y sig-. (M an u scrito .)
Una sala del Estudio de Fonsoda
CAPI TULO VI I

EL GRAN MAESTRE
EN EL SIGLO XVI

SUMARI O

El Rey Administrador
Autos de la posesión de Moneada por
disposición de Felipe II
Transcripción íntegra de los autos de
posesión

8
r í - XV |
Iirci.miH:; en el Capítulo anterior, que el rey Felipe II se
mi .mío en el año 1587 de las rentas de todas las Ordenes Mi­
lu. He,;, no secularizando sus bienes, sino asumiendo el título
«le Cían Maestre; título, que le confería el derecho de la
administración y participación de las riquezas de dichas
<)r<lenes.
La Orden de Montesa no se libró, por tanto, de esta real
disposición y en consecuencia, Moneada, como Bailía de la
<)rden, pasó a ser posesión del Rey.
El precioso documento a que aludíamos, que se conser
va en el Archivo del Reino, encabeza con el siguiente título-,
«Auctos de la posesión del Maestrazgo de Montesa que se
lomó por el Rey Don Philipe nuestro señor.—año 1593.»
Así reza en la portada de este, verdadero libro, con cu­
biertas de pergamino y cuyas páginas, quemadas en su ma­
yor parte, por la acción corrosiva de la escritura, han sido
para nuestro intento de transcripción, un verdadero rompe­
cabezas, ya que, al pretender hojearlas, se deshacían en pe­
queñísimos e innumerables fragmentos, haciendo imposible
su lectura. Pero la paciencia y el tiempo (un mes entero nos
costó el trabajo material de acoplamiento), han podido hacer
que tuviéramos la satisfacción de presentarlo a nuestros lee-
96 LA CIUDAD DE MONCADA

tores, aunque con algunos vacíos de escasa importancia, de


todo punto imposibles de adivinar.
He aquí la transcripción en lo que se refiere a Moneada:

«La posesión del lugar de Moneada de la Religión de


Montesa.—Después en el día siguiente que contamos veynte
y dos días del dicho mes de febrero año del nacimiento del
Señor Dios Jesu Xto. de M. D. noventa y tres años los dichos
señores Fr. Don Joan Pacheco cavallero professo del Orden
de Calatrava y el licenciado Fr. Joan de Quintanilla prior de
Ntra. Señora de Calatrava de la ciudad de Valencia comissa-
rios de la magestad del Rey Don Philipe mi Señor como Rey
de Aragón administrador perpetuo de la Religión y maes­
trazgo de Montesa y del bienaventurado cavallero San Jorge
según que del dicho poder consta con Letras Reales firma­
das de mano de su Magestad ; Insertadas de palabra a palabra
de la possesión que se tomó, del Castillo, y fortaleza de Mon­
tesa en los días del mes de Diziembre del año proxime pas-
sado continuando la possesión de dicho Maestrazgo habiendo
llegado al lugar de Moneada que es de la Mensa Magistral
para tomar la possesión en nombre de su Magestad, el qual
dicho lugar de Moneada está situado en la huerta de Valen­
cia y confronta con termino del lugar de Benifaraig, con
termino que vulgarmente se dice í ...........) del señor de Beni­
faraig, con término del lugar de Masarrojas en medio con
gequia Real de Moneada, con término del lugar de Godella,
con término del lugar de Bétera, con término del lugar
de Náquera, con término del lugar de Musseros, con
término del lugar de Foyos y con término del dicho lugar
de Aliara (........... ) en medio fueron a la Iglesia de dicho
lugar de Moneada y entrando en ella después de tomada
agua bendita y hecha la oración devida se sentaron en
EL GRAN MAESTRE E N EL SIGLO XVI 97

dos sillas que estavan delante del Altar Mayor de la dicha


Iglesia en la qual dicha Iglesia estavan ya ajuntados los Jus­
ticia Jurados y demás Officiales y todos los vezinos y mora­
dores de dicho lugar de Moneada precedida convocatoria
hecha en el día de ayer por Antonio Joan Max ministro del
dicho lugar con voz pública pregonando por las calles y lu­
gares acostumbrados del dicho lugar para tener y celebrar
consejo en el presente lugar de la Iglesia para la presente
hora para dar y prestar a los dichos señores comissarios en
nombre de su Magestad en dicho nombre el sacramento y
homenaje de fidelidad y vasallaje según por la relación del
dicho Antonio Joan Max (...........) a mí el dicho Jayme Mar­
tin Vaziero notario público de la Ciudad y Reyno de Valencia
y scrivano de la Mensa Magistral con los testigos abaxo scri-
tos y otros muchos en el día de hoy ha constado y consta en
el qual ajuntamiento se hallaron presentes los officiales ve­
zinos y moradores del dicho lugar de Moneada que se siguen
es a saber Jayme Rueda Justicia, Vicente Casañas y Melchior
Taronger jurados, Jayme Bo, Almotacén, Bautista Pasqual
lugarteniente de Justicia, Assencio Giner, Pedro Martín,
(...........) Vicente Alpicat, (........... ) Antonio Alpicat, Joan
(...........) Joan Insa, (........... ) Matamoros, Bartholomé Moreno,
Tomás Oriol, Jayme (........... ), (........... ) Granell, Joan Maso,
Martín Pozuelo, Pedro Verdet, Pedro (........... ),..Pasqual..Gra­
nell, Jaime Cassino, Joan Albert, Vicente ( ), Bartholo­
mé de Lafuente, Pedro Argiller, Joan (..........) (............) Be-
renguer, Pedro Martines, Joan Hernandes, Jayme Guarda,
.......) Navarro, Domingo Philippe, Joan ( Sebas­
tian Lapleu, Pedro Ramada, ( ...) Pasqual, Gaspar Nava­
rro, Baltasar Destrals, Joan (...........), (............) Quintana,
Andrés Losano, Assencio Bernat, Miguel Molins, Gil Sanchis,
Domingo Ibarra, Joan Delfí y Baustista Ferrer, Todos vasallos
98 LA CIUDAD DE MONCADA

y vezinos y habitadores del dicho lugar de Moneada affir-


mantes que en dicha Junta y congregación ellos eran la
mayor y mejor parte de todos los vezinos y moradores de
dicho lugar y Representantes hazientes toda la universidad
de aquel ansi los presentes como los ausentes y venideros
mayores y menores hombres y mujeres de dicha Universi­
dad abiles idóneos y sufficentes para hazer y celebrar conse­
jo general y para hazer y firmar los negocios de la Universi­
dad de aquel en las cosas abaxo scritas, estando todos los
quales juntos como dicho es, haziendo y celebrando dicho
general consejo y presentes por lo mismo los dichos señores
comissarios notarios y testigos infrascritos y los demás arri­
ba referidos por mí el dicho notario por orden y mandado de
los dichos señores comissarios fueran dichas y propuestas a
todo el dicho consejo y pueblo allí ajuntados tales o seme­
jantes palabras en effecto. Honrado pueblo del lugar de
Moneada ya sabéis y teneis como savido por ser como es
publico y notorio que en bullas y concessiones apostólicas
del Maestrazgo de la Religión y cavalleria de Montesa y de
San Jorge están vinculados e incorporados en la Corona Real
de Aragón, y que su Magestad como a Rey de Aragón es ad­
ministrador perpetuo del dicho Maestrazgo y Religión para
después de los dias de Fr. Don Pedro Luys Galceran de Bor-
ja último maestre de dicho maestrazgo y Religión y como
por lo que Dios ha sido servido que el dicho Don Pedro Luys
Galceran de Borja último maestre es muerto y passado de
esta presente vida en la otra lo que es publico y notorio para
la qual causa y razón su Magestad del Rey como a Rey de
Aaragón es ya administrador perpetuo de dicho Maestrazgo
y Religión porque como a tal ha de tomar la posesión de
todo el dicho Maestrazgo, fuerzas y fortalezas de aquel y los
vassallos de dicha Religión le haveis de prestar el sacra-
EL GRAN MAESTRE EN EL SIGLO XVI 99

mentó y homenaje de fidelidad y vassallaje ha nombrado su


Magestad para el dicho effecto a los dichos señores comissa­
rios—Fr. D. Joan Pacheco y Fr. Joan de Quintanilla que
presentes aquí están con poder bastante como parece por
sus letras Reales y patentes las quales están ya insertadas
de palabra a palabra en la possesión primera que se tomó
del Castillo y fortaleza de Montesa de la qual teneis explíci­
ta noticia y por haverlo entendido muy en particular a todo
lo qual los dichos Justicia Jurados y consejo de dicho lugar
dixeron y respondieron que ya lo tenían todo entendido y
tenían noticia de las dichas cosas muy en particular y que
estavan prontos de hacer y prestar en mano y poder de los
dichos señores comisarios el dicho sacramento y homenaje
de fidelidad y vasallaje y hacer todo cuanto les fuese por sus
mersedes mandado en nombre y voz de su magestad y en
la misma hora los dichos señores comissarios en virtud del
poder que para ello tienen de su magestad dixeron, que ab­
solvían y absuelven de fenecer y dan por libre a Moneada y
a sus moradores de cualquier sacramento y vasallaje que
hayan hecho y prestado al dicho ultimo Maestre de Montesa
restituyéndoles en su libertad y primer estado en que antes
del dicho Juramento estavan para que libremente sin em­
bargo le puedan dar y prestar a su magestad en el dicho
nombre y en el mismo instante todos los sobredichos Justicia
Jurados y otros officiales vasallos vezinos y moradores del
dicho lugar de Moneada en nombre de toda la Universidad y
Representando aquella obedeciendo a las dichas cosas de su
buen grado y cierta scientia concordantemente el uno des­
pués del otro contando desde el primero hasta el postrero
como arriba están escritos por su orden prestaron el sacra­
mento y Homenaje de fidelidad, en manos y poder de los
dichos señores Comissarios jurando como juro cada uno de
100 LA CI UDAD DE MONCADA

aquellos a nuestro Señor Dios y a los Santos quatro evange­


lios corporalmente por sus manos y boca pusieron sus manos
sobre un libro misal que tenian abierto los dichos señores
comissarios en virtud del qual Juramento y Omenaje por
ellos y cada uno dellos prestado que admitian y Recibian
como de hecho admiten y Reciven a su Magestad del Rey
Don Philippe nuestro Señor como Rey de Aragón perpetuo
Adminstrador del Maestrazgo y Religón de Montesa y a
los sucesores Reyes de Aragón después de los largos y feli­
ces dias de su Magestad por Señor de aquellos y prometen
por ellos y sus sucesores que serán buenos y fieles vassallos
a su Magestad en el dicho nombre y que no le haran daño a
su persona ni a sus fortalezas y derechos ni haran cosa que
no sea honesta en su casa y servicio y le Responderán sus
derechos y rentas frutos emolumentos y esdevenimientos y
cualesquier otros derechos a Señor pertenecientes en el dicho
lugar de Moneada y como han acostumbrado hasta hoy y
que cumplirán todos sus mandamientos y todo lo demás
que buenos y fieles vassallos son tenidos de cumplir a su se­
ñor según fuero de Valencia en el Título de lealtad a bueno
sano y entero entendimiento para attender y cumplir todas
las quales dichas cosas y cada una de ellas según dicho han
y prometido obligaron sus personas y bienes y todos los de
la dicha Universidad presentes y esdevenidores muebles y
rahices privilegiados y no privilegiados licitos y prohibidos
habidos y por haber adonde quiera que sean o serán hechos
y prestados los dichos juramentos y Homenaje de fidelidad
y vassallaje por todos los susodichos, los dichos Señores co­
missarios ¡en nombre y por su Magestad en el dicho nombre
puestas las manos sobre sus cruzes y hábito que llevan, en
presencia, de todos los susodichos juraron a nuéstro Señor
Dios y los santos quatro evangelios su cargo del qual jura-
EL GRAN MAESTRE EN EL SIGLO XVI 101

mentó en nombre de su Magestad y sus sucesores Reyes de


Aragón en dicho .nombre de Administrador perpetuo del
dicho Maeztrazgp y Religión de Montesa prometieron que
en nombre de su Magestad que guardará y les hará
guardar todos los fueros y privilegios deste Reyno de
Valencia usos y buenas costumbres del dicho lugar. Todas
las cuales cosas fueron hechas en presencia^ de Fr. Seraphin
Martin cavallero proffeso de dicha orden de Montesa
administrador del baylio de Moneada y de voluntad y
aprovación de aquel y los dichos señores comissarios dixeron
que las hazian y havian hecho en señal de la Ver­
dadera Real y actual posesión del dicho lugar de Mon­
eada y señoria de aquel y de los vezinos y moradores del
mismo lugar y Requerían y Requirieron a mi el dicho
notario assi los dichos Señores comissarios como todo el
dicho pueblo que de todas las dichas cosas les Recibiere auto
público para que dellas haya memoria en lo venidero el qual
por mi el dicho notario les fue Recibido en los dichos lugar
dia, mes y año sobredichos.—Presentes fueron por Testigos
de todas las dichas cosas llamados y Rogados Pedro Andrés
notario Real y Bartholome Verger scriviente Habitadores de
la ciudad de Valencia al presente hallados en el dicho lugar
de Moneada.—Y mas adelante en el mismo dia y hora los
señores comissarios saliendo de la dicha Iglesia acompaña­
dos por Fr. Seraphin Martin cavallero professo de dicho or­
den de Montesa administrador del baylio de Moneada y de
los dichos Justicia Jurados y demas officiales y de todos los
vezinos y moradores del dicho lugar dé Moneada y de mi el
notario y testigos abaxo scritos y, siendo fuera de aquella
hizieron venir delante sí a los dichos Jayme Rueda Justicia,
Vicente Gasañes y Melchior Taronger Jurados, Jayme Bo,
Almotacén, y Bautista Pasqual lugarteniente de Justicia de
102 LA CIUDAD DE MONCADA

dicho lugar de Moneada y puestos ante sí Mandaron a todos


los dichos officiales que presentes estaban que no usasen de
alli en adelante mas, de los dichos officios y cargos Respecti­
vamente quitándoles todo el poder que como tales officiales.
tenían y quitaron las varas a los dichos Justicia y su lugar­
teniente y de alli a poco a ruegos y peticiones de todo el pue­
blo porque la tierra no quedase sin officiales los dichos se­
ñores comissarios por cuanto de los sobredichos no había
quexa ninguna, de nuevo eligieron crearon y constituyeron
y nombraron en officiales del dicho lugar a los mismos que
antes eran es a saber en Justicia al dicho Jayme Rueda, en
Jurados a los dichos Vicente Casañes y Melchior Taronger,
en Almotacén al dicho Jayme Bo y en lugar Tiniente de
Justicia al diche Bautista Pasqual presentes y aceptantes
dándoles todo el poder cumplido y necesario para regir y ad­
ministrar los dichos cargos y officios según han tenido hasta
el presente dia y Restituyeron las varas a los dichos Justi­
cia y su lugarteniente los cuales y los demás officiales so­
bredichos juraron en manos y poder de los dichos señores
comissarios poniendo sus manos sobre el señal -de la cruz de
una de las dichas varas, que se havran bien y fielmente en
los dichos cargos y haran y administraran Justicia y las de­
más cosas que a semejantes cargos Respectivamente tocan
y pertenecen (........... ). Todas las cuales cosas hicieron los
dichos señores comissarios sin cargo ni contradicción de
persona alguna y dixeron que las hazian e hicieron en señal
de la verdadera Real y actual possesión usso y jurisdicción
que aquella que su Magestad en dicho nombre tiene en el
dicho lugar de Moneada y Requerían y Requirieron a mi el
dicho notario que de las dichas cosas les Recibiere auto pu­
blico el qual por mi el dicho notario les fué recibido en el lu­
gar dia mes y año sobre dichos.—Y endespues en el mismo
EL GBAN MAESTRE EN EL SIGLO XVI 103

dia los dichos señores comissarios acompañados de todos los


sussodichos, puestos ante las puertas del Palacio Magistral
que dicha religión tiene en el dicho lugar de Moneada, pidie­
ron las llaves de aquellas a Fr. Bartholome Fito cavallero
proieso de la dicha orden el qual al presente Reside (...........
y tiene cuenta de aquellas el qual obedeciendo a dicho Man
aamiento en la misma hora libro y entrego las dichas llaves *
dichos señores comissarios Recibieron aquellas y estando en
dicho palacio mandaron salir afuera a todos los que dentro
estaban y cerraron las puertas y se passearon por dentro
dicho palacio y casas y después abrieron las puertas y se sa
lieron afuera y dieron y encomendaron dichas llaves al di
cho Fr. Bartholome Fito mandándole que tuviese cuenta de
las dichas casas el que las Recibió y se dio por entregado de
de aquellas y prometió dar buena cuenta en las dichas casas
y palacio.—Y asimismo dichos señores comisarios pasando
mas adelante fueron a la Huerta cerrada y jardin que dicha
religión tiene en el dicho lugar de Moneada la qual huerta
está contigua y apegada con las dichas casas y palacio y
puestos ante las puertas de dicho Huerto mandaron a Bel-
tran Lapleu arrendador que es de dicha Huerta les diese y
entregase las llaves de dicha Huerta el qual en la misma
hora las dio y entregó y los dichos señores comisarios Reci­
bieron aquella y abriendo las puertas de dicha Huerta entra­
ron en aquella y se pasearon por ella y tomando un azadón
en sus manos cavaron en tierra y con un cuchillo cortaron
ramas de los arboles y después salieron afuera del dicho
Huerto y volvieron las llaves a dicho arrendador mandándo­
le que acudiese a su Magestad en el dicho nombre o a quien
su poder huviese con el precio del arrendamiento de la dicha
Huerta (...........) es obligado. Todas las quales cosas dichos
señores comissarios hizieron sin embargo ni contradición
104 LA CIUDAD DE MONCADA

de persona alguna y dixeron que lo hacian y Hicieron en


señal de la verdadera Real actual y corporal possesión de
las dichas casas y palacio (...........) que junto aquellas está
y Requirieron a mi dicho notario para de las dichas cosas
les Recibiese aucto publico el qual por mi el dicho notario
les fue Recibido en el lugar dia mes y año susodichos siendo
presentes por testigos a todas las dichas cosas los sobredi­
chos.—Y más adelante en el mismo dia los dichos señores
comissarios acompañados de todos los susodichos fueron a
la prission y cárceles de dicho lugar de Moneada que están
situadas en la calle Mayor de aquel para tomar la possession
dellas y puestos ante dichas cárceles pidieron al Justicia que
allí presente stava les diese y entregase las llaves de dichas
cárceles el qual lo hizo ansi y tomadas en sus manos los di­
chos señores comissarios abrieron las puertas de las dichas
cárceles y entraron en ellas visitando aquellas y no hallando
en ellas preso alguno salieron de dichas cárceles y salidos
viendo que havia un hombre llamado Beltran Lepleu y Gar
cia todo descompuesto con otro ante sus mercedes dichos
señores comissarios mandaron a su Alguacil que allí estava
le pusiese preso como de hecho fue hecho ansi y cerradas
las dichas puertas y quedando dicho preso dentro de
las dichas cárceles poco después a ruegos de los que
allí estavan le mandaron excarserar y poner en livertad
lo que también fue ansi executado hecho lo qual Iol
dichos señores comissarios dieron y entregaron al dicho
Justicia las dichas llaves de la cárcel y le mandaron
que las tuviese a toda disposición y orden de su Magestad
en el dicho nombre de las quales dicho Justicia se dio por
■entregado y prometió guardar y cumplir dicho mandamien­
to Todo lo qual hicieron dichos señores comissarios sin em­
bargo ni contradiction de persona alguna y en señal de la
EL GRAN MAESTRE EN EL SIGLO XVI 105

Verdadera Real y actual possession de las dichas cárceles


y de la jurisdiction que •su Magestad en el dicho nombre
tiene en ellas y lugar de Moneada uso y servicio de dicha
Jurisdicción y mandaron a mí el dicho notario que de todas
las dichas cosas les recibiese aucto publico el qual por el
dicho notario fue recibido en el dicho dia mes y año susso
dichos siendo presentes por testigos a todas las dichas cosas
los sobredichos.-------- Y poco después en el mismo dia dichos
señores comissarios acompañados de todos los susodichos
Justicia y Jurados y muchos otros y de mi el notario y tes­
tigos afcuxo scritos saliendo del dicho lugar de Moneada hasia
pl lugar de Aliara llegaron a un molino arinero que la mensa
magistral tiene en el termino y junto al dicho lugar de Mon­
eada sobre la acequia Real dicha de Moneada y entraron en
dicho molino y reconocieron aquel y hallaron que tenia qua-
tro muelas para moler trigo hallaron que dicho molino le te­
nia arrendado Joan Meno molinero al qual pidieron las llaves
de dicho molino y el las dio y entregó y los dichos señores
comissarios mandaron al dicho molinero y a los demas que
dentro de dicho molino estavan se saliesen fuera como de
hecho se hizo ansi y cerraron las puertas del dicho molino
quedando solos dichos señores comissarios en el dicho moli­
no y passeandose por aquel sin embargo ni contradiction de
persona alguna y abriendo después las dichas puertas dexa-
ron entrar en dicho molino al dicho molinero y le restituye­
ron las llaves de aquel y le mandaron que acudiese con el
precio de dicho arrendamiento a su Magestad en el dicho
nombre o a quien su poder huviese lo qual accepto el dicho
arrendador y lo prometió hacer ansi. Todo lo qual dixeron
dichos señores comissarios que lo hazian y lo havian hecho
en señal de la verdadera real y actual possession del dicho
molino y drecho de moler y todo lo anexo al dicho molino y
106 LA CIUDAD DE MONCADA

Requiriendo Requirieron a mi el dicho notario que de todas


las dichas cosas les recibiese aucto publico el qual por m;
el dicho notario fue recibido en el dicho dia mes y año y
lugar sussodichos siendo presentes por testigos de todas las
dichas cosas los sussodichos.---------Y poco después en el mis
mo dia continuando la dicha possession los dichos señores
comissarios acompañados de los sussodichos y de mi el dicho
notario y los antes scritos Tuviendo noticia de que havia
ciertas tierras que eran de la señoria de Moneada fueron a
ellas las cuales dichas tierras serán diez jovadas poco mas
omenos sitias y puestas en la partida dicha binata questa
luego saliendo del lugar de Masarrojes passada la puente
que viene encima la dicha cequia Real de Moneada vulgar­
mente dicha la puente de Masarrojes a mano drecha salien­
do de Masarrojas a Valencia que se llaman dichas tierras el
Rincón de Masarrochas las quales confrontan de una parte
con la dicha cequia de Moneada y con termino del lugar de
Godella a dos partes y con camino que se va del dicho lugar
de Masarrojas a Valencia y entrando dentro las dichas tie­
rras los dichos señores comissarios Tomando un agadón en
las manos cavaron en la tierra dellas y con un cuchillo cor­
taron Ramas de los arboles que en dichas tierras hay y pov
lo mismo hizieron annotacion y memoria de tres casas qu ■
la dicha Religión tiene en dicho lugar de Masarrojas al lade
de la Iglesia del dicho lugar calle en medio las quales detie­
nen y poseen ciertos particulares del dicho lugar como a
señores útiles dellas de las quales no tomaron possession
porque (........... ) están establecidas, Todo lo qual dixeron que
hazian e hizieron en señal de la Verdadera real y actual pos­
session de las dichas tierras y casas desuper referidas y Re
querían y Requisieron a mi el dicho notario que de todas
ellas recibiese aucto publico el qual por mi el dicho notario
EL GRAN MAESTRE EN EL SIGLO XVI 107

fue Recebido en el dicho lugar mes y año sussodichos siendo


presentes por testigos a todas las dichas cosas los sussodi­
chos.---------Y luego después en el mismo dia los sussodichos
señores comissarios sin divertir a otros autos ningunos acom­
pañados por todos los sussodichos Justicia Jurados y otros
muchos de dicho pueblo afuera del y de mi el dicho notario
y testigos infrascriptos continuando la dicha possession sa
liendo del dicho lugar de Moneada y en el termino de aquel
en la partida dicha del quadrat questa en la cequia dicha de
Moneada adonde lo mejor de la Huerta y Termino del dicho
lugar esta y tomado un agadón en sus manos cavaron en
tierra y con un cuchillo cortaron Ramas de los arboles que
alli estavan en señal de la Verdadera real y actual possession
del dicho lugar de Moneada y sus términos y de la Jurisdic-
tion civil y criminal que su Magestad en el dicho nombre
tiene en aquella de uso y servicio della y de todo lo anexo y
dependiente al dicho lugar y sus términos y dixeron que
han tomado y toman la possession de todas las cosas que a
su noticia han venido ser de la dicha Mensa Magistral y
pertenecen a aquella protestando que no sea hecho ni causa
do perjuicio a su Magestad en el dicho nombre si de cosa
alguna que le pertenezca se ha dexado de tomar possession
porque ha sido por no tener noticia dellas o, por no ser ad­
vertidos dellas. Todas las quales cosas y cada Una dellas.
hizieron quieta y pacificamente sin embargo ni contradic­
ción de persona alguna y Requerían y requirieron a mi el
dicho notario que de todas ellas les Recibiese auto publico
el qual por mi el dicho notario les fue Recebido en las (.......
...) y partes arriba refferidas y en el dia mes y año sussodi­
chos.---------Presentes fueron por testigos a todas las dichas
cosas los sussodichos P.° Andrés notario Real y Bartholome
Verger, scriviente de la ciudad de Valencia habitadores al
108 LA CIUDAD DE MONCADA

presente hallados en dicho lugar de Moneada y muchos


otros vezinos de dicho lugar.---------Los preinsertos autos de
las possessiones de ....... (van citándose todos los lugares
pertenecientes a la Mensa Magistral)... y del lugar de Mon
cada....... en estas ciento y quarenta hojas scritas y continua­
das han sido Recebidos por mi Jayme Martin Vaziero notario
publico de la Ciudad y Reyno de Valencia y scrivano de la
mensa magistral y religión de Montesa en las quales dichas
cartas en que están contenidas las dichas cosas están enmen­
dadas y corregidas las cosas siguientes (1).......— —Y para
que a todas las dichas cosas entera fe les sea dada en cual
quier parte yo el dicho Vaziero notario y scrivano aqui de mi
propia mano scrivo estos renglones y mi acostumbrado de
arte de notaría signo. (Sello notarial).» (2)12

(1) Se citan todas las enm iendas y correcciones.


(2 ) A rchivo G eneral del Reino. C onventos, reg. 2560.
SELLOS DEL AYUNTAMIENTO
_____________________________
CAPITULO VI I I

RENTAS Y REGALIAS

SUMARI O

Consejo General Administrativo


Recopilación de todos los derechos,
rentas y regalías del Bailío en 1753
Transcripción íntegra de dicho docu-
■ mentó

9
Como repetidamente hemos dicho, los Reyes de España
se incautaron de todas las rentas de las Ordenes Militares,
ostentando desde entonces, el título de Administradores de
los bienes de las mismas.
Desde que en 1750 decretó Fernando VI la sujeción de
los bienes de todas las Ordenes Militares a un Consejo Ge­
neral administrativo, este Consejo General absorvió todas
las facultades concedidas a aquellas.
Y en el año 1753, el rey ordenaba la recopilación escrita
de todos los derechos, rentas y regalías en todos los lugares
pertenecientes a la Orden de Montesa, y por consiguiente,
en el Bailío de Moneada.
Afortunadamente, este curiosísimo trabajo inédito, podrá
gozar de los honores de la publicación, tanto más, cuanto
que, en sus detalles, aporta aclaraciones concretas a lo que
en modo confuso, conocíamos.
Se trata de un verdadero libro, de cuatrocientos doce
folios, nada menos; y se conserva en el Archivo General del
Reino.
La portada interior, dice:

«El Rei nuestro Señor según su última resolución de 3


de Marzo de 1753, mandó se formase este libro que con-
112 LA CIUDAD DE MONCADA

tiene todos los derechos rentas y regalías de la Orden de


Montesa en el Bailio de Moneada y Lugares de Carpesa y
Masarrochos, con expresión de los Dueños útiles de Casas,
Tierras y Censos que les corresponden.»

Y empieza el libro con la providencia siguiente:

«Haviendo nombrado S. M. a D. Alonso Morón, de su


consejo, Fiscal de la Junta de Cavalleria, Governador del
Sotto de Roma en calidad de Juez Delegado y con inhibi­
ción de todos los Tribunales para el reconocimiento deslin­
de y apeo de los Derechos y Rentas en las Villas y Lugares
de la Mesa Maestral de Monttesa, se siguió pleitto entre
partes de D. Luis Matheo de Vilches, en nombre Fiscal de
la Mesa y orden de Montesa y los vezinos y Terrathenien-
tes del Bailio de Moneada se presentaron por la orden los
instrumentos de adquisición del referido Bailio, por los
Templarios por su extinsion se adjudicaron a la Orden de
Montesa: Los de Población y demás que justificaron la
Causa Derechos y pertenencias a la referida Orden de di­
cho Bailio. Los therrathenientes practicaron lo mismo, y
concluso el pleito legítimamente, se dió y pronunció sent-
tencia a favor de la Orden Declarando a S. M. en calidad de
Gran Maestre y Administrador perpetuo de la expresada
Orden por señor directo y solariego de todas las casas y
tierras comprehendidas en los términos de los Lugares de
Moneada, Carpesa, Borbotó y Masarrochos y en defecto de
Titulo legittimo mande se consolidara el Dominio Util con
el Directto, reintegrando a S. M. como Gran Maestre en la
posesión Real y actual de todas las Tierras y Casas del
Bailio: Y que por lo pasado sattisfaciesen a la Mesa Maes­
tral conforme a los Capítulos de Población una fanega por
P e r s p e c t iv a d e la A c e q u i a Real
RENTAS Y REGALIAS 113

cada tres que hubiesen producido las Tierras de Riego y


otra de cada cinco de las .de secano; y por lo respectivo a
las Casas de Moneada, Borbotó y Masarrochos, devian pa­
gar de Censo el importe de Tres libras de Cera por cada
Casa, Comprehendiendo una fanega de Tierra para Huerto:
Y por las de Carpesa dos Gallinas de Censo con mas dos
libras de zera en las que tubieren Huerto todo con arreglo
a los Capítulos de Población de los referidos Lugares; Y
consulttada con S. M. su Real Benignidad y Clemencia, se
ha servido resolver y mandar lo conttenido en las resolu­
ciones siguientes:»
«Primera.—El Rey se ha servido aprovar la sentencia
dada por Ys. en la Causa con los Therrathenientes del Bai-
lio de Moneada, en que se declara pertenecer a S. M. y Mesa
Maestral de la Orden de Montesa el Solariego Directto Do­
minio de todos sus suelos Casas y términos y haver cahido
en comiso diferentes tierras, con las declaraciones y limita­
ciones que expresa la sentencia que debuelbo a Vs, origi­
nal: Y dispensando S. M. su Benignidad y Clemencia a los
Vasallos Abitadores en los Pueblos del Bailio y demás yn-
teresados, Comunidades, Eclesiásticas o seculares, Funda­
ciones de Mayorazgos, y obras P ias; He resuelto se les
mantenga y ampare en la Posesión en que respectivamente
se hallan, así de Casas como de tierras u ottros heretamien-
tos, sattisfaciendo generalmente en lo suzesivo los vezinos
abitadores con sus Familias, Casa y Hogar conttiguos en
los Pueblos de Moneada, Masarrochos, Carpesa y Borbotó,
que no justificasen traer causa de la concordia que se de­
clara por valida y subsistente hecha en el año de mil qua-
trocientos y tres, entre el Maestre de la Orden y vezinos de
los dos primeros Pueblos, Diez sueldos de pensión anual
por qada Cahizada de tierra en regadio, aun que hastía
114 LA CIUDAD DE MONCADA

aquí se haya Posehido en calidad de franca: Y los no vezi-


nos ni habitadores en alguno de estos Pueblos, inclusas
comunidades, Eclesiásticas seculares, Vinculos y obras Pias
Cinquenta sueldos en igual conformidad que por la cahiza­
da de tierra Calma en el secano, paguen indiferentemente
los Vezinos y los que no lo sean, dos sueldos, y si estta plan­
eada de viña o algarrobas zinco; Por cada Casa Diez suel­
dos, a reserba de los Diez y nueve conttenidos en la nota
adjunta, que por su mayor solar deberán pagar Veintte: Y
respectto de que en algunas hay fabricadas Almazeras, o
Molinos de Azeitte, y ottras tienen Huertos incorporados,
se les cargará además de la pensión puesta; al solar Veintte
sueldos por la regaña de Almazera o Molino; Y por los
Huertos lo que corresponda según su cavida y regla dada
entre vezinos y forasteros, tierras de regadío y secano; en­
tendiéndose todo esto con los Derechos de Luismo y Fadi-
ga, y demás emphiteuticales, y a pagar en dos plazos fin
de Junio y Diciembre de cada año; Que los poseedores de
Vinculos o Mayorazgos, Comunidades o congregaciones que
no hubiesen satisfecho Ludemios o Dezimas, desde el año
de mis seiscienttos y treintta, por las tierras y Casa que go­
zan, sattisfagan los Quindenios de prontto, con obligación
de continuar pagándolos de quinze en quinze años por todo
lo que poseen, según la practtica de regularlos en todo ese:
Pais. Que todos estos intteresados siendo Vezinos, Comuni­
dades o congregaciones de los Pueblos del Bailio paguen
por una vez doble pensión que la señalada por lo que hayan
posehido hastta aqui, con títulos francos o con exceso a las
tierras que han cobrado y los de fuera triple; Con lo que
les remite y perdona S. M. a unos y otros, todo lo que se
les hace o pudiera hacer cargo; Y manda que reconozida
la pensión respectivamente impuesta, con arreglo a lo que
RENTAS Y REGALIAS 115

cada uno possea, según la medida hecha o que nuevamente


se hiziese con su Zittación, se prorrateen y exijan las cos­
tas, dándoles los Títulos que pidiesen, con la expresión
correspondiente a sus Linderos, seguridad y certteza de lo
que deven pagar perpetuamente. Asimismo quiere S. M que
en las ventas y enagenaciones de tierras o casas, que en
adelante se executasen, precedida su Real Licencia, sean
preferidos por el tantto los Vezinos Abittadores de los re­
feridos Pueblos ; Haciéndose saver por papeles que se pon­
gan en los parajes públicos; cuya preferencia igualmente
se enttienda para con los Arrendamientos temporales; y
que hecho estío se formen Tres Libros, y en cada uno se pon­
ga esta resolución y a su continuación las medidas y asigna­
ciones de pensiones, con distinción de lo que goza cada Posse-
hedor, Therratheniente, y demás, derechos de la Mesa
Maestral Colocándose un libro de estíos, en el Archivo del
sacro conventto de Monttesa, otro en la Conttaduria General
de las Ordenes, y entregándose el tercero al Administrador
o Receptor que fuese de estas rentas; en cuyos Libros se
nottaran las Venttas y enagenaciones que en adelante se
hiziesen para que siempre conste. Lo que participo a Vs.
muchos años. Buen Retiro Tres de Marzo de mil settecien-
tos cinquenta y tres—El Marques de la Ensenada—Señor
D. Alonso Morón.»
«Segunda—Ocurriendo el Rey a las dudas que propone
V. S. en representación de Veintte y ocho de Marzo, próxi­
mo, en asuntto a las requerencias de pensiones que se devan
cargar a los vezinos del Bailio de Moneada, que adquieran
effectos de forasteros Ha resuelto S. M. se notte en los
Libros mandados formar, por resolución de tres del mismo
mes, y en los Títulos que se expidiesen; Que de todo lo que
precedida su Real Licencia comprasen, o en ottra forma
116 LA CIUDAD DE MONCADA

adquiriesen legítimamente los forasteros; han de satisfa­


cer la pensión ympuesta de Zinquenta sueldos, y si de estíos
adquiriesen vezinos, lo haran solo de los Diez sueldos que
se les han señalado, previniendo que siempre que se veri­
fique alguna ventta- o conttrato simulado en fraude de estta
Resolución, se darán por decomiso las tierras y Casa que
incluyan, y procederá a lo demas que huviere lugar.»
«En las Venttas que se hiziesen con pactto de retroven-
dendo, por tiempo limitado, que llaman a Cartta de Gracia;
Manda S. M. se pague el Luismo, no solo al tiempo de la
primera Ventta, si no es también quando se executte la re-
troventa, se prorroguen los términos de ella, con la adber-
ttencia de que si el comprador fuese Comunidad, fundación
Pia, o Mayorazgo, devera satisfazer al tiempo de su Posse-
sion. Dios guarde a .V. S. muchos años. Buen Retiro Cattor­
ce de Abril de mil settecientos cinquenta y tres—El Mar­
ques de la Ensenada—Señor D. Alonso Moron.»
«En cuyo ovedecimiento y con arreglo a lo que resulta
de los Auttos medidas y diligencias que originales para di­
cho fin se han tenido presentes, se forma el presente Libro
a Dirección del Doctor Frey Dn. Joseph Ramírez, Presvitero
de la Orden de Montesa, Archivero General por S. M. de
los Archivos de la misma en 3 del presente año 1753.»

Y seguidamente después de esta primera providencia,


van clasificados, por orden de prelación, los títulos de pose­
siones del Bailío de Moneada, empezando por el Rey, en la
forma que sigue:

«El Rey Administrador—Poseehe S. M. en ^calidad de


Gran Maestre y como Administrador perpetuo de la Reli­
gión de Nuestra Señora de Monttesa en quanto al Dominio
RENTAS Y REGALIAS \

directto y útil, las regalías siguientes. Primeramente. La


Torre y Castillo de Moneada, con su Abitación correspondien­
te, que oy ocupa el Administrador de las rentas de S. M. en
el Bailio Dn. Andrés Tinegero de la Escalera, que linda con
la calle mayor, con el Horno de cozer Pan, y con la Plaza
del Castillo y Huertto de la señoría.»
«Id. Un Huertto inmediatto y unido a la Torre y Cas­
tillo, que linda con el y su plaza, con Almazera de Dn. Jo-
seph de Blanes, y Corral de los Herederos de Sevastian Pé­
rez; y por escritura antte Juaquin Guardiola escrivano
de la Orden, a los 17 de Junio de 1752 se Arrendó el Huerto
a Jaime Domenech vezino de Moneada, por quatro años y
por treinta libras en cada uno de ellos, empezando en el
referido de 1752. Conttiene estte Huerto seis anegadas de
tierra.»

Y continúa así, con todo detalle, la relación de títu­


los de posesión del Rey, que transcribimos también, pero
lo más abreviadamente posible y circunscribiéndonos sola­
mente a lo que afecta al término de Moneada:

«Id. ...Una casa y Horno de cozer Pan...»


«id. ...el derecho del Hervaje en todo el Bailio...»
«Id. ...el tercio Diezmo de todo el Bailio...»
«Id. ...Dos anegadas y ciento settenta y ocho brazas de
tierra Huerta...»
«Id. ...veinte anegauas y quarenta y ocho brazas...»
«Id. ...seis anegadas y cinquenta y cinco brazas de tie­
rra Huerta...»
«Id. ...de la Administración del Padre Almazón veinte
•anegadas y treinta y siette brazas de tierra...»
118 LA CIUDAD DE MONCADA

«Id. ...nueve anegadas y cinquenta y tres brazas de tie­


rra... partida del Molino de Cañares.»
«Id. ... veinte y cinco anegadas ciento y ochentta bra­
zas... Partida del Molino de Cañares.»
«Id. ...quatro anegadas y ochentta y siete brazas de tie­
rra... Partida de la Alquerieta.»
«Id. ...seis anegadas y noventa y dos brazas... Partida
de Yinatta.»
«Id. ... cinco anegadas y noventa y tres brazas... Parti­
da de las Balsas.»
«Id. ...dos anegadas y diez y seis brazas... Partida de
Vinatta.»

Y sigu e:

«Cura de Moneada—Possehe el Cura de Moneada, el


Dr. Frey Dn. Alexandro Torres, de la Orden de Montesa,
el Curato que es de su Religión, y también la Casa Abadia
y Huerto Anexo, que linda con la Iglesia Parroquial, con
Casa de Joseph Navarro, y con la calle Mayor; No paga
Censo alguno; Como ni de la Iglesia Parroquial ni de la
Hermita de Sta. Barbara inmediata a dicho Lugar, que las
ha fabricado a sus expensas.»
«Clero de Moneada—Posehe el Reverendo Clero de
Moneada en la calle jle las Barreras, una casa que linda
con la de los Herederos de Joseph Gil, y con la de Fran­
cisco Pasqual, hace de Censo según Ressolución de S M.
diez sueldos.»

Y continúa la relación de títulos de posesión del Clero,


de Moneada que damos abreviadamente:

Id. ...un Huerto incluido en dicha Casa...»


RENTAS Y REGALIAS 119

«Id. ...ottra casa muy pequeña en dicha calle de las


Barreras...»
«Id. ...ottra casa muy pequeña en la Calle de la Cor-
bella...»
«Id. ...ottra casa en dicha calle...»
«Id. ...Huerta. ...en la Partida del Quadrat ocho anega­
das y veintte y ocho brazas de tierra.»
«Id. ...en la partida de los francos, seis anegadas y cua-
rentta y tres brazas...»

Y sigue:

«Cofradia de Ntra. Sra. de los Desamparados.—Posehe


la Cofradia de Ntra. Sra. de los Desamparados dos Casas
pequeñas adjuntas en la calle mayor que lindan con la de
Joseph Bailach, y con la de Miguel Bordes, y hacen de
Censo diez sueldos...»

Siguen los títulos de posesión de dicha Cofradía, que


damos en sín tesis:

«Huerta.—Id. ...una anegada y cientto y cinquenta bra­


zas de tierra...»
«Id. ...cientto y settentta brazas de tierra...»

Y sigu e:

«El Lugar de Moneada.—Possehe el Lugar de Moneada


por sí, en la Calle mayor una Cassa con una escalera pe­
queña a ella anexa que linda con la de Félix Valero ; y con
la de Dn. Vicente Milán de Aragón, hace de Censo diez
sueldos.»
120 LA CIUDAD DE MONCADA

Continúa la posesión de Moneada y que transcribimos


abreviadamente:

«Id. ...un solar para fabricar un Quartel para Tropa...»


«Id. ...un Huerto ...con ochentta y cinco brazas de
tierra...»
«Id. ...una casa Carnizeria en dicha calle mayor...»
«Id. ...un corral de Ganado en dicha calle de Sta. Bar­
bara...»
«Id. ...el establecimiento de la Carnizeria con el Censo
de tres Libras...»

A continuación siguen los títulos de posesiones de per­


sonas particuarer e Instituciones, entre las que figuran:
Cleros de las distintas Parroquias de Valencia; Adminis­
tración de la Fábrica; Marquesa de Malferit; colegio de
San Pío V; Marqués de Mirasol; Varios Conventos de Mon-'
jas de Valencia; Administración de la Catedral de Segor-
be, etc., etc., hasta terminar el volumen, que cierra así;

«El Dr. Frey Dn. Joseph Ramírez Pbro. de la Orden de


Nuesttra Señora de Monttesa y San Jorge de Alfama, Ar­
chivero General por S. M. de los Archivos de la misma.
Certifico: Que el presentte Libro escritto en folio de mano
agena, comprehensivo de Quattrocienttos y doce folios, sin
incluir los del Indice, estta conforme y arreglado a lo que
resultta de los Auttos, Instrumentos presentados por el fis­
cal de la Orden, y de los Vezinos y Terrathenienttes del
Bailio de Moneada, Apeos, Medidas, Senttenzias, y Reso­
luciones de S. M. que originales se han tenido presentes
para la formación de este Libro hecho por su Real Orden,
comunicada por Dn. Alonso Moron, Juez de estta Comi-
SELLOS DE LA ACEQUIA REAL

Sello actual

Se llo a n t e r i o r al s. X V III
RENTAS Y REGALIAS 121

sióri, y en fee de ello lo firmo en Valencia a Tres de Sep­


tiembre de mil settecientos cinquenta y tres. D. Frey Dn.
Joseph Ramírez. Rubricado.» (1)

Este es el resumen de todos los derechos, rentas y rega­


lías que tenía la Orden de Montesa, solamente en la pobla­
ción y término de Moneada y que, como los demás del Bailío,
quedaron regulados desde 1750 y por decreto real, por un
Consejo General Administrador.
Diez años después, este Consejo General y para efectos
de administración, todavía venía haciendo el recuento, di­
ríamos, anual de todos los vecinos y terratenientes del
Bailío.
El último de estos recuentos (verdaderos libros) que te­
nemos a la vista, dice: «Extracto del último Cabrebe de
Vecinos y Terrath. del Baylio de Moneada que empezó en
g de Mayo de 1760.» (2) De dicho extracto entresacamos lo
que dice relación solamente a la población y término de
Moneada.
Según él resulta:
Vecinos: 402 (Unos 2.000 habitantes). t-KV'rU
Terratenientes: Administración del Futuro Convento
de Segorbe; Convento de la Esperanza (Valencia); Mar­
qués de Mirasol; Clero de San Nicolás (Valencia); Clero
de Santa Catalina (id.); Clero de San Lorenzo (id.); Clero
de San Juan del Mercado (id.) y Cartuja de Ara Christi.12

(1 ) A rchivo G eneral del R eino. C onventos. B ailío de M oneada, r. 2201.


(2) A rchivo Generad del Reino. C onventos, R eg. 990.
C A P I T U L O IX

EN LA RUTA DE LA HISTORIA

SUMARI O

Antes de la Reconquista: Epoca pre­


romana
Nuevos conquistadores
Reconstrucción de la Moneada árabe
Después de la Reconquista
Guerra de la Unión
La Germanía
Expulsión de los moriscos
Moneada en la Guerra de Sucesión
Siglo XVIII
Guerra de la Independencia
Carlistas e Isabelinos
La Revolución de 1936
No es nuestro intento hacer de este Capítulo una ruta
histórica propiamente dicha, hasta tal punto que pudiéra­
mos perdernos en el intrincado laberinto de la Historia Ge­
neral de Valencia. Nos bastaría para ello remitir a nuestros
lectores a cualquier Obra de nuestra Historia regional, de
las tantas que han corrido y corren hoy de mano en mano.
Pero se hace necesario que, al menos, vayamos espigan­
do en el campo de la Historia valenciana, lo que a Moneada
concretamente pertenece. Es esta nuestra misión, y dejar
de hacerlo, sería para nosotros una falta imperdonable.
No diremos nada de lo que otros no hayan ya dicho y re­
petido; aunque (lo confesamos sinceramente y sin preten­
siones) de vez en cuando daremos notas que en ninguna
Historia del Reino de Valencia podríamos encontrar; como
podría también darnos otras, cualquiera que se adentrase
en el campo ilimitado de la investigación sobre cada uno de
los distintos pueblos del antiguo reino valenciano (1).
Y hecha esta salvedad, emprendamos nuestra ruta.

Epoca pre-romana.—Como queda sentado en el Capítulo

(i Todavía no se h a escrito h a sta hoy u n a tan com pleta H isto ria de V alencia.
10
126 LA CIUDAD DE MONCADA

primero de esta Monografía, nada podemos decir de los pri­


mitivos tiempos de la ciudad de Moneada.
Temerario sería afirmar sin pruebas, que su fundación
no se remonta más allá de la dominación romana. Los restos
de cerámica encontrados y el estudio de su nombre, todo
ello inconfundiblemente ibérico, nos dice que Moneada de­
bió su existencia a más lejanos conquistadores.
Sin embargo, tampoco queremos ser tan crédulos y con­
fiados, que lleguemos a caer en el error contrario, rebuscando
un origen de Moneada, de más fábula que realidad, como se
ha hecho con no poca frecuencia, al bucear el obscuro origen
de los pueblos, y como lo hizo hasta el mismo Beuter con
Paterna, inspirado en los documentos apócrifos aportados
por A. de Viterbo, en su obra «Antiquitatum variarum»,
turbia fuente de tantos falsos cronicones.
Lo que ciertamente podemos afirmar es, que la funddción
de Moneada es señalada en época anterior a la misma fun­
dación de Valencia.
Cuando todavía gran parte del solar que ocupa hoy Va­
lencia estaba sumergido en el Mediterráneo y toda la llanura
que la circunda era terreno lagunoso y encharcado (1), ya el
suelo de Moneada, sobre todo el de la parte alta, se vió sor­
prendido con la presencia de unos hombres fuertes, valientes
y guerreros que, procedentes, según opinión común, de Afri­
ca, y habiendo entrado por el Sur de España, llegaron a ex­
tenderse por toda la Península. Eran los iberos que dieron
el primere nombre a nuestra Nación.
¿Qué hicieron? ¿Cómo vivían? ¿Qué clase de edificacio­
nes levantaron los fundadores de Moneada? Es este punto

(i) R odrigo Perteg ás. A ntecedentes p a ra la to p o g rafía preu rb an a de V alencia,


a. 1915.
EN LA RUTA DE LA HISTORIA 127

menos que imposible de adivinar. Cuanto dijéramos sobre


ello, no tendría más base de realidad sino la conjetura y la
fantasía.
Pasó el tiempo, y Moneada va recibiendo el influjo civi­
lizador de otro pueblo, navegante, artista y comercial. Es el
pueblo griego, del cual, los naturales aprenden el cultivo de
la viña y el olivo.
Más tarde, nuevos conquistadores procedentes de Carta-
go, se extienden rápidamente por toda la región de Levante.
Moneada, como los demás lugares habitados, les reciben con
recelo; pero los cartagineses, usando de su sistema de alian­
za y matrimonio con las mujeres del país, logran afianzarse
y hacerse dueños absolutos.
Aquí empieza el período de luchas en que, forzosamente,
han de verse envueltos los pobladores de Moneada. Desde la
declaración de guerra a Roma por Aníbal, pasando por el
incendio de Sagunto, colonia griega y aliada de Roma, hasta
la derrota en tierras de Italia y fin del poder cartaginés en
España, pasan casi doscientos años. Desde este momento, la
población de Moneada se ve uncida al carro de triunfo de la
nueva civilización romana, como se vió toda la región levan­
tina y después toda la Península.
De la importancia en Moneada de la dominación romana,
nos quedan testigos elocuentes: restos de edificaciones, ce­
rámica, mosaicos, etc.; y estos testigos nos están diciendo,
que Moneada llegó a ser en esta época, una de las más flore­
cientes colonias de Roma (1). En esta época, Moneada, recibe

( i ) P o r este tiem po es cuando tuvo lu g ar la fundación oficial (aunque antes


y a existiera) de la ciudad de V a len tía seg ú n testim onio del historiador rom ano
T ito Livio, que, en el L ib ro V d ice: “ A ño de la fundación de R om a 6 16 — 137
an tes de J . C. — Ju n io B ru to , cónsul en E sp añ a, a los qu* había m ilitado bajo
las órdenes de V iriato , dióles campos y u n a ciudad que llam aron V alencia” .
128 LA CIUDAD DE MONCADA

la luz de la fe, con la predicación apostólica. De ello haremos


estudio en su debido lugar.
Y con la irrupción de los bárbaros del Norte en el s. V,
termina la época romana y empieza la época goda.
No es extraño que los pobladores de Moneada se aferra­
sen, durante la dominación de los godos, a sus costumbres y
civilización romanas; pero el largo contacto con los invaso­
res, hizo que, sin llegar a perderse aquella civilización, la
hiciesen más fuerte y varonil.
A principios del siglo VIII, el poderío de los godos se
derrumba estrepitosamente. El lujo, el vicio y el escándalo
de esta monarquía, abrieron las puertas de España por el
Sur a los nuevos invasores; y lo que costara a los romanos
dos siglos en conquistar y otros dos a los godos, se perdió en
lo que tardó en perderse la célebre batalla del Guadalete
(a. 711).
A partir de esta hora ignominiosa, Moneada cayó como
todos los demás pueblos de España, bajo el duro yugo musul­
mán. Es segura la ocupación total de la población de Mon­
eada por los árabes, atendidas sus fortalezas de defensa y
su posición admirablemente estratégica, la mejor de la huer­
ta, según frase del que había de ser después el Rey Conquis­
tador; aunque no es improbable, que quedasen allí todavía
algunos de los naturales (así convenía a los invasores), para
que, como región eminentemente agrícola, continuasen culti­
vando los campos, hasta que los moros aprendieron esta cla­
se de trabajos.
No es muy difícil reconstruir en nuestra imaginación la
Moneada árabe. En el punto más alto, su Torre famosa, hábil­
mente fortificada (1). Murallas por doquier. Más abajo, ruinas,

(i) Hisn Mont-Cat — la fortaleza de Moneada.


EN LA RUTA DE LA HISTORIA 129

que poco a poco van hundiéndose, hasta desaparecer total­


mente bajo un manto de tierra pedregosa que, a lo largo,
habrá de ser apta para el laboreo. Son las ruinas de las ele­
gantes villas romanas y de su templo o lararium. Más abajo
todavía, los rahals (1), las alquerías... con sus hornos, con sus
molinos, con su pequeña mezquita... Y todo ello, presidido
por la media luna y bajo la suave caricia del sol levantino...
Pero, tocaba a su fin la dominación musulmana. Estaba
en los planes de Dios. Aparece por tierras de Valencia un ca­
ballero, serio, austero, callado; como lo era su patria. Venía
de tierras castellanas. Sometiéronsele los moros, que le lla­
maron el Cid, que quiere decir Señor ; y los cristianos, vien­
do en él al hombre de las batallas, le llamaron el Campea­
dor (2).
Establecido su cuartel general en el Puig, la fortaleza de
Moneada no tardó en prestarle su vasallaje; pero continua­
ron los moros en sus rahals, aunque pagándole su tributo,
según la política de atracción que caracterizó al Cid Cam­
peador. La muerte cortó súbitamente sus planes de recon­
quista (a. 1099).
Sin embargo, esta Reconquista estaba para realizarse. El
más grande de los reyes de Aragón y Cataluña había de ser
su realizador. Don Jaime I pisó un día tierras de Valencia, y
ya no las dejó, hasta arrancar el último palmo de manos del
poderío musulmán, que se hundió hasta sus cimientos. Mon­
eada quedaba también liberada.
Y de intento cortamos el hilo de nuestra Historia, para
remitir a nuestros lectores al Capítulo dedicado exclusiva­
mente a la Conquista de la Torre de Moneada (3).

(i) T o d av ía su b siste el nom bre de Ravalet.


(a ) E n 15 de junio de 1094, capitula Valencia.
<3) V éase C apitulo I I I .
130 LA CIUDAD DE MONCADA

* * *

Derrocada totalmente la Torre y fortaleza de Moneada,,


por mandato expreso del Conquistador (a. 1234), la fisono­
mía de esta ploblación cambia radicalmente.
Estamos ya en plena época foral. La propiedad de Mon­
eada pasa por distintas manos hasta que es cedida a los
Templarios. Esta Orden Militar otorga la Carta-Puebla a los.
cristianos que, a pesar de la opresión musulmana, conser­
vaban viva su fe y ocultamente practicaban la religión de
Cristo. A los Templarios sucede la Orden de Montesa, la.
cual establece aquí, diríamos, su centro comarcal. Y el Bai-
lío de Moneada llega a su apogeo con todo su esplendor (1).
No tarda, sin embargo, a sucederse el período de luchas
intestinas. Y la primera guerra en la que Moneada se ve en­
vuelta, es la llamada de la Unión (a. 1338).
El rey D. Pedro IV el Ceremonioso, es quien la provoca,,
por las novedades introducidas en el orden de la sucesión,,
nombrando lugarteniente general a su hija doña Constanza,,
en perjuicio de los derechos del infante D. Jaime. La rebe­
lión, abierta y fomentada por éste, nace en Aragón. Los des­
contentos de Valencia hacen causa común con los aragoneses.:
Enciéndese la guerra civil, y los pueblos se inclinan del
bando que más simpatías y ventajas les ofrece. La nobleza
anda también dividida. El tercer Maestre de Montesa Fr. Don
Pedro de Thous, apoya decididamente la causa del Key, y
en consecuencia, el Bailío de Moneada, francamente realista,.

(i) Véase todo esto en detalle en los capítulos IV, V y siguientes.


EN La RUTA DE LA HISTORIA 131

tuvo que sufrir el primer golpe por parte de los Unionistas".


Moneada fue sitiada; y vió sus campos devastados e incen­
diados sus puestos de defensa, hasta que por fin cayó en
manos de los sitiadores, como cayeron también Bétera, Pu-
zol, el Puig, Ribarroja y otros lugares. Así estuvo en poder
delos ^Unionistas hasta el año 1348.
El ejército real, mandado por D. Pedro de Jérica, va apo­
derándose sucesivamente de todos los pueblos dominados
por los unionistas; y precisamente, el \ de diciembre de ? '
dicho año, día de la festividad de Santa Bárbara, Moneada,
después de durísima batalla, era restituida nuevamente al
Rey. Aquí acamparon las fuerzas reales y aquí, en el campa­
mento de Moneada, se proyectó y organizó la gran batalla
de Mislata, que había de dar por resultado la capitulación
de Valencia y el ansiado fin de esta sangrienta guerra de la
Unión, que durante tantos años azotó el reino de Valencia.
Durante el período de paz que subsiguió, el Castillo de
Moneada fué estancia favorita de los. reyes. Así consta en el
Libro Grande de las Franquezas, folio 284, que, estando el
rey Don Martín en el castillo de Moneada, firmó una de ellas
a favor de algunos lugares que eran de Moros. Está fechada
en 28 de mayo de 1403. -Tt <■ MtMt'/j ^ .
A principios del siglo XVI, otra guerra civil, tan san­
grienta y cruel como la anterior, aunque de tipo diferente,
hunde a Valencia y su reino en la tragedia más espantosa.
No nos detendremos en el estudio de sus causas, ni en sus
principios, ni en su desarrollo.
El pueblo de Valencia se había armado, para defenderse
primeramente de los piratas argelinos que, con mucha fre­
cuencia, visitaban nuestras costas y saqueaban nuestros pue­
blos. Hasta los gremios se armaron. Y todo esto, con la
anuencia y por privilego fechado por el Rey Católico en el
132 LA CIUDAD DE MONCADA

año 1503. Pero estas ai mas sirveron poco después al elemen­


to popular para defender sus derechos y sus vidas de las
tropelías y abusos de la nobleza. Empezó la lucha fratrici­
da que duró varios años y costó muchas vidas.
No dejó Moneada de ser testigo de ella y, al mismo tiem
po, campo de operaciones. Eran frecuentes las escaramuzas
entre nobles y plebeyos.
Nota muy destacada fué la gran parada militar que quiso
dar en Moneada el virrey D. Diego Hurtado de Mendoza,
Conde de Melito, como un alarde de superioridad de fuerzas
para atemorizar a los agermanados. Llegó en efecto el virrey
el día 24 de octubre de 1521, hospedándose en el castillo. Al
día siguiente ordenó formar todas sus compañías y además
las tropas de infantería y caballería, mandadas por el mar
qués de Moya, procedentes de Requena. A los pocos instan­
tes, llegaba el marqués de los Vélez, con sus compañías de
infantería, caballería y varias piezas de artillería. Después
de revistarlas el virrey, las fuerzas quedaron alojadas en
Moneada y lugares limítrofes, hospedando el conde de Me­
lito durante varios días, en el Castillo, a los altos jefes mi­
litares.
Poco después marchaban todas las fuerzas cón dirección
a Paterna. Se acercaba la hora de la revancha. El pueblo de
Valencia, falto de jefes, sucumbió, después de haber dado
evidentes pruebas de valor, de honor y de ciudadanía. Una
mañana, apareció colgando de las Torres de Cuarte una ca
beza ensangrentada. Era la del Encubierto. La guerra de las
(lermanías había terminado (1).

( i ) D ice B oix en su N ovela H istó ric a “ E l E n cu b ierto de V alencia” , que este


m isterioso personaje fué ejecutado “ o ficialm en te” en el Castillo de M oneada. L a
cabeza de o tro desgraciado es la que se m o stró al pueblo d e V alencia. E l verdadero
E ncubierto b ahía desaparecido.
EN LA RUTA DE LA HISTORIA 133

Salvamos un largo período en esta época foral, de reía


tiva paz para el reino de Valencia; período que fué aprove­
chado por los monarcas para organizar el sistema militar del
reino, a fin de prevenir las contingencias que pudieran venir
del exterior, según la vieja sentencia de que «si vis pacem
para bellum». *•. r-> ¿ <y *■-

En 1643 el virrey, duque de Arcos, publicaba un Edicto,


reglamentando el nuevo sistema militar, quedando formada
la milicia del reino por ocho mil hombres, divididos en 8
Tercios. Cada Tercio tenía su estandarte y lo formaban diez
compañías de cien hombres cada una que, en su mayor par­
te, eran tomados de los pueblos. Moneada contribuyó con una
compañía completa, dividida en cuatro escuadras de 24 hom­
bres cada una, bajo las órdenes de 4 cabos; y su armamento
consistía en 30 picas, 45 arcabuces y 25 mosquetes, distin­
guiéndose por su valor y heroísmo en distintas operaciones
militares.
Y entramos en el siglo XVIII bajo el signo de una nueva
guerra civil: la llamada Guerra de Sucesión.
Acabado sin sucesión el triste reinado de Carlos II, dos
pretendientes extranjeros se disputan la corona. España se
divide. Valencia y su reino apoyan la causa del archiduque
Carlos de Austria. Y Moneada vuelve a ser escenario de fre­
cuentes luchas.
El duque de Arcos es nombrado virrey de Valencia por
el gobierno de Felipe V ; pero incapaz de dominar la situa­
ción, es sustituido por el conde de las Torres. Sale éste con
un éjercito formidable hacia Valencia, entrando por Aragón;
y falto de toda dote militar, en vez de luchar noblemente,
incendia y saquea las poblaciones que se le resisten. Avan­
za hasta Moneada, que se le rinde, y establece aquí su cuar-
134 LA CIUDAD DE MONCADA

tel general, iniciando el bloqueo de Valencia y cortando»,


como primera medida, el agua de las acequias (a. 1706).
Desde Moneada salían frecuentemente expediciones que arra­
saban los campos de la huerta y atropellaban sin piedad a
los habitantes de los pueblos indefensos. La proximidad del
ejército británico, aliado del Archiduque y los continuos ata­
ques del general Basset, obligan al conde de las Torres a le­
vantar su cuartel general de Moneada; y atravesando el
Turia, fué a situarse en Torrente. Por fin, y después de
heroica resistencia, al poco tiempo, Valencia capitula (1).
Con esta capitulación, la Ciudad y reino del Conquista­
dor, perdían lo que tan noblemente habían amado y por lo.
que tantas veces habían derramado su sangre generosa. Los
Fueros de Valencia, quedaron abolidos para siempre.
Otro siglo que pasa, y encontramos nuevamente a Mon­
eada en pie de guerra. Moneada, Valencia, España toda con­
tra el invasor. Se trata nada menos que de la independencia
de todo un pueblo. Por eso se llamó Guerra de la Indepen­
dencia. También los inoncadenses lucharon como bravos, de­
fendiendo palmo a palmo el terreno frente__al ejército fran­
cés. Una fecha quedará siempre gloriosa en la historia de-
Moneada: junio de 1808. j ^ vVLü ¡ £ <? #
Asediada la población por los franceses, el paisanaje, no
solamente se defendió con heroísmo, sino que consiguió pa-

( i ) E>ice Sucias q u e eslando el ejército de Felipe V en M oneada, se le re m i',


lió un oficio al P rio r de la C artu ja de Porta-C oeli p a ra que m andase a la m ayor
brevedad 500 cahíces de toda clase de granos y mil doblones, p a ra continuar la»
g u e rra ; que el P rio r m andó reunir a los P a d re s m ás antiguos y acordaron el ir a
v e r al g e n e r a l; pero que al lle g a r cerca de M oneada, se encontraron con que ep
ejército h ab ía m archada ya a T orrente. (A rchivo M unicipal d e V alencia. N o ta s
útiles p a ra la H isto ria del Reino de V alencia, pág. 90,)
EN LA RUTA DE LA HISTORIA 135

sar de sitiado a sitiador, acorralando al enemigo y haciendo


un buen número de prisioneros (1).
No han pasado aún treinta años, y a Moneada llega tam­
bién el latigazo de otra guerra civil. El Infante D. Carlos de
Borbón, legítimo sucesor de la corona de España, por muerte
de su hermano Fernando VII, defiende sus derechos con las
armas.
Al principio, las fuerzas carlistas van de victoria en vic­
toria; después, la traición y el cansancio de una guerra tan
larga, cruel y despiadada, diezmó las filas de los heroicos vo­
luntarios legitimistas, recayendo todo ello en provecho del
gobierno isabelino.
El Juez de Primera Instancia de Moneada, daba cuenta,
en 1837, de «las tropelías y asesinatos cometidos por la fac­
ción de Cabrera (son palabras textuales) en la invasión que
ha hecho en Moneada y otros pueblos del partido» (2).
¡Cuántos pueblos hubieran podido decir lo mismo de las
fuerzas mandadas por los jefes liberales!
Y con esta última reflexión daríamos por terminado este
Capítulo, si en 1936, triunfante la revolución marxista, no
hubiera dejado las huellas sangrientas de su garra, afilada
por el odio a la Religión y a la Patria.
Moneada, como todos los pueblos de España sojuzgados ,
por los sin Dios, supo de dolores, de martirio, de destrucción
y de vandalismo.12

(1) F racasad o el sitio d e V alencia iniciado p or el ejército francés, al m ando .


del M ariscal M oncey, el A rzobispo de la D iócesis, F r . J o aq u ín Company y Soler,,
que h a b ía sido nom brado en 1808 V icepresidente de la J u n ta Superior de Gobierno
del reino, se re tiró en b u sca de descanso a su residencia de M oneada. T odavía
pueden verse las habitaciones que ocupaba dicho P relad o en la p a rte alta de la..
C asa R ectoral.
(2) A rchivo G eneral del R eino. In d ice A. de Pueblos, a. 1837, núm . 5.
136 LA CIUDAD D E MONCADA

Todo lo mejor de Moneada desapareció bajo el signo de


Moscú. L,a hoz había segado muchas vidas. El martillo había
destruido los monumentos más preciosos y las fuentes más
puras que representaban y contenían, todavía virgen, la his­
toria más gloriosa de la noble ciudad de Moneada.
CAPI TULO X

LA ACEQUIA REAL

SUMARI O

Hermosura y esplendor de la vega


valenciana
El Tribunal de las Aguas
Acequias principales de Valencia
La Acequia Real de Moneada
Concesión a Valencia por D. Jaime I
de todas las acequias y Reserva de
la de Moneada
Acta original
Privilegio de 1268 sobre la Acequia de
Moneada
Otros privilegios
Distintos procesos
No ha habido uno solo de los historiadores, artistas,
poetas y literatos, que, al trenzar la apología de la Ciudad
de Valencia, «Jardín de las Hespérides», «Ciudad de los 100
campanarios», «Cielo estrellado de Iglesias y de conventos»,
como la van diciendo, entre delirios de entusiasmo, haya ce­
rrado el marco de su obra, sin entonar un himno de admira­
ción a la hermosura y grandeza de nuestra incomparable
huerta valenciana, que, el P. Mariana compara «a los Cam­
pos Elíseos, paraíso y morada de los bienaventurados, según
lo refieren los poetas antiguos...» (1); de esta inmensa pla­
nicie de esmeralda perpetua que hace destacar la albura in­
maculada de sus típicas barracas «como las velas latinas de
una flota de barquichuelas bogando sobre las olas de ver­
dura...» (2).
Maravillosa vega, cantada por músicos, poetas e historia­
dores; con sus airosas alquerías, coronadas por emparrados
artísticos; con sus campos de líneas geométricas, cuidadosa­
mente cultivados y primorosamente trenzados por la compli­
cadísima red de sus canales rústicos interminables; con sus
hondonadas y caminos, festoneados con variadísima profu12

(1 ) H is to ria de E sp añ a.
(2) L ló ren te. E s p a ñ a : Sus m onum entos, e tc .— V alencia.
140 LA CIUDAD D E MONCADA

sión de flores; con sus higueras y limoneros, rosales, clave­


llinas, dompedros y alhelíes...
Explanada inmensa, limitada por el mar, y por un arco
monumental de colinas que, surgiendo por el N. E., sigue su
trayectoria hacia el O. por el Cabes-Bort hasta Moneada.
Toda esta riqueza, toda la hermosura y todo el esplendor
de la vega valenciana, se debe, diríamos, exclusivamente, a
sus acequias, que se extienden por todas partes, multiplican­
do sus brazos, subdividiendo sus caudales, y llevando a cabo
tal reparto, que no deja en seco un solo terrón de la vastí­
sima llanura, soberbio palacio del labrador valenciano.
Los antecesores y verdaderos maestros del labrador va­
lenciano fueron los moros. El labrador vivía como hoy v iv e :
pegado a su campo; y utilizaba, sin duda, los mismos proce­
dimientos de cultivo.
La idea, generalmente admitida, de que los moros hicie­
ron progresar mucho la agricultura en España, es combati­
da hoy por muchos escritores, recordando que, tanto los
riegos, como nuestras más importantes prácticas rurales,
vienen de los romanos, a pesar de que los moros, puramente
guerreros, cuando se apoderaron de España, se aficionaron
al campo y se hicieron labradores, perfeccionando el cultivo;
pero eran amigos de la ociosidad, porque cien años después
de la Reconquista, aun eran viñas, a pesar de tener riego,
casi todos los campos de nuestra huerta, según se deduce
por las escrituras y documentos de aquella época (1). \ «v1i
Cuando el Conquistador entró en Valencia, las acequias
estaban ya construidas, y los riegos, minuciosamente regla­
mentados. Al hacer donación D. Jaime de las acequias de la
huerta, a los habitantes de Valencia, dispuso que se hiciese (i)

(i) L ló ren te. O b ra citada.


LA ACEQUIA REAL 141

en aprovechamiento «...según antiguamente fué establecido


y acostumbrado en tiempo de sarracenos».
Ln escritor francés. Jaubert de Passa, publicó en el año
1884, una obra que se tradujo al castellano por D. Juan Fiol,
titulada: «Canales de riego de Cataluña y reino de Valencia»,
en la que, después de elogiar la vega de Valencia, comparán­
dola a un inmenso jardín, dice: «Pero en medio de estas ri
quezas agrícolas, en este paraíso de algunos poetas naciona­
les, lo que llama más la atención del agrónomo, es este admi­
rable sistema de riego que parece haber resistido a los siglos
sin sufrir la más leve alteración. Usos muy antiguos y leyefe
sencillas presiden a todos los trabajos; gobernantes exper­
tos dirigen todos los intereses y necesidades; y en fin, jueces
incorruptibles, salidos de entre los mandatarios, arreglan,
castigan y absuelven sin apelación» (1).
«No es de creer —dice Llórente— que los árabes tuvieran
que hacerlo todo en esta materia—, refiriéndose a la exten­
sión del riego, ni menos que lo inventaran ellos».
Los romanos, cuyos monumentales acueductos aun nos
admiran, casi del todo destruidos, esparcieron, sin duda, por
los campos valencianos el agua de los ríos. Aumentada des­
pués la población rural y el ahinco en el laboreo del campo,
extendió el pueblo muslímico las construcciones hidráulicas,
dividiendo y subdividiendo los canales_de riego que conser­
van todavía el nombre arábigo de acequias.
Una prueba evidente de la observación anterior, la tene­
mos en la existencia de restos de canales en la parte alta de
la meseta. A medida que se iba ampliando la zona de cultivo,
prolongábanse también las acequias, que incluso hoy, llegan
hasta el mar. En el término de Moneada pueden observarse (i)

(i) O bra citad a, cap. V p ág . 93.


11
142 LA CIUDAD D E MONCADA

todavía, restos de un viejo canal que, hundiéndose por entre


los pequeños cerros, sigue una ruta desconocida, siendo
opinión corriente y probable que es el canal antiquísimo que
conducía hasta Sagunto las aguas del Turia (1).
Jaubert de Passa, en el libro ya citado amplía los elogios
de este sistema de riego, en los términos siguientes: «Estos
canales recorren toda la llanura de Valencia. Se cruzan, se
unen y después se separan para volver a unirse y separar­
se de nuevo. Estas nueve ramas forman a su vez ya canales
de riego, ya de desagüe, según lo exigen los accidentes o la
naturaleza del terreno. El agua recorre y abona hasta los
más recónditos rincones de un vasto país; por todas par­
tes ha vencido la industria cuantos obstáculos se le han
presentado y ha dirigido, con perfecto acierto, millares de
regaderas. Este movimiento continuo que se observa en
tan hermosa huerta, este aire vital comunicado a la tierra
y esta poderosa acción que dirige todas las obras y protege
todas las necesidades, son muy dignas de nuestra mayor
atención. Puesto un observador sobre una eminencia, o ma­
yor diré sobre la torre colosal del Miguelete, puede contem­
plar y disfrutar en torno una perspectiva encantadora. Allí
tiende la vista desde el mar hasta la vasta cordillera de
montañas que circunda la llanura de Valencia; se detiene
ante este bello país que surcan los brillantes reflejos de las
aguas, y el hombre puede, con razón, envanecerse al ad­
mirar su obra» (2).
Algunos autores, no obstante, suponen que estos cana­
les de riego, no son obra en su origen, ni de moros ni de ro-12

(1 ) E s te canal en sitio que a trav iesa u n a loma donde se han construido unos
h o rnos de cal (H o rn o s de C olví), los m oncadenses lo denom inan “ C equia deis
diables. ”
(2 ) O b ra citada. Cap. V , pág. 102.
LA ACEQUIA REAL 143

manos, sino de la propia naturaleza; pero si se observa el


riguroso turno con que implantaron las acequias sus azudes
y compuertas a derecha e izquierda del río, la adecuada
proporción de distancias y el hábil aprovechamiento de los
accidentes topográficos para inundar la zona entera, será
preciso convenir en que fué la industria humana el factor
principal de obra hidráulica tan importante.
Las acequias del Guadalaviar o Turia, que fecundizan
la huerta de la capital hiciéronse bajo los gloriosos Califa­
tos de Abde-r-Rahmán III y Al-Haquem I I ; y de aquella
época procede el famoso Tribunal de las aguas, compuesto
por un síndico, representando a cada una de las acequias
de la vega. Se reúne todos los jueves al aire libre, bajo la
arcada de la puerta gótica de la Catedral, y falla, sin escribir
nada, sobre todas las infracciones en el buen orden del riego.
Estos tribunales eran comunes en Oriente, antes de cono­
cerse en España (1).
Nueve son hoy las principales acequias que extienden
sus brazos por toda la huerta, y reciben estos nombres:
Cuart, Manises, Moneada, Tormos, Mestalla, Mislata, Fa-
vara, Rascaña y Robella.
La acequia de Moneada es la primera que fertiliza la
vega valenciana, tomando sus aguas las demás acequias,
más abajo del azud de Moneada. Sangra el Turia, del cual
toma 48 filas de agua, por nedio de dicho azud, situado a
once kilómetros de distancia de Valencia, al extremo de la
villa dé Paterna. Entre el río y una casilla que sirve para
cubrir y guardar los tornos que hacen subir y bajar los ta­
blones niveladores del agua, está el primer cauce, llamado
almenara real, desde donde la acequia Real sigue su curso(i)

(i) L a acequia real de M oneada no está su jeta al “ T rib u n al de las A g u a s ”.

^5 frv v , •- ' .q ./ . '- J c j W i 'I


144 LA CIUDAD DE MONCADA

por los lugares y tierras que riega, hasta Puzol, último re­
gante, desembocando desde aquí en el mar (1).
Es la acequia más importante de todas, no solamente
por su longitud, sino también por su caudal, que reparte
por innumerables presas, denominadas rolls, cadiretes, bo-
queres, etc.; y todas ellas fabricadas de cantería, con sus
soleras y niveles, para que no reciban más agua que la es­
tablecida por los mismos. Su forma y medida son variadas.
Unas son cuadradas, otras prolongadas y otras esféricas, y
su luz, desde un dedo hasta medio palmo, uno, dos y hasta
más palmos, según la distancia y número de jovadas que
por cada una de ellas se riegan. La más destacada es la que
comúnmente se llama Cano, que no es sino un sifón de can­
tería fabricado por debajo de todo el álveo del río o barran­
co de Yinalesa, el cuai conduce las aguas de la Acequia li­
bremente de una a otra parte del cauce, impidiendo así el
entorpecimiento del curso de aquéllas, por las posibles ave­
nidas de dicho barranco (2).
En cierta obra publicada en 1671, por Vicente Valls, pri­
mer recopilador que fué de las noticias memorables de esta
acequia, se asegura que, «...continuando los tiempos, des­
pués del diluvio universal, en el año 950 de la creación del
mundo, se abrió dicha real acequia de Moneada para regar
las tierras que se habían descubierto y reducido a cultivo
desde la antigua Valencia o Palancia, hasta el lugar de Pu­
zol, cerca la playa del mar. Y habiéndose desolado y despo­
jado la antigua Valencia y fundándose la nueva, donde hoy12

(1) R ieg a la parte de h u erta de V alencia com prendida entre la corona de la


S ierra C alderona y el m ar, en un to ta l de recorrido de 30 kilóm etros y 38.319 hane-
gadas de riego.
(2 ) L as aguas de la acequia real de M oneada, vienen a unirse con la ace­
q u ia d e A lg ar, procedente del río P alan cia en la p a rtid - de C ausa del térm ino
m unicipal <!e Puzol.
LA ACEQUIA REAL 145

existe, denominada del Cid, y en el sitio de aquélla la po­


blación de Paterna, en los años 960 y 1001, después del di­
luvio se iluminaron y restablecieron dicha acequia y las
demás, que sirven para los riegos de otras tierras y limpieza
de esta ciudad, conservándolas sus regantes bajo el regla­
mento que cada una tenía y observándose así hasta que el
invicto señor D. Jaime I de Aragón conquistó este reino,
expeliendo los moros y sarracenos que io ocupaban...» (1).
A raíz de la conquista, en el año 1239, hizo donación el l ^
Rey D. Jaime a los habitantes de la Ciudad de Valencia, de
todas las acequias de j a huerta, reservándosé la gran acequia
de Moneada y por esto se llamó Acequia Real.

Dice así el acta de concesión y reserva: «Jacobus Pri-


mus Rex. Per nos é per los nóstres donam é otorgam per
tots temps á vos tots emsemps é sengles habitadors é po-
bladors de la ciutat é del regne de Valencia é de tot lo ter-
me de aquell regne, tots é cascunes gequies tranques é
lliures, majors é mijanes ab aigues é ab manaments, é ab
duhiments d’aigues é en cara aigües de fons, exceptat la
gequia Real que va a Pugol; de les cuals cequies é fonts
Jiajats aigua é enduiments é manaments d’aigues tots temps
continuament de dia é de nuit: en així que puscats d’aque-
lles regar é pendre aigües sen alcuna servitut, é sevici é
tribuí é que prenats aquelles aigües segons que antigua-
ment es é fo stablit é acostumat en temps de sar-rahins» (2).

Por documento fechado en 7 de abril de 1266, el Con­


quistador hizo donación vitalicia a Nicolás de Vallvert de
la Acequia Real de Moneada y de todo el cequiático que le12

(1 ) J Q ué prodigio de fantasía la de ciertos escrito res!


(2 ) Tom o prm ero de los Fueros. Fol. 90, B.
146 LA CIUDAD DE MONCADA

correspondía y demás derechos del Rey, debiendo devol­


ver a éste la posesión, a la muerte de dicho Vallvert (1).
Pero más tarde, por privilegio fechado el .9 de mayo de
1268, hizo el Rey merced, por contrato oneroso de la Ace­
quia de Moneada, con sus aguas y acueductos a los habitan­
tes de los Castillos, alquerías heredades y otras posesiones
bajo ellas situadas, libre de todo servicio y tributo real y
personal, con libre facultad de regar y moler; y con las
mismas atribuciones que tenían las de las otras acequias del
Reino, con facultad de nombrar acequiero, que cuidase y
distribuyese sus aguas, salvo siempre, el derecho que tenían
a ella, los molinos sujetos a la enfiteusis del Rey. Y conmi-
nando con la pena de mil morabatines a los que en algo con­
traviniesen sobre la dicha donación. El precio contratado
fué de cinco mil sueldos de moneda valenciana.
Hemos transcrito este documento, del Libro de Enage-
naciones-Títulos del Real Patrimonio. T. III. fol. 216, vuel­
to, que se halla en el Archivo General del Reino (2).
Hechos dueños con la anterior concesión de la Real Ace­
quia y de sus aguas, los que lo eran de las poblaciones,,
heredades tierras y molinos adyacentes y regantes de las-
mismas, se les dejó, como en su casa propia, el absoluto go­
bierno, administración, distribución y uso de las aguas, es­
tableciendo por sí y en juntas generales de regantes, los
estatutos y reglas que, según la necesidad de los tiempos,,
han tenido por más convenientes.
A partir de este privilegio y por sucesivos privilegios:
particulares, quedó sujeta la Acequia Real a la privativa-
jurisdicción del Bayle General, no sólo en lo que afectaba:.

(i) Archivo de la C orona de A ragón. R eg. 15, fol. 12, vito.


(¿ ) V éase A péndice de D ocum entos, núm . 5.

Vw.^- r C
l . -» / .<?•-*'r í - / A *- °-
LA ACEQUIA REAL 147

a la distribución y división de sus aguas y pago de las penas


en que incurrieran los defraudadores de ellas, sino también
en todo lo referente a la conservación de su cauce y obser­
vancia de las ordenanzas; de tal suerte, que, a excepción
de los negocios comunes entre partes, propios de la Justi­
cia ordinaria, en todas las demás causas y pleitos, relativos
a la acequia y sus aguas, debía de conocer el Intendente
con facultades de Bayle General.
De las ordenanzas de la Acequia Real, haremos estudio
aparte.
Uno de los primeros pleitos, fué entablado por los due­
ños que tenían molinos en la Acequia Real, sujetos a la
enfiteusis del Rey y tierras inmediatas a ellos, contra los
demás regantes, por haber construido éstos ciertas obras
(sobre postes) sobre las obras de argamasa de dicha Ace­
quia, contrariamente a la forma de obras establecidas desde
antiguo y en oposición a la retención de agua para dichos
molinos, hecha por el Conquistador, embarazando así' el
uso de las aguas.
Oídas ambas partes y visto el terreno, determinó el Rey
D. Jaime II, se derribasen todas las nuevas obras, ordenan­
do al Bayle General -prohibiese en absoluto toda clase de
obras en dicha Acequia y castigase con quinientos moraba-
tines a los infractores, expidiendo al efecto un Real Privi­
legio fechado en 20 de abril de 1298.
Este privilego se inserta en el 98 del Rey D. Pedro II,
libro de los Privilegios, fol. 140 v. (1).
En 14 de septiembre del año 1310, Domingo de Abbacia,
Síndico y Procurador del Obispo y Cabildo de la Iglesia Va­
lentina, presentó una protesta, en nombre de los mismos.

( i) Véase Apéndice de Documentos, núm. 6 .


/'

148 LA CIUDAD DE MONCADA

al Bajde General en el reino de Valencia, Bernardo de las


Cuevas, por haber intentado éste dar agua de la Acequia
Real a los vecinos de Ruzafa, contra toda justicia y en per­
juicio de los que poseían dicha Acequia «franca y libre»
según el-antedicho Privilegio del Conquistador, y entre los
que se contaban los habitantes de Puzol, especialmente tri-
■butarios de la Iglesia Valentina, y sin consentimiento al­
guno.
El Bayle General, contraviniendo todo derecho, por toda
contestación, ordenó airadamente el levantamiento de la
almenara de la Acequia Real, y, realizado el hurto de las
aguas (así lo califica el Obispo y Cabildo) en favor de los
de Ruzafa, se limitó varios días después a remitir a dichas
personalidades Eclesiásticas su respuesta (Quandam Cedu-
lam papiream) a la protesta anterior y del tenor siguiente •

«El dit Batle respon que salva lur pau ell nols periudique
en levar almenara coin per lonch us de tems per moros et
de crestians sia acostumat de levar la dita almenara e dar
aygua ais vasalls e a les zequies de la giutat com de 50 se
podia seguir si nos faye gran, dan e gran conupecio a la
ciutat. Encara diu lo dit batle que pot levar la dita almenara
per altra raho com segons lo privilegi del Senyor en Jaume
atorgar ais hereters de la Zequia de monchada se retench
aygua ais molins qui son deins la dita zequia los quals se
tenien per ell asens. E com al dit batle sos regenst per los
dits hereters quals fees complir la forma del dit privilegi lo
dit batle aná a la damun dita zequia e feu levar la dita al­
menara per dar la dita aygua segons la forma damunt ator-
gada...»
*

El documento anterior se conserva en el Archivo Metro-

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Sr ! . vC e. •- • ; t 1
LA ACEQUIA REAL 149

politano de Valencia, y el pergamino, en que está escrito,


se halla en principio de descomposición orgánica y con man­
chas violáceas que han dificultado bastante su lectura (1).
Este litigio que, por razón de las personalidades que en
él intervineron, tuvo su correspondiente resonancia, vino
a reproducirse unos años después, corregido y aumentado
con otro pleito suscitado entre los regantes de la Acequia
Real y los de las subalternas de Mestalla, Favara, Ruzafa
y Rascaña, sobre la porción de agua que debían tener éstas
en"caso de necesidad; determinando el mismo Rey D. Jai­
me II que, cuando hubiese escasez de agua, tuviesen las
de las cuatro Acequias inferiores, una tabla de las cuatro
que tiene la almenara de la Acequia de Moneada, por dos
días y dos noches; y de aumentar la necesidad, tuviesen
dos tablas por dichos dos días, que debían ser lunes y mar­
tes de cada semana, cometiendo al acequiero de la Real el
conocimiento de la necesidad; y caso de que su providencia
causase agravio a los regantes de las cuatro acequias, pu­
diesen acudir al Bayle General, el cual había de determinar
inmediatamente.
Este privilegio está fechado en 24 de abril del citado
año 1321, y está en el Libro de los Privilegios, fol. 72 (2).
En el año 1358 volvieron a renovarse las disputas entrf'
los regantes de la Acequia Real y los de las subalternas, con
motivo de la grande sequía que venía produciéndose, por lo
que el Rey D. Pedro II, queriendo establecer una regla fija
para lo sucesivo, extendió un Privilegio en 25 de febrero de
dicho año, mandando al Bayle General, que, en caso de es­
terilidad, repartiese el agua de la Acequia de Moneada12

(1) V éase A péndice de D ocum entos núm . 7.


(2) V éase A péndice de D ocum entos núm . 8.
150 LA CIUDAD DE MONCADA

según le pareciese conforme a las circunstancias y que las


de las subalternas las dividiesen los Jurados de- la Ciudad
de Valencia.
Copia auténtica de este documento se halla en ei Archi­
vo General del Reino de Valencia, Enagenaciones del Real
Patrimonio T. III, fol. 202, vto. (1).
El conocimiento del Bayle General en toda clase de cau­
sas referentes a la Acequia Real, aparece completamente
definido por varios procesos y sentencias de los que citamos
algunos a continuación.
Habiendo conseguido en el año 1660 los Jurados de
Valencia, provisión del Teniente General Gobernador para
que se quitasen las tablas de la Almenara Real, con el
pretexto de que la Ciudad tenía necesidad de agua, acudió
a la Real Audiencia el Síndico de la Acequia, publicándose
real sentencia por Vicente Ferrara en 24 de septiembre de
dicho año, por la que se revocó la citada provisión, orde­
nándose al Subsíndico de la Ciudad, se abstuviese de acu­
dir al Teniente General Gobernador en todo lo concernien--
te a la Acequia Real.
También en el año 1664, el Conde de Part:ent hizo uso
de firma en el Juzgado del Teniente General Gobernador
sobre la posesión en que estaba de regar las tierras de Almá-
cera con aguas de la Acequia de Moneada por el rollo de
Carraixet, y habiendo acudido el Síndico de la Acequia a
la Real Audiencia obtuvo la revocación de dicha posesión,,
publicándose sentencia por el antedicho Vicente Ferrara en
24 de dicembre del citado año, fundándose en que el cono­
cimiento y jurisdicción sobre las aguas de la Acequia Real*.

(i) Véase Apéndice de Documentos núm. 9 .


LA ACEQUIA REÁL 151

correspondía privativamente a su acequiero y al Bayle Ge­


neral (1).
En el archivo del Real Patrimonio, entre varios proce­
sos, se guarda uno, en el que aparece que en el año 1655,
recurrió al Juzgado de la Bailía el médico Juan Bta. Bo-
net contra el Real acequiero de Moneada por haberle im­
puesto la“ pena de 25 libras con motivo de haber abierto
un rollo en la Acequia sin licencia.
También se conserva otro, instado por Tomás Bonet,
para que se le ampare en la posesión que gozaba de ejercer
el empleo de Síndico de los desiertos de la Acequia Real, en
virtud de nombramiento que le hizo la Junta.
Asimismo existen en la Escribanía del Real Patrimonio,
los autos que en el año 1775 instaron los Síndicos de las
siete Acequias, para que de la Real de Moneada se les con­
cediesen dos tablones de agua dos días a la semana, en
atención a la escasez que de ella se experimentaba.
Y por último, pues nos haríamos interminables en la
relación de los procesos, aparece otro, instado por Bautista
Sorní, labrador y Síndico de la Acequia y Comuna de Tor­
mos, para que se amparase a la Comuna, molineros y re­
gantes de dicha Acequia en la posesión de poder moler y
regar de las aguas que vierten a su cauce las escorrentías
y rollos abiertos de la de Moneada, y se mandase a su ace­
quiero que, bajo la pena de doscientas libras no le embara­
zase, y dentro del día tercero sustituyese las prendas que
con dicho motivo hubiera extraído a los que se hubieran
aprovechado de dichas aguas. Vista la causa por los térmi­
nos ordinarios, se pronunció sentencia por el Intendente

( i ) D ice B ra n d h at que estos dos procesos se h allan en el arca donde se con­


servan los papeles y privilegios pertenecientes a la R eal A cequia de M oneada..,
Cap. IV , núm . 26, N ot. 66 y 67.
152 LA CIUDAD DE MONCADA

a favor del Real Acequiero de Moneada que fué publicada


en 8 de julio de 1778 (1).
Hoy, en los años de escasez, las 138 filas de agua que se
calcula"'pasan por la presa de la Acequia de Moneada, se
reparten proporcionalmente entre las diversas Acequias, re­
cibiendo Moneada 48 filas para una zona regable de 3.910
hectáreas y 27 molinos.

SELLO DE LA REAL ACEQUIA.—Hasta fines del si­


glo XVIII, la Comunidad de la Acequia Real de Moneada,
V, .
empleó para legalizar toda clase de documentos, su sello
propio, cuya forma era circular, algo ovalada. En el campo
del mismo, destacaba el escudo de la ciudad, de forma lo-
sangeada, timbrado con la corona real; y bordeando el es­
cudo, la siguiente leyenda con letra capital rústica: S. R.
Y. C. D. M .; esto es: Sequía Real Y Comuna De Moneada;
cerrándolo todo una especie de gráfila punteada.
Más tarde se modificó en la forma que actualmente se
usa, es decir; algo más ovalado y con el mismo tipo en el
campo; pero ampliándose la leyenda, que queda encerrada
entre dos gráfilas de línea y que d ice: «JUNTA DE GO­
BIERNO DE LA REAL ACEQUIA DE (y en el exergo)
MONCADA.»

( i) Véase Apéndice de Documentos núm. 16 .


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ORDENANZAS

SUMARI O

Local de Sesiones de la «Comuna» y


Acequia de Moneada
Reconstrucción de un litigio
Archivo de la «Comuna»
Recopilación de las «Ordenanzas» de
la Acequia Real
Transcripción del Acta
Libro-Copia de las «Ordenanzas»
Sumario de materias del mismo
Capítulos de uso posteriores al libro
citado
Merced a la exquisita amabilidad del Secretario de la
Junta de Gobierno de la Real Acequia, hemos tenido la sa­
tisfacción de que se nos abrieran las puertas de la «Casa
Comuna de la Real Acequia de Moneada» (este es el rótulo
que campea en su fachada), sencillísimo Palacio de Justicia
(así pudiéramos calificarlo), donde se resuelven tantas con­
tiendas y donde tanto abusos se castigan.
Unos cuantos peldaños nos dan acceso a la Sala de Se­
siones. De capacidad proporcionada y de forma rectangu­
lar, su techumbre es todo un símbolo. El escudo de la ciu­
dad de Moneada lo cobija todo. Al fondo del testero, un
estrado de extremo a extremo. Sobre él, una mesa de tipo
judicial; y sobre la mesa, un sencillo Crucifijo. Un sillón
y dos bancos iaterales tapizados de rojo, completan el mo­
biliario. Y presidiéndolo todo, el Rey. Curiosísimo lienzo
al óleo con esta inscripción: «El Serenísimo Rey D. Jai-
Ine I».
A la parte derecha del testero, destaca una pequeña lá­
pida blanca que d ice: «La Comuna y la Cequia de Moneada
a son notari sindic en Daniel Garcés y Tormos — 1898 a
a 1934».
Infunde respeto esta sala, por donde pasaron tantos
hombres, donde se han celebrado tantas sesiones, firmado
tantas actas y definido tantos litigios.
156 LA CIUDAD D E MONCADA

Sin darnos cuenta, nuestra imaginación había recons­


truido una de tantas escenas: denuncia al acequiero mayor
por agravio entre dos regantes; denuncia que ha tenido
que efectuarse dentro de los diez días, de lo contrario no
hubieran podido ser oídos. Dentro de diez días más, el jui­
cio verbal. Y el acequiero mayor, que, presidiendo el Tri­
bunal, administra justicia sin apelación, resolviendo y apli­
cando la sentencia. Justicia, que, el presidente jamás
hubiera podido omitir, pues de haber ocurrido así, hubiera
tenido que pagar la pena para tal caso establecida.
Una dependencia contigua a la sala de sesiones, contiene
el Archivo de la Entidad.
Muy poco queda de este Archivo, destruido en su mayor
parte durante la Revolución de 1936. Sólo hemos podido
ver una colección de «Libros de Certificaciones, Actas, Pre­
supuestos y Cuentas», comprendiendo desde 1817 hasta la
fecha; varios blocks de «Cuentas de depositarios» que datan
de 1655 y unos pocos volúmenes en pergamino de «Cuentas
y Definiciones». En la portada del más antiguo, ya muy de­
teriorado, se le e : «Primer libre de diífinisions y actes de la
Ceq\ Rl. de Moneada—1676 fins 1681». Dentro, la primera
página y en rasgos muy desgastados por el tiempo, empie­
za así:

« — Jhs. — M* — Jusef — Certifique Yo Vicent Casaña


notari publich de la Ciutat y Regne de Valencia com tots
les actes que después de la present se trabaren continuats
y trets deis meus rabadors y protocols ab sos calendaris
ccmensant desde setse de Desembre del any mil sisents
setanta y cinch.......»

En el año 1757 se procedió por el entonces Escribano


ORDENANZAS 157

Síndico de la Real Acequia, Felipe Mateu, a la recopilación


de los Reales Privilegios, donaciones, ordenanzas y Capítu­
los por los que se rige la Comunidad de la misma, como se
declara en el documento que transcribimos:

«Valencia — J. M. J. — Año 1758. — Muy Ilustrísimos


Señores. Obedeciendo lo justamente mandado por V. s, s,
muy limos, en diez de Octubre del año mil setecientos cin­
cuenta y siete en la Iltre. Junta de señores Cequieros y doce
Síndicos Labradores, en que asistió el Señor Jaime Rodri­
go, vezino del lugar de Meliana, Depositario, cuyo empleo
es anual, de los efectos de la Real Cequia de Moneada cele­
brada en el lugar de Puzol, cuyo dueño temporal lo es el
Iltmo. Señor D. Andrés Mayoral por la gracia de Dios
actual Arzobispo de esta Ciudad de Valencia a cargo de quie­
nes está el manejo, distribución y gobierno de las aguas que
corren por la dicha Real Cequia y riegan sus tierras las trein­
ta y cuatro Villas y Lugares de que se compone por el orden
que bajo irá explicado, en fuerza de diferentes Reales Pri­
vilegios, donaciones Reales de los Serenísimos Señores don
Jayme el primero Conquistador, don Jayme el segundo y
otros Señores Reyes que lo fueron de Aragón y otras espe-
cialísimas gracias hechas a la misma Real Cequia y a los
Dueños Regantes de la misma por sus sucesores de dichos
Señores Reyes, en cuyo acuerdo o Deliveración, de que au­
torizó escritura pública en dicho día y referido lugar Phelipe
Matheu Escribano, y otro de los Síndicos de dicha Real Ce­
quia, en la que asistieron y formaron la dicha Iltre. Junta
los Señores Romualdo Antoni actual cequiero vezino de dicho
Lugar de Puzol, Juan Alfonso Regidor y Síndico en repre­
sentación de la Villa de Paterna, Joseph Llaur Regidor y
Síndico en representación del Lugar de Benifaraig y por los
12
158 LA CIUDAD DE MONCADA

Desiertos de arriba, Vicente Mari Regidor y Síndico en repre­


sentación del Lugar de Moneada, Joseph Casaña Regidor y
Síndico en representación del Lugar de Aliara del Señor Pa-
triarcha, Ygnacio Ruiz Regidor y Síndico en representación
del Lugar de Meliana, Vicente Orts Regidor y Síndico en
representación del Lugar de Foyos, Thomás Remolí Regi­
dor y Síndico en representación del Lugar de Albalat
deis Sorells, .Thomás Ruiz Regidor y Síndico en repre­
sentación del Lugar de Museros, Juan Garivo Regidor
y Síndico en representación del Lugar de Masamagrell,
Joseph Chulvi Regidor y Síndico en representación del
Lugar de Rafelbuñol, y también por los Desiertos de
abajo, Vicente Anglesola Regidor y Síndico en representa­
ción de la villa del Puig y Vicente Alonso Regidor y Sín­
dico en representación de dicho Lugar de Puzol, todos labra­
dores, que de esta clase y no de otra son y deben ser cequie-
ro y Síndicos, y especialmente el Cequiero, no puede ser
vezino de Valencia ni tener su vezindario en ella, y para
poder ser elixido ha de ser Labrador, y debe tener propia
exriego de dicha Real Zequia y no en otra una Jovada de
tierra, que son seis cahizadas. Acordaron y mandaron: Que
yo dicho Phelipe Matheu Escribano Síndico con interven­
ción de Pedro Rodrigo Escribano y también Síndico de dicha
Real Comuna y de. cualesquiera otra persona de la satisfac­
ción mía o por sí solo atento a la grave necesidad que ocurría
de formar un Libro manual, que debe parar en poder del
Labrador Escribano de fechos de la misma de la Real Cequia,
en el que se noten las noticias y Reglas por donde se govierna
y ha governado la misma y puedan los señores Cequieros y
Síndicos sucesores en el govierno de ella, tener noticia fixa
para la observancia y buena dirección del negocio que tanto
ORDENANZAS 159

importa, respecto, de que el Libro, que se formó en los años


de mil seiscientos setenta y uno y el año mil seiscientos se­
tenta y siete, que está a cargo de dicho Escribano de fechos,
assí por el continuo uso como por no estar escrito con letra
legible y menos con inteligencia la más clara, hallanse car
comidas muchas de sus foxas y otras sueltas y desquisiadas
hiciese un Libro manual: Lo que se executase con la pun­
tualidad posible a costas de la Real Cequia y según el tra-
baxo que yo dixere ha ver puesto en ello, con más el de coste
del Libro que si ser puede acordaron fuese de Vitela fina
para mayor duración o de papel de marquilla y que se vir
tiese en Jn posible del Idoma Valenciano y Latino al Caste­
llano todo para más clara inteligencia, notando las noticias
■que se pudiesen para los efectos que convengan a dicha Real
Cequia, como todo es de ver por dicha Deliverasión que se
halla extendida al pié de la Escritura de Visura de los Canos
o Rolls filas y Boqueras que hay en dicha Real Cequia, según
la Concordia entregada ante Andrés Puig Escribano en vein­
tisiete de Mayo y el Readreso de ella hecho enseguida de las
Escrituras recibidas por el mismo Puig en diez doce y diez
y siete de Agosto del año mil seiscientos cinquenta y ocho
Por el que actualmente se govierna Y monda Cxemitada De
toda ella según costumbre, con intervensión de los dose Ve-
hedores, Cequiero, dose Síndicos y Escrivanos públicos y de
fechos: Para inteligencia de lo qual se deve sentar en pri­
mer lugar que dicha Real Cequia desde el año ochocientos
cinquenta después del Dilubio universal, que fué cuando se
abrió, tiempo de los Reyes Romanos Expero y Atlas, para
el riego de las tierras que se habían descubierto, siempre se
ha governado según los fueros y estatutos que florecían en
•este Reyno hasta catorce de Agosto de mil setecientos y siete
160 LA CIUDAD DE MONCADA

que se publicaron en esta Ciudad las Reales Leyes de Castilla,,


y desde este tiempo y de presente se guarda en su govierno
el mismo orden y método, sin que los señores Ministros y
Justicias hayan pervirtido ni entrado en dar providencia
algna contraria. Antes bien son muchisimas las sentencias
y autos de la Real Audiencia en que ha mandado guardar
en ,conservación de los Derechos de la Real Comuna, conce­
diéndola a esta varias ausiliatorias y en especial lo que se
le dio al Señor Cequiero, por la repugnancia que hizo la
Villa de Paterna con no darle cumplimiento al Despacho
que por medio de su escribano de fechos y Ministro de dicha
Real comuna, mandó despachar para el pago de lo que de-
via por tacha y obra nueba, lo que sucedió en veinte y tres
de Agosto del año mil setecientos treinta y seis, ganada
por mi en nombre de esta Comuna, y su Cequiero y para oy
en la Escribanía de Cámara, que está a cargo de D. Pedro
Luis Sánchez que lo es del Real Acuerdo. A que se añade,
que entendido el Rey nuestro Señor el Señor D. Fernando
Sexto (que Dios guarde) sucesor del Rey D. Phelipe quinto
su padre de feliz recordación del buen regimen y gobierno de
dicha Real Cequia de su real orden por medio del Excmo.
Señor Marqués de la Ensenada, en carta dirigida al Señor
D. Pedro Rebollar de la Concha Intendente de esta Ciudad
y Reyno ahora ya difunto de fecha de ocho de Junio de
mil setecientos cinquenta y auatro, fué servido mandar que
con la brevedad posible se remitiese copia de los Reglamen­
tos Ordenanzas y disposiciones particulares que havia en
este Reyno assi para la conservación y reparo de las cequias
como para el uso de las Aguas, y que en su consecuencia
selibrase testimonio virtiéndolo en lengua Castellana. En
fuerza de lo aual el expresado Señor Intendente, por auto
ORDENANZAS 161

prevehido en veinte de dicho Junio y año de mil setecientos


cinquenta y quatro proveyó el siguiente: —En la Ciudad
de Valencia en el dia veinte del mes de Julio del año mil se­
tecientos cinquenta y quatro el señor D. Pedro de Rebollar
y de la Concha, del Concejo de su Magestad Intendente Ge­
neral de este Exército y Reyno, Super Intendente General
de Reales y Generales, Corregidor y Justicia mayor de esta
Ciudad y su Jurisdicción Dixo: Que por el correo ordina­
rio de la Corte ha recibido una Real Orden que con fecha
de ocho de los corrientes ha participado a su Señoría el
Excmo Señor Marqués de la Ensenada en la qual manda
■su Magestad que con la posible vrevedad le remita copias
de los reglamentos, Ordenanzas y Disposiciones particulares
•que haya en este Reyno assi para la conservación y reparo
de las Cequias como para el uso y distribución de las aguas.
Y respeto de que por lo que mira a las establecidas para el
riego y govierno de la Cequia Real de Moneada, que extendi­
das en el libro nuebo con cubiertas de pergamino existen al
cuidado de Phelipe Matheu Escribano Síndico actual de dicha
Real Cequia: Devia de mandar y mandó se le notifique: Que
■saque en continente una copia auténtica de ellas en idioma
■Castellano y la ponga sin retardación en manos de su Seño-
ria a fin de que dirigiéndola a las de su Magestad, tenga
pronto y puntual cumplimiento su Real Resolución. Y por
este su auto asi lo proveyó y firmó D. Pedro de Rebollar, Pe­
dro Luis Carbonell.—En la Ciudad de Valencia, siendo como
en punto de las doce horas del mediodia de oy veinte de
Junio del sobredicho año, notifiqué el auto precedente le­
yéndolo a la letra a Phelipe Matheu en el contenido en su
persona doy fée.—Carbonell.—Mediante lo qual en nuebe
de Julio del mismo año de cinquenta y quatro con reflexión
162 LA CIUDAD DE MONCADA

a los libros formados el uno por Vicente Balls y el otro por-


Vicente Casaña, ambos Escrivanos y Síndicos que fueron
de dicha Real Cequia en los años ya citados de mil seis­
cientos setenta y sifete que se hallan custodiados entre otros
papeles en el Archivo de la Iglesia Parroquial del Lugar
de Foyos Lugar destinado para ello y para celebrar las
Juntas Generales de Regantes de dicha Real Cequia que
en aquel tiempo se tenian. Libre el testimonio por mayor;
Cuyo tenor no incertando la cabeza de él y si el todo de!
que libró Pedro Luis Carbonell, Escrivano entonces de la
Intendencia a mi Pedimento, y para Resguardo de dicha
Real Cequia son como se sigue.»

Y con este documento, empieza el «Libro-Copia de las:


Ordenanzas» recopilado en quinientos cuarenta capítulos*
cuyo sumario de materias transcribimos a continuación :

«Donación hecha por el señor Rey D. Jaime el Primera


de Aragón de la Real acequia en favor de los terratenien­
tes y regantes de esta, en ocho de Mayo de 1268, en Va­
lencia (1).
Real privilegio de las obligaciones que tienen los ace­
quieros, con los capítulos que a él se siguen, heeho por el
señor rey D. Jaime el Primero en Morella año 1250.
Real Privilegio del señor rey D. Jaime el Segundo, otor­
gado en Tortosa 1318.
Real Privilegio del señor rey D. Jaime el Segundo, dada
en Valencia en l.° de Mayo de 1321, en que manda se abs­
tenga el baile general del conocimiento de los negocios de

(i) Véase Apéndice de Documentos núm. 5.


ORDENANZAS 163

dicha Real acequia, por pertenecer privativamente! a su


acequiero, y que solo pueda conocer por el interés que tiene
su Magestad en los Molinos.
Real Privilegio que tiene de dicho señor rey D. Jaime el
Segundo, en Villafranca de Panadés, del año 1321, sobre es­
terilidad.
Real privilegio del mismo señor, dado en Gerona año
1322, en que manda que las villas de Villamarchante, Pe-
dralva, Benaguacil y Ribarroja den el agua en los dias que
cita.
Real privilegio del mismo señor, ciado en Valencia año
1321, sobre que en caso de necesidad se le reparta cierta
cantidad de agua a los regantes de Ruzafa, Mislata, Fabara
y Rascaña (1).
Real privilegio de dicho señor rey D. Jaime el Segundo,
en Barcelona año 1326, en que manda a la justicia civil de
Valencia y otros cualesquiera jueces no se entrometan en
las causas de los regantes de las acequias.
Real privilegio deh señor rey D. Pedro el Segundo, dado
en Valencia año 1339, en que manda que sobre las cuestio­
nes de las acequias y aguas que corren por ellas se absten­
gan cualesquiera jueces del conocimiento, y que no despa­
chen mandamientos, por tocar a los acequieros.
Jurisdicción que tiene los doce síndicos que gobiernan
las _aguas de la Real acequia de conocer en segunda instan­
cia, y sentencia del año 1677.
Real privilegio de dicho señor rey D. Pedro el Segundo,
en Valencia, año 1358, en que manda el modo de repartir

(i) Véase Apéndice de Documentos núm. 8.


164 LA CIUDAD DE MONCADA

las aguas en caso de necesidad y lo que puede hacer el baile


en caso, que ei acequiero no lo hiciese (1).
Real privilegio de dicho señor rey dado en Barcelona año
1348, en que mandó demoler cierta obra de argamasa por
ser en perjuicio de los molinos. Fueros bajo la rúbrica de
los acequieros.
Capítulos antiguos de la Real acequia que no están re-
vocados, de tener la Real acequia de ancharía una braza real.
Capítulos hechos en el año 1553 sobre elección de sín­
dicos de cada un lugar y otras particularidades.
Capítulos hechos por la Junta General 1562.
Capítulos hechos por la Junta General 1578.
Capítulos hechos por la Real acequia año 1577 sobre vi­
sura.
Capítulos de concordia hecha en el año 1668 por los re­
gantes, por los que se han de regir las aguas y riegos, decre­
tados por la Real Audiencia en 3 de Agosto de 1658.
Visura de los caños o rolls, filas y boqueras de la Real
acequia, forma y modo como se debe.i regai en fuerza de
dicha concordia en 27 de Mayo de 1658, a instancia de los
doce síndicos.
Agravio dei lugar de Puzol.
Provisión para que se viesen todas las tierras que se rie­
gan como alteras.
Relación hecha por Cristoval Terrasa anivelando la agua
de la Real acequia, y repartimiento de ella entre los regan­
tes del rio Seco abajo, y regantes del Puig y Puzol.
Provisión de los síndicos que se riegan todas las tierras
alteras del Rio Seco abajo.

(i) Véase Apéndice de Documentos núm. 9.


ORDENANZAS 165

Deliberación del acequiero y síndicos, en que acordaron


■que la tanda del Puig y Puzol dure desde el sábado al po­
nerse el sol hasta el lunes al salir.
Provisión del acequiero y síndicos para que D. Gerónimo
de Caspe riegue diez y seis hanegadas de tierra huerta de
Moneada, partida de la fila de Masarrochos, en dia de cua­
drado.
Propuesta del acequiero sobre rompimientos.
Prohibición de los regantes para que ninguna persona,
bajo la pena de cincuenta libras, pueda alegar con ningún
título ni forma de derecho acudiendo al acequiero.
Provisión sobre el agravio de Paterna en que se declaró
no tenerlo. Provisión sobre las tierras de la parte de arriba
de la Real acequia que se riegan por boqueras a barba de
-acequia frente Godella hasta Rocafort, se riegan por sus
mismas boqueras.
Provisión para que las tierras de la parte arriba de dicha
acequia de Rocafort hasta Masarrochos, se rieguen por tres
boqueras, cerrando todas las demás.
Provisión que todas las tierras de arriba de acequia del
lugar de Masarrochos hasta el puente real de Moneada, se
riegan siempre que alcance la agua, como no sea en tanda
riel Puig y Puzol estando plantado de hortalizas.
Provisión de los electos y espertos que todas las boqueras
que habian a la parte de arriba de la acequia desde el mojón
de la Monja hasta la fila de Albalat se cerrasen.
Provisión de dichos síndicos sobre riegos de tierras del
señor Conde de Albalat.
Provisión de una heredad de Vicente Serra, de Albalat,
partida de les Huitenes, se riegue por la acequia de les Hui-
tenes.
166 LA CIUDAD DE MONCADA

Provisión para que una heredad, partida de les Huitenes„


se riegue por dicha acequia de les Huitenes.
Provisión para que el agua de un caño que hay a la par»
te de abajo de la fila de Aliara, se divida por mitad y se-
riegue por las boqueras que espresa.
Provisión para que las boqueras que hay a la parce de
arriba de acequia del puente de Albalat hacia abajo, se-
tapen y se cieguen.
Provisón por escritura ante Andrés Puig sobre riego de
la Uncía y acequia de Tormos, y obligación de la villa de
Paterna.
Por escritura ante Andrés Puig se deliberó que a la fila
de Cuarte en los meses de Junio, Julio y Agosto hasta 15.
de Setiembre, se le ayude con el agua de la primera canal
de la Uncía, y que el caño del Santarí sea ensanchado para
el agua que allí se expresa.
Por escritura ante Juan Muñoz está deliberado la prohi­
bición y pena de los que hurten agua para Tormos, Rasca-
ñá y otras publicaciones.
Pueden imponer tacha y decretación.
Concordia formada por los regantes y decretado juris­
dicción del acequiero en primera instancia, y decretación
de la Real Audiencia.
Posesión en que están los acequieros y doce síndicos de­
poner tacha sin intervención de persona alguna, y poderse
ejecutar por el acequiero y nombrar depositarios, tomarles-
cuentas y definirlas y firma de derecho.
Real sentencia en que se manda a la ciudad de Valen­
cia se abstenga de hacer instancias, y que dicha ciudad no
quite tablas de dicha Real acequia, ni ponga sobre-acequie­
ro, por tocar al acequiero; y la sentencia de la Real
ORDENANZAS 167

Audiencia en que renunciaron los privilegios del conoci­


miento en las esterilidades de agua, en el acequiero.
Que ningún regante ni señor de molinos no se valgan
de remedio de firmas de derecho contra la concordia ante
Andrés Puig, año 1558, y sentencia en su seguida.
Deliberación de la junta general, que ninguna persona >
con título de servidumbre pueda contrafirmar de derecho •
bajo la pena de cincuenta libras, y decretación de la Real
Audiencia.
Acuerdo sobre rompimiento de las piedras de las fitas
y caños, cajeros, talponeras y su pena.
Junta general acordó la composición de azud y alme­
nara real, y decreto.
Deliberación de la junta general para que se hiciese la _
obra del azud y almenara, y nombramiento de los doce sín­
dicos y otros.
Nombramiento de electos.
Otra del azud de almenara.
Libramiento de obra y almenara.
Visura de la obra del azud.
Provisión de la fila de Cuarte en los meses que expresa .
se le ayude con riego.
La Junta general de la villa de Paterna se obligó que en
caso de encontrarse riego de la agua de la Uncía que tenga
caída en Tormos, pague tres libras.
Provisión por los síndicos sobre escribanos y personas
que no pueden servir.
Provisión de veinte libras de salario al Escribano de
dicha Real acequia en lo antiguo, y ahora por costumbre
se dan treinta y cinco.
168 LA CIUDAD D E MONCADA

Provisión de 16 de octubre de 1678 para que a los síndi-


-cos se dé a cada uno que bajase a Valencia por dependen­
cia de la Real Comuna, seis sueldos.
Declaración de lo que riegan las villas y lugares de la
Real comuna, síndicos y veedores para visurarla y mon­
darla, y quienes deben ser.
Salario de los síndicos y veedores por cada día que ten­
gan juntas y días de mondas y desbroces.
Salarios de guardas, antiguo.
Salario de ministro, antiguo.
Salario antiguo de notario síndico, de sesenta libras.
Caño de Bemmamet, dicho de los Rubios, y modo del
riego.
Ausilio que deben dar las justicias y lugares-tenientes
de que riega la acequia y fuera de ella, y pena que tienen,
decretado por la Real Audiencia.
Pregón sobre la acequia de Tormos y otras, y su pena,
- con la aprobación de la Real Audiencia.
Jurisdicción del acequiero en primera instancia y los
síndicos en segunda, y pregón de aprobación que se ha de
tener presente.
Número de jovadas que riega cada lugar.
El acequiero no tiene voto en las juntas, sí sólo en los
casos de paridad.
Cómo ha de pasar la madera.
Los síndicos pueden subdelegar para las juntas trayendo
poder y siendo persona igual.
Las brazas que cada común debe mondar.
Provisión para que se librase la acequia, que no está
en observancia.
ORDENANZAS 169

Capítulo que resolvió la junta general, que el acequiero


no dé a comer que no está en observancia, y lo que ha de
pagar arrendándose, y lo que debe pagar la comuna a cada
síndico para la comida.
Agua que asignó al señor don Juan Argües Jover para
el huerto de Burjasot.
Permiso a Francisco Domingo para el huerto que tiene
en el lugar de Burjasot y abrevador, y obligación que hizo
éste de mondar.
Pragmática Sueca.
Pena de quitar agua los de Tormos y Rascaña, y decre-
tación. -
Noticias de pleitos modernos incoados por Felipe Mateu
^en el año que se concluyó este libro.;)

Es interesantísimo este libro de las Ordenanzas, que re­


gula el gobierno y jurisdicción de la Real Acequia, y que ya
desde tiempo inmemorial venía ejercitándose.
Establece una junta compuesta de doce administradores,
llamados'hoy síndicos, y antiguamente jurados, los cuales
son nombrados, uno por cada lugar de los primitivos re­
gantes, que son: Paterna, Burjasot, Moneada, Aliara del
Patriarca, Meliana, Foyos, Albalat deis Sorells, Museros, .
Vinalesa, Masamagrell, Puig y Puzol, cuyos respectivos
Ayuntamientos otorgan plenos poderes a su síndico repre­
sentante en todo lo que concierne al gobierno de dicha ace­
quia, administración, distribución de las aguas y conoci-
. miento de las causas que ocurran.
Estos doce síndicos eligen el juez de aguas llamado Ace­
quiero Real, el cual debe ser sujeto de probada integridad
y hace las funciones de presidente; nombrándose además
170 LA CIUDAD DE MONCADA

veedores para el reconocimiento de la acequia, un escri­


bano o notario para la recepción de escrituras, etc., aboga­
dos para la dirección y defensa de los asuntos que puedan
surgir, varios lugartenientes, llamados canecequies, y los
guardas correspondientes; todo ello en virtud de los distin­
tos privilegios otorgados por los reyes de Aragón D. Jaime II
y D. Pedro II, como arriba se menciona.
La responsabilidad del acequiero mayor, es enorme; pu­
diéndose hasta imponérsele penas por su incuria en el cum­
plimiento de la misión que se le ha'confiado, como podemos
observar en el apartado siguiente: «...Que bajo las mismas
penas (1) tiene obligación el acequiero mayor de manifes­
tar y el escribano labrador notar en su libro, todas las penas
que se imponen y daños que se causan, sin poder aquél con­
donar parte alguna de ellas, y que sólo las pueden remitir
los doce síndicos, nemine discrepante...»
For el tiempo y por el uso, este Libro Copia de las Orde­
nanzas, vino a deteriorarse tanto que la Junta de Gobierno
acordó en fecha de 4 de Diciembre de 1910, su encuaderna­
ción en pergamino, para su mejor conservación, como es de
ver por el acta levantada (2).
Toda esta completa colección de documentos, noticias,
investigaciones, etc., que se contienen en las «Ordenanzas»,
fué publicada en la Obra de Jaubert de Passa, citada en el
capítulo anterior; pero, a consecuencia de haberse agotado
la edición de dicho libro, la Junta de Gobierno de la Acequia,
mandó reimprimir en el año 1915, quinientos ejemplares de
las Ordenanzas especiales de la misma, según consta por la
siguiente

(1) P a g a r todo el daño que sobrevenga.


(2) V éase A péndice de D ocum entos núm . 18.
ORDENANZAS 171

«Diligencia.—Yo el Notario hago constar que a continua­


ción de la anterior Junta, el señor cequiero puso en cono­
cimiento de la Junta, que ha consecuencia de haberse ago­
tado la edición del libro Canales de Riego de Cataluña y
Reino de Valencia, de Mr. Jaubert de Passá traducida al
castellano por D. Juan Fiol y publicada y editada por la
Sociedad económica de Amigos del País de Valencia, en el
año mil ochocientos cuarenta y cuatro, había mandado reim­
primir quinientos ejemplares de las Ordenanzas especiales
de la Real Acequia de Moneada, asistiendo todos los Síndi­
cos a dicha ordenación.—Moneada a quince de Octubre de
mil novecientos quince. Doy fé.—Daniel Garcés.—Notario
Licenciado.»

Aparte de todos los curiosísimos detalles que encierra


este famoso Libro de las «Ordenanzas», y que dan a enten­
der la importancia de la Acequia Real de Moneada, poste­
riormente, el uso ha introducido en la Comuna otras medi­
das y disposiciones que no han tenido cabida en dicho Re­
glamento.
La Comuna de Moneada posee más de 6.000 cahizadas
de tierra regable. Aunque legalmente la Comunidad está
compuesta por diecinueve villas, que son las que forman la
asociación primitiva, sin embargo, ninguna Villa que no
tenga más de cien cahizadas de tierra regadío, tiene dere­
cho a nombrar un síndico.
La cantidad de agua concedida a Moneada es tan consi­
derable, que siempre tiene sobrantes, los que se vienen
repartiendo a las tierras bajas próximas al mar, sin que
-éstas jamás puedan poseerlas con título irrevocable. A estas
-tierras se Ies llama eUremales. Son las marjales de Caste-
172 LA CIUDAD DE MONCADA

!lón, y se supone que tienen una cabida casi igual a las.


tierras de la Comuna; pero como no tienen derecho a las
aguas ni seguridad en los riegos, tampoco están sujetas a
contribución alguna de riego.
El derecho que a las 48 filas de agua tiene el canal de
Moneada' desde lá primitiva concesión, se mantiene hoy inal­
terable, aunque sobrevengan sequías de consideración. Sola­
mente en las épocas calamitosas, la Comunidad está siem­
pre dispuesta a socorrer los territorios afectados.

y
P ortada de la Iglesia A rciprestal
Cliché del autor
C A P I T U L O XI I

HIJOS ILUSTRES

SUMARIO

La madre y el hijo
La Patria
Moneada y sus hijos predilectos
Doctor Alpicat
Vicente Alpicat
Fray Buenaventura de Moneada
Padre Juan Bautista Catalá
Doctor Luis Nicolau
Madre Francisca de la Concepción
Fray Angel Puchades
Otros varios
Los más ilustres
No existe en la vida de los seres relación alguna tan
'íntima, tan compenetrada, como la que se da entre la ma­
dre y el hijo.
Para el hijo, su madre es siempre la más perfecta, la
más hacendosa, la más santa. Para la madre, el hijo lo es
todo. Un pensamiento, una decisión, un triunfo del hijo,
llenará totalmente el corazón de la madre.
Siempre las madres están orgullosas de sus hijos. Aun­
que éstos sean raquíticos y desgarbados.
Este instinto misterioso, lo ha impreso Dios en el cora­
zón de las madres.
¿Y qué diremos, cuando estos hijos se destacan de entre
los demás por su talento y por sus dotes extraordinarios?
Diríamos, que son entonces la locura de las madres.
Madre es también la Patria; el lugar donde nacimos;
donde nuestros ojos, por primera vez, se abrieron a la luz.
Y esta madre, también ama a sus hijos. A todos. Hasta
a aquellos que la desprecian, la insultan y la abandonan.
No es extraño, pues, que se enorgullezca de los hijos
buenos; de los mejores; de los que la honran con el brillo
de su fama y con la aureola de sus virtudes.
176 LA CIUDAD D E MONCADA

Moneada tiene también sus hijos predilectos. Y los mues­


tra al mundo con orgullo de madre.
He aquí el porqué de este capítulo.
Iremos presentando a estos ilustres hijos de Moneada,
por su orden cronológico (1).

DR. ALPICAT.—Primer Vicecanciller y Presidente del


Sacro, Supremo y Real Consejo de Aragón.
Desconócense su nombre, fecha exacta en que nació y
detalles de su vida (2).

VICENTE ALPICAT.—Nació a fines del siglo XVI, dedi­


cándose a la carrera de las armas y destacándose por su va­
lor y heroísmo.
Concretamente sólo conocemos de su vida, la gloriosa in­
tervención que tuvo en la memorable batalla de Lutzen, en
el año 1632. El ejército español se batía en retirada y todo
hacía prever una derrota sangrienta y humillante; pero la
audacia de Alpicat, arrojándose sobre el rey de Suecia, Gus­
tavo Adolfo, y quitándole la vida, hizo prender el descon­
cierto en las filas enemigas, que acabaron por huir a la des­
bandada, salvando así el honor de nuestro ejército (3).

Fr. BUENAVENTURA DE MONCADA.—Nació en el año-


1581. Desde su infancia se distinguió por sus prendas extraor-

(1) H a sido m uy vulgar h a sta hoy, el e rro r de los que creen que el sobre­
nom bre que llevan m uchos caballeros citados con frecuencia en n u e stra H isto ria
regional, se debe a que todos ellos son hijos de M oneada ; por ejemplo, don R am ón,
de M oneada, H u g o de M oneada, G uilleni de ídem, etc. ¡ O jalá fuese esto v e rd a d !
P ero no lo es. E l sobrenom bre de M oneada, no es sino un apellido del linaje de los
M oneada, al que p or cierto dedicamos un capitulo a p arte y de los que la m ayoría,,
a p a rtir de la C onquista, nació en la m ism a Ciudad de V alencia.
(2 ) B crn í. " V id a de la V enerable In é s de M o n ea d a ” .
(3) Berní. «Vida da la Venerable Inés de Moneaos».

\
Rvda, M adre Francisca d e la C o n c e p c ió n

S e l l o A r c ip r e s ta l
HIJOS ILUSTRES 177

diñarías físicas y morales, siendo varón de ingenio verdade­


ramente feliz.
Muy joven todavía ingresa en la Orden de Religiosos Ca­
puchinos, en la que destaca por su ciencia y su virtud. En­
seña Filosofía y Teología, siendo nombrado Definidor y poco
después Provincial de Valencia.
Su ejemplo de vida austera y la claridad de su doctrina,
impulsaron a muchos religiosos a adelantar en virtud y cien­
cia, que llegaron a ser verdadero ornamento de su Religión
y de Valencia.
Escritor brillante y predicador celosísimo, nos dejó pu­
blicados dos sermones, impresos en Valencia el año 1621:
«Sermón de Santa Teresa de Jesús, Virgen» y «Sermón de
San Isidro Labrador».
Falleció en el Convento de Murcia, el año 1627 (1).

P. JUAN BAUTISTA CATALA. — De padres nobles,


don Gaspar Juan Catalá y doña Isabel Ceverío y de Fran­
queza, nació el P. Catalá el 23 de abril de 1624.
A los doce años, sus padres le confiaron al cuidado y
formación del Santo Canónigo de Valencia, don Juan Bau­
tista Pellicer, el cual, al ser nombrado poco después Obispo
de Segorbe, se lo llevó consigo.
En Segorbe hizo progresos extraordinarios en la virtud y
en las letras, y fallecido el Obispo Pellicer, en 22 de di­
ciembre de 1638, vuelve a Valencia, donde empezó a cur­
sar la Facultades Mayores, entrando de Beca en el Real
Seminario de Corpus Christi, el 7 de mayo de 1640, cuando
sólo contaba dieciséis años. Recibe los grados de Maestro
en Artes y de Doctor en Sagrada Teología, en la Universi-

< i) X im eno, “ E scrito res del Reino de V alencia.


178 LA CIUDAD DE MONCADA

dad de Vklencia, y tras reñidas oposiciones-, gana la Cáte­


dra de Artes, y poco después la de Teología, opositando,
asimismo, brillantemente a algunas pavordías vacantes en
la S. I. Catedral.
Én 1647 se traslada a Roma, acompañando al Excelen­
tísimo Duque del Infantado, Embajador de España en la
Ciudad Eterna, recibe las Ordenes Sagradas y, despreciando,
los honores que pudiera reportarle lo ilustre de su naci­
miento, sus elevadas dotes y el apoyo del Duque, resüelve
pedir el ingreso en la Compañía de Jesús.
Admitido por el General de la Orden, vuelve a España,
pasa al noviciado de Huesca, en 19 de Marzo de 1651, y cum­
plidos los dos años de noviciado, le confían la Cátedra de
Teología Moral, siendo trasladado, después, al Colegio de
Gandía, donde desempeñó la Escolástica.
Su celo ardentísimo por la salvación de las almas, le
impulsaron a consagrarse enteramente al Confesionario y
a las Misiones, y teniendo su residencia ordinaria en la-,
Casa Profesa de Valencia, recorrió los reinos de Murcia,
Aragón y Valencia y el Principado de Cataluña, recogiendo
frutos maravillosos en este doble ministerio, como lo ates-;
tigua en la «Vida» que de él escribió, el P. Miguel Angel.
Pascual, compañero inseparable en sus correrías apostó­
licas.
Introdujo en España la Congregación y Ejercicio de la
Buena Muerte, publicando bajo el seudónimo de «Ignacio»
de Santa María», una obrita titulada «Devoción de la güe­
ña Muerte con ejercicio de Meditación», que se imprimid
en Valencia en el año 1662.
Flagelado continuamente su cuerpo por las penitencias
extraordinarias, y llena el alma de merecimentos, falleció
HIJOS ILUSTRES 179

en el Colegio de San Pablo, de Valencia, el 11 de octubre


de 1678, celebrándose en su honor solemnes exequias y ora­
ción fúnebre, que predicó el P. Pascual Ranzón, de la mis­
ma Compañía (1).
Una feliz casualidad ha hecho que, revolviendo legajos
en el Archivo General del Reino, nos hayamos encontrado
con un documento preciosísimo que afecta a este ilustre hijo'
de Moneada y con verdadero cariño damos a la publicidad;
ya que, el hecho que en el mismo, queda testificado, fué,
sin duda, la clave de los últimos veintisiete años de su vida.
D ice:

«Yo el hermano Francisco Doms de la Comp.a de Jhs.


hago íé, como estando el P. Juan Bautista Catalá en la pri­
mera Probación de Novicio, de la misma Comp.a en Aragón,
tuvo una enfermedad gravísima ocasionada de una larga
peregrinación, que hizo desde Roma a Huesca, para ser re-'
cibido en ella. Acrecentósele de tal manera la enfermedad,
que mandaron los médicos se le diese el viático, y día del
Corpus a 8 de Junio de 1651 fué tanta la fuerza de la Ca­
lentura que comenzó a ciar en frenesís y desvarios, y vién­
dole el enfermero en tal peligro fué a toda priesa a llamar
al médico. Estando desta manera, acerqueme a su cama y
le dixe: P. Catalán (sic) tiene V. R.a .Noticia del S.° H.c
Alonso Rodríguez? Respondióme estas palabras. Gran de­
voto de la Virgen, y volví a decirle. Invoquéle V. R. con
viva fé aora por que quien a hecho mayores milagros, bien
podrá hacer este, y el P. le invocó diziendo: S.° H.° devoto
de la Virgeh ayudadme, y luego quedó -dormido. Despertó
dentro de un quarto de hora, con el sémblante sereno y

(i) R odríguez. “ B iblioteca V alentina


180 LA CIUDAD DE MONCADA

con gran alegría dixo. A solo Dios y al S.° H.° Alonso Ro­
dríguez devo la salud y quando venga el médico le he de
dezir: que los médicos no pueden nada sino solo Dios del
Cielo y se hizo traer una effigie del S.° H.° para darle las
gracias. Y haver sido esto milagro se ve claramente, pues
no huvo más calentura y luego fué convalesciendo.—Fran­
cisco Doms.—Y yo el H.“ Ygnacio Gil hago fé como después
de haber despertado el dicho P. dixo las mismas palabras,
con el qual estuve toda aquella tarde hablando como sino
huviera estado enfermo.—Ygnacio Gil.—Yo también el H.°
Blas de Fuentes affirmo ser verdad todo lo dicho arriba,
como testigo que fui siempre de vista. — Blas de Fuen­
tes» (1).

LUIS NICOLAU Y VERGARA.—Nació a últimos del


siglo XVII. Desde muy joven dió muestras de un talento
extraordinario, dedicándose a los estudios de Medicina.
Alcanzados en la Universidad de Valencia los grados de
Maestro en Artes y Doctor en Medicina, obtuvo, mediante
brillantes oposiciones, la Cátedra de esta última Facultad,
y al mismo tiempo fué nombrado Médico Primario del Hos­
pital Provincial.
A raíz de la muerte del notario de Valencia, Vicente
Navarro, suscitóse entre los médicos valencianos una fuerte
polémica, sobre el diagnóstico de su última enfermedad y
el Dr. Nicolau, para defenderse de las impugnaciones del
Dr. Piquer, publicó las dos siguientes disertaciones: «Res­
puesta a la Manifestación del Dr. Andrés Piquer, Catedrá­
tico de Anatomía y Médico Titular de la misma Ciudad.»
Valencia, 1746. «Disertación Histórico-Crítica con que se

(i) A rchivo G eneral del R eino. C onventos. L eg ajo 58, núm . 25.
HIJOS ILUSTRES 181

descubre directamente la insubsistencia de las Reflexiones


Críticas del Dr. Andrés Piquer y de las razones que en su
abono escribió en su carta Joco-Seria al Dr. Mariano Se-
guer, D. Mathias de Llanos, Cirujano Latino. » Valencia,
1747.»
Ignoramos el año de su fallecimiento (1).

Fr. AMBROSIO DE MONCADA.—Sucias nos lo cita


como a hijo de Moneada, y dice, que fué Religioso Agusti­
no; hombre de vasta ciencia y de mucha virtud; que es­
tudió en el Convento de Murcia, y que estuvo de Conven­
tual en Játiva.
No nos da noticia alguna de la época en que vivió; incli­
nándonos a creer que perteneció al siglo XVIII (2).

R. M. FRANCISCA DE LA CONCEPCION.—Nació en
Moneada el 13 de octubre de 1833. De humilde cuna, pero
educada critianamente, desde muy niña siente aversión a
las vanidades humanas, y todavía joven, solicita de la fun­
dadora de las Adoratrices, hoy Santa María Micaela del
Santísimo Sacramento, una dote para entrar en el Instituto.
Dios tenía, sin embargo, sobre ella otros designios. Es
admitida tras muchas dificultades en el Beaterio de Tercia­
rias Franciscanas, existente en Valencia desde tiempo in­
memorial. Y merced a su extraordinaria virtud, esta pe­
queña Comunidad la elige por Superiora.
Aconsejada y dirigida por su P. Espiritual y Prelados de
la Orden, acomete la magna empresa de reformar el Ins­
tituto, a fin de consagrarse enteramente al servicio del pró­
jim o con obras de caridad, estableciendo como fundamento

(1) X im eno, Ib id .
(2) N o tas útiles p a ra la H isto ria del R eino de V alencia, página 95.
182 LA CIUDAD DE MONCADA

de la vida religiosa, la más perfecta vida en común y luego


él establecimiento de los votos perpetuos, obteniendo sus-
Nuevas' Constituciones la Aprobación Pontificia en abril
del año 1901.
Los beneficios que la Rvda. Madre Francisca ha re­
portado a la Sociedad por médio de su Instituto, son incon­
tables, puesto que las Religiosas, salvo el tiempo destinado
a las prácticas de Comunidad, consagran toda su vida a
la enseñanza y a los servicios de la caridad corporal, ya en
Hospitales, Casas de Beneficencia, Asilos, Clínicas, Sanato­
rios, e incluso asistiendo a los leprosos de Fontilles (1).
, Pero lo que constituye el sello característico de este Ins­
tituto, su verdadera gloria, es la enseñanza de sordomudos
y ciegos, obra portentosa de caridad, Pacida al calor del
celo ardoroso de la R. M. Francisca.
Los rasgos más salientes del espíritu de esta ilustre hija,
de Moneada fueron, la humildad, la prudencia, y una sólida
piedad, aparte de un don de gentes extraordinario. Ya des­
de su infancia, dedicaba diariamente largas horas a la ora­
ción, girando su vida toda alrededor de este doble eje: La;
Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y María Inmaculada.
Coronada su obra reformadora con la aprobación Pon­
tificia; -mada deseaba la Madre Francisca en esta vida, sino,
sólo unirse eternamente al Divino Esposo de las almas. Sus
deseos no tardaron en tener cumplimiento; y el 26 de abril
de 1903, después de haber predicho su muerte a cierta Her­
mana una temporada antes, desatada su alma de los lazos;
del cuerpo, voló a recibir la corona que el Señor la tenía;
preparada.

( i ) E s ta In stitu c ió n cuenta hoy con 45 C a sa s: 5 en S antiago de Chile-; 2 en,


el P e rú ; 2 ‘e n . P o rtu g al, y 36 én E spaña.
HIJOS ILUSTRES 183

Multitud de-gentes acudió a contemplar su cadáver que.


natural y hermoso estuvo tres días insepulto, sin experi­
mentar alteración ni descomposición alguna, dándosele a l.
fin sepultura en el Cementerio de la población (1)
Unos años después, se le trasladó a la Capilla del Cole­
gio Noviciado y depositado en un sencillo sepulcro empo­
trado en el muro lateral de la parte derecha donde actual­
mente reposa.
La lápida sepulcral, de mármol blanco, lleva la siguiente
inscripción con caracteres de oro.

R. M. Francisca de la Concepción
Reformadora y Superiora General del
Instituto de Religiosas Terciarias
de Sn. Francisco de Asis y de la
Inmaculada Concepción. Murió en la
Casa Noviciado de Moneada día 26
Abril 1903. Se trasladó del Cementerio
al Noviciado el día 8 de Agosto de 1928.

Un hecho verdaderamente providencial, merece ser re­


gistrado aquí al hacer referencia a este sepulcro venerando.
Durante la revolución del 36, la Capilla del Noviciado
fué totalmente devastada y saqueada. Nada se salvó de la
destrucción. Y allí, como en casa propia, se instalaron eva­
cuados de otras provincias. La Capilla se convirtió simul­
táneamente en dormitorio, fogón, basurero y demás servi­
cios complementarios. , ^ ,
Liberada Valencia,' y con ella Moneada, todos podemos
adivinar en qué deplorable estado quedaría la Capilla. In-

(i) Aparte de “La vida sobrenatural”.


184 LA CIUDAD D E MONCADA

mundicia por doquier. Pero, entre toda aquella suciedad,


instintivamente las miradas se clavaron en uno de los mu­
ros. Allí brillaba algo. Era el oro de la lápida sepulcral de
la Rvda. M. Francisca. Y ésta se hallaba intacta. Saqueado-
res, profanadores, incendiarios, evacuados, todos habían res­
petado el sepulcro de la Santa Reformadora. Sus restos ve­
nerandos, providencialmente, habíanse salvado de una segu­
ra profanación.
El Rvdo. Párroco de Moneada, todavía nos lo relata con
lágrimas en los ojos y con voz velada por la emoción. El lo
atribuye a un verdadero milagro. Y ha querido dar rienda
suelta a su piedad, escribiedo una documentada Memoria
que desaríamos fuera de todos conocida.
Bendigamos ai Señor que así se digna glorificar a sus
Santos.

FRAY ANGEL PUCHADES PALANCA.—Desde muy


niño reveló extraordinarias dotes de inteligencia y virtud
acendrada, que se plasmaron en su decidida vocación al
estado religioso.
Habiendo ingresado en la Orden Franciscana y recibidos
los Sagrados Ordenes, desempeñó diversos cargos en el Con­
vento de San Lorenzo de Valencia, siendo Superior, Defini­
dor, Provincial, etc.
Atendidas sus cualidades exquisitas de hombre de go­
bierno, se le confió la difícil misión de establecer en Améri­
ca distintas fundaciones de la Orden, lo que llevó a cabo con
singular acierto y sorprendentes éxitos.
Fué, según opinión general, uno de los más famosos ora­
dores sagrados de su tiempo. Escritor de clara inteligencia
y pluma fecundísima, colaboró en diversas revistas de la
Orden. Murió en Valencia en el año 1927.
HIJOS ILUSTRES 185

Otros hijos ilustres de Moneada pudiéramos citar, entre


los que se cuentan los sacerdotes, Rvdos. Julián Trenco,
Francisco Espinosa, José Devís, Vicente Lleonart, Roque
Granell, José Pascual, José Ferrer (1), Jaime Pascual y Cán­
dido Bosch, todos ellos fallecidos, excepto los tres últimos,
que todavía están cumpliendo en sus respectivos cargos, el
más alto ministerio que pueda ejercer un hombre sobre la
tierra.
De justicia es destacar la relevante personalidad artís- •
tica de los señores Llorens, hijos también de Moneada, y
en especial de Francisco Llorens Ferrer, que, en escultura
e imaginería ha logrado indiscutibles éxitos.
Y ya que de hijos ilutres hablamos, no podríamos cerrar
el Capítulo sin dedicar un recuerdo venerando a aquellos
hijos héroes de Moneada (porque el martirio es el más gran­
de de los heroísmos), que dieron su vida por Dios y por
España en nuestros últimos tiempos.
Y aunque algunos de ellos no nacieron en Moneada hijos
son de esta ciudad por el martirio. De nobleza sería el que
Moneada les declarase hijos adoptivos.
Queden grabados en este libro los nombres de tan
heroicos y gloriosos mártires, para perpetua memoria:

( i ) R ecientem ente h a celebrado este preclaro hijo de M oneada sus Bodas de


O ro con el Sacerdocio (26- de junio 1949)- L a Ciudad e n te ra se asoció a la solem ­
nidad. Y el M . I . A y u n tam ien to le trib u tó sentido hom enaje, haciéndole e n tre g a
de u n a rtístico pergam ino, cuyo texto es como sig u e: “ E l A yuntam iento de esta
Ciudad, en la sesión e x tra o rd in a ria celebrada el día 12 de mayo del año actual,
acordó p or aclam ación ren d ir público hom enaje al P resb íte ro Don José F e rre r
L lorens, hijo de esta Ciudad, en el L aniversario de su ordenación sacerdotal.—
L a C orporación, p o r sí y en representación del pueblo de M oneada, acuerda este
hom enaje al sacerd o te ejem plar de vida au stera y recoleta, entregado por entero
al ejercicio de su sagrado m in isterio en el m ejor servicio de la Iglesia.— M oneada,
20 de ju n io ’ d e 1949.— E l A calde.— V icente V erd eg u er.— R ubricado.— E l Secretario.—
Ricardo A. M edina.— R u b ric a d o .”
186 LA CIUDAD DE MONCADA

x ANT 9 NIO PASCUAL


RAMON BLAT
RAFAEL GUI NART
VICENTE VERDEGUER, JAIME MUNDINA
ARCADIO CONTELL, CARMELO CONTELL
FRANCI SCO BOSCH, J OS E CHAPA
J U A N BTA. BOSCH
V I C E N T E B O N ET
HI GI NI O SANCHO
Presbítero
MANUEL GOLF
J AI ME C E R VE R A

LUX PERPETUA

Honor y gloria a la ciudad de Moneada, que supo dar


tales hijos. Ellos son las más valiosas perlas engastadas en
la real corona de su escüdo de armas.
C A P I T U L O XI I I

LA VENERABLE

SUMARI O

El Cisma de Occidente
Su repercusión en Moneada
Prodigio eucarístico
Inés de Moneada
Sus ascendientes
Su consagración a Dios
Decisión heroica
La Cartuja de Porta-Coeli
La Penitente
Muerte de la Venerable
"La Cantera de la Cueva"
Evocando su memoria
V enerable Inés de M o n ead a

De un dibu(o de la época
Abre este capítulo el suceso más trascendental que re­
ce Ira la Historia de la Iglesia en el siglo XIV: el destierro
de Aviñón.
Había muerto el gran Papa Bonifacio VIII, después de
haber sostenido dura y prolongada lucha con el rey de
Francia Felipe el Hermoso, y tras los brevísimos meses de
pontificado de su sucesor Benedicto XI, después de un la­
borioso cónclave, es elegido Papa, tomando el nombre de
Clemente V, el arzobispo de Burdeos (a. 1305), el cual, en
vez de trasladarse inmediatamente a Italia, como era el de­
seo de los cardenales, da orden a éstos de trasladarse a Lión,
siendo en esta ciudad solemnemente coronado; y después
de haber establecido la sede pontificia sucesivamente en
distintas ciudades de Francia, fija por fin su residencia en
Aviñón.
Aquí empieza el destierro de Aviñón, con toda la serie
(le Papas, cautivos voluntarios, pero hábilmente maneja-
uos por el más leve capricho del rey de Francia, hasta que
Gregorio XI, impulsado por Santa Catalina de Sena, vuelve
a Roma en el año 1377.
Este destierro de Aviñón fué el origen de una consecuen­
cia funestísima, entre otras, para la Iglesia: el gran cisma
de Occidente; ya que habiendo muerto Gregorio XI, él pue-
14
190 LA CIUDAD D E MONCADA

blo de Roma, temiendo que los cardenales reunidos en cón­


clave, eligieran a un Papa francés, que intentase volver de
nuevo a Áviñón, se amotinó ante el palacio gritando: «Lo
queremos romano, o al menos italiano».
Ante esta actitud del pueblo, los cardenales eligieron
al arzobispo de Bari, que tomó el nombre de Urbano VI (8
de abril de 1378). Pero pocos meses después, los cardenales
franceses, reunidos en Fondi, afirman la invalidez de la
elección de Urbano VI, por haber sido impuesta, según de­
cían, violentamente por el pueblo, y proceden en el acto a
otra elección proclamando papa al cardenal Roberto de
Ginebra, que tomó el nombre de Clemente VII (20 de sep­
tiembre de 1378).
Entonces el mundo cristiano apareció dividido en dos
grandes parcialidades u obediencias. Clemente VII fué reco­
nocido por Francia, Saboya, España y Escocia, mientras
que los demás mantuvieron su obediencia a Urbano VI.
Los desórdenes que siguieron a la simultánea existen­
cia de dos presuntos Papas, fueron tan graves, que la Igle­
sia, de haber sido una Institución puramente humana, hu­
biera irremediablemente sucumbido.
Había en efecto dos Papas, y esto suponía la duplicidad
de Colegios de Cardenales, de Obispos en muchas ciudades
y de párrocos en no pocas iglesias. Fué tal la confusión, que
hasta hubo algunos Santos que se mostraron partidarios
de los distintos Papas. Los monarcas de España se habían
inclinado por Clemente VII, como antes hemos indicado;
pero entre los fieles de sus reinos, había disparidad de cri­
terios, porque eran muchos los que, desentendiéndose de
razones políticas y parentescos reales permanecían unidos
a Roma.
LA VENERABLE 191

Víctima de estas divergencias fué el Dr. Jaime Carros,


Cura de Moneada, varón virtuoso, pues a causa de haber re­
cibido las Ordenes Sagradas de manos de un Obispo consa­
grado por el antipapa Clemente VII (1), pusieron en duda
muchos feligreses la validez de su sacerdocio, despreciando
las misas que celebraba y recibiendo con tibieza los sacra­
m e n t o s que administraba.
Tomó tal incremento esta actitud, que el afligido párro­
c o había tomado ya la decisión de ir en busca de un Obispo
consagrado con anterioridad al Cisma, para que le ordenase
Sub conditione ; pero esta decisión, que hubiera sido ver­
gonzosa para los partidarios del antipapa, quedó en suspen­
so por un prodigio realizado en la Iglesia de la población,
siendo instrumento del mismo, elegido por Dios, una niña
de cuatro años y medio llamada Inés Pedros; la que más
tarde había de ser «Venerable Inés de Moneada». Este prodi­
gio eucarístico es relatado minuciosamente por hagiógrafos
e historiadores y nos ha parecido más conveniente ofrecer­
lo a nuestros lectores, tal como lo trae el historiador Esco-
lano. Dice:

«Cuentan varios cuadernos de memorias y las que se 1


hallan en la misma Moneada, que en el año mil trescientos
noventa y dos, siendo Cura Mossen Jaime Carros (2), comen-

(1 ) F r. Ju an F o rm en tera, O bispo T itu la r de Sidonia. E ra Religioso A gus­


tino, D octor parisiense, n a tu ra l de V alencia y G obernador Eclesiástico de la misma.
(2) E l D r. B erní, en su O púsculo citado, tra e . C anos; lo cual bien
pu d iera ser e rra ta de im prenta, pues en realidad es C arros. A sí está
escrito en docum ento de dicha época que se conserva en el A rchivo del
A rzobispado: “ V isitam ecclesie de M oneada.— D ie jovis in titu la ta X I I I m adii
dicti anni a n a tiv ita te Dom ini M C C C L X X X IX .— Jacobi de C arrosio R ectorls
-ecclesie de M o n e a d a ...” ( Visit. P a s .d e 1 3 3 3 u sq u e 1426. Leg. 3.0 fol. 9 3 -)
192 LA. CIUDAD DE MONCADA

zó a fatigarle una enojosa melancolía que le sacaba de juicio


de que no era sacerdote verdadero ni legítimamente ordenado
y por consiguiente no consagraba en las misas que decía...»
«...Pero Dios que los ánimos sencillos que andan luchando
con escrúpulos suele acUdirles con socorro del cielo, no
puso en olvido al buen sacerdote; porque acabando de cele­
brar la segunda misa la noche de Navidad, una niña de
cuatro años y medio que la oía con su madre, mujer que
era de Guillem Pedros, la importunó que no saliese de la
Iglesia, dejándose en las manos del Cura un hermoso niño
que tenía que ella imaginaba era el recién nacido, hijo de
la Febrera su vecina.»
«Este niño le vió la muchacha al propio punto que el
sacerdote levantó la hostia. Mas la madre, por no haber sido
de Dios que ella participara de tan extraña visión, se vol­
vió a ella y le dijo que si hablaba locuras; que ¿qué disparate
era aquei del niño en las manos del sacerdote? a lo que la
niña respondió que no eran locuras, sino que el cura tenía
en sus manos el niño de la vecina. Viéndola tan porfiada,
la llevó a casa la vecina, porque viese con el niño su empeño,
y con esto la sosegó. Pero vuelta a la tercera misa de aquel
día, que se canta a la hora conventual, tuvo la misma visión
a la elevación de la hostia y vuelta a su madre le dijo:
Madre, madre, mire presto como el cura levanta otra vez
al hijo de la vecina. Tampoco lo vió la madre, pero abrió
los ojos del entendimiento; y después de misa, traída del
espíritu, se fué a casa dei cura y le dió cuenta de las dos
visiones. El Cura rogó a la mujer que el día de San Esteban
volviesen a oír su misa la.= dos. Hiciéronlo y a la propia hora
y punto tuvo la muchacha la tercera aparición del niño.
Preguntóle el Cura por el talle y figura de él y dijo que era
LA VENERABLE 193

hermoso con todo extremo y que estaba vestido de una capa


resplandeciente, que llenaba toda la Iglesia de resplandor.
La misma prueba se hizo el día de S. Juan, y aún más, por­
que declaró la muchacha que había visto en esta misa tres
veces al niño, una que le levantaba el Cura en la elevación
de la hostia; otra que con él había hecho los tres signáculos
o cruces del Per ipsum y tercera vez al partir la hostia;
si bien con notable diferencia, porque partida de alto aba­
jo en dos partes iguales, súbitamente vió un niño en cada
una de ellas igualmente parecidos.»
«Un vivo deseo de odinario es medroso, insaciable y
amigo de muchas pruebas; y así las quiso hacer de nuevo
el Cura el día de los Inocentes. Para las cuales se previno
-de tres formas y celebrando misa con asistencia de la hija
y padres y de gente del lugar que fueron Jaime Bosch, An­
drés Jaca, Antonio Collado, Mossen Berenguer Maestre, Vi­
cario, el sacristán y otros hasta el número de veinte, con­
sagró solamente dos y al punto de la elevación alzó la una
y el niño se le manifestó a la muchacha. Acabado el sacri­
ficio de la Miso, mandó el Cura encender dos cirios y con
las dos formas que le quedaban, la una consagrada y la otra
por consagrar, puestas en un cáliz se vino para ella con mu­
cha veneración y puesto en su presencia, toinq en la mano
izquierda la que no estaba consagrada y la consagrada en la
derecha y le preguntó si veía algo. Respondió que en lg de-
-recha tenía aquel niño resplandeciente que tantas veces
había visto y que en la izquierda no. Cambió al momento
la formas el escrupuloso Cura y al momento se le trocó a la
muchacha la aparición porque el niño se pasó de la una a
la otra mano. Aquí le preguntó uno de los circunstantes si
tenía ojos el niño y dijo que sí y muy graciosos y que a to­
dos los estaba mirando.»
194 LA CIUDAD DE MONCADA

«A esta sazón acudió a la Iglesia un enfermo llamado


Bernardo Ripoll y pidió al Cura que le diese la Comunión,
y como por tener vómitos y tos se contentase con llegarle
la forma consagrada a los labios para que solamente la
adorase, dijo a voces la muchacha que el Cura había hecho
que el niño besase en la boca a Bernardo Ripoll. Con esto
se acercó a ella el Cura con la hostia consagrada en la
mano y alargándola hacia ella, como que se la quería dar
le dijo: ¿quieres al niño? la cual se asombró tanto de ver­
lo tan cerca que se cayó medio muerta en los brazos de su
padre; y como mejor podía articular la voz, hacía instancia
que se le desviasen. A este punto, le mostró el Cura la otra
hostia que no estaba consagrada y convidándola con ella
la tomó y se la comió; luego partió la consagrada en dos
partes y dijo la muchacha que había dos niños. Y al cabo
de tantas pruebas, acabó el Cura de convencerse que era
verdadero sacerdote y que eran sus órdenes válidas, pues
en las formas que consagraba se mostraba la real presencia
de Cristo. De que le dieron todos infinitas gracias por haber
sacado a su ministro de aquella duda y comunicado a ellos
aquel consuelo espiritual con su manifestación. Hállase está
historia, además de los cuadernos de memorias arriba cita­
dos, en el monasterio de Portacoeli de monjes Cartujanos,
que la tienen escrita juntamente con la vida de Santa
Inés» (1).

Este prodigio eucarístico, tan sencilla y detalladamente


relatado por el citado historiador, tuvo la virtud de aquie­
tar las conciencias, imponer silencio a los enemigos del
Cura, y asegurar a éste en el ejercicio de su cargo; y al di-

(i) H is to ria G eneral de V alencia, T . I I . pág. 141;


LA VENERABLE 195

vulgarse por España y Francia, dice Berní, «disipáronse


las dudas de muchos obispos y sacerdotes, pudiendo con
verdad decir que sirvió Inés de tanto consuelo al partido
de Clemente VII como Santa Catalina De Sena al de Urba­
no VI»».
Nació Inés en el año 1388, hija de un honesto matrimo­
nio, Guillermo Pedros y Ana Alpicat, descendiente, según
todas las trazas, de aquel Pedro de Alpicat, que llevando
por armas y divisa de su escudo, partido en palo, un ala
encarnada sobre campo de oro, y un puñado de oro sobre
campo azul; y después de haber recibido de D. Jaime I
una heredad cerca de Borbotó, se retiró a Moneada, en don­
de practicó el bien, lejos de todo vicio, según dice el insig­
ne vate lemosín Mossen Jaime Febrer en su poema caballe­
resco «Les Trobes» (1).
He aquí la «Troba» en la que el poeta presenta a D. Pe­
dro de Alpicat:

«La ala colorada sobre camp daurat,


Y un pilot de or en lo camp de blau,
Portaba en lo escut Pere de Alpicat
Pera sa divisa, é en ella ha mostrat
Part del seu agnom. Vingué de Bilbau,
Cuant sobre Valencia estaba lo Rey,
Vostro pare amat, é per son servey
La hacienda ha tengut de Mahomet Muley,
Prop de Borbotó; é ab los de sa grey
Se resté en Moneada, é llunt de tots vicis
Ais de aquella térra ía molts beneficis» (2).

(1 ) L a casa n atalicia de la p en iten te virgen corresponde, según tradición a n ti­


quísim a, a la dem arcada con el número- 18 de la C alle M ayor (C audillo).
(2) T roba X X X V I I I .
196 LA CIUDAD DE MONCADA

Aquella niña pues, que recibió educación religiosa muy


intensa, llega a la adolescencia, causando la admiración
del vecindario de Moneada por su piedad y ascetismo; y un
día, acompañando a sus padres a Valencia, y acertando a
pasar por el templo de Santa Tecla de Religiosas Agusti­
nas, éntrase Inés en la casa de Dios sin advertirlo sus pa­
dres, en el preciso momento en que se hallaba predicando
el gran taumaturgo valenciano y apóstol de Europa, San
Vicente Ferrer.
Era la festividad de Santa Tecla, y el Angel del Apoca
lipsis, con su palabra de fuego, hacía resaltar las excelen­
cias de la virginidad; y de tal forma cayó en el. corazón de
la niña la palabra de Dios, que, en aquel mismo lugar e
instante se consagra enteramente a Jesús Sacramentado.
Mas esta resolución generosa es puesta a prueba por sus
mismos padres, los cuales, desconocedores cjel voto de Inés,
le instan, cuando apenas había cumplido los quince años,
a que entable relaciones con un joven rico del lugar y con
miras al matrimonio.
Es la hora terrible de la lucha, entre la obediencia que
debía a sus padres por una parte, y por la otra, su virgini­
dad consagrada al Señor.
Pero la gracia de Dios triunfa, e Inés, en un arranque
de heroísmo, ante el peligro, corta su blonda cabellera, dis­
frázase de hombre, deja la casa paterna y se refugia en la
Cartuja de Portacoeli.
Dediquemos un pequeño inciso de pasada, a este famo­
sísimo monasterio. Fundóse la Cartuja de Portacoeli en el
año 1272, en el reinado de D. Jaime I y durante el pontifi­
cado del Papa Gregorio X, por D. Fr. Antonio de Albalat
tercer obispo de Valencia después de la Conquista, según
LA VENERABLE 197

•escritura otorgada ante Raimundo Masona, en 6 de noviem­


bre de aquel año, dotándola con aprobación de su Cabildo,
con los diezmos del término de Sullent, y al siguiente año
(1273), el obispo y el Cabildo cedieron al prior y monjes la
vicaría perpetua y derechos primaciales de Liria, cuya do­
nación aprobó el citado Pontífice, como asismismo las pri­
micias de Benaguacil, Puebla de Vallbona, Onda y Burriana,
junto con otras muchas propiedades y rentas.
El Rey D. Pedro II confirmó la donación con un real pri- .
vilegio, expedido en Valencia a 7 de diciembre de 1277,
reedificándose en el año 1339 por el rey D. Pedro III.
Para llevar al monasterio agua de unas montañas ve­
cinas, se construyó en el año 1419 a expensas de Fr. Fran­
cisco Fernández Pérez de Aranda, el famoso acueducto,
sostenido sobre once arcos apuntados, costando 15.000 flo­
rines y siendo su inventor el magnífico Juan Eixarch, con­
sejero del Rey D. Martín (1).
A este acueducto se refiere una tradición sin fundamento
histórico alguno y de la que se apoderó la fantasía del ro­
mántico poeta José Arólas, publicando un pequeño poema
en 1837, con el título de «La sílfide del acueducto». Según
la tradición, en el silencio y las tinieblas de la noche, una
mujer, conducida por el amor, pasaba por encima del acue­
ducto, afrontando el vértigo de aquel difícil tránsito, y en
traba en la celda de un monje, sacrilegamente apasionado
El historiador D. Vicente Boix cita este mismo episodio en
su novela histórica «El Encubierto de Valencia», pero cam­
bia totalmente las circunstancias. En este relato, es una
madre la que entra en la Cartuja, pasando el acueducto,

(1) N o están en lo cie rto los que afirm an que este acueducto se construyó
•■en tiem po de los Reyes C atólicos.
198 LA CIUDAD D E MONCADA

con el fin de poner a salvo a su hijo, fruto de sus amores,


con el rey de Aragón.
Dejemos soñar a nuestros poetas y volvamos a nuestra
penitente.
Inés, según sus biógrafos, entró en el servicio del Con­
vento, a las órdenes del hortelano; fué pastoreillo durante
cuatro años, y últimamente, a los veinte de su edad, se
recluyó en una cueva abierta en los escabrosos flancos de.
un monte vecino al monasterio, llamado «La cantera de la
Cueva». Construye un tosco altar, coloca sobre él un Cru­
cifijo y una Imagen de la Virgen Santísima, y allí, durante
veinte años consecutivos, vestida de ásperos cilicios, avuna,
macera su cuerpo con penitencias rigurosísimas, pasa días
y -noches enteros consagrada a la oración, sin quebrantar
jamás su retiro, si no es para cumplir con los preceptos de
la Iglesia (1).
Su confesor era el único que poseía el secreto de tan
anómala condición, y sus virtudes, corona magnífica de tan
portentosa vida, que llegó a pasmar de admiración hasta a
los mismos ángeles, se dieron cita a la hora de sú muerte,
para engrandecerla y magnificarla; muerte que tuvo lugar
el día 25 de junio de 1428, siendo acompañada de portento­
sas maravillas. En, la noche del citado 25 de junio, un res­
plandor extraordinario baja del cielo sobre la cueva del que
todos creían penitente solitario; fueron allá los cartujos
y halláronle cadáver, arrodillado al pie del rústico altar. La
campana del monasterio tañía a muerto sin que nadie la
tocase. Cuando se extinguieron Sus últimas vibraciones,

( i ) B oix, en su N ovela H istó ric a an ted ich a, la re tra ta con esta bellísima,,
fra s e : “ D ejaba ver en su rostro espiritual esa tra n sp aren c ia pálida que im prim e en»
las frentes herm osas el recuerdo de sus adoradas a m a rg u ra s ”.
LA VENERABLE 199

cayó hecha pedazos. Y la extraña revelación del confesor


anunció al mundo, que, aquel que todos habían conocido
como hombre, era una mujer (1).
Asombrada la Comunidad ante un suceso tan inespera­
do, y llena de regocijo a la vez por las maravillas que le
rodeaban, tanto más, cuanto que aquella penitente era la
famosa niña de Moneada, que tantas veces había visto a
Jesús-Niño en la Sagrada Eucaristía, sepultó su cadáver
bajo el ara del Altar que servía de Capilla de Comunión
para los criados de la Cartuja; pero más tarde, era tanto
el concurso de gente que acudía a Porta-Coeli, según afirma
Berní, que, no sabiendo cómo impedir los monjes aquella
avalancha que, en cierto modo, poblaba ya sus desiertos,
contraviniendo las reglas de su Instituto, decidió el Prior
ordenar cierto día a dos monjes juramentados que sacaran
del arca el cuerpo incorrupto de la Venerable Inés y lo
enterrasen en el cementerio común de la Cartuja.
Los fieles, poco tiempo después, levantaron en lo más alto
del monte «La Cantera de la Cueva», una Cruz, que había
de perpetuar la memoria de la penitentísima virgen Inéis.
rosa fragantísima del vergel de la Iglesia, gloria y prez de
la nobilísima ciudad de Moneada.
Y ponemos punto final a este capítulo preguntándonos
asombrados.
Ante una vida tan extraordinaria, tan llena del espíritu
de Dios y tan admirada y venerada por los mismos hom­
bres ¿cómo se explica que, en el transcurso de más de cin­
co siglos que nos separan de la muerte de Inés de Monea­
da, nadie hasta el presente haya pensado un instante

( i ) E n la C artu ja de P orta-C oeli existía un lienzo de la V enerable In é s, pin­


tado p or A lonso Cano, que desapareció.
200 LA CIUDAD D E MONCADA

siquiera, en que bien podría rogarse humildemente a Dios


para que, si era de su santísima voluntad, hiciera surgir
una mano poderosa que empujara la iniciación del proceso
de beatificación de esta privilegiada criatura? (1).
¡Ojalá no quedara flotando esta pregunta sobre la nebli­
na gris de la indiferencia! Esperemos la hora de Dios.
Seríamos los primeros en alabar y bendecir al Señor,
siempre grande en sus santos, por su infinita bondad y mi-
sericordia.

( i ) B em í, en su B iografía de la V en erab le In é s , dice que “ el descuido en


1p ro c u ra r y so licitar de la Ig lesia R om ana sú culto, nació dé kabérnos ocultado
los R eligiosos su venerable rc ad a v e r” . (P á g . 9$.) ’ i4 4
CAPITULO XI V

EL LINAJE DE LOS M O N C A D A S

SUMARI O

Cataluña en manos del hijo de Carlo-


magno
La marca Hispánica
Caballeros catalanes en la Conquista
de Valencia
Los Moneadas y Moneada
Genealogía de los Caballeros de Mon­
eada hasta el siglo XIII
El primer señor de Moneada
Caballeros posteriores
El Convento de Ntra. Sra. del Remedio,
en Valencia
En el año 797, atravesaba Carlomagno los Pirineos y
¡tras un ligero asedio a Barcelona,"conquistaba esta Ciudad,
entregándola en custodia al moro Zaad. Pero a los dos años
(799), Zaad levantaba bandera de rebelión y Carlomagno
se vió en la precisión de enviar contra él a su hijo Ludovico
Pío, con muchos nobles de Francia, el cual, después de dos
años de sitio, consigue la rendición de Zaad, y, previa au­
torización del Rey, el traidor es sustituido en el gobierno
de la ciudad por otro moro fiel.
Una nueva rebelión de más envergadura hace que Lu­
dovico Pío se decida a obrar enérgicamente en aquel país
antemural suyo y apoderarse de Barcelona, y con un ejér-
eito dividido en tres cuerpos, penetra en Cataluña; Guiller­
mo de Tolosa pasa el Llobregat, para impedir todo socorro
musulmán; Rostamg, Conde de Gerona estrecha el sitio
de Barcelona y el mismo Ludovico, al frente del tercer
cuerpo de ejército, espera el resultado, dispuesto a acudir
donde fuese necesario.
El ejército musulmán no se atreve a intentar el socorro
de la ciudad sitiada, pero los sitiados resisten con denuedo;
el duque Gualterio y el mismo Ludovico Pío reconcentran
•sus fuerzas para estrechar el sitio; y por fin, la ciudad, sin
204 LA CIUDAD DE MONCADA

esperanza de socorro alguno y diezmada por el hambre,


pide capitulación y se rinde. El principio de siglo IX res-
plan dece con destellos gloriosos. Era un sábado a fines de
octubre del año 801, cuando la ciudad se entrega, y el hijo
de Carlomagno esperó a hacer su entrada triunfal al si
guiente día para que la Religión santificara la conquista.
A raíz de esta victoria, Cataluña que había empezado la
guerra de la independencia casi al mismo tiempo que Astu­
rias, quedaba agregada al Imperio de Carlo-Magno con el
nombre de Marca-Hispánica.
Todas estas luchas trajeron consigo lógicamente la exis
tencia en Cataluña de muchos capitanes y gente de guerra,
los cuales, repartidos por todos sus límites, se aprestaban
a la defensa del territorio conquistado.
De aquí se infiere, pues, que Cataluña quedó poblada
de la gente que venía en los ejércitos de los reyes de Fran­
cia, integrados por alemanes, franceses y muchos naciona­
les huidos de España pOr causa de los moros. Y de estas
tres naciones, traen su origen todos los linajes de Cataluña,
derivándose de estos últimos la mayor parte de los nuestros.
De entre los primeros conquistadores que vinieron, se­
ñalan las historias a Auger, señor de Catalón, en la Guinea,
capitaneando a nueve famosos caballeros, y entre los que se
menciona a Dapifer de Moneada, como el más principal,
puesto que, muerto Auger, le sucedió en el gobierno y car­
go de general.
Era Dapifer de Moneada, señor alemán, de la casa y
sangre de los cristianísimos duques de Baviera, y de tal
forma se distinguió en las batallas, que al hacer el Reparti­
miento el emperador Carlomagno o su hijo el emperador
Ludovico Pío del principado de Cataluña, fué el primero y
EL LINAJE DE LOS MONCADAS 205

más aventajado, siendo un hijo suyo el primero que obtuvo


el título de Conde, después del de Barcelona, hacia el
año 815.
Comúnmente se ha creído que Dapifer era el nombre
propio del caballero alemán, o tal vez el apellido, siendo
error lo uno y lo otro, puesto que dicho vocablo correspon­
día a cierto cargo que se desempeñaba en el palacio de los
reyes y que comprendía la superintendencia sobre todos los
demás oficios domésticos de la real casa. En el lugar que
cronológicamente le corresponde en la genealogía de los
caballeros de Moneada, caremos su verdadero nombre.
De este, pues, caballero Dapifer, arranca toda la descen­
dencia de los Moneada que, unas veces llamándose Gastón,
otras veces Guillem y otras Pedro, Otho, etc., van destacán­
dose sucesivamente en nuestra historia por su heroísmo y
caballerosidad, y siempre al servicio de los reyes; pudién­
dose afirmar que los Moneadas son los restauradores de
nuestra nacionalidad durante los siglos XII, XIII y XIV.
Tomaron su nombre del castillo y pueblo de Moneada, si­
tuado en orillas del río Besos, a 8 kilómetros de Barcelona
y el escudo de esta casa está formado por un campo de
gules con ocho besantes de oro.
Aunque de primera intención no parezca tener relación
alguna lo concerniente al linaje de los Moneadas con lo que
hace referencia a nuestra Moneada, enjuiciando algunos tal
vez fuera de propósito este capítulo en nuestro Ensayo His­
tórico, sin embargo, a poco que paremos la atención, nos
saltará a los ojos la importancia que tiene el que traigamos
alguna noticia, siquera ligerísima, de esta ilustre familia,
no ya por la analogía de vocablo, sino porque uno de sus
miembros, D. Pedro de Moneada, viene a ligarse intimá­
is
206 LA CIUDAD DE MONCADA
A A jW íf Q-*
mente con la ciudad, objeto de nuestra Monografía Históri­
ca, ya que él fue el primer señor de ella después de la Re­
conquista como se ha visto en el Capítulo terecero.
Damos a continuación la geneaología de los caballeros
de Moneada, cuyo origen es casi legendario, remontándonos
a los primeros siglos de la Era Cristiana y recopilando lo
más completamente posible, cuanto de esta antigua e ilus­
tre familia, traen los más célebres y documentados trata­
distas. Hasta D. Fray Pedro, primer señor de la ciudad de
Moneada, daremos la genealogía en forma cronológica, re­
sumiendo después los hechos más importantes en los que
se mencionan caballeros de este linaje.

RAMA TRONCAL

Señores de Moneada—Condes y después Marqueses de


Aytona.

HUNNO VELIPHO.—Que vivía en el año 400 del na­


cimiento de nuestro Señor Jesucristo. Descendía de Hércu­
les, antiguo rey de Alemania, undécimo de los Sármatas
que allí dominaron. Le sucede su hijo
Adelgerio que fué electo rey de los Bávaros, hacia el
año 456, rehusando aceptar la corona, y ostentando sola­
mente el título de duque, sucediéndole en el ducado su hijo
Theodón que casó con con doña Reguaburga la cual dio
nombre a la ciudad que hoy se llama Ratisbona de Alema­
nia. Peleó contra los romanos y murió en el año 512. Sígue­
le como duque de los bávaros su hijo
Theodón, llamado el Magno. Luchó contra los romanos,
venciéndoles en o batallas. Casó con doña Lucila, hija de
EL LINAJE DE LOS MONCADAS 207

Auberto, primer señor de Alsacia. Falleció en 537, dejan­


do tres hijos: Theodon, Ot'non y
Theodebaldo, el cual herede el señorío de los Montes
Arterianos, ostentando el título de duque de Baviera. Abra­
zó la Religión Católica, siendo bautizado por San Ruperto
Murió en el año 567 sucediéndole su hijo
Tafilón a quien dieron muerte los Henetes durante la
invasión de Baviera en el año 598, siguiéndole su hijo
Garibaldo que continuó la guerra contra los Henetes,
venciéndoles. Casó con doña Gela, hija de Gibulso de los
Longobardos de Italia y murió en el año 612, dejando un
hijo que se llamó
Theodón que ostentó el título de duque de Baviera y fué
padre de Theodoberto (que heredó el ducado) y de
Tafilón el cual fué duque y prefecto en el Norico Ri-
pense, entre Austria y Lorena. Murió en el año 650 y le
sucedió su hijo
Grimoído, duque de Baviera y muerto en 695. Dejó dos
hijos: Plectrudis, la cual casó con Pipino ,teniendo por
hijo a Carlos Martel y
Theodón que casó con doña Glisonota, muriendo en 708.
Fué padre de Theodón (el cual de su matrimonio con doña
Willetruda, tuvo por hija a doña Juhinolda que, según al­
gunos tratadistas, casó a su vez con Carlos Burtel) y de
Grimoído, duque de Baviera. Vivió éste amancebado con
la mujer de su hermano Theodón, recriminándole S. Cor-
viniano esta falta, lo cual le valió al santo el destierro. Mu­
rió Grimoído en una conspiración levantada cotra él de­
jando tres hijos: Alberto, Odgerio y Uto. Citaremos los dos
últimos.
Odgerio es el nombre del Dapifer a que hemos aludido
208 LA CIUDAD D E MONCADA

antes de dar comienzo a esta genealogía. Pasó a Francia


para defenderse de la conjuración en la que murió su padre
y después pasa a Cataluña para luchar contra los moros.
Fundó un castillo no lejos de la ciudad de Barcelona que
se llamó Mont-Cathaló o sea Castillo de Monte Catalán, por
cuya circunstancia se empezó a llamarle Odgerio Cathaló.
Dicho castillo se considera como el primitivo solar de la
familia de Mont-Cathaló, nombre que, corrompiéndose con
el tiempo se convirtió en Moneada. Murió Ogderio en 759.
Uto pasó a Cataluña con su hermano Ogderio y por
muerte de éste, le sucedió en el cargo de Dapifer. Continuó
la guerra contra los moros, venciendo a los reyes de Fraga,
Segorbe y Toledo. Dejó entre otros hijos a
Arnulfo Mont-Cathaló a quien el emperador Ludovico
Pío dió en feudo la tierra de Moneada (Cataluña), gozando
asimismo de la dignidad de Dapifer. Murió en 798. Tuvo
dos hijos: Armengol (Primer conde de Urgel) y
Othon Mont-Cathaló u Otón de Moneada, señor de Vich
sucediéndole su hijo
Arnulfo de Moneada, el cual se distinguió notablemente
por sus servicios al Emperador Carlos el Calvo quien se
hospedó en su castillo de Moneada. Falleció en 855 dejando
un hijo llamado
Gastón de Moneada, al cual cabe el honor de haber con­
tribuido a la emancipación de Cataluña, del imperio fran­
co (año 874) ayudando eficazmente a Wifredo el Velloso,
quien logra por fin radicarse en sus estados, después de
haberse declarado el primer conde independiente. Murió
Gastón en el año 895 y le sucedió su hijo
Guillem de Moneada que después de haber servido a los
condes de Barcelona, muere en 930, siendo padre de
E scudo de
D. P edro A lp icat

E scudo d e arm as
d e l linaje d e los
M o n ead a
EL LINAJE DE LOS MONCADAS 209

Otón de Moneada, el cual contrajo matrimonio con una


hija del conde de Barcelona Sewifredo y de su mujer doña
María). Murió en 937. Tuvo un hijo llamado
Ramón de Moneada. ( -j- 967) que a su vez fué padre de
Guillem Ramón de Moneada. Se distinguió este caballero
por los servicios que prestó al Conde Borrell II en la re­
cuperación de Barcelona, de la que se había apoderado A1-
manzor. Murió en la batalla de Matabons en 993. Sucedióle
su hijo
Guillem de Moneada (-j- año 1000) que fué padre de
Ramón de Moneada, el cual, formó parte, en unión de
otros veinte caballeros, de las Cortes que se reunieron en
Barcelona por iniciativa del conde Ramón Berenguer I, lla­
mado el Viejo, en las que se abolió el Fuero Juzgo y se es­
tablecieron los Usatjes. Casó con doña Sancha, muriendo
en 1052. Tuvo un hijo que se llamó
Ramón Guillem de Moneada, que casó con doña Felipa
y murió en el año 1100, siendo padre de
Ramón Guillem de Moneada, el cual heredó la mitad de
Vich y ostentó el título de Gran Senescal de Cataluña, dig­
nidad que desde entonces fué incorporada a la casa de
Moneada (1). Contrajo matrimonio con doña Inés. Murió
en 1118, sucediéndole su hijo
Guillem Ramón de Moneada, que heredó la senescalía
de su padre y al cual cabe la gloria de haber conseguido la
unión de Aragón y Cataluña, mediante el matrimonio del
hijo del conde Ramón Berenguer IV con la infanta doña Pe­
tronila (hija y heredera del rey de Aragón Ramiro II el
Monje, tan célebre en la historia por su gesto conocido vul-

( i ) L a senescalía era la prim era dignidad de C atalu ñ a después del soberano,


-m u y parecida a la del condestable de C astilla.
210 LA CIUDAD DE MONCADA

garmete por la campana de Huesca). En recompensa de


tan alto servicio, se le concedió a don Guillem Ramón entre
otros, el título de conde de Aytona ( -j- año 1150). De su ma­
trimonio con doña Beatriz de Moneada tuvo un hijo llamado
Guillem Ramón de Moneada, señor de Vich, Tortosa, Pe-
ñíscola, Mallorca, Menorca y otros estados, el cual contrae
matrimonio con doña María, Vizcondesa de Bearne y por
cuyo motivo empieza con él la genealogía de los Moneadas
bearneses. Murió en 1174, dejando tres hijos: Ramón de
Moneada, Pedro de Moneada y
Gastón de Moneada, el cual fué elegido por los bearneses
para que los gobernase independientemente de la Corona
de Aragón. Se tituló vizconde de Bearne y en el año 1192
el rey don Alonso II de Aragón le hizo donación del con­
dado de Bigorra. Casó con doña Petronila sin dejar suce­
sión por lo que le sucedió en el vizcondado de Bearne su her­
mano . Guillermo Ramón de Moneada, que casó con doña
Guillerma de Castroviejo, sucediéndole su hijo
Guillermo de Moneada y Castroviejo ( j- 1209). De su ma­
trimonio con doña Garsenda tuvo un hijo que se llamó Gastón
de Moneada, el cual contrajo matrimonio con doña Matha,
vizcondesa de Marciano.
Ramón de Moneada vivió en tiempos del rey don Alon­
so II de Aragón. Gozó de la dignidad de Gran Senescal de
Cataluña ( f año 1188). Sucedióle en la senescalía su hijo
Guillem Ramón de Moneada, quien contrajo matrimonio
con doña Constanza de Aragón, hermana de don Jaime I.
Gobernó en Cataluña durante varios años, falleciendo en
1227. Aquí damos fin a la rama troncal de los Moneadas»
para hacer destacar la figura del aguerrido caballero
EL LINAJE DE LOS MONCADAS 211

FRAY PEDRO DE MONCADA, hijo del anterior, prior


de San Juan en Cataluña, señor de Aytona que trae su ma
dre la Infanta y Gran Senescal de Cataluña. Sirve valerosa­
mente con otros caballeros de su nombre, y de su sangre a
don Jaime I en la conquista de Mallorca y el Reino de Va­
lencia. Casó con doña Sivila de Abarca y murió en 1266.
Es este caballero a quien el Rey otorga la propiedad de
Moneada en nuestro Reino. Casi por el mismo tiempo,
doña Guillermina de Moneada casó con el Infante don Pedro
muriendo poco después y dejando en su testamento al Rey,
la baronía de Moneada.

A don Fr. Pedro le sucede su hijo


Pedro de Moneada ( +eño 1304) que de su matrimonio
con doña Elvira de Pinos dejó un hijo que se llamó
Othón de Moneada, el cual prestó excelentes servicios
a los reyes de Aragón don Jaime II y don Alfonso IV, to­
mando por esposa a doña Sanfredina de Lauria (hija del
almirante Roger de Lauria).
En el año 1322, el rey don Jaime II, contrae matrimonio
con doria Elisén de Moneada, la cual, quedando viuda del
rey y sin sucesión, se internó en el monasterio de Pedralva
que ella había fundado.
Por el mismo año florece don Guillem Ramón de Mon­
eada, el cual sirve a don Jaime II en la guerra contra el rey
Federico de Sicilia, distinguiéndose en la jornada de Alme­
ría juntamente con don Otho de Moneada, y siendo des­
pués gobernador y capitán general de Mallorca y en el
año 1326 virrey de Valencia. También luchó valerosamente
en Valencia contra el Infante D. Fernando, que invadía el
reino en lucha con el rey D. Pedro su hermano.
212 LA CIUDAD DE MONCADA

En tiempos de don Alfonso XI, llamado el Justiciero,


un numeroso ejército de benemerines, viene a España, lla­
mados por los moros de Granada para vengar la muerte
del príncipe Abdelmelik, pero los moros son derrotados
cerca de Tarifa, en la célebre batalla del Salado, gracias a
la intervención eficacísima del gran almirante de Castilla
don Roger de Mendoza, que con su flota desbarata los pla­
nes del ejército invasor. Algunos años después aparece don
Roger como gobernador de Valencia.
Hacia el año 1347, los señores genoveses de la casa de
Oria, después de varias tentativas, lograron por fin el le­
vantamiento de la isla de Cerdeña contra la corona de Ara­
gón, y entre los caballeros valencianos que al mando de
varias compañías pasaron a la isla para sofocar la rebelión
mencionan las historias a don Agradante de Moneada.
Dos caballeros Moneadas, don Guillem Ramón y don
Gastón, se distinguen notablemente en 1363, luchando por
el rey de Aragón en guerra contra el de Castilla, siendo
don Gastón de Moneada uno de los nombrados en las Cor­
tes que se reunieron en Zaragoza en 1380 para resolver en
tiempo del cisma, a cuál de los dos pontífices había de pres­
tarse obediencia en el reino de Aragón.
En el año 1409, don Guillem Ramón de Moneada (hijo
de don Otho, señor de Chiva) camarero mayor del rey don
Martín, era quinto virrey y capitán general de Valencia.
Cuando Cataluña negó la obediencia al rey don Juan I
y siguiendo al príncipe don Carlos de Navarra, levantó ar­
mas contra él, no le faltaron muchos caballeros Moneadas
que, sirviéndole como a su rey y señor pelearon esforzada­
mente contra los rebeldes, en la batalla de Rubinat derro­
tándoles completamente.
EL LINAJE DE LOS MONCADAS 213

En el año 1510, el rey don Fernando el Católico nombró


virrey de Sicilia a don Hugo de Moneada, natural de Va­
lencia. Era del hábito de San Juan y fallecido el Rey Ca­
tólico en 1516 y sucediéndole el emperador Carlos V, con
el pretexto de que aún no tenía la confirmación del virrei­
nato firmado por el nuevo rey, se alborotaron con don Hugo
los palerminos negándole la obediencia, alentados^por algu­
nos señores, pero de momento, pudo el virrey dominar la
sublevación. No obstante, el pueblo aspiraba a sacudir de
sí el yugo de los españoles, y más, odiando como odiaban
al Ofiicio de la Santa Inquisición, por lo que instigados por
un monje agustino, Fray Gerónimo Veronés, se levantaron
contra los judíos ensambenitados por orden de la Inquisición
y les despojaron de los sambenitos, alegando que no eran
dignos de llevar sobre sí la sacrosanta insignia de la Cruz
lo cual dió motivo a que el pueblo acabara de alborotarse
y a negar la obediencia al virrey, y a tal punto llegó la hos­
tilidad y la osadía de los palerminos, que un hombre obs­
curo, al encontrarse con don Hugo en la calle, se atrevió a
-exigirle que abandonara el gobierno de la isla.
El virrey contestó a tan insolente proposición ordenan­
do la detención del autor de ella, pero esto fué la chispa que
provocó el incendio. Toda ia población de Palermo se suble­
vó contra el virrey y se amotinó ante el palacio de éste con
intención de matarle:
Escolano describe con brillante colorido aquellos terri­
bles instantes para don Hugo de Moneada, pues no tenía
éste entonces soldados, y sólo podía contar con el apoyo de
algunos servidores leales y de sus amigos don Antonio de
Moneada, conde de Adrano y don Juan de Luna, conde de
Calatabellota.
214 LA CIUDAD DE MONCADA

Estos caballeros, espada en mano, sostuvieron el pri­


mer empuje de los sediciosos, pero éstos, por fin, lograron
penetrar en el palacio, por lo que don Hugo, completamente
solo, se vio obligado a escapar por una puerta falsa, bajando
a la playa donde se embarcó con dirección a Messina.
No permaneció mucho tiempo en dicho punto, pues fué
llamado a Flandes donde se encontraba el emperador don
Carlos, el cual, conociendo bien el valor y prendas de
don Hugo de Moneada, le nombró capitán general de su
armada en el año 1519 y virrey de Nápoles en 1528. Murió
heroicamente luchando contra los franceses durante el sitio
de Nápoles. Su cuerpo, según afirma el P. Mariana, fué
trasladado a Valencia y sepultado en el Convento de Nues­
tra Señora del Remedio, de la Orden de la Santísima Tri­
nidad en un magnífico túmulo de mármol y su busto se
colocó entre los demás de su familia.
Esta fundación de Nuestra Señora del Remedio, fué
espléndidamente favorecida por un ilustre procer y piadoso
prelado del mismo linaje, D. Guillem Ramón de Moneada,
obispo de Tarazona y Gran Canciller del Rey D. Fernando
el Católico. A expensas suyas se concluyó la obra del con­
vento en el año 1516, erigiendo tres magníficos sepulcros
en el presbiterio; uno para sus padres D. Juan de Moneada
y Marquesa de Villaragut; otro para su hermano D. Hugo,
del que hablábamos anteriormente, y el tercero para otro
individuo de la misma familia, D. Gastón de Moneada, de
quien haremos luego mención.
El P. José Rodríguez, en una de sus obras, describe así
el sepulcro de los padres del fundador: «Tiene de largo 10
palmos y de ancho 7; levántase del suelo con dos pendien­
tes por esquina; es todo de alabastro y oro; susténtanlo.
EL LINAJE DE LOS MONCADAS 215

doce leones al natural; a plomo de cada león, arranca una


pilastra con su base y capitel, cargando sobre un pedestal
de palmo y medio de alto; las pilastras son estriadas, y
entre pilastra y pilastra se forman dos nichos, que todos
hacen número de doce, seis a cada superficie lateral, cada
uno con su concha, autorizando doce figuras entalladas que
denotan ser las virtudes morales. A la parte posterior se
ven las efigies de dos niños arrodillados sobre cojines; los
de la parte anterior tienen dos escudos grandes con las ar
mas de los Moneadas y de los Marqueses de Villaragut;
sobre los escudos vuelan alquitrave, friso con florones cu­
riosos y escudos diferentes y cornisa, en cuya circunferen­
cia se lee esta inscripción con letras de oro: = Nobilibus
D. Joani de Moneada et Marquesae de Villaragut. Parenti-
bus dulciss. ex Divi Francisci templo huc traslatis, Pie-
tissimus filius Guillelmus Rai. Tiraconensis Episcop. haec
B. M. fecit. Qui et has Sanctae Trinitati, Opiferoe Virgini,
Divo Michaeli, aras dicaverat. Anno M.D.XVI. = Coronan
esta real fábrica dos bultos de talla entera, recostados sobre
las pendientes; el de la parte derecha es varón, está ar­
mado con una espada en la mano y un fiel can, muy al na­
tural, a sus pies. El de siniestra es de señora anciana, y
ella, y el caballero, tienen las cabezas sobre unos almohado­
nes y ambos representan a los cuerpos que contiene el
sepulcro, que son los Padres de nuestro ilustrísimo Fun­
dador.»
Este sepulcro que tan gráficamente nos describe el Pa­
dre Rodríguez, quedó todo destruido entre los escombros
cuando el convento fué arrasado poco después de la ex­
claustración.
En el servicio al emperador Carlos V, sucedió a D. Hugo-
216 LA CIUDAD DE MONCADA

su sobrino D. Miguel de Moneada, valenciano, señor de Vi


llamarchante y de la baronía de Callosa, distinguiéndose en
las guerras de Francia y Queldres y durante el peinado de
Felipe II luchó heroicamente contra los turcos en la batalla
del Golfo de Lepanto (año 1571). Fué nombrado poco des­
pués virrey de Cerdeña, y acabado el virreinato, ocupó uno
de los puestos del consejo de su Majestad.
Hija de D. Miguel fué D ,a Catalina de Moneada y Bou,
que contrajo matrimonio con su primo D. Gastón de Mon­
eada, al que arriba hemos aludido y el cual era hijo primo­
génito de D. Francisco de Moneada (marqués de Aytona.
26.° virrey y capitán general'de Valencia en 1581). Fué Don
Gastón, sucesivamente, -virrey de Cerdeña, embajador ordi­
nario de Felipe III en la Corte Pontificia, consejero de Es­
tado y Guerra y virrey de Aragón, falleciendo en 1615
Dice Llórente que en 1869 se proyectó construir un
barrio para obreros en la explanada que se extendía entre
la Ciudadela y la puerta del Mar (precisamente donde si­
glos atrás se levantaba el convento de Nuestra Señora del
Remedio) y al abrir los cimientos se halló una estatua de
mármol, figurando un caballero puesto de rodillas, con ar­
madura y espada ceñida, obra artística y notable por la
naturalidad de la actitud y de la expresión. Era la estatua
orante de D. Gastón de Moneada (1). El P. Rodríguez des­
cribe así el sepulcro de este caballero: «El sepulcro de
D. Gastón formaba un nicho de medio punto, dentro del
cual estaba su estatua arrodillada. En el friso del mausoleo
se leía esta inscripción = Gastondus de Moneada, est. Qui
obiit septimus Chalendas Septembris. Anno 1615.»

(i) Esta estatua de mármol se conserva en la Sección Arqueológica del Museo


Provincial.
D. G a s tó n d e M on ead a
Museo de Valencia
EL LINAJE DE LOS MONCADAS 217

Nos luiríamos interminables si intentáramos siquiera


enumerar lodos los caballeros Moneadas valencianos que
han destacado en la Historia Nacional. De ellos ha escrito
un moderno publicista: «No hay empresa arriesgada en la
cual el nombre de los Moneadas no ande asociado, ni do-
i i i i i ol o importante de nuestra historia a cuyo pie su firma
no se lea, ni conde ni monarca de la nación catalano-arago-
n e s a . en cuyo séquito no figuren, ni episodio importante del
que no sean partícipes, ni suceso glorioso al cual no estén
enlaza; os».
Bástenos, para finalizar este capítulo, decir que, en el
siglo XVI, la familia de los Moneadas ostentaba, no sola­
mente el título de su riqueza y alcurnia, sino más bien
el timbre glorioso de todo el prestigio que la leyenda añadía
a la historia de aquellos hombres que, en siglos obscuros
y lejanos, habían luchado tenazmente contra el poderío
musulmán. Prestigio que aumentó más todavía, la indiscu­
tible ciencia y santidad de algunos de sus miembros, que
llegaron a ser famosos escritores y egregios Prelados de la
Iglesia.
™1
CAPITULO XV

PATRONA Y A B O G A D A

S U M A R I O

La Religión Católica
Los Santos
Devociones populares
Santa Bárbara y Moneada
Reliquia de la Santa
Su autenticidad
Hechos milagrosos
Ermitorio de Santa Bárbara
Fiestas
No hay en el mundo fuerza alguna, capaz de arrancar
al hombre lo que por naturaleza lleva impreso en lo más
íntimo de su ser, esto es, el sentimiento religioso.
Una misma liturgia ha unido a todos los pueblos: el
comunicarse con su Dios. Y esta comunicación de afectos
entre el hombre y su Criador, no sólo ha subsistido inte­
riormente, sino que siempre, a través de la historia, ha
tenido su manifestación externa por medio del culto. No
podría haber una religión sin culto, como no puede subsis­
tir el hombre sin el cuerpo
La religión católica, divina en su origen, es eminente­
mente litúrgica. Nuestros altares son verdaderos Calvarios,
en donde, sin interrupción, se sacrifica la víctima divina.
Nuestras imágenes transmiten ofrendas y plegarias a los
ángeles y santos en ellas representados. Nuestros pueblos,
los pueblos católicos, mucho más sabios que los filósofos,
han sabido reflejar al exterior su más íntimo sentimiento
religioso, con sus devociones que, bien podríamos llamar
populares, escogiendo por patronos y tutelares a aquél o
aquellos que, constituyendo, diríamos así, la áristocracia del
Cristianismo y que llamamos santos, les han inspirado, por
las diversas características de su vida heroica, particular e
íntima devoción.
16
222 LA CIUDAD DE MONCADA

A diferencia de los homenajes que continuamente vemos


dedicar al talento y valor humanos, y que se desvanecen
tan pronto como el polvo de los huesos del homenajeado,
la veneración que el pueblo cristiano rinde a sus santos
escogidos, jamás perece, como jamás perecerán las vene­
randas reliquias de sus huesos, porque es el Señor quien
los guarda, según expresión del Real Profeta David: «Cus
todit Dominus ossa eorum» (1).
Esto nos dará una razón clarísima de porqué Moneada
rinde sus más férvidos homenajes a la Gloriosa mártir
Santa Bárbara y tributa un culto especial a su_ reliquia
veneranda, que ha sido siempre y será para los hijos de
esta población, su consuelo, su luz, su esperanza y su
, tesoro.
Se pierde ya en la memoria de los tiempos el origen de
la devoción de Moneada a Santa Bárbara.
Generaciones y generaciones han venido postrándose
ante la Imagen y Reliquia de su santa Patrona, para impla
rar el socorro que jamás de los hombres han podido recibir.
Consiste esta preciada Reliquia, en una de las falanges
de un dedo de la mano da Santa Bárbara, cuya autenticidad
se confirmó con auto público; y fué traída desde Roma, a
principios del siglo XVI, por el presbítero, Beneficiado de
la Parroquia de Moneada Fray Don Alejandro de Blanes,
de la Orden de Montesa (2), cuando acompañó al Marqués
de los Vélez, con ocasión de ser nombrado éste, virrey de
Nápoles.
Aunque no hemos podido dar con el documento aludido.

(1 ) Salmo X X X I I I , versículo 21.


(2 ) T o d av ía se conoce hoy p o r el “ H o rt de B la n es”, -lo que fué casa solariega
d e dicho linaje.
PATRONA Y ABOGADA 223

sin embargo poseemos un testimonio de veracidad que


sería imprudente rechazar. El P. Jaime Ferrer, Francis­
cano, en su «Historia y predicable Trialpha de la gloriosa
Santa Bárbara», hablando de las Reliquias de la Santa que
se veneran en diferentes Iglesias, cita, entre otras, la de
Moneada, y afirmando lo anteriormente expuesto, lo re­
frenda con estas palabras: «Así por carta suya me lo tiene
escrito y certificado el Dr. Fr. Luis Gosalbo, Cura de dicha
Yglesia» (1).
El relicario en que está engastada tan preciada joya es
preciosísimo; todo él es de plata y con finísimos adornos
de coral, verdaderos encajes de un subido valor artístico,
que nos trae a la memoria aquella delicada orfebrería del
Renacimiento.
Con el asalto a_la Iglesia Parroquial por las furias revo­
lucionarias de 1936 y su provocado incendio, hubiera pere­
cido la Reliquia veneranda, como perecieron retablos, alta­
res, imágenes y objetos de un valor histórico y artístico
incomparables; pero la entereza del digno Cura Párroco,
Don José Vila Alfaro, a quien Moneada debe reconoci­
miento de eterna gratitud, la salvó, aun con peligro de su
vida, de la destrucción general.
Los beneficios que, en todos los órdenes, han recibido
los hijos de esta población y también extraños, por media­
ción de la Reliquia de la Santa Mártir, son innumerables
De prodigiosos milagros califica el P. Ferrer los siguien­
tes hechos, obrados por intercesión de la Santa Patrona y
que cita en su obra antes apuntada.
Por el estilo sencillo y piadoso con que están relatados,
preferimos transcribirlos tal como fueron publicados.

(i) B arcelona, 1703, pág. 339.


224 LA CIUDAD D E MONCADA

«En catorce de Enero del año 1693, a las seis de la no­


che, y al tocar a la puerta de su casa Antonio Mari Notario,
vecino y natural de dicho Lugar le tiraron un escopetazo;
y exclamando a la Gloriosa Santa Bárbara, aunque las balas
le agujerearon la capa y la puerta, ningún daño recibió de
ellas; antes bien, el agresor quedó en tierra tendido, y
en la mano muy mal herido, a causa, o por ocasión de que
la escopeta se le rebentó. En agradecimiento de este favor,
y portento, dicho Mari Notario celebra una Fiesta a Santa
Bárbara cada año. Lo más singular de este devoto de la
Santa Gloriosa, y digno de escribirse para eterna memoria,
es el haber sido intercesor para librarle la vida a su agre­
sor; pues llevándole ya a la horca en Valencia, interce­
diendo por él, le libró de ella; y si bien está en Italia des­
terrado; pero la libertad de cada día la está esperando, y
su mesmo agraviado, e intercesor deseando»... «En el año
1699, por el verano, estando conjurando Mossen Josef Ri-
chart, Vicario del sobredicho Lugar de Moneada, con el
Lignum Crucis, comenzó a caer piedra con abundancia; y
fué a tomar la Reliquia de Santa Bárbara; y assi como
sacó la reliquia de la Santa, cesó instantáneamente la pie­
dra; y la que había caído; ningún daño hizo.» «Al otro día
del Corpus del año 1701, vino una horrenda tempestad de
piedra; que talando los circumvecinos campos, dexó _el
término de Moneada intacto; y en agradecimiento de este
beneficio, y fineza, se le hizo a la Santa una muy solemne
fiesta»... «En el mesmo lugar de Moneada dióle a Concordia
Berenguer una retención de urina y cámara, que le duró
por espacio de tres días, y le puso tan en extremo, que
teniéndola por desauciada, le dieron los Santos Sacramen­
tos: viendo su hija D.a Angélica Avenós que se moría sin
PATRONA Y ABOGADA 225

remedio, hizo que nueve doncellas fuesen a rogar por su


vida a Santa Bárbara en su mesma Hermita; y hecha esta
diligencia, luego empezó a excrementar y por puntos co­
brar salud perfecta. Viéndose también sin remedio la dicha
D.a Angélica, y tan agravada por unas úlceras internas que
padecía en la garganta, se mandó sacar de la alcoba a la
Sala, donde con dos velas encendidas estaba la Santa; y
puesta en su presencia, la pidió (juntamente con un Reli­
gioso de mi Provincia que se llamaba Fray Thomáe de
Santa María) salud, si le convenía: y luego le dió tos, y
hecho por la garganta un duruzón de materia muy guaxa-
da, con que al instante se sintió buena y sana. Todos lo atri­
buyeron a milagro de la Santa Gloriosa; y para dexar de
el agradecimiento y memoria, hizo retratar a la Santa, y
así en un quadro, y en su mesma Hermita colocarlo.»
«Viéndose en otra penosa dolencia la dicha D.a Angélica,
de todo un lado tullida, a causa de que le había dado una
apopleixa: dia de la Santa se mandó llevar en una galera
a su Hermita, y allí en una silla asentada, asistió a toda la
Misa y Sermón; y la salud a la Santa repetidas veces pidió:
cuando al tiempo de levantar a Dios, ya empezó a sentir
algún alivio en su mal, y acabada la Misa, si bien se levantó
ayudándola; pero luego comenzó a andar por su pie, que­
dando libre y sana, y dexando la muleta en la Hermita de
la Santa.» «María Casans, del mesmo lugar de Moneada,
natural, sobre haber tenido felix parto y tener las tetas de
leche llenas, no podía ni una sola gota despedir de ellas:
y habiendo hecho la medicina sus diligencias, ni por esas
pudo conseguir que saliera; por lo cual le aconsejó el
Médico, que para bien librar de su dolor, tomase medicinas
que le hiciese retirar la leche. Ya la tuvo prevenida para
226 LA CIUDAD D E MONCADA

tomarla; mas viendo su pobreza, y que a esa causa no


podía dar a criar a su hija, exclamó a Santa Bárbara, su
gran devota, pidiéndole, que si la daba remedio a su mal,
y modo, para con su propia leche (desembarazados los con­
ductos de ella) criar a su hija, le daría la mejor de tres
sortijas que tenía. Cosa raral fué tan presto oida, y reme­
diada de la Santa que al instante de por sí, y antes de apli­
car la criatura a los pechos, salió ya leche de ellos, a vista
de los de su casa, y muchas personas vecinas que allí esta­
ban. Cumplió su promesa, dándole a la Santa la sortija,
como yo mesmo la he visto en su Hermita» (1).

La continua protección que visiblemente y desde tiem­


pos muy remotos venía otorgando Santa Bárbara a los mo­
radores de esta cristiana población, hacía brotar en todos
los corazones, sentimientos de la más viva gratitud, que
vinieron a cristalizar en una idea común; la de levantar
una Ermita en su honor.
Muy pronto este proyecto se plasmó en la más consola­
dora realidad, y Moneada erigía, sobre las ruinas de una
pequeña Capilla, dedicada a San Ponce, el actual Ermitorio
en honor a su Patrona y Abogada.
Ningún documento hemos- encontrado que haga referen­
cia a la época de la construcción de dicho Ermitorio. Mar­
tínez Aloy, en su «Geografía del Reino de Valencia» (2)
dice, que se construyó a raíz del prodigio obrado por la
reliquia dé Santa Bárbara en 1701, y que anteriormente he­
mos relatado. Sanchis Sivera, en su «Nomenclátor» y en

(r) O b ra citada. P á g in a s 370 y siguientes.


(2 ) Tomo I , pág. 985.

PATRONA Y ABOGADA 227

el artículo «Monteada», siguiendo a M. Aloy, da la misma


fecha de 1701. Y así se ha venido repitiendo en artículos de
prensa y hasta en trabajos premiados en certámenes lite­
rarios.
Pero Martínez Aloy no anduvo en esto muy acertado,
por haberle .seguramente faltado la documentación precisa.
Y por tanto, tampoco los que le siguieron y calcaron.
No es del siglo XVIII la fábrica de la Ermita de Santa
Bárbara. Es preciso remontarse un poco más.
No ha mucho, se publicó en un reportaje de prensa va­
lenciana, que «...el origen del magnífico edificio, se remonta
probablemente, al siglo XIV...» x v l / > ' /U
Esto, por el contrario, nos parece un poco exagerado.
Lo que sí podemos probar con documentos a la mano
es que, a mediados del siglo XVII, ya estaba la Ermita
edificada. Y en una nota que hemos hallado en el «Libro
de Visitas de 1699», consta que, en dicho año se estaba do­
rando el retablo del Altar Mayor (1).
La Ermita es bastante capaz y proporcionada; una de
las más amplias de la diócesis. De estilo Renacimiento,
consta de una sola nave con crucero y esbelta cúpula; y en
cada lado hay construidas tres capillas.
En el Altar Mayor destaca la hermosa y antigua Ima­
gen de la Santa. Y decimos antigua, porque si bien es ver­
dad que hubo de ser restaurado su cuerpo, como conse­
cuencia de la devastación de 1936, sin embargo, la cabeza
primitiva fué salvada providencialmente de las llamas. Para
que los hijos de Moneada pudieran todavía hoy, alzar, como

( i ) A rchivo de la M etropolitana. V isitas. R. 604, íol. 607.— V éase en el


A péndice de D ocum entos, núm . 22, el In v e n ta rio de la E rm ita, hecho en el citado
año.
228 LA CIUDAD DE MONCADA

sus antepasados, los ojos rodados de lágrimas, y posarlos


suplicantes y esperanzados en el rostro acariciante y pro­
tector de su Patrona y Abogada.
En la primera mitad del siglo pasado y con motivo de
haber sufrido la ornamentación algunos desperfectos, fué
renovada la Ermita, según consta por la inscripción que
puede verse en la parte interior del frontis de la puerta
de entrada y que dice: «Se renovó a expensas de los devo­
tos y Ayuntamiento de este pueblo. Año 1832.»
La fachada, coronada por la espadaña, es sencilla, pero
airosa. Y las siete arcadas que constituyen el pórtico, acu­
san bien a las claras la arquitectura de la época.
Fué también este Ermitorio, objeto de la devastación
sacrilega en 1936, desapareciendo altares laterales, imáge­
nes y todos los exvotos que llenaban el Altar principal y
que constituían el magnífico exponente de la gratitud de
un pueblo, y testimonio fidelísimo de la multitud de favo­
res dispensados por Santa Bárbara a sus devotos.
Asimismo desapareció la secular y elegante avenida de
cipreses que daba acceso al Ermitorio y que, aparte de
embellecer aquel lugar~con su característico matiz de aus­
teridad suavísima, daba la sensación de una guardia peren­
ne de honor que Moneada formara un día ante el recoleto
palacio de la Santa de Nicomedia, dos veces reina: por la
virginidad y por el martirio (1).
También fueron derribadas, como ya hemos dicho en
otro lugar de esta Obra, las «casetas» o «pasos» del Calva-

( i ) R ecientem ente se han plantado nuevos cipreses. C uando estos pequeños


árboles lleguen a dar u n d ía la som bra que d a b an los anteriores, nosotros habrem os
pasado ya. O tra generación vendrá a d isfru ta rla, sen tad a al borde de n u e stra
tum ba.
PATRONa y a b o g a d a 229

rio, testigos de tantas escenas piadosísimas, como fueron


las distintas romerías gue convergían hacia la Imagen de
la Santa. Merece destacarse la celebrada en el ...' año 1904, a
la que se asoció un brillante número de fieles de los pue­
blos limítrofes (1).
A raíz del portento obrado por la Reliquia de la Santa,
en 27 de mayo de 1701, Moneada ha celebrado oportuna­
mente y con pompa inusitada la conmemoración del cen­
tenario. Las fiestas de 1901 (segundo Centenario) resulta­
ron brillantísimas. Los pueblos más cercanos se asociaron
con júbilo a tan magno acontecimiento, y asistieron en
masa a la solemnísima procesión, llevando al frente la
Imagen Titular de cada Parroquia. La Reliquia veneranda
de la Patrona de Moneada, sobre magníficas andas y llevada
a hombros de cuatro sacerdotes, recorrió triunfalmente las
calles de la población, cuajadas de guirnaldas y arcos de
triunfo. Los moncadenses renovaban una vez más su espí­
ritu de fe, de amor y devoción a su santa Protectora, que,
en todo momento, ha sido, sigue siendo y será su espe­
ranza y su consuelo.
La fiesta principal en honor a la insigne Patrona de
Moneada, se celebra anualmente el día 9 de septiembre, en
lajíglesia Parroquial. Pero la festividad típica y tradicional,
4
se concentra en la Ermita, el día propio de la Santa de
Nicomedia, 4 de diciembre. Todavía quedan resabios de la
antigua y famosa «Fira de l’Ermita» que se instalaba en
aquella magnífica explanada. Y sobre todo, el célebre y
clásico «porrat», únicamente comparable con el popular de
«San Miguel de Lliria».

( i ) Se calcula q u e asistieron unos 20.000 fieles, pertenecientes a 35 pueblos,


llevando 72 estan d artes y 42 coros de música. E l núm ero de sacerdotes sobrepasó
del centenar.
d e Santa Bárbara en su Relicario
Cliché del autor
CAPITULO XVI

LA MADRE PARROQUIA

SUMARI O

Origen del Cristianismo en Moneada


La cristiandad después de la conquista
de la Torre
La Iglesia antigua
El templo actual
Rectores y Curas de Moneada hasta el
siglo XVIII
Curas de la misma, hasta hoy
Fundaciones de Beneficios
Culto parroquial en el siglo XVII
Cartas cruzadas entre Felipe II y el
Beato Juan de Ribera
Visita Pastoral de 1682
Desmembración de la Iglesia de Aliara
del Patriarca
Cofradía de Nuestra Señora de lo s
Desamparados
Asociaciéñes y Cofradías
A partir de la revolución de 1936
Fiestas principales
Los orígenes del cristianismo en Moneada son antiquísi­
mos. Siendo un hecho probado por los restos arqueológicos
que nos han quedado y de los que haremos estudio en su
debido lugar, la existencia de núcleos de edificaciones ante­
riores a la Era Cristiana, no es improbable que, como toda
la región valenciana, recibiese ya Moneada en el primer siglo
del Cristianismo, la luz del Evangelio, con la predicación de
los Varones Apostólicos que, desde Roma, mandaron San
Pedro y San Pablo hacia el año 63 del Nacimiento de Nues­
tro Señor Jesucristo.
Viene a refrendar esta opinión, la misma posición geo­
gráfica de nuestra población, no muy distante de una de las
principales vías romanas; la que desde las Galias llegaba a
los Pirineos y por Tarragona, atravesando la región levan­
tina, venía a morir en Cartagena; ya que, como dice Chabás,
«las primeras Iglesias se han ido fundando en esta dirección
como han demostrado recientes estudios» (1).
Ningún monumento arqueológico ni epigráfico, sin em­
bargo, ha podido encontrarse hasta el presente, que pudiera
darnos alguna luz de aquella primera cristiandad de Mon-

(i) Episcopologio V alentino, Tom o I , p á g in a 25.


234 LA CIUDAD DE MONCADA

cada. Las continuas invasiones, principalmente la de los


árabes, sofocaron toda manifestación de fe cristiana, aunque
no es de suponer una apostasía en masa de aquella pequeña,
pero fervorosa grey.
Con la conquista por D. Jaime, Moneada se constituye en
una nueva cristiandad. La Carta-Puebla otorgada en 1248,
claramente nos lo indica: «Se dió a poblar a cristianos vie­
jos...»; y aunque de la creación de parroquias en la dióce­
sis, tenemos pocos documentos, ninguno en particular de esta
o de aquella población, no cabe duda que, para este núcleo
de cristianos, se designaría un sacerdote, edificándose enton­
ces una nueva Iglesia, o habilitándose, ya purificada la mez­
quita árabe existente. Esta fué la primera providencia que
tomó el Conquistador después de la rendición de Valencia,
empezando por la mezquita mayor de la Capital, que dedicó
a la Santísima Virgen y terminando con las de los rincones
más apartados, empezando así la restauración religiosa en
nuestro reino.
¿Dónde estaba emplazada la antigua Iglesia? Nada he­
mos encontrado que nos orientara sobre este punto tan inte­
resante.
Mientras unos opinan que estaría en el extremo occiden­
tal de la calle Mayor (Caudillo) y que al derribarla para
construir la actual se erigió en el mismo sitio la «Cruz de
Quintana» que, como dijimos en el capítulo primero se con­
serva en el Museo de Valencia, opinión algo inverosímil,
otros creen, y esto nos parece más viable, que estaría em­
plazada en lo que fué Castillo, como era costumbre en los
siglos XIII y XIV. Sin embargo, parece lo más probable que
la antigua y reducida Iglesia estuvo emplazada no muy lejos
de la actual; quizá en el mismo sitio que hoy es Capilla de
LA MADRE PARROQUIA 235

la Comunión. Nos induce a creerlo así, la sencillísima razón


de que, precisamente junto a este mismo lugar, se hallaba
el Osario; y sabido es, como dijimos ya en el Capítulo se­
gundo, que antiguamente, los osarios eran verdaderos ce­
menterios parroquiales, ya que formaban con la Iglesia
parroquial un solo edificio. Dos fechas que todavía pueden
verse sobre el frontón triangular de dos puertas, hoy tapia­
das, en la actual Capilla de Comunión, parecen confirmar
nuestra opinión. Se abrían estas puertas a derecha e izquier­
da del muro rasgado en arco toral, que hoy empuja por este
lado la pequeña cúpula. La fecha que se lee en la puerta
de la izquierda es la de 1647: el mismo año, sin duda, en
que empezaron las obras del actual Templo; y en la de la
derecha, la de 1721. Esta fecha no puede hacer relación a
la terminación de las obras, puesto que, como diremos des­
pués, el nuevo templo, ya terminado, fué consagrado a fines
del siglo XVII; sino más bien parece concordar con la ins­
talación de la V. O. T. de San Francisco en la nueva Capilla.
Por los restos que nos quedan en otros lugares, podemos
conocer la disposición de estas Iglesias valencianas medie­
vales que generalmente, eran de una sola nave con capillas
laterales y arcadas góticas que sostenían el maderamen de
la cubierta, semejante a la estructura de las mezquitas ára­
bes. El procedimiento de cubierta, era por medio de vigas
apoyadas sobre los arcos torales. El interior de esta techum­
bre era policromado y con decoración semejante al mu-
déjar (1).

( i ) T o d av ía podem os ad m irar esta clase de policrom ado en lo que fué a n ti­


g u am en te Ig le sia de G odella, y q u e hoy no es sino u n obscuro rincón inservible de
la actual, ¡ L á stim a g ran d e que no se h ay a sabido conservar esta joya artística,
preservándola de la hum edad que h a borrado confusam ente los trazos m ás precio­
sos y d e lic ad o s!
236 LA CIUDAD D E MONCADA

El actual templo parroquial empezó a construirse, se­


gún hemos dicho, hacia el año 1647, siendo consagrado el 8
de septiembre de 1696 por el Obispo Titular de Oroya, Don
Isidro Aparici Gilart (1), auxiliar del Arzobispo Rocaberti;
concediéndosele entonces el privilegio de celebrar la fiesta
de su Dedicación con Octava, la primera Dominica después
de la Santísima Virgen (2).
La planta de la Iglesia es un rectángulo sin giróla. Sus
dimensiones son: 29’53 metros de longitud, por 8’91 metros
de anchura, elevándose los muros 9’47 metros. Cinco arcos
de medio punto, sustentados por pilastras adosadas a los
muros, forman a cada lado otras tantas Capillas.
De estilo Renacimiento, su ornamentación, después de
haber pasado por distintas vicisitudes de varias épocas y
gustos, desapareció completamente en 1946. El saqueo, la
destrucción y las llamas del incendio lo devoraron todo. A l­
tares, imágenes, retablos, lienzos valiosísimos (algunos de
ellos de Espinosa (8), orfebrería, etc., todo desapareció, que­
dando únicamente, para baldón e ignominia de aquellos que
consintieron y aún provocaron tamaños desafueros sacrile­
gos, cuatro muros desnudos y ennegrecidos, que sirvieron
después de almacén general.
Con la liberación, empezó también la difícil y penosa
tarea de la obra de reconstrucción del Templo Arciprestal,
en la que se lleva invertido ya más de medio millón de pe­
setas, y otro tanto que habrá necesidad aún de gastar, si se
quiere llegar a su prístina ornamentación.

(i) E ra este Obispo n a tu ra l de B enifaraig.


(a ) E n la revolución de 1936 desapareció la lá p id a conm em orativa de e s te
privilegio. E sta b a enclavada en la p a rte d e la E p ísto la del A lta r M ayor.
(3) Sanchis Sivera. A rqueología y A rte , p á g in a 928.
LA MADRE PARROQUIA 237

La nueva Mesa del Altar Mayor, toda ella de mármol,


resalta por su elegancia de líneas sencillísimas; y ostenta
en el centro del frontal la Cruz gloriosa de Montesa. Preside
al fondo, en su hornacina provisional, la veneranda imagen
de Santiago Apóstol, Titular y Patrono de la Parroquia. Fal­
ta aún el retablo, que la generación actual todavía tiene
arrestos para levantar.
Son ya varias las Imágenes, todas de talla en madera,
que llenan las hornacinas y algunos retablos de las Capillas
laterales, entre las que destacan, la del Sagrado Corazón,
Santísima Virgen de los Desamparados, Inmaculada Con­
cepción, Santa Bárbara, etc., obras acabadas de nuestros
imagineros Ponsoda, Vicent, Lloréns y otros.
La capilla de Comunión, aunque no muy amplia, es de
buen gusto arquitectónico. Forma crucero, y cuatro arcos
torales sustentan una reducida cúpula con linterna. El Sa­
grario, verdadera joya de orfebrería, de estilo Renacimiento,
es obra del artista Vicente March, y su valor se tasó en 22.000
pesetas.
La fachada lateral, donde tiene el Templo su puerta prin­
cipal, está ornamentada con unas pilastras que sustentan un
nicho ligeramente adornado y donde se veía la imagen de
San Jaime. Hoy, el nicho está vacío, y los adornos y pilas­
tras sufrieron también los efectos de la furia destructora.
Sólo queda intacta una fecha histórica. —AÑO 1697— ; fecha
que nos recuerda la terminación del actual templo parroquial.
La Torre-Campanario es airosa y esbelta. Las campanas,
de vibrante y armónico sonido que conocíamos desde nuestra
niñez, fueron todas arrancadas de sus sitiales en 1936, rotas
en cien pedazos y lanzadas al arroyo, incluso la llamada
17
238 LA CIUDAD DE MONCADA

«Virgen del Patrocinio» (1) Pasada la revolución y recupe­


rados los fragmentos, casi en su totalidad, refundiéronse y
se construyeron de nuevo tres campanas, que son las que ac­
tualmente existen y que llevan estos nombres: «San Jaime»,
«Santa Bárbara» y «Virgen del Patrocinio».
La primera noticia cierta de la existencia de un sacerdote
al frente de la parroquia de Moneada, la tenemos por la Car­
ta de Población otorgada en el año 1248 y que damos a cono­
cer en el lugar que en este Libro le corresponde. En ella
aparece que Bernardo de Barberán, Capellán de Moneada,
«Capellanus Montis Catani», hace escribir y cerrar dicho do­
cumento, como máxima autoridad eclesiástica local, por man­
dato de Fr. Gualterio, Comendador de la Orden del Temple
en Valencia (2).
Dos documentos existentes en el Archivo de la Catedral
de Valencia, fechados en 15 y 18 de mayo, respectivamente,
del año 1291, nos dan también noticias de otro sacerdote.
Están escritos en pergamino; siendo ei primero, el nombra­
miento de procurador, hecho por Arnaldo de Riusech; y el
segundo, la sustitución de poderes, hecha por Pedro de Tor-
tosa, apoderado de Ramón de Montañana, canónigo de Léri­
da y Rector de Alcira. Los dos nombramientos están a favor
de «Pedro de Artés, cura de Moneada...» (3).
De los curas anteriores a 1248 y hasta 1291, nada sabemos.
De los posteriores, hubiera sido nuestro deseo dar una
relación completa; pero la destrucción del Archivo Parro­
quial nos lo ha impedido. Por distintos documentos de di­
versos Archivos, hemos podido averiguar fechas y nombres;

(1) B e e sta cam pana claremos noticia a su debido tiem po. P o r haber perdido
su prim itiva sonoridad, había sido refundida ya en el año 1902.
(2) V éase C apítulo V , página 71 y A péndice de D ocum entos, núm . 5.
(3) A rchivo de la M etropolitana. Pergam ino, núm . 1830.
LA MADRE PARROQUIA 239

pero siempre aislados por enormes vacíos que difícilmente


podremos llenar. Unicamente desde 1771, la relación crono­
lógica que damos, es exacta, pues afortunadamente, entre
tanta desolación, hemes encontrado salvados del incendio
los «Quinqué Libri» desde dicho año.

CURAS DE MONCADA

En el año 1248.—Don Bernardo de Barberán. (Carta-


Puebla. Archivo Histórico Nacional.)
En 1291.—Don Pedro de A.rtés. (Documento del Archivo
de la Metropolitana.)
En 1389.—Don Jaime de Carros. (Documento del Archivo
del Arzobispado.)
En 1485.—Don Pedro de Bellemont. (Documento del Ar­
chivo General del Reino.)
En 1569.—Don J v. i a Onofre Sentpere. (Documentos del
Archivo General del Reino.)
En 1618.—Fr. Don Tomás Insa. (Documento del Archivo
General del Reino.)
En 1630.—Fr. Don Baltasar Primo. (Documento del Ar­
chivo de la Metropolitana.)
En 1645.—Fr. Don Marcos García. (Documento del Ar­
chivo de la Metropolitana.)
En 1659.—Fr. Don Juan Bta. Morillo. (Documento del
Archivo de la Metropolitana.)
En 1666.—Fr. Don Gerónimo Tristany. (Documento del
Archivo General de Reino.)
En 1695.—Rector, Fr. Don Antonio Sánchez. (Documen­
to del Archivo de la Metropolitana.)
240 LA CIUDAD DE MONCADA

En 1699.—Ecónomo Mosén José Ricart. (Documento del


Archivo de la Metropolitana.) (1).
En 1711.—Rector, Fr. Don Luis Gosalbo. (Documento
del Archivo General del Reino.)
En 1728.—Fr. Don Ignacio Pérez de Scatín. (Diversos do­
cumentos de los Archivos General del Reino y Real Colegio
de Corpus Christi.)
En 1753.—Rector, Fr. Don Alejandro Torres. (Documento
del Archivo Histórico Nacional.)
En 1771.—Rector, Don Frey Alejandro Torres. (De los
«Quinqué Libri».)
En 1782.—Ecónomo, Don Jacinto Xavaloyas.
En 1783.—Rector, Dr. Frey D. Vicente Trilles.
En 1840.—Ecónomo, Don Manuel Torquet.
En 1842.—Rector, Don Salvador Estupiñá.
En 1844.—Rector, Don Vicente Valls.
En 1851.—Ecónomo, Don Vicente Carreras.
En 1852.—Rector, Frey Don José Linares.
En 1857.—Regente, Don Francisco Salvador.
En 1858.—Rector, Fray Don José Linares (2).
En 1864.—Ecónomo, Don Antonio Vives Bonet.
En 1864.—Ecónomo, Don Vicente García.
En 1866.—Ecónomo, Don Francisco Codina.
En 1868.—Ecónomo, Fray Carlos Alpuente.
En 1877.—Ecónomo, Don Vicente Sanz.

(1) Nótese que este Mn. José Ricart no pertenecía a la Orden de Montesa,
no obstante estar vinculada la Rectoría de Moneada a caballeros de dicha Orden.
Ello obedece a que en el año 1604, el Papa Clemente VIJI, por Breve de i.° de
julio, dejó en libertad a la Orden para que dicha Rectoría pudiera también pro­
veerse con sacerdotes seculares. El Breve del Papa termina así: “...Datis Romae
apud Sanctum Marcum ^ub annulo Piscatoris die prima Julii anno a Nativitate
Domini Millessimo Sexcentésimo quarto. ” (Archivo de la Metropolitana. Libra
de Visitas. R. 604, fo. 608.)
(2) Ultimo Cura de la Orden y Religión de Montesa.
Torre Parroquial y Cú p ul a de la C om u n ió n
Cliché del autor
LA MADRE PARROQUIA 241

En 1879.—Párroco, Doctor Don Gabriel Payá Amat.


En 1903.—Ecónomo, Don Facundo Roglá Alarte.
En 1909.—Párroco, Don Joaquín Bel Albert.
En 1912.—Ecónomo, Doctor Don Roque Granell Bosch.
En 1913.—Párroca, Don Juan Bta. Casañs Gurrea.
En 1922.—Regente, Don Camilo Porta Tormo.
En 1929.—Párroco, Don José R. Vila Alfaro (1).

La renta de la Rectoría de la Parroquia de Moneada se


calculaba a mediados del siglo XVII, sobre unas 600 libras
anuales; y procedía de los frutos primiciales de Moneada y
sus anejos Aliara, Benifaraig y Masarrochos.
En el último tercio de dicho siglo, la Parroquia de Mon­
eada contaba con ocho espléndidas fundaciones de Beneficios,
según consta por documento manuscrito y en cuya portada
de pergamino se lee: «Memoria deis Benifets instituits y
fundáis en la parroquial Yglesia del Glorios Sent Jaume y
sos anexos del lloch de Moneada».
Dada la extensión del texto manuscrito, solamente pu­
blicamos un extracto del mismo, pero sin alterar la esencia
de la transcripción y limitándonos a lo particular de Mon­
eada.
Es como sigue:
«N.° 1—Benifet de Sent Pere i Sent Pau.—Es de percha.
Fundat e instituit per Bernat Gomes en la Capella de la
Font del Batisme, sol la invocació de Sent Pere y Sent Pau.
Institució feta per lo Dr. Francisco de Mera en 27 de se-
tembre de 1577.
Obligació: 10 mises al any.
Es patró lo Conde del Real.

(i) Cura actual.


242 LA CIUDAD DE MONCADA

Poseix: Mr. Felipe Rósete.

N.° 2—Sent Gil.


Fundat en la Capella de Sent Gil Abat per Andreu ColL
Acte rebut per Joan Alemany notari scriva de la cort ecle-«
siástica en 10 de octubre de 1552.
Obligació: Pagar al Reverent Clero tots el anys 25 L.
pera la celebració de una Dobla y Aniversari per Andreu
Coll.
Patró: Lo Magistre de la Seu.
Poseix: Don Vicent Aliaga.

N.° 3—Sant Crucifici.—De percha.


Instituit y fundat per Bertomeu Sabater en lo Altar del
Sant Crucifici.
Acte rebut per Juan Lorens Robres, notari, en 29 de abril
de 1577.
Obligació: 12 mises.
Patró: Los obrers de la Parroquial de Moneada.
Poseix: M.° Juseph Pasqual.

N.° 4—Ntra. Sra. de la Misericordia y Sent Vicent Ferrer..


Fundat per Esperanca Casaña, viuda de Asenci Giner.
Acte rebut per Juan Batiste Giner notari en 26 de agost
de 1602.
Obligació: 12 mises al any.
Patró: Baltasar Giner.
Poseix: M.° Miguel Gavarrot.

N.° 5—Invocació: Sent Berthomeu y Sent Matheu.


Fundat per M.° Miguel Mateu Rastrojo, Prevere en lo al­
tar major de Sent Jaume.
LA MADRE PARROQUIA 243

Acte rebut per Francés Cordero notari en 2 de juny de


1614.
Obligació: 40 mises tots los anys.
Patró: Juan Alós de Foyos.
Poseix: M.° Juseph Tarrasa.

N.° 6—Invocació: Sent March.


Fundat per Ofrecia Alpicat y de Casaña en lo altar de
Sant March.
Acte rebut per Félix Belasco notari en 4 de abril de 1664
Obligació: 20 mises anuals.
Patró: Baltasar Giner.
Poseix: M.° Juseph Navarro.

N.° 7—Invocació Sant Christo.


Fundat per Juan Alguera, ilaurador de Masarrochos en
lo altar del Sant Christo.
Acte rebut per Antonio Ferrer notari en 27 de maig de
1623.
Obligació: 40 mises anuals.
Patró: El Rector de Moneada.
P oseix: M.° Tomás Caudet.

N.° 8—Invocació: Ntra. Sra. deis Desamparats.


Fundat per Juseph Gavarrot en lo altar de Ntra. Sra. deis
Desamparats.
Acte rebut per Dr. Andreu Mulet Notari Apostolic de la
Curia Eclesiástica en 28 de agost de 1690.
Obligació: 20 mises anuals.
Patró: Juseph Gavarrot y els seus.
Poseix: M.° Miguel Gavarrot.
Dotació: 400 L.»
244 LA CIUDAD DE MONCADA

Al final del manuscrito y ya dentro del siglo XVIII, hay


constancia de un nuevo Beneficio.

«N.° 9—Smm. Sacrament.


Fundat per Matheu Bailach habitador en Aliara, en la
Capella de la Comunió.
Acte rebut per Antoni Mari notari en 23 de juliol de 1701.
Poseix en 1760: Dr. Mariano Bailach.» (1)

Para formarnos idea cabal de la solemnidad y esplendi­


dez con que se celebraba el Culto en esta Iglesia Parroquial,
nos bastará transcribir el siguiente manuscrito que, unido al
final del anterior, está fechado también en el año 1691.

«Taula de les Dobles Amortizades celebradores en Mon­


eada.—
Janer—5; Febrer—1; Mars—3; Abril—7; Maig—6 ;
Juny— 13; Juliol—6 ; Agost—9; Setembre—5; octbre—5;
Novembre—4; Decembre—10.
Renta: 1 L.
Memoria de les Mises Cantades en orgue y Diaques.— (2)
Janer—4; Febrer—2; Mars—1; Abril—6 ; Maig—2;
Juny—3; Juliol—8 ; Agost—3; Setembre—5; Octubre—2;
Novembre—2; Desembre—6.
Renta. 1 L.

Memoria de les Dobles Votives que es celebren en esta


Parroquial.
Febrer—Purificado de Ntra. Sra.

(1) A rchivo G eneral del R eino. C onventos, R eg. 2361.


(2 ) M in istro s : D iácono y Subdiácono.
LA MADRE PARROQUIA 245

S. Juseph y prosesó claustral.


Mars—Resurrecció—prosesó general.
La Encarnació.
Sant Pons—Prosesó a la Creu del Boleador .(1).
Maig-^-Tota la Octava del Corpus—Misa cantada—Ter­
cia, Vespres y Completes.
Dia Corpus y prosesó.
Cofrades del Sacrament dia siguient del Corpus—Misa y
prosesó claustral.
Juliol—Sant Jaume—Prosesó.
Sants de la Pedra.
Agost—Asunció—Tota la Octava Misa Cantada, Tercia,
Vespres y Completes—Prosesó general.
La Nativitat de Ntra. Sra.—Prosesó general.
Setembre—Dedicado de la Iglesia de Moneada en la Do­
minica después de la Octava de la Nativitat de Ntra. Sra.—
•Sermó. lres. y 2ons. vespres, Maitines y Laudes.
Desembre—-Santa Bárbara—Prosesó, Maitines Cantades
Concepció—Per la Cofradía.
Cada 3er dumenge—Prosesó claustral.» (2).
Respecto a las Misas cantadas de Réquiem o de difuntos,
su total anual, según hemos visto en Documento de 1699,
era de unos ciento cincuenta Aniversarios.

A mitad del siglo XVII le fué concedido por el Papa al


rey Felipe II el derecho de patronazgo de todas las rectorías
de las villas pertenecientes a la Orden de Montesaí
Por lo que esta concesión hace relación a Moneada, he­
mos encontrado una Carta del Rey dirigida al entonces vi-

(1) E s ta C ruz se hallab a enclavada en la p arte L evante de la población,


ju n to al actu al M atadero.
(2 ) A rchivo G eneral del Reino. Conventos, R eg. 2361.
246 LA CIUDAD DE MONCADA

rrey y Arzobispo de Valencia, el Beato Juan de Ribera, cuyo


fiel contenido es como sigue:

«—El Rey—Muy Rdo. en christo padre patriarca Arzo­


bispo de mi consejo, el consentimiento qu haveis dado para
que su sanctidad me conceda el patronazgo de las Rectorías:
de las villas de la Mensa Magistral y orden de Montesa que
son de esse Arzobispado le embie a Roma muchos dias ha,
y de dada dia se espera la dicha concesión, y porque entiendo
que podría ser que la Rectoría de Moneada, que es una dellas
haya vacado, si fuese assi os encargo que suspendáis su pro­
visión hasta que venga el breve de la gracia, que en effec-
tuarle assi me daréis contentamiento.—Datis en valia (sic)
madrid a XXIIII de febrero MDXVI. (sic)—Yo el rey.» (1)
Y poco más tarde, escribía de nuevo el Rey al Beato
Juan de Ribera otra Carta en contestación a la que el santo
Prelado le había dirigido, en la que le decía:

« El Rey—Muy Rdo. en Christo padre Patriarca Arzo­


bispo dé mi Consejo con vuestra Carta de 6 de Margo he
entendido que no ha fellecido el Rector de Moneada que es
Lugar de la Mensa Magistral de Montesa, y que en cualquier
caso de vaccante proveeréis esta Rectoría., en persona de há­
bito a mi voluntad y la con que lo offresceis y acudís a ser­
virme en todas las ocasiones estimo y agradezco cuanto es
razón Datis en anover, a XXX de marzo MDXCVI.—Yo el
Rey.» (2)

Hasta bien entrado el siglo XV, Rocafort careció de Igle­


sia, sirviéndose en todo le espiritual de la de Moneada, 'a

(1) A rchivo del P atriarca. Leg. 3, núm . 25.


(2 ) Ibid. L eg . 3, núm . 28.
LA MADRE PARROQUIA 247

cual era al mismo tiempo Parroquia matriz de las Iglesias,


de Aliara, Benifaraig y Masarrochos; siendo el „Clero de Mon­
eada el que servía estas filiales (1).
No debía de andar muy escrupuloso por entonces el ser­
vicio de estas Iglesias filiales, a pesar de los diez o doce
sacerdotes que constituían el Clero de Moneada, por cuanto
en la Visita Pastoral efectuada en el año 1682 por el Reve­
rendísimo Arzobispo Rocaberti, tuvo este Prelado que im­
poner su autoridad suprema, como es de ver por el siguiente
documento:

«Certifico el infrafirmado en nombre de Archivero desta


Iglesia Parroquial de Moneada, que en la Visita del año 1682
hecha por el Sr. Arzobispo Rocaberti, hay un Mandato sép­
timo cuyo tenor es el siguiente—Item por quanto nos ha
constado que en la Yglesia y Lugar de Aliara y en las Ygle-
sias y Lugares de Benifaraig y Masarrochos anexos a la de
Moneada, se dexan de celebrar las fiestas del Corpus de Ntra.
Sra. de Agosto y Titulares de aquellas en sus dias propios y
Octavas, y con aquella solemnidad y alborozo que siempre
se han hecho. Por tanto mandó su Escelencia el Arzobispo
mi Sr. que la Fiesta del Corpus y de Ntra. Sra. de Agosto se
hagan y celebren con asistencia del Rector y Clero de Mon­
eada en uno de .los dias de sus Octavas, assiendo las Prose-
ciones con la dicha asistencia y no de otra manera, y los dias
de los Titulares y Patrones de aquellas, se celebren en la
mesma conformidad, y de no cumplirlo se presenten ante
nos, para proveher de maior remedio, y el Rector y Clero de
Moneada tengan obligación de darnos noticia de su cumpli­
miento, sopeña de que todos los defetos que con esto huviere

(i) Benifaraig fue filial de Moneada hasta el Arreglo Parroquial de 1902.


248 LA CIUDAD DE MONCADA

serán sobre sus conciencias.—Y por ser assi verdad lo firmo


y sello oy en 24 de Junio de 1722.» (1)

A fines del siglo XVIII, la Iglesia Parroquial adquirió,


mediante la aportación voluntaria de los feligreses, un mag­
nífico y valioso Viril-Custodia. Así consta en una Nota-Certi­
ficado que hemos visto en los «Quinqué Libri» de 1771 al 84,
fol. 104 y que transcribimos a continuación:

«Domingo dia diez y ocho de febrero del corriente año mil


setecientos ochenta y uno se colocó en el tabernáculo de esta
Iglesia Parroquial del Lugar de Moneada costeado a impulso
de la fervorosa devoción y Limosnas voluntarias de los veci­
nos del mismo Pueblo un Viril-Custodia de Oro, Plata, y
Metal cuyo importe de dicha Custodia o Viril con arreglo y
conforme al Dibuxo hecho por Don Phelipe Fontana Vecino
de la mencionada Ciudad accedió a la Suma de Mil Quatro-
cientas y seis libras un sueldo y quatro dineros de moneda
corriente, en esta forma: Las Quatrocientas treinta y cinco
onzas y siete adarmes de Plata a razón de Catorce reales y
•ocho dineros de moneda corriente por onza, Seiscientas vein­
te y una libras tres sueldos y tres dineros; Las ocho onzas
y dos adarmes de oro que entró para dorarle a razón de vein­
te y seis libras nueve sueldos por onza, doscientas Catorce
libras diez y ocho sueldos y un dinero; Por las hechuras,
azogue, coste de piedras, engastarlas, Armazón de hierro,
Christales, y demás de lo que compone y entra en el todo de
la obra, Seiscientas libras. Se empezó i.-, trabajar en la obra
por el mes de Diziembre del año 1779. Y se concluyó en el
mes de Enero del año 1784. Y para que conste en lo succesi-

(i) A rchivo del P a triarca . Leg. i , nú ra. 3 .


LA MADRE PARROQUIA 249

vo se nota en este Quinqué Libri.—Ita est. Xavaloyas, Ecó­


nomo.—Rubricado.»

En el año 1807, el Ayuntamiento de Aliara del Patriarca


solicitó al entonces Arzobispo de Valencia, Fr. Veremundo
Arias Texeiro, la desmembración de su Iglesia de la de Mon­
eada.
Esta solicitud, que se conserva en el Archivo del Patriar­
ca, fué atendida favorablemente, como consta por el Decreto
auténtico que se custodia igualmente en el citado Archivo;
en virtud del cual, se desmembraba la Iglesia de Aliara de su
Iglesia Matriz de Moneada, erigiéndola en Iglesia Parroquial.
El documento está fechado en 23 de septiembre de 1815 (1).
Elevada la Parroquia de Moneada a la categoría de Tér­
mino y con jurisdicción arciprestal, esta jurisdicción, después
de sufrir algunas variantes, se extiende a las parroquias si­
guientes: Albalat deis Sorells, Albuixech, Aliara del Patriar­
ca, Bétera, Foyos, Godella, Meliana, Museros, Náquera, Pa­
terna, Rocafort, Serra y Vinalesa. Ejerce también su juris­
dicción sobre los anejos de Alquería de Roca, Casas de
Bárcena, Emperador (Venta del), Mahuella, Mirambell y
Tauladella.

COFRADIAS.—Unos años después de la erección canó­


nica de la Cofradía de Ntra. Sra. de los Desamparados en
Valencia, se erigió en la Parroquia de Moneada, por privile­
gio del Rey D. Fernando el Católico, mediante rescripto fe­
chado en 5 de diciembre de 1481, una Cofradía bajo la misma
advocación. Años después, esta Cofradía fué confirmada y

(i) Véase Apéndice de Documentos, núm. 27


250 I A CIUDAD DE MONCADA

enriquecida con indulgencias por el Papa Paulo V, mediante


Bula de 7 de septiembre de 1610.
No andamos errados afirmando que la Parroquia de Mon­
eada fué la primera de la diócesis en dar culto a la Santísima
Virgen bajo este dulcísimo título, y que la Imagen de la Vir­
gen de los Desamparados costeada entonces por la Cofradía
naciente, era reproducción exacta y la primera, de la que ve­
neramos en el Camarín de la Real Capilla, hoy Basílica
Menor de Valencia.
El libro que contenía la Historia y vicisitudes de esta
Cofradía de Ntra. Sra. de los Desamparados, que se custo­
diaba en el Archivo Parroquial, y la lápida conmemorativa
que estaba empotrada en el muro lateral del Presbiterio (lado
del Evangelio), todo desapareció. Lo que los invasores y
hordas extranjeras respetaron, durante cinco siglos, unos
cuantos desalmados, hijos de España y para vergüenza de
su Patria, lo hicieron desaparecer para siempre en la revolu­
ción del 36.
Esta Cofradía hq sido hasta el presente, desde su funda­
ción, la que ha dado en Moneada mayores señales de vitali­
dad parroquial; y aunque en su larga existencia ha habido
algún lunarcillo, no de disciplina interior, sino, puramente
administrativo, éste ha servido para acrecentar cada día más
el fervor, la devoción y la solemnidad con que Moneada
honra y venera a su Madre la Santísima Virgen de los Des­
amparados.
Una de estas pequeñas cosas a que hemos aludido, está
contenida en un Proceso que se nos vino a las manos y que
damos a nuestros lectores solamente a título de curiosidad.
D ice:
«Año 1719—Die XX mensis Septembris MDCCXVIIII—
LA MADRE PARROQUIA 251

El Rvdo. Pedro Pardo Sacerdote Síndico del Cura y Cape­


llanes de la Parrochial Yglesia del Lugar de Moneada expo­
nente como mejor puede dize; que Diego Montagud Labra­
dor del mismo Lugar Clavario que fué de la Cofradía de
Ntra. Sra. de los Desamparados fundada en la dicha Iglesia
Parroquial, en el año 1718 está deviendo ál dicho Clero y
por este exponente como a su Syndico, que es según consta
en otros pleytos la cantidad de quarenta y Cinco libras ..
en cumplimiento de 62 L. ... que ha importado la celebrasión
que en el discurso de dicho año ha hecho por dicha Cofradía
y de orden de dicho Clavario según consta del Certificado
por el Racional de dicho Clero sellado con el Sello del mismo
en fecha de 16 de Setiembre corriente de este año, que pre­
senta in quantum. Y se le haya solicitado al dicho Montagut
para qüe pagase dicha quantía en muchas ocasiones no se ha
podido lograr. Por tanto et alias con la clausula omni meliori
modo atento suplica que se le mande al dicho Diego Monta­
gut Labrador de Moneada y pague el exponente infra decem
las dichas 45 L. con cominación de execusion.—Por ser assi
atentamente cum expensis etc. Implorando etc.—Die 20 Se-
tembris 1719— (Firma ilegible) Certificado del Racional del
Clero de Moneada.—Firma: Mn. Joseph Calderer Racional.
— (Sello parroquial en seco)» (1).

Una fecha muy reciente quedará con caracteres de gloria


en el historial de esta Cofradía: 8 de septiembre de 1948.
Moneada toda apareció engalanada como en los días de
más grande solemnidad. Los hijos de Moneada, todos unidos,
sin distinción y llevando muy hondo como en un solo cora-'
zón, el más acendrado cariño a la Mareta, y volcando al exíe-

(i) A rchivo G eneral de] R eino. R eal A udiencia. Procesos. Leg. 859.
252 LA CIUDAD DE MONCADA

rior el más puro fervor mariano, se congregaron a los pies


de la esbelta torre parroquial. Un ilustre soldado, el Teniente
General don Miguel Abriat, va a imponer a la Imagen de la
Virgen de los Desamparados, el fajín glorioso de Capitana
Generala de los Ejércitos; el mismo fajín que este valiente
soldado de la Patria usara durante la Cruzada de Liberación.
El momento fué de una emoción inenarrable. Y para cerrar
plenamente este hecho histórico, el Alcalde de Moneada, se­
ñor Capilla, ponía en las manos de la Virgen el bastón de
mando, nombrádola Regidora de la Ciudad.
Los veintiún cañonazos disparados en este acto trascen­
dental, hicieron extremecer de júbilo las cenizas de aquellos
gloriosos antepasados, que, tal vez, reposando bajo el mismo
lugar donde la Virgen bendecía a Moneada, esperan la lla­
mada final del día de la resurrección.
Otra Cofradía de bastante raigambre popular es la de
Santiago Apóstol. Fué erigida indudablemente mucho antes
de edificarse el actual Templo parroquial, y está inscrita en
ella la mayor parte de la parroquia, pero especialmente la
juventud.
Tan antigua como la anterior parece ser la Cofradía del
Santísimo Corpus Christi, que fué erigida por Bula del Papa
Paulo III en 13 de abril del año 1549 (1).
Están además, las Cofradías de Santa Bárbara, Minerva,
Asunción de la Virgen, la antiquísima de Nuestra Señora
del Rosario, Congregación de Hijas de María, Congregación
de San Luis Gonzaga, etc.
Son muy florecientes la V. O. T de San Francisco, insta­
lada en la Capilla de la Comunión en 4 de octubre de 1721

( i ) El “ N o m en cláto r Geográfico E clesiástico de la D iócesis d e V alen cia” ,,


equivoca esta fecha y tra e 1599, seguram ente p o r e rro r de im prenta.
Altar d e la Capi lla de la Com uni ón
LA MADRE PARROQUIA 253

por el P. Guardián del Convento de San Diego, Fr. Francisco


Capillac (1) y que cuenta hoy con 164 hermanos. La V. O. T.
del Carmen, instituida canónicamente en 26 de enero de 1905,
aunque dando ya señales de vida por el año 1868. Cuenta con
unas 290 hermanas y unas 150 asociadas.
Ultimamente, la Sección de Adoración Nocturna, fundada
en 1895 y con espléndida vida eucarística. En la noche del
16 al 17 de junio de 1945 celebró sus Bodas de Oro, cuyo
acontecimiento quedará grabado para siempre, por su pompa
y magnificencia, en los anales de la Historia eucarística de
Moneada.
FIESTAS.—Las principales festividades con que la ciu­
dad de Moneada honra a su santo Titular, Patronos y Santos
de su devoción, son las siguientes: San Jaime, 10 de sep­
tiembre; Santa Bárbara, 9 de septiembre y 4 de diciembre;
Virgen de los Desamparados, el segundo domingo de mayo
y el 8 de septiembre; Inmaculada Concepción, segundo do­
mingo de agosto; Asunción de la Virgen, en su día; San
Luis Gonzaga, el primer domingo de septiembre; Nuestra
Señora del Rosario, en un domingo de octubre, etc.

( i ) F u n d ó se este C onvento en A lfara del P a tria rc a el año 1595, tra sla d án ­


dose e l Santísim o S acram en to en procesión solem nísim a desde l a P a rro q u ia de
M oneada, en 23 de abril de dicho año. (Véase A péndice de D ocum entos núm . 1 8
18
C A P I T U L O XVI I

FUENTES DE VI DA

SUMARI O

La vida de la Iglesia Católica


Las Ordenes Religiosas
La Iglesia y Moneada
Las Terciarias Franciscanas
Las Obreras de la Cruz
La piedra más preciosa del estuche de
Moneada: el Seminario
El sacerdote
Proyecto del nuevo Seminario
Bendición y colocación de la primera
piedra
Acta
Estado actual de las obras
Nada atrae tan poderosamente nuestra atención, entre
todos los fenómenos de la naturaleza, como la fecundidad y
desarrollo de los seres. ¡La vida! ¡Cuánta variedad y her­
mosura en todas las manifestaciones de la vida! Desde la
planta más insignificante hasta ol ser más poderoso de los
humanos. ¡Qué gradación tan sublime!
Esta idea de la vida en la Naturaleza, nos hace adivinar,
aunque muy ligeramente, lo que será la vida de Dios; vida
substancial y eterna; vida que se derrama en nuestras almas,
y precisamente por un medio, al parecer ordinario, pero pro­
digioso a lo divino. Funda Dios su Iglesia, y de ella hace
brotar tantos surtidores cuantos son los Sacramentos, que
vivifican las almas con la gracia, verdadera vida divina. La
Iglesia es realmente una madre.
Pero la fecundidad de la Iglesia no es parecida a la ma­
ternidad humana que engendra hijos por ley de sangre y
apetito de carne o por deseo de hombre; todo lo que tiente
ser y vida en la Iglesia, todo nace de Dios, ex Deo nati suríi
(1), porque la Iglesia es divina.
Si la Iglesia no fuese divina, mil veces, al empuje violen-

(i) Evangelio de San J u a n , capítulo I , versículo 14.


258 LA CIUDAD DE MONCADA

to de ias pasiones humanas, hubiera sucumbido y de ella no*


quedaría hoy sino lo que queda de los grandes Imperios que
pasaron para no volver jamás. Después de veinte siglos,
vive todavía la Iglesia y en constante fecundidad.
Hijas son de la Iglesia las Ordenes Religiosas. Son como
la perla más rica y brillante de su corona.
Las vemos despuntar desde los orígenes del Cristianis­
mo, desarrollándose poco a poco, hasta tomar finalmente po­
sesión del mundo. «Hace veinte siglos —dice Mons. Gibier—
que, bajo todos los climas y en todas las razas, las Ordenes
religiosas arrebatan sus hijas a los reyes para convertirlas
en siervas y madres de los pobres, al mundo sus más bellas,
flores para difundir su aroma por toda la Iglesia y hacer que
gocen de él los indigentes, los humildes, los desgraciados,
los desheredados de la fortuna» (1).
En Moneada es evidentísima la acción vivificadora de la
Iglesia Católica. Dos Instituciones magníficas derraman
constantemente vida superabundante.
En primer lugar, la Casa Profesa de Religiosas Terciarias
Franciscanas de la Inmaculada Concepción ; Institución fun­
dada en 1876 y aprobada en 1901 y que en poco más de me­
dio siglo ha extendido prodigiosamente sus ramas por toda
España y aún por el extranjero (2).
En Moneada está también el rico plantel de esta Orden
Religiosa, es decir, el Noviciado. La reformadora, verdadera
fundadora, que, como queda dicho en el capítulo undécimo,
es una preclarísima hija de esta ciudad, la Reverenda Madre
Francisca de la Concepción, quiso el Noviciado aquí; no con­
sintió que esta fuente de vida de su Orden brotara en otras

(1 ) L a Ig le sia y su O bra. Tom o I , p ág in a 120.


(2 ) L a casa M adre e stá establecida en V alencia.
FUENTES DE VIDA 259

tierras, sino aquí, bajo el límpido cielo de Moneada, que ella


tanto amaba, porque bajo este pedazo de cielo brilló en su
mente y cuajó en su corazón la idea esplendorosa, valiente y
decidida de reclutar almas para Dios.
El fin de esta Institución, aparte del perfeccionamiento
espiritual, de sus miembros, es doble: la enseñanza y la ca­
ridad; esta última prestada en hospitales, Casas de Benefi­
cencia, Asilos para ancianos, etc. La magnífica Leprosería
de Fontilles, obra portentosa del eximio valenciano y más
eximio santo, P. Ferrís, S. J., el primer Sanatorio del mundo
en su clase, está a su cuidado.
Dentro dél marco pedagógico, el carácter peculiar de esta
Institución es la enseñanza de sordomudos, y ciegos, en la
que ha llegado a especializarse. Esos verdaderos mutilados,
faltos de sentidos tan vitales, encuentran un poderoso auxi­
lio y un consuelo desconocido en la caridad heroica de las
Terciarias Franciscanas (1).
Los beneficios que, en todo orden, ha reportado este Ins­
tituto a Moneada, son incalculables. Toda la juventud feme­
nina debe su formación a estas abnegadas religiosas; y los
desgraciados niños que, al ingresar en este Asilo de amor y
de paz, llevaban impreso en sus labios el rictus de la doloro-
sa orfandad, salen de él, saturado el corazón de gratitud
eterna hacia estas verdaderas madres que, con su ternura,
fueron capaces de llenar un vacío, que nada ni nadie hubiera
podido llegar a conseguir.

Otra de las Instituciones que la Iglesia Católica ha esta­


blecido en Moneada, es el llamado «Instituto Amor Christi
de Obreras de la Cruz».

'(i)' En Valencia, este Centro de enseñanza g f o z á de verdadera popularidad.


26o LA CIUDAD DE MONCADA

Aunque más reciente, no es menos magnífico el resultado


que viene obteniendo la labor de esta Obra, verdáderamente
evangélica.
Son dignas de admiración estas mujeres «Obreras de la
Cruz», que, sin vestir propiamente el hábito de religiosas,
todo el mundo diría que lo son. De tal modo llevan impreso
en sus almas de virgen el espíritu ascético de su fundador
don Vicente Garrido, ejemplar sacerdote valenciano.
La Iglesia creó la virginidad. Al Imperio romano le cos­
taba sus trabajos para poder encontrar una docena de ves­
tales. La Iglesia ha encontrado las vírgenes a millones, y de
ellas ha llenado los caminos del mundo, como Dios ha llena­
do de estrellas todos los caminos del firmamento.
Se fundó esta Obra en el año 1939, y va tomando tal in­
cremento, que ya son siete las Casas con que cuenta en la
actualidad.
La actuación general de las «Obreras», consiste: en atraer
almas a Cristo y transformarlas en su vida divina, en la se-
selección y desarrollo de los Santos Ejercicios y en trabajos
de recristianización y cooperación a la obra parroquial.
La Casa de Moneada, pudiéramos decir que está destina­
da exclusivamente para Ejercicios Espirituales, pues las
tandas se suceden sin interrupción, y se halla enclavada casi
frente al Cementerio de la población. ¡Admirable retiro es­
tratégico, cara a la muerte, para calar más hondo en lá
reflexión de las verdades eternas!

Pero la Obra cumbre, piedra preciosísima que la Pro­


videncia ha engastado en el recio y secular estuche de esta
ciudad, antiguo Bailío de Ordenes Militares, basta por sí sola
FUENTES DE VIDA 261

para enaltecer el nombre de Moneada y colocarlo por encima


de todos los pueblos de España.
Esta ingente obra de la Iglesia, en su sublime acción vivi­
ficadora, traspasa los límites de lo que jamás Moneada hubie­
ra podido soñar.
Moneada, desde hoy, empieza a grabar con letras que
nunca podrán borrarse, la majestuosa y elegante portada
•de una su nueva historia. Si Moneada no tuviera historia, el
Nuevo Seminario bastaría para que la tuviese. E historia de
veinte siglos, puesto que Moneada quedará vinculada para
■siempre a la Historia de la Iglesia.
¡El Seminario de Moneada!
¡Obra grandiosa, atrevida, que los siglos venideros con­
templarán pásmados de admiración!
¡Maravillosa fuente de vida! ¡Y de vida divina! Porque
es hija de la Iglesia y la Iglesia es la prolongación diríamos,
de Jesucristo, y Jesucristo es Dios.
Del Seminario de Moneada saldrán los nuevos sacerdotes
de la Archidiócesis.
La Iglesia es madre y engendra siempre sacerdotes.
En el Seminario, la Iglesia depura, educa y transfigura
la sangre juvenil, bajo la disciplina del trabajo y de la ora­
ción, y la espiritualiza por la castidad. Modela, según el mé­
todo que escogió en su sabiduría, el espíritu y el corazón de
ese joven, que pronto va a ser sacerdote; no porque él haya
querido serlo, sino porque Dios le ha destinado para que lo
sea; de ese joven que un día, sorprendido en los albores de
su vida por esta pregunta: ¿qué haré?, responde sin vacila
ción e ingresa en el Seminario. Es la vocación. Hubiera po
dido dejarse arrastrar por la fiebre de las ambiciones ierre
nales, carreras brillantes, gloriosas, lucrativas, la riqueza,
262 LA CIUDAD, DE MONCADA

Ja fama, y por encima de todo, por ei sol de la libertad y de


la independencia; pero... no lo bizo. Ingresó en el Seminario.
Y un día,.no lejano, tendrá que ser «luz del mundo y sal de
la tierra».
Y el mundo siempre le señalará con el dedo y siempre
dirá: ¡ He ahí otro Cristo! Porque es Cristo quien le llamó
para que fuera su sacerdote.
Los obras del nuevo Seminario empezaron en 1944, en
amplios terrenos situados al N. E. de la ciudad y a 300 metros
de la Estación del Ferrocarril.
Los planos trazados por el arquitecto diocesano don Vi­
cente Traver, se inspiraron en la idea de hacer del primer
centro, docente eclesiástico de la diócesis, una institución
modelo donde se encuentren perfectamente atendidas todas
las exigencias tan complejas y delicadas como las de "los
Seminarios, conforme a las directrices de los dos últimos
Pontífices.
El proyecto del edificio consta de cuatro cuerpos, uno de
ellos transversal además de su fachada, y en la parte central
de ésta se halla situada una iglesia de amplias dimensiones.
La torre-campanario es de 50 metros de altura.
La fachada, presidida por la Imagen de la Inmaculada
y en planos inferiores, de los santos valencianos, tiéne las
siguientes dimensiones: Altura, 40 metros; ancho total,
157’47 metros ; profundidad, 247’47 metros. La construcción
está distribuida en un semisótano, bajos y tres pisos, con­
tando con seis patios; dos en clausura, dos de jardín y otros
dos de recreo.
El día 21 de abril del citado año de 1944, el entonces Pre­
lado de la Diócesis Valentina, Excmo. Sr. D, Prudencio
Meló Alcalde, firmó en la Casa Municipal de Moneada las
Vista deljTos-Pelat

"
FUENTES DE VIDA 263

escrituras por las que la Diócesis adquiría los terrenos nece­


sarios. El Ayuntamiento de esta Ciudad, dando evidentes
muestras de patriotismo y arraigados sentimientos cristia­
nos, hizo la primera donación de 70 hanegadas de terreno por
un valor total de 400.000 pesetas.
El día 15 de mayo, se bendijo y colocó la primera piedra.
Transcribimos unos fragmentos de los reportajes publi­
cados en uno de los diarios de la Capital y en el Boletín Ofi­
cial del Arzobispado con motivo de dicho acontecimiento.

«...Cualquiera que ayer se hubiese adentrado por las ca­


lóles de Moneada habría adivinado al punto el espectáculo
«singular de todo un pueblo viviendo una sola emoción y
«latiendo a un solo impulso.
«Sus calles artísticamente adornadas, cruzadas de trecho
«en trecho por bellísimos arcos con oportunas inscripciones
«alusivas al acto; el hormiguear constante de sus gentes,
«deseosas de tributar a las autoridades eclesiásticas y civi-
«les el homenaje de su gratitud y respeto; las campanas,
«lanzadas locamente al vuelo; los acordes de innumerables
«músicas; los disparos, en fin, de cohetes, eran la expresión
«auténtica e inteligente de la conciencia cristiana de un pue-
«blo que ha sabido vislumbrar el honor y el provecho espi-
«ritual que para su porvenir supone la instalación del Semi-
«nario en sus terrenos...') (D.

«...Como se anunció, el día 15 de mayo, a las siete de la


«tarde, fué la bendición y colocación de la primera piedra
«del nuevo Seminario Diocesano, en el vecino término mu-
«nicipal de Moneada. La limitación de los transportes limi-

(i) Diario "Levante", martes 16 de mayo de 1944.


264 LA CIUDAD DE MONCADA

«tó también el deseo de la Junta de traer de todo lo ancho


«de la Diócesis representaciones numerosas que presencia-
aran el acto por todos anhelado. Pero no se pudo evitar que,
«a pie, o empleando los ordinarios y escasos trenes especiales*
«se congregaran a esa hora en Moneada miles de almas, an-
«siosas de ser testigos personales del histórico acontecimien-
«to. Reunidas las autoridades en la Casa Municipal, se orga-
«nizó la comitiva, que, por las calles principales de Moneada,
«se dirigió a los terrenos del Nuevo Seminario. Antes de
«llegar, se le agregaron los miembros de Acción Católica e
«invitados, venidos de Valencia en tren especial, a las siete
«de la tarde. Al entrar la comitiva, precedida de todas las
«Falanges, Flechas Navales, bandas de música, entre las que
«figuraba la de la Casa de la Beneficencia, el campo ofrecía
«aspecto grandioso. Una auténtica multitud se apiñaba en
«torno a la tribuna central, mientras centenares de banderas
«nacionales y de Acción Católica se desplegaban al viento
«como símbolo de un acontecimiento triunfal. Entre vítores
«y aclamaciones subieron las autoridades a la tribuna, seve-
«ramente adornada con grandes escudos de España.» ...El
«Secretario de la Junta del Nuevo Seminario, doctor don
«José María Belarte Vicent, dió lectura ante el micrófono
«de unas cuartillas, en ías cuales, después de rendir home-
«naje al señor Arzobispo, como iniciador de la idea del nuevo
«Seminario, expresó los votos de la diócesis por la feliz ter-
«minación de las obras del Seminario, que se iniciaba con
«signo venturoso. A continuación el mencionado secreta-
«rio leyó el acta de la bendición y colocación de la nueva
«piedra, que fué seguidamente firmada por el señor Arzobis-
«po, las jerarquías y autoridades asistentes. Después, el se-
«ñor Arzobispo, ante el respetuoso silencio de la multitud,
FUENTES DE VIDA 265

«bendijo la primera piedra y, con la ayuda , del arquitecto


«diocesano, señor Traver, autor del proyecto, echó sobre la
«misma las primeras paletadas, siguiendo después las auto-
«ridades. Terminada esta ceremonia, empezó a descender la
«primera piedra, entre la emoción y entusiasmo de los cir-
«cunstantes, al que pusieron inenarrable cotrapunto las cam-
«panas lanzadas al vuelo, las músicas con los sones del Him-
«no Nacional y centenares de carcasas que se disparaban a
«los aires, como si quisieran pregonar con sus estampidos a
«todos los rincones de la diócesis que la primera piedra del
«gran Seminario Metropolitano estaba ya colocada.»
«...Y en aquel beso que depositó, con impulso casi in-
«consciente, aquel pequeño seminarista, que se abalanzó
«sobre la piedra que descendía hacia la tierra para ser el
«primer sillar del nuevo edificio, creíamos ver simbolizado
«el cariño y amor que en los corazones valencianos va a des-
«pertar la obra del Seminario, que es, desde aquella memora-
«ble tarde, el gran compromiso de honor de la. Diócesis de
«Valencia» (1).

He aquí el acta que perpetuará tan magno aconteci­


miento :

«ACTA DE LA BENDICION Y COLOCACION DE LA


«PRIMERA PIEDRA DEL NUEVO SEMINARIO DIOCE-
«SANO DE VALENCIA.—En la ciudad de Moneada el lunes
«15 de mayo del año de gracia 1944, día tercero dentro de la
«octava de la festividad litúrgica de Nuestra Señora de los
«Desamparados, Patrona de la ciudad, ocupando la sede pon-
«tificia la Santidad de Pío XII, y bajo el gobierno del Caudillo

(i) Boletín Oficial del Arzobispado, núm. 2.370, página 17S y sigs. .
265 LA CIUDAD DB MONCADA

«de España, Excmo. Sr. D. Francisco Franco Bahamonde,


«Generalísimo de los Ejércitos Nacionales, a mayor gloria de
«la Santísima Trinidad y honor de la Virgen Inmaculada,
«Patrona del Seminario, bajo la protección de los Santos Pa-
«tronos de Valencia Vicente Mártir y Vicente Ferrer y de
«los eximios Arzobispos de la Diócesis Santo Tomás de Vi-
«llanueva y el Beato Juan de Ribera, egregios fundadores de
■«los primeros Seminarios de la ciudad, el Excmo. y Rvdmo.
«Sr. Dr. D. Prudencio Meló y Alcalde, Arzobispo de Valen-
«cia, en presencia de las autoridades militares y civiles de
«la ciudad y provincia y jerarquías del Movimiento, Ca-
«bildo Catedralicio, Claustro de Profesores, representacio-
«nes del Clero Secular y regular, autoridades locales, Junta
«Diocesana de Acción Católica y de un ingente concurso de
«fieles, bendijo solemnemente y colocó la primera piedra del
«nuevo Seminario Diocesano que ha de levantarse en este
«lugar según los planos trazados por el arquitecto del Arzo-
«bispado don Vicente Traver. Para perpetua memoria de
«este acontecimiento se extiende la presente acta que fir-
«mada por su Excia. Rvdma. y las autoridades y jerar-
«quías asistentes se encierra con sendos ejemplares de las
«publicaciones de la ciudad del día de hoy y varias monedas
«de aluminio actualmente en curso en caja de cinc dentro
«de la mencionada piedra» (Sigue las firmas).

Estamos en 1948, y ia «Obra» (nuestra Obra, puesto que


todos en ella hemos puesto nuestro afán), va creciendo en
proporciones insospechadas
El gran pabellón central está ya terminado y en condi­
ciones de recibir en él a todos nuestros seminaristas. Sólo
-el coste de este pabellón, asciende a la suma de quince millo­
nes de pesetas.
FUENTES DE VIDA 267

¿Cómo se ha conseguido ésto, en tiempo proporcional­


mente tan corto y a pesar de tantos obstáculos y dificultades
•que ha sido necesario superar?
A los diecisiete meses de la colocación de la primera pie­
dra, moría en paz el iniciador de esta empresa tan atrevida,
>el Rvdmo. Dr. Meló y Alcalde ( f 31 de octubre de 1945).
La Iglesia valentina quedó en la orfandad. Y aunque no
quedaron totalmente paralizadas las obras del nuevo Semi­
nario, sin embargo, se desarrollaban con ritmo lentísimo.
Y el impulso nos vino del Norte.
Eran necesarios una mano recia y un corazón de apóstol,
y la Providencia divina no tardó en depararlos a la Archi-
diócesis, como regalo exquisito, en la veneranda persona del
nuevo Arzobispo, Excmo. y Rvdmo. Dr. Don Marcelino
Olaechea (1).
Desde su entrada oficial en Valencia (14 de junio de 1946)
y aun mucho antes, la preocupación constante del nuevo
Prelado valentino ha sido el Nuevo Seminario.
El ha sido el realizador de la Obra. En el primer instante
la puso ya en las manos de la Santísima Virgen de los Des­
amparados. Y el corazón de Valencia, totalmente identificado
con el corazón de su Arzobispo, se rindió; y miles de plega­
rias han llegado constantemente y llegan todavía a los oídos
de la Madre «por la feliz continuación y terminación de las
obras del nuevo Seminario».
Esta es la contestación exacta a la pregunta que más
arriba nos hacíamos.
En la última campaña «Pro Seminario», y en corrobora­
ción de lo que venimos diciendo, el Rvdmo. Prelado, dirigía

( i ) El do cto r O laechea h abía estado ya en V alencia, como V isitador de Se


(mínanos.
268 LA CIUDAD DE MONCADA

a todos los valencianos en sus alocuciones radiadas, estas:


palabras «...pero va cundiendo el entusiasmo en la Diócesis,
rivalizando en generosidad los sacerdotes, las autoridades,
de los pueblos y los fieles, y esperamos en el Señor que esa
decidida cooperación de todos nos alentará a ir llevando en
adelante, con el ritmo que los medios lo permitan, las cons­
trucciones en proyecto.»
La fe y la piedad valencianas llegará basta el fin de esta
Obra de titanes, y convertirá en realidades magníficas los:
sueños forjados por un Prelado de mano recia, de mente
clara y de corazón de apóstol.
Saludemos con efusión de gozo ya en Moneada, la próxi­
ma, y de nuevo para Valencia, gloriosa Universidad Pontifi­
cia Valentina.
La V irgen de los D esam parados en su h o rn acin a
Cliché del autor
CAPITULO XVI I I

ANTIGÜEDADES
RESTOS A R Q U E O LO G IC O S

SUMARI O

Reviven los pueblos y las edades


Estaciones arqueológicas en Moneada:
el Tos-Pelat
El Bordell: Colección de monedas ro­
manas; Lápida funeraria romana
El Pouaig: Mosaico de las Nueve Musas
La Pared del Patriarca
Las Cuevas de les Viñetes
Varios

19
Es este uno de los capítulos más interesantes de nuestrr
-Monografía.
La Historia de Moneada, hasta la época del Rey Conquis­
tador, va a renacer ante nosotros, llena de vida, a pesar de
•que sus cimientos se ven asentados sobre ruinas y despojos.
Estas ruinas que vamos a recorrer, obra del tiempo y de
los siglos, no son capaces de entristercernos; antes al con­
trario, son para nosotros objeto de admiración, de estudio
y hasta de poesía; y llegamos hasta hacer revivir aquellos
personajes que un día tuvieron la misma vida que nosotros
y un corazón que latió al impulso de las mismas pasiones
que agitan a los hombres de hoy; que derramaron su inge­
nio y su arte en las obras más bellas que podamos imaginar,
y que, por fin, desaparecieron, dejando un halo de misterio
•sobre estas ruinas seculares.
«Todos los hombres —dice el incomparable e ilustre
Chateaubriand— encuentran cierto atractivo en las ruinas
Este sentimiento nace de la fragilidad de nuestra naturaleza,
.y de una secreta conformidad que se advierte entre los mo­
numentos destruidos y la rapidez de nuestra existencia. A
*esto se añade, además, una idea que consuela nuestra peque-
272 LA CIUDAD DE MONCADA

ñez, viendo que pueblos enteros y hombres, a veces, tan:


famosos, no han podido tampoco pasar de aquel corto nú­
mero de días prefijado a nuestra propia obscuridad. Así pre­
sentan las ruinas una grande moralidad en medio de las es­
cenas de la naturaleza; y cuando llegan a mostrarse en un
cuadro, en vano se procura dirigir la vista a otra parte,,
porque bien pronto vuelve a fijarse en ellas. Y ¿cómo no
habían de pasar las obras de los hombres, cuando el mismo
sol que las alumbra ha de caer un día de sus bóvedas? El
imperio de aquel que le colocó en los cielos, es el único
exento de arruinarse» (1).
Es verdad. Nos atraen estas ruinas de Moneada. Al mis­
mo tiempo que nos hablan de glorias pretéritas, también nos
dicen con su silencio aquella frase, que el mundo alocado
de hoy no quiere oír: «Vosotros también pasaréis». Por lo
menos, para recordar la primera de las postrimerías del
hombre, nos conviene familiarizarnos con las ruinas y con
los muertos.
Contemplemos el paso de los siglos.

TOS-PELAT.—Lindando con el término de Bétera, di­


rección N. O., junto al «Mas del Fondo» y el Barranco de
«l’Hortolá» o «Palmar», se yergue atrevida la gran mole del
cabezo «el Tos-Pelat», cuyos contornos se dibujan y delinean
con trazos fuertes, sobre el fondo azulado de los cielos. En
lo más alto de su cima hay plantado un mojón. Es la deli­
mitación de tres términos: Bétera, Masarrochos y Moneada.
Nos hallamos ante una estación de indiscutible valor ar­
queológico.
Su posición estratégica, defendida naturalmente por tres

(i) Genio del C ristianism o. L ib ro V , capítulo III, página 367.


Ti .1 '
ANTIGÜEDADES. - RESTOS ARQUEOLOGICOS 273

lados y cerrada en su cara N. por un antiquísimo muro de


piedra, cuyas ruinas contemplamos hoy, como último ves­
tigio de edificaciones pretéritas, que el paso destructor de
los siglos se ha encargado de borrar; y la abundancia de
restos de cerámica ibérica, esparcidos por doquier, nos ha­
blan bien a las claras, de que por allí pasó la vida, embelle­
ciendo con su soplo estas ruinas, que, indudablemente fueron
una de las más poderosas acrópolis que florecieron en la
Península Ibérica.
El eminente publicista N. Primitivo Gómez, nos la des­
cribe en todos sus detalles. «Toda la mes-ata —dice— está
llena de restos de cerámica ibérica de todas las formas y
géneros, desde la negra mal cocida y bastante hecha
hasta la finamente acabada y pintada en círculos de ejecu­
ción admirable, palmetas, dientes, fajas y otros; variedad
de pondus, muelas y sillares en aquella bastante grande ex­
tensión, dan idea de la importancia de la titania anterroma-
na, que debió su destrucción seguramente a sus dotes de
valor, patriotismo y ansias de libertad, y que como tantas
otras, no tuvo la dicha como Numancia de que su nombre
•se conservase para que la posteridad pudiese venerarla» (1).
Esta estación arqueológica fué descubierta en 1919 por
el arqueólogo J. Senent Ybáñez. Explorada y denunciada,
todavía no se ha practicado en ella excavación alguna. ¡Oja­
lá esto pudiera realizarse pronto! ¡Cuántas sorpresas nos
reservará, sin duda, el Tos-Pelat, y cuánta luz podrían dar
estas excavaciones para la futura Historia de Moneada!
No lejos de esta estación anterromana, en la misma falda
del Tos-Pelat, y a pocos metros de distancia, dirección E.,
-en los alrededores de un algibe en ruinas, situado junto a

(i) Nota en la Geografía General del Reino de Valencia, de M. Aloy, pág. 985.
274 LA CIUDAD DE MONCADA

un antiguo camino, hoy abandonado, el hallazgo de restos:


de cerámica árabe, acusa la existencia de otra estación ar-
quelógica, de época completamente distinta.
Si solamente con arañar la tierra, encontró el citado ar­
queólogo, fragmentos tan interesantes ¿qué insospechado.
cúmulo de valor histórico podría darnos una excavación a
fondo? ¡Quiera Dios que tengamos la satisfacción de pre­
senciarla y aun de dar nuestra prestación personal! Así vi­
vamente lo deseamos.

EL BORDELL O BORDELLET.—Esta partida, situada


en las proximidades del camino del PontSec, es una de las
estaciones arqueológicas más importantes. Las ruinas de edi­
ficaciones existentes y qiíe pertenecen a dos órdenes de
construcción distintos, y la abundancia de cerámica encon­
trada a ras de tierra, nos lo demuestra.
Los naturales llaman a este lugar «les Paretetes deis;
Moros».
Estamos, sin embargo, ante una estación indudablemente-
romana.
N. Primitivo Gómez nos la describe a sí: «Todos los cam­
pos de estos alrededores están convertidos en espaciosos,
testares, y la cerámica encontrada demuestra ser procedente
de una gran mansión romana, quizá un templo, tal vez por
su extensión, un palacio, o conjunto de edificaciones. En esta
estación arqueológica se ha encontrado restos de barro sa-
guntino, lucernas, ánforas, pondus, muelas y otros, en re­
lativa abundancia, sin necesidad de excavaciones» (1).
También se encontraron muchas monedas; unas, com­
pletamente ilegibles; y otras, aunque no en muy buen esta-

(i) Ibid. Cita anterior.


*
-
-
C laustro del N o v iciad o de Religiosas Franciscanas
ANTIGÜEDADES. - RESTOS ARQUEOLOGICOS 275

do, fueron clasificadas por el numismático valenciano


L. Gallego Romero. La colección de estas monedas pertenece
al señor Primitivo Gómez, quien, con su fineza y bondad ca­
racterísticas, ha tenido a bien facilitarnos la relación de las
mismas. Es la siguiente:

1. a.—Anverso: IMPerafor GORDIANVS PIVS FELIX


AVGustus. (Busto laureado a la derecha).
Reverso: Ilegible.
2. a—Anverso: Quintus HERennius ETRttscus MESsiw.s
DECIVS NOBiZmimus. (Busto a la derecha).
Reverso: PIETAS AUGGusü augustorum Senatus Con-
sulitus.
3. a—Bronce mediano de Calagurris.
Anverso: Busto del Emperador Augusto a la derecha.
Detrás MVNicipium IVLi®; delante: CAL agurris IVLia.
Reverso: Toro a la derecha. Encim a: ILVIRis Lucio
GRANIO. Debajo: Caro VAL erio.

4. a—Gran bronce de Gordianus.


Anverso: IMPerafor GORDIANVS PIVS FELfir AV-
Gustus. (Busto a la derecha).
Reverso: AEQVITAS AVGusta. Senatus Consultus. (La
equidad, de pie, a la izquierda).

5. a—Bronce mediano de Faustina.


Anverso: FAVSTINA, AVGVSTA. (Busto a la derecha)
Reverso: HILARITAS, Senatus Consultus. (La alegría
de pie, a la izquierda).
6. a—Bronce mediano de Galba.
Anverso: SERoms GALBA IMPerafor CAESAR AV-
276 LA CIUDAD DE MONCADA

Gustus Pontifex Maximus Tribuniticus a Foréstate Pater


Patriae. (Busto a la derecha).
Reverso: DIVA AVGVSTA S enatus Consultus. (Livia,
de pie, con cetro y patera).

7.a—Gran bronce de Antonino Pió.


Anverso: ANTONINVS PIVS. (El resto ilegible).
Reverso: COS l i l i Senatus Consultus. (La figura indesci­
frable) (1).

Otro de los hallazgos habidos en esta estación, en el


año 1888, fué una lápida funeraria romana, que se conserva
hoy en el jardín de la casa número 47 de la calle del Caudi­
llo. Trasladamos su inscripción que es como sigu e:

L. CLODIUS, P. L.
BERVLVS
AN. XCIIII

Hübner la descifra así: L(ucius) CLODIUS, P(ublii)


L(ibertus), BERULUS. AN(norum) XCIIII (2).
Esto es: Lucio Clodio Berulo, liberto de Publio, de 94
años.

EL POU O POUAIG.—Atravesando el barranco de Ca-


rraixet, ya en el confín del término municipal y cerca de los
de Bétera y Náquera, dirección N. E., está situada la Parti­
da del Pouaig o Pouacho, estación arqueológica la más im­
portante de cuantas, hasta hoy, se han descubierto.
Todas las características de esta estación, aparte de los
restos cerámicos encontrados: infinidad de tegulae, dolía,

(1 ) T odas estas m onedas corresponden a los años 238-244 de Jesucristo.


(2 ) H ü b n e r. In scrip tio n es H isp an iae L atin ae, núm . 6.006.
ANTIGÜEDADES. - RESTOS ARQUEOLOGICOS 277

imbrices, lateres y vasa de variados barros, desde el tosco


opus doliare, hasta la más fina sigillata o barro saguMino,
nos revelan ¡a antigua existencia de una de aquellas bellí­
simas, amplias y elegantes villas romanas.
El descubrimiento de un hermoso mosaico, uno de los
más notables de la España romana, encontrados en nuestra
región; la existencia de una parte de terreno peraltado; los
restos de un brocal de pozo monolítico y de una amplia
balsa; y los vetustos muros ennegrecidos, así vienen a con­
firmarlo.
Someramente describiremos por partes esta importantí­
sima estación arqueológica, siguiendo el orden que guarda
el ilustre publicista N. Primitivo Gómez en su valiosísima
trabajo, «El Mosaico de la villa hispano-romana del Pouaig
de Moneada», publicado en «Archivo de Arte Valenciano,
año 1923».
EL MOSAICO.—Fué descubierto este mosaico a unos
cuantos centímetros de profundidad, por el arqueólogo
J. Senent, en 19 de agosto de 1920.
Está compuesto de teselas o dados de piedra de distintos
colores. Sus complicadas cenefas y grecas admirables, con
nueve bustos de tamaño natural, representando a las Nueve
Musas, produce el efecto de un magnífico tapiz; y la influen­
cia helénica en esta obra exquisita del arte precristiano, es
evidente.
A mediados del año 1921 fué trasladado al Museo Provin­
cial de Valencia, donde se conserva.
Transcribimos, en su mayor parte, la descripción que
de este mosaico hace Primitivo Gómez en su publicación
antedicha.'
«El mosaico ocupa un rectángulo de 6’29 metros por 5’68,
278 LA CIUDAD DE MONCADA

siendo el lado mayor el del sentido de la verticalidad de las.,


figuras personales. En esta dirección ocupaba e l ' pie una
puerta de 1’95 metros de ancha, central a los personajes,,
y otra, en la derecha superior, de 1’34 metros, estando el
conjunto corrido unos 90° al W. de la posición que ocupaba
in situ...» «Una línea serpentiforme, con panelas en los mean­
dros, limita por la parte superior el conjunto figurado, sin
relación alguna con el resto y como si hubiese sido añadida
al proyecto por ensanchamiento en la obra, o más proba­
blemente porque la puerta lateral, que accede a la cenefa,
no pudo ser corrida más al extremo, porque en este caso,
para evitar que quedase asimétrica o fuera del conjunto, no
hubo más remedio que recurrir al suplemento de la línea
sinuosa. A esta sigue hacia dentro un rectángulo definido por
un filete, en cuyo interior hay una zona de dientes de sierra;
luego otra de grecas con róleos exteriores; más adentro un
filete que forma dos cuadros de grandor diferente, con un
ángulo común, quedando en el opuesto un amplio espacio
angular ocupado por la cenefa citada, formada por grecas,
iguales y opuestas en sentido vertical y horizontal, resultan­
do entrelazados laberínticos. El cuadro interior está conte­
nido a manera de marco por otra greca con róleos interiores
que contienen un teselado cordiforme que divide el espacio
en nueve cuadros, en los que se alojan las hermanas de Apo­
lo, representadas de medio cuerpo y rodeadas cada una de
un bretesado y filete, excepto la central, que tiene sólo éste,
pero de doble anchura que las demás. Todas ellas están ver­
ticales, tomando como base la puerta jaquelada, excepto las.
extremas del lado superior, que están radiadas. Cada musa
lleva expresado su nombre y está representada con los sím­
bolos de su dedicación, y, con lo que queda de estos atritu -
C a sa de Ejercicios de las O b re ra s d e la C ruz

Cliché de Furió

R e sto s d e l m u ro ib é r ic o (T os P e lat)
ANTIGÜEDADES. - RESTOS ARQUEOLOGICOS 279‘

tos y leyendas, podemos todavía trabar conocimiento con


ellas, por lo que, aun someramente, las describiremos, empe­
zando por la parte superior de izquierda a derecha:
Melpómene, musa de la tragedia dionisíaca; se la repre­
senta con la máscara trágica, de la que se conserva un poco
de la parte superior.
Talía, musa de la comedia; conserva sólo un fragmento
del pedum, símbolo de la poesía pastoril, de la que es tam­
bién inspiradora; la máscara cómica que la acompañaba,
ha desaparecido.
Euterpe, musa de los auletae; tiene un distintivo, el
aulos o doble flauta; originariamente presidía la alegría y
el placer.
A Terpsícore se la representa con una lira, de la que sólo
queda la parte superior. Presidía los coros de las danzas, y
a veces se la toma por la musa de la poesía lírica.
Clío es musa de la historia; está representada con un li­
bro que lee, en el dorso del cual está puesto su nombre en
dos líneas, del que sólo quedan la C. y la O.
Calíope, que inspiró la profecía y el poema, está tan es­
tropeada, que no se la conoce ningún atributo. Se la suele
representar con un rollo de papel en la mano.
Erato, musa citaroeda, simboliza la poesía erótica. Es el
cuadro que ha logrado conservarse casi intacto, ya que só lo .
faltan algunas teselas.
Polymnia. es la musa de los himnos, del estudio, de la
memoria y de la pantomima; lleva un instrumento termina­
do en pomo, con adorno en la tiza. Como digno de atención,
debe señalarse que en esta figura aparece la y llamada griega.
Urano, que lleva una especie de esfera armilar, represen-
280 LA CIUDAD DE MONCADA

ta la poesía astronómica, según unos, y según otros, la cien­


cia de los astros.
Dividiendo la composición del pavimento en dos partes,
tendremos: de una, el conjunto representado por el dibujo
lineal, y de otra, los personajes. En la buena época del mo­
saico, su edad de oro pudiéramos decir, durante el período
llamado alejandrino y también augustano, estas dos partes
estaban bien definidas, constituyendo la primera el opus
tessellatum, sin relieve ni perspectiva, ordinariamente mo­
nocromo y siempre de escasa coloración, construido en el
mismo sitio de su destino, de un sólo tamaño de teselas, for­
mando el marco o parte pisable, que contenía la otra, llamada
emblema vermiculatum, especie más bien de pintura, hecha
para admirar y no para ser pisoteada, ejecutado en talleres
ad hoc por artistas venidos de Grecia, muy considerados por
los grandes señores, que se los disputaban, como hoy se
suele hacer con nuestros grandes artistas.»
«...Posteriormente, durante los Antoninos, esta clase de
arte se expande...» «...Poco a poco se confunden» «...termi­
nando por no saber donde acaba en realidad el tessellatum
y donde comienza el vermiculatum ».
«Esta es en mi opinión, la época del mosaico del Pouaig
que nos ocupa y que yo sitúo a mediados del siglo III.» «...El
fondo del mosaico, todo blanquecino, es de ese color de cera
de las calizas de los montes cercanos al Pouaig, y el dibujo
está con teselas obscuras del llamado mármol de Sagunto,
exclusivamente al exterior del cable, con algunas salpicadu­
ras de otro color como al azar; pero ya el codiforme, ade­
más del blanco y el negro, tiene el gris y el rojo en dos líneas
que se alternan algo desordenadamente, y en las Musas,
- empleó el artista además, teselas de rojo claro, y, sobre todo.
ANTIGÜEDADES. - RESTOS ARQUEOLOGICOS 281

en Erato, de mármol con vetas rosadas, queriendo imitar el


color de la carne, y, solo en la cítara de esta última, teselas
de vidrio, verde, azules, rojas y blancas, formando siete
rosetas» (1).
Indudablemente, que este mosaico bellísimo, debió perte­
necer a una de aquellas amplias salas de la villa-, siendo lo
más consecuente, atendida la disposición de sus figuras y
dibujos, que se tratara de un cubiculum: cámara o dormi­
torio.
¿Existen otros mosaicos quizá, tan interesantes o más
que el anterior, ocultos a nuestra admiración en este subsue­
lo, esperando a que una mano amiga se decida a desenterrar­
los? Esto es lo más probable. Sería un gran honor para nos­
otros el poder prestar nuestro concurso a esa ya experta
mano en esta clase de descubrimientos.

EL PODIUM.—Como queda apuntado más arriba, ade­


más del hallazgo del mosaico, los descubridores se encontra­
ron con los restos de una edificación peraltada, o sea, de
nivel superior al del terreno circundante. Este peralte es,
desde luego, artificial, y habiéndolo estudiado detenidamen­
te, se llegó a ia conclusión de que está formado con la acu­
mulación de arcilla y cantos rodados y, sobre todo, de la
caliza del subsuelo y la superposición de otras capas de ma­
terial diverso. ,
El peralte o suggestus presenta la característica de tres
niveles distintos. Del piso bajo se pasa a una elevación de
1’40 metros aproximadamente. De esta altura se pasa a otra
elevación como sobre 1 metro, y de aquí, baja bruscamente

(i) Este mosaico de las “Nueve Musas”, es obra que, por su factura, puede
rivalizar con el que fue hallado en Liria y que representaba “Las hazañas de
Hércules
282 LA CIUDAD DE MONCADA

unos 2’40 metros hasta nivelarse con el piso del mosaico; y


todo esto, en un trayecto de 20 metros.
¿Qué nos dice este terreno peraltado? Estamos, como ya
hemos dicho, en lo que fué una villa romana. Lo más proba­
ble, pues, es que se trate de los restos de un templo dedicado
a los dioses tutelares. Nada tiene esto de extraño. «La reli­
gión —dice Sanchis Sivera—, ejercía también extraordina­
ria influencia en las manifestaciones artísticas de toda
especie. Hasta en los pequeños barrios rurales, simples con­
juntos de casas, que surgían a lo largo de las vías, tenían
un templo modesto sobre un alto podium, generalmente de
estilo corintio rudimentario, ejecutado con piedra del país (1).
Indudablemente que este templo se hallaba, según era
acostumbrado, en el punto más principal de la villa y próxi­
mo al camino (que todavía existe) (2) para que, incluso los
viajeros pudiesen con toda comodidad ofrecer a los dioses
sus prescritos homenajes.

EL PUTEUS.—No lejos del peralte, hay un pozo, que


ha dado el nombre a esta estación arqueológica: Pou o
Pcuaig. Está a la vera del camino y cegado por enorme can­
tidad de escombros. El brocal, monolítico, es de piedra caliza
No hay que dudar del objeto de este pozo, destinado al ser­
vicio de los habitantes de la villa y de los viajeros.

EL LACUS.—Poco más de cien metros de distancia del


Puteus, se encuentra una balsa, casi toda ya desmoronada y
cuyas dimensiones son de 8’50 metros por 7’30. Es muy fácil
la explicación de esta construcción dentro de la villa. Lo

(1) Arqueología y Arte, página 820.


(2) El camino del “Aljup de San Vigent”.
ANTIGÜEDADES. - RESTOS ARQUEOLOGICOS 283

mismo podía servir de piscina, como de punto regulador de


las aguas para el riego.

LA PARED DEL PATRIARCA.—No hemos podido en­


contrar explicación alguna o documento que nos ilustre
acerca de la relación que pudiera guardar esta pared o muro
con el Beato Juan de Ribera. La razón más probable, es que,
tal vez, las tierras colindantes, fueran, o propiedad o admi­
nistración del santo Arzobispo. Pero, el hecho cierto es, que
no fué construida en tiempos del Beato, sino que pertenece
a época más antigua.
Está formado este muro por un hormigón de cantos y
■caliza rodados, con cal y gravas y refinado por las tres caras.
Su longitud es de unos 250 metros, y de más de un metro
de espesor, teniendo dos niveles de altura: sobre unos 40
centímetros por la parte del camino, y 80 por el lado opuesto.
Sm duda alguna que, cuando las tierras próximas eran de
regadío, este muro sirvió para contención y desviación de
las aguas.

LAS CUEVAS DE «LES VIÑETES».—No lejos de esta


última estación arqueológica hay unas cuevas construidas
en las paredes rocosas de antiguas canteras. Tres de ellas
son muy amplias, comunicándose dos por el fondo. Algunas
•de ellas están y han estado habitadas (1).

(i) Según estadística formada en 1807, habí'in diez cu -vas en Mollea-.!a.


¿Parece que empezaron a construirse a fines del siglo XVIII.
C A P I T U L O X I X

TOPON IM IA Y F O L K - LORE

S U M A R I O

Importancia de este último Capítulo


Voces toponímicas
Su influencia en la Historia de Moneada
Variedad de toponimia en la misma
Folklore moncadense
Cantos, coplas, adagios, legendas

20
Dos partes comprende este último capítulo de nuestra
'Monografía. Las dos igualmente interesantes y atractivas:
la Toponimia y el Folklore.
No llegaríamos ciertamente a completar (si nos es lícito
emplear este término tan relativo, sobre todo, en estudios
históricos) nuestra insignificante labor, si hiciésemos caso
omiso de estos dos puntos tan esenciales en la historia de
Moneada.
Confesamos que no lo hemos hecho todo en este aspecto,
ni mucho menos; no por habernos faltado la voluntad, ni
por haber omitido los medios a nuestro alcance; sino por no
habernos acompañado la fortuna, que, por lo menos ea esta
•ocasión, nos ha sido muy mezquina.

TOPONIMIA.—La toponimia de Moneada es variadísima


y muy interesante. Hemos procurado ir recopilando cuantas
VGCcS toponímicas nos han venido al paso, las que, lo más
detallada que nos ha sido posible y ordenadamente, damos
•a continuación.

Aldinsa.—Nombre de una partida del término municipal.

Andanes (Pía de).—Nombre de una partida del término.


288 LA CIUDAD DE MONCADA

Antiguamente era secadero de higos (y aún hoy lo es). Sabi­


do es el procedimiento. Los higos se extienden sobre los tí­
picos canysets. Estos se colocaban unos encima de otros,
pero de tal forma que, entre el inferior y el superior quedaba
un hueco como de 20 centímetros. Al ser varios canysets,
daba la sensación de pequeñas andanes (piso alto de las
casas de labor). De ahí el nombre de esta partida.

Badía (Casetes de).—Barriada diseminada de unos 500


habitantes, asentada al pie del cerro de Santa Bárbara, así
denominada por el apellido del primer dueño que edificó.
Hay aquí una importante industria de pirotecnia.

Barraca (La).—Nombre de una partida en la huerta, jun­


to a las Alquerías del Gordo. Debe su nombre a una de estas
viviendas típicamente valencianas.

Binata.—Nombre de una partida.

Boleador (Creu del).—Cruz terminal que existía antigua­


mente. a la entrada de la población, muy cerca del Castillo.

Bordell.—Nombre de una partida y que ya conocemos


por ser importante estación arqueológica.

Cona.—Nombre de un barranco que ya hemos descrito,


en otro lugar.

Closa.—Partida de huerta enclavada en la parte posterior


del Colegio-Noviciado de Franciscanas.

Diables (Cequia deis).—Canal antiguo que cruza por de­


bajo de la loma donde están los hornos de cal, llamados de
Colví. De él hemos hecho ya referencia.
TOPONIMIA Y FOLK LORE 289

Esparza.—Caserío de unos 100 habitantes. Llamado así


por la misma razón que hemos dicho en «les casetes de
Badía».

Gordo (Alqueríes del)t—Núcleo reducido de población


diseminada (unos 30 habitantes) situado junto a Benifaraig
y se denomina así por el sobrenombre que llevaba el dueño
de la primera casa que existió

Lleona (La).—Partida del término. Lleva este nombre


por el apellido de su antiguo propietario, el Marqués de Lleó.

Moros (Páreteles deis).—Restos de edificaciones muy in­


teresantes en las inmediaciones del Pont-Sec (partida del
Bordell). Hemos hablado ya de ellas.

Patriarca (Paret del).—Muro construido en siglos muy


lejanos, a poca distancia del Pouaig. Toda la partida lleva
su nombre y ya dimos en su lugar la explicación más pro­
bable.

Piló de la Campana.—Partida así llamada por una pilas­


tra de piedra con remate piramidal que divide los términos
de Moneada y Foyos
Esta pilastra se construyó para perpetuar la memoria
del hallazgo de una Imagen de la Virgen, oculta debajo de
una campana. En la cara de la pilastra que mira al O. hay
adosada una lápida de mármol negro con la siguiente ins­
cripción : — D. O. M. — AQUI SE ENCONTRO — ENTE­
RRADA BAJO — DE UNA CAMPANA — LA SAGRA­
DA IMA — GEN DE LA VIR — GEN DEL PATROCI —
NIO QUE SE VENE — RA EN LA IGLESIA — DE FO­
YOS — .
290 LA CIUDAD DE MONCADA

Según tradición, echadas las suertes entre los dos pue­


blos, la campana correspondió a Moneada.

Polsana (La).—Partida en la huerta.

Powaig (El).—Debe su nombre al pozo de que ya hemos


hecho mención en su lugar correspondiente.

Quadrat (Partida del).—Llamada así por haberse prepa­


rado en ella, ya de antiguo, el Quadrat. Esta operación con­
siste en interrumpir cada quince días el curso de la Cequia
Real, que va embalsando en un cuadro determinado, y su­
biendo por tanto de nivel, se utiliza para el riego de los
campos altos.

Ravalet (El).—Barriada que constituyó en tiempo anti­


guo la entrada principal de la población y que comprende
el núcleo urbano de «Hort de Blanes» (hoy propiedad del
señor Ponsoda), antiguo Castillo, Palacio de los Condes de
Rótova (hoy Casa de Reposo), etc.

Regaligiar.—Partida del término.

Santa Bárbara (Quartel de).~Denominación antigua del


cerro donde está enclavada la Ermita de la Patrona.

Quintana (Cruz de).—Cruz monumental que hasta fines


del siglo pasado estaba enclavada en el centro de la plaza
hoy dicha de los Mártires. Cuando las edificaciones que for­
man dicha plaza no existían, era Cruz terminal, y empezó a
llamarse de Quintana, desde que se edificó allí la primera,
casa, cuyo dueño llevaba dicho apellido.

Vinyetes (Les).—Partida en cuyas paredes rocosas de


TOPONIMIA Y FOLK-LORE 291

antiguas canteras, hay practicadas unas cuevas de las que


ya hemos dado noticia.

Tos Pelat.—Monte que divide los términos de Moneada,


Masarrochos y Bétera, en cuya cumbre está el mojón que
lo indica. Importante estación arqueológica que ya en otro
lugar hemos estudiado.

* * *

FOLK-LORE.—Como la mayoría de los pueblos, Monea­


da tiene su Folk-lore propio. Usos, costumbres, juegos, can­
tos, etc., todo ello peculiarísimo, aparte del vasto folk-lore
regional común a casi todos los lugares.
Ofrecemos a nuestros lectores lo que, a costa de no pocos
trabajos hemos podido reunir.

JUEGOS DE NIÑOS

CAPITULET .—Es un juego muy inocente y divertido.


Consiste en dar vueltas corriendo (y siempre de derecha a
izquierda) a una manzana de casas que, desde luego, tiene
cuatro esquinas. El grupo de niños se coloca en una de las
esquinas, y el que paga está solo en la esquina inmediata.
Uno de los del grupo, grita: ¡Capituleeet...! Y empiezan
todos a correr a un tiempo, en la forma dicha. Al oir la voz.
de Capitulet, el que paga, inicia también la carrera; y si
al llegar a la esquina donde estaba el grupo, no ve a nadie,
porque todos han doblado ya la esquina siguiente, continúa
corriendo. Pero si al doblar una esquina, atisba a alguno que
se ha quedado rezagado, entonces grita: ¡Capituleeet!— y
292 LA CIUDAD DE MONCADA

el nombre del niño que ha visto. Y entonces, éste, paga y


continúa el juego.

A LA CUC.—Este juego es indistinto, de niños o niñas;


pero generalmente es más peculiar de niñas. La que paga
se tapa los ojos con las manos, apoyándose en la pared y
cara a ella, o bien esconde la cara en ias faldas de la que
manda y que está sentada. Las niñas se acercan a la que
paga; y una de tantas, le da en la espalda con la mano ex­
tendida, mientras todas dicen: «A la cuc, una palmaeta y
fuig». Si la que paga adivina quién es la que le ha pegado,
entonces paga esta última.

DOS EN RALLA .—Se marca una raya £n el suelo (que


casi siempre suele hacerse con tiza robada en la escuela).
Se ponen dos niños, frente a frente, a cada uno de los lados
de la raya, y sin tocarla con los pies; se agarran fuertemen­
te, y empiezan a forcejear, como si se tratara de una lucha
greco-romana. El que logra hacer retroceder al contrario, y
por tanto, pasar al otro lado de la raya, éste queda vencedor,
mientras el corro de los demás niños aplaude y ovaciona.

BORINOT.—Este juego es bastante clamoroso y hace


reir muchísimo a los espectadores. Y digo clamoroso, por la
serie de esclafits que se reparten. Sólo actúan tres niños que
se colocan en línea recta y con las piernas bien abiertas. El
que está en el medio, hace de borinot; y poniéndose las
manos en la boca a modo de altavoz, empieza a imitar el
ruido sordo que hacen los abejorros cuando vuelan, al mismo
tiempo que vuelve la cabeza a derecha e izquierda. Y empie­
zan los «esclafiits». Solamente se puede pegar a la cara y
con la mano abierta; pueden, asimismo, hacerse cualquiera
TOPONIMIA Y FOLK-LORE 203

clase de movimientos, pero sin mover los pies del sitio. Si


el «borinot» tiene arte para esquivar, suele pagar más que
cobra. La ovación de los espectadores es tanto más clamo­
rosa, cuanto ha sonado más la volea... Desde luego las voleas
hacen más ruido que daño.
FIN DE LA JORNADA.—Cuando los niños estaban ya
cansados de jugar (y ésto era siempre al anochecer), se sen­
taban en medio de la plaza y empezaban a contar chistes y
cuentos, hasta que calculaban ser ya tiempo de poner fin a
la jornada. La despedida era muy original. Ya en pie, for­
maban un círculo, cogidos todos de la mano. En medio del
círculo se colocaba uno de ellos; y con el brazo extendido,
daba una vuelta completa, girando sobre sus talones y seña­
lando a cada niño, al mismo tiempo que cantaba deletreando
el estribillo siguiente: «En lo forn i ha un colom i en la
plaga una carabasa. Bona nit a tots i cada ú a dormir a sa
casa». Decir casa, y empezar rápidamente el desfile, general,
entre gritos, silbidos y canciones, era todo uno. Y hasta al
día siguiente, en que volvería a reproducirse la misma esce­
na y a desbordarse la inocente algazara infantil.

PARDALET EN RAMA .—No se trata precisamente de


un juego, sino más bien de una especie de consigna que te­
nían los niños que formaban quadrilla, para reunirse poco
antes de entrar en la escuela por la mañana.
En aquellos tiempos, la escuela estaba casi rodeada de
plantaciones de olivos y algarrobos; y los niños habían adop­
tado un curioso sistema, a estilo de cuartel y que se cumplía
a rajatabla. Era el siguiente:
A una distancia prudencial del garrofcral, parábase el
niño que iba a la escuela: y a voz en grito, decía la con-
294 LA CIUDAD DE MONCADA

signa: «Pardalet en ramaaa...». Si nadie le contestaba, era


señal evidente que él era el primero en llegar; y entonces,,
iniciaba la carrera , hasta subirse en el algarrobo que le pa­
recía mejor. Ya aposentado, sacaba de su bolsa tranquila­
mente el almuerzo; pero apenas estaba en el primer bocado,,
cuando se oía'la voz de otro niño: «Pardalet en ramaaa...».
Y el que estaba ya en el algarrobo contestaba, también gri­
tando: «En rama estááá...». Entonces el niño que llegaba
iba corriendo a subirse al mismo algarrobo donde se hallaba
el primer niño, y se sentaba a su lado, empezando seguida­
mente su almuerzo. Así iban llegando todos y gritando la
consigna, debiendo contestar siempre el último que había
subido a la garrofero. Después de todos almorzados y tras
la aprobación unánime del plan del día, a una orden del
capítá, que era el que primero había llegado, bajaban todos.:
y hasta el momento de entrar en la escuela, se dedicaban a
sus juegos favoritos.

CANCIONES DE PASCUA

Núm. 1
Les fadrínes de Moncá
Pujen apresa a la Ermita,
A juar en los fadríns
que son la seua alegría.
¡Ay, chúmbala qu’es carabaga,
¡ay, chúmbala del polisó,
¡ay, chúmbala les giques guapes
y les lletges al rincó.
TOPONIMIA Z FOLK-LORE 2 9 5 '.

Núm. 2
Mes val una moncaera
Arremangá y sense calges,
Que cuaranta senyoretes
d’eixes qu’es pinten les galtes.
¡Ay, chúmbala, etc.

Núm. 3
Malaena del Molí (1)
Porta pendientes en creu,
Y cuant va per lo carrer,
Pareix la Mare de Deu.
¡Ay, chúmbala, etc.

Núm. 4
Les giques de les Casetes
Totes son caragoleres,
Tenen la panja rasposa
De pujar dalt les moreres.
¡Ay, chúmbala, etc.

Núm. 5
Les giques de les Casetes (2)
Totes son altes y primes,
Y pareixen escaletes
D’achocarse les gallines.
¡Ay, chúmbala, etc.

(1) lo m o li n er a del Mo ino de M o ne ad o que, en sus tiempos de moza, ero seguróme nte -
u n a b u e n a moza.
(2) Las « Ca se te s d e Badía». S eg ur am ent e, por aq u e ll o s tiempos, tas chicas de este Barrio
n o d eb ía n ser muy simpáticas a las del ce nt ro de la po b la ci ón .
296 LA CIUDAD DE MONCADA

Núm. 6
Una llauraora plora
A la vora d’un gequiol,
Y un Uauraor la consola
En una fulla de col.
¡Ay, chúmbala, etc.

Núm. 7
Eles gics de Moncá
Ya no pinten res,
Qu’els que pinten ara
Son els forasters.
La tarara, sí, etc.

Núm. 8
(Contestación a la anterior).
Sí que pinten, sí,
Sí que pintarán,
Perqu'els forasters,
Venen y sen van.
La tarara, sí, etc.

OTRAS CANCIONES Y DICHOS

Núm. 1
Les giques d’este poblé
Totes pujen a la Ermita
Y se agenollen en creu,
Y per favor li demanen
Novio a la Mare de Deu.
TOPONIMIA Y FOLK-LORE 297

Núm. 2
Roda la bola.
Chim, chirimbola.
Roda el molí.
Una coca en molles
Y un barral de vi.

Núm. 3
A le monquili
A le monquili
La casaca li furtí.
Chiri cantinela,
Chiri cantinló,
Ma mare sense camisa
Y mon pare sense pantaló.

Núm. 4
Chuano, cara de nano,
Quí t’ha fet eixa montera?
Una chica de Alboraya
Y un altra de l’Albufera.

Núm. 5
(Pronóstic en quarteta).
Pá d’ordi y vi agre,
¡Gitat, Jordi!
Bon pá, bon vi,
¡Arre, rosí!
298 LA CIUDAD DE MONCADA

Num. 6

Quarteta
(de una Aleluya de la Festa)
Verge deis Desamparats
Si en les teues mans está,
Guarda un puesto al teu costat
A tots els fiills de Moncá.

UNOS EXAMENES DE FIN DE CURSO EN LA ESCUELA


DE MONCADA (Siglo XIX)

Trasladamos textualmente esta estampa histórica, del


opúsculo de Bonet Lluesma, titulado «Sol de Valengia».

«Es el dia deis examens. Els Ganduls arriben a l’escola


tots mudats. Els uns amb el traje de la primera comunió;
altres amb un pó nou que les maretes els han comprat a
Valencia. Els més pobrets, els que tot l’any van amb máne-
gues de camisa, es presenten avui amb babero que les ma­
retes els hi han cosit, perqué el portar babero, ja fa mudat.»
«Entren formalets a l’escola i se’n van a saludar al senyor
mestre. Pero el salud d’avui no es el mateix que el deis ai-
tres dies.»
«Al preguntar-li els xiquets al senyor mestre «¿cómo
está V.?» li supliquen amb la mirada que els tinga llástima
i els fassa preguntes a les quals puguen respondre.»
«Es l’únic dia de tot l’any que els xiquets s’enrecorden
que han perdut el temps i que ho han fet tot manco estu­
diar. La conciencia i la solemnitat de l’acte que promte es
t o p o n im ia y fo lk-lore 299

celebrará els acusen i els fan creure que no ho faran més i


•que a l’altre any estudiaran i creuran al senyor mestre, i
al menys en aquest moment és el propósit que senten.»
«El senyor mestre correspon al salud que li fan amb una
sonrisa d’ánim i esperanza i tocant-los la barbeta a un, i les
galtetes a l’altre els mira tan dolga i expresiváment que
sembla dir-los-hi: «Filis meus, no tingau por, que tot s’arre-
glará.»
«Els xiquets no sabrien dir per qué, pero aquelles cari-
cies del senyor mestre i aquella mirada tan carinyosa els
ha tranquilitzat. Aquell dia és l’únic dia de tot l’any que
senten al senyor mestre dins del cor.»
«Es l’hora de comengar la classe. El senyor mestre pega
la punterada, s’alcen els xiquets i comenga el reso de cada
dia; pero avui, malgrat ésser el mateix de cada dia, és ben
diferent. Avui no es resa amb rutina. Avui resen els xiquets
pensant i sentint.»
«S’acaba l’oració, i tots es senten. Avui ja no hi ha que
fer rogles. S’alga el senyor mestre i els hi fa un discurset o
miilor dit unes quantes adverténcies recomanant-los-hi final1
ment que repassin «les seves lligons.»
«Amb aqüestes están quan giren el cap mirant al passa-
■dís. Es Xuano l’agutzil que s’ha avengat a la comitiva i va
a donar el senyor mestre l’avís de que el senyor alcalde i
l ’Ajuntament están per arrivar a l’escola i tots dos se’n van
•a la porta del carrer per esperar-los.»
«En aquests moments els renaix el temor ais xiquets.
Comencen a repassar els llibres, com si beats regaren, amb
la máxima fervor, recalcant les lligons que el bo del senyor
mestre els hi ha mdicat amb disimul, de manera que única-
ment comprendríen quan tingueren el coneixement cabal.
300 LA CIUDAD DE MONCADA

Es que el senyor mestre repassava a cada xiquet de vuit a¡


vuit dies la mateixa lligó, diguent-li: «Esta lección te con­
viene mucho para el porvenir. I como es interesante es fá­
cil que te la pregunte el Sr. alcalde». Per aixó ara, havent
d’arrivar les senyores autoritats, tots repassen les lligons
que els hi han de servir per al pervindre.»
«Ha arrivat el moment solemne i emocionant. El senyor
mestre treu el cap a la porta de la classe gran, i d iu : «Las
Excmas. Autoridades», i tots els xiquets s’algen drets com
formats a un quartel, quiets, i trencats de color, dominats.
com són per l’emoció del moment.»
«Entra el senyor mestre seguit del senyor alcalde, senyor
Retor i el So secretari, i seguits per l’Ajuntament. Van tots
sencills i plans, i mig afrontats perqué es senten deslletrats
en la festa de les lletres.»
«L’Ajuntament está reunit, uns sentats i altres drets, a
dreta i esquerra del senyor alcalde, que ocupa la poltrona
del Sr. mestre. El Sr. Retor i el Sr. secretari ocupen els dos
pupitres d’honor.»
«El Sr. alcalde vestitx amb capa i gaiato que fa de vara
d’autoritat. Tot l’altre Ajuntament vestix roba de festa ma-
jor. Els uns porten el traje amb el qual es casaren, amb les
mánegues de les xaquetes fins al coice, o amb sabates que
els hi fan veure les estrelles. Els altres vestixen brusa ne­
gra o gris de llaneta i també hi ha qui va amb xopetí. Tots
porten calcetins, perqué encara que els destorven es precís
portar-los perqué «fa mudat». No obstant, quasibé tots van
amb espardenyes.»
«Excepte l’alcalde ningú porta gaiato, perqué és festa
de lletres i escolans.»
«Es un Ajuntament molt polític, perqué ningú sap el.
(Cliché de Furió)
TOPONIMIA Y FOLK-LORE 301

qué és política. Es lo que ells diuen: «Pau en lo poblé i que


ningú passe fam. Tots pensaven en el seu quadret d’horta
i en el seu troget de seca, i en viure del seu treball i «bonos
cullites mos done Déu».»
«Tant a l’alcalde com a l’Ajuntament, ni en broma s e is
ocurriría el que ells foren capagos- de Curiar 1¡ al poblé mí
una «aguileta» i no més de la sena sospila s’haurien abóle-
tejat. No sabíen lo ( p i e era enveja ni sentíen més ambició
que treballar i lograr bones collites. En les sessions setma-
nals al Consistori, es limitaven a cumplir la llei i a firmar els
oficis que els hi presentava l’honrat del So Ramonet el se­
cretan, i apart del que interessava al poblé, parlaven du-
rant les sessions de collites i llauranga, perqué el poblé por-
tava la táctica de fer autoritat al que no volía ser-ne.»
«Van a comengar els exámens. El senyor mestre demana
permís a les autoritats per a parlar, i comenga el seu dis-
curs saludant a les dignes autoritats, contant-los-hi lo molt
que els xiquets han estudiat durant el curs, i lo bé que
s’han portat. Després comenga a citar noms de les autori­
tats presents, invitant-los-hi a fer preguntes ais alumnes.»
A l’arribar a aquest moment, tan l’alcalde com ais con-
cejals, els entra a tots la manía de mirar els quadres que
penjen de les parets, Els uns s’encanten mirant el juí de
Salomón, o Plerodes degollant ais inocents. Altres miren com
Cain mata al seu germá Abel, etc. Tots miren molt confu-
sionats, pero no és precisament l’historia sagrada alió que'ls
interessa, és que cada vegada que el senyor mestre els no-
mena per a qué fassen d’examinadors, els hi entra panta:s.
Amb el pensament rebusquen tota mena de preguntes peí-
si acás no’s poden escapar, pero amb qüestió de lletres no
en troben cap.»
21
302 LA CIUDAD DE MONCADA

«¡Si fóra preguntar-los ais escoians cóm s’empelten els


arbres! —pensen—. O cóm es rega un camp desnivellat...
Si fóra averiguar quan és temps d’esporgar arbres... O cóm
es fa la llavor de cebes... O ¡qué paxo!, cóm es capen els
pollastres o sanen els porcs... Pero amb qüestió de lie tres,
¿qué saben ells?»
«I així, poc a poc, va suant i fugint del agobio amb qué
els posa el senvor mestre, puix en aquest moment les auto-
ritats estant sofrint més que els escoians.»
«Per fi el senyor mestre ja els ha anomenat a tots, i la
majoría respiren tranquils, excepte alguns que encara es
queden tremolant per si acás El senyor mestre, per a do­
nar més lluiment a l'aconteiximent i per a qué els bons
i experts llauradors i mal catedraties descansen i es tran-
quilitzen d’una, acaba dient:
—Pero si no tengo la fortuna de que los señores conce­
jales, con su acostumbrada sabiduría, hagan preguntas a
mis discípulos, sí que deseo y pido con todo respeto que se
merece el Excmo. señor alcalde, que me honre examinando
a mis discípulos.»
«¡Santa Bárbara beneída. Ara sí que l’hem feta bona!,
pensa l’alcalde, que es veu en un carrero sense sortida. El
cor li rebota, i comenga a suar i a cambiar de color.»
«Els companys que veien que els apuros del senyor al­
calde servíen per a lliurar-los a ells, es feien carree del cas
i amb un llavi el planyíen i amb l’altre es reien tan a gust
que teníen que mossegar-se’l.
L’alcalde está en plena agonía; pero de repent li puja
una golpá de satisfacció. Va a fer les preguntes, pero quan
es troba dret, queda parat i de repent li torna la preocupa-
ció. Es que s’enrecorda que és l’alcalde i no sap quin tráete
t o p o n im ia y fo lk -lo r e 303

donar ais xicons. ¿Els haurá de parlar de tú o de vosté?


I ell mateix es contesta: «¿Cóm puc jo parlar de vosté a
eixa patulea? Si quan els veig per el carrer lo menos que
els dic, es baseliscos». Pero prompte li diu el pensament:
«Ximo, que tú no eres tú; que tú eres l’alcalde del poblé i
com a alcalde has de tractar ais xiquets».»
«Després, sens encomanarse-se a Déu ni al dimoni, ni
perdre temps per por a que li ixquera alguna altra dificul­
tad, estira el brag dret, tot fús, i senyalant a un xiquet, li
pregunta:
—«¿Cuántos Dioses hay?».
I el xiquet li contesta sec:
—«Uno».
I l’alcalde, més sec encara, li diu:
—Prou; un altre.»
«I girant rápit el brag de esquerra a dreta, com si pegara
un revés, va senyalant a altres xiquets i preguntant-los:
— ¿«Dónde está Dios?».
I el xiquet, sens vacilar, respón:
—«En el cielo, en la tierra y en todo lugar».
I l’alcalde, rápit, diu:
—Prou.»
«I pregunta a un altre el «Padre nuestro». I li conteste
sense torbar-se: «Padre nuestro, etc.»
«Dir el xiquet «Amén» i sentir l’alcalde un pesie en la
cuixa, deis que alcen bambolla, tot fou un. Era l’avís del
So Tofol, que l’aconsellava dient-li:»
—«Che, Ximo, no’t calfes més el cap que els escoians,
sabent que hi ha Déu, saben prou.
I So Ximo, o siga l’alcalde, en conte de queixar-se, li con­
testa agrait:
304 LA CIUDAD DE MONCADA

—Ai, Tófol, quin favor més gran m’has fet, que ja se


m’acabaven les preguntes...»
«Amb aqüestes están, qüan el senyor mestre, fentse ca­
rree de qué al senyor alcalde li seria més fácil llaurar mig
terme que fer d’examinador, s’alga i demana permís a les
autoritats per a examinar ell, i, concedit amb una cabotada
pegada ben a gust, comenga la seva actuació:
—Oiga usted, señor Quinré. ¿Quién ha hecho el Quijote?
I el Quinré, asustat, contesta:
—Señor maestro, un servidor no he sido.»
«I mentres pregunta a un altre, el So Coiau, o siga un
deis regidors, exclam a:
—Eixe és capag d’haber-ho fet i ho nega.»
—«Oiga usted, señor Gorreta: ¿quién fué Aníbal?
—Aníbal fué un guerrero molt bo i que las mujeres de
Molvedre es feren una falla, es clavaren puials, s’arrojaron
al foc i moriren torradetes per no caer en los brazos del bo
de Aníbal.»
«I continúa preguntant:
—Oiga usted, señor Murillo: • ¿quién fué el rey don
Jaime?
—El rey don Jaime fué un buen rey de Aragón que no
sigué ni tonto ni orgullos i tractá bé ais valencians.
—Oiga usted, señor Torró: ¿quién fué doña Juana?
—Donya Xuana fué una reina o roina loca, que tuvo Es­
paña i per acabarlo d’adobar se casó con un Felipe que el
coneixíen por «el Guapo».»
«A un altre:
—«Oiga usted, señor Gallo: ¿quién fué Miguel de Cer­
vantes Saavedra?
—Cervantes fué un gran sabio que estaba curro por
ERATO (Detalle de una figura del Mosa ico)
TOPONIMIA Y FOLK-LORE 305

causa de la guerra. Autor del mejor libro que se ha escrito


en España, «Don Quijote de la Mancha». En vida fué picado
y calumniado por las víboras humanas; escarnecido por la
envidia de los sapos hinchados de rabia. Olvidado por malos
reyes y gobernantes. Paseó su hambre por toda España.
Murió pobre y rendido de humillaciones, porque tuvo la
locura de creer en la humanidad y la quimera de ver la ma­
teria en espíritu. Pero el de Cervantes aun brilla y nadie ha
podido vencer.»
—«Oiga, señor Polo: ¿de qué murió el rey Felipe el Her­
moso?
—Pues que jugant a pilota s’unñá d’aigua suant i re­
venta com un sapo, i gracies a l’estiramenta de Pata, res­
piré un poc bé España.»
—«Oiga usted, señor Roco: ¿quién fué Ramiro II?
—Ramiro II fué un rey de Aragón que convidó a diñar
a sus autoridades y les dió un gran banquete que remulla-
ren en molt bon v i ; pero a los postres els feu la broma de
tallar-ios el coll i luego, cual si fueran melones les hizo el
honor de penjar-los en la boca de una campana que li posa­
ren de nom la campana de Huesca.»
—«A tot aso, mentres el senyor mestre examinava ais
xiquets, l’alcalde i l’Ajuntament no paraven de fer signes
d’admiració i de rodar i menejar el cap satisfets de la sabi­
duría deis escolans i fent-se ecoltetes a cau d’orella es deien:
—Ché, ¿ i jo que em creía que el Quinré era un perdut?
—Pos ché, ¿i jo que a Gorreta quant es posava a tret li
soltava nyespla perqué el tenia per «Registrador de la pro-
pietat» d’arbres i ara resulta que és un sabut?
— ¿I el Murillo? ¿Que em creía que no sabía ni emblan­
q u ear una cuina i contesté bé a totes les preguntes?
306 LA CIUDAD DE MONCADA

— ¿I Polo? ¿Qui havía de dir que Polo no servía ni per


a segar herba? Ché, ¿has sentit l’esplicació de Cervantes:
que es queda curro peleant per l’honor d’Espanya, i sent
tan gran escriptor es morí de fam?
«Amb aquestos comentaris es troben quan el Sr. Coiau,
en tó de máxima reflexió davant tanta sabiduría, dirigint-se
ais del seu lloc els diu:
—No vos calfeu el cap; que quan el senyor mestre parla
de vosté a tota eixa patulea, per algo será.
«La forga de l’argument del senyor Coiau deixá tan con-
venguts ais companys de Consistori, que tots callaren i tots
posaren la major atenció en les preguntes del senyor mes­
tre, i en les respostes deis xiquets, amb tan gran silenci i
atenció que més pareixia que ere ells ais que anaven a exa­
minar.»
«Com per a tot arriba l’hora, l’examen s’acabá; pero,
per omplir la fórmula, el senyor mestre torná a dirigir-se al
senyor Alcalde i autoritats, preguntant-los-hi altra vegada
si tenien que fer alguna pregunta ,amb el qual, deia, em
consideraré ditjós.»
«Com l’Ajuntament entengué que habien d’examinar
com a resposta, altra vegada tornaren les mirades ensitja-
des cap ais quadros de les parets, i el mal de panxa per dins.
Els uns per a disculpar-se diuen:
—Senyor mestre, no es canse tant, que ja está bé.
O bé:
—Senyor mestre, deixe respirar ais escolans, que ja sa-
bem que tots són molt sabuts i els xiquets lo que volen es
que repartim promte els premita»
«I el mestre fent-se cárrec de que si repetía la pregunta
TOPONIMIA Y FOLK-LORE 307

es quedaría el poblé sense alcalde ni ajuntament, ek res-


pongué dirigint-se a tots:
—«Si ese es el deseo de Vds. quedan terminados los exá­
menes».»
«Sentir l’Ajuntament «Exámenes terminados» i repan-
tigar-se a les cadires aon estaven sentats, estirar les carnes,
posar-se les mans creuades sobre la panxa, respirar fons, i
eixir-Ios el sol en la cara que ben apagada tenien, tot fou
un.»
«El senyor mestre continua parlant, donant les grades
a tots: a les autoritats per la seva preséncia en l’acte, i ais
alumnes per lo molt bon xics que havíen sigut i per lo molt
que havien estudiat durant l’any.»
«Després: «Todos de pie». I a cantar la cangó de despe­
dida. Tots s’alcen drets. Cantes amb cor i ¡'anima blanca,
perqué senten l’alegria d'ésser «sabuts» grades a la bondat
i el carinyo del senyor mestre.»
«Acabada la cangó es fa el repartiment de premits sens
que es puga endevinar quins tenen més alegría i es senten
més xiquets si els alumnes qu,e reben els premits o aque­
llos autoritats que els repartien amb tota la bona fé.»
«Havent repartit els premits es dona per acabat el curs
escolar. Les autoritats es despedeixen i avancen peí passa-
dís central baix les mirades, ja sense por ni reserva, deis
escolans, i a mida que avancen cap el carrer es donen
compte de que son deslletrats i de que aquells xiquets que
ells tractaven de patulea estaven més adelantats que ells (]).»

(1) P á g in a s 100 y s ig u ie n te s .
APENDICE

DE DOCUMENTOS
NUM ERO 1

DON PEDRO DE MONCADA VENDE A DON JAIME I EL CON­


QUISTADOR LA TORRE Y ALQUERIAS DE MONCADA, EN
TERMINO DE VALENCIA, POR 3.000 MORABATINES AL-
FONSINOS. (15 de Mayo de 1240.)

“Notum sit ómnibus quod nos P etrus de M ontecathano, sene


calcus Catalonie, vendimus per nos et nostros presentes et fu­
turos vobis domino Jacobo, Dei gracia regi Aragonum, M aiori-
carum et Valencie, comiti Barchinone et Urgellensis et domino
Montispessulani et vestris successoribus in perpetuum , turrim
que de M ontecathano nuncupatur, francham et liberam, cum
ómnibus alcheriis et suis term inis et tenedoribus cultis et he-
remis et pertinenciis universis, quam vestre donacionis habe-
mus in term ino Valencie; iam dictam itaque turrim cum óm­
nibus suis pertinenciis et suis locis et accionibus vobis et ves-
tris vendimus. Extrahendo hoc de nostro nostrorumque iure
dominio et posse eadem in vestrum vestrorumque ius dominium
et posse transferim us irrevocabiliter. Inducentes vos inde cum
hoc instrum ento in corporalem possessionem tanquam in rem
vestram propriam et in signum vere poossessionis tradim us
vobis instrum entum donacionis. Ad habendum et semper libere
et quiete possidendum et ad omnem vestram et vestrorum vo-
luntatem faciendam sine aliquo nostro retentu. Pro hac autem
vendicione concedimus a vobis habuisse tria milia m orabetino-
312 LA CIUDAD DR MONCADA

rum alfonsinos (sic) iustique ponderls. Super quibusque bene


paccati sumus. Renunciamus excepcioni peccunie non num era-
te et non trad iti sive non ponderati auri et legi ille que sub-
venit deceptis ultra dimidiam iusti precii, et omni iuri racioni,
et consuetudini contra hoc repugnantibus. Et si haec vendido
valet plus precio predicto illud totum quantumcumque sit vobis
et vestris remitimus. Diffinienao et absolvendo vobis et succes-
soribus vestris per nos et nostros presentes et futuros omnem
peticionem quaestionem seu dem andam quam nos vel nostri
contra vos vel vestros possemus facere vel exigere racione do-
nacionis quam nobis fecistis de dicta turre vel quolibet alio
modo racione predictorum nobis et nostris super pretaxatis
perpetuum silencium imponendo. Vendimus etiam vobis dic­
tara tu rrim curn pratis, pastuis, herbis, aquis, lignis, furnis et
molendinis factis et faciendis et cum iure et dominio quod ibi
habem us vel nostri habere debebant aliqua donacione au t con-
cessione a vobis vel predecessoribus vestris facta. — Datum Va-
lencie idus m adii Anno Domini MCCXL. — Signum P etri de
M ontecathano, senescalchi Catalonie, qui hoc laudam us et fir-
mamus. — Signum Raim undi Berengarii de Ager. — Signum
Guillelmi de M ontecathano. — Signum Raim undi de Peralta.—
Signum B ernardi de Castro Episcopali.—Signum Berengarii de
Montepavone Huius rei testium.—Guillelmus Gaucerandi, pu-
blicus notarius Valencie, hoc scribi fecit die et anno preñxis.”
(Archivo de la Corona de Aragón. Pergaminos. Reg. 799.)

NUMERO 2
PRIVILEGIO DEL REY D. JAIME I FECHADO EN VALENCIA
EN 13 DE NOVIEMBRE DE 1240, POR EL QUE DA A CIEN
COFRADES DE CALATAYUD LA TORRE Y ALQUERIA DE
MONCADA, CON CIERTAS RETENCIONES.
“Noverint universi. Quod Nos Jacobus Dei gratia Rex Ara-
gonum, M aioricarum et Valentie, Comes Barchinone et Urgclli
et Dominus Montispesulani. Per nos et ro stro s in emenda et
restitucione illarum centum jovatarum terre, quas vobis cen-
PO L Y M N IA (D etalle de una figura del M osaico
APENDICE DE DOCUMENTOS 313

tum C onfratribus Calatayubi daré deh.bam us ad t ...............) do-


nam us nunc et tradim us ac concedimus vobis centum C onfra-
tribus Calatayubi et vestris in perpetuum totam turrim sive
Alqueriam in V alentía que dicitur tu rris de M onteada: ad h a -
bendum, tenendum , possidendum, expletandum per heredita-
tem propriam francham et liberam cum introitibus et exitibus,
terminis, pratis, pastuis, herbis, aquis, lignis, furm s et molen-
dinis, salvo et excepto iure et m edietate quam in Molendinis
Sancius de Bolat habere debet, cum heremo et populato et per-
tinentiis universis a celo in abissum; ad dandum , vendendum,
im pigne.andum , alienandum et inter vos equaliter dividendum
et ad ( unes vestías et vestrorum voluntates cuicumque volue-
1 tis i., hiendas, exceptis militibus et sanctis. Salvo et retento
nobis et nostris in perpetuum in predicta tu rre sive Alqueria,
et hominibus ibi habitantibus exercitu, cavalcata, justitiis, Ca-
loniis et dominio. Datum Valentie Idibus Novembris anno
Domini millessimo ducentessimo quadragessimo. — Signum t
Jacobi Dei gratia Regis Aragonum, M aioricarum et Valentie,
Comitis Barchinone et Urgelli et Domini Montispesulani. —
Huius rei testes sunt, G. de Entenga, P. Ferrandi, R. de Ligana,
Eximinus de Focibus, A. de Gudal. — Signum t Guillelmi scri-
be, qui m andato Domini Regis pro Domino Berengario Bar-
chinonensi Episcopo Cancellario suo hoc scripsit, loco die et
anno preíixis. -— Lecta fuit Regi.”
(Archivo Histórico Nacional. Ordenes Militares. Diplomas de
Montesa. Pergamino. R. 73.)

NUMERO 3
CARTA DE PROMISSIO QUEL REY EN JAUME FEU ALS TEM-
PLERS QUELS DARIA LO LOCH DE MONCADA AB CER-
TES CONDICIONS. (a. 1246.)
“Manií'estum sit ómnibus quod Nos Jacobus Rex Aragonum
et M aioricarum et Valentie Comes Barchinone et Urgelli et
Dominus M ontipesulani Prom ittim us vobis fratris Guillermo de
Cardona domoruin militie tempii in Aragonia et Catalonia
314 LA CIUDAD DE MONCADA

m agistro quod dabim us et tradem us vobis et domui tem pli


T urrim et alchariam que vocatur Moneada integre sitam in
orta Valentie liberam et quietam cum ómnibus term inis et per-
tinentiis suis sine pacto et elamore nostro et vestro de ómnibus
populatoribus et de ómnibus aliis qui in term inis seu pertinen-
tiis eiusdem ten en t vel habent aliquas hereditates térras vineas
domos m olendina tornos ortos seu aliqua alia iura et Aroldico
D arandega seu quolibet alio tui in predicta Alearía aliquid dede-
ram us et assignaveram us ad opus vel in perpetuum et ad bon-
faciendum et complendum vobis teneam ur ad hoc quiusvis in
instrum ento Ínter nos et vos contecto de concanbio de Ruzaffa
continetur quod tradim us vobis in presentí dictam Alchariam
lib :ram et quietam de dictis populatoribus et aliis quietam ibi-
dem habentibus pro predictis igitur complendis et attendendis vo­
bis et domui tem pli quod Com endator tem pli Valentie qui pro tem-
pore ibi fuerit aceipiat pro nobis et vobis sex millia solidos ja-
censes in Albufera Valentie hiñe ad proximum festum paschalis
et interim traderim us vobis predictum locum a predictis óm­
nibus expeditum vos predicta sex mille solidos absolvatis et
tradetis nobis et si predicta die non tradiderim us vobis pre­
dictum locum expeditum et liberum ab ómnibus supradictis,
Com endator tem pli Valentie presens et futurus et fratres tem ­
pli percipiant et habeant ex-tunch dicta sex millia solidos
tanto tem pore quousque tradiderim us vobis dictum locum a
predictis ómnibus absolutum et dicta sex mille solidos non te-
neam ini restituere nobis sed cedant vobis in recompensatione
redditum de Moneada. Quos redditus vel alii qui habent ibi ius
aliquod percipiant vel percipient quousque dicta omnia a no­
bis sint vobis tradenda, libera et absoluta, et hoc fiet quolibet
anno doñee dicta omnia sint completa p ro rrata videlicet tem -
poris cuiuslibet anni. Quo completo et tradito nobis reddatur
et tra d a tu r Albufera. Volumus etiam e t concedimus quod dicta
sex millia solidos jacenses modo et condicione predicta sint
vobis obligata pro eo quod rem anserint ad restituendum vobis
in regadino ultra centum octuaginta iovatas terre de Ruzaffa
si am plius inveniretur ibi de térra que sit apta laborationi et
restitutionem illam faciemus vobis cum corda qua m ensurantur
iovate Valentie a P aterna usque Museros ad cognitionem Epis-
APENDICE DE DOCUMENTOS 315

copi Valentini et Com endatoris Valentie in loco tam en compe­


ten ti et regadino. D atum quarto K alendas iunii anno Domini
millessimo ducentessimo Quadragessimo sexto. — Signum Ja -
cobi Dei gratia Regis Aragonum M aioricarum et Valentie Co­
m ité Barchinone e t Urgelli et Domini M ontipesulani. — Testes
su n t —p ... h ...—G. de Moneada — Janfridus de Rocabertino
— Comes Em puriarum . B. de Sta. Eugenia — G ilabert de Cen­
telles — Ego B ernardus de Vicco publicus eiusdem notarius —
suscripto qui subscripta scribi feci die et anno quo supra.”

(Archivo G. de Valencia. Enagenaciones del Real Patrim o­


nio, T. IV, fol. 23.)

NUMERO 4

CARTA DEL CAMBI QUEL SINYOR REY EN JAUME D’ARA-


GO E L’ORDE DEL TEMPLE FERBN DE MONCADA AB RU-
SAFFA ............... DONACIO DE LA ALQUERIA DE CARPE-
SA. (a. 1246.)

“M anifestum sit ómnibus Quod nos Jacobus Dei gracia Rex


Aragonum M aioricarum e t Valentie Comes Barcginone et Ur­
gelli et dominus M ontipesullani in em enda restitucione et con­
cambio totius alcharie cum suis term inis et pertinenciis uni-
versis que vocatur Ruzaffa juxta C ivitatem Valencie quam
rex P etrus bone memorie et pater noster dederat domui militle
templi, Donamus e t per nos et omnes successores nostros con-
cedimus laudam us e t de presenti tradim us vobis fratri R am -
ballo de Carone in cism aribus partibus vice m agistro et vobis
fra tri Guillermo de C ardona domorum militie tem pli in Ara-
gonia et C athalonia m inistro et per vos universis et singulis
fratribus presentibus et futuris et domui m ilitie templi in
perpetuum per alodium proprium franchum et liberum Turrim
et alcheriam que vocatur M uncada sitam in o rta sive term ino
C ivitatis Valencie quam empsimus a P etro de M ontecatano et
316 LA CIUDAD DE MONCADA

alcheriam que vocatur Carpesa, quam empsimus a Bernardo


Vitalis notario nostro et undecim iovatas terre quas empsimus
a Guillermo scriba nostro, Quam Turrim de Moneada sicut con-
íro n tat cum term ino de A ltara et de Massaroyos ,et de Ben-
sorats, et dictam Alcheriam de Carpesa, sicut afrontat in ter­
mino de Petra, de Borbotor et de Bensorats, et de Costolar, et
de Carraxet, et de A ltara et dictas undecim iovatas terre cum
suis afrontationibus, habeatis teneatis possideatis et pletetis
cum introitibus et exuitibus term inis et pertinencis suis a celo
in avisium et in ómnibus in se habentibus et cum pratis pas-
tuis, herbis, aquis, lignis et cum herem o et culto domibus ca-
salibus, turribus, realis ortis, vineis, hom inibus et mulieribus
habitantibus et habitaturis et cum tertia parte decime quam
ibidem percepim us et percipere debemus et cum regadino et se­
cano eisdem pertinentibus et cum furnis et molendinis melio-
ram entis factis et faciendis et cum dominio et mero imperio et
jurisdictione nostra et nostrorum ad dandum populandum
vendendum im pignorandum alienandum et ad omnes vestras
et vestrorum voluntates libere et perpetuo sine omni retentio-
ne nostra et nostrorum tui et quibus volueritis, faciendas pro­
m itentes per flrm am et legalem stipulationem que contra su-
pradictam perm utationem et donacionem supradictorum in to-
tum vel partem non veniamus nec venire permitem us Immo
nos et nostri successores vos et successores vestros faciemus
omnia et singula supradicta habere tenere et paciffice possi-
dere sine impedimento et questione alicuius persone et sine
pacto nostro et vestro atque clamore. Et volumus nos et nostros
vobis et vestris semper teneri de firm a et legali eviccione. Nos
igitur fra te r Riamballus de Carone in Cism arinis partbus vice
Magister et fra te r Guillermo de Cardona domorum militie tem -
pli in Aragonia et Cathalonia m inister habito consilio et dili-
genti tra c ta tu cum fratre Petro Eximeni Comendatore m anñ-
dei et fratre Gautio Comendatore Valentie Villelli et fratre
Ugone de M uncada Comendatore penadarii et cum fratre Petro
de Campo Fageto Comendatore Ste. Eulalie et fratre Petro
Egidii Comendatore de palacio, fratre Poncio de Limos cape-
llano fratre Durande, capellano, fratre Cabot comendatore a
quibusve et cum consilio volúntate et m andato m agistri maio-
APENDICE DE DOCUMENTOS 317

ris ultram arini et totius conventus Montissoni. Recognoscentes


ex certa scientia donationem predictam et excambium verti m
volúntate Dornus templi. Recipimus gratis et spontanea volún­
tate supradictas alcharias de Moneada e de Carpesa et predic­
tas undecim íovatas terre cum terrninis et pertinentiis suis in
donacione et concambio de Ruzaffa et totius term ini eiusdem.
Rem itida Les et in perpetuum defiinientes vobis dicto domino
Jacobo regi Aragonium et ómnibus successoribus vestris et óm­
nibus et singulis habitantibus et habitaturis quicumque m Ru­
zafa et eius pertinenciis quidquid jure domus tem pli habeat et
habere debebat ut poterat aliquo iure modo seu causa in Ruzafa
et terrninis et pertinenciis eiusdem, salvo et retento nobis et
nostris in perpetuum orto quem habemus juxta m urum Civi-
tatis Valentie ante domos nostras ,et salvo et retento nobis
jure nostro in duabus partibus decime quam Episcopus et Ca-
pitulus Valencie percipit in Ruzaffa quantum ad predictas duas
partes decime istud concambium sive diffinitio vobis et domus
templi obesse non possit, Imrno contra Episcopum et dictum
Capitulum in predictis duabus partibus decime ius nostrum
libere in tentare prom ittentes per nos et nostros successores
domus templi quod nunquam vos et successores vestros et po-
pulatores vel habentes quit quam ibidern de cetero in iure vel
extra jus inquietabim us sive in causa trahem us ratione iuris
quod habebam us et habere debebamus in Ruzaffa aut quo-
libet alio iure modo vel causa, Immo vos et vestri et ipsi et
eorum successores sitis inde perpetuo absoluta cum ómnibus
perceptis et percipiendis, Renunciantes consulte et ex certa
scientia perceptioni m etus et doli et exceptioni ultra dimidiam
et omni alio iuri canónico et civili publico et privato scripto et
non scripto statuto et statuendo per quod nos et nostri succes-
sores Domus tem pli contra predicta venire possemus in totum
vel partera in iudicio vel extra. Date Gerunde quarto Kalendas
iunii anno Domini millessimo ducentessimo quadragesimo sex­
to.”

(Archivo G. de Valencia. Enagenaciones del Real Patrim o­


nio, T. IV, i'ol. 15, vito.)
318 LA CIUDAD DH MONCADA

NUMERO 5

CARTA PUEBLA DE MCNCADA, OTORGADA EN 29 DE MAYO


DE 1248 POR FR. GUALTERIO, COMENDADOR DEL TEM­
PLE DE VALENCIA, A FAVOR DE DOMINGO CISCAR,
BERENGUER DEL RIÜ Y OTROS.

“M anifestum sit ómnibus tam presentibus quam futuris quod


nos fra te r Gualterius Comendator Domus milicie tem pli in Va­
lencia cum consilio et volúntate fratris Johannis Cam eraris
dicte domus et D arnaldi de Timor et fratris Aquiionis fratris
Raym undi et aliis fratribus ibi stantibus auctoritate Domini
Guillermi de Cardona m agistri in partibus Cathalonie et Ara-
gonie per nos et nostros presentes e t futuros damus concedi-
mus et stabilim us in perpétuum vobis populatoribus c’e Mun-
cada Dominico de Sisear, Berengario de Riu, Petro de B arbera-
no, Guillermo Bosch, Bernardo Rossinvol, Guillermo de Sancti
Johanne, Guillermo de Rubiutrago Guillermo de Riu, B ernar­
do de Vilavella, Petro Domenech, Petro Durán, Bernardo Sa-
bater, Petro M artini, Darnaldo Traginer, Pedro de Alpicat, Ray-
muntío de Albesa, Petro de Segarra, Berengario de Fita, Ray-
mundo Mullerat, Bernatfio Serrano et vestris successoribus do­
mos unicuiusque vestris et unam fanecatam terre parte facien­
do in M uncada prout vobis assignavimus et (.................. ) per
quibus domibus et orto ^teneam ini quingenta solidos r.obis et
successoribus dicte domus nostre valentine anuatim de festi in
frstum sancti Michaelis Septembris tres libras de cera censua-
liter et non aliud. Item dam us et stabilim us vobis et vestris
in perpetuum quadraginta jovatas terre in rigadino sicut iam
ipsas vobis assignavimus et (...............) de quibus dabitis nobis
et domus nostre valencie, de omni fructu quod Deus ipsis de-
derit tertia p arte fideliter sine missione nostri et nostrorum
scilicet de fructu pañis in era et de vindemia in vineis et de
ficcubus cum eas seccaveritis terciam partem et de olivis ere
tertiam partem et sim iliter de omni fructu quem ibi habueritis
dabitis generali domi predicte triam partem sine missione nos-
tra et domus dicte. Item damus et stabilim us •vobis et vestris
sexaginta iovatas terre in seccano in dicto term ino de Mon-
APENDICE DE DOCUMENTOS 319

cada. Item dam us bovis et conceaimus illam terram integritam


que fuit Faschalis de Calataiub et Arnaldi F errari sicut con-
fro n tatu r ex una parte in fossario antiquo et ex alia in termino
de Aliara et de alia in termino qui itu r apud Murvedre et de
alia in via publica que vadit ad molendinos et ad alchariam de
Aliara. Et de omni ista térra que est in seccano quam vobis
et vestris dam us et stabilimus dabitis nobis et domus presente
nostre Valcntie de omni fructu semper que Deus in ipsa dederit
quintam partem fideliter sine missione nostra nostrorumque de
pane in era et de vindemia in vineis et sim iliter de omni fructu
arborum qui ibi fuerit dabitis nobis et nostris quintam partem
fideliter sine missione nostra et nostrorum. Item damus vobis
et vestris in perpetuum omnes illos maiolos qui sunt de orto
qui fuit Bartliolomei de Guillabert in capite alquerie de M un-
chada cum térra in qua hediñeati sunt et cum arboribus que
ibi sunt de fructu quorum omnium que Deus in ipsis qui ibi
sunt p lan tati et plantandi dederit dabitis nobis et domus nos­
tre omni tém pora intus vineam terciara partem fideliter cum
(.......... ) per fructum arborum sine missione aliqua nostro re­
tento tam en ibi nobis et domus nostre filo columbario qui ibi
est cum introitibus et exitibus suis. Iam dictas itaque donatio-
nes cum ómnibus suis pertinenciis (...................) introitibus et
exitibus et cum ómnibus melioram entis que ibi íeceritis tam
in domibus quan in hortibus de abisso usque ad celum et cum
aquis ad rigandum cequiis pastuis lignis petriis viis et carrariis
ductibus et reductibus aquarum vobis et vestris damus et sta-
bilimus in perpetuum ad omnes vestras vestrorumque volunta-
tes libere faciendas sine vinculo retentas et obstáculo alicuius
persone sicut melius potius dici intelligi potest ad vestrum ves­
trorum que sanum intellectum et perficiant et sine malo inge -
nio vestro et inganno. Salvo tam en nobis et dicte domui iure
censu nostro agrario supradicto. Devendicione autem ullam
alienacionem quam de predictis facere voluerllis sitis peius fa-
tigati in nobis et successoribus domus nostre spatio triginta
dierum eo quod si noluerimus eaque vendenda essent vel alie-
nanda retiñere iusto precio quo facerem us deinde possitis ven­
deré, alienare et facera vestram voluntatem vestris consumili-
bus tantum . Salvo semper iure nostro et senioratico laudismo
320 LA CIUDAD DE MONCADA

censu et agrario et fatica ut dictum est in pretíictis vero non


facietis nec eligatis alios dóminos nec patrones nisi nos et suc-
cessores nostros et sitis inde homines nostri per solidi ñdeles et
h ab itan tes et affogati ibidem cum omni vestra familia sine alia
(..................) residentia. Et nos et nostri laudamus, concedimus
et confirmamus per nos et nostros omnia supratíicta Et vos ct
vestri tam paccati quam irati ñrm etis et faciatis ius imposse
nostro et baiulorum nostrorum que quociens nunquam fueritis
requisiti. Et nos et nostri faciemus omnia supradicta cum ómni­
bus m elioram entis que ibi feceritis semper vobis et vestris h a -
bere tenere possidere explectare libere et quiete contra omnes
personas et deffendere et m anutenere vos et res vestras uni­
versas sicut res nostras proprias (.............. ) posse nostrum ad
bonam consuetudinem templi non addendo nec crescendo vobis
nec vestris amodo ullam aliquam m alam consuetudinem. R eti-
nem us etiam nobis et nostris omnia molentíina et turnos et
fabrecas et balnea que sunt vel erunt in Alcharia sive in te r­
mino de M onchada ad nostram propriam voluntatem. R etine-
mus etiam super vos et vestros omni tempore hostem et caval-
cadam ad forum et consuetudinem Valentie. Concedendo et
donando vobis et vestris omni tempore foros et consuetudines
valentinos, Et in super ut hec que dicta sunt maiorem obtineant
firm itatem sigillo domini Guillermi de Cardona Magistri in Catha-
lonia et Aragonia facimus hanc paginam roboran. Ad hec nos dic-
ti dominus Dominicus de Sisear, Berengarius de Rivo, Petrus de
Barberano, Guillermus Bosch, B ernardus Rossinyol, Guillermus
de Sancto Johanne, Guillermus de Rubiuzerrago, Guillermus de
Rivo, B ernardus de Vilavella, Petrus Domenech, Petrus Duran,
B ernardus Sabater, Petrus M artinii, Arnaldus Traginer, Petrus de
Alpicat, Raymundus de Albesa, Petrus de Segarra, Berengarius
de F itta, Raym undus Mullerat, B ernardus Serrano, recipientes
omnia supradicta gratis et bono animo et spontanea volúntate
a vobis domino fratre Gauterio et adiunctis fratribus aliis qui-
bus nobis dedistis et stabilistis et vobis retinuistis et prom iti-
mus vobis et vestris successoribus dicte domus vestre et homi­
nes proprii ñdeles habitantes et affogati cum omni nostra fa­
milia in dicta alquería de M unchada et prom ittim us donationes
quas nobis fecistis bene laborare et meliorare et ius vestrum
APENDICE DE DOCUMENTOS 321
censum et agrarium supradictum daré fideliter ut dictum est
non clamabimus ñeque eligemus inde alium Dominum nisi vos
et successores dicte domus vestre. Factum est hoc quarto k a-
lendas junii anno domini millessimo ducentessimo quadragessi-
mo octavo — Signum tffra tris Gauterii Comendatoris Domus
Valentie — Signum t ffratris Johannis Cam erarii — Signum
t Arnaldi de Timore — Signum t ffratris Aquilonis — Signum
t ffratris Raym undi — Signum i ffratris Dominici — Signum
t fratris Guillermo de Palacio — Signum t íra tris Bernardi
de Balagario nos qui hoc laudam us et flrm am us et missimus
scribi testibus et firm ari — Signum + B ernardi de Rula — Sig­
num t Vasconis — Signum t Guillermi de Conques — Signum
t Bernardi de Miralles presbiteri huius rei adstim us — Signum
+ Domini Guillermi de Cardona Magistri in partibus C athalo-
nie et Aragonie qui hanc donationem approbat et confirmat et
sigillo suo fecit hanc paginam plenius insignari — Bernardus
de Barberano Capellanus Montis Catan! hec scribi fecit et clau-
sit m andato dicti Comendatoris et aliorum fratrum cum litteris
suprascrlpte. — In XXII linea ubi dicitur fratris dio et anno
preflxis.”

(Archivo Histórico Nacional. Ordenes Militares. Poblaciones


y privilegios de los lugares de la Orden de Montesa, Cod. 542.
fol. XV.)

NUMERO 6
IN PRIVILEGIIS REGIS JACOBI PRIMI —RDO.— DE LA CE-
QYA DE MONCADA QUELS HERETERS DAQUELLA LA
HAIEN FRANQA EY METER QEQUIER ALUR VOLUNTAD
EXCEPTAT QUELS MOLINS DEL SENYOR REY E AQUTS
SEUS HAIEN AYGUA SEGONS HAN ACOSTUMAT HAVER.
(a. 1268.)

“Noverint universi Quod Nos Jacobus Dei gracia Rex Ara-


gonum M aioricarum et Valencie Comes Barchinone et Urgelli
et Dominus Montpeller per nos et nostros dam us et concedimus
322 LA CIUDAD DE MONCADA

vobis universis et singulis habentibus et habituris castra, h ere-


ditates, alqareas et quascumque alias possesiones sub cequia de
M uncada in perpetuum ipsam cequiam que vocatur Real, libe-
ram et francham ab omny servitute et exaccione regali et per­
sonan prout ipsam hucusque tenuistis et cum cequis aqueduc-
tibus alveis m agnis et parvis factis et faciendis et cum ómni­
bus aquis inde currentibus. Ita quod ex ipsa cequia possitis vos
et vestri succesores in perpetuum libere rigare molere et ex
ipsis aquis omnya facere que vobis et u tilitati hereditatum et
possessionum vestrarum videbitis expedire sine aiiqua ex trad i-
cione et retentione nostra vel nostrorum et cuiuslibet alterius
persone ad bonum intellectum et utilitatem vestram et vestro-
rum non obstante aliquo foro sive statuto facto vel faciendo.
In quo nos retinuerim us dictam cequiam, Concedimus etiam
vobis et vestris quod possitis ibi ponere cequiarium sive ce-
quiarios ad voluntatem vestram qui h abeant illam potestatem
in illa cequia quam cequiarii alli h ab en t in aliis cequiis Regni
Valentie in quibus sunt constituti ab hominibus terre nostre vel
quamcumque aliam quam vos sicut in re vestra propiam duxe-
ritis concedendam, Prom itentes vobis per nos et nostros n u n -
quam presentem donacionem revocare impediré vel in aliquo
contravenire per nos vel interpositam personam nec perm itte-
mus vos vel vestros suppradicta cequia in aliquo m olestari seu
etiam impediri. Volumus etiam et per nos et nostros concedi­
mus quod nullus de predicta cequia possit rigare molere vel
aquis inde currentibus uti sine vestra vestrorumque volúntate
salvo tam en semper quod m olendina nostra et que per nobis
ten en tu r ad censum vel certum tributum habeant aquam ad
molendum quam hodie habent et habere debent et habere con-
sueverunt. M andantes vicariis baiulis justiciis et aliis offlcia-
libus et subditis nostris presentibus et futuris quod predictam
donacionem sive concesionem nostram firm am habeant et o’d-
servent et faciant inviolabiliter observan. Quicumque autem
contra presentem donacionem nostram in aliquo venerit iram
et indignationem nostram et penam mille m orabatinorum fisco
nostro applicandorum se noverit incursurum . Recognoscimus
autem nos recepisse a vobis m unerando racione dicte donacio-
nis et concesionis quingentos mille solidos regalium Valentie.
APENDICE DE DOCUMENTOS 323

Date Valencie VIII Idus rnadii anno Domini milessimo tíucen-


tessimo sexagessimo octavo.”
(Archivo General del Reino de Valencia. Enagenaciones. Tí­
tulos del Real Patrim onio, T. III, fol. 216, vto.)

NUMERO 7
PRIVILEGIO DEL REY D. JAIME II, ORDENANDO AL BAILE
GENERAL PROHIBA TODA CLASE DE OBRAS EN LA REAL
ACEQUIA Y MANDE DERRIBAR TODAS LAS CONSTRUI­
DAS A CAPRICHO, (a. 1293.)
“Nos Petrus, Dei gratia, Rex Aragonum, Valentiae, etc. Pro
parte vestri Juratorum et probatorum hom inum Civitatis Va­
lentiae fuit Nobis hum iliter supplicatum quod cum vos am is-
seritis quandam litteram Serenissimi Domini Regis Jacobi avi
nostri, bonae memoriae, directam Bernardo Despeluncis, Ba-
juio Regni Valentiae general!, et Guillermo de Jafero Judici
Curiae dicti Domini Regis, declarationem et comissionem subs­
criptas continentem , quae data fuit in Regno Valentiae in villa
Vallis Trahiguer, X II Kalendas Madii, anno Domini MCCXCVIII,
eanden litteram a registris dicti Domini avi nostri sumi et re­
p aran, vobisque nostro pentíenti sigillo roboratam tradi facere
dignarem ur. Ideo volentes super iis erga vos benignitate sólita
Nos habere, viso tenore litterae praedictae in quodam registro
communi p raefati Domini Regis avi nostri regístratae in Archivo
Patrim oniali P alatii nostri Barchinonae recóndito, ac praestito
juram ento ad sancta Dei Evangelia in Cancellaria nostra per
fldelem nostrum J'acobum Janfrid; Legum Doctorem, Nuntium
vestrum ad nostram praesentiam destinatum , quod litteram
praedictam casu fortuito amissistis, ipsam litteram a dicto re­
gistro prout in eo scripta est et registrata reparari et sumi
fecimus in liunc modum. Jacobus, Dei G ratia, Rex Aragonum,
Valentiae, etc. Fideubus suis B ernardo Despeluncis, Bajulo
Regni Valentiae generali, et Guillermo de Jafero Judici Curiae
nostrae, salutem et gratiam . Signiñcam us vobis, quod cum m a­
teria quaestionis esset ínter tenentes m olendina nostra ad censum
324 LA CIUDAD DE MONCADA

vel certum trlbutum sub cequia de Muncada, quae aliter vocatur


cequia Regalis, et inter habentes alchareas, hereditates et alias
posstssiones subtus dicta molendina,' ratione aquae fluentis per
cequiam supradictam ex una parte, et inter habentes castra,
alchareas, hereditates et alias possessiones sub cequia supra-
tíicta ex altera. Et cum praedicti tenentes molendina ad cen-
sum seu tributum , et habentes alchareas, hereditates et alias
possessiones subtus dicta molendina dicerent et affirm arent
quod in dicta cequia factae fuerint superpositiones seu sobre­
postes super opere argam aciarum dictae cequiae. propter quas
aquaeductus eorum im pediebatur et aqua exiguiore facta dic-
tis m olendinis et hereditatibus subtus ipsa molendina ñebat
praejudicium atque damnum, ita quod super hoc m ultoties suf-
ficientem aquam habere non poterant ad molendum et ad
rigandum , et quod etiam praedictae suprapostae factae fuerant
contra form am operis antiquitus statu tam ,et contra retentio-
nem quam Dominas Rex Jacobus, clarae memoriae, avus noster
fecit de dicta aqua ad molendina praedicta. Et cum in contra-
rium ex p arte habentium castra, alchareas, hereditates et alias
possessiones proponeretur, quod dicta retentio facta per dictum
Dominum Regem Jacobum, fu erat facta pro duobus cassalibus
molendinorum tantummotío, quae m olebant de aqua cequiae
supradictae, et pro aliis molendinis quae tenentur pro Nobis
infra térm inos Civitatis Valentiae, et quod concessio aquae dic­
tae cequiae facta non fuerat ad rigandum habentibus posses­
siones et hereditates subtus ipsa m olendina: ac etiam negarent
supradictas soprapositiones sive suprapostes fuisse facías de
novo, seu contra formamoperum antiquitus statutam . Idcirco
dictam m ateriam quaestionis volentes dirimere ,et illorum con-
troversiis et contentionibus obviare, qui propter praedicta ad
arm a et rixas saepe procederé nitebantur, quos nostra debemus
jurisdictione compescere, accessimus personaliter ad dictum lo-
cum, et viso azuto praedictae cequiae et visis eti'am suprapesi-
tis factis super antiquis argam aciis supradictis, deliberato con-
silio duximus taliter ordinandum , quod quidquid positum est
super argam aciis antiquis rem oveatur et demoliatur omnino,
cum praedicta videantur facta fuisse in praejudicium praedic-
torum tenentium molemtíina pro Nobis ad censum et tributum
APENDICE DE DOCUMENTOS 325

sub dicta cequia, et in íra térm inos Civitatis praedictae, et etiarn


habentium hereditates ét possessiones subtus ipsa molendina,
et facta praedicta remotione et demolitione similiter duximus
ordinandum , quod in dicta cequia nihil in profunditate vel la-
tñudine novi fiat. Q uaproptsr volumus, ac vobis Bernardo Des-
pelluncis Bajulo supradicto specialiter dicimus et mantíamus,
quatenus vobis praesentibus, removeri et tíemoliri penitus ía-
ciatis quidquid positum est super antiquis argam aciis supradic-
tis: et non perm itíatis aliquid novi ñeri in profundum, ut de-
prcssior ñ a t aqua vel in latum, ut difussa aqua depressior et
brevior ñ a t in cequia supradicta centra form ara et statutum
in quo modo est, prim itus tam en facta remotione et demolitione
suprapostarum praedictarum : nec etiam perm ittatis a'.iquas su-
perpositiones seu sobrepostes fieri super argam aciis supradic-
tis. Retinem us tam en Nobis et ómnibus tenentibus dicta molen­
dina pro Nobis ad certum censum vel tributum sub dicta ce­
quia, et in térm inos Civitatis praedictae, quod si contra hace
quae per Nos sunt superius ordinata appareret, quod dicta mo­
lendina egerent propter exsiccationem vel alio casu seu ratione
aqua necessaria praedictae cequiae, ad molendum quod per
hanc ordinationem nostram contra retentionem praedictam
factam per dictum Dominum Regem Jacobum, avum nostrum,
nullum in posterum praejudicium generetur. Volentes ac flrmi-
ter statuentes, quod quicumque contra hujusm odi ordinationem
nostram ausu tem erario prorumpere seu contravenire prae-
sumserit iram et indignationem nostram , et poenam quingen-
torum m orabatinorum auri nostro aerario applicandorum, se
noverit absque remedio incursurum. Injungentes firmiter, et
m andantes tenor-e praesentium Justitiae Valentiae vel ejus
locum Tenenti quod nomine, et pro parte nostra exigat et re-
cipiat poenam praedictam quingentorum m orabatinorum a
quocumque vel quibuscumque contra huiusmodi ordinationem
nostram facientibus, totiens quotiens contra jam dictam ordi­
nationem nostram fecerint, ut est dictum. M andamus insuper
procuratori Regni Valentiae vel ejus Locum Tenenti quod prae-
sentem ordinationem nostram faciendo teneri et servari, im -
pendant dicto Justitiae Valentiae vel ejus Locum Tenenti, tam
super praedictis servandis, quam super exactione poeane prae-
326 LA CIUDAD DE MONCADA

dictae si contigerit auxilium, consiliura et juvamen, quando-


cumque ab ipso Ju stitia vel ejus Locum Tenente inde fuerit
requisitus. Propterea ortiinamus quod si pro parte habentium
castra, alchareas, hereditates et alias possessiones sub cequia
supradicta propositum fuerit, quod praesens ordinatio nostra
facta fuerit in eorum dam num et praejudicium ex eo quia tem -
pore quo Civitas Valentiae erat Saracenorum, dictae superpo-
sitiones, seu sobrepostes erant jam et esse consueverant super
argam aciis supradictis, vel etiam citra antiquis temporibus, ac
etiamsi ex adverso propositum fuerit per tenentes dicta mo-
lendina, et per habentes alchareas et alias possessiones a dicto
tempore Sarracenorum citra form am operis, et status ipsius
cequie in profunditate seu latitudine, vel alias fuerit inventa
in eorum praejudicium atque damnum, quod vos ambo vcca-
tis qui fu erin t evocandi super ómnibus praedictis et singulis,
et aliis etiam quibuslibet rationibus et defensionibus hujusm o-
di negotium tangentibus, quas utraque pars dicere et propo-
nere voluerint coram vobis, recipiatis testes et alias probatio-
nes legitim as procedendo super praedictis summarie et de
plano, et sine strepitu et figura judicii, et receptis testibus et
ómnibus causis et rationibus utriusque partis, et negotio h u -
iusmodi usque ad sententiam collecto, ipsum Nobis transm u-
tatis sub vestri sigilli munimine interclusum . Nos enim decis-
sionem et determ inationem dicti negotii Nobis duximus reser-
vandum. Datis in Regno Valentiae in villa Vallis Trayguerae
X II K alendas Madii, anno Domini MCCXCVIII. = Mandamos
igitur universis et singulis officialibus et subditis ncstris p rae-
sentibus et futuris quatenus hujusm odi reparationem , et con­
ten ta in littera praeinserta observent et faciant inviolabiliter
observari ju x ta sui seriem et tenorem. In cujus rei testim o-
nium praesentem chartam nostram fieri jussimus nostro pen-
denti sigillo m unitam . Datis Barchinone V die Octobris, anno
a N ativitate Domini MCCCLXVIII Regnique nostri XXX III.”

(B ranchat. Documentos, Cap. 6.°, núm. 41.)


APENDICE DE DOCUMENTOS 327

NUMERO 8

PROTESTA DEL OBISPO Y CABILDO DE LA IGLESIA VA­


LENTINA CONTRA EL BAILE GENERAL QUE DABA AGUA
DE LA ACEQUIA REAL DE MONCADA A RUZAFA EN DAÑO
DE PUZOL Y DEMAS POSEEDORES, (a. 1310.)

“Noverint universi Quod anno domini millessimo trecen-


tessimo décimo die lune que fuit octavo décimo Kalendas oc-
tobris. In presentia mihi notarium et testium infrascriptorum
ad hoc vocatorum specialiter et rogatorum. Dominicus de ab-
bacia sindicus et procurator Reverendi patris domini fratris
Raymundi m iseracione divina episcopi et capituli valentini
presentavit /2 et per me dictum notarium legi et publicare
fecit quandam gedulam papiream formam protestationis con-
tinentem venerabili Bernardo de Spelluncis in Regno valencie
baiulo generali existenti per srealiter justara gequiam de mon-
chada una cum infrascriptis testibus et aüis pluribus prope
lagut eiusdem gequie cuius quidem /3 cedule tenor est qui se-
quitur. Dominicus de Abbacia sindicus seu procurator episcopi
valentini dicit et protestatur vobis domino Bernardo de Spel­
luncis predicto quod cum ad notitiam suam pro certo prove-
n it quod habitatores seu populatores de Ruzafa requisiuntvos
quod detis eis aquam ad rigandum de gequia de /4 m onchada
et hoc sic constat privilegium domini Regis qui ipsam gequiam
dedit et concessit francham et quitiam habentibus possessio-
nes in gequia de m onchada predictam ita quod nullus alius pos-
sit rigare de ea ipsis invitis ac renitentibus hoc m andaverit sub
pena mille m orabentinos et ipsis invitis /5 et renitentibus et
spetialiter populatoribus de Puzol contrariicentibus et ad ecic-
siam valentinam pertinentibus et ad quos pertinet predictam
gequiam tam quam rigantes omnes possessiones seas de cadera
et predicto sindico nomine Ecclesie valentine <...............> ho-
m inum seu populatorum de Puzol expresse contradicentem
velitis /6 concederé aquam ad rigandum predictis habitatori-
bus seu populatoribus de Ruzafa contra iustitiam et contra
328 LA CIUDAD DE MONCADA

predictum privilegium domini Regis et in damiium ipsius ec-


clesie seu hom inum de Puzol sive possessionum seu hereaita-
tis et nostrorum iudicium et gravamen. Ideo protestatur pre-
dictus sindicus nomine quod supra /7 contra vos predictum
dominum B ernardum de Spelluncis baiulum predictum et bona
vestra de omni dampno et interesse quod ecclesie eveniat et
hominibus de Puzoiio et hereditatibus eorundem vel evenire
possit rationeT ablationis (...............) per vos nunch noverint
facte vel etiam faciende /8 fractionis predicte cequie de Mon­
eada per Vos predictum baiulum illate sive comminare contra
privilegium predictum domini Regis et contra iustitiam et
eclesiásticas libertates protestatur ad hue predictus sindicus
seu procurator episcopi et capitulum Valencie ad conversatio-
nem iuris eorundem per pre ictam facitis seu fecistis /9 eis
renitentibus etinnitis et in nullo consentientibus imo expresse
contradicentibus’ et vos predictum baiulum impedientibus si
impediré possent protestatur est adhuc contra vos predictum
dominum B ernardum de Spelluncis (..............) mille solidos
áureos de pena in ipso privilegio contenta comissa domino
Regi /10 ratione predicta hoc idem protestatur Rodericus de
Casuis baiulus de Puzol pro se et hom inibus seu habitatoribus
de Puzol et ecclesiam valentinam hoc idem similiter protes­
ta tu r Raym undus Conesa prepositus helemosine sedis predicte
Ecclesie cum protestationem predicti Dominicus de Abbacia
Raym undus Conesa et Rodericus / l l , de Casuis faciunt per se
nominibus iam dictis et omnium illorum quorum interest vel
interesse posit et petierunt de predictis eis fidei publicum ins-
trum entum per me notarium infrascriptum et ad conservatio-
nem iuris eorum et Ecclesie m em órate et in testimonium ve-
ritatis. Qua cédula lecta et presentata dictus Bernardus de
Spelluncis /12, incontenenti respondit et dixit quod volebat
habere deliberationem super predictis et habita deliberatione
dabit suam r'esponsionem infra tem pus aiure statutum . Et con-
fectum his peractis dictus B ernardus de Spelluncis in presen­
tía testium infrascriptorum et Dominici de Abbacia Roderici
de Casuis ac Raymundi /13 de Conesa m em oratorum et m ihi
notarium infrascripti accessit altrecoledor ipsius Cequie et fregi
ac cindi fecit cequiam m em oratam et inde abstrahi et levari
APENDICE DE DOCUMENTOS 329

fecit duas postes de dicto trescoledor. Qua fracticne facta et


comissa predicti Dominicus de Abbacia, R aim undus Conesa et
Rodericus de Casuis /14 (.................. ) p ro testan tuerunt de iure
suo et Ecclesie Valentine et omnium illorum quorum interest
vel interesse possit et inhibuerunt in quantum in eis fuit dicto
Bernardo de Spelluncis et ómnibus illi qui ex m andato suo dic-
tam cequiam fregerunt ac eam invaderunt per sub pena in
ipso privilegio contenta non /15 tangerent, r.ec írangerent ce­
quiam m em oratam qui Bernardus de Spelluncis respondit quod
non poterat se desistere quin dicta cequia í'rangeretur et per
exinde volebat levare la alm enara. Quod fuit actum in loco
predicto die et anno in prim a linea contentis presentibus tes-
tibus Johanne Payllos et Lupo Stutiferio /16 ipsius Bernardi
de Spelluncis, Petro ca Redona clerico tonsurado et Paschasio
helies layco et pluribus aliis. Post que die m artius que fuit
septiodecimo K alendas octavis anno predicto Jacobus bou fyll
júnior vicinus Ruzafa nomine et vicé domini Bernardi de Spel­
luncis predicti dedit et trad id it m ihi /17 dicto notario. Quan-
dam ceclulam papiream quam dixit et asserit fore responsio-
nem ipsius B ernardi de Spelluncis tenor vero dicte cedule tenor
est qui sequitur. El dit batle respon que salva lur pau ell nols
periudique en levar alm enara com de levar la dita alm enara
e da aygua ais valls e a les cequies de la ciutat com de qo se
poria seguir sinosíaye gran dan e gran conupecio a la ciutat.
Encara diu lo dit bayle que pot levar la dita alm enara per
altra ra ’n o com segons lo privilegi del senyor Rey en Jaum e
per lonch us de tem ps per moros et chrestians sia acostum at
/19 atorgar ais hereters de la cequia de Moneada se retench
aygua ais molins qui son deins la dita zequia los cuals se te­
m en per ell asens. E com al dit batle sos regenst per lo tíiís
hereters quals tees complir la form a del dit privilegi lo dit
batle aná a la dam unt dita cequia e feu /2ü levar la dita al­
m enara per dar la dita aygua segons la forma dam unt ator-
gada. Quod fuit actum Valencie diebus anno et locis quibus
super. Presentibus testibus Sánelo M artini barberio et Bernar­
do Maylloil vicino Ruzaíe et supradictis. /21 Sig-num Mireti
de turbanino Regia auctoritate notario publici per totam te-
rram et dom inationem Iilustrissim i domini Regis qui predictis
330 LA CIUDAD DE MONCADA

ómnibus et singulis interfuit et hec scripsit et (...............) for-


mam redegit et clausit.
(Archivo de la M etropolitana, Moneada, Acequia. Perg.
0’3924.)

NUMERO 9
PRIVILEGIÓ DEL REY D. JAIME II DETERMINANDO QUE,
EN TIEMPO DE ESCASEZ DE AGUA, TENGAN LAS CUA­
TRO ACEQUIAS INFERIORES UNA TABLA DE LAS CUA­
TRO QUE TIENE LA ALMENARA DE LA ACEQUIA REAL
DE MONCADA, POR DOS DIAS Y DOS NOCHES, (a. 1321.)
“Noverint universi: quod cum contentio sive controversia
esset exorta super aqua cequie de M ontecateno inter heredi­
tarios dictae cequiae ex una parte et hereditarios de Miztalla,
de Fabara, de Rascanya et de Ruzafa ex altera, ex qua quidem
controversia in futurum inter partes praedictas scandala su-
boriri possent, et proinde plurim a dam na, et éorsan neces etiam
provenire: Nos Jacobus, Dei gratia, Rex Aragonum, Valentiae,
etc., volentes super his, prout et Regiae convenit dignitati, re-
medium adhibere, cum melius sit ante tem pus occurrere, quam
post causam vulneratam remedium adhibere: idcirco serie
praesentis paginae sub modo infrascripto duximus ordinan-
dum, ac etiam providendum, quod incontenti absque aliquo
intervallo suprapostis, sive la sobreposta major, dictae cequiae,
rev ertatu r ac reponatur in ipsa cequia et quod témpora n e-
cessitatis, de quatuor postibus aequalibus quas habeat alm enarla
dictae cequiae possint habere dicti hereditarii de Ruzafa, et de
Miztalla, et de Fabara, et de Rascanya unam postem duobus die-
bus et duabus noctibus: et si m ajor necessitas fuerit, quod possint
habere dúos postes per dictos dúos dies et duas noctes. videlieet in
diebus Lunae et Martis, cujuslibet septimaneae, ita quod cog-
nitio dictae necessitatis com m ittatur cequiario praesenti et
futuro cequiae supradictae: et si forte a cognitione dicti ce-
quiarii praelibati hereduaHI ¿sr.tiunt se fore gravatos, Bajulus
noster Regni Valentiae generalis praesens, et qui pro tempore
APENDICE DE DOCUMENTOS 331

fuerit provideat super eo in continenti, sine scriptis et omni


solem nitate rem ota. Providimus etiam quod in praedictis duo-
bus diebus et duabus noctibus in quibus uno vel dúo postes
levabuntur a dicta alm enaria, rolli sive rolls, et ñlae corribiles
et incorribiles, exceptis illis in quibus nunc sunt molendina,
qui et quae m anant, sive exeunt ex dicta cequia restagentur
per dictum cequiarium,, exceptis quibusdam filis aquae qui di-
m itta n tu r corribiles pro adaquandum bestiarium, et pro aliis
necesitatibus dictorum hereditariorum ad cognitionem cequia-
rii supradicti. R etinem us tam en, quod in provisione et ordi-
natione nostra praedicta possimus acrescere, diminuere, corri-
gere sive em endare et declarare omni hora, et tot vicibus, quot
Nobis visum fuerit expedire. M andamus itaque per praesentem
Ajulo nostro praedicto Regni Valentiae generali, ac cequiario
praedictae cequiae, et hereditariis praedictis, nec non quibus-
libet officialibus et subditis nostris praesentibus et íuturis,
* quod ordinationem et provissionem nostram hujusmodi teneant
inviolaviliter et observent, et non contraveniant, nec aliquem
contravenire p erm ittan t aliqua ratione. In cujus rei testim o-
nium dúo consimilia instrum enta per alphabetum divisa, al-
terum quorum teneat pars dictorum hereditariorum praedic­
tae cequiae, et alterum hereditarii de Ruzafa praedicti fieriet-
sigillo nostro pendenti jussimus insigniri. Datis Valentiae
V III Kalendas Madii, anno Domini MCCCXXI.”
(Libro de los Privilegios, fol. 72.)

NUMERO 10
PRIVILEGIO DEL REY D. PEDRO II, MANDANDO AL BAILE
GENERAL QUE, EN CASO DE ESTERILIDAD, REPARTA
EL AGUA DE LA ACEQUIA DE MONCADA SEGUN LAS
CIRCUNSTANCIAS Y A SU CRITERIO, Y QUE LAS DE LAS
SUBALTERNAS LAS DIVIDAN LOS JURADOS DE VALEN­
CIA. (25 de Febrero de 1358.)
“Nos Petrus Dei gratia Rex Aragonum Valencie M aiorica-
rum A tendentes quod pro parte Iuratorum et proborum homi-
332 LA CIUDAD DE MONCADA

num Civitatis Valentie nobis fuit hum iliter intem atum quod
cum propter preteritorum et presentís temporum m axim am
siccitatem aquae fluvii de Godalaviar sit adeo dim inuta quod
m edietas orte Valentie vel quasi que rigata esse solebat ad sic­
citatem ta n ta m devenit quod propter deffectum aque irriga’i
u t consuevit non potest et quod cequie superiores dicti rivi et
specialiter illa que vocatur de M uncada in tantum redundant
de super et cum ta n ta im plentur affluentia propter m agna
pars eiusdem aque in m ari et alius am ittitur quasi continué
et frecuenter quod in magnum dam num illorum qui suas pos­
sesiones et predia h ab e n t subtus cequias inferiores cernitur
redundare; verum cum habentes hereditates subtus cequias
superiores ex una parte et habentes hereditates infra inferio­
res cequias ex altera super facto divisionis dicte aque pluries
ad arm a devenerint et speratur quodam modo in futurum de-
veniant ex quibus possent quod absit Ínter ipsos m agna pe-
ricula imminere. Et propterea fuerit nobis hum iliter suppli-
catum u t super premissis ad obiandum dictis scandalis digna-
rem ur condecens (sic) remedium im pertiri; Idcirco huic sup-
plicationi annuentes benigne Cupientes dicta scandala evitare
Tenore presentium sic ducimus providendum quod Bajulus ge-
neralis Regni Valentie qui nunch est et pro tempore fuerit
aquam cequie de Muncada prout sibi videbitur quotiens fuerit
opportunum dividat. Et Iurati dicte civitatis qui nunch sunt et
pro tempore fuerint aquam aliarum cequiarum dicti rivi de
Godalaviar dividant et possint dividere ínter habentes posse­
siones et predia in orta predicta prout ipsi iurati consueverint
et eis iuxta dictam consuetudinem melius videbitur faciendum
qui taliter se habeant, in premissis quod ipsorum m ediante
solertia super eisdem omnis perludatur m ateria scanriaicrum.
Quoniam nos dicto 'baiuio et iuratis prout continetur superius
per presentes commitimus Vices ncstras. M andantes eisdem
quod premissam ordinationem nostram teneant ñrm iter et ob-
servent eamdemque exequantur iuxta sui seriem pleniorem
M andantes insuper Gubernatori Valentie ac Iusticiis Civitatis
predicte presentibus et futuris vel eorum locatorum quod su­
per premisis si opus fuerit prestent auxiliument iuvamen si
quando et quociens inde fuerint requisiti. In cuius rei testim o-
APENDICE DE DOCUMENTOS 333

nium presentem fieri iussimus nostro pendenti sigilo m unitam.


Datum Valentie XXV die Februarii anno a N ativitate Domini
MCCC Quinquagessimo Octavo.”

(Archivo General del Reino. Enagenaciones del Real P atri­


monio, T. III, fol. 202, vito.)

NUMERO 11

TITULO DE VENTA QUE HIZO EL REY D. PEDRO II A DON


RAMON DE RIUSECH Y LOS SUYOS, DE 500 SUELDOS
DE CENA DE ABSENCIA, SOBRE EL LUGAR DE MONCA-
DA. (25 Mayo 1358.)

“La cena de Moneada. — Item mossen Ramón de Vilanova


e mossen García de Loris e en Berengarius de Codinachs maes­
tre racional de la cort del senyor Rey axi com a procuradors
del senyor Rey en Pere ab carta seua ab son sagell de m aiestad
sagellada data Valencie XIX die februarii anno a Nativitate
Domini millessimo CCC. Quinquagessimo octavo a Vendré e
alienar per qualsevol lliuranses de alienasio a cualsevoi pro-
posisions e per qualsevol preus tot e ta n ta de redditibus cen-
sibus vel violatis m erimperiis jurisdictionalium in que dictis
dominus rex habebat in regno Valencie suo instrum ento grade
seu alias et hoc per satisfaciendis aliquibus suis subditis seu
tornandis propriis certorum bonorum que dictum dominum eis
venditurum u t suo erario confiscatorum ratione (...........) per
aliquibus criminibus commissis per aliquos eius subditos que
bona juxta capitula inita domnum dominum regem et infan-
tem Ferdinandum restituere erat obligatus domnus dominus
rex illis quibus noncupaverat et requiverat facere doñee emptores
dictorum bonorum fuissent in pretio satisfacto et per se lo dit mes
sen García de Loris en lo dit nom ab carta publica feta en Valen­
cia XXV dies de maig del any de la n ativ ita t del nostre Sen­
yor MCCCLVIII — closa per Bartolomeus de Villalba notar!
per satisfer al noble en Ramonet de Riusech flll e hereu del
noble en Ramón de Riusech aquelles dosentes lliures per preu
23
334 LA CIUDAD DE MONCADA

deis quals lo dit noble en sa vida había com prat del senyor
Rey o de comisaris seus los heretam ents de M ulata y de R a-
íalet de Aigezira situats dins term e de Algezira los quals foren
presens en Joan Eximenis de Perauxlsa caballer per rao de la
unió e los qual bens lo dit senyor Rey m aná esser restituits en
virtud del pacte feit entre ell e lo dit infant en Fernando al
d it en Johan Ximenis de Perausissa vené e lliurá per titol de
vanda al dit noble en Ram onet de Riusech e ais seus quincents
sous de cena de absencia qu-el senyor Rey había e rebía casqun
any lo prim er dia de Jiner sobre lo loch de Moneada prim er
dins term e e h orta de Valencia e la dita venda li feu per preu
de dosentes lliures les quals coníessa haber habudes en aquesta
form a e aquellos pagua lo dit noble a son tudor o curador per
ell en Johan lo dit notari et scriba de la Bailía general del
regne de Valencia diputat per lo dit senyor a rebre la suma e
preus deis bens vendedors per los dam unt dits procuradors e
obs de satisfer ais posseydors e detenidors en lo valor e preu
deis bens dam unt dits e la dita venda li fon carga ab evixió
expressa u t e ser soliem.”

Archivo General del ' Reino. Títulos y Enagenaciones del


Real Patrim onio, T. I, núm. 611, fol. 10.)

NUMERO 12
CONCORDIA EFECTUADA ENTRE EL ARZOBISPO DE VA­
LENCIA Y CABILDO CATEDRAL DE UNA PARTE, Y EL
RECTOR, JUSTICIA Y JURADOS DE MONCADA EN RE­
PRESENTACION DEL BAILIO DE OTRA, SOBRE COMO
DEBEN DE PAGARSE AL ARZOBISPADO LOS DIEZMOS Y
PRIMICIAS EN LOS LUGARES DEL BAILIO. (1 marzo 1487.)
Precedida de m andam iento de copia, a. 1616.

“Die primo mensis decembris anno millessimo sexcentessi-


mo décimo sexto lo justicia general de la present siutat de Va-
lensia aconsellat del Doctor Joan Andreu Nuñes regent per lo
altre de ses assesors In stan t y requierent Hieroni Peris notari pro-
APENDICE DE DOCUMENTOS 335

curador de Hieroni Alpicat—Attes que un acte rebut per Johan


de Carsi quondam notari de Valensia lo prim er de maig de mil
quatrecents h u itan taset ab lo qual se pacta entre lo molt illus-
trissim arquebisque de Valencia capítol de la Seu y canonches
de aquell baile general e los rector Justicia y Ju ra ts del lloch
de Moneada, Carpesa y Borbotó representant altres llochs de
dita Parroquia de Moneada e altres particulars com sia procu-
radors do diverses persones cavallers ciutadans e altres de la
present ciutat terratin en ts de dits lochs e parroquials de Mon­
eada fon p actat e concordat entre dites p arts lo modo forma
y m anera com se havia de pagar al dit archebisbe canonches
de la Seu e altres persones interesades lo deime e primissia de
tots los ( ...............) recaents en dita parrochial e llochs e te rra ­
tinents de aquell e per quant per inspectio del dit acte consta
aquell estar signat autentich y fefaent e rom put e molt usat
de m anera que hapenes algunes paraules de dit acte se deixa-
rien en lo esdevenidor de llegir Per so provehix que dit acte
de capitols y concordia respetant a la exaccio y cobransa de
dit delme y premissia desde la prim era lletra fins a la darrera
y signatura for rreg istrat en los llibres de la present cort y de
aquell ne donen tan tes copies autentiques y fefacnts al prinsi-
pal de dit Peris o altra persona satisfactis (...............) lo qual en
virtud de dita promissio fonch registrat en la forma seguent.
—Copia deis origináis capitols fets sobre com se deu pagar lo
delme e prim icia en los lochs de Moneada, Aliara, Benifaraig
e altres de la parroquia de Moneada. — Dicta die m artii prim a
mensis m artii et anni millessimi quadrigentessimi oetuagessi-
mi septimi predictorum Valencie. — In nomine Domini nove-
rin t universi et singuli hoc presens publicum Instrum entum
inspecturi quod nos Jacobus Conill sacrarum litterarum profes-
sor canonicus barchinonense ut et tanquam procurator gene-
ralis et procuratoris nomine reverendissimi in Christo Patris
et Domini nostri Roderici miseracione divina episcopi et C ar-
dinalis Valencie Franciseus Cort et Guiilermus Serra canonici
reverendi capituli valentini persone ad infrascripta pro inte-
resse dicti capituli ab eodem specialiter deputati Petrus Jorda
presbiter benefleíatus in sede valentina u t et tam quam procu­
ra to r et procuratoris nomine venerabilis P atris Domini Mathie
336 LA CIUDAD DE MONCADA

M ercader decretorum doctoris canonici archidiaconi et prepo-


siti dicte sedis pro illius interesse et Petrus Bellemont presbiter
rector parrochialis ecclesie de Moneada diocessis valentinen-
sis, prout de mea procuratione meidicti Jacob! Conill constat
in instrum ento publico acto in arce (...............) Diocessis sub
anno a n ativ itate Domini millessimo quadrigentessimo octua-
gessimo quinto in dictione vero lune duodecim mensis septem -
bris pro .....................................................”

(Archivo General del Reino. M anam ents y Empares, T. 6,


M. 50, fol. 48.)

NUMERO 13
MODELO DE CENSO PERPETUO, (a. 1569.)

+ Jhs. Ma. — In Dei Nomine Amen. Noverint universi quod


die in titu lata vicessima mensis Julii Anno a n ativitate Domini
millessimo quingentessimo sexagésimo nono In honorabile Joan-
nis R ibera agricultor loci de Moneada locum tenentis Justicie
dicti loci et testium infrascriptorum presentía personaliter in
eius Curia constitutus honorabilis Grabiel (sic) M atamoros agri­
cultor loci de Aliara qui quidem locum -tenens Justicie presente
in stante et requirente venerabile Cebriano Riera presbítero pro-
curatore Reverendi Joannis Onufrii Sentpere presbiteri in sacra
Theologia m agistri rectoris et eo nomine parrochialis ecclesie
dicti loci interrogavit dictum Gabrielem Matamoros si detine-
bat et possidebat aliquas domos térras et possesiones ten tas ad
aliquod censum perpetuum dicte rectorie. Et incontinenti dictus
Gabriel M atamoros dixit et confessus fuit se detinere et possi-
dere quandam califficiatam terre campe sitam et positam in ter­
mino loci de Aliara íráncam et quitiam ab omni laudimio et
íatica ten tam tam en ab onus decem solidorum censualium et
perpetualium anno quolibet solvendorum dicto reverendo rec-
tori e t suis successoribus in die sive lesto sancti Michaelis mensis
septem bris única solucione conírontata cum terris Francisci
Moliner cequia in medio cum terris Johannis Sabater cequia
A/ue!a$ ibéricas (Tos-Pelat)
APENDICE DE DOCUMENTOS 337

in medio cum terris Hieronimi Palau m argine in medio et cum


itinere fondo cequia de la ram bla in medio quam .............. ab
honorabile Michaele Pasqual instrum ento recepto per honora-
bilem et discretum B aptistam Vidal notarium die .......... m en-
sis .......... anni millessimi quingentesimi quinquagesimi ..........
recepto. E t illico prefatus locumtenens Justicie instante dicto
venerabile Cebriano Riera dicto nomine ex confesione facta
per dictum Gabrielem Matamoros condempnavit ipsum in dan­
do et solvendo dictos decem solidos quolibet anno in dicto
term ino dicto reverendo rectori et suis successoribus de quibus
ómnibus et singulis dictus venerabilis C ebrianus Riera dicto
nomine petiit et requisivit Instrum entum sibi recepi pro con-
servatione Juris dicti sui principalis. Quod fuit receptum per
notarium infrascriptum ioci die mense et anno premissis ho­
norabile et discreto Anthonio Jaca notario et Laurencio B ernat
agricultore dicti loci de Moneada habitis presentibus pro tes-
tibus. — Et quia preinsertam concessionem c t acceptacionem
recepi ego P etrus Baga apostólica regia ac valentina assisten-
tibus notarius publicus civitatis et regni valentini ideo hic me
sub sigillo meum solitum artis nobis aponendo signum.” —(Se­
llo notarial.”.
(Archivo G eneral del Reino. Conventos, 2264, fol. 1.)

NUMERO 14
CONCESION DE ESTABLECIMIENTO DE LA FLECA, TABER­
NA, TIENDA Y POSADA, OTORGADA POR EL MAESTRE
DE MONTESA, FR. PEDRO LUIS GALCERAN DE BORJA
AL JUSTICIA Y JURADOS DE MONCADA, MEDIANTE EL
PAGO DE DIEZ LIBRAS DE CENSO ANUAL. (13 julio 1579.)

“In Dei Nomine. Amen. Noverint universi quod nos frater


Don Petrus Ludovicus Galcerandus de Borja Divina providen-
tia humil, m agister ordinis et Militie Sacratisim e Virginis Ma-
rie Muntesie e t sancti Georgii frater Don Joannes de Borja
com endator mayor dicte Religionis ac procurator Bartholomei
338 LA CIUDAD DE MONCADA

Fito Rectoris ville Muntesis uti constat Instrum ento recepto


per Ludovicum Navarro nottarium die decima octava mensis
aprillis proxime decursi frater Don Melchior Sanz miles co-
m endator ville de Benicarlo fra te r Tomas Selva rector ville
............... e t procurator fratris Hieronimi Agram unt m ilitis eo-
m endator de Alcalá de Gibert uti constat instrum ento recepto
per Joannem Colom notarium die décimo quinto mensis Julii
presentís anni frater don Joannes Tallada milles com endator
ville de Ademus frater don Michaele Centelles com endator ville
de Vilafames et procurator fratris Don Petri de Castellvii ut
de dicta procuratione constat instrum ento recepto per Joan­
nem Sancho López nottarium die decima dicti mensis Julii fra ­
ter Don Hieronymus Piqer miles com endator ville de Ares frater
M arcus G arcía milles com endator ville de Benasal et procu­
ra to r fra tris Joannis Jacobi Falco Militis comendatoris vallis
de Perpungent ut de dicta procuratione constat instrum ento
recepto per notarium infrascriptum die vicessima séptim a
mensis apprilis proxime preteriti frater Don Gondisalbo Lian-
col de Romaní comendator ville de B orriana et procurator fra­
tris Don Joannis Ferrer militis uti constat instrum ento recepto
per infrascriptum notarium die vicessima octava proxime de­
cursi m ensis apprilis et etiam procurator fratris Don Francisci
Ludovici T allada militis u ti constat instrum ento recepto per
dictum Ludovicum Navarro not. die octava mensis apprilis pro­
xime elapsi frater Benedictus Roca Milles comendator ville de
Ares fra te r B altasar Primo prior ville de Borriana frater Bal­
tasar Arandiga prior Sancti Georgii de Alfama et procurator
fratris Joannis Carbonell priores Sancti Georgii civitatis Va-
lencie pro u t constat instrum ento recepto per Michaelem Vin-
centium Eximenium nottarium die decima octava predictorum
mensis et anni frater Andreas F erran prior Domus Illustris-
simi Domini Magistri M untesis et procurator fratris Joannis
M argarit conventualis uti constat instrum ento recepto per
Thom am Capena nottarium die vicessima octava predictorum
mensis et anni frater Don Bartholom eus de Borja milles frater
B altasar Alcover conventualis fra te r Michael C athala conven­
tualis fra te r Don Onuphrius de B orja milles frater Don G ui-
Uermus Sanz Milles frater Hieronimus Monsoni milles fra te r
APENDICE DE DOCUMENTOS 339

Bartholomeus M onar conventualis et procurator rev-erendi con-


ventus castri Muntesis .............. afferendis fratribus Ludovicus
Alcamora cantare fratre Joanne Perales fratre F ran­
cisco M artí .............. cantare fratre Barthotam eo..Munyoz fratre
Michaele G ralla .............. fratre Joanne P ulart fratre Petro Ma­
rino fratre Delom fratre Baltazare Primo et fratre Petro Fito
omnes sacerdotes conventuales predicti castri et conventus
constat de dicta procuratione in instrum ento recepto per Ludo­
vicum Navarro Nottarium die décimo tertio mensis Apprilis
anni jam dicti Millessimi Quingentessimi septuagessiini nono
frater Don Ludovicus Jotre milles frater Don Hieronimus Agui-
lar milles frater Seraflnus M arti milles frater Dominicus Ma­
rta conventualis et frater Don Franciscus Crespi milles omnes
convocati et congregati in loco de Carpesa dicte Religionis in
qua domo dicti loci ubinam dictus m agister de presenti m orat
trahim us Capitulum Gencralem Ibid-em laten tes ct celebrantes
confitentes ct asserentes in presenti capitulo adesse majorem
partem militum priorum et fratrum dicta religionis Totam Re-
ligionem facientes ac representantes attondentes et consideran­
tes vos fideles nostros Justitia et juratos nostrl loci de Moneada
de teneri et possidere flaqueriam et tavernam tendam et liostale
dicti loci per tem pus plus quinquaginta annorum solvendo nobis
et dicte Religión! decem libras de anuo rediti cum ladimio et
fatica quas predecessores nostri consignaverunt Bajulo predic­
ti loci cui anuatim exolvistis predictas decem libras insolutis et
ra tta illarum undecim libras quas prehabet et precipit pro sa­
lario dicte Bajulie-Et quibus ................... sive stabilim entum hos-
tendere nobis non potuistis Et licet possesi ta n ti temporis ha-
beatur vobis de justitia pro llegittimo titulo nihilominus tam en
pro mayori robori et firm itate vestra, nobis hum iliter suplicas-
tis u t de predictis novum estabilim entum per nos vobis fietur et
.............. vestrum Igitur supplicationibus attendendo gratis et
scienter Nos presenti publico Instrum ento cunctis temporibus
firm iter volumus omnes unánim es et concordes et nemine nos-
trum discrepante stabilim us et in enfiteutica concedimus ac
tradim us .............. nostra Domus vobis dictis dilectis Justitie et
Ju ra tis pro vobis ómnibus hominibus et Universitati dicti loci
nostri de Moneada dictas flaqueriam tabernam tendam et hos-
340 LA CIUDAD DE MONCADA

tale predictl nostri locl de Moneada hoc siquidem stabilim en-


tum vobis et vestris facimus cum partís et conditionibus se-
quentibus — Primo ü t quod habeatis teneatis et reputetis nos
et succesores nostros In dicto m agistratu et Religioni pro do­
minio directo .......... flaqueria taberna tenda et hostale et quod
anno quolibet teneam ini nobis et dicte Religioni solvere e t res­
pondere decem libras de annuo censu cum ladimio et fatica in
die sive festo Sancti Michaellis mensis septembris única solu-
tione et quas pro nobis solvere teneam ini Bajulo dicti loci qui
nunch est et pro tempore fuerit predicti loci aut ipsas consig-
nam us insolutum et .............. sui salarii. Item quod non eligatis
nech proponeatis aliurn D o m i n u r a nech patronum nisi
nos et sucessores nostri in dicto m agistratu elegerint et no-
m inaverint. Item quod in .............. dicti stabilim enti teneam ini
nobis daré et dicte Religioni quinquaginta llibras monete Rega-
lem Valentie et cum ómnibus partibus locis .............. viribus
rationibus et actionibus realibus et personalibus validis et di-
rectis variis sive mixtiis ordinariis et extraordinariis et
alliis quibuscumque nobis et Religioni predicte competentibus
et com petituris.......... De quibu.s vobis et vestris cessionem fa ­
cimus et concesionem et quibus positis vos et vestri uti frui
agere exercere et experiri in judicio et extrajudicium agendo
.............. deffendendo ponendo apponendo excipiendo ..............
suplicando om nia que et alia et singula faciendo et libere exer-
cendo quecumque et quemadmodum nos facere posemus sive
poteram us an te presentem stabilim entum .............. et actionem
premisorum cessionem et concessionem a u t nunc vel etiam pos­
tea quandocumque instituentes inde vos et nos in eorum et jure
nostrum et premissis ómnibus et singulis in possesionem pas-
sificam et corporalem seu quasi etiam m ulta .............. et indu-
cimus et eam vestro nomine tenere confitemur res quasi donech
ipsorum omnium et singulorum plenam u t predicitur adipisce-
ritis et apprehenderitis possesionem quam apprehendere et adi-
pisci positis et apprehensam adeptam propria a u c to rita te ..........
et in vos licere retiñere ad. habendum tenendum possidendum
dandum vendendum alienandum obligandum inpignorandum
et habeatis in ómnibus liberam voluntatem facere ..............
exceptis clericis locis sanctis et m ilitaribus et personis religiosis
APENDICE DE DOCUMENTOS 341

qui de .............. nissi vero dicti clerici juxta seriem et thenorem


............... et bona predicta ad totam eorum vitam adquirerent
vel haberent pro u t melius plenius savius fortius et valius dici
potest .............. intelligi ad vestri et vestrorum comodum et sal-
vandum bonum quod etiam verum et sincerum intellectum
melius .............. nobis et succesoribus in dicto m agistratu do­
minio directo predicto cuisdam dicto suo in term ino persolvendo
laudimio et fatica cum juribus ante ictis Prom ittentes per dic-
tum stabilim entum .............. gratum validum atque firmum nos
semper habere gerere et contrarium non venire facere seu per­
m itiere per eam vel occulte aliqua ratione modo titulo sive con­
tra cunctos ju xta forum Valentie et .............. Inde ac teneri
volumus vobis et vestris de ñrm a et legali evectione huiusmodi
stabilim enti et rei in emphiteotesim concesserit de ómnibus
dam pnis gravam inibus sumtibus .............. et extra supra quibus
ómnibus et singulis redatur vobis et vestris vestri vel vestrorum
simplici juram ento sive testibus et alia probatione que nunch
pro tunch vobis et vestris deferim us et pro delatore pactu pre­
dicto p e n itu s ............... volumus quarn juram enti delationem non
possimus modo aliquo revocare renuntiantes foris et juribus
dicentibus delationen juram entis ante ipsius prestationem pos­
simus licite renovari et ............... prestatione partes presentes
.............. portare pro quibus ómnibus et singulis sich attendendis
firmiterque compellendis obligamus vobis et vestris omnia et
singula bona et ju ra dicte Religionis mobilia et immobilia pri-
vilegiata et non privilegiata ubique habita e t habenda. Ultimo
confitemur nos habuisse dictas quinquaginta llibras pro in tra ta
dicti stabilim enti dicto Don Michaelii Centelles procuratori et
thesaurario nostro tradendas et quia rei veritas .............. scien-
ter omni exceptioni pecunie predicte nonnum erate et per nos
a vobis modo que supra non habite et non recepte .......... faci-
mus vobis ............... publicum Instrum entum quod est actum in
dicto loco de Carpesa die decima tercia mensis Julii anno a
nativitate Domini Miilessimo quingentessimo septuagessimo
nono. Signa nostrum íra trii fratris Don P etri Galcerandi de
Borja fratris Don Joannis de Borja fratris Don Melchoris Sanz
fratris Thome Selva fratris Don Joannis Tallada fratris Don
Michaelis Centelles fratris Don Hieronimi Piquer fratris Marci

■W
342 LA CIUDAD DE MONCADA

G artia fra tris Don Gondizalbi Llansol Romanii fratris Bene-


dicti Roca fratris B altasaris Prim o fratris B altasaris Arandiga
fratris Andree F erran fratris Don Bartholomei de Borja fratris
B altasaris Alcover fratris Michaelis C athalá fratris Don Nufrii
de Borja fratris don Guillermi Sanz fratris Hieronimi Monsoriu
fratris Bartholom ei Monar fratris Don Ludovici Joíre fratris
Hieronimi Aguilar fratris Francisci M arti fratris Dominici Ma­
rín et fratris Francisci Crespi predictorum .......... ómnibus nos-
tris propriis quam predictis laudam us concedimus et firm am us
— Testes huius rei sunt Petrus Pintado et Franciscus Oliver
alum pni Illustrissim i Domini nostri in loco de Carpesa residen­
tes. — Sig. i num mei fratris Andree F erran auctoritate apostó­
lica et capinot. publ. qui predictis interfui eaque per alium scri-
bi feci et clausi loco die mense et anno predictis.”

(Archivo General del Reino. Real Audiencia. Orden de Mon-


tesa. Leg. XIV.)

NUMERO 15

EXTRACTO DEL CAPITULO GENERAL CELEBRADO POR LA


ORDEN DE MONTESA EN LA IGLESIA RECTORAL DE
CARPESA, DOMINIO DEL BAILIO DE MONCADA. (a. 1579.)

Capítulo l.°—Reducción de Misas.


2.°—De las horas que se h an de rezar los Maitines.
5. ''—De la distribución y gasto de las Pitangas.
” 4.°—De los Religiosos Estudiantes.
” 5.a—De las Vacantes.
6. °—De las penas de los que dejan de acudir al Capí­
tulo General.
7. °—De la convocación que se h a de hacer para cele­
brar Capítulo General.
8. °—Que ningún religioso de la Orden salga del Reyno
sin licencia de Su Illma.
APENDICE DE DOCUMENTOS 343

Capítulo
9.°—Que el Cavallero que huviese de recibir el habito
haya de tener Cien Libras de Renta.
” 10.°—Que se cuente por memoria el día que se diese el
habito a algún Cavallero o freyle.
” 11.°—De las Cruces que h an de llevar los Comendado­
res y Freyles.
” 12.°—De lo que se ha de pagar al thesoro de las Va­
cantes.
” 13.°—De la distribución de los frutos del prim er año
de Baylías que vacasen.
” 14.°—De los quitamientos de los Censos de la Religión.
” 15.°—Derechos del Vicario de Vallada.
” 16.°—De la Definición, etc., de los Albaceas.
” 17.?—Que se impetre de Su Santidad Gracia de los P a­
tronazgos de todas las Rectorías de la Religión.
” 18.°—Que se procure provisión que a los Vasallos de la
Religión se les den C apitanes Cavalleros de 'a
Orden.
” 19.°—Quitam iento de Censos.
” 20.°—Orden de cobrar las rentas que el Priorato de San
Georges tiene en Mallorca.
” 21.°—Que S. Illma. y comendadores puedan componer
los pleytos de Luen y de la Encomienda Mayor.
” 22.°—De los Albaceas.
” 23.°—Personas elegidas en Oficiales de la Orden.
” 2 4 .a—De la Baylía de Perpunchente.
” 25.° —Que los Comendadores puedan establecer las tie­
rras anexas a sus encomiendas con Censos fa-
digas y luismos de la Religión.
” 26.°—Que se haga una Jaragana de Armas (arm ería)
en las Casas del Temple.
(Archivo G eneral del Reino, M anam ents y Empares de 1704.
L. 3.°, M. 24, fol. 4, núm. 92.)
344 LA CIUDAD DE MONCADA

NUMERO 16
MODEL DE CENSO CENSAL, (a. 1588.)

”Febrer—n.° 1.—Ab carta publica exta. rebuda per Francés


Ruys, n otari en 31 de Jan er 1588. = Ursola Ferrer, y de Pedro
Q uintana Viuda escarrega 30 sous reduits per preu de 20 L. p a-
gadors en 1 de febrer sobre una Casa en lo Carrer Machor, per
obs de Celebrar 1 Aniversari per — Pere Q uintana—, y en apres
la dita deixa hereu a Pere Ferrer ab testam ent rebut per Ju an
Roda, n otari en 1 de Janer 1595 y Pere Ferrer deixa en son
hereu a Christofol Ferrer y altres, segons folio 57 del Llibre
G ran.”

(Archivo General del Reino. Conventos, 2361.)

NUMERO 17

FIRMA DE DERECHO.—PROCESO PROMOVIDO POR EL SIN­


DICO DE MONCADA CONTRA CIERTOS PERTURBADO­
RES. (a. 1590.)

”Hlmo. y Exmo. Señor. — Die X II m ensis Junii M.DLXXXX,


ptr. Joan B atiste Giner no t.............. — En lo conspecte de V.a Ex.a
constituit personalm ent Joan Baptiste Giner notari lo qual en
nom de sindich de la universitat del lloch de Moneada com m i-
llor pot y deu Diu e propposa que la d ita universitat de Mon­
eada y officials de aquella en nom de la dita universitat per sos
cert justs y llegitims titols a tem pore immemoriale es estada y
esta en paciffica y quieta pocessio seu quasi de la flaqueria de
d it lloch y de provehir de pa cuyt lo dit lloch y son term e y tots
los vehins habitadors de aquell y a altres qualsevols persones
de aquell y de arren d ar la dita flaqueria y dret de provehir de
pa cuyt a lo dit lloch a ca persona o persones el dit Justisia y
Ju ra ts de d it lloch en nom de la universitat de aquell benvis-
tes per preu o preus per segur y p ar a veu de publica crida et
ais. y de prohibir y vedar que ninguna persona en dit lloch e
R 1 43 A

R 157
R 146 V

R 136 A R136B

P o n d u s ( B o rd e lle t y T o s - P e la t)
APENDICE DE DOCUMENTOS 345

term e de Moneada paste no fasa p a rta r pa algu pera vendre


ni que vena en dit lloch y term e de Moneada ni tasa vendre
ninguna m anera de pa p astat pera vendre ni de pujes de n in -
guns fons exceptuada tan solam ent la puja del forn de coure
pa que lo Ilm. M estre de la Religio de Montesa h a en lo dit
lloch de Moneada lo qual forn es de la señoría de dit lloch y
de excusar y fer excutar ais contrafasents en pena de seixanta
sous et ais, y de fer exercir totes y sengles coses annexes com-
plexes a les deñns dites dependents y emergente de aquelles
y en tal pocesio seu quasi de totes sengles coses de fins dites
es estada y esta la dita universitat y offitials de aquella res­
pective a tem pore inmemoriali pacifñcam ent quieta y sense
empaig ni contradictio de persona alguna. E com de pochs dies
a esta p a rt per p a rt de Onorat Piquer et forsan altres se h a ja
conm inat y comine de voler tu rb ar vexar y m olestar la dita
universitat en la sa dita pocessio seu quasi en que aquella y
los dits offitials son estats y están de totes les defins dites
coses y cascuna de aquells lo que de iustitia y conforme ais
furs del present regne per los quals es dispost que nlngu pot
esser vexat tre t ni m olestat en la pocesio que a tengut y te
sense coneguda de dret fer no poder ni .............. y por co et ais.
el dit propossiant dicto nomine ab los presents scrits Diu que
ferm a de dret en m ans y poder de V,“ Ex.:i y declare audiensia
en e sobre la de fins dita posessio seu quasi en que dita uni­
versitat y offitials de aquella es estada son estats y están de
les defins dites coses y cascuna de aquelles y sobre qualsevol
lamasio petitio o dem anda que lo dit Onorat Piquer o qual-
sevol altra persona tinga o pretenga teñir contra la dita
universitat y offitials de Moneada ratione premissorum Prom it-
ten t fer dret o estar a dret y pagar la .............. si convindra e t
propterea donar suffitiensia .............. pera la quai nom ena en
ferm anca a ............... Giner vehí de dit lloch de Moneada y en
testim oni de suffitiensia de Joan Pico del m ateix lloch suplican
que la dita fesuranca y testimoni de suffitiensia sien habtlitats
per la dita Causio y que la dita ferm a de dret li sia .............. y
que sia proveit y m anat al dit O norat Piquer y altres qualse-
vols persones de qualsevol .............. o condisio que sien c.ue sot
pena de cinchcents florins de or per si .............. interposados
346 LA CIUDAD DE MONCADA

per forns per via directa ni indirecta cogitada ni incogitada no


vexen m olesten n i perturben vexar m olestar ni perturbar facen
ni perm ettén la dita universitat ni offitials de aquella en la
sobredita excepsio seu quasi en que son estats y están de les
de fins dites coses y cascuna de aquelles y que si .............. actio
petitio o dem anda tindran o pretendran teñir contra la dita
universitat offitials o particulars de aquella ratione premis-
sorum que aquell y aquells posen davant V.a EX.a et in regia
audientia dins term ini de deu dies ab cominasio que pasat lo
d it term ini los sera imposat com nunch pro tunch seis imposa
silenci y callam ent perdurables y que pera dret e fet sien pro-
vehides y expedides lletres opportunes juxta .......... Suplicant
no res menys que la presens coms sia revocada a la real a u ­
dientia y concesa .............. del molt m agniñc Doctor de aquella
qui eam expediat juxta forales dispositiones huius regni si per
interm ediiis et aliis necesariis et opportunis .............. provideat
Et licet, etc. Nobilis Don Petrus Sans recognoscit — .............. —”
PROVISION. — “Die XVII mensis Junii anno M.D.LXXXXI.
—Com parent in regia audientia et corarn scriba presentís cause
Joan Baptiste Giner notari nomine quo in eadem lo qual ..........
les pretensions pera que e de parauia declare davant lo molt
m agniñc auditor de la present causa Dix e propposa que la
causa de ferm a de dret de qua agitur es evocable y hay de
ser evocada y rettenguda in regia audientia per les causes y
rahons llargam ent deduhides per ell dit com parent ab la su­
plicaste de ferm a de dret per ell dit com parent posada in regia
audientia. Ittem , Per co que la universitat del dit lloch de Mon­
eada de tem ps de deu vint tre n ta quaranta sinquanta y seixanta
a n y s ............... es estada y esta en paciffica y quieta pocessio seu
quasi del hostal flaqueria y taverna y altres coses en un acte de
stablim ent contengudes rebut per 1o reverent frare Andreu
F erran no tari publich de la dita religio de Montesa .............. del
mes de Juny del any mil cinchcents setan ta y nou per les
quals paga d ita universitat y sol pagar deu lliures cascunany
de vens al dit mestre y religio de Montesa segons que en dit
stablim ent llargam ent es contes y a m a y o r.............. 1 o dit limo.
mestre Comanadors y capitol de la dita religio de nostra Se­
ñ o ra de Montesa ab 1o subdit y prehabendant acte stabliren a
APENDICE DE DOCUMENTOS 347

la d ita universitat de Moneada la flaqueria de dit lioch y terme


e lo dret de avituallar aquell de pa cuyt acceptis quinquaginta
libris com consta y .............. ab dit acte del qual se fa fe si ......
De m anera que la dita universitat sens dubte ni difficultat
alguna fuit et est in paciffica quieta titu lata et immemoriali
pocessione de la dita fllaqueria y dret de avituallar le dit lioch
y term e y poblat de aquell de pa cuyt .............. seguent de
prohibir y vedar que ninguna altra persona sino es la dita uni­
v ersitat o la persona posada per la dita universitat avitualle
de pa cuyt la dita lioch y term e de Moneada ni vena pa cuyt
en aquell exceptat lo forn del dit limo, m estre que de presens
te en dit lioch segons que en dita ferm a de dret es contengut
y com lo d it O norat Piquer p a rt contraria no tinga ni puixa
pretendre pocessio alguna en contrari .............. que dita ferm a
de dret sa y deu esser admessa a la dita universitat y dita cau­
sa evocada y retenguda in regia audientia y aixis o suplica y
dem ana ell dit com parent dicto nomine sia provehit y declarat
no obstant lo dcduhit y pretes ex adverso quod p e ttit..............
—Die XVIII dictorum mensis et anni.”

(Archivo General del Reino. Real Audiencia. Procesos. P a1--


te 1.a, Let. S, núm. 1.013.)

NUMERO 18

FUNDACION DEL CONVENTO DE SAN DIEGO DE ALFARA


DEL PATRIARCA. (Año 1595.)

“En la H uerta de Valencia a un tiro de Mosquete del Lugar


de Moneada y a tiro de piedra del de A liara está nuestro Con­
vento de San Diego. Fundóse este Convento el año de mil qui­
nientos noventa y cinco siendo Provincial el Rvdo. P. Fr. Es-
tevan Giner y con licencia del Illmo. Sr. P atriarch a Arzobispo
que a m ás de estar en su Diócesis este puesto está en distrito
tem poral suyo, y aora de su Colegio por haver comprado este
Príncipe el Lugar de A liara y dexadole al Colegio en su dota­
ción. —El motivo de esta fundación fué, que como G aspar Jaca,
348 LA CIUDAD DE MONCADA

Ciudadano de Valencia habitador de A liara hombre de m ucha


hazienda fuesse a cazar m uchas vezes a los montes del Con­
vento de Sto. Espíritu (aora Colegio de Missionistas Francis­
canos) que dista dos Leguas de Aliara, y en tiempos tem pes­
tuosos que le cogían en la caza, se recogiese al Convento de
Sto. Espíritu: assi por compadecerse de incomodidades que allí
padecían los Religiosos en sem ejantes ocasiones, como por te­
ner compasión de los de Aliara que en las fiestas solo tenían
una Missa de un íraile de San Onoíre, y tal vez por tem pora­
les h aría íalta, y quedaran sin ella, puso en trato la íundación
de este Convento con la Provincia dando diez íanegadas de
tierra muy buena y una Casilla o Alquería que tenía en el pues­
to en que está íundado el Convento. Tomóse posession del en
siete de Marzo de dicho año. Dispúsose en la entrada de la casa
puesto p ara la Iglesia, la qual bendijo el mesmo P. Provincial
Fr. Estovan Giner. Dixo la prim era Missa el P. Fr. Bernardino
Carrascosa, que íué el prim er G uardián que tuvo este Conven­
to. Reservóse el Santísimo Sacram ento allí en veynte y tres de
Abril del mesmo año, y ese dia dixo la Missa el P. Provincial
y predicó el P. Fr. Christoval Moreno: íué dia solemnísimo y
de mucho contento, con grande concurso de gente assi prin­
cipal como plebeya.—Empezó nuestro Seráfico Padre San F ra n ­
cisco por su parte y el P. San Diego por la suya a m ostrar su
agrado de esta íundación; pues el P. San Francisco a Ju an a
Angela Borras y de R ubert tia de G aspar Jaca íundador, de
mucho tiempo tullida, instantáneam ente la dexó sana del todo,
haviendola trahido por su devoción a esta íundación. En los
dias de ella que íueron muy lluviosos estando el P. Provincial,
Secretario y otros Padres, que le acom pañaban detenidos en la
casa de G aspar Jaca, que con los que venian a negociar con el
P. Provincial llegaron a ser cosa de trey n ta Religiosos hallóse
afligido G aspar Jaca, porque no pudiendo moler por el tiempo
les havia de ía lta r la arina el prim er dia su m ujer devota le
animó diziendo, que el P. San Diego lo provehería, como lo hizo
m ilagrosam ente, pues aviendo en la tin aja de la arina apenas
una barchilla am asaron tres dias, sacando arina de allí p ara
m ás de veynte y cuatro personas, quedando maravillados, y glo­
rificando a Dios en sus santos.—Hase proseguido la íabrica de
APENDICE DE DOCUMENTOS 349

este Convento de limosnas de los devotos, ya por unos G uar­


dianes ya por otros h asta ponerla en el estado en que oy está
con la industria del R. P. Fr. Francisco Fitor, Provincial que fue
de esta Provincia. Tiene una hermosa y muy capaz Iglesia al
oriente, claustros muy graciosos y tres lindos dormitorios donde
habitan veynte* Religiosos Observantes que bastantem ente pue­
de sustentar aquel Convento.—Tiene de G uardiania en la Huer­
ta de Valencia diez y ocho Lugares, como consta de un Ma­
nuscrito en quarto que se guarda en el Archivo de la Provincia
al folio ciento veynte y dos.—El referido G aspar Jaca renuncio
('1 derecho del P atronato a favor del Sr. D. Isidro Coll el que
ti izo el retablo mayor. Dicha renuncia o traspaso del ius Pa-
tronatus, como tam bién el auto que se hizo y parte de la Co­
munidad o su Syndico a favor del dicho Don Isidro Coll ,les
tiene en su poder el Sr. D. Francisco Coll, los auales vi yo Fr.
Joan Solsona, ex Secretario de Provincia y actual G uardian de
el referido Convento de San Diego de A liara en el dia treze
del mes de Mayo del año mil setecientos treynta y cinco en
ocasión de haverle vissitado a dicho Cavalloro en su casa de
Valencia en compañía del P. Fr. Joseph Molina Predicador y
Confesor y al presente morador en dicho Convento de San
Diego. Tiene la obligación de poner túmulo y responsar el dia
de Todos Santos y el de las almas y de hazer decir una Missa
todos los años en la Capilla y Altar de San Antonio de Padua,
a m ás de la de hazer la fiesta el dia de San Diego y dar el
azeyte para la lám para del Altar Mayor: Las dos prim eras con­
diciones u obligaciones no se cumplen, las otras si; dando diez
libras para la fiesta del dia de San Diego y cinco arrovas de
azeyte. Bien es verdad que haviendo vivido el Hermano de!
dicho D. Francisco Coll y muerto en el año de mil sietecienlos
treynta y quatro años, hizo todo este tiempo el referido D. Vi­
cente Coll, la obrería en dicho Convento y en el presente de
mil setecientos treynta y cinco la h a hecho su hijo el Sr. D.
Pedro Coll, dando de limosna quinze pessos por cada un año.”

(Archivo General del Reino. Conventos, R. 3186.)

24
350 LA CIUDAD DE MONCADA

NUMERO 19

INVENTARIO DEL MOLINO DE MONCADA HECHO EN 23 DE


ABRIL DE 1600.

“Armo a n ativitate Domini Millessimo Sexcentessimo die


vero vicessimo tertio Aprilis. Personalm ent constituits en lo
molí de la Señoría, de Moneada Ju an Gil Polo altre deis coad-
juto rs en lo offigi de m estre racional de la regia cort Frey
Agosti Ledesma conventual de Montesa subdelegat de Frey An-
dreu S erra Prior del Temple en nom de Procurador patrim onial
de la orde de Montesa y encara personalment en dit lloch
Asensi G iner vehi de Moneada arrendador de la Señoria de
Moneada en lo quatrienni propassat lo qual ñni lo darrer del
any propassat y Miquel Falco Ciutada ñll y procurador de Mi­
guel Falco arrendador en lo quatrienni corrent de la m ateixa
Señoria pera possar en execusio les coses comengudes en la d a-
m unt d ita provissio teta per sa Ex.a ab vot y parex del consell
patrim onial real y de Montesa en catorse de m ars propassat e
any present e convocat (per mi Bertomeu Germ er notari en lloch
y per lo germ á de dita orae y los testimonis davall scrits les
dites p arts nom enaren 5 0 es lo dit frey Agosti Ledesma en lo
d it nom ais dits Miquel Crespo fuster y Sebastia Jover obrer de
vila m estres de les obres reais y lo dit Asensi Giner Genis Juan
Maymo obrer de vila y Ju an M eranco m estre de molins y lo dit
Miquel Falco en dit nom e Luis Sanchis obrer de vila y Batiste
Catauso fuster pera veure y regonexer los dits moli forn y gra-
ner les ayues de aquell quines son y lo preu e valor de aquelles
los quals ju raren a nostre Señor Deu y ais sants evangelis de
aquell en m a y poder de mi dit notari de haverse be y felm ent
en la d ita vissura estimes y relagio y aixi aquells inseguint lo
d it orde de la dita provissio lo qual de paraula los fores dit y
APENDICE DE DOCUMENTOS 351

fiat feren son Inventari e descripgio ab ses intimes en cas-


t ío s

cuna cosa e Item continuadles en la forma seguent:


En la prim era mola
Lo Banch y alcador en .............. 1 2s. ( 1 )
Dau y Gorro en .............. .............. 1 Ll. (2 ) 3 s.
Bas y nadilla e n ............................. 1 Ll. — 15 s.
La roda en ..................................... 2 Ll. —

Canal y cadira en ......................... 2 Ll. —


T ram ucha y canalo e n .................. 1 2 s.
La farinera en ............................... 4 Ll. —

Registre ab <;ereol de ferro y co­


rredora e n ........................................ 25 Ll. — 1 0 s.
Segona mola
Banch y alcador e n ........................ 14 s.
Dau y gorro en .............................. 1 Ll. — 3 s.
Bas y nadilla e n ............................. 1 Ll. — 15 s.
Una roda e n .................................... 1 Ll. — 1 0 s.
Canal y cadira en ......................... 1 Ll. ■-- 15 s.
F arinera en ................................... 18 s.
Tram ucha y permodol y canalo en 19 s.
Registre y corredora en .............. 24 Ll. — 1 0 s.
Tercera mola
Banch y alcador en .................... 1 2s.
Dau y Gorro en .............................. 1 Ll. — 3 s.
Bas y nadilla e n ............................. 1 Ll. — 15 s.
Roda en ........................................... 2 Ll. —

Canal y cadira en ......................... 2 Ll. —

La farinera en ............................... 1 Ll. — 5 s.


Tram ucha Permodol y Canalo en 16 s.
Registre y corredora ab un cer-
col de ferro en ............................... 17 Ll.
C uarta mola
Banch y alcador en .................... 14 Ll. —

(1) S ueldos
(2) Libras
352 LA CIUDAD DE MONCADA

Dau y Gorro e n .............................. 1 Ll. — 3 s.


Bas y nadilla e n ............................. 1 Ll. — 15 s.
Roda nova e n .................................. 5 Ll. —
Canal y cadira e n ......................... 1 Ll. — 15 s.
F arin era e n ..................................... 2 Ll. —
T ram ucha permodol y canalo en 16 s.
Registre y corredora en .............. 31 Ll. —
Q uatre cam inants de estora pera
les quatre m o le s ............................. 1 1 s.
Una escaleta pera girar les moles 7 S.
La porta de les moles en ............. 18 s.
Dos tira rs una bargella y una
corra e n ........................................... 13 S.
Una caixa pera m olturar ab sis
pilars y deu palms de llarga y
quatre palms de fondo e n ............. 8 Ll. —
íltem les portes velles ab lloba
sens pany y molt rohins y troben
que fan a fer portes noves e n ........ 2 Ll. —
Item dos Pichs vells en .............. 3 s.
Item un perpal de ferro e n ........ 9 s.
Item lo triador de form ent vell en 14 s.
Forn.—E continuant la dita vissura y estimes anaren tots los
dam unt dits ju n ts al forn y trobaren en aquell lo seguent:
Primo. Qinch taullels pera la pasta en 16 Ll.
Item un taullel molt vell y rom -
p u t en ............................................... s.
Item un taullel nou que feu dit
arrendador passat lo qual esta
d avant la boca del forn en lloch
de d it vell e n .................................... 3 Ll. —
Item la porta del forn en pany y
clau y l l o b a ..................................... 2 Ll. — 12 s.
G raner.—E per lo sem blant continuant dita vissura y estimes
an aren tots al graner y en aquell trovaren lo seguent:
La porta del graner baixa ab p a ­
ny clau y llo b a .................................... 8 Ll. 15 s.
APENDICE DE DOCUMENTOS 353

Les del graner de dalt son molt


rohins y fan a fer de noves y va­
ler la que hui ya .......................... 8 s.
Aqüestes son les coses que dits experts Han trobat en dit
moli forn y graner y que aquelles valen la suma e quantitat
en cascun Item contengudes y ago es lo que juxca sa perigia y
congiensia poden dir y com se trobasen presents a totes les di­
tes coses los dits Asensi Giner en dit nom dixque aquelles eren
les coses que lliurava en sa fi de son arrendam ent y lo dit Mi-
quel Falcó en dit nom dix que aceptava aquelles v prenia en­
son carréela y poder y Prom etía en nom de son Principal con­
servar aquelles y restituhirles en la fi de son arrendam ent
conforme a la obligagio que te en virtut deis capitols apposats
en lo acte del seu arrendam ent. De totes les quals coses tots los
dam unt dits cascu per son interes Requeriren a mi dit notari
los ne rebes acte publich lo qual por mi dit notari en lloch y
per lo servia de dita religio los fonch rebut en los lloch dia mes
e any desusdits. Presents foren per testim onis a totes les dites
coses Hieroni Crespo obrer de vila de Valencia sah atrobat en
Moneada y Jaum e Rueda llaurador de Moneada.—Lo present
trellat de m a de altri scrit en estes tres cartcs es ostat tret del
Judiciari de la J u n ta patrim onial de Montosa del any Mil y
Sissents per mi Jaum e M arti Vaziero notari publich de la giutat
y regne de Valensia y scriva de Montesa y per que fe hl sla
donada .............. scrich y pose mon sig t ne. (Sello notarial.)”
(Archivo G eneral del Reino. M aestre Racional. Montesa.
Bailía de Moneada, Leg. 295, R. 747.)

NUMERO 20

ESTADO DE CUENTAS DE ADMINISTRACION DEL TERCIO


DIEZMO DEL BAILIO DE MONCADA, HECHO POR EL BAI­
LE FR. D. FRANCISCO PERPIÑA, EN EL AÑO 1622.
“Rebudes fetes per mi Frey Don Francisco Perpinya Batlle
del Batliu de Moneada del proceyt del tere delme y demes ren-
354 LA CIUDAD D S MONCADA

des pertanyents a sa m agestad com a adm inistrador perpetuo


del Orde y milicia de Ntra. Sra. de Montesa y St. Jordi de Al-
fama per au to ritat apostólica en lo Batliu de Moneada en que
son compressos los llochs de Moneada Carpesa y Borbotó en lo
any M.D.C.XXII.—Form ent en Moneada — Me fas carrech de
setse cafisos de form ent b ru t que h an pervengut a la p art de
sa m agestad en lo dit lloch de Moneada en aquelles cinchcen-
tes tre n ta dos barcelles delmeres que ya hagut a tot m onto
segons a pesat per certs de Pere Luis Bonilla not. scriva de la
m ensa m agistral de les quals cinchcentes tren ta dos barcelles
delmeres ne tocaren al tere delme cent y tren ta huit barcelles
delmeres corumullades y de les ordinaries rasses en foren setse
cafisos. — Preu del forment. — Item pose en Rebuda trescen-
tes six an ta cinch lliures deu sous de Nicolau M ontagut per lo
preu de q u aranta dos cafisos y sis barcelles de form ent bo, net
y garbellat que li fon venut de orde de la Ju n ta patrim onial
de M ontesa a rao de huit lliures y dotse sous lo cafis. — Por-
gueres — Item pose en Rebuda tre n ta nou sous y set diners por
lo preu de nou barcelles y m ija de porgueres que hixqueren de
deset barcelles de brutedat y solaje que yague en to t lo dit
form ent venudes a rao de cuatre qn. barcella. — Ordi en Mon­
eada — Item me fas carech de dos barcelles de ordi que h an
pervengut a la p a rt de sa m agestat en aquelles sis barcelles
delmeres que y hague a tot monto en lo lloch de Moneada en lo
present any MDCXXII. — Preu de tot lo ordi. — Item pose en
Rebuda setan ta sous per lo preu de un cafis y dos barcelles de
ordi que h a exit net de aquelles quince barcelles que y hague
brut venut a rao de tres lliures lo cafis. — A rrendam ent del
forn de Moneada. — Item pose en Rebuda tres mil y siscents
sous deis hereus de Juan Carsí al qual li fon arrendat lo forn
del lloch de Moneada a tem ps de quatre anys contadors del
prim er de Jan e r MDCXXI en avant per lo dit preu. — Moli de
Moneada. — Item pose en Rebuda Cinchmilia sous de Francisco
S errut y Francisco Vilata ais quals fon arren d at lo moli del
Loch de M oneada a tem ps de quatre anys contadors del prim er
de Jan er MDCXXI en avant. — Erbatge. — Item pose en Re­
buda quatrecents sous de Vicent Alpicat y Vicent Insa ais quals
com ames de preu nonant los fon arrendat lo dret de erbatge
APENDICE DE DOCUMENTOS 355

del terme del Loch de Moneada a temps de quatre anys con­


tadors del prim er de Jan er MDCXXI en avant per lo dit preu
cascun any. — Vi en Moneada. — Item me fas carrech de nou
botes de vi sixantenes que en lo present any MDCXXII se reco-
llisen en lo seca de Moneada que a la dita rao son sinchcents
quaranta canters. — Preu de tot lo vi. — Item sonli carregats
al dit adm inistrador huitcents noranta sis sous y tres diners
aixi per lo procehit deis DCXXX canters de vi de la cullita del
present any com per lo procehit de DCLX canters que sobraren
de la cullita del any 1621 tot lo qual vi per haverse to rn at agre
se ha venut a m olt bax y differents preus, e dita ca n titat se
ha carregat en virtut de la .............. — Paner. — Item pose en
Rebuda, Mil huitcents sous de Cosme Cardona de Moneada al
qual com a mes de preu donant en la forma acostum brada li
fon arren d at lo dret del paner de Sa Magestad pertanyent a
temps de quatre anys contadors del prim er de Janer MDCXXI.”
Archivo General del Reino. Maestre Racional. Montesa. Bai-
lía de Moneada, Leg. 295, R. 747G.)

NUMERO 21
PRIVILEGIO PARA AMORTIZAR OTORGADO AL RECTOR Y
CLERO DE MONCADA POR EL REY CARLOS II. (20 Agos­
to de 1666.)
“Nos Carolus Dei G ratia Rex Castellae Aragonum Regionis
Utriusque Siciliae Hyerusalem Portugallie Aragoniae Dalm atiae
Croaciae N avarrae G ranatae Toleti Valentiae Galletiae Mayori-
carum Hispalis Sardiniae Cordubae Corsisae M urGunnii Algar-
bii Algecirae G ibraltaris Insularum C anariae nechnon Indiarum
orientalium et occidentalium Insularum ac terrae firmae m aris
oceani Archidux Austriae Dux Burgundiae B rabantie Mediolani
A thenarum et Neopatriae Comes Aabspurgii Flandriae Tirolis
Barcinone et Ceritaniae Marchio Oristani e t Comes Goceani et
M aria Anna Regina eius m ater et tu trix omniumque Regnorum
et Provinciarum Dominationis suae G ubernatrix. Cum pro parte
Rectoris et Cleri ecclesiae Parochialis loci de Moneada in dicto
3 5 6 LA CIUDAD DE MONCADA

nostro Valentiae Regno fuerit nobis expositum variis rebus pro


divini Cultus ornatu indigere proptereaque supplicatum ut Li-
centiam am ortizandi mille Libras in propietate sibi de nostra
sólita benignitate dignarem ur. Nos vero petitione sua benine
suscepta soluto solido pro Libra ratione Sigillii et sex denariis
pro iure amortisasionis eisdem concederé decrevimus prout the-
nore presentis de nostra scerta scientia Regiaque autoritate de­
libérate et consulto eisdem Rector et Clero dictae ecclesiae P a-
rochialis Loci de Moneada licentiam concedimus et facultatem
plenariam inpartim ur quod non obstantibus quibusvis Privilegii
foris statu tis consuetudinibus Pragm aticis et aliis ordinatio-
nibus prohibentibus bona de realenco vendi transferri aut alie­
n a n posse personis et locis eclesiasticis Religiosis sive sanctis
aut aliis piis operibus possint et valeant eisden que liceat,
libere et inpune quevis bona em pta et acquisita vel em enda et
adquirenda tam a m anu m ortua quam aliunde etiam si sint
Censualia Census redditus et Ju ra au t alia quevis bona usque
ad dictam quantitatem mille Librarum monetae regalium Va­
lentiae in propietate et non ultra habere et possidere in una vel
pluribus em tionibus operationibus et quibusvis Civitatibus op-
pidis Villis Universitatibus alqueriis locis hospitaliis Domibus
agris campis vineis hortis m olendinis au t aliis quibusvis bonis
de Realenco et que etiam a m anu m ortua existant que quidem
censualia census redditus et ju ra u t prem ititur em pta et acl-
quisita vel em enda et adquirenda per dictos Rectorem e Cle-
rum sin t post presentem Concesionem ipso tacto am ortisata et
convertantur et converti habeant cunctis temporibus in como-
dum et utilitatem ipsius ecclesiae dum tam en ea super quibus
onerata su n t aut onerabuntur, sub nostro directo et alodiali
Dominio minime teneantur que quidem Censualia Census red­
ditus et ju ra ac alia quevis bona em pta et adquisita vel emenda
et adquirenda casu quo in totum vel in partem redimi luy aut
quitari contigerit quandocumque pretium seu pretia eorundem
ex predictis redemptionibus habitum vel habita inde res m er-
ciari et iterum aliud vel alia emere acquirire et habere possint
et valeant semel et pluries et toties quoties redimi luy quitan
vel concam biari evenerit. Preterea si contigerit aliquod ex pre­
dictis censualibus Censibus et redditibus evinci vel penitus di-
APENDICE DE DOCUMENTOS 35/

solvi possint aliud Censúale Census redditus et iura per ipscs


Rectorem et clerum eclesiae Parochialis loci de Moneada uty
refertu r em pta et adquisita vel em enda et adquirenda aut alia
quecumque que resm erciari seu in locum quitatorum redemp-
torum venditorum vel emptorum acquiri asignari vel consignan
contigerit postquam em pta et adquisita seu donata fecerint ex
nostrae regiae potestatis plenitudine legibus absolutae nunch
protunch am ortisam us et am ortisata fore et esse decernimus
cum presenti volumus tam en et nobis expresse retinem us quod
bona censualia Census redditus et jura predicta per dictos Rec­
torem et Clerum em pta et adquisita vel em enda et adquirenda
que huiusmodi vigore am ortisari contigerit tran sean t et rem a-
nean t perpetuo in suo onere regali et vicinali secundum forum
Valentiae sicut an tea erant et si forsan si predicti Rector et
Clerus ren u erint solvere vel recursum habuerint pro contribu-
tione ad quam censualia ipsa Census redditus et iura seu bona
ten ean tu r ac tenebuntur vel alias ad judicem aclesiasticum fo­
rum nostrum quomodolibet declinando eo ipso casu quod id
tentaverit dicta bona redditus et iura sint nobis et fisco nostro
penitus devoluta quandoquidem sub hac condltione et non alias
huiusmodi gratiam facimus et concedimus. Volumus insuper
quod Rector et clerus dictae ecclesiae Parochialis qui nunch
sunt e t pro tempor fuerint teneantur Deum supplieiter exorare
pro salute anim ae nostrae ac serenissimorum Regnum Arago-
num predecessorum nostrorum ac posteritate Domus nostrae
Regiae. Nos enim cum hac eadem m andam us quibusvis notariis
et scribis qui pro parte ipsorum Rectoris et Cleri ut est dictum
fuerint requisiti ut de emptione seu em ptionibus et acquisitio-
nibus Censualium reddituum aut furium predictorum faciendis
instrum entum seu instrum enta quoties voluerint faciant atque
trad a n t cum Clausulis necessariis et oportunis foris Privilegiis
Pragm aticis et aliis predictis in aliquo non obstantibus quo-
niam nos emptiones m utationes acquisJtiones donationes assig-
nationes vel consignationes ipsas cum facta fuerint nunch pro­
tunch et e converso huiusmodi serio laudam us ratificam us ac
etiam in ómnibus et per omnia confirmamus eisque autritatem
nostram interponim us pariter et decretum supplentes et tollen-
te s serio cum presenti ex nostrae regiae potestatis plenitudine
358 LA CIUDAD DE MONCADA

omnem defectum nullitatem et vitium. SI quis vel que fu e rin t


in concessione vel provetione huiusmodi aut emtionibus vel cc-
quisitionibus m em oratis super quibus ex eiusdem potestatis ple-
nltudine dispensam us et ne huiusmodi vigore consignan am or-
tisari vel concedi valeat maior quantitas superius expressa et
concessa. Volumus et expresse jubem us notariis et scribis qui
premisorum contractuum confectioni interveniant sub pena
privationis ofíicii notariae, Ut de emptione vel emptionibus et
aliis quibusqumque acquisisionibus de quibus in eorurn posse ins­
tru m en ta fo rm ata sunt form abuntur aut fient in calce conces-
sionis huiusm odi expressam faciant m anu propia m ention:m
ponendo diem et nom ina contrahentium dictarum emptionum.
Illustri propterea Nobilibus Magnificis dilectisque Conciliariis et
ñdelibus nostris locum tenenti et C apitanes Generali nostro Re-
genti Cancellariam et Doctoribus nostrae Regiae audientiae Ge-
rentibusque Vices nostri Generalis Gubernatoris Bajulis Gene-
ralibus M agistro Rationali locum tenenti nostro Generalis T he-
saurarii a .............. et Procuratoribus et Patrim onialibus nech-
non judici Receptori et Comissario am ortisasionum Justiciis Ju -
ra tis Alguasiriis Virgariis et Portariis ceterisque demum univer-
sis et singulis officialibus et subditis nostris majoribus et m i-
noribus in predicto nostro Valentiae Regno constitutis et cons-
tituendis dictorumque officialium locatenentibus seu officia ipsa
regentibus et subrogatis presentibus et futuris ad incursum nos-
troe Regiae indignationis et irae peneque florinorum auri ara-
gonum mille nostris regiis inferendorum erariis dicimus preci-
pimus et iubemus quatenus gratiam concessionem nostram
hujusm odi et quidquid ipsius vigore succedet et fiet perpetua
teneat firm iter et observent tenerique et inviolabiliter obser­
var! faciant ab ómnibus inconcuse et non contraiaciant vel ve-
n ian t au t aliquem contrafacere vel venire perm iterint ratione
aliqua sive causa si officiales et subditi nostri predicti gratiam
nostram C haram habent ac preter irae et indignationis nostrae
incurssum penam preapositam cupiunt evitare autferim us nam -
que ab eis omnimodam secus agendi cum nullitatis decreto
potestatem . Hanc autem amortisasionis gratiam concessionem
seu licentiam emendi et quomodolibet acquirendi dictas m ille
Libras eisdem Rectori et Clero dictae ecclesiae Parochialis loci
APENDICE DE DOCUMENTOS 359

de Moneada facimus et concedimus soluto solido pro Libra ra -


tione Sigillii et solutis sex denariis pro iure amortisasionis et
qualibet Libra dictarum mille. Volumus tam en et exprese jube-
mus quod dicti Rector et Clerus Privilegium hujiusmodi infra
sex mensium spatium a die datae illius conputandorum in nos-
tra Regia Cancellaria expedire et sigillari Jusque pro sigillo de-
bitum solvere ten ean tu r alias illud irritum ac melius roboris
rem anere declaram us tanquam si concessum non fuisset dero­
gantes cum presentí ómnibus et quibuscumque in contrarium
íacientibus quibus derogare possumus ea om nia et singula hic
pro expressis habentes ac si specialiter et expresse eis deroga-
tum fuisset. Volumus iterum et jubem us quod dicta ecclesia
cum premium acquisierit bona predicta aut quamcumque earum
partem in tra unius mensis spatium post factam dictam acqui-
sitionem jus am ortisationis pro dictis bonis vel eorum parte
debitum sub pena privationis presentís gratia solvere sit stricta
scilicet sex denarios pro iure amortisasionis. Ut est dictum et
antequam hac concessione uti possit sub eadem pena hujus-
modi Privilegium apud nostram Regiam Bayuliam in offitio
am ortisasionum sive in posse illarum Scribe teneantur qui Scri-
ba pro dicto m anifestó quod continuare habeat in libro m ani-
festorum intitulato et ad efectum huiusmodi per Bayulum Ge-
neralem nostrum tradito sex denaria m onetae regaliu Valentiae
tantum m odo et non amplius exigat in cuius Rei testimonium
presenfierl Jusimus nostro Regio Comuni Sigillo Inpendenti
m unitam datis in oppido nostro M atriti die Tertia mensis Junii
anno Millessimo Sexcentessimo Sexagessimo Sexto Regnorum-
que dicti Caroli Regis flii nostri secundo.—Yo la Reina.”
(Archivo General del Reino. Real Audiencia. Parte 3.'1, Reg„
3481.)

NUMERO 22
INVENTARIO DE TODO LO EXISTENTE EN LA ERMITA DE
SANTA BARBARA, HECHO EN 1699.
'“Un cáliz de plata sobredorada con patena de lo mesmo y eL
pie de bronze.
360 LA CIUDAD DE MONCADA

Una lám para de plata.


Tina casulla de Damasco Carmesí guarnecida con galón de oro
y p lata fina. Con manípulo y estola de lo mismo.
2 Albas de Cam brai la una nueva y la otra usada con randas
guarnecidas.
Un cingulo de seda carmesí.
2 am itos de Cambrai.
2 Juegos de Corporales guarnecidos con randas.
2 Bolsas p ara los Corporales de diferentes telas v colores.
2 Cubricálices de tafetán el uno de color carmesí y el otro de
color blanco guarnecido con randa de oro.
Ocho m anteles p ara los altares.
Un frontal de damasco carmesí guarnecido con randa de ilo
blanco.
O tro frontal de raso de flores de diferentes colores.
Otro frontal de tafe tán blanco con la zanefa de cañamazo.
Una Im agen del S.° Cristo con la Cruz y peaña de m adera.
Un Misal nuevo.
Cinco lám paras de azófar.
6 Candeleras de bronce.
10 Candeleros de m adera plateados.
2 Atriles de m adera.
Un quadro grande pintado en el al oleo Sn. Antonio y San Pa­
blo está en la pared al lado del Evangelio y al lado de la Ca­
pilla otro quadro con las Im ágenes de San Vicente F errar y
Sn. Vicente M artyr.
O tro lienzo de San Gil Abad.
O tro lienzo de la Purísima Concepción.
Otro lienzo de San Freo. Xavier.
2 Sacras.
Un espejo.
E n la Sacristía u n a Arca y un Baúl,
Un Círculo con seys campanas.
U na cam panita pequeña para quando se dice Misa.
U na C am pana crecida sobre la dicha Herm ita.”

(Archivo de la Metropolitana. Visitas, Año 1699'. Reg. 604,


lol. 607.)
APENDICE DE DOCUMENTOS 361

NUMERO 23

INVENTARIO DE LA PLATA, ROPA, ORNAMENTOS Y JOYAS


DE LA IGLESIA PARROQUIAL DEL LUGAR DE MONCADA,
HECHO EN EL AÑO 1699.

“Un Viril de P lata sobredorado con el pie de bronze.


Un Globo de P la ta sobredorado con el pie de bronze.
4 Cálizes de P lata con sus Patenas de lo mesmo, las 2 sobre­
doradas.
ü .ia s Crismeras de P lata con la Arquilla de lo mesmo.
Un Vaso de P lata en que están Custodidos (sic) los Santo Oleos
Infirmorum.
Una Concha o pechina de Plata para bautizar.
Un Globo de P lata sobredorado para llevar el Viático de en ­
fermos.
Una Cruz grande de Plata para las Procesiones.
Una Cruz de P lata sobredorada con reliquia del Lignum Crucis.
Unas V inajeras de plata.
2 Blandones de plata.
Un Incensario de p lata con su Manecilla y Cuchara de lo mesmo.
Un hysopo de plata.
Una Cajuela de p lata para el Lignum Crucis.
Una Lám para de plata para la Capilla de Comunión.
Otra L ám para de plata para la Capilla de San Jaime.
Un portapaz de plata.
2 Reliquiarios de m adera sobredorados.
Uua Reliquia de S anta B árbara Virgen y M ártyr, con su Reli­
cario de p lata sobredorada con relieves de Coral.
Cinco Im ágenes de Masonería de diferentes Santos y Santas.
10 Lám paras de Azófar, las 3 grandes.
Un órgano grande.
Una imagen de N.a Sr.a con el Niño en los brazos de marfil con
coronas de plata.
Una Urna de m adera cubierta de oja de p lata para reservar el
SSmmo. el dia de Jueves Santo.
Una Custodia de m adera sobredorada para las Procesiones.
20 Cortinas de tafetán doble.
362 LA CIUDAD DE MONCADA

Una B andera y Pendón de Damasco carmesí.


2 Banderolas de lo mysmo.
Un Cubertor de Damasco carmesí.
2 Palios de Damasco carmesí.
Un paño de Brozadilo dorado y color morado.
Otro paño p ara el Pulpito.
Un Dosel de raso de color carmesí.
2 Doseles de diferentes telas y colores.
Un Paño de Damasco con fran ja de oro.
Una Capa con pluvial de Damasco blanco guarnecido con ga-
loncico de p lata falsa.
O tra Capa con pluvial de Damasco blanco.
O tra Capa de Damasco blanco guarnecida con galoncico de
p lata falsa.
O tra Capa con pluvial de Damasco blanco.
O tra Capa de Damasco blanco guarnecida con galoncico de
p lata falsa.
O tra Capa de Damasco blanco.
O tra C apa de lo mesmo con galoncico de plata falsa.
Diez albas de diferentes lienzos guarnecidas con randas.
10 am itos y 10 Cíngulos.
24 Puriñcadores.
6 toballas p ara el Lababo.
8 Juegos de Corporales guarnecidos con randas.
10 Bolsas para los Corporales de diferentes telas y colores
5 Casullas de Damasco blanco con sus estolas y manípulos de lo
mesmo.
O tra Casulla de tela de plata con su manípulo y estola de lo
mesmo.
O tra Casulla de tela de plata con fran jas y galón de oro con su
estola y m anípulo de lo mesmo.
6 Candeleras de bronze.
Tres tohallas de diferentes telas y colores.
10 tohallas o m anteles para los Altares.
Un terno de Damasco blanco guarnecido con galoncico de pla­
ta falsa.
Otro terno de Damasco blanco usado.
Otro terno de Damasco blanco con guarnición de plata falsa.
APENDICE DE DOCUMENTOS 363

Otro terno de Damasco blanco usado.


Otro terno de Damasco blanco.
2 tem os colorados con sus capas de lo mesmo.
Otro terno de color verde.
Otro terno de color negro con tres Capas de lo mesmo.
Una Capa de tafe tán de color morado.
Otro terno de color morado con Capa de lo mesmo.
6 Frontales de diferentes telas y colores.
3 Casullas de diferentes colores y telas.
3 Casullas m oradas de diferentes telas con sus estolas y amitos
(sic) de lo mesmo.
Un frontal de lana.
Otro Frontal de raso alistado de diferentes colores.
Quatro misales el uno nuevo y los 3 usados.
4 Sillas de respaldo de Baqueta clavada con clavos dorados.
6 linternas.
24 fananicos.
6 Cortinas nuevas de brozadelo blanco y colorado con sus gote­
ras de lo mismo.
3 Campanicas pequeñas para quando se dlze Missa.
O tra Cam panica mayor para los Comulgares.”
(Archivo de la M etropolitana. Visitas. Año 1699. Reg. 601.
fol. 608.)

NUMERO 24

CARTA DE PAGO OTORGADA POR EL RECTOR Y CLERO DE


MONCADA A FAVOR DE MARIA MAGDALENA COSME. DE
122 LIBRAS, DOCE SUELDOS Y 2 DINEROS.—4 abril 1717.

“Sepan los que esta C arta de Pago vieren y leyeren Como


nos el Reverendo Rector, Clero y Beneficiados de la Yglesia
Parroquial del Lugar de Moneada, estando Juntos y congrega­
dos en la Sacristía de dicha Iglesia donde nos solemos juntar,
y conferir las cosas tocantes, a nuestro Clero, es a saber, el
Dotor Frey Ignacio Pérez de Saetí de la Orden de Nuestra Se-
364 LA CIUDAD DE MONCADA

ñora de M ontesa San Jorge de Alfama Cura de dicho Lugar


de Moneada, los Maestros Juan B autista Marti, el Licenciado
Francisco Bailach el licenciado G aspar Alós, el Dotor Joseph
Gavarrot, el licenciado Pedro Pardo Síndico Presbíteros Bene­
ficiados de dicho Reverendo Clero, afirmando ser la mayor
parte de este, por nos y en nombre de los demás ausentes, y de
los que en adelante fueren, en nombre de dicho nuestro Clero.
De nuestro buen grado, y cierta scientia, otorgamos y confesa­
mos, aver recibido realm ente y de contado, a nuestra voluntad
de M aría M adalena Cosme Doncella de la Ciudad de Valencia
v:cina y m oradora ia quantía de Ciento veinte y dos Libras
doce sueldos, y dos dineros a cumplimiento de todas las pen­
siones devengadas de diferentes Censos que Vicente Molíns el
mayor labrador de dicho lugar de Moneada vecino, y m orador
era deudor a dicho Reverendo Clero, y pagando en virtud,
Cargo y obligación, que dicha M aría M adalena Cosme tenia por
razón de la prim era escritura de Venda otorgada a su favor
por el dicho Vicente Molíns mayor en dias, Vicente Molíns m e­
nor y Joseph Pasqual de Vitoriano labradores, vecinos, y mo­
radores en dicho Lugar de Moneada. La que autorizó Joseph,
Bru escribano a los veinte cinco dias del mes de Junio mil sete­
cientos y catorce años. Y las rem anentes dieciocho Libras de
dicha moneda son a cuenta de las posesiones de tres Censos
que dicho Vicente Molíns el mayor respondía a dicho Reverendo
Clero, Con cuyo Cargo la dicha M aría M adalena Cosme mercó
de los dichos Vicente Molíns el mayor, Vicente Molíns el m enor
y Joseph Pascual de Vitoriano, quatro Cahisadas de tierra huer­
ta según es de ver por la segunda escritura de venda que auto­
rizó el mismo Bru dichos dia veinte cinco del mes de Junio de
mil setecientos y catorce años, entendidas y comprendidas en
esta cantidad todas y calesquiera C artas de pago, albalanes y
Cautelas hechas, y firm adas por dicha razón y por esta la ver­
dad renunciam os a la excepción del dinero no contado, y a las
leyes de la entrega y paga, según que en ella se contiene en
firmeza de lo qual otorgamos la presente en la Sacristía de
dicha Yglesia en Moneada a los quatro dias del mes de Abril
de mil setecientos y diez y siete años siendo presentes por tes­
tigos, B autista Carsí. Thomás Ferrer, labradores, y Melchor Gil
APENDICE DE DOCUMENTOS 365

Sacristán vecinos y moradores en dicho Lugar de Moneada, y


los otorgantes a quien, yo el escribano doy fe conosco io firm a­
ron = el Doctor frey Ignacio Pérez de Cancti, Cura de dicho Lugar
de Moneada = el Maestro Juan B autista M artí = el Licenciado
Francisco Baylach = el licenciado G aspar Alós = el Dotor Jo-
seph G avarrot = el licenciado Pedro Pardo Síndico = passo
ante mí Joseph Pasqual de Vicente escribano Público de dicho
y presente lugar de Moneada presente pues a lo que dicho es y en
fe de ello y de que concuerda con su original Registro Proto­
colo que queda en mi poder lo sigue y firme en Moneada los
dias mes e año arriba dichos = en testimonio de (signo del es­
cribano) verdad — Joseph Pasqual de Vicente escribano.”

(Archivo General del Reino. Real Audiencia. Leg. 660.)

NUMERO 25

PROTESTA DE LOS TERRATENIENTES DEL BAILIO DE MOR­


CADA, DIRIGIDA AL REY FERNANDO VI, PARA QUE LES
SEA LEVANTADO EL EMBARGO DE SUS CASAS Y TIE­
RRAS, DECRETADO POR D. ALONSO MORON. — CONTES­
TACION DEL REY. (3 marzo de 1753.)

“Señor = Extinguida la Religión de los Templarios en el


Reino de Valencia y fundada en el, la milicia de N.a Sr.“ de
Montesa, el Sumo Pontífize agrego a la nueva fundación todos
o los m ás bienes raíces de aquellos y en su tiempo empezando a
poblar en el Baylío de Moneada agregados a dicha Religión, al
tiempo de establecer a los nuevos Pobladores y sus Hijos, pac­
taron que de cada tres fanegas de granos coxidos en re'gadio
avian de dar una a la Religión, y de cinco de secano otra, y de
cada Casa con huerto de una hanegada de tierra tres fibras
anuales de Cera; cuyas propiedades del Baylío se le trasflrieron
a la nueva Religión de Montesa.
En el año 1403 el G ran Maestre y Comendadores de dicha
Religión, como legisladores de ellas y viendo la notoria utilidad
25
366 LA CIUDAD DE MONCADA

que de hacer u n a Concordia entre los vecinos y demas dueños


de las tierras de dicho Baylío y sus Lugares como son Moneada,
M asarrochos, Borbotó y Carpesa se seguía, congregados en Ca­
pítulo la hicieron y firm aron am bas partes, estableciendo con­
m u tar el Tributo aunque h asta entonces se avía dado en granos
en dinero efectivo, esto es, cada cahizada de huerta, siete suel­
dos de aquella moneda y catorce dineros por la de secano, y de
las casas al respecto convidando igualm ente que el que dentro
de un año quisiere se les estableciese, avía de ser con aquella
carga y la de noventa sueldos de entrada por cahizada de huer­
ta y por la de secano trein ta; pero el que después del año qui­
siere se le estableciese avia de ser la carga a voluntad de la
Religión y por eso en algún corto núm ero de tierras se excedió
a la pensión anual. El motivo que parece tuvo la Religión para
esta Concordia, fué conocer el excesivo provecho que de ella se
le seguía pues la cahizada m ejor de huerta, por entonces, valia
15 L. y según la extensión de las tierras excedía el tributo anuo
a compra y por dicho útil motivo se h a observado h asta ahora
inviolablem ente por los Grandes M aestres y Monarcas después
de la incorporación del G ran Maestrazgo a la Real Corona, arre­
glándose en todo a ella para el Govierno de Cabreves, suplem en­
tos y T ítulos que indistintam ente sin ninguna novedad se h an
otorgado a favor de los vezinos y terratenientes de dicho Bay­
lío, cumpliendo igualm ente estos dicha Concordia en todas sus
partes y sin interrupción de 350 a. h asta aora vencidos.
En el año 1751 D. Alonso Morón, con especial decreto de juez
privativo de Cabreves de dicho Baylío y con inhibición a todos
los Tribunales de Valencia en esta Comisión; mandó en ella
por prim er acto de .............. em bargar todas las casas y tierras
del dicho Baylío y presentar los Títulos con que las posehian
sus Dueños los que provaron con instrum entos bastantem ente
Justificativos de tener el dominio útil y sin alcanzar el motivo,
pagar p ar cada instrum ento presentado dos reales y m ás de
aquella Moneda, sin querer d ar ni recibo, ni de ellos ni de lo
pagado.
Pronunció sentencia condenando a todos los terratenientes
de dicho Baylío y sus bienes por incursos en comiso por haverse
de poseer por vasallos y habitadores de los Lugares del Baylío:
APENDICE DE DOCUMENTOS 367

m andando pagar en frutos y no en dinero según lo establecie­


ron los Templarios, declarando ser tam bién nulos los estable­
cimientos. Cabreves, y Suplementos de Títulos, dados por los
G randes M aestres de Montesa y por los L ugartenientes de los
M onarcas como practicados contra los Capítulos de población,
y como si aquellos no tuviesen la misma potestad legislativa,
que tuvieron los Templarios.
Aprovada esta Sentencia por S. M. expresó su Real Clemen­
cia en el dominio útil, a cada uno en lo que h asta entonces
avía posehído condenándoles a pagar anualm ente en adelante
por cada cahizada de huerta cinquenta sueldos, y cinco por
cada una de secanos, y a los Mayorazgos, Iglesias y Manos muer­
tas quindenios en adelante, y dos vencidos h asta el presente.
Hace la m ayor fuerza para la pretensión de los terratenien­
tes la aprovación en la Sentencia, de la Concordia del año 1403
y aviéndose observado sin contradicción por ninguna de las
partes pagando lo en ella estipulado, se les aya de privar de la
observancia de ella de 350 a.; y estando declarada por legitima
corroborada con la práctica inmemorial, parece, no se deverá
interrum pir.
En quanto a los quindenios de los Mayorazgos, jam ás se ha
practicado ni visto pagarlos en el Reyno; pareciendo duro de
co ntrastar la inm em orial que éstos tienen; aunque las Iglesias
y m anos m uertas, en todas las demás partes del Reyno por
solo la m era costumbre inmemorial, se están pagando por la
misma razón de no haverlos m andado pagar por algunos justos
motivos, los G randes M aestres y L ugartenientes de los M onar­
cas, desde la citada Concordia, parece equidad no se devan
pedir, a lo menos los vencidos, h asta el presente, aunque en
adelante se conformen con la universal costumbre.
Pretenden dichos Terratenientes de la Real Clemencia, no
se les prive de la costumbre de 350 a. que posehen sus casas y
tierras, según la Concordia; y que en vista de los atropella-
mientos de dicho Juez, se le m ande levantar los embargos que
causan tan to perjuicio, apartándole de esta Comisión ínterin
se demuestre, en la Superioridad, la Justicia a que quieren los
T erratenientes conformarse en todo y por todo: Suplicando
368 LA CIUDAD DE MONCADA

rendidam ente a la in n ata piedad de V. M. se digne p atrocinar


esta causa p ara su feliz éxito.
Contestación. — “El Rey se h a servido aprobar la sentencia
dada por V. S. en la Causa con los Terratenientes del Baylío
de Moneada, en que se declara pertenecer a S. M. y Mesa Maes­
tral de la Orden de Montesa el solariego directo dominio de to­
dos los suelos, casas y térm inos y ha ver cahido diferentes tie­
rras en Comiso, con las dem ás Declaraciones y limitaciones que
expresa la Sentencia que devuelvo a V. S. original. Y dispen­
sando S. M. su benignidad y clemencia a los vasallos habitado­
res en los pueblos del Baylío y dem ás intesados (sic), comu­
nidades Eclesiásticas o seculares, fundaciones de Mayorazgos
y Obras pías: Ha resuelto S. M. se les m antenga y am pare en
la posesión en que respectivam ente se hallan, assi de tierras,
como de casas u otros heredam ientos satisfaciendo general­
m ente en lo sucesivo los vezinos habitadores con sus familias,
Casa y hogar continuos en los Pueblos de Moneada, M asarro-
chos, Carpesa y Borbotó (que no justificasen trah e r Causa de
la Concordia que se declara por válida y consistente hecha en
el año mil quatrocientos y tres, entre el Maestre de la Orden,
y vezinos de los dos primeros pueblos) diez sueldos de pensión
por cada cahizada de tierra en regadío, aunque h asta aquí se
h ay a posehido en calidad de franca; y los no vezinos, ni habi­
tadores en alguno de estos quatro pueblos inclusas Comuni­
dades Eclesiásticas, seculares, Vínculos y Obras pías, cinquenta
sueldos en igual conformidad: Que por la cahizada de tierra
calma en el secano paguen indiferentem ente los vezinos y los
que no lo sean, dos sueldos; y si está plantada de viña, u al­
garrobos cinco; Por cada Cassa diez sueldos, a reserva de las
diez y nueve de la nota adjunta, que por su mayor solar deve­
rán p agar veinte; y respecto de que en algunas hay fabricadas
Almázeras o Molinos de Aceyte y otras tienen huertos incor­
porados, se les cargará además de la pensión im puesta al solar,
veinte sueldos por la regalía de Almázera, o Molino; Y por los
Huertos lo que corresponda según su cavida y reglada entre
vezinos y forasteros, tierras de regadío y de secano. Enten­
diéndose todo esto con los derechos de Luysmo y fadiga y de­
m ás emphiteuticales, y a pagar en dos plazos fin de Junio y
APENDICE DE DOCUMENTOS 369

Deziembre. Que los posehedores de Vínculos o Mayorazgos, Co­


m unidades o Congregaciones que no hubiesen satisfecho Quin­
denios o Décimas desde el año de mil seiscientos y trein ta por
las tierras y cassas que gozan, satisfagan dos quindenios de
prompto con obligación de continuar pagándolos de quinze en
quinze años por todo lo que posehan según la práctica de re­
gularlos en esse Pal. Que todos estos interesados, siendo vezinos,
Comunidades, Congregaciones de los Pueblos del Baylio, paguen
por u n a vez doble pensión que la señalada, por lo que hayan
posehido h asta aquí con titulo de franco, o con exceso a las
tierras que h an cabrevado, y los de fuera triple; Con lo que les
remite y perdona S. M. a unos y otros todo lo que se les haze o
pudiera hazer cargo, y m anda que reconocida la pensión res­
pectivamente im puesta con arreglo a lo que cada uno posea,
según la medida hecha o que nuevam ente se hiciere con su
citación se prorrateen y exijan las costas dándoles los títulos
que pidiesen con la expresión correspondiente a sus linderos,
seguridad y certeza de lo que devan pagar perpetuam ente. Assi-
mlsmo quiere S. M. que las ventas y enagcnaciones de tierras,
o cassas que en adelante se executasen, precedida Su Real Li­
cencia sean preferidos por el tanto los vezinos habitadores de
los referidos Pueblos haziéndose saber por papeles que se pon­
gan en los parajes públicos; cuya preferencia igualm ente se
entiende p ara con los Arrendam ientos temporales. Y que hecho
esto se formen tres Libros, y en cada uno se ponga por cabeza
esta resolución y a su continuación las m edidas y asignaciones
de pensiones con distinción de lo que goza cada posehedor the-
rrateniente, y demás derechos de la Mera M aestral, colocán­
dose un libro de estos en el Archivo del Sacro Convento de
Montesa, otro en la C ontaduría general de las Ordenes, y entre­
gándose el tercero al Adm inistrador o Receptor que fuere de
estas Rentas. En cuyos Libros se n otarán las Ventas y enage-
naciones que en adelante se hizieren para que siempre conste.
Lo que participo a V. S. de Orden de S. M. p ara que proceda a
su execución y cumplimiento. = Dios Guarde a V. S. muchos
años. Buen Retiro tres de Marzo de mil setecientos cincuenta
y tres. = El M arqués de la Ensenada. = Señor D. Alonso Mo­
rón. — Es copia de la Real Resolución de P M que oríginal
370 LA CIUDAD DE MONCADA

por ah o ra p ara en mi poder y en el ramo corriente del pleyto


sobre que h a recaído de que doy fe, y a ella me remito. Y para
que conste en virtud de lo m andado por el Señor Juez de la
Comisión; Y de pedimento de la parte de los T herratenientes
del Baylío de Moneada; doy el presen’.e en Valencia a doze de
Marzo de mil setecientos cinquenta y tres. == En testim onio
+ de verdad. = Francisco M artínez Maestre. = ”

(Archivo General del Reino de Valencia. Real Audiencia.


Orden de Montesa, Leg. XIV.)

NUMERO 26

SENTENCIA PRONUNCIADA POR EL INTENDENTE DE VA­


LENCIA, A FAVOR DEL REAL ACEQUIERO DE MONCADA.
(a. 1778.)

La sentencia de vista del Consejo dado en estos autos a


siete de marzo de mil setecientos ochenta y uno por la que se
comflrmó la pronunciada por el Intendente de Valencia con
acuerdo de Asesor en ocho de Julio de mil setecientos setenta
y ocho, en que absolvió al Acequiero de la Real Acequia de
Moneada, de la instancia de posesión que propuso el Síndico
de la de Tormos, declarando en quanto necesario fuera no h a ­
ber lugar a ella, y por legítim as las denuncias hechas contra los
que m olían y regaban con el agua, que de la Real Acequia ver­
tía en la de Tormos en los días en que ésta no debía llevarla,
con reserva de su derecho al Acequiero de la Real Acequia de
Moneada, p ara que proceda a su execución, con arreglo a la de­
liberación del año mil seiscientos ochenta y tres, aprobada por
la pasada Real Audiencia, y posteriorm ente executoriada en
contradictorio juicio que siguieron am bas comunas, a cuyo fin
se levantaba en quanto fuera necesario la suspensión m an­
dada por providencia de diez y ocho de Enero de mil setecien­
tos setenta y siete, se confirma con cartas de esta instancia, sin
embargo del artículo de prueba intentado por B autista Sorni y
APENDICE DE DOCUMENTOS 371

consortes, labradores interesados en la Acequia de Tormos, a


que se declara no haber lugar: los Señores del Consejo de Ha­
cienda de S. M. en justicia así lo proveyeron y rubricaron en
Madrid a veinte y uno de Junio de mil setecientos ochenta y
dos.”

(Branchat, Doc. Cap. 6.", núm. 44:)

NUMERO 27

DECRETO DEL ARZOBISPO DE VALENCIA DON FR. VERE-


MUNDO ARIAS DESMEMBRANDO DE LA PARROQUIAL DE
MONCADA, LA IGLESIA DE ALFARA DEL PATRIARCA.
(a. 1»15.)

“Nos Dn. Fr. Veremundo Arias y Texeiro, por la Gracia de


Dios y de la S anta Sede Apostólica, Arzobispo de Valencia, del
Consejo de S. M., etc.
Habiéndose seguido expediente instructivo en nuestro tribu­
nal de justicia con arreglo a la Real Orden de la C ám ara de
ocho de Agosto de 1816, sobre erección en Parroquia de la Ygle-
sia del Lugar de A liara del Patriarca, y desmembrasión de las
Primicias de su territorio para su Dotasión y congrúa de las
del territorio para su dotasión, de la Iglesia Parroquial del
Lugar de Moneada, su M atriz ambos pueblos de esta Diócesis;
y formalizado el Expediente conforme a derecho se declaró por
Nuestro Gobernador P. y V. General con fecha del 29 de marzo
del corriente Año hallarse suficientemente instruido y que se
pasase a Nuestra Secretaría de Cám ara para la formasión del
Decreto que estim aremos correspondiente según la espresada
Real Orden de la Cámara.
Y Nos, deseando que el Pueblo, y Ayuntam iento de Aliara,
logren el beneficio espiritual, y tem poral que se propusieron
372 LA CIUDAD DE MONCADA

en su dem anda; en virtud de este Nuestro Decreto, y en viso


de nuestras facultades drdinarias, con presensia de las varias
Reales Ordenes, espedidas sobre esta m ateria, así generales,
como particulares, erigimos en Iglesia Parroquial, la del dicho
Lugar de Aliara, separándola como la separamos de la del de
Moneada su M atriz; y p ara que en lo suesesivo sea gobernada,
la constituim os en vicaria perpetua con Beneficio Eclesiástico
C urada que se proverá por riguroso concurso en la misma for­
m a que los demás curatos del Arzobispado; Y dismembramos de
la Iglesia M atriz de Moneada, y asignam os para congrúa subs-
tentasión de dicha Vicaría de A liara las Primicias de su terri­
torio derechos rectorales de su feligresía y todos los demás de­
rechos, y Emolumentos que se pertenescan, con la obligasión
de contribuir anualm ente el Vicario de A liara con dos libras
solamente de Cera labrada al Cura de Moneada en reconosi-
miento de M atricidad, el día de la Purificasión de Ntra. Sra.:
Las cargas y obligaciones de dicha vicaría de Aliara, serán las
de todo Párroco actual; la aplicasión de la Misa pro Populo to ­
dos los días festibos, adm inistración de Santos Sacram entos a
Sanos y Enfermos: Esplicasión de la Doctrina C ristiana y de­
m ás conforme a los Sagrados Cánones, y Santo Consilio de
Trento; cuyas cargas y obligasiones desem peñará personalmen­
te el que la obtenga, fixando p ara el efecto su residencia en el
Pueblo de A liara; y prevenimos que antes de llebarse a su de­
vida execusión este Nuestro Decreto, se rem ita original con su
duplicado auténtico al Supremo Consejo de la Real Cám ara
para que pasándolo a las Reales Manos de S. M. y hallándolo
conforme se sirva m andarlo debolber, con la Real Cédula auxi-
liatoria para su publicasión y cumplimiento: Dado en Ntro. Pa-
lasio Arzobispal de Valencia a los 23 de Septiembre. 1815. = Fr.
Veremundo, Arzobispo de Valencia = Lugar del Sello = Por
mando de SS Illma. el Arzobispo mi Señor = Dr. D. Faustino
Benito Garsía, Srio.”

(Archivo del Patriarca, Leg. 1, núm. 10.)


APENDICE DE DOCUMENTOS 373

NUMERO 28

ACTA LEVANTADA POR LA JUNTA DE GOBIERNO DE LA


ACEQUIA DE MONCADA ACORDANDO LA ENCUADERNA­
CION DEL “LIBRO DE LAS ORDENANZAS”, (a. 1910.)

“En la villa de Moneada y Casa Comuna de la Real Ace­


quia de dicho nombre a cuatro de diciembre de mil novecien­
tos diez.
Reunidos bajo la presidencia del señor Acequiero D. José
M artínez Ferrer, los señores Síndicos del m argen, con asistencia
del Secretario D. Vicente R. Martínez Ferrer y de mí el in fras­
crito Notario Síndico, por el señor Acequiero se m anifestó:”
“F inalm ente en sesión de esta Ju n ta de fecha cuatro de
Diciembre de mil novecientos tres recayó el siguiente acuerdo:
“Encuadernación de Ordenanzas: También se autoriza al No­
tario D. Daniel Garcés y Tormos para que durante el año pró­
ximo m ande encuadernar en pergamino y en buena forma para
su conservación el libro existente en el Archivo, con las tapas
y las hojas muy deterioradas por el uso, que contiene la reco­
pilación de los Reales privilegios, donaciones, ordenanzas y ca­
pítulos porque se rige esta Comunidad, hecha por el Escribano-
Sindico Felipe M ateu en obedecimiento del m andato de la Ju n ta
de diez de Octubre de mil setecientos cincuenta y siete y con­
cluida el día diez y seis de Julio de mil setecientos cincuenta y
ocho, poniendo al frente de dicho libro un acta, copia auténtica
del acuerdo que tom ara la Junta, haciendo constar que dicha
recopilación es la que contiene copia de los privilegios y orde­
nanzas por que se rige la Real Comuna y Acequia de Moneada
desde inmemorial.
Se h an practicado algunas gestiones p ara ver de encontrar
el antiguo libro auténtico llamado libro negro, mencionado en
algunas ordenanzas que contenía los privilegios, usos y costum­
bres por que se rige esta Comunidad, sin resultado alguno, pre­
sumiéndose si pudiera existir dicho libro en las Bibliotecas de
D. Manuel Danvila o de D. Cirilo Amorós, prestigiosos aboga­
dos, que defendieron a la Acequia de Moneada en el pleito que
ésta sostuvo con las de la Vega a m itad del siglo pasado.
374 LA CIUDAD DE MONCADA

En su consecuencia la Ju n ta teniendo en consideración el


acuerdo que antecede y en la convicción de que el libro de que
se tra ta de encuadernar, contiene la copia de las Ordenanzas,
autoriza la encuadernación de la espresada copia en pergam i­
no p a ra su decorosa conservación, poniendo a su frente testi­
monio del presente acuerdo p ara que dé toda la eficacia jurí­
dica a las Ordenanzas que se contiene en dicho libro.
Se cita el libro negro en una nota puesta al capítulo 517 y
en los 526, 529, 530 de las Ordenanzas en donde dice está en po-
del del Síndico Felipe Mateu, Notario de Valencia.
En otra nota puesta al final del capítulo 540 se dice que la
copla de referencia es traducida, sacada y recopilada en su m a­
yor p arte del libro con tapas de m adera y forro de badana mo­
rada o negra, continuando en bitela fina con otro con cubiertas
de pergam ino que paran ambos en el archivo que está en el
lugar de Foyos y en su Iglesia,siendo de creer que dicho libro
se tomó por Mr. Jaubert de Passa la parte referente a esta
Acequia en su obra “Canales de riego de C ataluña y Reino de
Valencia”, traducida al castellano por el señor D. Ju an Fiol y
publicada y edicionada por la Sociedad Económica de Amigos
del País, de Valencia, en el año mil ochocientos cuarenta y
cuatro.
De un libro de definiciones en folio, m arca mayor con cu­
biertas de pergamino, citado a los capítulos 74, 470 y 515 y en
otros varios tampoco se tiene noticia ni esiste actualm ente en
el Archivo.
La Ju n ta, por unanim idad, acordó dicha encuadernación y
que se libre testimonio de la presente por el Notario Sindico
p ara que figure al frente del libro.
Con la que se dió por term inada la presente acta que firm an
los que, saben conmigo el Notario, de que doy fe.—José M artí­
nez—Vicente Vivó—B altasar Bonet—José R os—Manuel Zarago-
zá—Rafael Berga—José Gimeno—Manuel Civera—José Alcaide—
Domingo Chulvi—Antonio Lázaro—Vicente R. Martínez—Licdo,
Daniel Garcés, Rubricados.”

(Archivo de la Comuna de Moneada. Actas.)


INDICE DOCUMENTAL
PAGINA
1. —Don Pedro de Moneada vende a D. Jaim e I el Con­
quistador la Torre y alquerías de Moneada, por 3.000
m orabatines alfonsinos. 15 mayo de 1240 .................... 311
2. —Privilegio del rey D. Jaim e I, por el que da a cien
Cofrades de C alatayud la Torre y alquería de Mon­
eada, con ciertas retenciones. 13 de noviembre de 1240. 312
3. —C arta de prom esa que el rey D. Jaim e hizo a los Tem­
plarios, de que les daría el lugar de Moneada, con
ciertas condiciones. 29 de mayo de 1246 ........................ 313
4. —C arta del concambio que hizo D. Jaim e I con los
Templarios, de Moneada por Ruzafa. 29 de mayo de
1246............................................................................................ 315
5. —C arta-Puebla de Moneada, otorgada por Fr. Gualte­
rio, Com endador del Temple de Valencia, a favor de
Domingo Ciscar, Berenguer del Riu y otros. 29 de
mayo de 1248 ........................................................................ 318
6. —Donación hecha por D. Jaim e I de la Acequia Real
de Moneada a favor de los terratenientes y regantes
de la misma. 9 de mayo de 1268 ..................................... 321
7. —Privilegio del rey D. Jaim e II, ordenando al Bayle
G eneral prohíba toda clase de obras en la Real Ace­
quia. 20 de abril de 1298 ................................................... 323
8. —Protesta del Obispo y Cabildo de la Iglesia Valenti­
n a contra el Bayle General, sobre la Acequia de Mon­
eada, 14 de septiembre de 1310........................................ 327
376 LA CIUDAD DE MONCADA

PAGINA
9.—Privilegio de D. Jaim e II determ inando que, en tiem­
po de escasez de agua, se rep arta de la Acequia Real
cierta cantidad a las cuatro acequias inferiores. 24
de abril de 1321 ......................................... 330
10.—Privilegio del rey D. Pedro II m andando al Bayle Ge­
neral que, en caso de esterilidad, rep arta el agua de
la Acequia de Moneada, según las circunstancias.
25 de febrero de 1358 .......................................................... 331
11. —Título de venta que hizo D. Pedro II a Ramón de
Riusech y los suyos, de 500 sueldos de cena de ab-
sencia sobre el lugar de Moneada, 25 de mayo de 1353. 333
12. —Concordia efectuada entre el Arzobispado de Valen­
cia y la Universidad de Moneada. 1 marzo 1470 ........ 334
13. —Modelo de Censo perpetuo a favor de la Iglesia P arro­
quial de Moneada, 20 de julio de 1569............................ 336
14. —Concesión de Establecimiento de la Fleca, Taberna,
Tienda y Posada, otorgada por el Maestre de Mon-
tesa, Fr. Pedro L. Galcerán de Borja a Moneada.
13 de julio de 1579 ............................................................... 337
15. —E xtracto del Capítulo General celebrado por la Orden
de M cntesa en el Bailío de Moneada. Año 1579 ........ 342
16. —Modelo de Censo censual a favor de la Parroquia de
Moneada. 31 de enero de 1588 ......................................... 344
17. —Firm a de derecho. Proceso promovido por el Síndico
de Moneada contra ciertos perturbadores. 12 de ju ­
nio de 1590 ................................................ 344
18. —Fundación del Convento de San Diego de Aliara del
P atriarca. Año 1595............................................................... 347
19. —Inventario del Molino de Moneada. 23 de abril de 1600. 350
20. —Estado de Cuentas de Administración del tercio diez­
mo del Bailío de Moneada, hecho por el Bayle Fr.
Francisco Perpiñá. Año 1622 .......................................... 353
APENDICE DE DOCUMENTOS 377

PAGINA
21. —Privilegio para am ortizar, otorgado por el rey Carlos
U al Rector y Clero de Moneada. 20 de agosto de 1666. 355
22. —Inventario de la Erm ita de S anta B árbara. Año 1699. 3 5 9

23. —Inventario de la Iglesia Parroquial de Moneada.


Año 1699 ................................................................................ 3 6 1
24. —C arta de Pago otorgada por el Rector y Clero de
Moneada ,a favor de M aría Magdalena Cosme. 4 de
abril de 1617........................................................................... 363
25. —Protesta de los Terratenientes del Bailío de Moneada
p ara que les sea levantado el embargo de sus casas y
tierras, decretado por D. Alonso Morón. Contestación
del Rey. 3de marzo de 1753.............................................. 365
26. —Sentencia pronunciada por el Intendente de Valencia
a favor del Real Acequiero de Moneada. 8 de julio
de 1778...................................................................................... 370
27. Decreto del Arzobispo de Valencia, Fr. Veremundo
Arias, desmembrando de la Parroquia de Moneada,
la Iglesia de A liara del Patriarca. 23 de septiembre
de 1815 ................................................................................ 371
28. —Acta levantada por la Ju n ta de Gobierno de la Ace­
quia de Moneada, acordando la encuadernación del
“Libro de O rdenanzas”. 4 de diciembre de 1910........... 373
NOTA DE DOCUMENTOS NO TRANSCRITOS NI CONSIGNA­
DOS EN LA PRESENTE OBRA, QUE SE GUARDAN EN
DISTINTOS ARCHIVOS

ARCHIVO DE LA METROPOLITANA

1. —El Obispo y Cabildo establecen a Ramón M ata y Coeta su


mujer, una mezciulta en la alquería de Carpesa, por cierto
tietnpo. (Pergam ino 4643.)
2. —Miguel de San Miguel y su m ujer Romea, venden a Barto­
lomé Rubiols un pedazo de huerto en Moneada. 23 abril
1307. (Perg. 2948.)
3. —Bartolomé Rubiols y su m ujer Sancha entregan a su hija
Andrea p ara su casam iento con Guillermo de Villena, un
pedazo de huerto en Moneada. 27 noviembre 1311. (Per­
gamino 1297.)
4. —Guillermo Vllana y su m ujer Andrea venden a Bernardo
Visent un huerto en Moneada. 16 febrero 1316. (Perg. 6470)
5. —Convenio de la Comunidad de M oneada con el Cabildo Ca­
tedral de Valencia sobre la Acequia Real. Año 1441. (M. 677,
núm. 21.)
6. —Censos de Doblas y Aniversarios, por Gil Sánchez. (R. 2518.)
7. —Diezmarlo en el año 1700. (R. 3885.)
380 LA CIUDAD DE MONCADA

8. —Idem en 1705. (R. 3837.)


9. —Apoca de pleitos. (R. 2686.)
10. —Concurso de acreedores. (R. 4757.)

ARCHIVO GENERAL DEL REINO

1. Proceso del Síndico de la Universidad de Moneada contra


Ju an Eostejo. a. 1553.
2. Proceso del Síndico de la Acequia de Moneada contra
Síndicos del Convento de San Onofre. a. 1550.
3. Proceso del Síndico de la Acequia de Moneada contra el
Puig y Puzol, sobre visura, a. 1574.
4. Proceso del Cequiero de Moneada contra el Síndico del
Puig, sobre apelación, a. 1581.
5. Proceso del Síndico de Moneada contra Jaim e Ferrer.
a. 1588.
6. Proceso del Síndico de la Acequia de Moneada contra el
Síndico de Paterna, sobre firm a de derecho, a. 1590.
7. Proceso del Síndico de Moneada contra el oficio de es­
parteros, sobre firma de derecho, a. 1609.
8. Id. del Procurador General de la Orden de Montesa con­
tra Melchor Figuerola, sobre el térm ino de Moneada, a. 1610.
9. Id. del Síndico de Moneada contra los arrendadores de
los derechos de los diezmos, sobre firm a de derecho, a. 1612.
10. Privilegio para amortizar, concedido a la Parroquia de
Moneada, por el rey Felipe IV. (3 mayo de 1623.)
11. Proceso del Síndico de Moneada contra la villa de M ur-
viedro. a. 1624.
12. Id. del Sindico de Moneada contra la ciudad de Va­
lencia. a. 1628.
APENDICE DE DOCUMENTOS 381

13. Id. Del Síndico de la Bailia contra Vicente Pertusa.


a. 1632.
14. Id. del Lugar de Moneada contra Pedro Carsí, sobre
pretensiones, a. 1639.
15. Id. del Rector de la Iglesia de Moneada contra el Sín­
dico del Convento de Benifaraig. a. 1648.
16. Acta de cargam iento de Censo, hecha y firm ada por
Miguel Molíns y Ana Bagut, vecinos de Moneada, a favor del
Cura y Clero de la misma, de 105 libras y pensión anual de 105
sueldos, en la form a que se indica, a. 1670.
17. Proceso del Síndico de Moneada contra el Síndico de
P aterna, a. 1670.
18. Privilegio del rey Carlos n otorgado al Cura y Clero de
Moneada, para am ortizar mil libras, a. 1675.
19. Proceso del Sindico de los terratenientes y regantes de
la Acequia de Moneada en el término de Cebolla y otros, a. 1680.
20. Poder del Clero de la Iglesia de Moneada a favor del
Dr. Don Pedro M artí. 12 julio 1709.
21. M oratoria concedida a Moneada para que por térm ino
de un año no se le moleste ni a sus vecinos por las cantidades
que estuviesen debiendo, a. 1713.
22. Redención de censo de 505 sueldos anuales, otorgado
por el Rector, Clero y Beneficiados de la Iglesia de Moneada, a
favor de M agdalena Cosme, vecina de Valencia. 4 abril 1717.
23. Escritura de quitam iento de censo otorgado por el Clero
de la Parroquial de Moneada a favor de M. M agdalena Cosme,
a. 1718.
24. Poder del Clero de Moneada a favor de María Gaspar
Alós, ante José Morató. 7 enero 1727.
25. Testimonio librado por el escribano José Morató de que
ante el mismo, el Clero de Moneada otorga poder a favor del
Pbro. Don José Montagud. a. 1728.
26
382 LA CIUDAD DE MONCADA

26. C arta-O rden de la C ám ara p ara que se cobren a la Jus­


ticia de Moneada 20 ducados de m ulta, a. 1738.
27. Expediente de la Bailia de Moneada sobre sacar m adera
del cauce del río. a. 1776.
28. Id. de la Bailia sobre tránsito de m aderas por el río.
a. 1776.
29. Establecimiento de un molino harinero. Bailia General,
a. 1776.
30. Visitas de amortizaciones desde 1584 a 1728.
31. Libro de la Colecta de Censos del Clero de Moneada años
1779 a 1808.
32. Nulidad de la escritura de concesión de aguas al Barón
de Sta. B árbara. Bailia General. Incidencias desde 1711 a 1830.
33. Establecimiento de un terreno y molino en la acequia
del Galeró de la Esperanza, contigua a los puentes de Mon­
eada. a. 1804.
34. Expediente de la Bailia sobre escritura de venta de
ciertas tierras, a. 1805.
35. Expediente de la Bailia sobre suplemento de títulos de
un hom o. a. 1824.
36. El Ayuntam iento de Moneada solicita que se declare ser
peculiar del mismo, el nom bram iento de tablajero y no del abas­
tecedor ni arrendadores del Bailio. a. 1825.
37. Reúne el Ayuntamiento de Moneada Ju n ta general con
el objeto de reunir fondos para costear el pleito contra los arren­
dadores del Real Maestrazgo en lo tocante al derecho de abas­
tecer de carnes, a. 1825.
38. In stan cia de José Rausell p ara que se m ande al Alcal­
de de Moneada, que no le incomode en la fabricación y venta de
pan, bajo la m ulta de cincuenta libras, a. 1832.
39. Expediente de la Bailia G eneral sobre conducción y ex­
tracción de m aderas por el río. a. 1833.

i
APENDICE DE DOCUMENTOS 383

40. Id. de la Bailia am parando en la posesión de regar un


huerto con agua de la Acequia Real. a. 1834.
41. Id. de la Bailia estableciendo una posada, a. 1837.
42. Id. de la Bailia estableciendo el pilón de carnicería y
el apeo y deslinde del Maestrazgo de Montesa. a. 1819.

ARCHIVO HISTORICO NACIONAL

1. Decreto de D. Jaim e I ordenando se respete la concesión


de franquicia en los impuestos de lezda, etc. en el Baldo de
Moneada. 19 marzo de 1268.
2. Registro protocolo de bienes en el Bailío de Moneada.

ARCHIVO DE LA UNIVERSIDAD DE VALENCIA

1. Bienes del Colegio de San Pablo en Moneada.


C O N C LU S IO N

De costumbre es, abrir los libros con un proemio y ce­


rrarlos con una conclusión.
Abrióse este libro por otra pluma, cien veces más hábil
y mejor cortada que la nuestra, avezada de antiguo a las
difíciles lides periodísticas, y siempre maestra en el plano
sublime de la jurisprudencia. Ella trazó el pórtico. Dema­
siado bello para obra tan mediocre. Hasta el punto, que no
vacilamos en compararlo con esas elegantísimas fachadas
de tantos edificios modernísimos. ¡Qué alarde de belleza y
suntuosidad! Pero, traspuesto' el umbral, ¡qué desilusión!
Distribuciones raquíticas, bajos techos que ahogan el espí­
ritu, sombras y tristezas, vulgaridad por doquier... Que no
otra cosa es el libro que vamos a cerrar.
Pero, aun así; a pesar de la mediocridad de la Obra, nos
cabe una satisfacción íntima. Y es, el haber trabajado con
afán unos años, con el exclusivo intento de ofrendarlo un
día todo, a la tierra bendita que fué la cuna del que nos
engendró y nos transmitió su sangre y su nombre.
Si es exacto este pensamiento de Gar-Mar: «Casi todo
lo que se escribe volando... se lo lleva el viento», confiamos
en que algo ha de quedar de nuestro trabajo; no ya por su
mérito intrínseco; sino más bien y precisamente, por no
estar escrito a la ligera.
Hemos procurado dar a la Obra, un carácter de estilo
propio, aunque se haya espigado, de vez en cuando, en cam-
386 LA CIUDAD DE MONCADA

po ajeno. No pretendemos, claro está, vender como luz pro­


pia la luz reflejada. Pero, no olvidemos, que no existe escri­
tor, por original que sea, que haya dicho lo que ha dicha,
si no hubiese leído lo que ha leído.
Lo importante ,al fin y al cabo, en esta clase de Estu­
dios Históricos, es, que el autor refleje en ellos toda su sin­
ceridad con la máxima sencillez posible.
Y esto, creemos haberlo así realizado.
Por lo demás, nuestros lectores habrán adivinado, que,
a pesar de cerrar el libro con esta Conclusión, todavía que­
da mucho por hacer; ya que la materia histórica, de por sí,
es móvil y flotante.
Hemos abierto el surco, y otros se encargarán de conti­
nuarlo.
Dar el primer paso, es siempre lo más difícil. Y ese,
está dado ya.
Sobre la marcha, el horizonte irá ensanchándose poco
a poco ante nuestros ojos, iluminado con esperanzas magní­
ficas.
Y la Ciudad de Moneada, podrá un día, no lejano, con­
tar con una HISTORIA completísima, como corresponde a
su nobleza racial y a su destacado puesto en la ruta de los
siglos.
Así lo esperamos y adí lo deseamos de todo corazón.
EL AUTOR
BIBLIOGRAFIA

Badenes Dalmau.—«Notes folkloriques sobre llentguatje,


costums y literatura valencianes».
Bergier.—«Diccionario de Teología».
Berní.—«Vida de la Penitentísima Virgen Inés de Moneada».
Beuter.—«Anales del Reino de Valencia».
Boix.— «H istoria de Valencia».
Id. .—«El Encubierto de Valencia».
Branchat.—«Derechos del Real Patrimonio».
Castelló.—«Descripción del Reino de Valencia por Corregi­
mientos».
Cavanilles.—«Observaciones del Reino de Valencia».
Condé.—«Historia de la dominación de los árabes en Es­
paña».
Cruilles.—«Guía urbana de Valencia».
Chabás.—«Episcopologio Valentino».
Id. .—«Archivo de Arte Valenciano».
Chateaubriand.—«El genio del Cristianismo».
Escolano.—«Historia General de Valencia».
Febrer.—«Trobes».
Ferrer.—Historia y predicable Trialpha de la gloriosa San­
ta Bárbara».
Flotats y Bofarull.—«Crónica del Rey D. Jaime I».
Gibier.—«La Iglesia y su Obra».
Guillem.—«Valencia como estación invernal».
Hübner.—«Inscriptiones Hispanlae Latinae».
Jaubert de Passa—«Canales de riego de Cataluña y reino
de Valencia».
Lafuente.—«Histeria eclesiástica de España».
388 LA CIUDAD DE MONCADA

Lop.—«De la Institució, Govern Politich y Juridich, Cos-


tums y Observancies de la Fábrica Vella, dita deis
Murs y Valls; y Nova, dita del Riu».
Lucas Cortés.—-«Genealogía y sucesión de las familias en el
linaje de Moneada».
Llórente.—«Valencia. Sus monumentos, etc.».
Madoz.—«Diccionario Geográfico».
Marca (Pedro de).—«Histoire de Bearn».
Mariana.—«Historia de España».
Martínez Aloy.—«Geografía del Reino de Valencia».
Miret y Sans.—«Itinerari de Jaume I».
Primitivo Gómez.—«Molinería Valenciana MijeVal».
Id. .—«El Mosaico de la villa hispano-romana del
Pouaig de Moneada».
Real Academia de la Historia.—«Historia de la casa de
Moneada» (Manuscrito).
Repartimiento (Libro del).
Rodrigo Pertegás.—«Antecedentes para la topografía pre­
urbana de Valencia».
Rodríguez.—«Biblioteca Valentina».
Samper.—«Montesa ilustrada».
Sanchis Sivera.—«Arqueología y Arte».
Id. .—Nomenclátor Geográfico de la Diócesis Va­
lentina».
Sucias.—«Notas útiles para la Historia del Reino de Va­
lencia».
Teixidor.—«Antigüedades de Valencia».
Villanueva.—«Vi;aje literario».
Villarroya.—««Colección de cartas histórico-críticas».
Id. .—«Real Maestrazgo de Montesa».
Ximeno.—«Escritores del Reino de Valencia».
INDICE

LICENCIA ECLESIASTICA.................................................... IV
DEDICATORIA .............................................................................. V
DICTAMEN DEL CENSOR ..................................................... VII
PROLOGO ..............................>.............................. IX
ADVERTENCIA PRELIM INAR.............................................. XVII
CAPITULO I.—Topografía y origen ..................... 1
II.—Rasgos ñsonómicos ........................... 19
III.—Conquista y Liberación .................... 35
” IV.—R epartim iento ...................................... 51
V.—Los Tem plarios..................................... 61
VI.—La Orden de Montesa. Esplendor de
un Bailío................................................ 75
VII.—El G ran Maestre en el siglo XVT. 93
VIII.—R entas y R e g a lía s.............................. 109
’ IX.—En la ru ta de la Historia ............... 123
X.—La Acequia Real ................................ 137
XI.—O rd e n an za s.......................................... 153
” XII.—Hijos ilu s tr e s ....................................... 173
” XIII.—La Venerable.......................................... 187
' XIV.—El Linaje de los M o n e a d a s............... 201
’’ XV.—P atrona y Abogada.............................. 219
XVI.—La Madre P a rro q u ia ......................... 231
XVII.—Fuentes de vida................................... 255
X V m .—Antigüedades. Restos arqueológicos. 269
” XIX.—Toponimia y Folk-lore ...................... 285
APENDICE DE DOCUMENTOS.............................................. 309
INDICE DOCUMENTAL.......................................................... 375
NOTA DE DOCUMENTOS NO TRANSCRITOS NI CON­
SIGNADOS EN LA PRESENTE OBRA QUE SE
GUARDAN EN DISTINTOS ARCHIVOS ................... 379
CONCLUSION............................................................................ 385
BIBLIOGRAFIA........................................................................ 387
ADICIONES Y CORRECCIONES

Página Línea Oice D e b e decir

58 1 2 so n c o n

58 N o ta 2.* (i) (2)


66 14 p o s e s ió n d e la R e lig ió n p o s e s ió n la R e lig ió n

78 23 in c o n v e n in e t e s in c o n v e n ie n t e s

88 17 d e la s d e la

126 27 e l p tim e te e l p r im e r

131 32 p o r p r iv ile g o p o r p r iv ile g io

143 25 p o r n e d io
p o r m e d io

145 12 y p o r e s to
y q u e p o r e s to

155 7 ta n to
ta n to s

177 26 la la s

179 8 c o n v e r d a d e r o q u e c o n v e r d a d e r o

1 8 4 12 e s c r ib ie d o e s c r ib ie n d o

197 6 a s i m is m o a s im is m o

2 1 2 7 M e n d o z a M o n e a d a

236 7 d e s p u é s d e la S a n tís im a d e s p u é s d e la O c ta v a d e la

V ir g e n N a t iv id a d d e la S a n tís im a

V ir g e n

252 10 n o m b r á d o la n o m b r á n d o la

262 8 L o s L a s
TRABAJOS LITERARIOS

DEL MISMO AUTOR

ESPAÑA ANTES Y DESPUES DEL 13 DE SEP­


TIEMBRE DE 1923. Premio extraordinario en los
Juegos Florales de Alberique. 1929.

EL SANTO CRISTO DE MASALAVES. Monografía


Histórica. (Publicada). 1935.

NOVENA AL SANTISIMO CRISTO DE MASALA-


VES. (Publicada.) 1935.

RESTOS DE LA DOMINACION ARABE EN VA­


LENCIA. Premiado por la Diputación de Valencia en
los Juegos Florales de Manises. 1946.

BIOBIBLIOGRAFIA DEL M. I. SR. DON JOSE SAN-


CHIS Y SIVERA. Premio extraordinario del Cen­
tro de Cultura Valenciana. 1946.

EL PRIMER PRELADO VALENTINO. Premio ex­


traordinario en los Juegos Florales de «Lo Rat Pe-
nat». 1946.
A C A B O S E DE IMPRIMIR ESTA O B R A
EN LA C I U D A D DE V A L E N C I A ,
EL DIA 12 DE OCTUBR E DEL
AÑO DEL S E Ñ O R 1950,
D IA DE LA RAZA,
F E S T IV ID A D DE
LA S A N T IS I M A
V IR G E N DEL
PI LAR

LAUS DEO

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