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Título original The Devil’s Atlas

Edición Ian Marshall, Laura Nickoll


Diseño Keith Williams sprout.uk.com
Traducción Ana Belén Barrio Fernández
Coordinación de la edición en lengua española
Cristina Rodríguez Fischer

Primera edición en lengua española 2022

© 2022 Naturart, S. A. Editado por BLUME


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© 2021 Edward Brooke-Hitching
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I.S.B.N.: 978-84-18725-80-7
Depósito legal: B.16813-2021
Impreso en Italia

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C104723
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN 8 TERCERA PARTE: CIELOS,
PARAÍSOS Y UTOPÍAS 148
PRIMERA PARTE: El Aaru del antiguo Egipto 150
INFIERNOS E INFRAMUNDOS 18 Los cielos de la antigua India 154
El Duat del antiguo Egipto 20 Los cielos orientales 162
El Kur de la antigua Mesopotamia 24 Grecia y Roma: la Edad de Oro,
El más allá del zoroastrismo: la Casa los Campos Elíseos y las Islas
de las mentiras y la Casa del canto 28 de los Bienaventurados 168
Los infiernos de la antigua India 32 Los cielos mesoamericanos 174
Los infiernos orientales 40 La Yanna: el jardín paradisíaco
El Hades 50 islámico 184
Hel: el inframundo nórdico 56 El Valhalla 190
El Yahannam: el infierno islámico 60 El cielo bíblico 194
Los inframundos mesoamericanos 68 Cartografía del Jardín del Edén 218
El infierno bíblico 74 La Utopía de Tomás Moro 226
El Seol y la gehena 74 El paraíso comestible de Jauja 230
Visiones y recorridos del infierno 84 La Sion de Dowie 238
A través de la boca del infierno 91
Breve historia del demonio 92 CONCLUSIÓN 242
«El infierno» de Dante y la cartografía
SELECCIÓN BIBLIOGRÁFICA 246
del averno 104
La evolución del infierno 116 ÍNDICE ONOMÁSTICO
Y TEMÁTICO 248
SEGUNDA PARTE: EL LIMBO,
AGRADECIMIENTOS
EL PURGATORIO Y OTROS
Y CRÉDITOS DE LAS
MUNDOS INTERMEDIOS 132
ILUSTRACIONES 254
Los mundos intermedios 132
El limbo 136
El purgatorio 140

Página anterior: blasón de la


muerte, de un manuscrito alemán
sobre heráldica de principios
del siglo xvi.
LOS CIELOS DE LA ANTIGUA INDIA
La enorme cantidad de infiernos hinduistas solo es comparable a su
igualmente asombroso número de reinos celestiales, que se consideran,
asimismo, estaciones temporales del continuo tránsito del alma
por el gran ciclo de la vida, la muerte y la reencarnación conocido como
samsara. En última instancia, el objetivo del buen hindú no consiste
en alcanzar un cielo comparable al cristiano, sino realizar un
número suficiente de buenas obras a lo largo de sus múltiples vidas
como para lograr la moksha, es decir, la liberación del sufrimiento
de lo material y del cautiverio del samsara, y hallar la iluminación
espiritual y la unión con Brahmán, el ser supremo.
Ahora bien, la cosmología hindú presenta una estructura compleja
que comprende un gran número de reinos celestiales, y para entender
la naturaleza del universo en que se encuentran dichos reinos debemos
tener en cuenta que en el cosmos hindú el tiempo es infinito: el universo

Ilustración de hacia 1810 del paraíso


del dios hindú Shiva, que se creía
que estaba ubicado en la cima
del pico Meru, en el Tíbet. El dios
puede encontrarse en unión sexual
con su bella consorte, Parvati.

Página 154 Atlas del cielo, del infierno y del más allá
existirá durante un kalpa (día de Brahma), un período de 432 000 millones Superior: ilustración del cielo del
de años, al final del cual será destruido y Brahma creará uno nuevo Ramayana («El viaje de Rama»)
de Mewar, del siglo xvii. Se trata de
en el ciclo cósmico infinito.
la mejor copia de la obra de dos mil
Respecto a la estructura cósmica, tanto el Brahmanda Purana como quinientos años de antigüedad que
el Bhagavata Purana describen un universo con distintos niveles que ha llegado hasta nosotros. Aquí,
equivalen a catorce lokas (planos esotéricos), que son una categoría Rama y su procesión llegan a la
del ser, al mismo tiempo que una región celestial. Existen siete reinos orilla del río Sarayu para entrar
en las aguas en la parte inferior
inferiores, o Patalas, que ya hemos examinado (véase el apartado
izquierda y ascender al cielo.
dedicado a «Los infiernos de la antigua India», en la página 32), junto
a siete reinos superiores, de los cuales el primero es Bhu-loka (el plano
terrenal), al que le siguen seis reinos superiores, o Vyahrtis, que son,
en orden descendente:

1. Satya-loka, el reino más elevado Páginas siguientes: también


2. Tapar-loka del Ramayana de Mewar, una
3. Jana-loka fantástica representación del gigante
4. Mahar-loka Kumbhakarna, condenado por
Brahma a dormir de por vida.
5. Svarga-loka, el paradisíaco reino del dios Indra
El rey demonio Ravana envía un
6. Bhuvar-loka, el plano del sol o la luna ejército de demonios para intentar
despertar al monstruo, creando un
Los dos que despiertan un mayor interés son Svarga-loka y el más
gran estruendo, golpeándole con
elevado, Satya-loka. Para encontrar el plano del Svarga-loka de Indra, sus armas, gritándole en los oídos
un grupo de mundos celestiales donde podrían reencarnarse los justos y tocando instrumentos musicales.

Los cielos de la Antigua India Página 155


EL VALHALLA
Es posible que, para el común de los mortales, pasarse la eternidad Página siguiente: el Valhalla
a espadazos con los amigos no sea la idea del paraíso, pero un guerrero (izquierda) y Jörmungandr
(derecha), la serpiente gigante de
vikingo era de todo menos común. Para los pueblos nórdicos, el
Midgard, pescada de los océanos
magnífico paraíso del Valhalla (del nórdico antiguo Valhöll, «salón utilizando una cabeza de buey.
de los caídos»), el hogar de los héroes de Odín, era pura satisfacción.1 Procedente de un manuscrito
No obstante, se trataba de una recompensa difícil de lograr: Odín islandés del siglo xvii.
y las valquirias solo permitían entrar a quienes hubieran luchado
con valentía y perdido la vida en combate (aunque, en ocasiones,
se menciona que los guerreros muertos podían ser enviados al Hel:
el cronista Snorri Sturluson afirma que solo aquellos que morían
de enfermedad o vejez iban al Hel, si bien se contradice al narrar la
historia de Baldr, hijo de Odín, que moría como un guerrero y aun
así era enviado al Hel).
El Valhalla era un salón de banquetes enorme y decorado, protegido
por lobos y rodeado de águilas, brillante como el oro, con la cubierta
elaborada con los escudos de combate, las vigas a base de lanzas
y los asientos que rodeaban las largas mesas realizados con corazas. Los
huéspedes difuntos del Valhalla se denominaban einherjar, y pasaban su
tiempo haciendo todo aquello que les gustaba hacer en la vida terrenal,
es decir, luchar, atiborrarse de comida y bebida y seguir luchando, con

1 Existe la teoría de que el Valhalla se considera un salón por un error de traducción.


En el folclore sueco se mencionan montañas que se cree que albergaban a los muertos,
y que también se llamaban Valhall —en este caso es posible que el nombre höll derive Inferior: Valhalla (1896),
de hallr, «roca»—, y el Valhalla en origen era un inframundo entero y no solo un salón. de Max Brückner.

Página 190
El Valhalla Página 191

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