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SANIDAD INTERIOR EL PERDÓN

El Perdón

Muchas personas no pueden tener un encuentro con el Amor del Señor porque
tienen almas heridas y atadas. La sanidad interior va hasta la raíz de muchos
síntomas, por el poder del Espíritu Santo somos capaces de conectar con la
causa del tormento emocional. Toda sanidad requiere estar abierto a Dios y a
la manera que el escoja moverse en el proceso de sanidad. La mayoría de los
problemas de la vida se deben a algún diálogo dañino o actos adversos que
sucedieron en el pasado. La sanidad interior puede ser una profunda
experiencia cuando somos auténticos.

También debemos saber quiénes somos. Toda sanidad espiritual depende de lo


mucho que estemos dispuestos a vernos a nosotros mismos a la luz de la
verdad, y esto es a menudo difícil porque la verdad duele. La verdadera
sanidad es la corrección del alma.

Dios se le conoce por sus nombres que lo definen con su carácter y su función.
En este caso trataremos con unos de las manifestaciones de su nombre como
es:

El NOSEI significa El Dios que Perdona. Salmo 99:8 Jehová Dios nuestro, tú les
respondías; les fuiste un Dios perdonador, y retribuido de sus obras.

El perdón es la clave para toda Sanidad. La sanidad de Dios llega mediante su


amor y su perdón; nuestra salvación del pecado y la muerte tiene como
premisa El perdón. Efesios 1:7-8 En quien tenemos redención por su sangre, el
perdón de pecados según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar
para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia.

El perdón es liberar el sentimiento de victimización. Hay personas que caminan


en la maldición de la víctima. Es una maldición que las personas adoptan la
posición de víctima y están abocadas a no experimentar nunca una victoria en
Jesús. No puede haber victoria desde la posición de víctima, cuando una
persona está en oposición de víctima nunca puede perdonar. La falta de perdón
es una nube que cubre a una persona y causa repetidos ciclos o patrones de
negatividad. Cuando no podemos soltar las cosas y permanecemos con falta de
perdón, cerramos las puertas a las bendiciones de El Nosei, “el Dios
perdonador”

La biblia deja claro que, si nosotros no perdonamos, no podemos ser


perdonados. El perdón es el requisito para que tenga lugar la sanidad. La
profunda sanidad interior cambia nuestra posición en el espíritu. El perdón
cambia nuestra posición y abre las puertas a la sanidad. Es un ungüento para
nuestra alma y produce paz mental. La falta de perdón está arraigada a un
espíritu de tormento; y siempre que hay tormento el temor se oculta en los
pasillos. 1Juan 4:18 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa
fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no
ha sido perfeccionado en el amor.
SANIDAD INTERIOR EL PERDÓN

El perdón de El Noesi está arraigado en el perfecto amor. Dios no nos ha dado


un espíritu de temor sino de poder, de amor y de dominio propio. 2Timoteo
1:7.

Las personas que no conocen el perdón de Dios no pueden imaginar nunca su


amor. El amor de Dios libera una paz que sobrepasa todo entendimiento
natural. Esta es la única manera en que una persona pueda tener dominio
propio. Lo contrario del dominio propio es una mente atormentada.

La palabra griega para tormento es KOLASIS, y significa castigar o mantener


como ofensor. Es exactamente lo contrario de la palabra perdón, que significa
liberar o ser exculpado de la sentencia. El Noesi es el Padre de perdones. Él
tiene jurisdicción para liberarnos de un corredor de la muerte espiritual o de
una terrible cadena perpetua. Mateo 18:21-22

El espíritu de victima

Hay tres barreras que privan a las personas de caminar en perdón.

1. Renunciar al daño

2. Morir al resentimiento

3. Ceder al derecho o tener razón

Ser la víctima con frecuencia se oculta tras tener razón, y saca a las personas
del lugar de victoria. Muchos les resulta más fácil caminar en represalia
(venganza o desquite) que caminar en perdón, porque las represalias
alimentan la carne. ¡La carne siempre desea promover el hecho de que el YO
tiene la razón! El espíritu de represalia siempre es arraigado en el fariseísmo.
El perdón renuncia al derecho que tiene la persona a tener razón.

El fariseísmo puede ocultarse tras las experiencias dolorosas; esas


experiencias hacen que muchos traten de compensar lo que le hicieron por
medio de la autocompasión subliminal. La autocompasión siempre deja a la
persona agarrada a la situación. Si estoy describiendo sus sentimientos,
hagamos una pausa y tratemos con esto ahora.

Si, fue una cosa terrible, pero tiene que sobreponerse y ser libre.

• Este dispuesto a sacar todas las deudas de su corazón

• Usted no le debe nada al diablo ni al hombre

• Solamente se debe a usted mismo perdonar y soltar eso a fin de que


usted pueda quedar suelto.

• Permita que Dios tenga la razón y todo lo demás se considere


equivocado.

Oración
SANIDAD INTERIOR EL PERDÓN

Padre hoy decido perdonarme por guardar en mi corazón resentimiento,


amargura, desquiten el nombre de Jesús

Padre, te doy gracias ahora mismo por la unción. Te doy gracias porque tu
palabra es una lámpara para mis pies. Guía nuestros caminos a medida que
caminamos en tu palabra y tú nos enseñas santidad, justicia, y cómo estar en
una buena relación contigo. Enséñanos cómo estar en una buena relación
contigo. Enséñanos cómo ser árboles de justicia. Declaro que estamos
plantados en el lugar correcto junto a corrientes de aguas vivas. No tratamos
de arraigarnos en aguas estancas y profundas.

Jesús, te damos gracias por esos ríos en el nombre de Jesús. Te damos


gracias porque tú estás moviendo las aguas en el Espíritu y porque no tenemos
que esperar que venga un ángel y mueva las aguas, en el nombre de Jesús.
Señor tú estás moviendo las aguas de nuestro interior, y de nuestros vientres
saldrán ríos de agua viva. Ese río de agua viva sacarán justicia de nuestro
interior.

Padre eterno te doy gracias porque no solo caminaremos en poder, sino que
también lo haremos en una posición correcta delante de ti. Enséñanos y
muéstranos las cosas más profundas de tu palabra. Que tu palabra sea una
linterna que nos muestre el paso siguiente que deberíamos dar en el camino.
David dijo que sus pies casi resbalaron. Dios te doy gracias porque cada vez
que él casi cayó, hubo una luz que provenía de la palabra y que estaba dentro
de él. La palabra le dio la fuerza para permanecer en medio de la adversidad,
los problemas y la tribulación. Padre, como tus hijos tenemos muchas
aflicciones, pero tu palabra nos libera de todas ellas. El justo caerá siete veces,
Dios, pero nos levantamos cada vez.

Te doy gracias por la unción para levantarme. Te doy gracias porque soy como
un reloj, puedo soportar una paliza y volver enseguida a hacer tictac. La
simiente de tu palabra está en mi interior, y estoy arraigado junto a ríos de
aguas vivas y plantados en el lugar correcto, un lugar de provisión. No estoy
andando por lugares secos y muertos que harán que mis raíces se sequen.

Padre, gracias porque tengo raíces fuertes. Decreto y declaro con autoridad
apostólica que tú me has dado belleza en lugar de cenizas. Tú me das el aceite
de gozo en lugar de lamento, tú me has dado el manto de alabanza para
sustituir al espíritu angustiado a fin de que pueda estar delante de la creación
como árbol de justicia. Padre te doy gracias ahora mismo por lo que hay en mi
interior que se está alineando con todo lo que hay en tú interior. Amén

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