La paciente NN se presenta en el consultorio del oncólogo por derivación efectuada por
si médico de cabecera, quien sospecha -y tras ciertos estudios comprueba- que la paciente se halla afectada por un cáncer que requiere tratamiento inmediato. Presa de un ataque de nervios, solicita al oncólogo que se le proporcione hasta el más mínimo detalle relacionado con su dolencia, incluyendo tiempo y calidad de vida, en caso en que se le proporcione o no tratamiento, características o riesgos de los tratamientos viables. A su vez, amenaza con suicidarse en caso de que su problema no tenga solución. Insta al médico para que cumpla con sus requerimientos como paciente. Al consultar por su situación, la paciente informa sobre qué acude sola al consultorio porque hace 6 meses se encuentra sola debido a que su pareja (unión de hecho) decidió voluntariamente no volver al apto, que juntos tenían en arrendamiento. Comenta además que tiene una hermana, pero vive en otra ciudad del país y con ella lleva una relación distante porque son hijas de padres diferentes. El personal medico de apoyo acude al consultorio y prevé que la paciente por su estado puede hacerse daño dado el estado de alteración que presenta.