El Cerro Abuga ubicada en la región de América Latina, específicamente en el país de Ecuador,

tiene una altura de 3090 m sobre el nivel del mar y está ubicado en la parroquia urbana de
Bayas, de la ciudad de Azogues, Provincia de Cañar, exhibe una variedad de formaciones
rocosas, incluyendo granitos y esquistos, moldeadas por procesos naturales durante millones de
años, creando paisajes escarpados y valles profundos. Se cree que Abuga fue un volcán en
tiempos antediluvianos o del mesozoico y cuaternario, siendo de origen volcánico. El cerro tiene
una importancia significativa para las comunidades indígenas de la provincia de Cañar, siendo
considerado un lugar sagrado y ancestral con rituales y tradiciones transmitidas a lo largo de
generaciones. Además, forma parte del paisaje cultural regional, con leyendas y mitos que lo
conectan con la identidad local.

El cerro Abuga está históricamente ligado a la Leyenda del Diluvio Universal y es considerado
una montaña sagrada para la cultura Cañari, donde se realizaban sacrificios a las divinidades en
tiempos antiguos. Según la leyenda, Abuga corresponde al Huacañán, donde guacamayas con
rostro humano salvaron a dos hermanos cañaris del diluvio y se unieron a ellos, perpetuando su
linaje. El término "Chaquimayllana" indica un rito de purificación mediante el lavado de los
pies antes de acceder al lugar sagrado, mostrando veneración al agua. Este rito, que conducía al
Abuga, sugiere la presencia de un santuario en la cima donde la nación Cañari rendía culto a sus
divinidades en tiempos antiguos.

Antes de la construcción del monumento, la cima del Cerro Abuga servía como un lugar de
descanso para escaladores deportivos. La idea de erigir un monumento dedicado a la Virgen de
La Nube surgió en 2004 por el fraile franciscano Fray Manuel García, y se materializó con la
creación de una Fundación en 2007. El monumento fue inaugurado el 9 de octubre de 2009 por
el IV Obispo de Azogues, Carlos Aníbal Altamirano Argüello, junto con frailes franciscanos.
Cada 1 de enero, miles de devotos se reúnen en el monumento para celebrar el día dedicado a la
Virgen de la Nube y dar inicio a un nuevo año lleno de esperanza y felicidad. El Cerro Abuga,
un tesoro natural y cultural, merece ser protegido por su riqueza geológica, biodiversidad y
significado para las comunidades locales, siendo un testimonio vivo de la belleza y diversidad
de los paisajes andinos. Su conservación es esencial para las generaciones futuras.