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12 Jorge Sily, s. i. 13
La primera edición castellana completa. ..
A la editorial Club de Lectores le cabe la gloria de haber Los otros tomos fueron apareciendo bajo la dirección del
acometido la ardua empresa de una nueva edición de la Suma, P. Quiles ^ que contó «con la colaboración intensa y eficiente
contando con la valiosa colaboración del P. Leonardo Castellani de la señorita María Mercedes Bergadá», que tomó «por su
y los alientos del llorado Monseñor José Ganovai, auditor de la cuenta, bajo nuestra dirección, dice el P. Quiles ®, la determina
Nunciatura Apostólica en Buenos Aires
ción del texto castellano».
Los cinco primeros tomos preparados por el P. Castellani Sirve de introducción a toda la Suma un «Anteprologo»*
salieron en 1944 y 1945 «Pero, nos dice J. R. Steffens, la falta de estilo magnífico, denso de contenido, salpicado de humorismo
de salud del P. Castellani, y la necesidad de ir a buscar descanso y de finas y penetrantes^ críticas a nuestro mundo moderno. En
en Europa, le obligáronla abandonar la obra. Fueron momentos él no encontramos esas depresiones y fallas literarias, que los
difíciles para el editor, pues mientras se afanaba por hallar una más fervientes admiradores del P. Castellani lamentan a .ve
solución que le permitiera continuar y responder a la confianza
ces en sus escritos.
en él depositada por los suscritores, iba pasando el tiempo y no
En el mismo leemos que «Tomás de Aquino es de toda la
aparecían más tomos de la Suma. Decíase que quedaría trunca;
Cristiandad entera... y sobre todo de esta cristiandad latina a
llovían reproches. Hasta que por fin la solución llegó: por dis
que tenemos el honor y el riesgo de pertenecer... A través de la
posición de los superiores de la Compañía de Jesús en la Ar
de Predicadores, de las otras órdenes religiosas, de la
gentina, el P. Ismael Quiles, profesor del Colegio Máximo de
Jerarquía católica, del clero secular y de los conquistadores, la
San Miguel, se haría cargo de la obra» ®.
Suma Teológica del Aquinense se instiló en el Nuevo Continente
A mediados del año 1948 salió el primer tomo el sexto de
inspirando costumbres, leyes, actos de Gobierno, hábitos men
la Suma— preparado por el P. Quiles.
Meses antes habían aparecido, primero el tomo catorce y tales y maneras de hablar»
Pone dos cuadros sinópticos: uno ds la vida de Santo Tomás
luego el tomo trece de la Suma preparados, a pedido del mismo
P. Castellani, por el P. Antonio Ennis S. I., quien no pudo ver y otro de sus escritos.
los publicados; pues murió santamente en plena actividad el Al tratar de la obra del Santo dice: «Dominando con sü men-
9 de diciembre de 1947“. te arquitectónica el boscaje de las «cuestiones quodlibetales»
que él reduce analíticamente a sus primeras raíces, y calcando
3 Mons. Canovai falleció piadosamente en B. Aires el 11 de noviembre de después la exposición de ellas sobre la misma
mi vida intelectual
1942 a la temprana edad de 38 años. Sus restos descansan en la iglesia Regina
de la época, en forma de fingida disputa, la Suma surge como
Martyrum de la Compañía de Jesús, de la cual fue sincero amigo y agradecido
discípulo. La Suma Teológica está dedicada por el P. Castellani y el señor una inmenso catedral gótica: catedral que es simple en el cen-
Fontenla al Nuncio de Su Santidad, Mons. Dr. José Fietta y a la memoria de
T Los trece siguientes tomos de la Suma se deben al P. Ismael Quiles, S. I.:
Mons. Canovai.
Tomo VI, Las Pasiones, a. 1948, p. 234. T. VII (Volumen 1), De las virtudes,
* Santo Tomás pe Aquino, Suma Teológica. Nueva versión sobre el texto
a. 1948, p. 256. T. VII (Vol. 2), El Pecado, a. 1948, p. 240. T. VIH, Ley y Gracia
latino con notas, explicaciones y comentarios por Leonardo Castellani, S. J.,
a. 1949, p. 428. T. IX, Fe y Esperanza, a. 1949, p. 271. T. X, ^a Candad.
Doctor en Teología por la Gregoriana, en Filosofía por la Sorbona. Tomo I,
a. 1949, p. 315. T. XI, La Prudencia, la Justicia y el Derecho, a. 1948, p 350.
De Dios Uno, Club de Lectores, Buenos Aires, 1944, p. 377. T. II, De Dios
T. XII, La Religión, a. 1949, p. 445. T. XV, Encarnación del Verbo, a. 1949,
Trino - De Dios Creador, a. 1944, p. 288. T. III, De las creaturas racionales,
p. 362. T. XVI, Vida y muerte de Cristo, a. 1950, p. 460. T. XVII, De los Sa
a. 1945, p. 348. T. IV, El hombre, a. 1945, p. 493. T. V, Fin del hombre, a. 1945,
cramentos: Bautismo, Confirmación y Eucaristía, a. 1950, p. 474. T. XVIII, La
p. 330.
Penitencia y la Extremaunción, a. 1950, p. 384. T. XIX, El Orden y el Matrt-
® Rev. Argentina, art. cit., p. 62.
monio, a. 1950, p. 382. T. XX, Los Novísimos, a. 1950, p. 518.
® S. Tomás de Aquino, Suma Teológica, Nueva versión sobre el texto latino
con notas, explicaciones y comentarios por Antonio Ennis, S. J. Tomo XHI,- De 8 Sum. Teol., t. XX, Nota Preliminar, p. 7 s.
8 La Suma ya tiene un Prólogo del mismo Sto. Tomás.
la fortaleza y templanza, a. 1948, p. 447. T. XIV, La Perfección, a. 1948, p. 316.
10 T. I, p. IX.
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tro, donde como en un Sagrario late la pregunta eterna del San- ¡ojo! un orden ficticio, de tipo artístico, en los puntos impenetra
to: «¿Quién es Dios?»; inmensamente varia en la superficie, bles al orden científico...»
cubierta por la procesión de todas las creaturas» Más adelante afirma que Sto. Tomás «no se aflige por dis
Én la última sección, la cuarta, del Anteprólogo trata de «Lo tinguir en su inmenso tratado los diversos grados de conexión
que no es la obra». Allí leemos: «Santo Tomás es un hombre a de las verdades con la Revelación: amasa tranquilamente todo
quien se le puede pedir mucho; pero siendo nada más que hom lo que él tiene por verdadero en un solo bloque, que sería im
bre no se le puede pedir todo. No se le puede pedir, por ejem prudente tener por monolítico; yuxtapone al dogma la conclu
plo, que sea infalible; no se le puede pedir que resuelva explíci sión, la congruidad, la alegoría y hasta la conjetura...»^®.
tamente los problemas que en su tiempo no existían; no se le En este regio Anteprólogo vibrante de admiración y entu
puede pedir la misma certeza en todas sus conclusiones. Greyó, siasmo por el Angélico, echamos de menos dos cosas importan
por ejemplo, que lo que es hoy Dogma de la Goncepción sin tes: Nada dice de la excepcional autoridad doctrinal del Santo
Mancha era una opinión solamente y la menos probable, o por que los documentos dql Magisterio de la Iglesia le otorgan; y,
lo menos no lo vió claramente... Más adelante dice: «Su en segundo lugar, no suministra ningún dato sobre la materiali
menté es tan arquitectónica. sus intuiciones tan profundas y pe dad de la obra que emprende, sobre las ediciones que sigue o
netrantes, su sistema tan vasto, coherente y flexible, que real consulta, las versiones que utiliza, el autor o autores de las nu
mente fué en un momento toda la filosofía y será por todos los merosas notas que aparecen sin firma...
siglos el representante quizá más completo de la Philosophia Hay que recorrer todo el primer tomo y abrir el segundo
Perennis, de tal modo que no parece posible surja en lo filosó para encontrar finalmente algunos datos sobre el punto últi
fico prolongación o progreso alguno que no sea posible injertar
mo en la «Advertencia» que está al principio.
o integrar en ella» i®.
Por ella se entera el lector que el plan primero «fué publi
Su admiración no le impide ver en el Angélico «que aquí o
car someramente revisada y retocada la traducción y notas que
allá confía demasiado en algunas fórmulas, que sustituye en la
en 1878 hizo don Hilario Abad de Aparicio. Pero muy pronto
explicación de los textos el artificio lógico a la razón psicoló
—nos dice el P. Gastellani— se hizo evidente que el texto de
gica o histórica, que desdeña un poco la región baja de las
ciencias medias en su volar acucioso al ideal- helénico de la cien Aparicio no era digno de simple reimpresión: la traducción es
pedestre y un tanto descuidada, con lugares borrosos que frisan
cia pura, que después de advertir que los misterios no se com
prenden ni demuestran, se pone (comprendedor incorregible) a lo ininteligible o que simplemente caen en lo erróneo»
dar demostraciones de la Trinidad que no son sino semejanzas; Desde el tomo III dejará la corrección de la antigua versión
o bien pruebas congruas de la Encarnación que son especie de y traducirá de nuevo. Entretanto el trabajo del P. Gastellani
poemas lógicos ad aedificationem fidelium más aptos para la fué el siguiente, como él mismo nos lo declara: «En suma, fue
oración que para la apologética» «. Y unas líneas más abajo dice ra de los pasajes confusos que hemos debido verter de nuevo,
que su confianza absoluta en que la inteligencia y el ser son una nos hemos limitado por ahora a quitar palabras superfinas, sus
misma cosa le lleva «a querer explicar todo, a racionalizar todas tituir las inexactas, añadir las mal omitidas y ajustar la termi
las enumeraciones, a poner a veces tranquilamente y sin decir nología, dq cuyo rigor el traductor antiguo no curó mucho, como
pasando por alto que toda filosofía adulta tiene sus propios tec-
“ T. I, p. XVIII.
12 T. I, p. XX. 15 T. I, p. XXI 8.
1® T. I, p. XXI. IB T. I, p. XXII.
T. I, p. XXI. 11 T. II, p. 7.
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Teológica es, hasta el preseñte, el primero y el único «hispano» algunos títulos: El paraíso de Mahoma^®; La moral autóno
que arremetió la empresa, y la llevó a cabo solo, de traducir a ma®^; Contemplación científica®*; El paraíso en la tierra®®;
nuestro idioma la obra cumbre del pensamiento humano ®®. La Inteligencia del animal ; Eticas sin sanción
obra, como hermosamente lo dice el P. Gastellani, que «se ins Las notas del P. Gastellani son siempre interesantes, llenas
tiló en el Nuevo Continente inspirando costumbres, leyes, ac de vida, de enseñanzas, especialmente las de psicología e histo
tos de gobierno, hábitos mentales y maneras de hablar» ®^. Qui ria de la filosofía. Algunas veces no alcanzamos a ver la verdad
zá pasen las edades sin que aparezca otro «hispano» que haga o equidad de sus afirmaciones. Aborda todos los temas: la Sagra
solo una nueva versión de la Suma ®®. da Escritura, la Teología, la Filosofía, la política, la poesía, la
La nueva versión argentina depende sustancialmente de la lingüística... Una pequeña enciclopedia. Nunca se olvida del
antigua. Ya hemos visto las manifestaciones del P. Gastellani. ambiente en que vive y de sus problemas.
En los tomos III, IV y V se independiza bastante, pero no Por sus notas desfilan Platón, Aristóteles, San Agustín, Dan
del todo. te, Balmes, Vázquez de Mella, Kant, Unamuno, Blondel, Max
Muchísimas notas han pasado de la edición de H. Abad, no Scheler, Ortega y Gasset, Paul Claudel y otros mil.
pocas veces con elementos y ropaje anticuados, a los tomos I Hay una interesante galería de cuadros: «Billot, S. J., el ma
y II, algunas sin nombre, otras con los nombres de sus autores, yor teólogo de nuestros tiempos» ; Archibaldo Gronin «es un
Cayetano, Toledo, Sanseverino, Monsabré, etc., etc. Las notas buen médico, un buen novelista y un buen muchacho sin mayor
de los tomos III, IV y V son en su inmensa mayoría personales teología» ^®; el doctor Garlos Obligado «un eximio traductor or
febre» el «gran orador romano Cicerón..., magnífico Prín
del P. Gastellani; otras están refundidas por él.
cipe del Período y Emperador del Argumento Aparente» ;
En el tomo V hay una innovación. Casi todas las notas tie «Ludwig Klages (el mayor aristotélico de hoy, pero aristotélico
nen un título y vienen a ser un artículo breve, denso, profundo, averroísta)» ^®.
sin que falte el humor chispeante, la fina crítica, el verso. He aquí
Por las introducciones del P. Gastellani corre un viento hu
) racanado de admiración y amor por el Doctor Angélico a quien
33 Se está publicando en España una traducción de la Suma Teológica por
defiende, con el flagelo de su pluma acerada e irónica, de sus
una comisión de PP. Dominicos. Hasta la fecha han aparecido: Tomo I, Intro-
ducción General por el R. P. Mtro. Fr. Santiago Ramírez, O. P. Tratado de
Dios Uno en esencia, trad. del R. P. Fr. Raimundo Suárez, O. P., Introducciones 36 p. 56.
37 p. 71
particulares, anotaciones y apéndices por el R. P. Fr. Francisco Muñiz, O. P.,
Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1947. T. II, Tratado de la Sma. Tri- 38 P. 74.
nidad, trad. por el R. P. Fr. R. Suárez, O. P., Introducción del R. P. Manuel 39 P. 101.
Cuervo, O. P. Tratado de la Creación en General, trad. e introd. del R. P. Jesús <0 P. 184 s.
Valbuena, O. P., a. 1948. T. III, Tratado de los Angeles, trad. del R. P. Fr. 41 P. 282 s.
R. Suárez, O. P., Introducciones particulares, anotaciones y apéndices por el 42 T. II, p. 8. Billot, si viviese, no podrí^ regocijarse en demasía de esto;
R. P. Fr. Aureliano Martínez, O. P. Tratado de la Creación corpórea, trad. e pues recientemente el P. Gastellani ha escrito: «La teologia moderna es estéril;
introd. del R. P. Fr. Alberto Colunga, O. P., a. 1950. En el tomo I, p. 236 s., el arte moderno es dañino. Desde Newman acá no ha habido un solo gran teólogo
católico, hablando de un teólogo creador, es decir poeta -(poietés). «Acta de
aunque se habla de las Traducciones castellanas de la Suma Teológica, nada se
dice de la argentina, de la cual habían salido, hacía más de un año, los cinco acusación de la Vida, Poema de Lidia Lamarque», en Revista de Teología, La
Plata, a. 1, n. 2 (1951), p. 94.
primeros tomos.
43 T. II, p. 69.
34 T. I, p. IX.
44 T. III, p. 7.
35 El P. Gastellani en una nota del tomo V sobre «La vida sin fin», pre
4B T. III, p. 241.
gunta antes de concluir: «¿Y qué vamos a hacer en tanto tiempo? Ustedes, yo
no sé. Yo probablemente seguiré traduciendo la Suma Teológica. (LC)», p 79. 46 T. V, p. 59.
r:
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detractores y burladores: Voltaire, Rousseau, Diderot, Tain^ nes, la que se verifica por modo de amor no tiene nombre pro
Tomás La Peña... pio, según está dicho (C. 27, a. 4, ad 3."): así es que las relacio
Hemos visto en el Anteprólogo que su admiración no es cie nes basadas en este modo de procesión tampoco lo tienen, como
ga. Reconoce, por supuesto, que «los ejemplos con que Santo queda dicho (G. 28, a. 4): por la misma razón la persona, que así
Tomás ilustra sus principios, tomados de la ciencia experimental procede; no tiene nombre propio»
de su tiempo, son falsos a veces. . Pero «es irrazonable al Billot, hablando de la procesión del Espíritu Santo y de una
extremo, dice en otra parte, esperar que Santo Tomás adivinara voz que signifique el modo de origen que la diferencie de la
proféticamente la física moderna; y burlarse de sus «errores procesión del Hijo, dice: «Nullo modo potest modus iste expri
científicos» es cosa de insensatos» mí ? Haud quidem nomine proprio, bene tamen nomine meta-
Lo más importante en este sentido es lo que dice en úna phorico sive accommodatitio...»Pero no pasa lo mismo cuan
nota sobre la proposición: «El agente no pretende el individuo do se trata de la procesión del Hijo, como puede verse en la
sino la especie» : «Hernos de confesar que aquí se toca un punto tesis segunda que así enuncia: «Processio Verbi in divinis dicitur
flaco de la sistemática del Angélico: el desprecio del individuo et est proprie generatio, secundum quod generátio accipitur pro
y de la materia y su absorción extática por la forma y la especie. origine viventis a vívente principio coniuncto, in similitudinem
A la Causa no interesa el individuo, la ciencia no trata del in naturae»
dividuo, la Perfección no tiene nada que ver con la multitud En otra nota se lee: «...Santo Tomás defiende el dogma
numérica (...). Es cierto que la ultranza de estas tesis es co de la creación (no decimos que lo prueba, pues no es posible
rregida por la doctrina de la Providencia, la cual se extiende probarlo) con principios filosóficos tomados dél mismo Aristó
hasta los individuos y la aserción teórica de la posible existencia teles» Creemos que hay una confusión. La razón humana pue
de "ciencias medias" (...) que tratan de lo particular, aunque en de probar con certeza la creación; más aún, no faltan teólogos
focado con razones universales» que sostienen que esta afirmación se deduce de la verdad definida
No faltan en las notas del P. Castellani afirmaciones que por el Concilio Vaticano sobre la natural cognoscibilidad de
nos han sorprendido dé un modo especial. Dios.®«. ‘
En una dice: «El Hijo de Píos y el Aliento de Dios son pa Lo que no se puede probar según Santo Tomás es la repug
labras metafóricas» Esto no puede afirmarse del Hijo de Dios, nancia de una creación eterna. El P. Castellani, por lo menos en
Santo Tomás en la cuestión 27, artículo 2 de la primera parte de tres ocasiones, habla muy bien de esto último según la mente del
la Suma dice: «En este sentido la procesión del verbo en Doctor Angélico Conviene advertir que son numerosos los teó
lo divino tiene verdadera razón de generación... Por lo logos y filósofos católicos que no siguen en esto segundo a Santo
cual la procesión del verbo en I9 divino se llama generación; Tomás.
y el verbo procedente se dice Hijo» Lo contrario pasa cuando
Estas son las dos más serias confusiones que en el campo
se trata de la tercera persona de la Santísima Trinidad. Basta
de la ciencia teológica hemos encontrado.
leer la cuestión 36 artículo' 1.“ de la primera parte. Allí se dice;
«Respondo diciendo que, como en la Trinidad hay dos procesio
62 T. II, p. 116.
53 Billot, De Deo Uno et Trinó, edit. 7, p. 398.
47 T. II, p. 17. 54 Ibid., p. 374.
48 T. III, p. 221. 65 T. II, p. 234, nota 1.
49 T. III, p. 55. 56 Huarte, De Deo Creante... edit. 2, n. 14; Lercher, Inst. Tkeol. Dogm.,
59 T. II, p. 22, nota 1. En esta misma página están omitidas en el texto de t. II, edit. 4, n. 449 dice: «Dogma creationis simul veritas rationalis est».
la Suma las palabras del Símbolo Atanasiano: «del Padre y del Hijo». ST En el tomo II, p. 265, nota 1; p. 272, nota 1 y en el tomo III, p. 146,
61 T. II, p. 17 s. nota 1.
ss:
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En una nota aparece «el obispo jansenista Baius (Michel de Muchas veces las censuras del P. Gastellani son fundadas,
Bay), condenado en 1567 y muerto en paz con la Iglesia en aunque su lenguaje es acre.
1587» Ha habido, sin duda, una distracción; pues Bayo o Baius En una nota dice: «Unum uni opponitur, dice el texto. Las
no fue obispo, ni tampoco, propiamente hablando, jansenista. dos versiones españolas que tengo delante traducen disparata
Guando murió Bayo, Jansenio contaba 4 años de edad y su obra damente: «lo uno es opuesto a lo uno», guiándose sólo por el SO-
póstuma Augustinus, fuente del Jansenismo, se publicó unos nido de las palabras latinas, sin afligirse por la solemne false
cincuenta años después dé la muerte de Bayo. Quandoque bonus dad que enuncian. (LG.)»®», Aquí el P. Gastellani triunfa ple
dormitat Homerus. namente y quizá sea su mejor éxito de traducción y corrección.
Hablando de los errores formales de la antigua traducción El texto censurado se encuentra en la primera parte, cues
dice: «En sólo la segunda columna de la página 426 (I, G. L., tión XI, artículo 2: «De si la unidad se opone a la pluralidad».
a. 3) incurre el buen Aparicio en dos incorrecciones que hacen En la objeción tercera leemos:
%
decir a Santo Tomás lo que no está en su texto: 1.“...; 2.“ más Texto original Versión de Versión del Versión edición
importante, le planta un «es cierto que» en un argumento de H. Abad P. Gastellani de la BAC
congruencia, que expresamente al final Santo Tomás deja ca Praeterea unum
uni est opposi- Lo uno es Lo uno es A uno se opo
lificado de probable» A nuestro juicio, el impugnador con tum. Sed multo opuesto a lo uno. opuesto a una so ne otro, y a mu
funde dos cosas: la magnitud y la multitud de las que habla el opponitur pau- A lo mucho se la cosa. A lo mu cho, poco, pero
Santo. Estas son sus palabras: cum. Ergo non opone lo poco: cho se opone lo no uno 65.
opponitur ei luego no se le poco: luego no se
Texto original Versión de H. Abad Vers. del. P. Gastellani
unum. opone lo uno 63. le opone lo uno®^.
Videmus autem quod Es lo cierto que, co Vemos que los cuer
corpora incorruptibilia... mo vemos, los cuerpos pos incorruptibles, ... Groemos que la versión del P. Gastellani en este punto es la
excedunt... secundum incorruptibles, ... esce- exceden en magnitud a única correcta.
magnitudinem corpora den ... en magnitud a los cuerpos corrupti
los cuerpos corrupti
En general se nos presenta el P. Gastellani en estos cinco
corruptibilia... bles...
lil bles. .. primeros tomos de la Suma como más platónico que aristotélico,
Unde rationabile est Es pues razonable que Es pues razonable que más agustiniano que tomista, quizá más literato que filósofo y
quod substantiae imma- las sustancias inmateria las sustancias inmateria
ciertamente más poeta que teólogo.
teríales excedunt se- les escedan... en mul les aventajen ... en
Su contribución a la edición de la Suma es enorme: es el
cundum multitudinem titud a las sustancias multitud ... a las sus
tancias materiales.. .66.
iniciador. Su trabajo, a pesar de las fallas que hemos indicado
substantias materiales... materiales...
y de otras que se le pueden señalar ®®, es en su conjunto excelen
Gomo se ve, lo primero es cierto: Videmus, y trata de la te y bien adaptado al público para el cual se destina.
magnitud; solamente lo segundo es razonable, que como lo dice Un ambiente marcadamente distinto se nota en los tomos
el P. Gastellani en una nota «indica en el lenguaje del Santo la preparados por los Padres Ennis y Quiles.
probabilidad y no la certeza...» 6i, y trata de la multitud. No se
62 T. I, p. 127, nota 2.
puede negar, con todo, que la versión del P. Gastellani se ciñe
63 T. I, p. 75. I
más al texto del Angélico en el primer párrafo. 64 T. I, p. 127.
65 T. I, p. 365.
68 T. IV, p. 240, nota 1. 66 Por ejemplo cuando toca puntos relacionados con la difícil y delicada
69 T. III, p. 8 s. cuestión del género literario del Pentateuco (T. III, p. 235, nota 1; p. 245, n. 1;
66 T. III, p. 52. p. 276, n. I; T. IV, p. 30, n. 1; p. 285, n.I) tiene a veces expresiones menos
61 Ibid., nota 1. exactas o ambiguas, que puede inducir a equivocadas interpretaciones.
b:
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La diferencia radica más bien en las introducciones y notas ramente refundidos, y uno de ellos por el mismo P. Gaste-
llani»
que en la misma versión.
Las notas del tomo XIII no están firmadas y son relativa
En los cinco primeros tomos vivimos en un bosque encan
mente pocas. Esto último «se debe, nos dice el P. Ennis, a que
tado, morada de las Musas, de Platón, Dante, Cervantes, Paul
la materia aquí tratada no ofrece de suyo especial dificultad, y
Claudel...; en los otros tomos nos encontrarnos desde el punto
el lenguaje y estilo del Doctor Angélico es lo suficientemente
de vista literario en un paisaje más bien árido y monótono, mora
claro y sencillo para Que el lector de cultura media pueda en
da de Aristóteles, el Filósofo, y de la pacienzuda y fría legión
tenderlo sin más explicación»
de los investigadores y científicos.
El tomo XIV tiene mayor número de notas y una gran parte
Esto, por lo menos en el plano abstracto, está más en con de ellas está firmada con las iniciales del P. Antonio En-
sonancia con la Suma, que es una obra científica como bien lo .nis (A.E.). • •>
nota el P. Gastellani. Donde hace falta indica el P. Ennis el cambio operado en
Es interesante oír lo que dice el P. Manser O. P. hablando la legislación eclesiástica sobre ayunos, abstinencia, impedimen
de la personalidad científica de Santo Tomás de Aquino: «En tos matrimoniales remitiendo al nuevo Gódigo de Derecho Ga-
vano buscamos en Sus obras aquel carácter sublime y conmo nónico.
vedor que el alma enamorada de San Buenaventura supo dar a Guando usa documentos eclesiásticos, pone, como suelen ha
las suyas. Tomás, én sus obras rigurosamente científicas, se cerlo los teólogos modernos, los números en que se encuentran
muestra siempre seco, escueto, preciso, sin adornos, casi frto, en el Enchiridion Symbolorum de Denzinger y Umberg, S. I.
como las más altas cumbres nevadas, que, lejos del paso de las El P. Ennis, profundo conocedor y admirador del Doctor
estaciones, permanecen siempre inmutables... Rara vez se en Eximio, Francisco Suárez, lo utiliza en más de una acotación.
cuentra en las obras de Tomás la expresión de sentimientos per El llamado a la eternidad le impidió cuidar de la impresión
sonales y disposiciones de ánimo, a no ser en las cartas en que de estos dos tomos preparados por él tan cuidadosamente y con
con gran amabilidad contesta a las preguntas científicas que se le verdadera idoneidad.
hacen... En esto es Tomás el tipo del investigador rigurosamen Su «correctísima» traducción directa del Tratado del Al-
te científico» „ ma de Aristóteles’^® ha sido utilizada varias veces en la nueva
El P. Antonio Ennis S. I., uno de nuestros mejores filóso edición de la Suma Teológica.
fos preparó, como ya lo tenemos indicado, los tomos XIII y El P, Ismael Quiles S. I. en u^a breve «Nota Preliminar»
XIV, Cuyos títulos son: «Fortaleza y Templanza» y «La Per al tomo VI nos pone al corriente de'su contribución a los 13 to
fección». mos restantes de la Suma Teológica que tomó a su cargo.
En el último, que salió antes del tomo XlII, nos dice lacóni «Nuestro trabajo, nos dice, ha seguido teniendo como base
camente y con toda honradez científica: «Este tomo, lo mismo la traducción de don Hilario Abad de Aparicio, que hemos co
que el anterior, lo he preparado a petición del P. Leonardo Gas tejado línea por línea con el texto latino, retocándola o modi
tellani, S. J., y conforme a suS instrucciones. La traducción an ficándola cuando lo creimos necesario»
tigua está tan sólo retocada; unos poco^ párrafos han sido ente-
T. XIV, p. 7.
71 T. xni, p. 7.
67 T. I,p. XXIII.
7^ Afirmación justa del P. Castellani en el tomo I, p. 152, nota 1.
68 Manser, O. P., La Esencia del Tomismo, Traducción de la segunda edi
73 Aristóteles, Tratado del Alma, Traducción directa del griego, con estudio
ción alemrna por Valentín Ga. Yebra, Madrid 1947, p. 45 s.
introductorio por A. Ennis, S. I., B. Aires, 1944.
69 Cfr. Iván Vila Ecbagüe, Semblanza del P. Antonio Ennis, S. J., en la
7A T. VI, p. 9.
revitsa Criterio, B. Aires, a. XX, n. 1040, marzo 4 de 1948, p. 199-201.
28 Jorge Sily, s. i. La primera edición castellana completa. .. 29
Ahora entra un nuevo elemento de importancia; pues para de cada tomo, en una Introducción que a veces titula: Adverten
este cotejo utiliza «la edición latina de la SUMMA recientemen cia, Nota Preliminar, Prólogo, orienta al lector §obre la ma
te publicada por el Instituto de Estudios Medievales de Ottawa, teria, sus conexiones, su importancia, etc.
edición que reproduce el texto de la de San Pío X, junto eon Así, por ejemplo, en el tomo VII describe en líneas gene
las variantes de la Leonina» rales la síntesis tomista de la estructura interna de la vida na
En esta tarea, que requiere una paciencia benedictina, contó tural y sobrenatural.
el P. Quiles con la colaboración muy valiosa e inteligente de la En la Nota Preliminar del tomo IX, que trata de la Fe y de
señorita María Mercedes Bergadá, quien tomó por su cuenta, la Esperanza, dice, entre otras cosas: «Andan entrelazados, es
bajo la dirección del P. Quiles, la determinación del texto cas pecialmente en el hermoso y extenso tratádo sobre la fe, el in
tellano, como nos lo confiesa agradecido el mismo P. Quiles en terés dogmático, moral, canónico y ascético».
su modesta, aunque de hecho triunfal, «Nota Prciiminar» del ul En la Introducción del tomo XI leemos que «reviste un
timo tomo de la Suma '^®. interés muy especial desde el punto de vista jurídico, y por ello
En cuanto a las notas: «hemos seguido suprimiendo, nos dice será de gran utilidad a cuantos se dedican al estudio y al ejer
en el tomo VI, la mayoría de las que figuraban en la edición de cicio de la ciencia del derecho».
Abad de Aparicio, y hemos agregado por nuestra parte aquellas No es del todo exacto lo que se dice en la Nota Preliminar
que juzgábamos necesarias para explicar pasajes del texto del del tomo XII: «Después del estudio de la justicia en general, va
Angélico que pudieran resultar oscuros para los lectores no muy tratando el Doctor Angélico en particular cada una de las vir
interiorizados en la filosofía y teología» tudes que en ella están contenidas: la primera y más importante
En el tomo siguiente, el VII, repite más o menos lo mismo, de estas virtudes especiales contenidas bajo la justicia, es la re
dice: «Nos hemos ceñido a la revisión del texto de la edición de ligión...»; pues se trató ya antes de las partes subjetivas e in
Abad de Aparicio, a la supresión de las notas anticuadas y a la tegrales de la justicia; y ahora sólo toca tratar de las potenciales.
corrección y acomodación de las que hemos creído necesario. La cuestión 80: «De las partes potenciales de la justicia», debía
agregando también, por nuestra parte, algunas para explicar pun
encabezar el presente tomo. Este es su sitio natural y no el final
tos oscuros o hacer referencias a inquietudes modernas».
del tomo anterior, donde se encuentra.en la presente edición.
Las notas en general son breves y cumplen bien con la fina
Al tomo XV «Encarnación del Verbo», le precede una densa
lidad apuntada.
«Síntesis histórica de las principales herejías sobre la encarna
En las muchas tomadas de la edición antigua, sé han con
ción del Verbo».
servado elementos anticuados. Las del P. Quiles están firma
En la Introducción al tratado de los Sacramentos '^®, después
das con sus iniciales IQ. de dar una orientación sobre los mismos termina diciendo: «Los
Las mejores notas a nuestro juicio son las que tratan de Me
puntos en que la disciplina actual ha cambiado, que suelen ser ac
tafísica e Historia de la Filosofía.
cidentales, debido a las diversas circunstancias de tiempo y lu
Utiliza el P. Quiles obras modernas de teólogos, canonistas,
gar, o a alguna mayor precisión doctrinal, los hacemos constar,
moralistas... como Beraza, Lennerz, Lange, Galtier, Pesch,
salvo omisión involuntaria, remitiendo, siempre que nos ha pa
Rosanas, Genicot, Ferreres, Ubach, Regatillo, Réboli.
recido conveniente, al Código de Derecho Canónico»
Con buen acierto y criterio práctico, el P. Quiles al principio
El tomo XVII «La Penitencia y la Extremaunción», abar
ca parte del Suplemento.
75 Ibid.
76 T. XX, p. 7 S.
77 T. VI, p. 9. 79 T. XVII.
78 T. VII (Vol. I), p. 10. 80 P. 8.
La primera edición castellana completa. .. 31
30 Jorge Sily, s. i.
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34 Jorge Sily, s. i. La primeba edición castellana completa. .. 35
Una vez realizado el matrimonio, subsiste de suyo para siem Eminencia agradeciéndole de nuevo su valiosa cooperación es
pre y noi mientras persevere la condición. piritual y moral
En resumen, la presente versión aventaja notablemente a La lista de los mecenas abarca unos 1.900 nombres.
la antigua. Club de Lectores dice que la edición «honra a América por
que desde México, con cerca de 200 suscritores, y Nicaragua con
En cuanto a las introducciones y a las notas no se puede
100, pasando por países como Venezuela y Colombia con más de
establecer comparación. Las de la edición antigua eran buenas
100 suscriciones cada uno, ningún país, en mayor o menor gra
para su tiempo y su ambiente; pero no lo son, en proporción con
do, deja de estar representado en este esfuerzo que en verdad
siderable, para los nuestros por su contenido y por su forma.
podemos llamar continental»
Realza la presente edición su presentación esmerada y «la Con razón «El Pueblo» decía: «Lo que conforta en modo
impecable corrección tipográfica con que las prensas de «Amo- especial es comprobar que una obra tan especializada como ésta
rrortu» la han publicado, «en forma tal que nada hay que envi-
haya encontrado semejante eco»
diar a aquellas ediciones que nos llegan de Europa bajo signos
Todos los que han contribuido a que fuera una bella realidad
respaldados por una tradición más que centenaria»
la primera edición castellana completa de la Suma Teológica en
Bien se explica la emoción que palpita en las palabras con el siglo XX han merecido bien de la Religión, de la cultura y de
que, con el epígrafe «Nuestro Agradecimiento», la editorial Club la Patria. ,
de Lectores cierra la magnífica edición.
Ahí leemos: «Antiguamente... las sociedades de bibliófilos
solían hacer constar, para memoria y agradecimiento, los nom
bres de quienes con su interés y munificencia costeaban la edi
ción. Siguiendo aquel ejemplo, deseamos exteriorizar aquí nues
tro agradecimiento y dejar sus nombres indisolublemente uni
dos a esta primera edición sudamericana de la obra magna de
Santo Tomás de Aquino, para que participen en algo de la pe
rennidad de ésta quienes al brindarnos por anticipado su apoyo
y depositar en nosotros su confianza —que a través de muchas
vicisitudes y a costa de muchos sacrificios no hemos defrauda
do— fueron verdaderos mecenas de esta edición, que hoy honra
nuestra patria y América toda y que sin ellos habría sido difícil
realizar» ®®.
Un poco más adelante expresa su agradecimiento a nuestro
Cardenal Primado «que constantemente nos alentó con sus pa
ternales bendiciones».
En la Revista Eclesiástica se puede leer la carta que el se
ñor Juan Manuel Fontenla, del Club de Lectores, escribió a Su
100 Revista Eclesiástica, B. Aires, m^yo 1951, p. 155.
J. R. Steffens, art. cit., p. 62. 101 T. XX, p. 495.
»9 T. XX, p. 495. 102 £i Pueblo, B. Aires, 6 de abril de 1951, p. 4.