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Trabajo de Investigación

Douglas Humberto Vásquez Prado


Universidad Da Vinci de Guatemala
Carnet 201600374
La iglesia y el Estado
En 1854 se estableció el Concordato con la Santa Sede, el cual había sido suscrito en
1852 por el cardenal Jacobo Antonelli -secretario de Estado de la Santa Sede- y Fernando
Lorenzana -ministro plenipotenciario de Guatemala el país otorgaba la educación del
pueblo guatemalteco a las órdenes regulares de la Iglesia Católica, se comprometía a
respetar las propiedades y los monasterios eclesiásticos, autorizaba el diezmo obligatorio
y permitía que los obispos censuraran lo que se publicaba en el país; a cambio de ello,
Guatemala recibía gracias para los miembros del ejército, permitía que quienes hubiesen
adquirido las propiedades que los liberales habían expropiado a la Iglesia en 1829 las
conservaran, percibía impuestos por lo generado por las propiedades de la Iglesia, y tenía
el derecho de juzgar con las leyes guatemaltecas a los eclesiásticos que perpetraran
crímenes.

El concordato se firmó originalmente en Roma, el 7 de octubre de 1852 por el Cardenal


Jacobo Antonelli, secretario de Estado de la Santa Sede y Fernando Lorenzana, ministro
plenipotenciario de Guatemala ante la Santa Sede. Consta de veintinueve artículos, en
latín y español, los cuales se resumen de la siguiente forma:

Artículo 1: La religión católica se decretó como la religión oficial de la República de


Guatemala.
Artículo 2: la educación del pueblo guatemalteco quedó a cargo de la Iglesia Católica.
Artículo 3: los obispos podían censurar las publicaciones que contravinieran lo establecido
por la religión católica.
Artículo 4: por ser el Papa el jefe de la iglesia se podía comunicar con el pueblo
guatemalteco directamente.
Artículo 5: se estableció el diezmo obligatorio, que se utilizó para el arzobispado, el
cabildo catedralicio y el Colegio y Seminario Tridentino de Nuestra Señora de la Asunción.
Artículo 6: los emolumentos de los párrocos quedaban decretados por las autoridades
civiles y eclesiásticas.
Artículo 7: el presidente de la República tenía el privilegio de presentar una terna de
candidatos eclesiásticos para las parroquias que quedaran vacantes.

Artículo 8: el presidente de la República también podía presentar candidatos eclesiásticos


para las dependencias del arzobispado, aunque al arzobispo lo iba a elegir el Papa, entre
clérigos afines a la república.
Artículos 10 a 12: la Santa Sede se reservaba el derecho de establecer nuevas diócesis y
parroquias en la República, siempre que lo considerara conveniente. El Colegio y
Seminario Tridentino de Nuestra Señora de la Asunción quedó a cargo de la arquidiócesis
de Guatemala; y cualquier nueva diócesis tendría su propio seminario.
Artículos 14 a 17: se estableció el fuero eclesiástico y las posibles excepciones al mismo.
Artículos 18 y 19: la iglesia podría adquirir bienes; además se comprometió a pagar
impuestos por sus ingresos, excepto en los originados por el diezmo y las limosnas.9
Artículo 20: la Santa Sede renunció a los bienes que habían sido expropiados por
Francisco Morazán en 1829, y que habían sido adquiridos por personas particulares antes
de 1852.
Artículo 21: se protegieron los monasterios de las órdenes regulares.
Artículo 22: el gobierno de Guatemala se comprometió a ayudar a la evangelización en el
país, la cual sería dirigida por la Congregación de Propaganda Fide.
Artículo 23: como el gobierno se comprometió a respetar a la Iglesia Católica, la Santa
Sede emitió el siguiente juramente para sus obispos y demás eclesiásticos en el país: Yo
juro, y prometo a Dios sobre los Santos Evangelios obedecer y ser fiel al Gobiernos
establecido por la Constitución de la República de Guatemala; y prometo asimismo no
ingerirme personalmente ni por medio de consejos en proyecto alguno que pueda ser
contrario a la independencia nacional o a la tranquilidad pública.

Análisis
Las relaciones entre la Iglesia Católica y el Estado guatemalteco, y continúa siendo
relevante en el contexto político y social del país, la relación entre la iglesia y el estado ha
sido históricamente significativa y ha estado influenciada por una serie de factores,
incluidos los regímenes políticos, la cultura y la religión predominante en el país, que es
mayoritariamente católica. con el paso del tiempo, la relación entre la iglesia y el estado
ha evolucionado, especialmente con la transición hacia regímenes más democráticos y la
creciente diversidad religiosa en el país. Sin embargo, la iglesia católica sigue siendo una
institución influyente en Guatemala, con una presencia activa en la vida política y social, y
su posición en la sociedad continúa siendo relevante en el contexto político actual del país.
La creación de la República de Guatemala
La República de Guatemala se creó oficialmente el 21 de marzo de 1847, después de un
período de agitación política en América Central. Antes de eso, Guatemala había sido
parte del Primer Imperio Mexicano y luego del efímero Estado de Centroamérica.
Después de la independencia de España en 1821, las provincias centroamericanas se
unieron al Primer Imperio Mexicano bajo el liderazgo de Agustín de Iturbide. Sin embargo,
esta unión fue breve y, en 1823, las provincias centroamericanas declararon su
independencia nuevamente y formaron la República Federal de Centroamérica,
compuesta por Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua.
Esta federación experimentó conflictos internos y divisiones, y Guatemala se convirtió en
un actor dominante en la política regional. En 1838, la federación se disolvió debido a
tensiones entre los estados miembros. Guatemala se convirtió en una república
independiente en 1839 bajo el liderazgo del líder conservador Rafael Carrera, quien
desempeñó un papel crucial en la unificación de Guatemala y su posterior creación como
república independiente.
Finalmente, en 1847, se estableció formalmente la República de Guatemala, con Rafael
Carrera como su primer presidente. Desde entonces, Guatemala ha experimentado
períodos de inestabilidad política, guerras civiles, golpes de estado y procesos
democráticos, conformando la compleja historia política del país hasta la actualidad.

Análisis
la creación de la República de Guatemala en 1847 representó un momento crucial en la
historia política de América Central. Marcó el inicio de una nueva era para Guatemala
como una nación independiente, pero también estuvo acompañada de desafíos y
tensiones, especialmente en términos de consolidación del poder y relaciones regionales.
Liderazgo de Rafael Carrera, fue una figura central en la creación de la República de
Guatemala. Como líder conservador, Carrera jugó un papel crucial en la unificación de
Guatemala y en la consolidación de su independencia. Su liderazgo fue fundamental para
establecer un gobierno centralizado y estable en un momento de gran agitación política.
La creación de la República de Guatemala tuvo un impacto significativo en la región
centroamericana. A medida que Guatemala se consolidaba como una entidad política
independiente, esto afectaba las dinámicas de poder y las relaciones políticas en toda la
región. La influencia de Guatemala en los asuntos regionales se fortaleció, y su política
interna también tuvo repercusiones en los estados vecinos.
La presidencia vitalicia

En 1854 Carrera fue nombrado presidente vitalicio. Únicamente el claustro de la Pontificia


Universidad de San Carlos se opuso al nombramiento con argumentos de que la
presidencia vitalicia era prácticamente una monarquía, pero no fue escuchado, el decreto
por el cual fue nombrado presidente vitalicio estipulaba que se declarara presidente
perpetuo de la República
Fue presidente de Guatemala desde 1898 hasta 1920. Durante su mandato, estableció un
régimen fuertemente autoritario y ejerció un control casi total sobre el gobierno y la
sociedad guatemalteca. Aunque su presidencia no fue técnicamente vitalicia, fue
notablemente prolongada y caracterizada por un poder centralizado y una represión
sistemática de la oposición política.

Análisis
consolidó un poder autoritario, limitando las libertades civiles y políticas suprimió la
oposición política y freno duramente cualquier intento de desacuerdo.

Control del Estado: Ejerció un control exhaustivo sobre el Estado, utilizando el poder
ejecutivo para mantener su dominio sobre el país.

Corrupción: Su gobierno fue marcado por la corrupción generalizada, con prácticas como
el soborno y el nepotismo siendo comunes.

Modernización y Desarrollo: A pesar de su régimen autoritario, Estrada Cabrera promovió


algunas iniciativas de modernización y desarrollo en Guatemala, como la construcción de
infraestructura y la expansión económica.

Resistencia y Derrocamiento: A medida que su régimen se volvió más represivo y su


autoritarismo más evidente, surgieron movimientos de resistencia. Finalmente, en 1920,
una coalición de opositores y exiliados, junto con intervención extranjera, provocó su
derrocamiento y exilio.
El acta constitutiva
Desintegrada la República Federal de Centro América, el presidente capitán general
Rafael Carrera y Turcios emitió el 21 de marzo de 1847 el decreto erigiendo en República
el Estado de Guatemala. Esta situación obligaba a una nueva regulación constitucional,
que efectivamente se hizo al trabajar la Asamblea Constituyente desde el 16 de agosto al
19 de octubre de 1851 para emitir el Acta Constitutiva.1 El Acta Constitutiva, que tuvo
vigencia durante veinte años, fue reformada el 4 de abril de 1855 con disposiciones que
fortalecían la presidencia vitalicia del capitán general Rafael Carrera.
Esta Acta Constitutiva organizó el Estado con cuatro cuerpos principales: la Presidencia
de la República, el Consejo de Estado, la Cámara de Representantes y el Orden Judicial.
En materia de derechos individuales mantuvo en vigor la llamada Ley de Garantías, y en
los artículos transitorios se especificaba que el primer presidente sería elegido por la
Asamblea Constituyente, los miembros de la Corte de Justicia y los del Consejo de
Estado; este presidente ejercería el poder del 1 de enero de 1852 al 1 de enero de 1856
Por su composición y atribuciones, el Consejo de Estado alcanzó una importancia
decisiva que jamás tuvo durante el período independiente. La Iglesia Católica mantiene su
carácter de única religión del Estado, pero recibe además reconocimiento institucional al
integrarla en diferentes funciones en el Consejo de Estado por su parte, las atribuciones
del presidente incluían la inspección de los establecimientos públicos y tribunales.
Esta Acta fue elaborada para acomodar las necesidades de Carrera e indicaba que el
presidente de la República sería elegido cada cuatro años por una Asamblea General
compuesta por la Cámara de Representantes, arzobispo Metropolitano, de los miembros
de la Corte Suprema de Justicia y de los vocales del Consejo de Estado; también
especificaba que el presidente podía ser reelecto.

Análisis
El Acta Constitutiva de la República de Guatemala es un documento histórico que
establece los fundamentos legales y políticos de Guatemala como una nación
independiente. Fue promulgada el 21 de marzo de 1847, después de la separación de
Guatemala de la República Federal de Centro América. La creación de esta acta marcó el
inicio de Guatemala como un estado soberano e independiente.

Entre los puntos más importantes del Acta Constitutiva se encuentran la declaración de
Guatemala como una república democrática y representativa, la separación de los
poderes del Estado, la garantía de los derechos individuales y la promulgación de leyes
para el bienestar general del país.

El Acta Constitutiva de la República de Guatemala es considerada uno de los documentos


fundamentales en la historia del país, ya que sentó las bases para su organización política
y jurídica como nación independiente.
LA BATALLA DE LA ARADA
Luego del retorno de Carrera de su exilio en 1849, el gobernante salvadoreño Doroteo
Vasconcelos dio asilo a los liberales guatemaltecos, quienes hostigaban al gobierno de
Guatemala en varias formas: don José Francisco Barrundia lo hacía desde un periódico
que fundó con ese expreso fin; Vasconcelos alimentó, durante todo el año de 1850 a la
facción de la Montaña en el oriente de Guatemala, distribuyendo dinero y armas entre los
sublevados. A fines del citado año de 1850, Vasconcelos se sintió cansado de esta guerra
lenta contra Guatemala y decidió obrar abiertamente. Así las cosas, el mandatario
salvadoreño inició una cruzada contra Guatemala, invitando a participar en ella a
Honduras y nicaragua; pero de ambos estados, sólo el gobierno hondureño presidido por
don Juan Lindo aceptó participar en la aventura.
Entre tanto, en Guatemala, donde se conocían perfectamente los planes de invasión en
su contra, el presidente don Mariano Paredes tomaba las previsiones necesarias para
enfrentar la situación, mientras el arzobispo don Francisco de Paula García Peláez
ordenaba en sus arquidiócesis rogativas por la paz.
El día 4 de enero de 1851 se reunieron en Ocotepeque los presidentes de Honduras y El
Salvador, con lo cual quedó sellada la alianza en contra de Guatemala. El ejército
salvadoreño se componía de 4,000 hombres perfectamente municionados y con apoyo de
artillería; los hondureños por su parte aprestaron 2,000 hombres para la campaña. El
ejército salvadoreño formó línea a lo largo de la frontera con Guatemala, mientras Carrera
se movía por distintos lugares, a efecto de tenerlos dispersos.
Finalmente, el grueso de las fuerzas aliadas se situó en Metapán, por ser esta una
ubicación próxima a Honduras y a la frontera guatemalteca. El 28 de enero de 1851, el
presidente Doroteo Vasconcelos dirigió al Ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala
un extenso comunicado, en el cual le manifiesta:
1. Que el presidente guatemalteco abandonara el mando, para que este fuera ocupado
por un hombre de confianza de los invasores.
2. Que Carrera fuera extrañado del país, debiendo ser conducido hacia alguno de los
puertos del sur por una partida de tropa salvadoreña.
3. Que una vez estuvieran en poder del mando de Guatemala los salvadoreños, se
convocara a una Asamblea Constituyente.
4. Que el ejército salvadoreño podría ocupar los territorios de Guatemala que
consideraran convenientes y por un tiempo indefinido.
El gobierno guatemalteco respondió lacónicamente una nota que dice: “no teniendo usted
autoridad por las leyes de San Salvador para hacer declaratorias de guerra, y no
pudiendo mandar tropas sin permiso de las Cámaras, al presentarse armado declarando
la guerra a Guatemala, este gobierno, considera a usted y a los que lo acompañen como
facciosos ejecutando un atentado. no le corresponde, pues, otra cosa que dar
conocimiento del anuncio que usted hace de que se introducirá con tropas en este
territorio, a S.E. el general en jefe que guarnece las fronteras, para que obre como
corresponde al honor y seguridad de la república. Arriaga.
LA BATALLA
El ejército aliado ingresó a Guatemala por tres lugares diferentes, ya que el 29 de enero
entró por Piñuelas, Agua Blanca, Jutiapa, un contingente de 500 hombres, al mando del
general Vicente Baquero, pero el grueso de la fuerza marchó desde Metapán.
Comandaban el ejército unido de El Salvador y Honduras los siguientes militares: general
Isidoro Saget, militar francés muy experimentado en otras guerras contra Guatemala. Se
le nombró Jefe del Estado Mayor del ejército; general José Santos Guardiola, comandante
de la 1a. División; general Ramón Belloso, comandante de la 2a. División; general
Indalecio Cordero, comandante de la 3a. División; general Domingo Asturias,
comandante de la 4a. División; general Trinidad Cabañas, a cargo de la División
hondureña, general Gerardo Barrios, Jefe de la División de San Miguel; además de dos
generales guatemaltecos renegados; José Dolores Nufio y Doroteo Monterroso. Como
comandante general del ejército, se obedecían las órdenes del Lic. Doroteo Vasconcelos,
presidente del Estado de El Salvador.
¡Once generales Lo mejor de la oficialidad que había entonces en Centroamérica al frente
del más poderoso ejército visto hasta entonces por estas tierras!
Del lado de Guatemala llegaron a reunirse 2000 hombres comandados por: El coronel
Manuel María Bolaños; coronel Vicente Cerna, corregidor de Chiquimula; coronel Ignacio
García Granados, comandante de la 1a. División; coronel Joaquín Solares, comandante
de la 2a. División; teniente coronel Leandro navas, a cargo de la retaguardia y coronel
Mariano Álvarez, jefe de la Artillería; teniente general José Rafael Carrera, comandante
general.
Quizá el mayor mérito de la estrategia empleada, fue el hecho de que Carrera se movía
de tal manera, que fingiendo que se retiraba, fue haciendo que el enemigo lo siguiera
hasta el sitio que él deseaba; o sea que escogió su propio terreno de lucha; el día 1 de
febrero de 1851, ambos ejércitos pernoctaron con solo el río San José de por medio.
Carrera se fortificó en las estribaciones del cerro La Arada, el cual terminaba en una
colina de contornos suaves, de aproximadamente 50 metros de altura sobre el nivel del
río; entre dicha colina y el río hay unos 300 metros de vegas, mientras que los
alrededores estaban sembrados de caña de azúcar. Carrera dividió su fuerza en tres
secciones; la izquierda mandada por Cerna y Solares; la derecha por Bolaños, y mandaba
él personalmente el centro, donde colocó la artillería.
500 hombres quedaron en Chiquimula en defensa de la plaza y previniendo cubrir una
posible retirada, por lo que solo participaron 1,500 guatemaltecos contra unos 4,500
enemigos.
Se inició el combate a las 8:30 de la mañana el 2 de febrero de 1851, atacando los
aliados por tres puntos diferentes, abriéndose fuego muy vivo por ambas partes.
La primera carga de los aliados fue repelida por los defensores de la colina; al segundo
ataque los aliados lograron tomar la primera línea de trincheras, donde nuevamente
fueron arrojados. A la tercera carga, la fuerza hondura-salvadoreña avanzó aún más,
hasta llegar a confundirse con los soldados guatemaltecos, que peleaban ahora cuerpo a
cuerpo y con la bayoneta calada, mientras que la artillería castigaba duramente al grueso
de los atacantes.
En lo más reñido del combate y cuando el resultado parecía incierto, Carrera ordenó que
pegara fuego a los cañales que flanqueaban la vega del río donde operaba el ejército
invasor. Cuando un cañal se incendia, se producen ciertas explosiones o denotaciones
similares a disparos, con lo que los atacantes se creyeron víctimas de un movimiento
envolvente. Tenemos entonces al ejército invasor rodeado; al frente el fuego vivo del
ejército guatemalteco; por los costados un incendio y hacia atrás el río, que dificultaba una
retirada rápida y ordenada. El general Saget ordenó tocar retirada para el cuerpo de tropa
que mandaba Cabañas, pero todo el ejército emprendió la retirada al toque de corneta
salvadoreño. Pronto se inició un retroceso, que era más bien una fuga desesperada de
aquella trampa mortal, que no una retirada estratégica. El fuego fue haciéndose menos
fuerte y a las cinco de la tarde, el sol del oriente guatemalteco alumbraba una escena
terrible: Entre el humo y las cenizas, quedaba el campo sembrado de cadáveres.
Cuando terminó el combate se notó la falta del jefe guatemalteco; se le buscó entre los
muertos y finalmente fue hallado tendido a la sombra de un árbol, boca arriba, con los
brazos en cruz y respirando lentamente; en su mano derecha sostenía aún su espada
manchada de sangre, la cual no podía soltar, pues tenía hinchada la mano, por lo que se
hizo necesario limar los gavilanes del guardamano, y era que dos veces fue desmontado
al ser herido su caballo.
Los 500 hombres que mandaba el coronel Leandro navas, y que se hallaban frescos por
haber estado en la retaguardia, se lanzaron a la persecución de los fugitivos que
buscaban la frontera de sus países a marchas forzadas.
El recuento final de las pérdidas de los aliados arrojó: 528 muertos, 200 prisioneros, 1,000
fusiles, 13,000 tiros de fusil, multitud de bestias y equipajes, 11 cajas de guerra y dos
piezas de artillería.
El presidente Vasconcelos buscó refugio en El Salvador, mientras que se vio cruzar la
frontera hondureña a dos generales que montaban el mismo caballo.
Carrera hizo formar al ejército y cruzó la frontera de El Salvador; se encontraba
acampado en Santa Ana cuando recibió órdenes de su superior, el general Mariano
Paredes, quien le mandó volver al suelo guatemalteco, en vista de que enviados del
gobierno salvadoreño solicitaban la paz.

Análisis
La batalla de la Arada significó la hegemonía de Guatemala en Centroamérica y aseguró
el clima para una época de restauración, seguridad y cierta bonanza económica la victoria
en la Batalla de la Arada consolidó el poder de Rafael Carrera y aseguró el predominio
conservador en Guatemala durante varias décadas. Este evento también marcó un hito en
la historia de Guatemala y tuvo importantes repercusiones políticas y sociales en el país.
En memoria de este triunfo se levantó un monumento sencillo que se denomina Panteón
de La Arada, construido a dos kilómetros del centro de la población hacia el noreste y
sobre la carretera antigua que conduce a Chiquimula.
Planificación de la región Centroamericana.
la planificación de la región centroamericana abarca una serie de aspectos que van desde
el desarrollo económico y social hasta la conservación del medio ambiente y la promoción
de la integración regional. A continuación, se presentan algunos elementos importantes de
la planificación regional en Centroamérica:

Desarrollo Económico: Se busca promover el crecimiento económico sostenible a través


de políticas que impulsen la inversión, el comercio intrarregional y la diversificación
productiva. Esto incluye el desarrollo de infraestructuras clave como carreteras, puertos,
aeropuertos y telecomunicaciones para facilitar el comercio y la conectividad.
Integración Regional: Se promueve la cooperación entre los países centroamericanos
para fortalecer la integración económica y política. Esto puede incluir acuerdos
comerciales, políticas arancelarias comunes, la libre circulación de bienes y personas, y la
colaboración en áreas como seguridad, migración y medio ambiente.
Desarrollo Social: Se busca mejorar las condiciones de vida de la población
centroamericana a través de políticas que promuevan la educación, la salud, la vivienda y
la igualdad de género. También se trabaja en la reducción de la pobreza, la desigualdad y
la exclusión social.
Gestión Ambiental: Dada la riqueza natural de la región y los desafíos ambientales que
enfrenta, la planificación regional incluye la protección y conservación de los recursos
naturales, la mitigación del cambio climático, la gestión de desastres naturales y la
promoción de prácticas sostenibles en sectores como la agricultura, la energía y el
turismo.
Gobernanza y Democracia: Se busca fortalecer las instituciones democráticas, el estado
de derecho y la participación ciudadana para garantizar una gestión transparente,
eficiente y responsable de los recursos públicos. Esto implica la promoción de la rendición
de cuentas, la lucha contra la corrupción y el fortalecimiento del sistema judicial.
Innovación y Tecnología: Se fomenta la inversión en investigación, innovación y tecnología
para impulsar la competitividad económica y la productividad en la región. Esto incluye el
apoyo a las pequeñas y medianas empresas, el fomento del emprendimiento y la mejora
del acceso a las tecnologías de la información y comunicación.
La planificación regional en Centroamérica requiere la colaboración y el compromiso de
todos los países de la región, así como de actores internacionales, organizaciones
multilaterales, sector privado y sociedad civil. Es un proceso continuo que busca abordar
los desafíos y aprovechar las oportunidades para el desarrollo sostenible y el bienestar de
toda la población centroamericana.
El Asunto de Belice: Tratados
El área que ocupa Belice en la península de Yucatán nunca fue ocupada por España o
Guatemala, aunque España efectuó algunas expediciones exploratorias en el siglo XVI
que le sirvieron de base para luego reclamar el área como suya. Por su parte, los ingleses
habían establecido pequeños asentamientos en la costa beliceña desde mediados del
siglo XVIII, principalmente para bases de bucaneros y luego para explotación maderera;
los asentamientos nunca fueron reconocidos como colonias británicas, aunque estaban
de alguna forma regidos por el gobierno inglés en Jamaica. En el siglo XVIII Belice se
convirtió en el principal punto de contrabando en Centroamérica, aunque luego los
ingleses reconocieron la soberanía española de la región por medio de los tratados de
1783 y de 1786, a cambio de que se terminaran las hostilidades con España y que los
españoles autorizaran a los súbditos de la corona británica a explotar las maderas
preciosas que había en Belice.

 Tras la independencia de la región centroamericana de la corona española en


1821, Belice se convirtió en la punta de lanza de la penetración comercial británica
en el istmo centroamericano; casas comerciales británicas se establecieron en
Belice e iniciaron unas prósperas rutas comerciales con los puertos caribeños de
Guatemala, Honduras y Nicaragua.
 Tratado de Versalles de 1783: Después de la Guerra de los Siete Años, el Tratado
de Versalles de 1783 estableció las fronteras coloniales entre España y Gran
Bretaña en América Central. Sin embargo, no se especificó claramente la frontera
entre las colonias de Guatemala (que incluía el territorio que ahora es Belice) y la
de Gran Bretaña (la actual Belice).

 Tratado de Amistad y Navegación de 1859: Este tratado, firmado entre Guatemala


y el Reino Unido, intentó resolver la disputa sobre la frontera. Sin embargo, el
tratado no resolvió de manera definitiva la cuestión de la soberanía, y surgieron
desacuerdos sobre su interpretación.

 Tratado de límites de 1931: Este tratado fue firmado entre Gran Bretaña y
Guatemala. Estableció la frontera entre Belice y Guatemala, pero Guatemala
posteriormente lo denunció, argumentando que Gran Bretaña no había cumplido
con ciertas condiciones del tratado.

 Tratado de Paz, Amistad y Límites de 1981: Este tratado fue firmado poco antes de
la independencia de Belice en 1981. Estableció las fronteras internacionales de
Belice y reconoció su soberanía. Sin embargo, Guatemala no ha renunciado
formalmente a su reclamación territorial sobre Belice, y la disputa continúa siendo
un tema de tensión entre ambos países.

El Reformador: Presidencia de Justo Rufino Barrios. Aciertos y errores.

Durante su gestión continuó la política iniciada en la anterior presidencia, emprendiendo


un vasto programa de reformas que abarcaron, entre otros aspectos, a la Iglesia, la
economía y la educación. Los siguientes fueron los postulados liberales del gobierno de
Barrios:
Separación definitiva de la Iglesia y del Estado: procedió a expropiar a las órdenes
regulares sus vastas propiedades, siguiendo el ejemplo de las expropiaciones hechas por
el general hondureño Francisco Morazán en 1829.
Supresión de diezmos y primicias obligatorios.
Extinción de las cofradías.
Instauración del matrimonio civil.
Secularización de cementerios.
Creación del registro civil.
Instauración de la enseñanza laica en todos los colegios de la república.
Instauración de la escuela primaria gratuita y obligatoria.
Reorganización de la universidad, para eliminar los cursos de teología.
Sobre la base de sus postulados, fundó el Banco Hipotecario, el llamado hospital de
Oriente, la Escuela Politécnica y mandó construir el Cementerio General de Guatemala.
Además, durante su presidencia, en Guatemala se tendieron las primeras líneas
telegráficas y ferroviarias, firmándose el contrato para la construcción del ferrocarril del
Sur.
En el orden administrativo y legal, se promulgaron el Código Penal, el Militar y el Código
Fiscal. Algunas de estas leyes aún siguen vigentes. Asimismo, fueron creados los
departamentos de Retalhuleu y Baja Verapaz. Se estableció la educación pública gratuita,
a través de escuelas en todo el país, suprimiéndose paralelamente las hermandades y
órdenes religiosas, que habían sido pilar fundamental del gobierno conservador de Rafael
Carrera.
Barrios, con la ayuda de una Asamblea Constituyente plegada a sus designios, promulgó
la Constitución de Guatemala de 1879 y, al año siguiente, fue reelegido presidente para
un mandato de seis años.
Asimismo, persiguió enconadamente a la oposición, obligando a huir a muchos
guatemaltecos al exilio y construyendo la célebre Penitenciaría Central de Guatemala en
la que hizo recluir a muchos presos políticos.

Aciertos:

Reformas liberales: Barrios implementó una serie de reformas liberales que modernizaron
y secularizaron la sociedad guatemalteca. Esto incluyó la abolición de los privilegios de la
Iglesia católica, la secularización de la educación y la introducción de leyes laicas.
Modernización infraestructural: Durante su presidencia, se realizaron importantes obras
de infraestructura, como la construcción de carreteras, puentes, ferrocarriles y puertos.
Estas mejoras ayudaron a integrar el país y a estimular el comercio y la economía.
Reforma agraria: Barrios implementó políticas de reforma agraria que buscaban
redistribuir la tierra y promover una mayor equidad en la tenencia de la tierra. Si bien
estas medidas no fueron tan radicales como en otros países de América Latina, sentaron
las bases para futuras reformas agrarias en Guatemala.

Errores:

Autoritarismo: A pesar de sus reformas progresistas, Barrios gobernó de manera


autoritaria y centralizada. Suprimió la oposición política y reprimió a aquellos que se
oponían a su gobierno, lo que generó resentimiento y oposición dentro del país.
Conflicto con la Iglesia: Las medidas anticlericales de Barrios, como la expropiación de
tierras de la Iglesia y la secularización de la educación, provocaron tensiones con la
jerarquía católica y sectores conservadores de la sociedad guatemalteca.
Guerra con El Salvador y Honduras: Barrios intentó expandir la influencia de Guatemala
en América Central a través de la fuerza militar, lo que resultó en la guerra contra El
Salvador y Honduras en 1885. Esta guerra, conocida como la "Guerra del Totoposte", fue
costosa y desastrosa para Guatemala, y terminó con la muerte de Barrios en combate.

Análisis
la presidencia de Justo Rufino Barrios estuvo marcada por importantes reformas y
modernización, pero también por un gobierno autoritario y errores políticos y militares que
generaron conflictos y tensiones en Guatemala y en la región centroamericana. Su legado
sigue siendo objeto de debate y controversia en la historia de Guatemala.

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