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Instituto de Educación Básica por Cooperativa

Masagua, Escuintla
Ciencias Sociales
Bimestre III
Profa. Melany Rauda

INSTRUCCIONES: Subraya datos importantes que consideres en la reseña


histórica.
La República Federal de Centroamérica
Fue una nación que surgió de la Asamblea Constituyente de las Provincias Unidas del Centro de
América, el 22 de noviembre de 1824, a través de la Constitución de la República Federal de
Centroamérica de 1824. Su capital fue Ciudad de Guatemala hasta 1834; después fue Sonsonate por
un breve período, por último San Salvador, de 1834 a 1839, sin embargo, solo el poder ejecutivo fue el
que se trasladó, mientras que los poderes legislativo y judicial mantuvieron su asiento en la Ciudad de
Guatemala.
La Federación estaba formada por cinco estados: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa
Rica (Panamá fue parte de Colombia y Belice era una colonia británica). En 1838 se formó un sexto
estado, Los Altos, con capital en la ciudad de Quetzaltenango, con los territorios del occidente
de Guatemala y el territorio del actual Soconusco de Chiapas (México).
Limitaba al suroeste con el océano Pacífico, al noreste con el mar Caribe, al sureste con la Gran
Colombia (luego República de la Nueva Granada) y al noroeste con México.
Tras la independencia con respecto a España en 1821 y la desaparición del Primer Imperio Mexicano en
1823, los representantes de los cabildos de lo que alguna vez fue la Capitanía General de Guatemala se
reunieron en marzo de 1824 en la Ciudad de Guatemala.
Como en la mayoría de los países iberoamericanos, la independencia de Centroamérica fue un
movimiento esencialmente criollo y no supuso una mejora inmediata de las condiciones de vida de
los campesinos centroamericanos. Fue promovida por la élite comercial de Guatemala y El Salvador para
enriquecerse con los nuevos lazos comerciales que esperaban adquirir
con Inglaterra, Francia, Holanda, Imperio Ruso y Estados Unidos, y no tanto por una revolución
social o política.
Cada Estado era libre y tenía autonomía para gobernarse y establecer sus leyes y códigos jurídicos,
además de elegir democráticamente su propio jefe de Estado. Los Estados miembros
eran: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. En 1836 se creó el Estado de Los
Altos, que se reincorporó a Guatemala antes de disolverse la federación centroamericana. En
1824 Chiapas se incorporó a México, quedando solo el Soconusco como un territorio neutral sin anexión
a ningún bando,3 y la Provincia de Bocas del Toro que fue tomada por la República de la Nueva
Granada en 1836.
El Congreso General de las provincias centroamericanas se instaló el 24 de junio de 1823 en la Ciudad
de Guatemala, en el 2 de julio el Congreso General tomó la denominación de Asamblea Nacional
Constituyente. En el 1 de julio, el Congreso dio el nombre de Provincias Unidas del Centro de América a
las provincias que componían el Reino de Guatemala y declaró que eran libres e independientes de
España y México y que no son patrimonio de familia alguna.
En el 22 de noviembre de 1824 la Asamblea Nacional Constituyente decreta la Constitución Política de
la República Federal de Centroamérica de 1824, compuesta por Guatemala, Honduras, El
Salvador, Nicaragua, Costa Rica y el actual estado Mexicano de Chiapas (el cual duró poco dentro de
la misma).
Entre las principales innovaciones de la Constitución de la República Federal de Centroamérica de 1824,
cabe destacar su tratamiento de los derechos humanos, en el cual destacaban, entre otros aspectos, la
abolición de la esclavitud, la consagración del derecho de asilo, las limitaciones de la pena capital, el
establecimiento del jurado y la supresión de los fueros. Se restringían considerablemente las facultades
gubernamentales para limitar los derechos civiles y políticos, incluso en caso de graves amenazas o
ataques al orden público, lo cual habría de ser un grave obstáculo para las autoridades.8 Por otro lado,
mantuvo la división entre un Congreso unicameral todopoderoso, un Ejecutivo con poderes limitados,
un Senado que actuaba como cuerpo intermedio y una Corte Suprema de Justicia, todos elegidos
popularmente conforme a un sistema de sufragio universal indirecto en cuatro grados.
En el 23 de enero de 1825, la Asamblea Nacional Constituyente cerró sus sesiones. El 25 de enero, el
Estado de Costa Rica decretó su primera Constitución Política.
En el 6 de febrero, se instaló el primer Congreso Federal de la República; dio principio a sus sesiones
ordinarias en el 25 de febrero.
El Primer Congreso Federal escogió al presidente de la República Centroamericana entre los dos
candidatos: Manuel José Arce y Fagoaga y José Cecilio del Valle, ya que a pesar de la victoria de Valle
en el voto popular, se apeló el resultado. Para entonces Valle tenía desavenencias con algunos
prominentes conservadores del Clan Aycinena y éstos obstaculizaron su llegada al poder tras entrar en
componendas con los liberales y el propio Arce y Fagoaga. Arce fue declarado presidente de la
República, y Mariano de Beltranena lo acompañó en la vicepresidencia. Luego se establecieron las otras
autoridades: Suprema Corte de Justicia, Primer Consejo Representativo y en cada estado se estableció
la Corte Superior de Justicia del Estado; la Asamblea Nacional promulgó la Constitución
centroamericana que se sancionó hasta el 29 de agosto de 1825, porque los centralistas que deseaban
un régimen único en la región y trataron de boicotear el sistema federal que había adoptado la
Constitución.
La nueva República tenía grandes proyectos, como un canal de navegación interoceánico entre
el Atlántico y el Pacífico, por el río San Juan, el lago de Nicaragua y el istmo de Rivas, entre el Estado
de Nicaragua y el Estado de Costa Rica. Sin embargo, al mismo tiempo, la federación afrontaba grandes
problemas; en oposición al proyecto federal de los liberales se encontraban los conservadores, los
representantes españoles de la Iglesia católica y los grandes latifundistas de las aristocracias regionales;
la población, en general, desconocía los beneficios de una integración regional; las redes de transporte y
las comunicaciones entre los Estados miembros eran extremadamente deficientes. Además, se
enfrentaba al problema de la falta de fondos para su desarrollo y la intervención de naciones extranjeras
(por ejemplo, Gran Bretaña y Estados Unidos).

Iglesia del Hospital de San Pedro en Antigua Guatemala.


Manuel José de Arce y Fagoaga, era un militar y político de El Salvador y gobernó Centroamérica desde
la Ciudad de Guatemala. Quiso conciliar a ambos bandos criollos, pero como su puesto se lo debía a
las componendas entre los liberales y conservadores en el Primer Congreso le fue imposible tal realizar
tal conciliación. Poco después de iniciada su gestión, los criollos liberales de las provincias rompieron
su apoyo atacándolo por la preferencia manifiesta hacia el Clan Aycinena quienes vivía en la ciudad de
Guatemala y lo influenciaban directamente. Además de una constitución federal que le restringía poder
al presidente y le otorgaba mucha independencia a los Estados, Arce se encontró al mando de un país
que no estaba acostumbrado a gobernarse a sí mismo y que no sabía nada de regímenes municipales
-puesto que los ayuntamientos coloniales eran entes privilegiados de los criollos que defendían los
intereses de estos exclusivamente- ni mucho menos de asambleas
Por otra parte, el estado financiero de la nueva República seguía lo establecido por los últimos días de
la colonia: derechos sobre el producto de las minas, alcabala, almojarifazgo, tributo para la Santa
Cruzada, impuesto sobre el tabaco, impuesto sobre el añil, impuesto sobre los juegos de naipes, papel
sellado y derechos sobre oficios. Además, después de la destrucción de la capital, Santiago de los
Caballeros de Guatemala, el rey Carlos III dispuso un situado de cien mil pesos que México debía enviar
anualmente. Luego de la independencia se suspendió la ayuda que llegaba de México, y la Asamblea
Nacional abolió el impuesto de la Santa Cruzada y los derechos de minas; con esto, los ingresos del
gobierno en 1825 ascendían a doscientos mil pesos, mientras que había gastos por más de seiscientos
mil pesos. Y para colmo de males, el país tampoco contaba con un ejército, pues solamente quedaba el
Batallón del Fijo, unos cuantos milicianos y una compañía de soldados.
Para 1826 había una franca pugna entre los dos partidos: los criollos liberales que querían el sistema
republicano y los criollos conservadores que preferían el absolutismo real español como forma de
gobierno. El problema consistía en que los liberales creían que la unión de los Estados era vital para
obtener el reconocimiento y respeto de las otras naciones y que dejando en libertad a los Estados de
elegir a sus propias autoridades se haría desaparecer el poder del Clan Aycinena de Guatemala sobre
los otros Estados y, por ende, el rencor que existía hacia los criollos de la Ciudad de Guatemala desde
la época colonial. Los liberales habían logrado hacerse del Congreso y obstaculizaron la labor del
presidente Arce, mientras que este los acusaba de herejes, no solo en la capital sino en los pueblos en
donde el fervor religioso estaba más acendrado lo que lo ayudaba a agenciarse del respaldo popular
para atacar a sus rivales. En Guatemala, las fricciones de los bandos llegaron a un extremo insostenible
y ocurrió el inevitable rompimiento entre el gobierno Federal y el gobierno del Estado, dirigido por el
liberal Juan Barrundia: a Barrundia lo hicieron prisionero por su supuesta participación en una
conspiración que habría sido descubierta a tiempo y luego se disolvieron las autoridades del Estado, las
cuales se habían trasladado a Quetzaltenango por no estar a salvo en la Ciudad de Guatemala

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