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El Derecho de transición al México independiente

Los Principales acontecimientos que durante el siglo XIX en


México determinaron el rumbo político y jurídico del país son los
siguientes:
El imperio: Las dos opciones constitucionales Centralismo y
Federalismo
Los centralistas pensaban que un gobierno central fuerte, como el
de la colonia, aseguraría el orden público necesario para que la
economía nacional no se estancara y México pudiera encaminarse por
las vías del progreso. Ya que fracasó la primero República Federal
el Congreso construyó una comisión para elaborar un proyecto de
reforma y el 23 de octubre se promulgó las Bases Constitucionales
y después el 30 de diciembre de 1836 se generó Las Siete Leyes, la
que destaca:
·         Ciudadanía, nacionalidad, derechos y obligaciones de los
mexicanos
·         Estableció el Supremo Poder Conservador, con muchas
facultades y responsables de sus acciones solamente ante Dios
·         Relativo al Poder Judicial
·         Relativo al Supremo Poder Ejecutivo. Amplió el periodo
presidencial a 8 años, la elección sería por los ministros, el
Congreso y la Alta Corte de Justicia
·         Organización del Poder Judicial, estaría formado por la
Corte Suprema de Justicia, los tribunales supremos de los
departamentos, los de hacienda y los juzgados de Primera Instancia
·         La división territorial del país cambiaría a ser
dividida en departamentos subdivididos en distritos, cuyos
gobernantes serían nombrados por el ejecutivo
·         Toda ley podría ser modificada solamente 6 años después
de su publicación
El Congreso convocó elecciones en 1837. Los candidatos eran
Nicolás Bravo, Lucas Alemán y Anastasio Bustamante. Fue electo
Bustamante quien gobernó solamente 4 años, y en 2 ocasiones tuvo
que dejar la presidencia en manos de Santa Anna, porque Bustamante
no logró imperar el orden en el país. Durante la presidencia de
Bustamante sucedieron desastres naturales, una invasión de Francia
y la independencia de Yucatán.
La Separación de Yucatán se enmarcó dentro de un movimiento
federalista radical que inició el 29 de mayo de 1839 porque el
gobierno le había quitado los privilegios económicos que siempre
había tenido. Hasta 1843 Yucatán se reincorporó a México, gracias
a que recibió concesiones del gobierno: no contribuir con soldados
al ejército mexicano y quedarse con los productos de sus aduanas
marítimas.
En agosto de 1841 estalló en Guadalajara una rebelión encabezada
por el general Paredes, quería deponer a Bustamante y convocar un
Congreso Constituyente. Santa Anna y varias personas apoyaron a
Paredes y se levantaron en armas. En septiembre firmaron las Bases
de Tacubaya, en el cual se acordaba que mientras se creaba una
nueva constitución cesarían todos los poderes y se nombraría a un
ejecutivo provisional. Bustamante no pudo hacer nada y firmó la
paz y salió del país. Santa Anna y Paredes proclamaron la
Federación y el retorno temporal de la Constitución de 1824. Santa
Anna fue presidente interino en octubre de 1841 y terminó en 1842.
En abril de 1842 se creó un nuevo Congreso Constituyente que
agrupo a liberales y conservadores, todos estuvieron de acuerdo en
que México fuera una República Representativa y Popular pero los
problemas iniciaron cuando se quiso decidir si fuera federal o
central. Santa Anna intentó someter al Congreso a su voluntad pero
no pudo y se marchó a Veracruz y dejó como interino a Bravo quien
desconoció al Congreso y creó la Junta Nacional Legislativa, la
cual se dedicó a redactar las Bases de Organización Política de la
República mexicana la cual fue promulgada por Santa Anna el 12 de
Junio de 1842. Esta presidencia se convirtió en una odiosa
dictadura para la población del país. En 1844 el general Paredes y
Arrillaga encabezaron un levantamiento en la ciudad de Guadalajara
que culminó con la aprensión y el destierro de Santa Anna. El
general José Joaquín Herrera asumió la presidencia. Durante su
gobierno fue la constante amenaza de Estados Unidos por su interés
en Nuevo México y California.
Herrera cambió algunos artículos constitucionales para fortalecer
el Congreso y con la finalidad de acabar con las divisiones
políticas internas, se mostró conciliador con los federalistas y
conservadores.
Los federalistas, encabezados por Gómez Farías, trataron de
derrocar al presidente. Aunque Herrera pudo controlarlos en
diciembre de 1845 Paredes lanzó el Plan de San Luis en el que
desconocía al ejecutivo y ordenaba convocar a un Congreso
extraordinario en el que todas las clases sociales estuvieran
representadas. Lo que a Paredes le molestó en realidad fue que
Herrera no hizo nada cuando EUA incorporó a Texas a su
confederación en 1845.
El 3 de enero de 1846 el Congreso nombró a Paredes presidente
interino del país quien demostró tener grandes dotes políticos,
preparó al país para la guerra contra EUA. Llevó a cabo una
depuración de su gobierno y la Secretaría de Hacienda.
Los federalistas, encabezados por Gómez Farías y Laufraga,
provocaron diversos levantamientos. Lograron que nuevamente se
rigiera la Constitución de 1824 y, aunque los estadounidenses
habían penetrado a territorio nacional, los federalistas se
levantaron contra el gobierno. Los federalistas llamaron a Santa
Anna para que ocupara el ejecutivo de la nación. Santa Anna fue al
frente contra EUA y dejó a Gómez Farías en su lugar quien volvió a
llevar una política contraria a la Iglesia y generó
levantamientos. Santa Anna regresó para derogar los decretos
emitidos por Gómez Farías y cuando los estadounidenses estaban a
punto de tomar la Ciudad de México Santa Anna decidió renunciar al
ejecutivo y exiliarse. 
Las siete leyes
Santa Anna regresó a la ciudad de México dispuesto a cambiar el
sistema federal por el centralismo y apoyado por numerosos grupos
conservadores que se pronunciaron en Orizaba, Jalisco y la propia
capital, organizó juntas políticas que presionaron al congreso
para que se convirtiera en un órgano constituyente y elaborara una
constitución que estableciera el régimen centralista. El congreso,
integrado casi exclusivamente por conservadores, promulgó el 23 de
Octubre de 1835 “Las bases de una constitución centralista” a las
que se les llamó “Las siete leyes”. Por medio de ellas, se
organizaba una nueva forma política que garantizara más
eficientemente los intereses de los sectores reaccionarios del
país y un mejor control del gobierno central, las principales
disposiciones para logarlo eran:

  República Central como forma de gobierno

  Los estados se transformarían en departamentos

  Los gobiernos estatales quedarían sujetos al gobierno central

  Se suprimen los congresos estatales a juntas departamentales de


5 miembros

  Las rentas públicas de los departamentos quedarán a cargo del


gobierno central.
Con las siete leyes y los ordenamientos que antes habían impuesto
por la fuerza de las armas, el Gral. Santa Anna lograba poner el
centralismo, única forma de gobierno que, dadas las condiciones
del país y la lucha de los partidos políticos de la época, hacía
posible favorecer los intereses de los grupos conservadores.
La constitución de 1857
Pues finalmente el Congreso promulgó la nueva Constitución el 5 de
febrero de 1857.
Esta declaraba la libertad de enseñanza, de imprenta, de
industria, de comercio, de trabajo y de asociación. Volvía a
organizar al país como una república federal. Entre otras cosas,
incluía un capítulo dedicado a las garantías individuales, y un
procedimiento judicial para proteger esos derechos conocidos como
amparo. También apoyaba la autonomía de los municipios, en que se
dividen los estados desde un punto de vista político.
El presidente Comonfort temía que las ideas liberales de la
Constitución provocaran un conflicto social y decidió no
aplicarla. Los conservadores, dirigidos por Félix María Zuloaga,
se rebelaron contra la Constitución. Comonfort intentó negociar
con los sublevados pero fracasó, dejó la presidencia y finalmente
abandonó el país
Las leyes de reforma
El período denominado de la Reforma en México es un proceso
altamente dinámico que abarca largos años, pues germina desde
la Independencia y tiene su etapa más brillante a partir de 1854,
en que se inicia la Revolución de Ayutla, y más en concreto en los
años 1855 a 1859, culminando en el momento en que Sebastián Lerdo
de Tejada promulga las leyes que adicionan a la Constitución de la
República las leyes de Reforma, primero la del 25 de septiembre de
1873 y finalmente la del 14 de diciembre de 1874.
           El movimiento reformista es parte del proceso que
tiende a lograr el afianzamiento de la nacionalidad mediante la
conquista plena de la soberanía y la transformación del sistema
político, económico y socialreinante, estableciendo uno nuevo bajo
un régimen democrático, representativo y popular.
           En una circular de 5 de mayo de 1858 dirigida a los
gobernadores de los estados, Melchor Ocampo señaló el pensamiento,
objetivos y alcances que Juárez y sus ministros tenían al
respecto: "...Se harán nuevos esfuerzos para consumar la reforma
radical y completa que es necesaria en todos los ramos de la
administración pública..., pues ésta y no otra es la resolución
que tienen los que actualmente forman el gabinete". Las
principales Leyes de Reforma dictadas a partir de 1855, de gran
contenido político, afectaban la actividad del país en sus
aspectos económico, cultural, social y religioso.
           Entre las más importantes mencionamos las siguientes:
Ley Sobre Administración de Justicia y Orgánica de los Tribunales
de la Nación, del Distrito y Territorios, llamada Ley Juárez, de
23 de noviembre de 1855.
Ley de Desamortización de Fincas Rústicas y Urbanas propiedad de
corporaciones civiles y eclesiásticas, llamada Ley Lerdo, de 25 de
junio de 1856.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, de 5 de
febrero de 1857.
La Ley sobre Obvenciones Parroquiales, llamada Ley Iglesias, de 11
de abril de 1857.
La Ley Sobre Nacionalización de los Bienes Eclesiásticos del Clero
Secular y Regular, de 12 de julio de 1859.
La Ley del 28 de julio de 1859, que estableció el Registro Civil,
y la del 31 de julio del mismo año, sobre la Reglamentación de los
Cementerios.
           Las finalidades esenciales de los reformistas y de sus
disposiciones pueden enmarcarse como sigue:
Desamortizar la propiedad, especialmente la eclesiástica. La
desamortización estaba encaminada a poner en circulación grandes
recursos que no eran suficientes ni debidamente explotados por la
Iglesia, con el fin de que pudiera ser aprovechados por todos los
sectores del país.
Esta disposición ponía igualmente en circulación los bienes de las
comunidades civiles, muchas de las cuales no cumplían con las
finalidades y destino para el que habían sido constituidas.
Nacionalizar los bienes inmuebles propiedad de la Iglesia. La
nacionalización revertía en la nación todos los bienes que ella
había constituido y que estaban destinados a satisfacer objetos
piadosos, de beneficencia o de culto.
Por esta Ley, la nación tendía a mantener el dominio de una vasta
propiedad que el pueblo había contribuido a formar, la cual
debería ser vigilada por la representación nata que es el Estado.
Además se consideró que aquellos bienes que no satisfacían ya una
necesidad inaplazable podían ser destinados a otras finalidades o
ser vendidos para su mejor utilización a particulares, con lo cual
se obtendrían recursos económicos que con urgencia se requerían y
con los cuales se beneficiarían grandes núcleos de población.
Acrecentar la fuerza económico-política del Estado y disminuir la
eclesiástica.
La Iglesia, poseedora de grandes propiedades, contaba además con
los diezmos y aranceles establecidos, que le conferían gran poder
económico en la nación. En virtud de esa fuerza económica y su
intervención en los asuntos políticos tenía cierta superioridad
sobre el Estado. Se necesitaba que éste adquiriera supremacía
política, fuerza económica y la dirección real de la nación.
Al crearse el Estado Nacional, éste tenía que acrecentar su fuerza
y para ello era necesario superar en su campo de acción y político
a la Iglesia, haciendo que ella se dedicara a su labor espiritual.
El Estado como entidad soberana tenía que ostentar una fuerza
superior a cualquier otra organización. Separar la actividad
estatal, de esencia política, de la actividad eclesiástica, que
debería ser fundamentalmente religiosa. Durante tres siglos
existió una tradición de unidad entre la Iglesia y el Estado, por
lo cual aquélla intervenía en las funciones políticas de éste, y
viceversa.
Estas intervenciones con el tiempo perjudicaron tanto a la
actividad estatal cuanto a la puramente espiritual de la Iglesia.
Los reformistas creyeron era indispensable que el Estado se
consagrara a una actividad puramente política y la Iglesia a su
misión espiritual, alejada de toda intervención en los negocios
estatales.
Ejercer dominio y vigilancia sobre la población a través de la
creación del Registro Civil.
Ante el hecho de que la Iglesia ejercía las funciones de registro,
el Estado como entidad política superior y urgido de tener un
dominio sobre la población, retomó las funciones de control y
vigilancia de la misma, decretando la creación y el funcionamiento
del Registro Civil, a cargo del Estado, de las personas físicas en
los momentos de su nacimiento, matrimonio y defunción.
Secularización de cementerios y panteones.
Con ella adquiriría la nación el derecho de disponer libremente de
lugares para la inhumación de las personas físicas,
independientemente de su credo religioso o político. También se
renovaba la prohibición de los entierros dentro de los templos por
considerarlo antihigiénico.
Supresión de los fueros militar y eclesiástico.
Con la Ley Juárez quedaron suprimidos toda clase de fueros, con lo
cual se afianzó el principio de igualdad legal y social, Zarco
decía, en su editorial del Siglo XIX el 23 de abril de 1856, al
ser ratificada la ley:
"Queda desde ahora fijada una de las bases de la futura
Constitución. ¡No más fueros! ¡No más privilegios! ¡No más
exenciones! ¡Igualdad para todos los ciudadanos! ¡Soberanía
perfecta del poder temporal! ¡Justicia para todos!".
Hábil periodista y decidido liberal como era Zarco, logró
percatarse del alcance de esta ley, que se incorporó a la
Constitución del 57 y en la vigente
El segundo imperio
La resurrección del segundo imperio fue apoyada por los
terratenientes plutocráticos, conservadores mexicanos y la Iglesia
católica con el ejército francés, y los voluntarios de los
ejércitos austriaco y belga. El gobierno imperial, sin embargo,
dependía de las tropas europeas para defenderse de los rebeldes
republicanos, apoyados por Estados Unidos, con Benito Juárez y los
liberales mexicanos que fueron perseguidos por todo el país, hasta
ser arrinconados en El Paso del Norte, y la resistencia
guerrillera contra el imperio de Maximiliano fue una constante en
varias partes del país, especialmente en el centro y norte. Tras
una serie de problemas que debió enfrentar el Imperio Francés de
Napoleón III en Europa, las tropas francesas instaladas en México
fueron repatriadas para defender los intereses de la metrópoli.
Mientras tanto, en México había desacuerdos entre los
conservadores mexicanos y los católicos, que habían traído a
Maximiliano al país, y el propio emperador por las medidas de
carácter liberal de éste, lo que facilitó la derrota definitiva de
las tropas imperiales por el ejército republicano en el sitio de
Querétaro en 1867. Fernando Maximiliano José de Habsburgo-Lorena y
Wittelbach fue ejecutado, junto a Tomás Mejía y Miguel Miramón, en
el cerro de las Campanas [1] el 19 de junio de 1867.
Abogacía, Enseñanza del derecho y Colegiación
                El término abogado se origina  del
latín advocatus, que significa, la persona que aboga o defiende
los intereses de los litigantes, y también asesora sobre
cuestiones jurídicas.  Igualmente deriva de bozero, al cual se
alude en las Siete Partidas, redactada por Alfonso X “El Sabio”
(1252-1284).  En ese entonces el abogado no sólo era un respetado
conocedor de la ley, sino que para hacer valer el derecho,
practicaba el arte de la palabra, ya fuera de manera escrita o
hablada.  También, el abogado es aquel que habla o pide por otros,
el que conoce las leyes y sus fundamentos y práctica tales
conocimientos al servicio de los demás. Si no existiera esta
profesión, quienes ignoran las disposiciones jurídicas no sabrían
cómo defenderse y ello provocaría múltiples injusticias; en los
juicios no se presentarían en forma clara los hechos y las
pruebas, y la labor del juez se complicaría al momento de dictar
sentencias.
Durante la Colonia y principios del México Independiente para ser
abogado se requería:
1.       Edad competente.
2.       Estudios y práctica correspondiente.
3.       Calificación o habilitación de la legítima autoridad.

          Con respecto al primer requisito sólo se exigía edad


mínima de 17 años. El segundo y tercero se acreditaban presentando
ante la Escribanía de Cámara de la Audiencia su grado,
certificación jurada por letrado conocido de haber practicado
cuatro años y la fe de bautismo legalizada.

                A partir de 1830, los pretendientes a ejercer la


abogacía debían:
1.       Presentarse a la Corte Suprema de Justicia con su título
de bachiller y certificación jurada por letrado y por la Academia
Teórico Práctica de haber practicado tres años.
2.       Con esta solicitud y documentos dar vista al fiscal,
quien de no haber inconveniente se daba por citado y enviaba
oficio al rector para proceder al examen.
3.       Recibido por el rector, se realizaba el examen en los
términos de los Estatutos del Colegio, y devueltas por éste las
diligencias con la censura del examinado, se informaba de todo a
la Corte Suprema.
4.       Enseguida el mismo pretendiente concurría al Tribunal
para sacar autos y ser allí vuelto a examinar.
5.       El Presidente de la Sala indicaba los autos que se le
debían entregar y recibidos por el examinado, los guardaba por el
término de 48 horas.
6.       Cumplido este término, se presentaba al Tribunal en donde
“hace en él una relación ligera, escrita y en castellano, de la
materia y trámites del negocio que se le entregó, acabando con dar
su resolución; después de lo cual los Ministros de la Sala,
comenzando por el menos antiguo, le hacen las preguntas que les
parece, bien sobre el caso de pleito o sobre otros puntos
generales de teórica o de práctica”.
7.       Concluido el examen los sinodales a puerta cerrada lo
calificaban.  Si el pretendiente era aprobado el presidente le
manifestaba que podía ejercer la abogacía. Y acto continuo rendía
protesta.
Juicio de amparo
Don Manuel Crecencio Rejón, se desprende de su aportación la
estructura jurídica del amparo los sig.:

  Procedencia de dicho juicio anta la Corte Suprema (local) para


preservar la <constitución contra cualquier acto que cause un
agravio individual imputable a los poderes ejecutivo o
legislativo;

  Procedencia del amparo ante los jueces de primera instancia


contra actos de autoridades distintas del gobernador o de le
legislatura, que vulnerasen las garantías individuales;
  principio de la instancia de parte en la procedencia del amparo
y del de la relatividad de las sentencias respectivas.
Don Mariano Otero en el Acta de Reformas de 1847, otorgaba
competencia a los Tribunales de la Federación para proteger a
“cualquier habitante de la República en el ejercicio y
conservación de los derechos que le conceden esta Constitución y
las leyes constitucionales, contra todo ataque de los poderes
legislativo y ejecutivo, ya de la Federación, ya de los Estados,
limitándose dichos tribunales a impartir su protección general
respecto de la ley o acto que la motivare”.
La Constitución vigente promulgada el 5 de Febrero 1917, regula el
juicio de amparo en sus bases esenciales, en los artículos 103 y
107, los cuales fueron reglamentados por las leyes de amparo de 18
de Octubre de 1919; y la vigente, con numerosas reformas
posteriores, que fue promulgada el 30 de diciembre de 1935, pero
entro en vigor el 10 de enero de 1936.
La publicidad de la ley

Durante el virreinato se utilizaron diversos mecanismos y medios


para dar publicidad a la ley. Destacan los bandos, documentos
impresos en una sola página que se colocaban en lugares públicos
para dar a conocer una disposición gubernamental o algún suceso
importante. 
Publicado por Cynthia Patricia Martínez Lara en 20:03 No hay
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sábado, 13 de noviembre de 2010
La Ilustración
El pensamiento humanista tuvo como resultado el desarrollo del
movimiento filosófico conocido cono la ilustración, que se
caracterizó por un nuevo planteamiento acerca de concepción del
hombre y el mundo que lo rodea. Está basado en la idea de la
naturaleza como rectora del universo. Todo procede de ésta y se
rige por sus leyes. Para descubrir cuáles son estas leyes, el
hombre debe de utilizar la razón para investigar el mundo que lo
rodea.
De ésta creencia de la naturaleza como origen de todo se deriva la
idea de igualdad. Si todos procedemos de la naturaleza, todos
somos iguales y tenemos los mismos derechos. Si el hombre es
sojuzgado y explotado tiene derecho a luchar por su libertad.
En estas ideas de libertad y de igualdad se sustentaron, en el
siglo XIX, las grandes revoluciones de Independencia de las
colonias y la Revolución Francesa.
El siglo de las luces o ilustración fue un movimiento intelectual
y social surgido hacia los años entre 1715 y 1789. La ilustración
dura alrededor de 74 años y en ese tiempo las personas empezaron a
pensar diferente y se inició el enfrenamiento contra el
absolutismo. En la ilustración surgió un libro importante llamado
Enciclopedia que fue el principal instrumento utilizado para
ayudar a fundir los conocimientos utilizados en aquella época. 

La Ilustración fue un movimiento supranacional que en el caso


español haría evolucionar el pensamiento con dirección
a la Constitución de Cádiz, pasando de la mentalidad  del vasallo
que se somete al monarca por voluntad divina a la del ciudadano
que acepta la voluntad popular. 
Se inició el Siglo de las Luces, ya que el hombre, guiado por la
luz de la razón, podría iluminarlo todo descubriendo sus más
remotas causas. La ilustración es una consecuencia del proceso
iniciado en el Renacimiento.

El absolutismo ilustrado entró en España y los monarcas iniciaron


los cambios necesarios para levantar a la península de su
postración y devolverle su anterior carácter de potencia de primer
orden. Se buscaba dar una fundamentación racional y absolutista al
poder, unificar los reinos hispánicos, extender el control sobre
la iglesia, modificar los planes y esquemas educativos, ampliar
los conocimientos científicos, etcétera.
 Las características del absolutismo borbónico fueron. Según José
Miranda, las siguientes: 
a) Absolutismo total y declarado o expreso 
b) Racionalización del poder
c) Reformismo económico y social
d) Filantropismo

La ideología de la Ilustración se define como "un conjunto


integrado de ideas, un sistema inspirado en ciertos valores, que
propone una precisa orientación histórica a la comunidad y que
explica y justifica la situación de la propia colectividad
ilustrada".

Reformas Borbónicas

Los reyes Borbones, principalmente Felipe V y Carlos III,


emprendieron la colosal tarea de renovar la vieja estructura
colonial que habían dejado los Habsburgos.
Apoyados por ministros y asesores ilustrados, llevaron adelante
las reconocidas Reformas Borbónicas, denominando así al conjunto
de grandes cambios económicos, políticos y administrativos para la
metrópoli y sus colonias, que impulsaron los reyes Borbones de
España durante el siglo XVIII. Estas reformas fueron iniciadas por
Felipe V (1700-1746), continuadas por Fernando VI (1746-1759) y
desarrolladas principalmente por Carlos III (1759-1788).
 Los objetivos fueron, básicamente, recuperar la hegemonía
comercial y militar de España, y explotar y defender mejor los
ingentes recursos coloniales. Los Borbones implementaron nuevas
unidades administrativas en América: crearon virreinatos,
capitanías (como Venezuela y Chile) y comandancias. En 1784 se
suprimieron los corregimientos y se implantó el sistema de
intendencias, buscando mayor eficiencia en los gobiernos locales.
De esta manera se consiguió mejorar la explotación de las riquezas
coloniales y la recaudación tributaria. Este reinado se puede
dividir en dos etapas:
La primera (de 1700 a 1724) de fuerte influencia francesa e
italiana; y la segunda (de 1724 a 1742) de gran protagonismo de
estadistas y ministros españoles. En el primer período se vivieron
los difíciles años de la Guerra de Sucesión Española. Aun así y
gracias al gran apoyo de su esposa y regente María Luisa de
Saboya, se inició la renovación cultural en España; se fundó la
Librería Real (después Biblioteca Nacional), la Academia de la
Lengua y, más tarde, las de Medicina e Historia.
Tras la muerte de su primera esposa, María Luisa de Saboya;
adquirió protagonismo el Cardenal Julio Alberoni, quien impulsó la
reorganización del Estado con el objetivo de fortalecer el
absolutismo real, otorgándose mayor poder al Rey: se abolieron
viejos privilegios feudales y se centralizó la administración.
En el aspecto económico, se restauró la Hacienda y se protegió a
la burguesía buscando el crecimiento de industria nacional. En
este sentido se implementó una política económica fuertemente
proteccionista. El impulsó a la producción nacional se reflejó en
la creación de una Real Fábrica en Guadalajara para fabricar
tejidos de lujo que llegó a contar con varios centenares de
telares y unos miles de trabajadores. Se estimuló el comercio
interior, suprimiendo las aduanas internas, y se impulsó al
comercio exterior trasladándose en 1717 la Casa de Contratación de
Sevilla a Cádiz, cuyo puerto ofrecía mejores posibilidades al
calado de los buques.
En el aspecto militar, reorganizó la milicia dotándola de
disciplina, buscando la profesionalización de sus miembros,
estableciendo una sólida jerarquía en los cuadros y un método de
reclutamiento obligatorio entre la población nacional. La Armada
se fortaleció con la construcción de una base naval en Ferrol,
mejorando la infraestructura portuaria de importantes ciudades,
construyendo numerosos barcos y activando las industrias
auxiliares de la navegación.
En enero de 1724, Felipe V abdicó a favor de su hijo Luis I, sin
embargo, la prematura muerte de éste, en agosto del mismo año
(víctima de la viruela), le obligó a ocupar el trono nuevamente.
En esta parte de su reinado destaca el papel desempeñado por los
ministros españoles. Entre ellos, los ilustrados: José Patiño,
político, diplomático y economista; José del Campillo, hacendista;
y, luego, el marqués de la Ensenada, gran político y magnífico
planificador de la economía. Con estos eficientes colaboradores se
acentuó este proceso de reconstrucción nacional: se expandió la
flota, mercante y de guerra; se reactivó el comercio, nacional y
colonial, y se siguió protegiendo la industria nacional. Para el
suministro de materias primas se crearon varias compañías
comerciales con América y se persiguió severamente el contrabando.
Constitución de Cádiz
Aprobada el 19 de marzo de 1812 y popularmente conocida como “La
Pepa”, este texto legal fue la primera constitución liberal del
país. La constitución de 1812 es uno de los grandes textos
liberales de la historia, siendo muy célebre en su tiempo. 

Los diputados liberal Agustín Argüelles, Diego Muñoz


Torrero y Pérez de Castro son las figuras más destacadas en su
elaboración. 

Estos son los rasgos principales de la Constitución:


·         Soberanía nacional. El poder reside en la nación, idea
opuesta a la soberanía monárquica.
 
·         División de Poderes.
o    Poder legislativo: Cortes Unicamerales
o    Poder judicial: tribunales
o    Poder ejecutivo: Rey, pero con importantes limitaciones:
§  Sus órdenes deben ir validadas por la firma del Ministro
correspondiente.
§  No puede disolver las Cortes
§  Veto suspensivo transitorio durante dos años, tras ello la
decisión de las Cortes se convierte en ley.
§  Nombra a los ministros, pero estos deben ser refrendados por
las Cortes (“doble confianza”) 
 
·         Nuevo derecho de representación. La nación ejerce su
soberanía mediante sus representantes en Cortes. 
 
·         Complicado procedimiento electoral por sufragio
universal masculino indirecto en cuarto grado. Derecho de voto:
todos los hombres mayores de 25 años, que elegían a unos
compromisarios que a su vez elegían a los diputados.
 
·         Igualdad de los ciudadanos ante la ley. Esto supuso el
fin de los privilegios estamentales. 
 
·         Se omite toda referencia a los territorios con fueros,
lo que equivalía a su no reconocimiento. No obstante, los
regímenes forales de las provincias vascas y de Navarra no se
derogaron explícitamente.
 
·         Reconocimiento de derechos individuales: a la educación,
libertad de imprenta, inviolabilidad del domicilio, a la libertad
y a la propiedad.
 
·         El catolicismo es la única confesión religiosa
permitida. La necesidad de contar con la colaboración del clero en
la lucha contra los franceses explica este rasgo intolerante que
choca con el espíritu avanzado de la constitución.
Acta de Independencia
Plan de Iguala
Plan proclamado por Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero el 24
de febrero del año 1821 en la ciudad de Iguala de la
Independencia, en el cual se declaraba por primera vez la
independencia de México.
Sus tres principios fundamentales fueron:
·         Establecer la Independencia de México de parte de
España.
·         Establecer la Religión Católica como única.
·         Establecer la Unión de los ejércitos que luchaban en la
guerra de Independencia: los realistas (españoles) comandados por
Iturbide y los insurgentes (mexicanos), con Vicente Guerrero al
frente.
Más tarde, estos tres principios (Religión, Independencia y Unión)
se convertirían en las Tres Garantías que promovía el ejército que
sustentaría al gobierno, al que, por la misma causa, se le llamó
Ejército Trigarante.
Según este plan, el gobierno que adoptaría México como nación
independiente sería el de una monarquía moderada, cuya corona
sería otorgada a Fernando VII (miembro de la Casa de los
Borbones), o en su defecto, algún otro príncipe europeo.
El plan suprimía, además, las distinciones étnicas entre los
habitantes de la hasta entonces Nueva España; declaraba la
igualdad de todos los individuos y, por lo tanto, en adelante
todos tendrían los mismos derechos.
Para gobernar al nuevo país en lo que llegaba un príncipe a ocupar
la corona, el plan proponía la creación de una "Junta Gubernativa"
y, posteriormente, una Regencia que se encargaría de gobernar en
lo que se elegía al nuevo emperador. Además convocaría a Cortes
para elaborar una Constitución.
Finalmente, exhortaba a los insurgentes a incorporarse al ya
mencionado Ejército Trigarante, cuyo líder sería Agustín de
Iturbide.
Tratados de Córdoba
Los Tratados de Córdoba son un documento en los que se reconoce
la independencia de laNueva España, parte de lo que ahora
es México, firmado en la ciudad de Córdoba,Veracruz el 24 de
agosto de 1821, por Juan de O'Donojú (primer y último jefe
político superior de Nueva España) y Agustín de Iturbide,
(comandante del Ejército Trigarante). El texto está compuesto por
diecisiete artículos que representan una extensión al Plan de
Iguala.

Acta de Independencia  del 28 de septiembre de 1821


La nación mexicana que por trescientos años ni ha tenido voluntad
propia, ni libre el uso de la voz, sale hoy de la opresión en que
ha vivido. Los heroicos esfuerzos de sus hijos han sido coronados
y está consumada la empresa eternamente memorable que un genio
superior a toda admiración y elogio, por el amor y gloria de su
patria, principió en Iguala, prosiguió y llevó a cabo arrollando
obstáculos casi insuperables.

Restituida, pues, cada parte del Septentrión al ejercicio de


cuantos derechos le concedió el autor de la naturaleza, y
reconociendo por inajenables y sagrados las naciones cultas de la
tierra, en libertad de constituirse del modo que más convenga a su
felicidad, y con representantes que pueden manifestar su voluntad
y sus designios, comienza a hacer uso de tan preciosos dones y
declara solemnemente por medio de la Junta Suprema del Imperio,
que es una nación soberana e independiente de la antigua España,
con la que en lo sucesivo no mantendrá otra unión que la de una
amistad estrecha en los términos que prescriben los tratados; que
entablará relaciones amistosas con las demás potencias, ejecutando
respecto a ellas, cuantos actos pueden y están en posesión de
ejecutar las otras naciones soberanas; que va a constituirse con
arreglo a las bases que en el Plan de Iguala yTratados de
Córdoba estableció sabiamente el primer jefe del Ejército Imperial
de las Tres Garantías, y en fin que sostendrá a todo trance y con
sacrificio de los haberes y vidas de sus individuos (si fuere
necesario) esta declaración hecha en la capital del imperio a 28
de septiembre de 1821, primero de la independencia mexicana".
El derecho de Transición
La transición es un movimiento que se inicia antes de la
independencia, hacia el constitucionalismo y la codificación. La
sustitución de ordenamientos debía llevarse a cabo por tres
razones fundamentales:
1.- el derecho vigente en México en el movimiento de la
independencia y aun después era el castellano-indiano y había sido
dictado por el rey.
2.- Buena parte de ese derecho ya no correspondía a las ideas de
un gran número de mexicanos, cuyo gobierno a lo largo del siglo
XIX emitió y ejecuto diversas leyes nacionales.
3.- debido a que la realidad se había ido modificando a ritmo
acelerado.
Este proceso se inició inmediatamente después de consumada la
independencia y adquirió su perfil definitivo con la expedición
del Código Civil para el Distrito Federal de 1870.

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