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ANUNCIA TU COSECHA JOEL.

3:10
Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces; diga el débil:
Fuerte soy.
La Biblia habla más de problemas económicos de lo que pensamos. Abraham, Moisés y Job sufrieron
escases; los seguidores de David eran perseguidos por sus acreedores y Caín asesinó a su
hermano Abel por envidia de la ofrenda que dio. La Palabra nos demuestra cómo el Señor
levanta financieramente a Sus hijos sin necesidad de bancos y bolsa de valores. Si nuestra
esperanza estuviera depositada en Él, seríamos prosperados rápidamente. Atrévete a dar
grandes pasos de fe hacia la prosperidad.

Como ministros no fuimos llamados a tener “entradas extras” toda nuestra provisión
viene directamente de Dios. Esa es la clave por la que los ministros prosperan y
pueden hablar libremente de Dios realmente esta dispuesto a darnos mucho mas. Podríamos
tener negocios aparte, o quizá invertir en cosas que el mundo produce
pero la verdadera cosecha es aquella que permanece y que viene directamente de Dios.
1. La actitud del sembrador.
Dios llama a la guerra. La cosecha hay que lucharla. Convertir los instrumentos de
labranza en instrumentos de guerra. Lo que Dios esta tratando de decirnos hoy es
¡pelea! Por tu cosecha. Sabes que los madianitas eran aquellos que estaban robando la
cosecha de Israel la razón era el temor. Creo que es el enemigo mas fuerte de la
cosecha. Lo poco que siembras es robado por tus enemigos y por eso Dios dice: Forjen
espadas de sus azadones ya no toleren mas al ladrón las bendiciones son para ustedes.
Muchas veces sufrimos vergüenza en medio de una situación económica difícil, los
cobradores te llaman, los socios hacen fracasar algún negocio y los clientes se niegan a
pagar, sin embargo el Señor ofrece limpiar tu nombre para que recuperes la dignidad.
Diga el débil fuerte soy
Dios no esta llamando a los expertos a tomar las armas para la guerra de los dice
a
todos y es por eso que les dice: diga el débil fuerte soy. Pelea por algo mayor en
tu
vida que ese negocio que parece débil se vuelva fuerte tomas tus herramientas y
conviértelas en instrumentos de guerra.
Débil à discapacitado
Fuerte soy à el que camina orgullosamente detrás de Dios
El que esta paralizado tiene que aprender a caminar detrás de Dios. Es maravilloso ver
que Dios le da esperanza a todos y mucho mas aquellos que están “paralizados” lo
único que Dios dice es camina detrás de mi pero no digas que no puedes grita: ¡fuerte
soy!
Recoge en tiempo de reposo (Lc. 6.1)
Cierto día de descanso, mientras Jesús caminaba por unos terrenos sembrados, sus
discípulos arrancaron unas espigas de grano, las frotaron entre sus manos para sacarles
la cáscara y se comieron los granos. 2 Algunos fariseos dijeron:
—¿Por qué violan la ley al cosechar granos en el día de descanso?
Es por esta razón que muchos no pueden obtener lo que quieren porque no están
dispuestos a cosechar en el día menos indicado para los que están a tu alrededor. Mas
que día yo lo interpretaría que la iglesia es el lugar no indicado para cosechar y es
entonces que los fariseos critican y se enojan por lo que hacemos nosotros.
Ellos no contaban con una cosecha pero el hecho de que Jesús fuera con ellos produjo
una cosecha. Esto es lo que pasa con los débiles cuando son guiados por la mano
de Jesús.
Ellos cosecharon en día de descanso. Declaramos en el nombre de Jesús que hay un
tiempo de descanso donde disfrutaras libremente la cosecha a la cual Dios te lleva.
Pero sabemos que para ellos es necesario una siembra y verdadera siembra se hace en Dios en un
terreno lleno de fertilidad de Dios para cada unos de nosotros.
Sueña con lo que quieres (Sal. 126:1)
Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, Seremos como los que sueñan.
Los cautivos no sueñan. Cuando te metes en la esclavitud no sueñas. Cuando estas
en
el pecado y practicas las cosas que son abominables y deshonrosas para Dios es
imposible soñar. Solo la gente libre sueña. La esclavitud a la deuda hace que no
sueñan. Hay muchos que son adictos a la deuda necesitan estar endeudados con sus
tarjetas de crédito, compradores compulsivos, no tienen un presupuesto. Esto es
esclavitud. Es por eso que cuando viene algo tienen temor de que se lo van a quitar.
Hay una promesa de Dios para tu economía, para tu ministerio, para tu familia y es
que seremos libre de la cautividad. Es tiempo de que sueñes y visiones para que
puedas ver lo grande que Dios tiene para ti.
Es por eso que la palabra dice que el justo por la fe vivirá.
2. El tiempo de la cosecha
Juan 4:35 recuerda: ¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que l egue la siega? He aquí
os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega.
Lo primero que debemos saber para cosechar es identificar el tiempo idóneo. No
podemos recoger la semilla que no ha germinado como tampoco debemos dejar que el
fruto se pudra sin aprovecharlo. Eclesiastés dice que hay un tiempo para todo y en
este caso es necesario discernir el tiempo de la cosecha para nuestras vidas.
La Palabra dice que la mies es mucha y los obreros pocos. Si sabemos sembrar
también debemos saber cosechar porque hacen falta personas que sepan hacerlo. Cuando la
semilla y la tierra son buenas, la cosecha es segura y el Señor es proveedor
de excelente materia prima para la siembra.
Fiesta por la cosecha (Ex. 23: 14-‐16)
14 »Cada año, deberás celebrar tres festivales en mi honor. 15 En primer lugar, celebra
el Festival de los Panes sin Levadura. Durante siete días, prepararás sin levadura el pan
que comas, tal como yo te ordené. Celebra este festival cada año, en el tiempo señalado, a
comienzos de la primavera, en el mes de abib, porque en esa fecha se cumple el
aniversario de tu salida de Egipto. Nadie podrá presentarse ante mí sin una ofrenda.
16 »En segundo lugar, celebra el Festival de la Cosecha cuando me traigas los primeros
frutos de tus cosechas.
Hoy no celebramos las fiestas judías pero si seguimos sus principios. Y hay dos cosas
en este texto: no presentarse con las manos vacías y celebrar la cosecha.
En tiempos bíblicos se celebraba la fiesta de las primicias al recoger la primera
cosecha. De esa forma se bendecía el resto que estaba pendiente. Es tan importante
cosechar que la fiesta era en ese momento y no al sembrar. La Palabra dice que
por
cada pecador que se convierte hay fiesta en el cielo. Imagino que si el convertido era
realmente malo, incluso el diablo celebra porque ni en el infierno lo querían. El Señor
desea que celebres y te alegres porque de esa forma le das la honra que merece.
Cuando recibas tu cosecha haz una fiesta y muestra lo que has obtenido con tu
esfuerzo.
Muchos no sabemos reconocer cuando la cosecha comenzó y menos celebrar fiesta Cuando yo le
vea frutos a la cosecha es ahí donde debo empezar a celebrar a Dios.
La fiesta de la cosecha es cuando traigo de ese fruto al altar de Dios y esto es honra y
agradecimiento a El y podemos saber que su palabra se cumple cuando dice “yo honro
a los que me honran”. Cuenta lo que Dios ha hecho por ti, se agradecido con sus
bendiciones y fiel a sus mandamientos.
Aprende a reconocer tu cosecha. Si has sembrado en tu esposo y él te da evidencias de
arrepentimiento, no te hagas la difícil y muestres desconfianza, demuestra tu inteligencia y
recíbelo con palabras de afecto para que la cosecha no se pierda. El Señor dice que levantes tus ojos
porque la cosecha está lista y debes recogerla.
En lo poco y en lo mucho (2 Samuel 23:11-‐12)
Después de éste fue Sama hijo de Age, ararita. Los filisteos se habían reunido en Lehi,
donde había un pequeño terreno lleno de lentejas, y el pueblo había huido delante de los
filisteos. El entonces se paró en medio de aquel terreno y lo defendió, y mató a los
filisteos; y Jehová dio una gran victoria.
Este hombre peleó por su terreno aunque fuera pequeño. Demostró ser buen
sembrador y excelente cosechador. Si no luchas por lo pequeño, tampoco lo harás por
lo grande, no menosprecies lo que tienes y aprende a sacarle partido. Si eres fiel en lo
poco serás puesto sobre mucho. El Señor al principio da poco para probar tu fidelidad.
Yo le soy fiel a Dios con lo que tengo y cuando tenga mas de lo que ahora esta en
mi
manos yo honraré a Dios como lo he hecho hasta ahora. La clave esta en saber
que
todo en nuestra vida tiene un procesos.
Nunca te avergüences de cosechar, no importa si es mucho o poco, deja la falsa
humildad y reconoce que das para recibir porque Dios lo hizo de la misma forma. Nos
amó y por eso le amamos, envió a Su hijo porque quería atraernos a Su familia,
Jesús
derramó Su sangre esperando que nos convirtiéramos. Espera que le demos porque Él
nos dio primero.
De igual forma nosotros amamos esperando ser amados porque nadie se casa con
alguien que no ama. Todos esperamos fidelidad y provisión como resultado de dar lo
mismo. Yo siembro en mi esposa todas las palabras de cariño que puedo porque me
gusta recibirlas. Una mujer sirve a su marido porque espera provisión y respeto. Ninguna se
casaría con un vago que no le retribuya el amor y atención que recibe. Esto
no significa que seamos egoístas o interesados, simplemente sembramos para
cosechar como un ejercicio de fe necesario y bueno.
Cosechar es un honor (Proverbios 10: 4-‐5)
La mano negligente empobrece; Mas la mano de los diligentes enriquece. El que recoge
en el verano es hombre entendido; El que duerme en el tiempo de la siega es hijo
que
avergüenza.
Diligencia es perseverar una y otra vez en lo que hemos emprendido. La diligencia
trabaja junto con la visión y esto es producido por los sueños que obtenemos al ser
libres.
Dios mismo catalogo a aquel que enterró su talento como alguien inútil. Porque no entendió el
momento oportuno para cosechar. Hay muchos que se quejan de no tener respuesta a su siembra. Es
a través del entendimiento que puedes discernir el tiempo de la cosecha para tu vida.
-‐ Muchos no le dan un minuto mas a la empresa en la que trabajan
-‐ El que es acomedido come de lo escondido
-‐ Debemos ser hijos que honremos al Padre.

Prepárate y busca instruirte para ser un cosechador eficiente. No desperdicies las oportunidades
porque esa actitud avergüenza al Señor. Pídele sabiduría para saber reconocer el tiempo adecuado
y recoge tu cosecha sin temor. La única forma de no recibir es dejar de dar. Pelea la
batalla de tu cosecha para Su honra y gloria.

Yo cosecho cuando creo que el tiempo ha llegado para mi vida. Recuerda que Dios no
se mueve en los ciclos de normales de la vida. El se mueve de manera diferente y este
es el tiempo en que viene una bendición acelerada para ti en el Nombre de Jesús.
3. El que lleva la preciosa semilla
Los que siembran con lágrimas cosecharán con gritos de alegría. 6 Lloran al ir
sembrando sus semillas, pero regresan cantando cuando traen la cosecha.
Tu maldices no tu tierra sino tu siembra. Muchos echan a perder su cosecha por sus
actitudes y palabras. “yo ofrendo pero no veo la bendición” allí estas maldiciendo tu
cosecha. Es necesario saber que lo que tienes en la mano es una semilla preciosa. “de
nada hice lo que hice” “no vale la pena predicarles a estas personas” no eches a perder
la preciosa semilla que tienes en tu mano.
Todo lo que el hombre siembre cosecha.
Dios da semilla al que siembra. Entonces ¿cómo puedo yo cosechar en Dios? Cuando
siembro allí se me dará mas semillas. Entre mas siembres entonces mas semilla
obtendrás.
¿qué estas sembrando hoy? ¿cosas buenas o malas? Puedes multiplicar tu bien o tu
mal eso es según la semilla que estés lanzando en tu tierra.
6 Los que reciben enseñanza de la palabra de Dios deberían proveer a las
necesidades de sus maestros, compartiendo todas las cosas buenas con ellos. 7 No se dejen
engañar: nadie puede burlarse de la justicia de Dios. Siempre se cosecha lo que se siembra. 8
Los que viven sólo para satisfacer los deseos de su propia naturaleza pecaminosa cosecharán,
de esa naturaleza, destrucción y muerte; pero los que viven para
agradar al Espíritu, del Espíritu, cosecharán vida eterna. 9 Así que no nos cansemos de hacer el
bien. A su
debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por
vencidos.
Declaramos que nuestra semilla es preciosa para cosechar las bendiciones que Dios
tiene para nosotros comienza ahora y has fiesta en tu cosecha se fiel a Dios en lo poco
y el te pondrá en lo mucho.

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