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UNIVERSIDAD AUTONOMA GABRIEL RENE MORENO

CARRERA DE DERECHO

HISTORIA DE LA MINERÍA EN BOLIVIA

MATERIA : DER-502 Derecho Minero y Petrolero

DOCENTE : Dr. Richard B. Rojas Justiniano

GRUPO : I1 turno noche

INTEGRANTES GRUPO 1:

1. Bladimir Fernando Sarmiento Llanos 221000011


2. Frank Alejandro Llanos Llanos 992001951
3. Adriely Morales

Santa Cruz de la Sierra - Bolivia


HISTORIA DE LA MINERÍA EN BOLIVIA

1. INTRODUCCIÓN

En este trabajo, veremos el paso de la minería desde antes de la conquista


española hasta nuestros tiempos, en lo que fuera el territorio de Bolivia.

2. DESARROLLO DEL TRABAJO

Entre los muchos recursos naturales con los que nos bendijo la tierra, sin ninguna
duda los vinculados a la minería, son los que generaron nuestra personalidad
como nación, la plata y el estaño son los dos grandes minerales que protagonizan
la secuencia histórica desde el Imperio Incaico, de la época colonial y de la época
republicana.

La minería en Bolivia se remonta desde antes de la conquista, donde culturas


indígenas, entre ellas la de los Incas; desarrollaban técnicas avanzadas, para la
época, en la extracción y manipulación de minerales, entre ellos los principales: el
oro, la plata y el cobre.

El descubrimiento de América y sus riquezas minerales evidenció la existencia de


una cultura de desarrollo minero en la región.

Durante el apogeo del Imperio Incaico, se destacaron por su habilidad en la


orfebrería, trabajando el oro, la plata y el bronce con técnicas rudimentarias pero
altamente efectivas. Los Incas lograron avances sorprendentes en la ejecución de
obras mineras, utilizando métodos como la catenaria técnica, la filigrana y la
soldadura de oro, así como el manejo avanzado de la metalurgia.

La habilidad de los Incas en el manejo de los minerales y la metalurgia contribuyó


significativamente al desarrollo de su civilización, permitiéndoles crear obras de
arte y objetos de valor que aún hoy son admirados por su belleza y complejidad
técnica.

Es importante destacar que la cultura Incaica no fue la única en desarrollar la


minería en lo que hoy es Bolivia. Antes de la llegada de los españoles, diversas
culturas indígenas también practicaban la minería en la región, utilizando técnicas
adaptadas a su entorno y recursos disponibles.

La llegada de los españoles en el siglo XVI marcó un cambio drástico en la historia


de la minería en Bolivia. Con la conquista y colonización, los españoles impusieron
un sistema de explotación minera basado en el trabajo forzado de los indígenas,
conocido como el sistema de la "mita". Esto condujo a una explotación intensiva
de los recursos minerales del país, especialmente la plata, que se convirtió en una
de las principales fuentes de riqueza para la Corona española durante varios
siglos.

Podemos afirmar que España, desde que descubriera América, sus ansias de
riquezas no eran satisfechas, los españoles conocedores de una rica leyenda,
volcaron sus ojos hacía el continente conquistado, se percataron que existía una
gran imperio que dominaba casi todo el sur del continente y el mismo estaba
gobernado por un inca déspota y autoritario, que dicho imperio generaba riquezas
nunca vistas por los españoles. Lo primero que encontraron los conquistadores al
cruzar la Cordillera de los Andes hacia la alta meseta que se llamó el Alto Perú,
fueron las minas.

La búsqueda de esos metales preciosos era los principios objetivos de la


conquista, al par que la propagación de la Fe. Ambas finalidades, económica y
moral encuadran perfectamente en la mentalidad hispana del siglo XVI y fue
especialmente la primera una imperiosa necesidad en esa época de expansión del
imperio, necesidad de esa época de expansión del imperio español, en la cual se
sucedían unas a otras las guerras de religión o de predominio.

El Inca, prisionero de Pizarro, era dueño de un fabuloso tesoro procedente de las


minas y asombró a conquistadores al ofrecer por su libertad el recinto de su
prisión lleno de oro y plata donde alcanzara la mano del monarca extendida en
alto. Al ver el oro del rescate comenzó la afanosa y febril pesquisa minera.

Después que Pizarro y Almagro descubrieron en el Alto Perú, la famosa mina de


Porco (hasta hoy es una de las más ricas y productivas de Bolivia), las minas de
Porco se explotaban para el Inca mediante un sistema de conscripción que no
difería en el fondo del trabajo de esclavo y se incorporaron luego al dominio de la
conquista. Después fue el prodigio del Cerro de Potosí.

Sin imaginar que cerca de dicho yacimiento de plata, se encontraba el rico y


famoso cerro de Potosí que fuera descubierto el 1 de abril del año 1545, que
habría de convertir a España, de un Reino de Tercera clase, en la Primera
Potencia del Mundo generando la fiebre potosina y la “Era de Potosí” que pobló
esa ciudad con unos 200 mil habitantes, cuando Londres contaba con 60 mil
personas. Calculándose que en los trescientos veinte años de dominación
española el Cerro rindió más de tres mil seiscientos millones de pesos fuertes sin
contar una suma considerable que salía en forma de contrabando. Además de
Porco y Potosí, los lavadores de oro y centenares de pequeñas explotaciones
mineras hicieron del Alto Perú el tesoro inagotable de España en la época colonial.
Una vez descubierto el magnífico y hasta hoy colosal yacimiento de plata llamado
Potosí, empezó el auge de España, que sin embargo en 1572 decayó
vertiginosamente en la educación de plata, porque todo el mineral que existía a
flor de tierra había sido explotado. Este hecho determino que la Corona Española
dispusiera el viaje del Virrey Francisco de Toledo, de Lima a Potosí, donde
permaneció más de cuatro años más importantes en Potosí, que en la sede del
Virreinato.

El virrey Francisco de Toledo era un hombre de gran cultura, frio e inhumano, fiel
cumplidor de los mandatos de los sobreaños españoles, introdujo los hornos para
la laminación de la plata, estableció el mitaje para conseguir la mano de obra
gratis por parte de los mineros, introdujo el acullico (masticación de la hoja de
coca) y de la manera más sangrienta logro recuperar la plata para los reyes
españoles. Asimismo Toledo mando a construir la llamada Casa de la Moneda, en
Potosí (fue fundada en 1572 y destinada a la acuñación de plata y oro).

Los reyes españoles jamás conocieron el lugar de donde provenía sus riquezas y
a que costo se explotaba, jamás conocieron el lugar de donde provenía el nuevo
imperio conquistado y que solo acuño títulos y frases como las que “vale un
potosí”, que frente a la inmensa cantidad de plata extraída del cerro de Potosí, con
la que se asegura se pudo haber construido un puente de plata entre Potosí y
Madrid, aunque fuentes confiables aseguran que otro puente similar se pudo
haber construido con los huesos dejados por los mitayos (mineros) en los
profundos socavones.

Los conquistadores encontraron en el alto Perú riquísimos yacimientos de oro y


plata, el minero (trabajador) en la época de la colonia no es dueño de la mina, sino
un dependiente de la corona las cuales le facilitaba para su trabajo hombres y
herramientas a condición de que mantenga de la mina en continua actividad.

Bolivia nació como república en función de la minería y no es gratuito que en el


centro del escudo patrio esté el cerro rico de Potosí, la montaña de plata más
grande del planeta, por eso en 1.556 se creó la Audiencia de Charcas, durante
tres siglos el imperio español se alimentó de la plata de Potosí, Carlos V y Felipe II
tuvieron en estos recursos el sostén de su propio imperio colonial de América.

La minería fue el centro de acción de la historia del país, la minería marco que
potosí se convirtiera en una de las cinco ciudades más grandes del mundo y que
en 1.611 tuviese más de 150 mil habitantes, una población parecida a Londres de
entonces, en 1.825 después de 16 años de sangre y de esfuerzo para conseguir la
independencia, el país nacía exhausto económicamente, y tardó varias décadas
en recuperarse cuando surgen los Barones de la plata, es el caso de Narciso
Campero, de Gregorio Pacheco y sobre todo de Aniceto Arce, anne y situarse las
grandes minas de plata, estaban alimentando parte de la economía del país, entre
1.870 y 1.880 Huanchaca se convierte en el punto de referencia más importante
de la producción minera de la plata, eso le da sentido al nacimiento del ferrocarril,
y el Presidente Arce, hace concluir sus intereses con los intereses de la patria y
construye el primer ferrocarril que vincula a Bolivia con el mundo.

Luego vino el estaño, fundamental para la industria que se desarrollaba en el


mundo, pero no en vano se conoció a este metal como diabulus metallum (metal
del diablo), en Bolivia el estaño fue mucho más que simplemente un mineral, tuvo
que ver con la política, con la economía, con el destino de la propia nación y fue
por la vía de la confrontación y de la guerra, la guerra civil entre bolivianos norte
contra sur en 1.898 y 1.899, marca precisamente la importancia crucial que ese
estaño tuvo, para que el primer presidente liberal fuese José Manuel Pando,
llevado al poder por los indios Aymaras, que fueron luego desplazados por
quienes serían los grandes terratenientes del altiplano y de los valles; y ahí surgen
Patiño, Aramayo, Hochschild, parte del super estado minero que manejó la política
y la economía del país entre 1.900 y 1.952; sería a partir del increíble
descubrimiento de la Salvadora (mina) que el país da el salto gigantesco y se
convierte en el segundo productor mundial de estaño, este cambio dramático se
liga con la figura de Simón Patiño.

Al iniciar el siglo, Pando inaugura 20 años de gobiernos del liberalismo y en menos


de 5 años, Patiño pasa a ser de un modesto laborero minero, propietario de una
pequeña hectárea en la cumbre de un cerro desolado en uno de los hombres más
ricos del país.

En el período 1.901 y 1.903, las utilidades de la Salvadora superan los 5 millones


de dólares, una verdadera fortuna para la época; en solo 10 años, Patiño ha
multiplicado centenares de veces su capital y se da cuenta que el escenario de
Bolivia comienza a quedarle pequeño, pero al mismo tiempo el país de los obreros
está despertando y los primeros sindicatos y organizaciones locales en las
ciudades pasan luego a convertirse en sindicatos en las minas, el primer conflicto
se da en 1.918, y es en el gobierno de Saavedra cuando se produce la primera
gran masacre minera, la masacre de Uncía.

El capital de la Patiño Mines (compañía), supera varias veces el presupuesto


anual del tesoro general de la nación boliviana de esos años y los mineros siguen
pagando un impuesto ridículo en función de sus exportaciones y en comparación
con sus utilidades; los otros dos barones del estaño son Félix Aramayo con una
larga tradición en la minería iniciada por José Avelino en Tupiza, en la primera
mitad del siglo XIX. Los Aramayo con Félix Avelino se convierten en una potencia
al principio del siglo, Carlos Víctor Aramayo va a tener propiedades que nacieron
en el real socavón de Potosí, tiene minas en Chorolque, en Caracoles, en Tipuani
y explota además del estaño, el bismuto como un productor principal; en cambio,
Moritz, conocido como Mauricio Hochschild, no es boliviano, ha nacido en Biblis
Alemania, es de origen judío, ingeniero de minas graduado de Freiberg y doctor en
economía, llega a Bolivia y comienza como rescatista de pequeña escala para
convertirse en un gran minero en pocos años, es dueño de la Unificada en Potosí,
entra en Huanchaca, tiene minas en Oruro, en Vinto, en Morocokala, en Colquiri y
en poco tiempo, va a convertirse en una figura fundamental.

Tras la guerra del chaco Bolivia tiene que encontrar un camino y los primeros
pasos los dan Toro y Busch, fundamentalmente el joven presidente que va a
determinar la obligatoriedad de la entrega del 100% de las divisas por exportación
a los grandes mineros lo que genera una grave confrontación. Las condiciones de
vida de los mineros bolivianos son extremadamente difíciles el aumento de
salarios la situación de las calles el trabajo de los niños, la jornada de 8 horas
fueron las demandas y las reivindicaciones permanentes de un sector a
trabajadores cada vez más politizado y consciente de sus derechos, esta
confrontación no resuelta y en tensión permanente llega a un punto crítico en
1.942, allí una manifestación de obreros que están reclamando un aumento del
100% en sus salarios a la mina Patiño, va a ser brutalmente reprimida por el
ejército, se conoció como la masacre de Catavi, en los campos de Maria Bárzola,
donde murió precisamente una mujer de ese nombre.

En abril de 1.952 llega al poder el MNR y la decisión es la de nacionalizar todas


las propiedades mineras de la llamada rosca minera, se crea la COMIBOL que fue
el sustento del país durante muchos años y el gran impulsor del oriente boliviano,
pero que tuvo un hiper crecimiento durante los siguientes años, hasta que en la
década de los 80 del siglo XX, se produjo un quiebre traumático en la estructura
de la economía de Bolivia, quiebre negativo para la gran mayoría de la población,
sobre todo para los trabajadores mineros que veían con asombro la llegada del fin
de la historia, merced a la caída estrepitosa de los precios internacionales de las
materias primas, el cierre de las minas ocasionó la denominada marcha por la
vida, detenida por el ejército en Calamarca, sin embargo hoy el panorama
económico mundial ha cambiado, surgen nuevos paradigmas y con ello nuevas
necesidades de materias primas estratégicas como los minerales, países
insurgentes, nuevas potencias económicas y mercados de consumo, hacen que
los minerales se constituyan en un recurso natural insustituible para el desarrollo
tecnológico, Bolivia ha recobrado el concepto de que los recursos naturales del
suelo y el subsuelo, cualquiera sea su origen, son de propiedad del pueblo
boliviano, el rol de la minería en el actual proceso de cambio sin duda es generar
excedentes para el estado los cuales tienen fundamentalmente que reactivar la
producción minera destinando recursos para los proyectos de exploración e
industrialización, pero en el ínterin se descubre uno de los recursos naturales más
importantes del siglo XX y que sustituyó la larga saga de los minerales que poco a
poco se fue convirtiendo en el gran perfil de la economía del país, son los
hidrocarburos. Y bueno, este otro recurso, ya será motivo de estudio en un
próximo capítulo o exposición.

3. CONCLUSIÓN

Hablar de la minería en Bolivia es hablar de la historia misma de nuestra Patria.


Ya los incas conocían el oro, la plata y el cobre; los obtenían rudimentariamente y
les daban muchas aplicaciones.

En la época de la Colonia, los conquistadores españoles llegaron a nuestro país


Interesados en sus riquezas minerales; si bien trajeron algunos métodos nuevos
de explotación, no dejaron de utilizar en forma inhumana la actividad muscular de
nuestros indios creando la mita que era la forma más ruin de explotación del
hombre por el hombre; se siguió con la explotación del oro y la plata
principalmente.

En la época de la República la explotación de las minas pasó a depender de


grandes consorcios que al igual que en la época anterior siguieron con la
explotación del hombre; sólo hubo cambio de patrones y en más de los casos
fuimos nosotros mismos los explotadores de nuestros hermanos. Habiendo
disminuido la existencia de oro y de plata, se volcó la mirada al estaño, cuya
explotación perdura aún en nuestros días, aunque su valor mineralógico bajó muy
notablemente.

A partir de 1.899 a los paceños y los empresarios vinculados con la minería del
estaño sólo les faltaba imponerse económica y comercialmente a los políticos y
empresarios sureños de La Plata, y ello, sólo se alcanzaría conectando La Paz
con su principal salida natural al comercio internacional, es decir, Arica. Por ende,
las bases que presentó Aramayo a Chile en 1902 implicaban la construcción de un
ferrocarril que ligara a La Paz con el Pacífico, desplazando con ello a las ciudades
de Oruro, Potosí y Sucre, cuyo puerto había sido Antofagasta. Para alcanzar tal
objetivo, los paceños y los empresarios del estaño no escatimaron ofrecer el
antiguo departamento Litoral a cambio de vías férreas que les otorgaran la
indiscutida hegemonía comercial en Bolivia. Al respecto podemos citar al
historiador boliviano José Luis Roca: “La República no tenía oídos para los
argumentos nacionalistas… los mineros del estaño, quienes formaron aquello que
apropiadamente se llamó “superestado” o “rosca”, tenían ideas muy distintas sobre
el desarrollo de Bolivia, y se lanzaron con ímpetu, a construir ferrocarriles hacia la
costa del Pacífico, no sin antes haber cedido a Chile a perpetuidad todo el Litoral
boliviano.

Como queda demostrado, el sindicalismo minero surgió entre los primeros


sectores que se organizaron en el país. Su primera motivación histórica a
principios del siglo XX (1904), fue la defensa de la vida de los trabajadores
mineros, defensa que fue y es a costa de la vida misma, porque las masacres
mineras llenan muchas páginas de nuestra historia boliviana.

En 1905 , casi un siglo después de haberse logrado en Inglaterra el derecho legal


de organización, en Bolivia se organizó el primer Sindicato Minero, como
consecuencia del derrumbe y muerte de 30 trabajadores en el sur de Bolivia, en la
mina Huanchaca, de propiedad del que fue Presidente de Bolivia Aniceto Arce.

La historia de la minería en Bolivia es la historia misma del país. De sus entrañas


salieron y siguen saliendo toneladas de plata, estaño y zinc, entre otros minerales,
que han terminado por favorecer a determinadas personas o grupos, mientras el
Estado intenta recuperar aquellas vacas flacas, tras el pedido de los mineros que
acuden al grito de la nacionalización, para buscar mejores condiciones de vida.

4. BIBLIOGRAFIA

Texto Académico de Derecho Minero, RICHARD B. ROJAS JUSTINIANO.

Historia de Bolivia, CARLOS MESA, JOSÉ DE MESA Y TERESA GISBERT.

Historia General del Alto Perú, LUIS PAZ.

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