LA RELACIÓN DE LA TERAPIA GUESTALT CON LOS NIÑOS

Es importante considerar que la terapia Gestalt con niños es una práctica desafiante pero
fundamental para su desarrollo saludable. Violeta Oaklander aborda esta cuestión destacando que
muchos de los conceptos y principios de la terapia Gestalt aplicados a adultos son igualmente
relevantes para el trabajo con niños. Ella resalta la importancia del "Organismo Total" como base de
su enfoque, que se centra en el desarrollo natural de los niños a través de la conciencia de sus
sentidos, cuerpo, emociones e Intelecto.
Oaklander discute la importancia de la regulación orgánica y cómo las perturbaciones en la infancia
pueden afectar al desarrollo saludable del niño. Identifica varias manifestaciones conductuales que
pueden surgir como resultado de estas perturbaciones, como la deflexión, la retroflexión y la
proyección, y cómo estas pueden impactar negativamente en la capacidad del niño para establecer
un buen contacto consigo mismo y con los demás.
La relación terapéutica es crucial en el trabajo con niños, y Oaklander enfatiza la importancia de
establecer una relación de confianza y respeto mutuo. Describe el proceso de terapia, incluyendo la
responsabilidad del terapeuta de ayudar al niño a desarrollar la autodeterminación, el manejo de la
resistencia y el uso de técnicas creativas y expresivas para facilitar el autoconocimiento y la
expresión.
Además, destaca la importancia de establecer metas claras en la terapia, como ayudar al niño a
recuperar su autoapoyo, satisfacer sus propias necesidades y relacionarse de manera más
satisfactoria con los demás. Oaklander enfatiza que estas metas deben ser guiadas por las
necesidades del niño y no impuestas por el terapeuta. En resumen, la terapia Gestalt con niños se
centra en ayudar al niño a desarrollar un sentido saludable de sí mismo y a superar las
perturbaciones que puedan obstaculizar su crecimiento y desarrollo.