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Escola Universitària d’Infermeria

Gimbernat

Trabajo final de Grado


Curso académico 2013-2014

PROYECTO DE INVESTIGACIÓN:
EMOCIONES Y SENTIMIENTOS DE LOS HOMBRES ANTE
EL EMBARAZO Y EL PARTO

Rut Jurado Domènech


Rahma Ajribach Ait El Fakih

Dra. Serena Brigidi

Sant Cugat del Vallés, Junio de 2014


ESCOLES UNIVERSITÀRIES GIMBERNAT
GRAU D´INFERMERIA

PRESENTACIÓ TREBALL FINAL DE GRAU

Nom i Cognoms autor/a: Rut Jurado Domènech y Rahma Ajribach Ait El


Fakih

Títol treball: PROYECTO DE INVESTIGACIÓN: EMOCIONES Y

SENTIMIENTOS DE LOS HOMBRES ANTE EL EMBARAZO


Y EL PARTO

Nom i cognoms tutor/a: Dra. Serena Brigidi


Autoritzo a que aquest sigui presentat el proper mes de :
Junio.

(signatura)

Sant Cugat del Vallès, 19 de mayo de 2014.

1
ÍNDICE

Pág.

Abstract 3

Resumen 3

Introducción 4

 Justificación 14
 Marco teórico 15

Objetivos 16

Material y métodos 17

 Tipo de estudio y diseño propuesto 17


 Descripción de la población 18
 Material e instrumentos 19
 Criterios de inclusión y exclusión 20
 Limitaciones del proyecto 20

Conclusión 21

Agradecimientos 22

Bibliografía 22

Anexos 29

2
ABSTRACT

Traditionally, the role of the father in the family has been held out and on a
secondary level. For generations, men have been the breadwinners and
women took care of the upbringing and education of the children as well
as being in charge of the house. Both, pregnancy and delivery had always
been considered an exclusive experience for women, the father being left
out of it. However, this is currently changing. More and more fathers are
interested and concerned about the welfare of their parents and babies.
This brings many psychological and emotional physical effects and social
change from the perspective of fatherhood.

Key words: Father, emotions, feelings, childbirth, pregnancy.

RESUMEN

Tradicionalmente, el papel del padre dentro de la familia se ha mantenido


alejado y en un plano secundario. Desde hace generaciones, los hombres
han sido los sustentadores de la familia y la mujer quien ha llevado a cabo
la crianza y educación de los niños y el orden del hogar. Así como
siempre se había considerado la gestación y el momento del parto un
suceso exclusivo para mujeres, dejando al hombre completamente
apartado. Sin embargo, esto actualmente está cambiando. Cada día hay
más padres interesados y preocupados por el bienestar de su pareja y del
bebé. Este hecho trae consigo muchos efectos psicológicos y
emocionales, físicos y un cambio social desde el punto de vista de la
paternidad.

Palabras clave: Padre, emociones, sentimientos, parto, gestación.

3
INTRODUCCIÓN

Embarazo/gestación, parto, bebé, lactancia, maternidad… Son palabras


que llevan a la mente de la población una imagen en particular, por lo
general, dichas imágenes son una mujer, normalmente joven, en un
estado gestacional o en alguna de las fases que este estado conlleva.
Sabemos que actualmente se presta una importante atención sanitaria y
social a estas mujeres, ya sea tanto a nivel físico como emocional, pero
¿y los hombres? ¿No son acaso una parte integrante del proceso y una
pieza clave detrás de las palabras anteriormente mencionadas durante
esta etapa de la vida?

Los padres dan el apoyo emocional y psicológico que las mamás


necesitan para que el parto se lleve de la mejor manera, ellos son los que
consiguen tranquilizar a la mujer transmitiendo su afecto, seguridad,
atención y colaboración en lo que ella necesite (Alcáñiz, 2012; García &
Díaz, 2010). Se ha demostrado que la presencia del padre en el parto
está asociada a un uso menor de fármacos analgésicos, así como una
reducción de partos instrumentalizados y de cesáreas, y por tanto se
incrementa el número de partos vaginales espontáneos. Esto conlleva a
una mayor satisfacción en la experiencia del parto tal como sostiene la
Federación de Asociaciones de Matronas de España (FAME) (2011) y así
mismo Ferrando (2010).

Hoy en día, debido a los conocimientos existentes sobre los beneficios de


la presencia del padre o un acompañante durante el momento del parto,
así como de la importancia que tiene un parto humanizado teniendo en
cuenta las prioridades de la mujer, se han instaurado leyes al respecto. La
ley 41/2002 o bien la ley del parto humanizado, por la cual se está
luchando en España y como mencionan en la Asociación de El parto es
nuestro (2014) y el grupo de autores Burgo, Elman y Mazzeo (2013). Sin
embargo, en algunos países como Argentina y Uruguay ya está presente,

4
son solo ejemplos de estas leyes que respaldan los derechos de la pareja
(Lutz & Misol, 2007; UNICEF, 2004). Cabe recalcar que al hablar de parto
humanizado se hace referencia a aquel parto respetado, en el que la
mujer junto a su pareja toman decisiones, dejando de lado técnicas
medicalizadas y dirigiendo la mujer el parto, no el personal sanitario (El
parto es nuestro, 2013; Burgo et al, 2013)

Esta “nueva moda” de llevar a cabo un parto natural, evitando en la


medida de lo posible, las intervenciones médicas, es debido a las
nociones que se tienen sobre los beneficios de un parto fisiológico.
Algunos ejemplos de estos beneficios son distintos, diferenciando entre la
madre y el bebé (Brigidi, 2013; Nichols, 2012).

Beneficios para la madre:


- Mejor presión arterial.
- Mejor aporte de oxígeno a la placenta y al bebé.
- Mantiene los niveles de glicemia en sangre estables.
- Facilita la integración de la madre consigo misma.
- Adelgazamiento del segmento inferior del útero (el músculo es
menos grueso y por tanto en caso de tener que realzar una
cesárea pro complicaciones, es menos arriesgado).
- Recuperación más rápida.
- Favorece la producción de leche.

Beneficios para el bebé:


- Eliminar todo el líquido del pulmón.
- Mejora la oxigenación.
- El bebé está más preparado.
- Favorece el apego con la madre (ayuda en la producción de leche).
- El bebé puede tener el contacto piel con piel con sus padres,
preferiblemente con la madre, ya que posee múltiples ventajas.

5
El contacto piel con piel y en el método canguro, según diversos autores
como es favorecedor para el bebé debido a que durante las dos horas
que siguen al nacimiento, el recién nacido vive el periodo sensitivo y
reconoce a su madre si está piel con piel (Bergman, 2012; El parto es
nuestro, 2004; Moore, Anderson & Bergman, 2007). Del mismo modo las
descargas de noradrenalina que aparecen en el infante después del parto
ayudan a agudizar su olfato y de esta manera memoriza el olor de la
madre, estableciendo así el vínculo afectivo. Con este contacto la madre
es capaz también de estabilizar la temperatura del bebé debido a la
liberación de oxitocina (FAME, 2011) y, los movimientos y las patadas que
da sobre el abdomen de la madre, son un masaje que obliga al útero a
contraerse previniendo hemorragias graves. Es importante recalcar que
no existe ningún motivo médico que justifique la separación de los bebés
para mantenerlos en observación. Incluso en el caso de que se lleve a
cabo una cesárea y no pueda existir el contacto piel con piel con la
madre, este contacto con el padre también será beneficioso para el recién
nacido.

En las últimas décadas se ha producido una importante expansión del


papel del hombre en la etapa de gestación y en el proceso del parto
(Sapountzi-Krepia et al, 2010) en especial después de todos los
conocimientos adquiridos y la información recibida de las patologías
congénitas que pueden llegar a tener los bebés (Garfield &Isacco, 2006).
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en países con una
particular atención al género como pueden ser Finlandia o Dinamarca, la
asistencia del padre a la hora del parto está permitida desde hace
décadas, y la mayoría de estos hombres asisten al parto, sea fisiológico o
quirúrgico, de sus mujeres (OMS, 2007). Actualmente la asistencia de los
hombres durante el proceso del parto ha aumentado considerablemente,
en especial, en países industrializados de Occidente (Greenhalagh, Slade
& Spiby, 2000). A diferencia de los países más subdesarrollados o con
menos fuentes económicas, que hasta hace relativamente poco, no se

6
han iniciado en la información y el fomento de la asistencia del padre en el
parto, y del mismo modo en el apoyo del padre durante el proceso
gestacional de la mujer (OMS, 2007). Asimismo se informó de ello, según
varias investigaciones, a países desarrollados que no conocían esto
(Carter & Speizer, 2005; de Carvaloh, 2003). Pese a dar la información al
respecto, algunos países tuvieron resultados negativos en cuanto a la
asistencia de los padres ante el parto, como por ejemplo la percepción de
estrés por parte del hombre, la dificultad de asumir a su mujer en un
estado de dolor, o bien la inseguridad de los padres al apoyo de la mujer
en este momento. Este caso se daba en Grecia y debido a esto, la política
existente en los centros sanitarios u hospitalarios restringía el acceso del
hombre a la sala de partos. Sin embargo, actualmente esto está
cambiando y algunos centros ya permiten su paso (Sapountzi-Krepia et al,
2010).
Hoy en día el seguimiento del embarazo es fundamental, no solo para el
bienestar de la madre y el bebé, sino que también para el confort y
seguridad del padre, de manera que la pareja pueda disfrutar de la
gestación y del parto (Wallis, 2013; Linton, 2011).

A lo largo de los años, el papel del padre y su involucración en este


proceso, ya sea el gestacional como en el parto, se ha convertido en algo
casi fundamental, ya que según estudios realizados en 1962 por Robert
Bradley, la presencia del padre en el parto ayudaba a la mujer a relajarse,
y en estudios posteriores se comprobó que las mujeres preferían tener a
sus maridos junto a ellas en el momento del parto debido al apoyo moral y
emocional que les aportaba (Wallis, 2013; Linton, 2011). Debido a esto y
a los múltiples debates originados en las décadas de los 60 y 70, los
padres empezaron a informarse sobre los cambios producidos en sus
mujeres durante el embarazo y el momento del parto, aumentando el
porcentaje de asistencia de éstos de la nulidad a un 70-80%. Sin

7
embargo, muchos padres aún no presencian el nacimiento de sus hijos 1
debido a las emociones que sienten de inseguridad, de aprensión,
aversión, desazón, etc., por eso es importante desde la perspectiva
enfermera solucionar las dudas y ayudar a estas parejas a superar sus
temores, para que puedan disfrutar de este momento tan especial en la
vida (Wallis, 2013; FAME, 2006).

Pese a esta información y la importancia que se conoce sobre la


participación del hombre y la toma de responsabilidades de éste en el
embarazo y en el parto, en algunos países, el hombre continúa teniendo
un papel oculto y no participa en estos procesos, ya sea debido a la falta
de conocimientos del padre, a la diferenciación de género y/o que aún se
mantenga la idea de que el parto es “solo para mujeres”, a la escasa
educación que realizan las enfermeras a estas personas o bien, porque
son el propio equipo de atención al parto quien impide la participación de
ellos. Esto es debido, según FAME entre otros autores ya mencionados, a
que los padres presenten un estado emocional muy alterado y no puedan
prestar la ayuda necesaria y óptima para su mujer (Blázquez, 2013;
García & Díaz, 2010; Maroto, Castaño, García, Hidalgo & Mateo, 2009).
Debido a estas situaciones dadas actualmente, es fundamental que
enfermería trabaje y eduque a este sector de la población, para cubrir las
necesidades de la persona y/o familia en esta fase de la vida, utilizando
para ello, los recursos más adecuados a cada persona, con el fin de que
puedan disfrutar de la gestación y del parto sin violencia, es decir, sin uso
de instrumental agresivo para el bebé o la madre, que los padres sean las
personas que decidan cómo quieren ese proceso, para que, como hemos
mencionado anteriormente, la pareja pueda disfrutar de ese proceso
(Dueñas, Bailón, Dotor, Granados, Rodríguez & Rufo, 2005). Así como
saber que es de importancia la participación del hombre en el parto y el
embarazo, diversos grupos opinan que puede haber polémica en cuanto

1
En el artículo se hace referencia en todo momento a “hijos” o “hijo” como masculino
genérico para hacer mención tanto a hijos como a hijas.

8
al interés de la participación, es decir, algunos colectivos opinan que los
hombres sólo participan por su propio beneficio, mientras que otros
afirman que su presencia consiste, como comentamos anteriormente, es
para el apoyo incondicional a la mujer, ya sea moral o emocional, o bien
para compartir la experiencia y emociones del momento. Sin embargo, la
participación demandada según la familia debe ser transversal en cuanto
a la igualdad de género, y del mismo modo no debe dejarse de lado las
responsabilidades, necesidades, deseos y expectativas mutuas de la
pareja (Juárez, 2005).

El periodo del embarazo está lleno de momentos con emociones intensas,


estas son un estado complejo del organismo caracterizado por una
excitación o perturbación que predispone a una respuesta organizada ya
sea a un acontecimiento interno o externo (Canóniga, 2005). Cuando las
parejas reciben la noticia del embarazo, normalmente sienten una
sensación de logro y una profunda felicidad por el futuro nacimiento, en
este momento aparecen las representaciones parentales que son una
serie de fantasías conscientes o inconscientes por parte de la madre y el
padre, creando experiencias interactivas con el bebé (Canóniga, 2005).

Hay que tener en cuenta que la mayoría de las mujeres tienen altibajos
emocionales, sintiendo inestabilidad y angustia por lo que necesitaran
mucho afecto de sus parejas, ya que los padres también tienen presente
el deseo de tener un hijo (Canóniga, 2005).

El momento en el que el hombre consolida su identidad es cuando la


mujer está embarazada, por lo tanto él también se encuentra envuelto por
gran cantidad de emociones de diversa índole, puede sentir alegría,
mezclada con gran ansiedad, inquietudes, incertidumbre de lo que se
supone el ser padre. De él se espera que transmita protección y
serenidad a su pareja. Estas emociones estarán presentes tanto en el
hombre como en la mujer a lo largo del parto. Una de las primeras

9
reacciones del padre es una sensación de exclusión se sienten
desplazados, ya que la mujer empieza a centrar casi toda su atención en
el futuro infante y, los amigos y familiares se centran en el estado y las
necesidades de la mujer sin tener en cuenta al marido (Canóniga, 2005;
Maldonado-Durán & Lecannelier, 2008).

Algunos hombres pueden experimentar el llamado síndrome de Couvade.


Esto sucede hacia el segundo trimestre del embarazo, dónde éste,
empieza a tener cambios en el apetito, el humor, el insomnio, dolores de
espalda y de cabeza, náuseas, muy similar a los cambios emocionales y
físicos de la madre. Así como también se producen ciertos cambios
hormonales que influyen en su estado psicológico (Canóniga, 2005;
Maldonado-Durán et al, 2008).

Hacia el tercer trimestre debería nacer lo que se llama el instinto paternal,


el cual es un gran sentimiento de ternura e instinto de protección hacia la
mujer y el bebé, pero a pesar del papel de protector también aparecen
ansiedades y preocupaciones ante la inminencia del parto (Canóniga,
2005).

Por lo tanto, el papel del padre durante el embarazo y el parto es muy


importante, debido a que favorece que la mujer se adapte
satisfactoriamente al embarazo.También ayudan a que ésta desarrolle su
rol materno. Con la participación activa del padre en todo el proceso, éste,
se siente menos excluido. Su presencia es gratificante, ya que mantiene
el vínculo con su pareja y por otro lado empieza a experimentar y sentir la
paternidad (Canóniga, 2005; Maldonado-Durán et al, 2008).

El padre, a la hora del parto, es un punto de apoyo constante, ya que el


parto debe convertirse en un trabajo de colaboración de los dos, así las
relaciones de pareja se verán reforzadas y mejoradas gracias a esta
nueva vivencia (Alcáñiz, 2012).

10
Sabemos que la etapa tanto gestacional como el momento del parto son
situaciones acompañadas de grandes emociones, como hemos
comentado hasta ahora. ¿Podemos afirmar entonces que estos
momentos pueden afectar a la salud mental de la madre, del padre e
incluso del infante?

Actualmente, pese a que está cambiando, muchas mujeres, por ejemplo,


siguen realizando las tareas domésticas pensando que es un trabajo
exclusivo de mujeres debido a la sociedad. Sin embargo, muchas tareas
no podrán llevarse a cabo durante el embarazo debido a los cambios
físicos de ésta. Este hecho puede provocar cierta angustia y estrés en la
mujer durante el embarazo al sentir que no es capaz de realizar ciertas
actividades. Así como también pueden generar estrés, angustia y
depresión las diferentes etapas del embarazo, ya sea por los cambios
físicos y hormonales, como los cambios que habrá en el hogar después
del nacimiento del bebé. Por ello tener en cuenta la presencia de calidad2
del hombre es importante ya que favorecerá la salud mental de la mujer.
La presencia del hombre puede ayudar no solo a reducir el estrés y
ansiedad, sino que también ayuda a mantener un estado de tranquilidad y
fomenta el vínculo de la pareja y evitará por lo tanto, depresiones
postparto y trastorno de bipolaridad3 debido al continuo cambio
emocional. De este modo el embarazo podrá disfrutarse, así como la
llegada del nuevo miembro en la familia (Alcáñiz, 2012).

Esto nos lleva a afirmar que la presencia del padre sí que influye
positivamente en el desarrollo de los niños, ya sea en actividades como el

2
Presencia de calidad: Aquella presencia en que el padre se responsabiliza junto a la
mujer, no sólo de las tareas domésticas, sino que también ayuda en el cuidado de los
hijos, ya sea en la alimentación, vestimenta, tareas escolares, juegos y estimulación de
los niños (Aguayo, 2011).

3
El trastorno bipolar se da en casos muy aislados, debido al continuo cambio emocional
(Alcáñiz, 2012).

11
rendimiento escolar, desarrollo cognitivo y habilidades sociales, así como
una mayor autoestima. También ayuda en la prevención de los posibles
conflictos durante el crecimiento del infante, así como problemas
cognitivos y el consumo abusivo de drogas o alcohol. Del mismo modo, la
presencia de calidad del padre en la vida de los hijos mejora también en
la salud tanto física como mental del niño (Aguayo, Correa & Kimleman,
2012; Sarkidi, Kristiansson, Oberklaid & Bremberg, 2008; Allen & Darly,
2007; Nock & Einolf, 2008).

Sin embargo, pese a que se conocen estos beneficios, los servicios


sanitarios y también los sistemas de reproducción de la información
(películas, páginas web, etc.) invisibilizan al hombre. Según un estudio
realizado a los hombres: “Paternidad y servicios de salud” (Maroto et al.
2009), éstos opinan que nadie piensa en ellos ni en cómo se sienten, así
como señalan que se sienten resignados ante la falta de protagonismo
por ser ellos los subordinados del proceso por el equipo sanitario. Por ello
destacan que necesitan una preparación para ellos, dirigida más a las
emociones, dando un enfoque vivencial, que no al técnico como se hace
actualmente. De hecho, existen videos publicados en que pueden
visualizarse dos situaciones totalmente nuevas para el hombre. En uno
puede observarse cómo el hombre puede sentir el movimiento fetal a
través de nuevas tecnologías4, y en otro de los vídeos, cómo los hombres
pueden notar el dolor de las contracciones durante el parto5.

Según autores comentados precedentemente, se cree necesario


acercarse a los hombres como a algo más que las parejas de las mujeres,
sino como a individuos con historias reproductivas distintas. El principal

4
Huggies (Productor). (2013). Huggies invita a los padres a disfrutar del embarazo.
[Youtube]. Argentina: Huggies. Recuperado de:
https://www.youtube.com/watch?v=7XaUNLfMdS0&hd=1

5
Muñoz, C. Los hombres no aguantarían un parto. [Youtube]. Holanda: Muñoz, C.
Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=MdHE7rnM_f8&hd=1

12
problema se encuentra en los servicios sanitarios y los prejuicios sociales,
ya que ponen a los padres en un segundo plano y se centran en las
mujeres, creyendo así que el hombre es incapaz del cuidado de su futuro
hijo/a desde la concepción, tal y como comentábamos al inicio. Los
padres, debido a esto, se sienten alejados del proceso de nacimiento,
destacando una vivencia de soledad y de desinformación, demandando
una ayuda orientada a la disminución de temores e inquietudes.

En definitiva, el sistema biomédico no cuenta con la información de las


necesidades de los hombres, ya que se sienten en un segundo plano
durante el proceso de embarazo, parto y post parto. Según el estudio
citado previamente, los hombres desean experimentar la llegada de su
hijo y buscan información y formas alternativas de relación con esta.

Según numerosos artículos e investigaciones antropológicas los hombres


han reprimido sus emociones durante generaciones, de manera que
actualmente sea de gran dificultad diferenciar entre una emoción inducida
por la sociedad o emoción natural debido al estigma social existente sobre
los hombres y la diferencia de género (Blázquez, 2013; Kitzinger, 2004;
Seidler, 1995). De todos modos, hoy en día se conocen estudios en los
que se da a entender las emociones y sentimientos del hombre en esta
etapa de la mujer, comentado en ellos, que incluso los hombres pueden
sentir los mismos síntomas que sus mujeres, ya sean desde antojos,
nervios, malestar general, náuseas, etc. A esto se le conoce como el
síndrome de Couvade, como mencionamos en párrafos anteriores
(Canóniga, 2005; Maldonado-Durán et al, 2008; Tejer, 2007). Por y ello y
referente al estado emocional del padre durante el parto, se han
planteado algunas preguntas relacionadas con las emociones de los
hombres durante las etapas del embarazo y el parto.

Así mismo, gracias a estudios como “El padre en la etapa perinatal” y


artículos como “Depresión post parto en el padre” sabemos que el 10%

13
de los padres padece trastornos depresivos durante o después del
embarazo de sus parejas. Normalmente estas depresiones son más
frecuentes en padres primerizos debido a la inexperiencia. La depresión
postparto es consecuencia de que en el embarazo aumentan las
hormonas de progesterona y estrógeno, que a las 24h después del parto
desciende a su nivel normal, por ello se da un estado de depresión. A
causa de esto, los expertos destacan cierta correlación entre la depresión
paterna y materna, planteando así la posibilidad de elaborar planes de
actuación y prevención de trastornos depresivos no centrados en el
individuo, si no en la pareja (Ferrando, 2010; Maldonado-Durán et al,
2008).

Finalmente, este proyecto de investigación hace referencia a las


emociones que experimentan los hombres, ya sea en la gestación o en el
parto de sus parejas. Debido a que enfermería apenas trabaja con este
sector de la población, se quiere dar a conocer para fomentar esta noción,
la importancia que representa la participación del hombre en el embarazo
y parto de su pareja. De manera que pueda mejorarse su atención e
integración en una etapa de la vida que aún está estigmatizada de
“exclusiva para mujeres”.

Justificación

Hay que tener en cuenta que las emociones e inquietudes que sienten los
hombres en relación a la paternidad se inicia en los primeros meses del
embarazo, por lo tanto, estas emociones están presentes en todo el
proceso de gestación y se pueden agravar durante el parto (Linton, 2011).

Se considera necesario entender el comportamiento del hombre en esta


etapa de su vida, debido a un tema olvidado en nuestra sociedad, en
especial en el campo de la enfermería, tal y como comenta Blázquez

14
(2013) y así como FAME (2006), intenta dar a comprender en nuestra
sociedad.
Actualmente se encuentran múltiples estudios sobre las emociones
masculinas en campos como la antropología, la psicología, la filosofía,
etc. Sin embargo, ¿por qué en enfermería se ha dejado de lado, cuando
precisamente es una profesión que pretende lograr los mejores cuidados
y atenciones, tanto en aspectos físicos como emocionales de las
personas a las que trata, y no sólo hablamos de sus pacientes, sino que
también abordan los cuidados de los familiares?

Es por ello mismo que se pretende realizar este proyecto de investigación,


para indagar más en este campo, aún oculto, y poder dar a conocer los

beneficios de la participación paternal en esta etapa de la vida.

Marco teórico

Desde la antigüedad, el rol paterno siempre se ha centrado,

exclusivamente, en una tarea social y económica. Es decir, el “buen

padre” era aquel que sustentaba a su familia con bienes económicos y

materiales, dejando así de lado el rol de crianza y educación a las

mujeres. Esto no dejó de ser así hasta la etapa histórica en que la mujer

se incorpora en el mercado laboral, viéndose así los hombres necesarios

en compartir la responsabilidad del embarazo y el parto (Neiri, 2012).

En la década de los 60 y de los 70, fue cuando el hombre empezó


realmente a colaborar activamente en este proceso, tanto en el
gestacional como en el momento del parto, asistiendo a su mujer como un
punto de apoyo moral y social. Esto fue debido a que en las décadas
anteriores, se realizaron diversos debates en las revistas médicas,
llevando la polémica de si el parto era sólo exclusivo de mujeres o no. Los

15
hombres deciden entonces involucrarse en ese proceso y
responsabilizarse del cuidado a la mujer a causa de que empezaron a
conocerse patologías existentes en los recién nacidos, provocando esto
una preocupación en el hombre. De modo que esa responsabilidad y esa
participación conllevaron a la mejora del bienestar tanto de la pareja como
del recién nacido (Garfield & Isacco, 2006; Sapountzi-Krepia et al, 2010).
En esta década pudo observarse en las pantallas “Kramer vs Kramer” una
filmografía de Robert Benton, la cual trata sobre este tema, cómo un
hombre se hace cargo por primera vez de su hijo conllevando esto una
serie de emociones nuevas para el padre.

Actualmente, después de décadas de estudio y observación, las


asociaciones como FAME, El Parto es Nuestro, entre otras, intentan dar a
conocer cada día más la importancia de la asistencia del padre en el
parto. Así como que lleve a cabo el rol paterno, de involucración y toma
de responsabilidades. Ya desde el embarazo, debido a esto, como hemos
comentado anteriormente, la presencia de calidad del padre no solo
durante el parto sino que también durante la gestación, puede causar
múltiples beneficios tanto a la mujer, al bebé como a sí mismo.

OBJETIVOS

El principal objetivo que se pretende obtener con el estudio es:

- Conocer las emociones, sentimientos e inquietudes que los


hombres sienten y experimentan durante la gestación y el parto de
sus parejas. Incorporando el papel de enfermería como la principal
profesional responsable en el cuidado de estas personas.

16
Mientras que los objetivos secundarios que se pretenden alcanzar son:

- Diferenciar las emociones de la pareja en función de si se trata de


un parto asistido en casa o por el contrario, si se trata de un parto
hospitalizado6.
- Diferenciar las emociones de la pareja entre un parto con
complicaciones y un parto desarrollado en condiciones óptimas7.
- Observar qué diferencias existen o cómo afecta una situación u
otra en las emociones de la pareja.

MATERIAL Y MÉTODOS

El proyecto del estudio pretende dar a conocer y comprender que la


investigación tratará las emociones y sentimientos que los hombres
experimentan durante la fase del parto fisiológico8 de sus parejas.

Este estudio pretende llevarse a cabo con el fin de que el personal


sanitario tome conciencia de la importancia que debe prestarse a los
sentimientos y emociones de los hombres en la etapa anteriormente
6
Pese a que se hace referencia a a parto hospitalizado, en todo momento se habla de
parto fisiológico, el cual “comienza de manera espontánea y en el que la mujer genera su
propia oxitocina y contracciones, que resultan adecuadas y suficientes para dilatar y
empujar al bebé por el canal del parto hasta que finalmente sale por la vagina”. A
diferencia del parto quirúrgico o instrumentalizado, que consiste en la intervención
médica del proceso, ya sea por complicaciones o por decisión de la pareja, siendo la
cesárea la opción más solicitada (El parto es nuestro, 2003).

7
Parto desarrollado en condiciones óptimas: Se da a entender este concepto a lo largo
del trabajo como aquel parto fisiológico, llevado a cabo sin complicaciones durante éste,
tanto para la madre como para el bebé.

8
Se hace referencia a parto fisiológico, en lugar de parto mediante cesárea, debido a
que los hospitales españoles tienen sus propias normativas y no todos permiten el
acceso del acompañante durante la intervención de la cesárea.

17
mencionada. Debido a que este tema es muy escaso en el campo de la
enfermería y apenas se presta atención a ello.
Con la ayuda de esta investigación se pretende lograr una ayuda y mejora
de la atención a estas personas que actualmente apenas tienen
relevancia dentro del mundo sanitario.

Por lo tanto la metodología a usar en esta investigación es la metodología


cualitativa, ya que es aquella que produce datos descriptivos como las
propias palabras de las personas, habladas o escritas, y la conducta
observable (Tylor&Bogdan, 2000).

Para la consecución de ello se han de llevar a cabo unos pasos a seguir:

Población de estudio

Para realizar este estudio, muchos considerarían oportuno llevarlo a cabo


para todos los hombres que tuvieran que experimentar una situación
gestacional, sin embargo, hemos considerado más oportuno estudiar el
tema en cuestión en la siguiente población:

Hombres heterosexuales con pareja estable9, en periodo de vivir la


experiencia de la gestación10 y del parto de la misma.

9
Pareja estable: Según el art. 2.2 de STC 93/2013, de 23 de mayo de 2013, se
entenderá que la unión es estable cuando los miembros de la pareja hayan convivido
maritalmente, como mínimo, un periodo ininterrumpido de un año, salvo que tuvieran
descendencia común, en cuyo caso bastará la mera convivencia, o salvo que hayan
expresado su voluntad de constituir una pareja estable en documento público (Pou,
2008).

10
Se entiende a lo largo del trabajo por experiencia del parto aquel conjunto de
emociones, sentimientos, vivencias experimentadas, etc., que sienta la persona durante
el momento del parto y la etapa gestacional.

18
Sin embargo, debido a la extensa población que abarca este grupo, el
estudio pretende realizar dos subgrupos en las que se agrupen parejas
que tengan la vivencia del parto asistido en casa y, por el contrario,
parejas que tengan la vivencia del parto fisiológico hospitalizado. Del
mismo modo, dentro de los mismos subgrupos, se diferenciarán entre
parejas que ya han experimentado anteriormente esta etapa de gestación
y parto, y parejas primerizas en este campo.

Material e instrumentos necesarios

El material necesario para realizar el estudio son:

- Entrevistas11 personalizadas a las parejas heterosexuales12, ya sea


durante el embarazo como en el momento después del parto. En
estas entrevistas se realizaran 3 apartados distintos, uno destinado
a la pareja en conjunto, otro a orientado al hombre y el último
destinado a la mujer. (En el caso de esta entrevista se ha de
recalcar, que el parto desarrollado en condiciones óptimas, y
cuando todo esté tranquilo, realizar las encuestas).

- Entrevistas9 a los profesionales que asisten al parto para tener una


visión más amplia y objetiva de cómo se visualiza al padre durante
el momento del parto, así como también realizar entrevista al
profesional que realiza las clases de preparto y seguimiento del
embarazo para el mismo fin.

11
Las entrevistas que se realizarán serán semiestructuradas.

12
Se realiza en parejas heterosexuales debido a que es en estas personas donde puede
observarse una implicación emocional entre ambos y al comportamiento de la pareja no
sólo previamente a la gestación, sino que también durante ésta, el parto y posterior a
éste.

19
Criterios de inclusión y exclusión

Inclusión:
- Parejas heterosexuales.
- Pareja estable (convivencia superior a 1 año ininterrumpidamente).
- Embarazo deseado.
- Parto desarrollado en condiciones óptimas.
- Parto fisiológico.

Exclusión:
- Parejas homosexuales.
- Parejas que hayan convivido un tiempo menor a 1 año.
- Embarazo no deseado.
- Parto no óptimo.
- Parto instrumentado o quirúrgico.

Limitaciones del estudio

Este proyecto presenta varias limitaciones para su realización, ya que el


estudio se haría sobre una población muy reducida y específica tal como
se comenta en los criterios de inclusión y exclusión. Durante el estudio,
además, pueden presentarse inconvenientes como la negación por parte
de la pareja a continuar con las entrevistas o que la gestación y/o el parto
finalmente no sean óptimos.

Sin embargo, este estudio podría usarse en un futuro en la profesión de


enfermería y para realizar futuros estudios.
En el caso de usarse en enfermería, ésta, podría utilizarlo para realizar
desde guías de práctica clínica, cursillos específicos para hombres que
están viviendola etapa de gestación y en un futuro no muy lejano el
momento del parto, hasta estudios posteriores.

20
CONCLUSIÓN

Se considera que llevar a cabo este estudio, puede ser de gran


importancia y ayuda para los hombres y las mujeres que van a ser futuros
padres. Lo cual es una tarea muy difícil en el campo de él, ya que debido
a la bibliografía recopilada se ha visto que el hombre es una pieza
olvidada a la hora de expresar los sentimientos y emociones que sienten
en el proceso de embarazo y en el parto. No sólo desde el punto de vista
biomédico, sino que también desde el punto de vista de la cultura y
creencias respecto al tema.

Actualmente, este problema ha mejorado a lo largo del tiempo, sin


embargo no es suficiente. Se sabe que los hombres que participan
activamente en las preparaciones preparto y postparto e intentan formar
parte de los primeros momentos de vida de sus hijos mejoran la relación
con éstos, así como con sus parejas, generando una harmonía. Debido a
las aportaciones de autores como Alcáñiz (2012), Aguayo (2011) y Allens
et al (2007), así como asociaciones como El parto es nuestro y FAME, se
evidencia que el hombre tiene una gran importancia e influencia no solo
en el bienestar de la mujer a lo largo del embarazo y del parto, sino que
también sobre el desarrollo familiar del bebé, entre otros, y también el del
propio hombre como padre y persona.

Para finalizar, pese a los estigmas sociales implantados en nuestra


sociedad, en referencia a la gestación que es un momento “exclusivo de
mujeres”, se puede afirmar que la bibliografía revisada no respalda esta
creencia, y que cada día se conocen más los beneficios del
acompañamiento del hombre en esta etapa de la vida. De manera que se
evidencia el hecho de que los hombres también pueden involucrarse en
estos momentos, acompañando a su pareja para solventar juntos sus
temores y dudas. Es por ello, que con la ayuda de este proyecto se
ayudar a conocer la realidad en cuanto a las verdaderas emociones que

21
experimentan estas personas, para poder fomentar en el sistema sanitario
y en el rol de enfermería, la importancia presente en el tema, para así
mejorar la situación actual. De manera que con el tiempo podría
incorporarse cada vez más el papel del hombre en el proceso de
acompañamiento en la gestación y el parto.

AGRADECIMIENTOS

Este proyecto se ha podido llevar a cabo gracias a la ayuda de la Dra.


Serena Brigidi, por su guía, apoyo y colaboración durante todo el
proyecto. A Javier Montes Hidalgo y al Dr. Joaquín Tomás-Sábado, por su
ayuda en la correcta elaboración de la bibliografía. A Eloy Juárez Costas y
a Aziz Akdi, gracias a ambos por su apoyo incondicional, colaboración y
ayuda durante la elaboración de todo el proyecto.

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Cambridge University Press.

ANEXOS

Entrevista a la mujer
- Género: ♂/♀
- Edad:
- Nº de hijos
- Semanas de gestación

Entrevista al padre (durante el embarazo)

- ¿Qué sentimientos y/o emociones experimentó el día en que le


comunicaban el embarazo?
- ¿Considera que el personal sanitario hace partícipe al hombre en el
proceso de gestación? ¿Por qué? ¿Cómo se ha sentido?
- ¿El personal sanitario los hizo participes a ambos? ¿Qué sintió
usted?
- ¿Han asistido como pareja a las clases de preparto? ¿Cómo se ha
sentido?
- En caso de tener más hijos, ¿hace partícipe a éstos en el proceso
del embarazo? ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Cómo se ha sentido usted al
hacerlo?
- ¿Le gustaría poder sentir y vivir las emociones y las sensaciones
que vive su pareja durante el embarazo? ¿De qué manera lo
haría? ¿Qué cree que sentiría?

29
- En caso de que haya experimentado esas sensaciones con el uso
de la nueva tecnología existente ¿qué emociones sintió en aquel
momento?

Entrevista al padre (después del parto)

- ¿Qué sentimientos y/o emociones experimentó desde que su


pareja se puso de parto hasta tener al bebé?
- ¿Considera que el personal sanitario hace partícipe al hombre en el
proceso de gestación y en el parto? ¿Por qué?
- ¿El personal sanitario los hizo participes a ambos? ¿Qué sintió
usted?
- En caso de tener más hijos, ¿hace partícipe a éstos en el proceso
del postparto? ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Cómo se ha sentido usted al
hacerlo?
- ¿Le gustaría poder sentir y vivir las emociones y las sensaciones
que vive su pareja durante el parto? ¿De qué manera lo haría?
¿Qué cree que sentiría?
- En caso de que haya experimentado esas sensaciones con el uso
de la nueva tecnología existente ¿qué emociones sintió en aquel
momento?

Entrevista a la mujer (durante el embarazo)

- ¿Qué sentimientos y/o emociones experimentó el día en que le


comunicaban el embarazo? ¿Estaba junto a su pareja? ¿Cómo vio
a su pareja emocionalmente cuando se lo comunicó?
- ¿Considera que el personal sanitario hace partícipe al hombre en el
proceso de gestación? ¿Por qué?
- ¿El personal sanitario los hizo participes a ambos? ¿Qué sintió
usted? ¿Cómo lo vivió su pareja?

30
- ¿Han asistido como pareja a las clases de preparto? ¿Cómo se ha
sentido?
- En caso de tener más hijos, ¿hace partícipe a éstos en el proceso
del embarazo? ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Cómo se ha sentido usted al
hacerlo? ¿Cómo observó a su pareja?

Entrevista a la mujer (después del parto)

- ¿Qué sentimientos y/o emociones experimentó desde que se puso


de parto hasta tener al bebé?
- ¿Su pareja la ha apoyado y acompañado en todo momento?
¿Cómo la ha hecho sentir a usted su apoyo y compañía?
- ¿Considera que el personal sanitario hace partícipe al hombre en el
proceso del parto? ¿Por qué?
- ¿El personal sanitario los hizo participes a ambos? ¿Qué sintió
usted? ¿Pudo fijarse en cómo estaba su pareja? ¿Podría
explicarlo?
- En caso de tener más hijos, ¿hace partícipe a éstos en el proceso
del postparto? ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Cómo se ha sentido usted al
hacerlo?
- ¿Cómo se ha sentido durante el postparto? ¿Cómo ha visto a su
pareja al respecto? ¿Se ha sentido acompañada por éste?
Explique como la hizo sentir.

Entrevista a profesionales de sanidad (durante embarazo)

- ¿Considera importante la participación del padre en el proceso


gestacional? ¿Por qué? ¿El personal sanitario se implica para
fomentar esa participación? ¿Cómo?
- ¿Considera que existe dificultad a la hora de incorporar al padre en
el proceso del embarazo? ¿Por qué?

31
- ¿Se tiene en cuenta a los padres en el momento de la
gestación?¿Cómo ayudaría en la participación de los padres como
profesional?
- ¿Cómo ha observado al padre durante la sesión informativa?
(Durante las sesiones/visitas/clases de la gestación)
- ¿Cree que muestra interés por aprender, por dar apoyo emocional
a la pareja e implicarse en el proceso?
- ¿Cree que ha ayudado y apoyado en todo el proceso a su pareja?
¿Cree que la mujer se ha sentido arropada por la implicación de su
pareja?

Entrevista a profesionales de sanidad (después del parto)

- ¿Considera importante la participación del padre en el momento del


parto? ¿Por qué? ¿El personal sanitario se implica para fomentar
esa participación? ¿Cómo?
- ¿Considera que existe dificultad a la hora de incorporar al padre en
el parto? ¿Por qué?
- ¿Se tiene en cuenta a los padres en el momento del parto?¿Cómo
ayudaría en la participación de los padres como profesional?
- ¿Cómo ha observado al padre durante este momento? (nervioso,
tranquilo, ha sabido dirigir la situación junto a su pareja…)
- ¿Cree que muestra interés por aprender, por dar apoyo emocional
a la pareja e implicarse en el proceso?
- ¿cómo observa al padre durante el postparto? ¿Se implica en el
cuidado del bebé? ¿Cómo lo observa emocionalmente?
- ¿Cree que ha ayudado y apoyado en todo el proceso a su pareja?
¿Cree que la mujer se ha sentido arropada por la implicación de su
pareja?

32
Mini diario personal de una mujer embarazada

Recuerdo el día en el que me dieron la noticia de que voy a

ser mamá, realmente es una sensación increíble, de repente

empecé a sentir emociones varias, una mezcla de alegría y de

incertidumbre a la vez, sentía que era la mejor noticia que

una mujer se podía esperar en la vida, eso sí, si su deseo es ser

mamá. Empecé a imaginarme con el rol de madre, pero no

me lo podía creer. Muchas veces me imaginé con un bebé en

brazos, e incluso llegue a ponerme almohadas debajo de la

camiseta para hacer un poco de teatro.

Dentro de tanta felicidad, de repente empecé a sentir miedo,

sé que deseo este bebé con todas mis fuerzas y que será lo

mejor que me pase en la vida, pero las circunstancias actuales

que estaba y estoy viviendo no eran las mejores para estar

embarazada, pero a pesar de ello la alegría podía vencer al

miedo.

Ese mismo día, por la tarde al salir del trabajo le di la noticia

a mi marido, me impresionó la respuesta, fue como si no se lo

acabara de creer, inclusive le enseñe la prueba de embarazo,

pero su alegría era diferente que la mía. Pasadas unas horas

me comentó que la idea de ser padre le hacía mucha ilusión,

le daba las gracias a dios por darnos esa posibilidad de tener

un hijo, pero que hay que estar seguros de que realmente este

embarazada, él empezó a creer en el embarazo en la primera

visita con la matrona, donde me dieron el libro del embarazo

y nos explicaron todo el seguimiento a realizar durante el

mismo.

33
Los primeros meses, estaba muy cansada, tenía

constantemente sueño, y pereza, y mucha tristeza, realmente

no paraba de llorar, todas las noches empezaba a llorar sin

tener motivo alguno, pero entendí que es por causa de los

cambios físicos y hormonales que padece el cuerpo. Mi marido

se ponía nervioso, no sabía cómo actuar, en cada momento

me preguntaba que si necesitaba algo, para él era como una

muñeca de porcelana que se tenía que cuidar para que no le

pase nada malo. Él sentía que su papel principal era

cuidarme y protegerme, siempre me decía la misma frase “yo

no puedo hacer nada más, solo cuidarte, porque esto le toca a

la mujer” así que me intentaba animar de la mejor manera

posible.

En el segundo trimestre, ya empecé a tener barriga, y las

náuseas y vómitos han ido disminuyendo, pero la depresión y

la baja autoestima iba creciendo, me miraba en el espejo y no

me gustaba, me sentía fea, ya no tenía ganas de maquillarme

como antes ni de ponerme bonita pensaba “total estoy como

una foca” .

Es curioso pero desde los primeros meses, he tenido ganas de

estar con mi madre, sentía que es la única persona que me

comprende, y a su lado estoy protegida, siento la tranquilidad

que en otros lugares era incapaz de sentir.

La mayoría de los hombres tiene la dificultad de tratar con

las mujeres embarazadas, podría ser cultural, al menos en

34
marruecos tienen una perspectiva diferente, pero no es

porque no quieran tratarlas, realmente creo que es por miedo,

se sienten inútiles en este aspecto. Mi marido será papá

dentro de poco y aún no sabe cómo ha de actuar.

Actualmente estoy en el tercer trimestre, ya tengo más

barriga, mis ganas de ver a mi hijo crecen cada día más, pero

hay un nuevo sentimiento que está creciendo dentro de mí; el

miedo al parto, ¿cómo será? ¿Cuándo? por mi mente pasa

muchas preguntas pero las respuestas se sabrán a su tiempo,

no soy la única, mi pareja está peor, pero no quiere

demostrarlo, se hace el duro, “la naturaleza de los hombres”.

Ahora sí que hablamos de nuestro hijo, nos preguntamos cómo

será, estamos pensando en el nombre, preparando la ropita y

la habitación. siento que se está haciendo más real, que

pronto estará junto a nosotros pero no dejo de tener miedo

ante cualquier complicación que pueda suceder a lo largo de

este mes o en el embarazo, es un miedo que no nos deja

formar del todo estos sueños, como si quisiéramos evitar el

sufrimiento en caso de que pasara algo malo.

Me gustaría centrarme en disfrutar de lo que me queda de

embarazo juntos, hacer partícipe a mi pareja en todo lo que

se refiere al bebé, cambiar la perspectiva de que los hombre

solo sirven para trabajar y traer dinero a casa, quiero que

desde el primer momento, él participe en el cuidado del niño,

35
que le cambie los pañales, que lo coja en brazos para que se

duerma, que se desvele por las noches para darle el biberón.

Todos los hombres son capaces de cuidar a sus hijos de la

mejor manera, creo que las mujeres tenemos un gran papel en

ello para que de esta manera vaya cambiando poco a poco en

la sociedad actual.

RahmaAjribach

6 de mayo de 2014, en Terrassa (Barcelona)

36

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