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SECCIÓN DE REVISIÓN DE SENTENCIAS

EXPEDIENTE: 1500335-02.2021.0.00.0001
R A D I C A D O : 2021-1315-958

SENTENCIA SRT-ST-056/2021
Aprobado en Acta No. 001 de abril de 2021
Bogotá D.C., cinco (05) de abril de dos mil veintiuno (2021).

Radicación 1500335-02.2021.0.00.0001
2021-1315-958
Asunto Sentencia de tutela presentada por DIONEIDER MINA MINA
contra la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas.
Fecha de reparto 15 de marzo de 2021.

La Subsección Cuarta de la Sección de Revisión del Tribunal para la Paz,


en cumplimiento de sus atribuciones constitucionales, profiere la siguiente

SENTENCIA

I. ASUNTO POR RESOLVER

1. Se decide la acción de tutela presentada, en nombre propio, por el


señor DIONEIDER MINA MINA contra la Sala de Definición de Situaciones
Jurídicas (SDSJ) de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), por la presunta
vulneración de sus derechos fundamentales de petición, debido proceso y
acceso a la administración de justicia1.

II. ACCIONANTE

2. Se trata del señor DIONEIDER MINA MINA, identificado con


cédula de ciudadanía número 76’141.228.

III. ENTIDADES ACCIONADAS Y VINCULADAS

3. Teniendo en cuenta que la acción de tutela fue formulada contra la


SDSJ, en auto de 16 de marzo de 2021 se dispuso correrle traslado de ésta2. En la
1
Expediente Legali, fl. 2.
2
Expediente Legali, fls. 14-18.

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misma providencia, en virtud del principio de oficiosidad y con el fin de


establecer la veracidad de los hechos, se integró el contradictorio y se ordenó
vincular a la actuación a la Secretaría Judicial de dicha Sala de Justicia, a la
Secretaría General Judicial (SEJUD) y a la Secretaría Ejecutiva de esta
Jurisdicción (SEJEP), así como a la Policía Nacional- Dirección de Investigación
Criminal e INTERPOL y a la Procuraduría General de la Nación (PGN), en
tanto que podían tener conocimiento específico sobre el requerimiento
formulado por el señor MINA MINA.

IV. FUNDAMENTOS DE LA ACCIÓN DE TUTELA

4.1. Hechos

4. El señor MINA MINA interpuso la acción de tutela con base en los


siguientes hechos3:

5. Señaló que el 3 de febrero de 2020 presentó, a través de su


apoderado judicial, una petición ante la SDSJ “(…) para que se levanten o
suspendan mis antecedentes penales y disciplinarios, sanciones e inhabilidades, dado
que me encuentra sometido a la JEP, con el beneficio de LTCA (sic)”4.

6. Indicó, además, que el 18 de febrero de 2021 reiteró la misma


solicitud. A pesar de lo anterior, la Sala de Justicia no ha brindado respuesta
alguna sobre tal requerimiento.

4.2. Pretensión

7. Por lo anterior, el señor DIONEIDER MINA MINA pide que sean


tutelados sus derechos fundamentales5 y, en consecuencia, se le ordene a la
SDSJ “(…) que en el término máximo de (48) Cuarenta y Ocho Horas (…) proceda a
resolver de fondo el Derecho de Petición para que se ORDENE levantar o suspender
mis antecedentes penales y disciplinarios, sanciones e inhabilidades, dado que me
encuentra sometido a la JEP, con el beneficio de LTCA (sic)”6.

3
Expediente Legali, fls. 2-3.
4
Expediente Legali, fl. 2.
5
Expediente Legali, fl. 2.
6
Expediente Legali, fls. 5-6.

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8. De igual manera, solicitó que: “(…) se ORDENE oficiar a todos los


funcionarios competentes para que se actualice la base de datos de ANTECEDENTES,
anotaciones o suspensión de derechos civiles, en especial la Procuraduría General de la
Nación, la Registraduría Nacional del Estado Civil y la DIJIN E INTERPOL, entre
otras (sic)”7.

V. TRÁMITE DE LA ACCIÓN CONSTITUCIONAL

9. El escrito de tutela fue recibido por esta Jurisdicción, mediante


correo electrónico, el 10 de marzo de 2021 8, y repartido a este Despacho
sustanciador el 15 de ese mismo mes y año9.

10. Como consecuencia de lo anterior, en auto de 16 de marzo del año


en curso se avocó conocimiento del presente amparo, se vinculó al trámite a los
diferentes órganos de la Jurisdicción (véase, supra, párr. 3) y se les corrió
traslado, junto a los accionados, para que informaran lo pertinente10.

11. Sin embargo, no se recibieron respuestas por parte de la PGN y de


la Policía Nacional- Dirección de Investigación Criminal e INTERPOL.

12. En consecuencia, mediante auto de 24 de marzo de 2021, se reiteró


el requerimiento previamente formulado, solicitando además, información
sobre el cumplimiento de lo ordenado en el ordinal tercero de la Resolución
No. 1299 de 17 de marzo del año en curso, proferida por la SDSJ.

13. El Órgano de Gobierno de la JEP, mediante Acuerdo No. 010 de 26


de marzo de 2021, suspendió los términos judiciales durante los días 29, 30 y 31
de marzo del año en curso.

VI. RESPUESTA DE LAS AUTORIDADES Y ÓRGANOS REQUERIDOS

14. Dentro del trámite de la acción constitucional se recibieron las


siguientes respuestas:

7
Expediente Legali, fl. 6.
8
Correo electrónico recibido en info@jep.gov.co, e identificado con radicado No. 202101011523. Expediente Legali,
fl. 1.
9
Informe Secretarial 00421, Secretaría Judicial de la Sección de Revisión. Expediente Legali, fl. 12.
10
Expediente Legali, fls. 14-18.

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6.1. Secretaría General Judicial de la JEP (SEJUD)

15. Mediante oficio de 17 de marzo de 2021 11 informó que, una vez


consultado el Sistema de Gestión Documental- CONTI y el Sistema de Gestión
Judicial-LEGALI, logró identificar tres solicitudes de suspensión de
antecedentes disciplinarios y penales, presentadas por el señor DIONEIDER
MINA MINA y su apoderado judicial el 3 y 18 de febrero, así como el 30 de
marzo de 2020, asignadas a la Secretaría Judicial de la SDSJ el 4 de febrero y el
10 de julio de ese mismo año, e integradas al Sistema de Gestión Judicial-
LEGALI en el expediente judicial del compareciente12.

16. Aseveró que la SDSJ: “(…) se encuentra conociendo los asuntos del
señor Mina Mina (…) por lo que ninguna solicitud del accionante pesa sobre la SGJ,
máxime cuando corresponde a un trámite de carácter judicial que requiere el
pronunciamiento de la Magistratura en ejercicio de sus funciones Jurisdiccionales
(sic)”13.

17. En consecuencia, concluyó que no ha vulnerado derecho


fundamental alguno en tanto no tiene en su conocimiento solicitudes
pendientes de trámite, solicitando su desvinculación de esta acción de tutela.

6.2. Secretaría Ejecutiva de la JEP (SEJEP)

18. Mediante oficio de 17 de marzo del año en curso 14, indicó que:
“(…) las solicitudes de levantamiento o suspensión de antecedentes penales y
disciplinarios, sanciones e inhabilidades presentadas el 3 de febrero de 2020 y el 18 de
febrero de 2021 por el señor DIONEIDER MINA MINA, no hicieron tránsito por la
Secretaría Ejecutiva, por no ser de su competencia”15.

19. Como consecuencia de todo lo anterior, concluyó que no ha


vulnerado los derechos fundamentales del actor por cuanto no existe relación
de causalidad entre la presunta transgresión de aquellos invocados en el escrito

11
Oficio No. OSJ-T-029/2020, identificado con radicado CONTI No. 202103004089. Expediente Legali, fls. 34-36.
12
Específicamente, en el expediente LEGALI No. 0001888-95.2020.0.00.0001.
13
Expediente Legali, fl. 346.
14
Identificado con radicado CONTI No. 202103004081. Expediente Legali, fls. 131-134.
15
Expediente Legali, fl. 134.

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de tutela y las actuaciones u omisiones de la JEP, de manera que solicitó su


desvinculación del presente trámite constitucional.

6.3. Sala de Definición de Situaciones Jurídicas (SDSJ)

20. Mediante oficio de 18 de marzo de 2021 16 indicó que, mediante


resolución de 17 de marzo del año en curso, se dispuso aceptar el sometimiento
a la JEP, por competencia prevalente, al señor DIONEIDER MINA MINA 17.
Señaló que en la misma decisión judicial se habilitó al actor “(…) para ser
empleado público, trabajador oficial o contratista del Estado, con las restricciones de
Ley, entre otras diposiciones (sic)” 18.

21. Precisó que, a fin de resolver las peticiones presentadas por el


accionante, procedió a dar respuesta mediante oficio del 17 de marzo del año en
curso19.

22. Concluyó que no hubo vulneración alguna de los derechos


fundamentales del accionante, en tanto “(…) se han superado los hechos que dieron
lugar a la acción de tutela impetrada por el señor DIONEIDER MINA MINA”20. En
consecuencia, solicitó ser desvinculada del presente asunto.

6.4. Secretaría Judicial de la Sala de Definición de Situaciones


Jurídicas

23. Mediante oficio de 18 de marzo de 2021 21 indicó que, una vez


consultado los Sistemas CONTI y LEGALI, logró identificar tres solicitudes de
suspensión de antecedentes disciplinarios y penales, presentada por el señor
DIONEIDER MINA MINA y su apoderado judicial, el 2 de febrero y el 30 de
marzo de 2020, así como el 18 de febrero de 2021.

16
Oficio identificado con radicado CONTI No. 202103004112. Expediente Legali, fls. 37-41.
17
Resolución No. 1299 de 17 de marzo de 2021.
18
Expediente Legali, fl. 38.
19
Oficio de 18 de marzo de 2021, identificado con radicado CONTI No. 202102003075.
20
Expediente Legali, fl. 41.
21
Oficio No. SDSJ-5383, de 18 de marzo de 2021. Expediente Legali, fls. 127-130.

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24. Señaló que, mediante resolución de 17 de marzo del año en curso 22,
la SDSJ aceptó el sometimiento del accionante a la JEP. Señaló que con dicha
decisión judicial el compareciente “(…) queda habilitado para ser empleado público,
trabajador oficial o contratista del Estado, con las restricciones para desempeñar
cualquier función o labor en organismo de seguridad privado o público, en defensa del
Estado Rama Judicial y órganos de control”23.

25. Precisó que dicha providencia fue notificada al correo electrónico


del compareciente y de su apoderado judicial el día siguiente, así como a las
demás partes, intervinientes e interesados.

26. En consecuencia, concluyó que no ha vulnerado los derechos


fundamentales que reclama el señor MINA MINA “(…) en tanto ha cumplido con
lo de su competencia oportunamente, particularmente con el acto de notificación y
comunicación ordenadas por la magistratura”24.

6.5. Policía Nacional - Dirección de Investigación Criminal e


INTERPOL

27. Mediante oficio de 25 de marzo de 2021 25, indicó que el 18 de


marzo del año en curso se le comunicó la Resolución No. 1299 de la SDSJ,
motivo por el cual procedió con la actualización de los antecedentes penales
registrados en sus bases de datos respecto del accionante26.

28. Como consecuencia de lo anterior solicitó se declare “(…) como


improcedente por carencia de objeto por hecho superado” el presente trámite
constitucional toda vez que se llevó a cabo la actualización en el Sistema
Operativo de Antecedentes (SIOPER).

6.6. Procuraduría General de la Nación

22
Resolución No. 1299 de 17 de marzo de 2021.
23
Expediente Legali, fl. 129.
24
Expediente Legali, fl. 129.
25
Oficio No. S-2021/DIJIN-ASJUD-1.5, de 25 de marzo de 2021, identificado con radicado CONTI No.
202101014373. Expediente Legali, fls. 148-155.
26
De esta manera, se cancelaron dos medidas de aseguramiento en su contra y se actualizó la autoridad que conoce
la sentencia condenatoria vigente que el actor tiene en su contra. Expediente Legali, fls. 151-152.

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29. La PGN no dio respuesta durante el trámite procesal27.

VII. PRUEBAS ALLEGADAS A LA ACTUACIÓN

30. Durante esta actuación constitucional tanto el accionante como los


órganos accionados y vinculados allegaron (en copia simple) los siguientes
elementos de prueba relevantes al caso sub examine:

- Solicitud de sometimiento a la JEP, presentada por el apoderado judicial


del señor DIONEIDER MINA MINA el 16 de octubre de 201928.
- Solicitudes de suspensión de antecedentes disciplinarios y penales,
presentadas por el señor DIONEIDER MINA MINA y su apoderado
judicial el 2 de febrero29 y el 30 de marzo de 2020, así como el 18 de
febrero de 202130.
- Resolución No. 1299 de 17 de marzo de 2021 de la SDSJ 31, con sus
respectivas notificaciones32.
- Oficio de 18 de marzo de 2021 de la SDSJ 33, con su respectiva notificación
al apoderado judicial34.

VIII. CONSIDERACIONES

8.1. Competencia para conocer de la acción de tutela

31. De acuerdo con lo establecido por el artículo transitorio 8º del


artículo 1º del Acto Legislativo 01 de 2017, la Sección de Revisión del Tribunal
para la Paz cuenta con una competencia limitada para conocer del trámite de
acciones de tutela35, en tanto que es competente para pronunciarse respecto de:
27
Secretaría Judicial de la Sección de Revisión, Informes Secretariales No. 0455 y 0468, del 19 y 24 de marzo de
2021. Expediente Legali, fls. 136, 146.
28
Expediente Legali, fls. 80-82.
29
Expediente Legali, fls. 87-88.
30
Expediente Legali, fls. 67-68.
31
Expediente Legali, fls. 42-61; 95-114.
32
Respecto al accionante, confróntese, Expediente Legali, fls. 89-90; 115 (Oficio SDSJ 5452-2021). Respecto al
apoderado judicial del actor, Expediente Legali, fls. 91-92; 119 (Oficio SDSJ 5459-2021). Respecto a la Procuraduría
General de la Nación, confróntese, Expediente Legali, fls. 93-94, 116 (Oficio SDSJ-5449-2021).
33
Expediente Legali, fl. 62.
34
Expediente Legali, fls. 63.
35
Cfr. JEP, Tribunal para la Paz. Sección de Revisión, Sentencias SRT-ST-252/2018 del 31 de diciembre de 2018; SRT-
ST-248/2018 del 28 de diciembre de 2018; SRT-ST-221/2018 del 6 de diciembre de 2018; SRT-ST-215/2018 del 3 de
diciembre de 2018; SRT-ST-184/2018 del 7 de noviembre de 2018.

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(i) acciones u omisiones de alguno de los órganos de la JEP que, presuntamente,


vulneren o amenacen los derechos fundamentales del accionante36; y, (ii) contra
las providencias judiciales que profiera la JEP por una manifiesta vía de hecho,
o cuando la afectación del derecho fundamental sea consecuencia directa por
deducirse de su parte resolutiva y se hubieran agotado todos los recursos al
interior de la jurisdicción para la protección del derecho vulnerado o
amenazado37.

32. De la misma manera, la Corte Constitucional ha aseverado que, en


atención al factor subjetivo de competencia, la Constitución habilita a los jueces y a
la JEP a analizar el escrito de tutela con el objetivo de verificar que éste se dirige
de manera inequívoca en contra de uno de los órganos que componen esta
jurisdicción especial o de providencias judiciales que ella misma profiera 38. Por
ello, cuando sea la propia JEP la que reciba la acción de tutela, no podrá acudir
a argumentos que desborden las reglas establecidas en el artículo transitorio 8°
del artículo 1° ejusdem teniendo, de contera, la obligación de declarar falta de
competencia sólo cuando advierta de manera inequívoca que el amparo no se
dirige contra una acción u omisión de los órganos de la JEP o de sus propias
providencias39.

33. Ahora bien, en el caso sub examine, de los hechos expuestos en la


tutela se advierte, de manera inequívoca, que la Sección de Revisión es
competente para su conocimiento por cuanto en el escrito de tutela se afirma
que las solicitudes presentadas por el señor DIONEIDER MINA MINA ante la
JEP, el 2 de febrero y el 30 de marzo de 2020, así como el 18 de febrero de 2021,
aún no han sido contestadas.

34. Sin embargo, también es cierto que en el presente trámite


constitucional se encuentran accionadas diferentes autoridades ajenas a esta
Jurisdicción (véase, supra, párr. 3), razón por la cual debe analizarse si frente a
ellas se verifica el fuero de atracción o factor de conexidad necesario para poder

36
JEP, Tribunal para la Paz. Sección de Revisión, Sentencia SRT-ST-084/2018 de 10 de agosto de 2018.
37
Cfr. JEP, Tribunal para la Paz, Sección de Revisión, Sentencia SRT-ST-134/2018 de 24 de septiembre de 2018. En el
mismo sentido, Corte Constitucional, Auto A-644 de 3 de octubre de 2018.
38
Corte Constitucional, Auto A-644 de 3 de octubre de 2018. En el mismo sentido, Autos A-400 del 27 de junio de
2018; A-731 del 14 de noviembre de 2018.
39
Corte Constitucional, Auto A-644 de 3 de octubre de 2018. así como los Autos A-400 del 27 de junio de 2018; A-
731 del 14 de noviembre de 2018; A-239 de 15 de mayo de 2019 y A-325 de 19 de junio de 2019.

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conocer las presuntas vulneraciones cometidas por éstas, relatadas por el


accionante en el escrito de tutela.

35. Al respecto, la Sección de Revisión ha considerado oportuno


asumir el conocimiento de acciones de tutela cuando éstas, además de un
órgano de la JEP, se dirijan contra otras autoridades “(...) en los eventos en los que
se advierta que sus intervenciones o eventuales omisiones guardan conexidad con el
órgano o dependencia de esta Jurisdicción accionada y los hechos consignados en la
demanda de tutela” (Subrayado fuera del texto original)40.

36. En este punto, la Corte Constitucional ha precisado que la


competencia limitada de la Sección de Revisión respecto de acciones de tutela
“(…) no puede entenderse, al mismo tiempo, como una prohibición de conocer las
pretensiones dirigidas en contra de otras autoridades o entidades cuando guardan
algún tipo de relación con aquellas formuladas contra la JEP”41. Así las cosas, cuando
se advierte dicha relación respecto de entidades ajenas a esta Jurisdicción, la
escisión del trámite infringe los principios de economía, prevalencia del
derecho sustancial, celeridad y eficacia que rigen, precisamente, las acciones de
tutela, situación excepcional que solamente puede darse cuando “(…) las
pretensiones en contra de los otros sujetos accionados carezcan de absoluta relación con
aquella que se formula respecto de las autoridades de la Jurisdicción Especial para la
Paz”42.

37. En ese orden, se advierte que de los hechos descritos por el señor
DIONEIDER MINA MINA en el escrito de tutela se revela algún tipo de
relación con los asuntos propios de esta Jurisdicción respecto de la PGN y de la
Policía Nacional- Dirección de Investigación Criminal e INTERPOL, en
particular su intervención dentro del trámite impartido a la solicitud de
suspensión y actualización de los antecedentes penales y disciplinarios del
accionante.

38. En consecuencia, la Subsección encuentra verificado


favorablemente el fuero de atracción o factor de conexidad que permite,
40
Cfr. JEP, Tribunal para la Paz, Sección de Revisión, Sentencia SRT-ST-024/2018 de 8 de mayo de 2018. En el
mismo sentido, Sentencias SRT-ST-155/2019 de 15 de mayo de 2019; SRT-ST-130/2019 de 22 de abril de 2019; SRT-
ST-109/2019 de 28 de marzo de 2019.
41
Corte Constitucional, Auto A-079 de 20 de 2019. Reiterado en los Autos A-166 de 3 de 2019 y A-239 de 2019.
42
Corte Constitucional, Auto A-079 de 20 de 2019.

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excepcionalmente, extender el ámbito de competencia del juez constitucional a


autoridades ajenas a la JEP.

8.2. Análisis de procedibilidad de la acción de tutela

39. Con el fin de estudiar el fondo del asunto planteado por el


accionante deben agotarse algunas cuestiones previas. En relación con la
legitimación en la causa por vía activa43, debe recordarse que: “[t]oda persona
tendrá acción de tutela para reclamar ante los jueces en todo momento y lugar,
mediante un procedimiento preferente y sumario, por sí misma o por quien actúe en su
nombre (…)”44 (Subrayado fuera del texto original), con lo cual es el titular de
los derechos presuntamente vulnerados quien debe interponer la tutela (incluso
a través de un representante).

40. En el caso bajo examen se encuentra satisfecha la legitimación en la


causa por activa, por cuanto el accionante solicita, a nombre propio, el amparo
de sus derechos fundamentales.

8.3. Presentación del caso y descripción del problema jurídico

41. Con fundamento en los hechos narrados en el escrito de tutela y las


respuestas brindadas en el término de traslado, esta Subsección pudo establecer
que el señor DIONEIDER MINA MINA ha presentado a la JEP (por intermedio
de su apoderado judicial) un total de tres solicitudes, relacionadas con la
suspensión de sus antecedentes penales y disciplinarios, los días 2 de febrero45
y 30 de marzo de 2020, así como el 18 de febrero de 202146.

43
Estudio que constituye requisito de procedibilidad en relación con una acción de tutela. Cfr. Corte
Constitucional, Sentencia SU-173 de 2015. En el mismo sentido, y “(…) no obstante la informalidad que se predica
de la acción de tutela, la misma debe cumplir con unos requisitos mínimos de procedibilidad, dentro de ellos se
encuentra el de legitimación por activa o titularidad para promoverla” (Subrayado fuera del texto original), Corte
Constitucional, Sentencia T-623 de 16 de junio de 2005. En el mismo sentido, JEP, Tribunal para la Paz, Sección de
Revisión, Sentencias SRT-ST-168/2018 del 23 de octubre de 2018; SRT-ST-025/2018 de 8 de mayo de 2018.
44
Precisión que también se deduce del artículo 10 del Decreto 2591 de 1991, al afirmar que “[l]a acción de tutela
podrá ser ejercida, en todo momento y lugar, por cualquiera persona vulnerada o amenazada en uno de sus
derechos fundamentales, quien actuará por sí misma o a través de representante” (Negrilla fuera del texto
original). Cfr. JEP, Tribunal para la Paz, Sección de Revisión, Sentencia SRT-ST-168/2018 del 23 de octubre de 2018.
45
Expediente Legali, fls. 87-88.
46
Expediente Legali, fls. 67-68.

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42. Ante la presunta falta de respuesta por parte de la SDSJ, el


tutelante solicitó el amparo de sus derechos fundamentales de petición, debido
proceso y acceso a la administración de justicia. Sin embargo, y en atención a
las amplias facultades oficiosas del juez constitucional para interpretar la
demanda47, se evidencia que el derecho fundamental al habeas data también
puede verse comprometido por la actuación de la Jurisdicción y de las
autoridades ajenas a ésta última, razón por la cual lo incluirá en el análisis de
fondo, toda vez que el actor cuestiona que, a la fecha, no se ha procedido a la
suspensión o cancelación de anotaciones penales y disciplinarias, lo cual
guarda relación con el respeto al buen nombre de la persona en relación con la
información que de ella obre en bases de datos públicas o privadas.

43. En atención a las pretensiones incoadas por el señor MINA MINA


en el presente trámite constitucional (véase, supra, párr. 7), corresponde a la
Subsección resolver el siguiente problema jurídico: ¿la presunta ausencia de
una respuesta de fondo a las peticiones presentadas por el accionante ante la
SDSJ, relacionadas con la suspensión de sus antecedentes penales y
disciplinarios, constituye una omisión que amenaza o vulnera sus derechos
fundamentales de petición, debido proceso, acceso a la administración de
justicia y habeas data?

44. Dado que en el presente trámite la Subsección fue informada por


parte de la SDSJ, su Secretaría Judicial y la Policía Nacional que, mediante
Resolución No. 1299 de 17 de marzo de 2021 dicha Sala de Justicia resolvió el
requerimiento formulado por el señor DIONEIDER MINA MINA, a
continuación se abordará, como cuestión previa, el concepto de carencia actual
de objeto por hecho superado.

45. Sólo en el evento de que la Subsección encuentre que los hechos


que motivan el presente amparo, y en los cuales se fundamenta la supuesta
vulneración de los derechos del accionante, persisten (al no estructurarse una
carencia actual de objeto) se desarrollarán los siguientes temas: (i) las
diferencias entre el derecho de petición y una solicitud en el marco de un
proceso judicial (a efectos de identificar la naturaleza de la petición que ocupa

47
“(…) el juez de tutela no está supeditado a las formalidades que se exigen en otras jurisdicciones, y en esta
medida está dentro de sus facultades la interpretación extensiva que realice acerca de la demanda.”. Corte
Constitucional. Sentencia T-484 de 2011.

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el caso sub examine); (ii) el derecho al debido proceso, analizado en conjunto con
las nociones del plazo razonable y la mora judicial y el derecho de acceso a la
administración de justicia; y, (iii) el derecho fundamental de habeas data.

8.4. Cuestión previa: carencia actual de objeto por hecho superado

46. El artículo 86 de la Constitución establece que la acción de tutela


tiene por objeto la protección oportuna de los derechos fundamentales,
vulnerados o amenazados por la acción u omisión de cualquier autoridad
pública o de un particular. De acuerdo con esta norma, la protección judicial se
materializa en una orden de inmediato cumplimiento cuyo propósito es evitar,
hacer cesar o, eventualmente, reparar la vulneración. Por tanto, la entidad o el
particular accionado tienen la obligación de efectuar cierta conducta que
dependerá del caso que se trate y de las consideraciones del juez constitucional.

47. La Corte Constitucional ha precisado que la acción de tutela 48, en


principio, “(…) pierde su razón de ser cuando durante el trámite del proceso, la
situación que genera la amenaza o vulneración de los derechos fundamentales
invocados es superada o finalmente produce el daño que se pretendía evitar con la
solicitud de amparo”49. En tales eventos, la tutela no es un mecanismo judicial
adecuado, pues ante la ausencia de supuestos fácticos, la decisión que pudiese
tomar el juez en el caso concreto para resolver la pretensión se convertiría en
ineficaz50.

48. En efecto, si el amparo constitucional busca ordenar a una


autoridad pública o un particular que actúe o deje de hacerlo, y “(…)
previamente al pronunciamiento del juez de tutela, sucede lo requerido, es claro que se
está frente a un hecho superado, porque desaparece la vulneración o amenaza de los
derechos fundamentales”51. Es decir, ya no habría causa que pueda ser corregida
por el juez de tutela y, por tanto, la orden a impartir no tendría efecto alguno o
“(…) caería en el vacío”52.

48
Corte Constitucional, Sentencia T-970 de 2014.
49
Ibidem.
50
Al respecto, se pueden consultar, entre muchas otras, las Sentencias T-653 de 2013, T-856 de 2012, T-622 de 2010 y
T-634 de 2009.
51
Corte Constitucional, Sentencia SU-540 de 2007.
52
Corte Constitucional, Sentencia T-235 de 2012.

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49. La jurisprudencia constitucional ha establecido que la carencia


actual de objeto, por regla general, se presenta en aquellos casos en que tiene
lugar un daño consumado, un hecho superado o el acaecimiento de una
situación sobreviniente.

50. El hecho superado se estructura cuando lo pretendido a través de


la acción de tutela se satisface, desapareciendo la vulneración o la amenaza de
los derechos fundamentales invocados por el accionante 53, de manera que la
decisión que pudiese adoptar el juez respecto del caso concreto resultaría
inocua y, por lo tanto, contraria al objetivo de protección previsto para el
mecanismo de amparo54. Para la Corte, “(…) al desaparecer el hecho o los hechos
que presuntamente amenazan o vulneran los derechos del ciudadano, carece de
sentido que dicho juez profiera órdenes que no conducen a la protección de los derechos
de las personas” (Negrilla fuera del texto original)55.

51. La Corte Constitucional estableció los siguientes criterios para


determinar si, en un caso concreto, se está o no en presencia de un hecho
superado, a saber56:

1. Que con anterioridad a la interposición de la acción exista un hecho o


se carezca de una determinada prestación que viole o amenace violar
un derecho fundamental del accionante o de aquél en cuyo favor se
actúa.

2. Que durante el trámite de la acción de tutela el hecho que dio origen


a la acción que generó la vulneración o amenaza haya cesado.

3. Si lo que se pretende por medio de la acción de tutela es el suministro


de una prestación y, dentro del trámite de dicha acción se satisface ésta,
también se puede considerar que existe un hecho superado (Negrilla
fuera del texto original).

52. En ese orden, para establecer si se configura un supuesto de


carencia actual de objeto por hecho superado, “(…) es necesario determinar el
nivel de satisfacción de los derechos fundamentales cuya protección se solicita en la

53
Corte Constitucional, Sentencia T-047 de 2019: “Para la Corte, el hecho superado se presenta cuando la amenaza
o vulneración del derecho cesa”.
54
Corte Constitucional, Sentencia T-678 de 2011.
55
Corte Constitucional, Sentencia T-070 de 2018.
56
Corte Constitucional, Sentencia T-076 de 2019 reiterando la sentencia T-045 de 2008.

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demanda de tutela, con miras a establecer si cesaron los hechos perturbadores, o si las
pretensiones de la acción fueron satisfechas durante el trámite judicial”
(Negrilla fuera del texto original)57.
53. Al estructurarse un hecho superado, la Corte Constitucional ha
considerado que: “(…) no es perentorio incluir en el fallo un análisis sobre la
vulneración de los derechos fundamentales cuya protección se demanda”58, evitando
“(…) desgastes innecesarios en la actividad judicial”59. En la reciente sentencia de
unificación SU-522 de 2019, la Sala Plena de dicha Corporación sistematizó la
jurisprudencia respecto a los deberes que se desprenden para el juez de tutela
en los escenarios de carencia actual de objeto, señalando las siguientes
subreglas:

(i) En los casos de daño consumado: es perentorio un pronunciamiento de fondo


del juez de tutela (incluida la Corte Constitucional) cuando el daño ocurre
durante el trámite de la tutela; precisando si se presentó o no la vulneración
que dio origen a la acción de amparo. (…)

(ii) En los casos de hecho superado o situación sobreviniente: no es perentorio que


el juez de tutela haga un pronunciamiento de fondo. Sin embargo, y
especialmente tratándose de la Corte Constitucional actuando en sede de
revisión, podrá emitir un pronunciamiento de fondo cuando lo considere
necesario para, entre otros60: a) llamar la atención sobre la falta de
conformidad constitucional de la situación que originó la tutela y tomar
medidas para que los hechos vulneradores no se repitan 61; b) advertir la
inconveniencia de su repetición, so pena de las sanciones pertinentes 62; c)
corregir las decisiones judiciales de instancia63; o d) avanzar en la

57
Corte Constitucional, Sentencia T-149 de 2018. En Sentencia T-439 de 2018, la corte, citando la sentencia SU-540
de 2007, señaló: “La jurisprudencia de la Corte ha comprendido la expresión hecho superado en el sentido obvio de
las palabras que componen la expresión, es decir, dentro del contexto de la satisfacción de lo pedido en la tutela”
(negrilla fuera del texto original).
58
Corte Constitucional, sentencia T-085 de 2018: “Luego, al desaparecer las causas que motivaron la
interposición de la presente acción, en criterio de este Tribunal, no solo carece de objeto examinar si
los derechos invocados por el accionante fueron vulnerados, sino también impartir órdenes de
protección (…)” (negrilla fuera del texto original). En similar sentido, sentencia T-150 de 2019.
59
Corte Constitucional, sentencia T-047 de 2019.
60
Este no es un listado cerrado y dependiendo de las particularidades del caso pueden ser necesarios
otro tipo de pronunciamientos. Por ejemplo, en Sentencia T-038 de 2019. M.P. Cristina Pardo
Schlesinger, luego de advertir un hecho sobreviniente, la Sala se abstuvo de referirse sobre el objeto de
la tutela, pero sí reprochó la actitud del juez de instancia que no fue diligente para surtir la notificación
de la entidad demandada incumpliendo así “sus deberes como rector del proceso”.
61
Ver las sentencias T-387 de 2018. M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado; T-039 de 2019. M.P. Carlos Bernal
Pulido.
62
Ver las sentencias T-205A de 2018. M.P. Antonio José Lizarazo Ocampo; T-236 de 2018. M.P. Gloria
Stella Ortiz Delgado; T-038 de 2019. M.P. Cristina Pardo Schlesinger; T-152 de 2019. M.P. José Fernando
Reyes Cuartas.
63
Sentencias T-842 de 2011. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva y T-155 de 2017. M.P. Alberto Rojas Ríos.

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comprensión de un derecho fundamental64 (negrilla fuera del texto


original).

54. Así entonces, aun cuando el juez de tutela, en casos de


estructuración de un hecho superado, pueda “(…) aunque no estará obligado a
ello, hacer un análisis de fondo para avanzar en la comprensión de un derecho
fundamental o tomar otras decisiones” (negrilla fuera del texto original), para
prevenir a la autoridad accionada sobre la obligación de garantizar los derechos
de los ciudadanos, tal como lo prescribe el artículo 24 del Decreto 2591 de
199165, no le resulta siempre obligatorio analizar la presunta violación o la
amenaza de violación de las garantías fundamentales invocadas, más aún
cuando dicho examen recae principalmente en la Corte Constitucional en sede
de revisión66, en los asuntos en que así lo considere67.

55. En este punto es de precisar que, si bien únicamente la Sala Sexta


de Revisión de la Corte Constitucional, en solo tres decisiones insulares ha
señalado que: “(…) el hecho superado implica aceptar que si bien dicha vulneración
cesó durante el trámite de la acción de tutela, se transgredieron los derechos
fundamentales del accionante”68, dicha afirmación constituye un obiter dicta, pues
no es el fundamento de la decisión, además de que se contradice en el párrafo
siguiente cuando indica que: “(…) esta Corporación ha señalado que la carencia
actual de objeto por hecho superado se presenta cuando desaparecen los actos que
amenazan la vulneración de un derecho fundamental” (negrilla fuera del texto

64
Sentencias T-205A de 2018. M.P. Antonio José Lizarazo Ocampo y T-152 de 2019. M.P. José Fernando
Reyes Cuartas.
65
El artículo 24 del Decreto 2591 de 1991 dispone que: ARTÍCULO 24. PREVENCION A LA
AUTORIDAD. Si al concederse la tutela hubieren cesado los efectos del acto impugnado (…) en el fallo
se prevendrá a la autoridad pública para que en ningún caso vuelva a incurrir en las acciones u
omisiones que dieron mérito para conceder la tutela, y que, si procediere de modo contrario, será
sancionada de acuerdo con lo establecido en el artículo correspondiente de este Decreto, todo son
perjuicio de las responsabilidades en que ya hubiere incurrido. El juez también prevendrá a la
autoridad en los demás casos en que lo considere adecuado para evitar la repetición de la misma acción
u omisión.
66
Corte Constitucional, sentencia T-048 de 2019: “No obstante, a diferencia de los jueces de instancia,
la Corte Constitucional como Tribunal de Revisión, debe determinar el alcance de los derechos
fundamentales cuya protección se solicita y en relación con los cuales acaeció el fenómeno de carencia
actual de objeto por hecho superado” (negrilla fuera del texto original). Asimismo, en sentencia T-038
de 2019, la Corte Constitucional indicó que no es perentorio un pronunciamiento de fondo cuando
exista hecho superado, “salvo cuando sea evidente que la providencia objeto de revisión debió haber
sido decidida de una forma diferente (pese a no tomar una decisión en concreto, ni impartir orden
alguna)” (negrilla fuera del texto original).
67
La Corte Constitucional no analiza, en todos los asuntos en sede de revisión, la existencia de una
vulneración de los derechos fundamentales, en caso de configuración de carencia actual de objeto por
hecho superado, sino que se limita a declarar su estructuración. Por ejemplo, pueden consultarse las
sentencias T-005, T-038 y T-174 de 2019, entre muchas otras.
68
Corte Constitucional, Sala Sexta de Revisión, sentencias T-387, T-444 de 2018 y T-363 de 2019.

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original). Lo anterior, igualmente, no corresponde a la posición consistente y


dominante en la materia de dicha Corporación.

56. En efecto, como se ha venido reseñando, para la Corte


Constitucional el hecho superado también puede estructurarse frente a
amenazas de violación de los derechos fundamentales, y no necesariamente
frente a su efectiva transgresión69. Aceptar que el hecho superado supone en
todo caso una vulneración de los derechos, implicaría desmentir la
jurisprudencia constitucional, donde la Corte expresamente ha indicado, al
analizar los casos concretos, que no hubo trasgresión a las garantías
fundamentales de los accionantes y, declarando, al mismo tiempo, la carencia
actual de objeto por hecho superado70.

57. Esta interpretación ha sido recientemente reiterada por la Corte


Constitucional en la sentencia SU-453 de 2020, en la cual precisó que:

La jurisprudencia constitucional ha establecido que en caso de que al


momento de fallar se advierta que la acción u omisión que dio origen a la
pretensión de tutela ha cesado, el pronunciamiento del juez de tutela carece
de objeto, pues la amenaza o vulneración de derechos fundamentales que
antes se alegaba se torna inexistente. Por tanto, el operador judicial se
encuentra ante la imposibilidad de emitir alguna orden en pro de proteger las
garantías fundamentales que en principio se consideraron afectadas71 (negrilla
fuera del texto original).

58. Lo anterior, sin perjuicio que, eventualmente, “(…) el juez de tutela


se pronuncie sobre la situación fáctica que se presentó con la acción de tutela, con el
objetivo de prevenir futuras afectaciones de estos derechos en casos similares”72.

69
Corte Constitucional, sentencias T-070 y T-213 de 2018, T-025, T-038, T-047, T-048, T-076 de 2019,
entre muchas otras.
70
Por ejemplo, en la sentencia T-074 de 2019, la Corte Constitucional encontró que ellos derechos
fundamentales de la accionante (a través de agente oficioso) nunca fueron transgredidos, declarando
posteriormente la carencia actual de objeto por hecho superado: “(…) para la Sala es claro que la ESE
Salud Pereira cumplió con sus obligaciones constitucionales y legales al brindar los servicios
médicos que requería la agenciada y el que estaba por nacer, puesto que el embarazo, según se
estipuló en capítulos anteriores, requiere una atención en salud de carácter urgente, debido a que se
trata de preservar de manera digna la vida de la madre y del que está por nacer. (…) En consecuencia,
se advierte que las principales razones que dieron origen a la pretensión de la acción de tutela fueron
superadas en el transcurso del trámite de la misma, puesto que las entidades territoriales prestaron los
servicios que la agenciada requería debido a su condición de embarazo y, por tanto, en esta
oportunidad se configura un hecho superado” (negrilla fuera del texto original).
71
Corte Constitucional, sentencia SU-453 de 2020, párr. 53.
72
Ibidem, párr. 56.

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59. Por su parte, la Sección de Apelación del Tribunal para la Paz,


como juez de tutela, siguiendo la jurisprudencia de la Corte Constitucional,
también ha considerado que no siempre es necesario pronunciarse de fondo en
casos de estructuración del fenómeno de la carencia actual de objeto por hecho
superado:

En efecto, comoquiera que el propósito del tutelante era obtener un


pronunciamiento de fondo a las peticiones que había incoado ante la JEP
y al habérsele dado respuesta a estas mediante resolución N° 02519 del 31
de mayo de 2019, que le fue notificada el 12 de julio del año en curso, así
no fuera de forma favorable a sus pretensiones, carece ya de propósito
pronunciarse al respecto en sede de la acción constitucional, porque la
presunta violación de los derechos alegada se encuentra superada
(negrilla fuera del texto original)73.

8.4.1. Caso concreto. Carencia actual de objeto por hecho superado

60. De acuerdo con lo relatado por el accionante y las pruebas


aportadas al expediente, se tiene que el señor DIONEIDER MINA MINA
solicitó a la SDSJ la suspensión de sus antecedentes penales y disciplinarios y, a
través de esta acción constitucional, reprocha la falta de respuesta a ese
requerimiento, situación que, a su juicio, desconoce sus derechos
fundamentales de petición, debido proceso y acceso a la administración de
justicia.

61. Pese a lo relatado anteriormente, la Subsección fue informada que


la SDSJ profirió la Resolución No. 1299 de 17 de marzo del año en curso donde
dispuso aceptar el sometimiento a la JEP, por competencia prevalente, del señor
DIONEIDER MINA MINA. De igual manera, señaló que, en atención a la
solicitud presentada por el actor, lo habilitó “(…) para ser empleado público,
trabajador oficial o contratista del Estado, con las restricciones de Ley, entre otras
diposiciones (sic)”74, advirtiéndole en la misma decisión judicial que:

(…) no es procedente ordenar la suspensión de los registros de antecedentes,


pues los mismos están circunscritos a la definición de su situación jurídica, lo
cual, como se advertirá a continuación, será viable -entre otros requisitos- una

73
Tribunal para la Paz, Sección de Apelación, sentencia TP-SA-107 de 4 de septiembre de 2019, párrafo
23. En igual sentido, puede consultarse la sentencia TP-SA-063 de 28 de mayo de 2019, párrafos 27 y 28.
74
Expediente Legali, fl. 38.

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vez se encuentre acreditada su contribución satisfactoria con las finalidades


del SIVJRNR, entre estas, su colaboración efectiva con la JEP75.

62. Adicionalmente, se estableció que la Policía Nacional- Dirección


de Investigación Criminal e INTERPOL, que fue enterada de la citada
resolución de la Sala, procedió con la actualización de la información personal
del actor en el Sistema Operativo de Antecedentes (SIOPER).

63. Es claro, pues, que la conducta que dio origen a este amparo
constitucional, y que fundamentó la pretensión invocada, cesó respecto de esta
última entidad pública. En efecto, la situación alegada por el accionante en la
tutela fue superada tras las actuaciones desplegadas por la SDSJ, su Secretaría
Judicial y la Policía Nacional toda vez que, durante este trámite constitucional
fue proferida la resolución que decidió, de fondo, la petición formulada por el
actor, la que fue debidamente notificada76.

64. En este orden de ideas, se encuentra satisfecha la demanda que


motivó la interposición de la acción respecto de tales autoridades judiciales. Sin
embargo, resulta indispensable analizar el fondo de la cuestión planteada por
el accionante pues, a diferencia de lo sucedido con la Policía Nacional, la PGN
no informó a lo largo del presente trámite constitucional el cumplimiento de la
resolución proferida por la SDSJ.

65. Así las cosas, la Subsección declarará la carencia actual de objeto


por hecho superado en relación con las actuaciones realizadas por la SDSJ, su
Secretaría Judicial y la Policía Nacional, procediendo a analizar el fondo de la
cuestión respecto de la PGN.

8.5. Diferencias entre un derecho de petición y una solicitud en el


marco de un proceso judicial. Reiteración

75
Resolución No. 1299 de 17 de marzo de 2020 de la SDSJ, párr. 27. Expediente Legali, fl. 50.
76
En el asunto sub examine es claro que este requisito se cumple de manera particular, en la medida en que la
resolución que resolvió la solicitud de suspensión de antecedentes penales y disciplinarios fue notificada tanto al
accionante como a su apoderado judicial. Respecto al accionante, confróntese, Expediente Legali, fls. 89-90; 115
(Oficio SDSJ 5452-2021). Respecto al apoderado judicial del actor, Expediente Legali, fls. 91-92; 119 (Oficio SDSJ
5459-2021).

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66. Esta Sección, en diversos pronunciamientos77, ha recordado la


diferencia que existe entre las solicitudes relacionadas con la actuación procesal
y aquellas que resulten ajenas a la litis y que responden a actividades
administrativas. Tal diferencia resulta esencial en la medida en que las
solicitudes relacionadas con una actuación procesal están supeditadas a los
términos que los mismos procedimientos tengan establecidos para dicho fin, en
tanto que, aquellas que resulten ajenas a la litis y que respondan a las
actividades administrativas propias del funcionario judicial, se someten a los
términos del derecho de petición78. Al respecto, la Corte Constitucional ha
considerado que:

(…) deben diferenciarse las peticiones que se formulen ante los jueces,
las cuales serán de dos clases: (i) las referidas a actuaciones
estrictamente judiciales, que por tales se encuentran reguladas en el
procedimiento respectivo, debiéndose sujetar entonces la decisión a
los términos y etapas procesales previstos para el efecto; y (ii) aquellas
que por ser ajenas al contenido mismo de la litis e impulsos procesales,
deben ser atendidas por la autoridad judicial en su condición, bajo las
normas generales del derecho de petición que rigen la
administración, esto es, el Código Contencioso Administrativo. Por
tanto, el juez tendrá que responder la petición de una persona que no
verse sobre materias del proceso sometido a su competencia 79.
(Negrillas fuera del texto original).

67. Este precepto ha sido interpretado e implementado por la Sección


de Revisión en el sentido que, aquellos asuntos que implican la aplicación de
garantías judiciales concretas, una resolución de fondo, el decreto o práctica de
pruebas, deben ser tratados bajo los términos del respectivo proceso en el cual
se adelanten las actuaciones80; pero, cuando el asunto se refiere a peticiones que
no se relacionan con alguno de los aspectos mencionados o, en general, no

77
Cfr. JEP, Tribunal para la Paz, Sección de Revisión, Sentencias SRT-ST-251/2018 del 28 de diciembre de 2018;
SRT-ST-184/2018 del 7 de noviembre de 2018; SRT-ST-170/2018 de 24 de octubre de 2018; SRT-ST-137/2018 de 24 de
septiembre de 2018; SRT-ST-135/2018 de 24 de septiembre de 2018; SRT-ST-131/2018 de 24 de septiembre de 2018;
SRT-ST-121/2018 de 21 de septiembre de 2018.
78
“(…) si bien es cierto que el derecho de petición puede ejercerse ante los jueces y en consecuencia éstos se
encuentran en la obligación de tramitar y responder las solicitudes que se les presenten, también lo es que el juez o
magistrado que conduce un proceso judicial está sometido –como también las partes y los intervinientes– a las
reglas del mismo, fijadas por la ley, lo que significa que las disposiciones legales contempladas para las actuaciones
administrativas no son necesariamente las mismas que debe observar el juez cuando le son presentadas peticiones
relativas a puntos que habrán de ser resueltos en su oportunidad procesal y con arreglo a las normas propias de
cada juicio (artículo 29 C.P.)”. Corte Constitucional, Sentencia T-215A de 2011.
79
Corte Constitucional, Sentencia C-951 de 2014. En el mismo sentido, Sentencia T-311 de 2013.
80
JEP, Tribunal para la Paz, Sección de Revisión, Sentencia SRT-ST-091/2018.

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requieran la actividad del Juez en el ejercicio de sus funciones jurisdiccionales,


entonces, sí habría lugar a la aplicación de las reglas del derecho de petición.

68. De esta manera, conforme a la referida jurisprudencia


constitucional, es necesario precisar el tipo de solicitud ante la cual se encuentra
el ente requerido con el fin de determinar, entre otras cosas, la naturaleza del
trámite y los términos a los cuales debe someterse para resolver y, así mismo, si
el derecho posiblemente amenazado o vulnerado es el de petición o el debido
proceso.

8.5.1. Naturaleza de las solicitudes en el caso concreto

69. Así, como lo ha indicado la Sección de Revisión del Tribunal para


la Paz, “(…) para poder definir la naturaleza jurídica de un escrito, solicitud o
petición, el juez de tutela debe establecer si el asunto en concreto debe ser resuelto o no
dentro de un trámite judicial, a través del desarrollo de las etapas que el legislador haya
establecido para el efecto”81 (Subrayado fuera del texto original).

70. Ahora bien, una solicitud de suspensión de antecedentes penales o


disciplinarios presentada por un integrante de la Fuerza Pública ante la JEP es
una petición de carácter judicial, en tanto que es la SDSJ a quien le corresponde
negar o conceder tal requerimiento82 y es una decisión que implica la aplicación
de la normatividad vigente y requiere ser emitida por orden judicial, de suerte
que no es un trámite meramente administrativo.

71. En consecuencia, es claro que tales asuntos son de naturaleza


judicial y, por tanto, su análisis se abordará a la luz de los derechos al debido
proceso y al acceso a la administración de justicia.

81
JEP, Tribunal para la Paz, Sección de Revisión, Sentencias SRT-ST-109/2019 de 28 de marzo de 2019; SRT-ST-
037/2019 del 8 de febrero de 2019; SRT-ST-012/2019 del 24 de enero de 2019; SRT-ST-251/2018 del 28 de diciembre
de 2018; SRT-ST-184/2018 del 7 de noviembre de 2018; SRT-ST-131/2018 de 24 de septiembre de 2018; SRT-ST-
121/2018 de 21 de septiembre de 2018.
82
“(…) al haberse acogido en condición de miembro de la Fuerza Pública al sistema normativo de la JEP, adquirió
la calidad de persona compareciente y, en función de esa cualificación procesal, bien puede afirmarse que puede
acudir directamente ante la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas con el objeto de solicitarle, en el marco del
trámite de definición de su situación jurídica, que se pronuncie sobre su pretensión de suspensión del componente
sancionatorio relativo a la interdicción de derechos y funciones públicas que le fue impuesta como pena accesoria
en sede de la justicia penal ordinaria por el término de 10 años, habida cuenta de la comisión por omisión de los
delitos de homicidio agravado en concurso homogéneo sucesivo y en concurso heterogéneo con secuestro
agravado” (Subrayad fuera del texto original) Cfr. Corte Constitucional, Sentencia T-341 de 2019. En el mismo
sentido, Corte Constitucional, Sentencia T-467 de 2020.

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72. Por lo anterior, y atendiendo la naturaleza jurídica de las


solicitudes presentadas por el señor DIONEIDER MINA MINA, no se
concederá amparo frente al derecho fundamental de petición.

8.6. Del derecho al debido proceso, acceso a la administración de


justicia, plazo razonable y garantía de juez natural

8.6.1. El derecho al debido proceso

73. El debido proceso es un derecho fundamental, consagrado


expresamente en el artículo 29 de la Constitución, extensivo “(…) a toda clase de
actuaciones judiciales y administrativas”. La jurisprudencia constitucional lo ha
definido como “(…) el conjunto de garantías previstas en el ordenamiento jurídico, a
través de las cuales se busca la protección del individuo incurso en una actuación
judicial o administrativa, para que durante su trámite se respeten sus derechos y se
logre la aplicación correcta de la justicia”83.

74. En los términos descritos por la Corte Constitucional, el respeto al


derecho fundamental al debido proceso le impone, a quien asume la dirección
de la actuación judicial, la obligación de observar en todos sus actos el
procedimiento previamente establecido en la ley o en los reglamentos, “(…) con
el fin de preservar las garantías –derechos y obligaciones– de quienes se encuentran
incursos en una nueva relación jurídica, en todos aquellos casos en que la actuación
conduzca a la creación, modificación o extinción de un derecho o a la imposición de una
sanción”84, con lo cual parece claro que, para poder predicar una vulneración del
derecho al debido proceso debe existir prima facie una actuación judicial o
administrativa.

75. En este sentido, el derecho al debido proceso se muestra como


desarrollo del principio de legalidad85, en virtud del cual las autoridades
estatales no podrán actuar en forma omnímoda, sino dentro del marco jurídico
definido democráticamente, respetando las formas propias de cada juicio y
83
Corte Constitucional, Sentencia C-980 de 1° de diciembre de 2010.
84
Corte Constitucional, Sentencia T-073 de 17 de febrero de 1997.
85
En tal sentido, “se reconoce el principio de legalidad como pilar fundamental en el ejercicio de las funciones por
parte de las autoridades judiciales y administrativas, razón por la cual están obligadas a respetar las formas
propias de cada juicio y a asegurar la efectividad de todas aquellas normas que permitan a los administrados
presentar, solicitar y controvertir pruebas, y que en últimas, garanticen el ejercicio efectivo del derecho de defensa”
(Subrayado fuera del texto original). Corte Constitucional, Sentencia T-061 de 4 de febrero de 2002.

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asegurando la efectividad de aquellos mandatos que garantizan a las personas


el ejercicio pleno de sus derechos86.

76. En materia de justicia transicional, la Sección de Apelación ha


destacado el papel que juega el derecho al debido proceso, con base en la
jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia y la Corte Constitucional87.

8.6.2. Acceso a la administración de justicia como parte del debido


proceso

77. Respecto del acceso a la administración de justicia, la Subsección


debe reiterar88 que el derecho fundamental de acceso a la administración de
justicia se encuentra consagrado en el artículo 229 de la Constitución, así: “Se
garantiza el derecho de toda persona para acceder a la administración de justicia. La ley
indicará en qué casos podrá hacerlo sin la representación de abogado”, derecho que ha
sido entendido como la facultad otorgada a todas las personas de poder acudir,
en condiciones de igualdad, ante las autoridades jurisdiccionales que tengan la
potestad de incidir en la determinación de los derechos que el ordenamiento
jurídico les reconoce, en defensa de la integridad del orden jurídico y en busca
del amparo o restablecimiento de sus derechos e intereses legítimos, en el
marco de los procedimientos establecidos89.

78. Asimismo, hacer efectivo el derecho a la administración de justicia


implica garantizar el derecho a la tutela judicial efectiva, el cual comprende: (i)
la posibilidad de los ciudadanos de acudir y plantear un problema ante las
autoridades judiciales, (ii) que éste sea resuelto y, (iii) que se cumpla de manera
efectiva lo ordenado por el operador jurídico y se restablezcan los derechos
lesionados90.

86
Corte Constitucional, Sentencia C-980 de 1° de diciembre de 2010.
87
JEP, Tribunal para la Paz, Sección de Apelación, Auto TP-SA de 23 de agosto de 2018.
88
JEP, Tribunal para la Paz, Sección de Revisión, Sentencias SRT-ST-221/2018 del 6 de diciembre de 2018; SRT-ST-
168/2018 del 23 de octubre de 2018.
89
Ver, Corte Constitucional, Sentencias SU-091 del 2° de febrero de 2000; C-330 de 22 de marzo de 2000; T-186 de 28
de marzo de 2017.
90
Corte Constitucional, Sentencias T-553 de 28 de noviembre de 1995; T-406 de 23 de mayo de 2002; T-1051 de 28 de
noviembre de 2002.

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79. Los elementos que definen este derecho hacen evidente su


estrecha relación con el debido proceso91, pues la manera de asegurar una
actuación justa, recta y garantista sólo se logra con la efectiva oportunidad y la
potestad de impulsar pretensiones jurisdiccionales92; por esta razón, la
Subsección considera oportuno hacer un análisis integrado del derecho de
acceso a la administración de justicia y tutela judicial efectiva dentro del
examen del debido proceso en el caso bajo estudio.

8.6.3. Parámetros de valoración del plazo razonable y la mora judicial

80. La resolución pronta de las cuestiones sometidas al conocimiento


de las autoridades judiciales es un asunto comprendido dentro del debido
proceso y las garantías judiciales. Esto implica, para el operador judicial, la
observancia de un estándar de debida diligencia en el impulso de la actuación,
el trámite y el recaudo probatorio. En torno a este tópico se encuentran las
nociones de plazo razonable y mora judicial justificada, que orientan el análisis
cuando la tardanza en la resolución de un asunto vulnera derechos de quienes
están sometidos a la jurisdicción.

81. La jurisprudencia interamericana ha establecido criterios de


valoración frente a la garantía del plazo razonable que trascienden al paso del
tiempo, pues es claro que una demora prolongada, en sí misma, puede
constituir una violación a las garantías judiciales93. Estos criterios han sido
acogidos, inclusive, por la jurisprudencia constitucional94. En efecto, y tal como
lo ha afirmado de manera previa esta misma Sección de Revisión 95, la
valoración del plazo razonable demanda el análisis de variables tales como:

91
Corte Constitucional, Sentencia C-086 del 24 de febrero de 2016.
92
Al respecto, en sentencia T-268 de 1996, la Corte Constitucional ha sostenido que el “acceso a la justicia se integra al
núcleo esencial del debido proceso, por la circunstancia de que su garantía supone necesariamente la vigencia de aquél, si se
tiene en cuenta que no es posible asegurar el cumplimiento de las garantías sustanciales y de las formas procesales establecidas
por el legislador sin que se garantice adecuadamente dicho acceso” (Subrayado fuera del texto original).
93
“La Corte considera que una demora prolongada puede llegar a constituir por sí misma, en ciertos casos, una
violación de las garantías judiciales. Corresponde al Estado exponer y probar la razón por lo que se ha requerido
más tiempo que el que sería razonable en principio para dictar sentencia definitiva en un caso particular, de
conformidad con los criterios indicados”. Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Hilaire, Constantine y
Benjamin y otros vs. Trinidad y Tobago, Sentencia de 21 de junio de 2002, párr. 145.
94
Cfr. Corte Constitucional, Sentencia C-496 de 5 de agosto de 2015.
95
JEP, Tribunal para la Paz, Sección de Revisión, Sentencias SRT-ST-037/2019 del 8 de febrero de 2019; SRT-ST-
012/2019 del 24 de enero de 2019; SRT-ST-251/2018 del 28 de diciembre de 2018; SRT-ST-184/2018 del 7 de
noviembre de 2018; SRT-ST-173/2018 de 30 de octubre de 2018; SRT-ST-170/2018 de 24 de octubre de 2018; SRT-ST-
163/2018 de 17 de octubre de 2018; SRT-ST-157/2018 de 10 de octubre de 2018; SRT-ST-045/2018 de 6 de junio de
2018.

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(i) la complejidad del asunto96, bien sea en razón a cuestiones


probatorias, la cantidad de sujetos procesales o de víctimas, el tiempo
transcurrido desde la violación, las características del recurso o el
contexto;
(ii) la conducta desplegada por los sujetos procesales interesados97, donde se
evalúa si con su conducta ha entorpecido el trámite procesal;
(iii) las actuaciones y decisiones dictadas por la autoridad judicial 98, que
refiere a la conducción del proceso, el impulso oficioso y la
acción/inacción del órgano judicial; y,
(iv) la afectación generada en la situación jurídica de la persona involucrada
en el proceso99, que alude a la incidencia negativa que puede tener la
demora en la situación de la persona.

82. En similares términos, el artículo 29 constitucional reconoce el


derecho a “un debido proceso público sin dilaciones injustificadas” y el artículo 228
prevé que “Los términos procesales se observarán con diligencia y su incumplimiento
será sancionado”. Al amparo de ello, la jurisprudencia constitucional ha
calificado la mora judicial como un “fenómeno multicausal, muchas veces
estructural”100, propio de un escenario de hiperinflación procesal101 que afecta el
derecho de acceso a la justicia y que es resultado de “acumulaciones procesales
estructurales” que superan la capacidad de los funcionarios judiciales.

83. Por consiguiente, la jurisprudencia constitucional ha considerado


que no toda superación del término judicial previsto para resolver un asunto
constituye vulneración a un derecho fundamental 102. En ese sentido, hay mora

96
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Furlán vs. Argentina, Sentencia de 31 de agosto de 2012, párr.
156; Caso Argüelles y otros vs. Argentina, Sentencia de 20 de noviembre de 2014, párr. 190; Caso Wong Ho Wing
vs. Perú, Sentencia de 30 de junio de 2015, párr. 210.
97
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Genie Lacayo vs. Nicaragua, Sentencia de 29 de enero de
2017, párr. 79; Caso Mémoli vs. Argentina, Sentencia de 22 de agosto de 2013, párr. 174.
98
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Hermanas Serrano Cruz y Otros vs. El Salvador, Sentencia de
1° de marzo de 2005, párr. 71; Caso Mémoli vs. Argentina, Sentencia de 22 de agosto de 2013, párr. 176.
99
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Valle Jaramillo vs. Colombia, Sentencia de 27 de noviembre
de 2008, párr. 155; Caso Kawas Fernández vs. Honduras, Sentencia de 3 de abril de 2009, párr. 115; Caso
Comunidad Indígena Xákmok Kásek vs. Paraguay. Sentencia de 24 de agosto de 2010, párr. 136.
100
Cfr. Corte Constitucional. Sentencia T-052 de 22 de febrero de 2018.
101
Corte Constitucional, Sentencia T-058 de 9 de febrero de 2012.
102
Pueden existir eventos en los que se requiera el despliegue de labores adicionales por el juez que implican una
extensión razonable del término para decidir un asunto. No considerar esos eventos puede implicar un sacrificio
desproporcionado de la justicia material. Cfr. Corte Constitucional, Sentencia T-186 de 28 de marzo de 2017.

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judicial injustificada en casos en los que, existiendo un incumplimiento del


término judicial, no se advierte un motivo razonable que justifique la dilación,
de manera que la tardanza resulta imputable a la falta de diligencia y omisión
de los deberes del funcionario judicial103.

84. Por el contrario, la mora judicial estará justificada cuando la


tardanza obedece a la complejidad del asunto (demostrando en el caso concreto
una diligencia razonable del operador judicial), cuando existen problemas
estructurales en la administración de justicia o cuando se acreditan otras
circunstancias, imprevisibles e ineludibles, que impiden la resolución de la
controversia en el plazo establecido por la ley104.

8.6.4. Acerca de la presunta vulneración de los derechos al debido


proceso y acceso a la administración de justicia en el caso concreto

85. Para la Subsección es claro el señor DIONEIDER MINA MINA ha


presentado a la JEP (por intermedio de su apoderado judicial) un total de tres
solicitudes relacionadas con la suspensión de sus antecedentes penales y
disciplinarios, de 2 de febrero105 y 30 de marzo de 2020, así como del 18 de
febrero de 2021106.

86. Así las cosas, puede afirmarse que entre la presentación de la


primera petición (2 de febrero de 2020) hecha por el actor y la decisión
proferida por la SDSJ (16 de marzo de 2021) transcurrieron, exactamente, 409
días calendario (esto es, 1 año, 1 mes y 15 días) sin que el accionante hubiese
obtenido una respuesta definitiva a sus requerimientos. Si a lo anterior se
descuenta el tiempo en el que estuvieron suspendidos los términos judiciales en
la Jurisdicción (con ocasión de la situación sanitaria causada por el Covid 19 107)
es indudable que transcurrieron 7 meses y 8 días.

103
Corte Constitucional, Sentencias T-1249 de 16 de diciembre 2004; T-220 de 22 de marzo de 2007; T-230 de 18 de
abril de 2013; SU-394 de 28 de julio de 2016; T-186 de 28 de marzo de 2017, T-052 de 22 de febrero de 2018, T-346 de
28 de agosto de 2018.
104
Corte Constitucional, Sentencia T-230 de 18 de abril de 2013. En el mismo sentido, Sentencias T-803 de 11 de
octubre de 2012; T-1226 de 22 de noviembre de 2001; T-1227 de 23 de noviembre de 2001.
105
Expediente Legali, fls. 87-88.
106
Expediente Legali, fls. 67-68.
107
Esto es, desde el 16 de marzo de 2020 (Acuerdo AOG No. 009 de 2020) hasta el 21 de septiembre de 2020
(Acuerdo AOG No. 039 de 2020).

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87. La Subsección pudo constatar, además, que dicha petición fue


repartida a un despacho de la SDSJ el 6 de febrero de 2020, apenas cuatro días
después de que el accionante hubiese radicado tal solicitud en la JEP.

88. Lo anterior evidencia una demora prolongada para resolver el


asunto, razón por la cual le corresponde a esta Subsección analizar si ello
obedeció a circunstancias que puedan justificar la dilación con la que se ha
tramitado el presente caso o, por el contrario, constituye un escenario que haría
necesaria la intervención del juez constitucional.

89. Para la Subsección es evidente que la dilación que se presentó en el


caso sub judice no puede justificarse; pues transcurrieron 218 días calendario
(esto es, 7 meses y 8 días108) sin que se haya dado una respuesta al accionante,
una demora tan prolongada que ha superado con creces el parámetro
orientativo establecido por la Sección de Apelación para decidir de fondo 109
que, si bien ha sido aplicado a otro tipo de trámites (como en aquellos en los
que se ha estudiado la concesión de libertades condicionadas), es pertinente en
el caso bajo examen en la medida que no se está ante un requerimiento que
genere mayor dificultad judicial en términos probatorios.

90. Igualmente, la SDSJ tampoco alegó circunstancia alguna que


pudiera justificar tal demora, de manera que le es imposible a esta Subsección
sustraerse de la protección de los derechos fundamentales del accionante.

91. Ahora bien, durante el término de traslado del presente trámite


constitucional, la SDSJ informó que, mediante Resolución No. 1299 de 17 de
marzo del año en curso, dispuso aceptar el sometimiento a la JEP, por
competencia prevalente, del señor DIONEIDER MINA MINA. De igual
manera, señaló que, en atención a la solicitud presentada por el actor, lo
habilitó “(…) para ser empleado público, trabajador oficial o contratista del Estado,

108
Esto, contando desde el 6 de febrero de 2020 (momento en el que el despacho respectivo de la SDSJ conoció la
primera solicitud de suspensión de antecedentes penales y disciplinarios presentada por el accionante) hasta el 16
de marzo de ese mismo año (día a partir del cual inicia la suspensión de términos ordenada por el Órgano de
Gobierno de la JEP, con ocasión de la situación sanitaria generada por el Covid 19).
De igual manera, se debe contar el término transcurrido desde que dicha suspensión de términos fue levantada
(esto es, el 21 de septiembre de 2020, mediante Acuerdo AOG No. 039 de 2020) hasta el día en que esta decisión
judicial ha sido proferida.
109
Acerca del momento a partir del cual se cuenta el término, la SA ha oscilado entre contar desde el momento de
la radicación y del reparto. Cfr. JEP, Tribunal para la Paz, Sección de Apelación, Sentencia TP-SA-048 de 2019.

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con las restricciones de Ley, entre otras diposiciones (sic)”110, advirtiéndole en la


misma decisión judicial que:

(…) no es procedente ordenar la suspensión de los registros de antecedentes,


pues los mismos están circunscritos a la definición de su situación jurídica, lo
cual, como se advertirá a continuación, será viable -entre otros requisitos- una
vez se encuentre acreditada su contribución satisfactoria con las finalidades
del SIVJRNR, entre estas, su colaboración efectiva con la JEP111.

92. Así pues, y en ejercicio de sus competencias constitucionales y


legales, la SDSJ ya ha brindado una respuesta de fondo al requerimiento
judicial presentado por el accionante.

93. No obstante lo anterior, debe tenerse en cuenta que, tal como se


afirmó en precedencia (véase, supra, párrs. 54-58), la habilitación ordenada por
la SDSJ frente al señor DIONEIDER MINA MINA aún no ha sido cumplida
efectivamente por la PGN.

94. En efecto, respecto de esta última entidad se tiene que, si bien se le


notificó de la resolución en cita el 18 de marzo de 2021 112, este órgano de control
no ha informado ni a la Sala ni a la Sección de Revisión durante esta actuación
constitucional, la actualización de los datos ordenada, lo cual ha impedido su
debida materialización.

95. Por ello, y hasta tanto no se materialicen las órdenes proferidas por
la SDSJ que estén relacionadas con la solicitud presentada por el accionante, la
situación de vulneración a sus derechos fundamentales al debido proceso y al
acceso a la administración de justicia 113 se mantendrá, razón por la cual es
indispensable la intervención del juez constitucional en procura de proteger
tales derechos.

110
Expediente Legali, fl. 38.
111
Resolución No. 1299 de 17 de marzo de 2020 de la SDSJ, párr. 27. Expediente Legali, fl. 50.
112
Expediente Legali, fls. 93-94, 116 (Oficio SDSJ-5449-2021).
113
La Corte Constitucional ha referido que el cumplimiento de las decisiones judiciales es parte integrante del
derecho de acceso a la administración de justicia: “La observancia de las providencias ejecutoriadas, además de ser
uno de los soportes del Estado Social de Derecho, hace parte del derecho de acceder a la administración de justicia
-artículo 229 superior-. Este se concreta no sólo en la posibilidad de acudir al juez para que decida la situación
jurídica planteada, sino en la emisión de una orden y su efectivo cumplimiento: valga decir, en la aplicación de la
normatividad al caso concreto”. Corte Constitucional. Sentencia T-553 de 1995.

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96. En atención a lo anterior, se ampararán los derechos


fundamentales al debido proceso y al acceso a la administración de justicia toda
vez que, a pesar de que la SDSJ ya resolvió de fondo las solicitudes de
suspensión de antecedentes penales y disciplinarios presentadas por el
accionante, la PGN no ha cumplido con lo establecido en el ordinal tercero de la
Resolución No. 1299 de 17 de marzo del año en curso, proferida por la SDSJ 114,
mediante el cual se habilitó al accionante para ser empleado público, trabajador
oficial o contratista del Estado.
97. En consecuencia, se ordenará a esta última entidad a que dé
cumplimiento a dicha providencia judicial, actualizando la información que
reposa en sus respectivas bases de datos en relación con el señor DIONEIDER
MINA MINA.

98. De igual forma, y de manera excepcional, se prevendrá a la SDSJ


para que, en futuras oportunidades, resuelva todas las peticiones relacionadas
con la suspensión de antecedentes penales y disciplinarios presentadas por los
compareciente, en un término prudencial y respetuoso con el debido proceso.

8.7. El derecho al habeas data

8.7.1. Generalidades del derecho al habeas data y autodeterminación


informática

99. La Constitución de 1991 trajo dentro de su texto formal una serie


de garantías inalienables a las personas, las cuales han sido desarrolladas de
forma progresiva por la Corte Constitucional, órgano autorizado para su
interpretación. Una de estas prerrogativas ha sido la posibilidad de disponer de
los datos personales, la cual surgió de la interpretación a la cláusula general del
derecho a la libertad, contenida en el artículo 16 superior, y la cláusula
específica de libertad en el manejo de los datos, del artículo 15, primer inciso.
De lo anterior, se indicó la existencia-validez del llamado derecho a la
autodeterminación informática, como “[u]n derecho fundamental autónomo que
114
“TERCERO.- En firme esta decisión, el señor DIONEIDER MINA MINA, identificado con la cédula de
ciudadanía No. 76.141.228., de Caloto, Cauca, queda habilitado para ser empleado público, trabajador oficial o
contratista del Estado, con las restricciones para desempeñar cualquier función o labor en organismo de seguridad
privado o público, en defensa del Estado, Rama Judicial y órganos de control. Al efecto OFÍCIESE a la
Procuraduría General de la Nación, a la Registraduría Nacional del Estado Civil y a la Policía Nacional, para que
actualicen los correspondientes registros o incorporen las debidas anotaciones en las bases públicas de
información”. Expediente Legali, fls. 58-59.

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tiene la función primordial de equilibrar el poder entre el sujeto concernido por el dato y
aquél que tiene la capacidad de recolectarlo, almacenarlo, usarlo y transmitirlo”115.

100. En tal sentido, además se estableció el alcance de protección del


habeas data y de la prerrogativa subyacente de autodeterminación informática
desde la Sentencia T-729 de 2002. A partir de este pronunciamiento se
construyó la subregla que determina el objeto de protección de estas garantías,
es decir las características del dato que se protege. Al respecto, la Corte indicó
que este debe:

(i) estar referido a aspectos exclusivos y propios de una persona


natural, (ii) permitir identificar a la persona, en mayor o menor medida,
gracias a la visión de conjunto que se logre con el mismo y con otros
datos; (iii) su propiedad reside exclusivamente en el titular del mismo,
situación que no se altera por su obtención por parte de un tercero de
manera lícita o ilícita, y (iv) su tratamiento está sometido a reglas
especiales (principios) en lo relativo a su captación, administración y
divulgación.

8.7.2. Tipos de datos e información en la jurisprudencia constitucional

101. Por su parte, la Sentencia C-1011 de 2008 identificó cuatro tipos de


información que deben ser protegidos constitucionalmente, en distintos niveles:
(i) la información pública o de dominio público, es calificada de esta forma por la
Constitución y la Ley Estatutaria 1581 de 2012 116; (ii) la información semiprivada,
hace referencia a aquella de carácter personal o impersonal que no está
contemplada en la categoría anterior y que para su acceso o conocimiento se
requiere un grado mínimo de limitación117; (iii) la información privada, que puede
tener contenidos personales o no y, por encontrarse en un ámbito puramente
privado, sólo puede ser obtenida y ofrecida por orden de autoridad judicial en
el cumplimiento de sus funciones118; y (iv) La información reservada o secreta119.

115
Corte Constitucional, Sentencia T-307 de 1996; SU-458 de 2012; T-058 de 2015; entre otras.
116
“Por la cual se dictan disposiciones generales para la protección de datos personales”. La Corte Constitucional
ha señalado: “puede ser obtenida y ofrecida sin reserva alguna y sin importar si se trata de información general o
personal. En este grupo, pueden incluirse los actos normativos de carácter general, los documentos públicos en los
términos del artículo 74 de la Constitución, y las providencias judiciales debidamente ejecutoriadas; así como los
datos sobre el estado civil de las personas o sobre la conformación de la familia”.
117
Corte Constitucional, Sentencia T-058 de 2015. Al respecto se precisó: “En ese sentido, la misma solo puede ser
obtenida y ofrecida por orden de autoridad administrativa en el cumplimiento de sus funciones o en el marco de
los principios de la administración de datos personales. Es el caso de los datos relativos a las relaciones con las
entidades de la seguridad social o de los datos relativos al comportamiento financiero de las personas”.

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102. En el caso de los antecedentes judiciales, la Corte Constitucional


encontró que la información puede ser calificada en ocasiones como pública,
pero también como semiprivada y privada al mismo tiempo. Esta variación
ocurre debido a que, en algunos casos, es posible conocer el certificado de
antecedentes penales de cualquier persona al aportar únicamente su número de
cédula, tal como sucede con la plataforma de consulta de la Policía Nacional.

103. Sin embargo, en este escenario es esencial precisar que los datos
arrojados por esa plataforma no ofrecen toda la historia judicial de una persona
y, además, el acceso completo a dicha información está sometido a la
observancia de una serie de principios que orientan la administración de datos
personales y que hacen que, en últimas, el contenido de un documento de tal
naturaleza solo pueda ser obtenido, administrado y difundido por su titular o
por un tercero con un interés legítimo constitucional o legalmente reconocido.

104. El Tribunal Constitucional, en respuesta a los conflictos suscitados


entre la disponibilidad de información mediante la conformación de bases de
datos personales y el requerimiento de proteger las facultades que el habeas
data les confiere a sus titulares frente a los posibles riesgos del proceso de
administración de datos, desarrolló los principios sobre esta materia. Para esto
elaboró una serie de subreglas o directrices, aplicables a la solución de los
conflictos entre el derecho al habeas data y otros derechos o fines
constitucionales. Dichas subreglas fueron sistematizadas, bajo los principios de

118
El Tribunal Constitucional ha señalado: “Como ejemplos, se puede pueden citar a los libros de los comerciantes,
los documentos privados, las historias clínicas, los datos obtenidos en razón de la inspección a un domicilio o
aquellos que se obtienen con posterioridad a la práctica de pruebas en procesos penales sujetos a reserva”.
119
De conformidad con la sentencia C-1011 de 2008: “Estos datos no son susceptibles de acceso por parte de
terceros, salvo que se trate en una situación excepcional, en la que el dato reservado constituya un elemento
probatorio pertinente y conducente dentro de una investigación penal y que, a su vez, esté directamente
relacionado con el objeto de la investigación. En este escenario, habida cuenta la naturaleza del dato incorporado
en el proceso, la información deberá estar sometida a la reserva propia del proceso penal (…) Como ejemplos de
ello se tiene la información genética, y los llamados "datos sensibles" o relacionados con la ideología, la inclinación
sexual o los hábitos de la persona”.

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libertad, necesidad, veracidad, integridad, incorporación, finalidad 120,


utilidad121, circulación restringida122, caducidad e individualidad123.

8.7.3. El certificado de antecedentes judiciales, su naturaleza como


dato personal protegible a través del habeas data

105. La Corte Constitucional ha identificado a los antecedentes


judiciales como datos personales de la siguiente forma:

En efecto, esta información es propia y exclusiva de la persona, y


permiten identificarla, reconocerla o singularizarla en mayor o menor
medida, de forma individual o en conexión con otros datos personales.
Es decir que, por su naturaleza de dato personal, el registro sobre
antecedentes judiciales es objeto de protección constitucional a través
del habeas data124.

106. Los antecedentes judiciales son el dato negativo por excelencia,


puesto que, facilitan la relación de circunstancias “no queridas, perjudiciales,
socialmente reprobadas o simplemente desfavorables” con una persona natural,
cuestión que problematiza aún más los conflictos entre habeas data y derecho a
la información, en tanto se “asocia el nombre de una persona con la ruptura del pacto
social, con la defraudación de las expectativas normativas o con la violación de los
bienes jurídicos fundamentales”125.

107. Sin perjuicio de la sensibilidad que produce su entidad como dato


negativo, los antecedentes tienen finalidades de tipo constitucional y legal. En
el caso de la jurisdicción penal sirve para constatar la procedencia de algunos
subrogados penales, determinar la punibilidad y para establecer si las personas
privadas de la liberad que solicitan un beneficio administrativo, tienen o no

120
El principio de finalidad, el suministro de datos personales debe realizarse en un contexto más o menos
delimitado, es decir, que “la referida información [debe destinarse] a realizar los fines exclusivos para los cuales
fue entregada por el titular, en relación con el objeto de la base de datos y con el contexto en el cual estos son
suministrados”.
121
El principio de utilidad, la ausencia de una función clara del tratamiento sobre un dato constituye un abuso del
derecho. Corte Constitucional, Sentencia T-119 de 1995.
122
“la divulgación y circulación de la información estén sometidas a los límites específicos determinados por el
objeto de la base de datos, por la autorización del titular y por el principio de finalidad, de tal forma que queda
prohibida la divulgación indiscriminada de los datos personales”.
123
Al respecto, véase, Corte Constitucional, Sentencia T-729 de 2002; C-1011 de 2008; SU-478 de 2012.
124
Corte Constitucional, Sentencia T-058 de 2015.
125
Ibidem.

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requerimientos pendientes con otras autoridades judiciales126. Además, los


antecedentes penales permiten establecer la existencia de inhabilidades, lo que
es funcional para la protección del interés general y de la moralidad pública.

108. En el mismo sentido, el registro de antecedentes penales es


empleado por autoridades judiciales y con funciones de policía judicial, para el
cumplimiento de sus obligaciones relacionadas con la persecución del delito y
con labores de inteligencia asociadas a la seguridad nacional. Otra serie de
asuntos para los que se requiere el certificado de antecedentes judiciales, han
sido identificados127, tales como la tenencia o porte de armas de fuego, para
recuperar la nacionalidad colombiana de quienes hubieren sido nacionales por
adopción, para la adopción de menores de edad, o para el trámite de visa
siempre y cuando fuera solicitado por la respectiva embajada, entre otros. En
consecuencia, la Corte Constitucional indicó:

La importancia que tienen las bases de datos relacionadas con


antecedentes judiciales en el marco del Estado Constitucional y que su
existencia obedece a legítimos fines de la misma estirpe, esta Corte ha
señalado que su registro no puede ser considerado como una sanción.
En efecto, si bien los antecedentes penales son el producto de la
imposición de un castigo, no son la pena en sí misma ni adquieren
autonomía punitiva (Subraya fuera de texto original)128.

109. Lo anterior, no es óbice para que los antecedentes no puedan ser


suprimidos de forma relativa de acuerdo con la conciliación de varios
elementos normativos que concurren en el caso de la administración de
información personal en esta materia. A partir de los principios desarrollados,
se resolvieron distintos casos de personas que argumentaban que, pese a que su
pena había prescrito o se había declarado la extinción de la condena, en sus
certificados figuraba una leyenda que permitía inferir que en contra de ellos se

126
Según el numeral 1° del artículo 55 del Código Penal la carencia de antecedentes penales es circunstancia de
menor punibilidad. El artículo 68 A del CP prohíbe la concesión de cualquier subrogado penal a quien haya sido
condenado por delito doloso o preterintencional dentro de los cinco (5) años anteriores. Según el inciso 2° del
artículo 1° de la Ley 750 de 2002, para que los padres cabeza de familia puedan cumplir la pena privativa de la
libertad en su lugar de residencia, deben, entre otros, no registrar antecedentes penales, etc. Igualmente, en materia
penitenciaria y carcelaria, por ejemplo, según los artículos 147 y 147 A de la Ley 65 de 1993, “no ser requerido por
autoridad judicial” (clásica fórmula de certificación de los antecedentes penales) es indispensable para la
procedencia de los permisos de salida (por 72 horas y hasta por 15 días) a los reclusos que cumplan además otros
requisitos.
127
Corte Constitucional, Sentencia C-536 de 2006.
128
Corte Constitucional, Sentencia T-058 de 2015.

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había dictado una sentencia penal, situación que estimulaba escenarios de


discriminación129.

110. Por lo cual, la Corte advirtió en aquella oportunidad que la


supresión total de los antecedentes judiciales no era una alternativa viable
desde el punto de vista constitucional pues,

Ya lo vimos al referir el caso de las inhabilidades intemporales de


carácter constitucional, las especiales funciones que en materia penal
cumple la administración de esta información personal, así como sus
usos legítimos en materia de inteligencia, ejecución de la ley y control
migratorio. En estos casos, la finalidad de la administración de esta
información es constitucional y su uso, para esas específicas
finalidades, está protegido además por el propio régimen del habeas
data.

111. No obstante, señaló que, en virtud de los principios sobre


administración de datos personales, los titulares de estos se encuentran
facultados para ejercer la potestad de supresión relativa frente a la circulación
irrestricta de la información sobre antecedentes judiciales cuando el propósito
de su divulgación no reporte una clara finalidad, necesidad y utilidad
constitucional. En ese sentido, las bases de datos sobre antecedentes delictivos,
en virtud de su finalidad y acceso restringido -sólo por el titular o terceros con
un interés legítimo-, puedan arrojar información que permita inferir la
existencia de antecedentes penales por lo que es una medida constitucional.

8.7.5. La competencia de la Procuraduría General de la Nación


respecto a la administración de los antecedentes disciplinarios

112. En relación con las anotaciones contenidas en el Certificado de


Antecedentes Disciplinarios que expide la PGN, el artículo 174 de la Ley 734 de
2002 señala que:

ARTÍCULO 174. Registro de sanciones. Las sanciones penales y


disciplinarias, las inhabilidades que se deriven de las relaciones
contractuales con el Estado, de los fallos con responsabilidad fiscal, de
las decisiones de pérdida de investidura y de las condenas proferidas
contra servidores, ex servidores públicos y particulares que
129
Corte Constitucional, Sentencia SU-458 de 2012.

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desempeñen funciones públicas en ejercicio de la acción de repetición o


llamamiento en garantía, deberán ser registradas en la División de
Registro y Control y Correspondencia de la Procuraduría General de la
Nación, para efectos de la expedición del certificado de antecedentes.

El funcionario competente para adoptar la decisión a que se refiere el


inciso anterior o para levantar la inhabilidad de que trata el parágrafo
1° del artículo 38 de este Código, deberá comunicar su contenido al
Procurador General de la Nación en el formato diseñado para el efecto,
una vez quede en firme la providencia o acto administrativo
correspondiente.

La certificación de antecedentes deberá contener las anotaciones de


providencias ejecutoriadas dentro de los cinco (5) años anteriores a su
expedición y, en todo caso, aquellas que se refieren a sanciones o
inhabilidades que se encuentren vigentes en dicho momento.

Cuando se trate de nombramiento o posesión en cargos que exijan para


su desempeño ausencia de antecedentes, se certificarán todas las
anotaciones que figuren en el registro.

8.7.6. La competencia de la Policía Nacional respecto a la


administración de los antecedentes penales

113. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 94 del Decreto 019


de 2012, la Policía Nacional se encuentra a cargo de la administración,
mantenimiento y actualización de los registros delictivos de acuerdo con los
informes remitidos por las autoridades judiciales y de policía, así como de la
expedición de los antecedentes judiciales, constituidos por el conjunto de
anotaciones que deben constar en los registros delictivos y de identificación
nacionales, con base en el canje interno y en los informes o avisos que deben
rendir oportunamente los jueces de la República, sobre iniciación, tramitación y
terminación de procesos penales, órdenes de captura, entre otros.

114. Por su parte, el numeral 15 del artículo 4º de la Resolución 5839 de


2015 radica en cabeza de la DIJIN la función de organizar, actualizar y
conservar los registros delictivos nacionales, de acuerdo con los informes,
reportes o avisos que para el efecto deberán remitirle las autoridades
competentes, sobre iniciación, tramitación y terminación de procesos penales,

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órdenes de captura, medidas de aseguramiento y demás determinaciones


previstas en el Código de Procedimiento Penal.

8.7.7. Acerca de la presunta vulneración del derecho de habeas data en


el caso concreto

115. De acuerdo con las respuestas suministradas en el término de


traslado, esta Subsección evidencia que la PGN no ha cumplido con lo
establecido en el ordinal tercero de la Resolución No. 1299 de 17 de marzo del
año en curso proferida por la SDSJ130, en el cual se habilitó al accionante para
ser empleado público, trabajador oficial o contratista del Estado, con las
restricciones para desempeñar cualquier función o labor en organismo de
seguridad privado o público, en defensa del Estado, Rama Judicial y órganos
de control.
116. En consecuencia, su derecho fundamental al habeas data se
encuentra actualmente vulnerado pues su información personal, contenida en
las bases de datos administradas por dicha entidad, no está debidamente
actualizada.

117. Por lo anterior, se amparará igualmente esta garantía


constitucional y se dispondrá, como se afirmó en precedencia (véase, supra,
párr. 97), que la Procuraduría General de la Nación actualice la información
que reposa en sus respectivas bases de datos en relación con el señor
DIONEIDER MINA MINA.

8.7. Cuestiones finales

118. Pese a que no se advirtió vulneración de derecho fundamental


alguno por parte de la SEJUD, la SEJEP y de la Secretaría Judicial de la SDSJ, no
se dispondrá su desvinculación dado que sus actuaciones estuvieron
relacionadas con los hechos objeto de esta acción constitucional.

130
“TERCERO.- En firme esta decisión, el señor DIONEIDER MINA MINA, identificado con la cédula de
ciudadanía No. 76.141.228., de Caloto, Cauca, queda habilitado para ser empleado público, trabajador oficial o
contratista del Estado, con las restricciones para desempeñar cualquier función o labor en organismo de seguridad
privado o público, en defensa del Estado, Rama Judicial y órganos de control. Al efecto OFÍCIESE a la
Procuraduría General de la Nación, a la Registraduría Nacional del Estado Civil y a la Policía Nacional, para que
actualicen los correspondientes registros o incorporen las debidas anotaciones en las bases públicas de
información”. Expediente Legali, fls. 58-59.

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119. Comoquiera que la PGN no respondió los requerimientos


formulados por esta autoridad judicial en el término establecido, se le exhortará
para que, en las próximas ocasiones, conteste en el plazo correspondiente las
solicitudes que se le realicen en los trámites de acción de tutela.

120. Hágase la notificación del presente fallo a las partes, teniendo en


cuenta lo establecido por el artículo 30 del Decreto 2591 de 1991 y, en caso de
no ser impugnado, remítase ante la Corte Constitucional para su eventual
revisión. Se dispondrá, además, el archivo de la actuación si la tutela no es
seleccionada.

Por las razones expuestas, la Subsección Cuarta de la Sección de


Revisión del Tribunal para la Paz, administrando justicia en nombre de la
República y por autoridad de la Ley,

RESUELVE

PRIMERO: DECLARAR LA CARENCIA ACTUAL DE OBJETO POR


HECHO SUPERADO respecto del amparo constitucional reclamado por el
señor DIONEIDER MINA MINA, en relación con la Sala de Definición de
Situaciones Jurídicas, su Secretaría Judicial y la Policía Nacional- Dirección de
Investigación Criminal e INTERPOL.

SEGUNDO: CONCEDER EL AMPARO de los derechos fundamentales al


debido proceso, al acceso a la administración de justicia y al habeas data del
señor DIONEIDER MINA MINA.

TERCERO: ORDENAR a la Procuraduría General de la Nación a que, un


término de cuarenta y ocho (48) horas contadas a partir de la notificación de
esta decisión, dé cumplimiento a lo ordenado en el numeral tercero de la
Resolución No. 1299 de 17 de marzo de 2021, proferida por la Sala de
Definición de Situaciones Jurídicas, actualizando la información que reposa en
sus respectivas bases de datos en relación con el señor DIONEIDER MINA
MINA.

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CUARTO: NO CONCEDER el amparo del derecho fundamental de petición


del señor DIONEIDER MINA MINA.

QUINTO: EXHORTAR a la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas que, en


futuras oportunidades, resuelva todas las peticiones relacionadas con la
suspensión de antecedentes penales y disciplinarios presentadas por los
compareciente, en un término prudencial y respetuoso con el debido proceso.

SEXTO: EXHORTAR a la Procuraduría General de la Nación para que, en


futuras oportunidades, cuando se le realicen requerimientos judiciales, dé
respuesta a las mismas en el plazo correspondiente.

SÉPTIMO: NOTIFICAR esta decisión al señor DIONEIDER MINA MINA,


identificado con cédula de ciudadanía número 76’141.228, lo cual se puede
realizar en el correo electrónico indicado por el accionante en el escrito de tutela
(jhonmina0819@hotmail.com).

OCTAVO: ADVERTIR que contra la presente decisión procede la


impugnación dentro de los tres (3) días siguientes a su notificación.

NOVENO: De no ser impugnada la presente decisión, dando cumplimiento a


lo dispuesto en el artículo 30 del Decreto 2591 de 1991, REMITIR a la
Honorable Corte Constitucional, para su eventual revisión. En caso de ser
devuelto el expediente sin que haya sido seleccionado por el Tribunal
Constitucional, se dispone ORDENAR EL ARCHIVO DEFINITIVO de la
actuación ante la Secretaría Judicial de la Sección de Revisión.

DÉCIMO: COMUNICAR esta decisión al Ministerio Público.

COMUNÍQUESE, NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE,

(Firmado electrónicamente)
CLAUDIA LÓPEZ DÍAZ
Magistrada

(Firmado electrónicamente)
ADOLFO MURILLO GRANADOS

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