Está en la página 1de 2

Garantía de petición

FUNDAMENTO Y RELEVANCIA DE LA GARANTÍA DE PETICIÓN EN UN ESTADO DEMOCRÁTICO

La existencia en cuanto derecho, se remonta hasta la edad media, especialmente en Inglaterra que
es en donde adquiere realmente su importancia. Allí surgieron los principios fundamentales que
aún hoy inspiran a este derecho y por ello mismo ha sido el lugar en donde mayor desarrollo
jurisprudencial ha tenido (VELLOSO, 1855). En la Carta Magna de 1215 (artículo 29) se encuentra
de manera indirecta su reconocimiento. Luego de una evolución jurídica, pasa a estar plasmado
directamente en el Bill of Rights de 1689 (artículo 5), en donde viene a proclamarse como un
derecho de los súbditos, de presentar peticiones al rey, pero en el entendido de ejercerlo de
manera correcta, es decir, exento de indecencias y presiones.

El artículo 8º constitucional, convierte al derecho de petición en elemento esencial para la


protección de los derechos humanos: es decir lo eleva a una potestad jurídica para solicitar la
intervención del poder público en un caso concreto. Contrario a lo que ocurre en la mayoría de las
garantías individuales, que imponen al Estado una obligación negativa o de abstención con
respecto a las actividades que puedan realizar los particulares; el derecho de petición provoca el
cumplimiento de una obligación positiva de las autoridades que deben actuar en representación
de los órganos estatales, ya que es precisamente la acción de contestar por escrito y en breve
término al peticionario.

LIMITACIONES O RESTRICCIONES LEGALES DE LA GARANTIA DE PETICIÓN EN EL PAÍS

Ley Reglamentaria del artículo 8º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Artículo 12. Inadmisión de peticiones. No se admitirán las peticiones cuyo objeto sea ajeno a las
atribuciones de los poderes públicos, instituciones u organismos a que se dirijan o que excedan del
contenido del derecho de petición, así como aquellas cuya resolución deba ampararse en un
objeto distinto al establecido en esta ley que deba ser objeto de un procedimiento parlamentario,
administrativo o de un proceso judicial. Tampoco se admitirán aquellas peticiones sobre cuyo
objeto exista un procedimiento parlamentario, administrativo o un proceso judicial ya iniciado, en
tanto sobre los mismos no haya recaído acuerdo o resolución firme. Artículo 13. Declaración de
inadmisibilidad. Plazo. La declaración de inadmisibilidad será fundada y motivada en todo caso, y
deberá acordarse y notificarse al peticionario en los treinta días hábiles siguientes al de
presentación del escrito de petición. Cuando la inadmisión traiga causa de la existencia en el
ordenamiento jurídico de otros procedimientos específicos para la satisfacción del objeto de la
petición, la declaración de inadmisión deberá indicar expresamente las disposiciones a cuyo
amparo deba sustanciarse, así como el órgano competente para ella. En otro caso, se entenderá
que la petición ha sido admitida a trámite.

También podría gustarte