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“AÑO DE LA UNIDAD, LA PAZ Y EL DESARROLLO”

FACULTAD DE DERECHO

REFORMAS CONSTITUCIONALES GENERADAS DESDE EL 2000 EN

ADELANTE

Monografía que como parte del curso Teoría Constitucional del Derecho

presentan los

alumnos(a):

Shantal Callan Luna

Alejandra Paredes Campos

Ronny Rosales Gallo

Carlos Salvatierra Camacho

Profesor

Jhonny Tupayachi Sotomayor

Curso

Teoría Constitucional del derecho

2023
índice

Introducción

1. El Perú y la constitución de 1993

2. Chile y la constitución Pinochetista

3. Colombia y el tercer modelo de libre mercado en América

4. Venezuela y el camino hacia el autoritarismo

5. Nicaragua y la reelección indefinida.

Conclusiones

Bibliografía
Las Reformas Constitucionales en América Latina, 2000-2022

Introducción

América Latina desde su formación en repúblicas independientes el constitucionalismo

ha sido una marca indeleble, esto nos puede llevar a pensar que existe una fuerte tradición

legalista en nuestra clase dirigente, sin embargo, el uso de los mecanismos

constitucionales denota una falta de tradición institucional, por ejemplo, en el Perú

durante el período de 1821 hasta 1845, se dictaron seis constituciones por los caudillos

del momento (Aljovín, 2000). Este uso y abuso de las transformaciones constitucionales

solo tiene un fin claro, el adecuar el marco legal a los intereses del caudillo, gobernante

o grupo de poder de turno. Sin embargo, este tema no se quedó en el siglo XIX, el siglo

posterior el dinamismo constitucional siguió su rumbo creciente, por ejemplo, Nolte

señala que, entre los años 1978 y 2012, se entró a una vorágine constitucionalista en

América Latina, hubo 388 reformas parciales de la constitución y fueron promulgadas 16

nuevas constituciones (Nolte, 2012, p. 2).

Lo interesante es que el constitucionalismo para ser una marca de nuestro espacio, si

analizamos la década del 70 la crisis económica de esa década lleva a golpes de estado

como el de Chile, que en la siguiente década de 1980 realizó un cambio constitucional

que abrió su economía al neoliberalismo, mientras el populismo arrasaba con la

estabilidad política y económica fue a través del cambio constitucional de Pinochet

consiguió darle un giro al estado chileno, lo que permitió una senda de crecimiento y

estabilidad. Es recién a inicios de los años 1990 que este modelo constitucional neoliberal

es consagrado en diversas constituciones como las de Perú, Argentina, etc.; sean a través

de reformas totales o parciales. Realizamos este recuento con la finalidad de señalar que
los cambios constitucionales son el reflejo del grupo de poder que controla el Estado, no

obedece a cuestiones de Estado, sino son imposiciones por la fuerza militar a través de

los golpes de Estado o de la política caudillista, aún muy presente en la política

latinoamericana.

En ese sentido, el presente trabajo analizarás las reformas constitucionales en Perú, Chile,

Colombia, Venezuela y Nicaragua durante las últimas décadas, resaltando que estas

obedecen a posiciones personalistas y no a una política de Estado, sin embargo, una

paradoja de estas imposiciones es que han podido mantenerse en el largo plazo, eso

explica porque casi en su totalidad gobiernan los mismos grupos en esto países. Es decir,

las modificaciones constitucionales han reforzado la presencia del grupo que las

promovió o de sistemas económicos que se han enraizado y no se han logrado modificar

en sus bases, como es el caso de Perú, Chile y Colombia, que podríamos decir, promueven

el libre mercado a través de sus constituciones, en tanto que, Venezuela y Nicaragua están

al otro lado, una economía de Estado.

Por otro lado, debemos señalar que los sistemas en América Latina son presidencialistas,

lo que lleva a muchos enfrentamientos con el congreso, lo que ha derivado en cierres de

este, de alguna forma la lucha política se ha inclinado a favor del poder ejecutivo, que ha

tenido el respaldo popular para las medidas de reforma constitucional. Sin embargo, para

autores como Penfold et al (2014), las modificaciones constitucionales en torno a la

reelección presidencial han logrado impedirla o diferirla, permitiendo la consolidación de

la democracia, de esta forma, se ha buscado abolir los personalismos políticos y el

continuismo, asimismo, se le recortarían los excesivos poderes que un presidente podría

acumular. Finalmente, la alternancia en el poder permite la mayor presencia de

adversarios y un juego democrático mejor consolidado (Penfold, et al, 2014, Págs. 358-

359).
No compartimos el entusiasmo de los autores mencionados, por el contrario, hemos

presenciado en las últimas décadas en América Latina, que los afanes reeleccionistas no

han cesado, eso ha permitido en el caso de Venezuela, Nicaragua y el Salvador mantener

a los mismos grupos de poder, en el caso de Bolivia ha significado el retorno de los

partidarios de Evo Morales al poder, es decir, la alternancia no ha funcionado mediante

las reformas constitucionales, sino que ha significado la permanencia de los mismos

sectores políticos. En la otra orilla ideológica, en el Perú hubo un cambio de grupo de

poder en el 2021, se realizó un debate sobre la posibilidad de una Asamblea Constituyente

para una reforma total de la constitución, sin embargo, el debate político lo ganó los

partidarios de mantener la constitución del año 93. Que, sin duda, es propia de su tiempo,

con una clara orientación neoliberal, donde existió la reelección presidencial, pero que

fue modificada por el congreso 2001-2006 para evitar la concentración de poder que

existió durante el gobierno de Alberto Fujimori, 1990-2000.

Este gobierno fujimorista y los posteriores gobiernos de Correa en el Ecuador, Morales

en Bolivia, Chávez y Maduro en Venezuela y Ortega en Nicaragua, apelaron a las

reelecciones indefinidas, por eso no compartimos las opiniones de Penfold et al, quienes

señalan que, “es evidente que la reelección consecutiva no necesariamente es algo

negativo para el funcionamiento de la democracia. Hay razones para pensar que limitar

la reelección presidencial es más bien antidemocrático y tampoco ayuda a mejorar la

rendición de cuentas” (Penfold, et al, 2014, p. 540). Además, estos autores apelan a la

experiencia americana para señalar que la reelección puede ser beneficiosa, olvidando

que la tradición en América Latina ha sido usar el constitucionalismo para eternizarse en

el poder, este afán de legalizar la concentración de poder a través de la constitución es un

mal endémico del espacio latinoamericano. Por último, en este trabajo vamos a presentar

los distintos esquemas de reforma constitucional en los países que hemos planteado el
estudio, lo que permitirá definir las realidades de cada país y su respuesta a través del

marco constitucional.

1. El Perú y la constitución de 1993

El Perú de fines de la década de 1980 se había sumido en una crisis política de gran

magnitud, que cuestionó las bases del propio sistema democrático, algo que ya era

moneda corriente, por ejemplo, entre los años 1900 y 2000 se tuvieron 5 constituciones,

siendo el promedio de vida 26 años por constitución (Negreto, 2008, p. 12). En ese

proceso de caos económico, social y político el nuevo presidente Alberto Fujimori decidió

quebrar el orden constitucional y el 5 de abril de 1992, acusando al congreso de bloqueos

a las reformas impuso una nueva centralización del poder. Se convocó a un Congreso

Constituyente que entregó una nueva constitución que fue promercado, parecida al

modelo constitucional chileno, menor presencia del Estado en la economía, anulación de

los derechos sindicales, etc. Fujimori consiguió la aprobación del nuevo modelo, por un

escaso margen, en dicha constitución se incluyó la reelección presidencial, solo por un

período.

En el año 1995 se produjo dicha reelección con un amplio margen, sin embargo, una ley

de interpretación auténtica del año, n 26657 del año 1996 facultó a Fujimori a postular el

año 2000 pese a que ya se había reelegido, esta polémica ley permitió que su segunda

reelección contase como primera. En ese sentido, discrepamos de Penfold et al (2014) por

lo señalado líneas arriba. Porque la concentración de poder en el ejecutivo, con un

congreso mayoritario, solo perjudicaron a los opositores que no lograron competir en

igualdad de nivel, el candidato-presidente tenía la maquinaria estatal y los medios de

comunicación a su favor, si bien su gobierno había sido relativamente exitoso, no dejaba

de tener grandes hechos de corrupción.


Finalmente, la oposición de la opinión pública como la de partidos políticos permitió que

el año 2000 el congreso modifique la reelección presidencial continua por una diferida

que se mantiene hasta el momento. Alberto Fujimori al igual que Hugo Chávez una vez

alcanzada la primera reelección buscó la forma de ampliar su poder a través de nuevos

límites constitucionales, algo que fue relativamente exitoso.

Asimismo, en el congreso 2001-2006 se propuso a través de la Comisión de Constitución

un texto que sea debatido, el cual supuso una reforma total de la constitución de 1993.

Sin embargo, el debate no llegó a buen puerto, lo que no significa que no haya existido

modificaciones importantes al texto fujimorista, existiendo 45 cambios, desglosado de la

siguiente forma, 34 modificaciones constitucionales, 9 cambios, 2 incorporaciones y 2

sustituciones, entre las que destacan la creación de la Junta Nacional de Justicia, la no

reelección de autoridades regionales y locales, así como de los congresistas.

También se destaca la eliminación de la inmunidad parlamentaria que tanta polémica

había generado, por ejemplo, sobre las modificaciones el ex presidente del Tribunal

Constitucional, Ernesto Álvarez señala que, “La Constitución no está escrita en piedra y

necesita de cambios para adecuar el texto a los tiempos que exige la sociedad” (El

Comercio, 15/06/2022). Sin duda, los cambios deben obedecer a los requerimientos de la

sociedad el problema es cuando obedecen a intereses del gobernante de turno, como fue

el caso del referéndum de 2019 que no resolvió problema de fondo en el sistema político

peruano, creemos que, por el contrario, agudizó la crisis política.

Por último, no todos los cambios pasan por referéndum, cuando se trata de una

modificación de un artículo es el parlamento que debe tener dos tercios del total de sus

congresistas que deben aprobar la modificación y ser ratificada en segunda votación.


2. Chile y la constitución Pinochetista

En Chile a inicios de los años 1980 la dictadura militar encabezada por Augusto Pinochet

convocó a plebiscito con la finalidad de limitar su presencia, así como, abrir espacios al

dialogo con las fuerzas opositoras, en esa línea, la democracia cristiana participó en la

redacción de la constitución de la dictadura militar. Esta constitución ha tenido

modificaciones que han buscado retirar los elementos autoritarios, siendo la reforma más

importante la del 2005 durante el gobierno del presidente Lagos. Lo que fue parte de una

conjunción de fuerzas, donde participaron la concertación democrática y fuerzas de

izquierda, es decir, las reformas han sido parte de un acuerdo político maduro entre

sectores democráticos, donde se debe resaltar que en Chile durante el siglo XX, solo ha

habido 3 cambios totales de la constitución, lo que indica un periodo de vida de más de

35 años de cada una, lo que nos habla de cierta estabilidad política a diferencia de otros

países latinoamericanos como Venezuela o Nicaragua.

Retomando el caso chileno su nivel de reformas constitucionales es bajo, aquí se permite

la reelección presidencial, pero diferida, como lo hemos visto en el caso de Bachelet y

Piñera. Pero como le mencionamos líneas arriba, la reforma constitucional del 2005 logró

reducir el mandato presidencial, eliminar a los senadores vitalicios, como era el caso del

dictador Pinochet, se permitió remover a los jefes militares y modificar las funciones del

Consejo de Seguridad Nacional (Alcántara, 2013), esto fue un logro democrático porque

se desarticuló el poder militar que estaba consagrado en la constitución pinochetista.

También en los años 2007 y 2021 se realizaron reformas como la creación de mecanismo

de transparencia del estado, el sufragio como derecho y no como obligación y en el 2009

Chile se adhiere a la Corte Penal Internacional.

Sin embargo, los descontentos sociales se apoderaron de la sociedad chilena porque la

constitución desde su perspectiva consagraba las desigualdades sociales, se llamó a


consulta para elegir una Asamblea Constituyente, que fue ocupada por mayoría por la

izquierda radical que elaboró un texto constitucional que fue sometido a referéndum para

su aprobación, que no se consiguió por el 62% de la población rechazó la propuesta

constitucional contra un 38% que voto por el sí, lo que demostró el fracaso de la izquierda

que en poco tiempo perdió su capital político, porque la nueva conformación de la

Asamblea Constituyente se fue a la otra orilla ideológica, esto quiere decir, que tiene más

presencia de sectores de derecha. La derrota de una formula constitucional progresista se

debió porque el sistema de libre mercado está muy enraizado en la sociedad chilena y una

transformación constitucional propuesta por la izquierda generó mucho temor en la

población.

Si los sectores de derecha consiguen mantener el sistema que le ha dado crecimiento a

Chile en los últimos 40 años y lo pueda vincular a una justa distribución de la riqueza,

creemos que eso sería una lección aprendida y no la radicalización de políticas

neoliberales.

3. Colombia y el tercer modelo de libre mercado en América

Colombia ha sido uno de los países más estables en torno al cambio constitucional, por

ejemplo, Negretto en su trabajo señala que entre 1900 y el 2000 se han tenido solo dos

constituciones, siendo el periodo de vida 50 año por cada constitución (Negretto, 2008,

p. 12), lo que nos indica estabilidad jurídica, su última constitución fue promulgada en el

año 1991 e inicialmente no contemplaba la reelección ni inmediata, ni diferida

Por otro lado, el proceso de reforma de la constitución se puede dar tanto por el congreso

como por una Asamblea Constituyente o por un referéndum (art, 374). Por ejemplo, este

mecanismo permitió que el año 2003, se modificaran el financiamiento de las campañas

electores y el sistema electoral. El año 2004


El proceso de reforma en la Constitución se puede dar por el Congreso, por una Asamblea

Constituyente o por medio de un referendo (art.374), gracias a esto se pudo dar una

reforma importante en 2003. El año 2004 gracias a su popularidad el Presidente Álvaro

Uribe consiguió una reforma constitucional que lo habilitaba a poder postular a un

segunda mandato, sin embargo, el afán desmedido por el poder lo llevo a plantear en el

año 2010 la posibilidad de un tercer mandato, por lo tanto, sus partidarios en el congreso

propusieron otra reforma constitucional, logrando 85 votos de los 84 que se requerían

para aprobar un plebiscito, desafortunadamente, para los intereses de Uribe, la Corte

Constitucional debía validar el acto congresal, que rechazó la ley de convocatoria a

referéndum por vicios insalvables, como falta de transparencia en la votación y compra

de voluntades (Serraferro, 2011, p. 239).

Otra de las reformas importantes fue realizada en el año 2009 y se sancionaría a los

partidos políticos que incluyan a aspirante que estén relacionados con delitos de

narcotráfico y terrorismo (art. 107). Además, en 2011 se permitió la intervención del

Estado para la explotación de recursos naturales (art. 334).

Estas reformas parciales de la constitución han permitido mantener la columna vertebral

del libre mercado, lo que ha fortalecido a los grupos económicos que han gobernado en

esa línea económica. Sin embargo, el abuso del libre mercado y la poca capacidad de

entender los reclamos de la población permitieron la llegada del izquierdista Gustavo

Petro al poder, quien no ha prometido una Asamblea Constituyente, pero tiene las

intenciones de realizar modificaciones constitucionales, aunque creemos que no será tarea

fácil, por lo arraigado que esta el sistema liberal en Colombia, al parecer su caída en la

popularidad le dificultaran alguna reforma importante, nos queda claro que seguirá el

camino de Boric en Chile.


4. Venezuela y el camino hacia el autoritarismo

En el año de 1992 el comandante del ejército de Venezuela, Hugo Chávez intentó dar un

golpe de Estado al gobierno constitucional de Carlos Andrés Pérez, posteriormente, fue

liberado de la responsabilidad a través de un indulto, ganando las elecciones en el año de

1998, inicialmente había prometido no hacer transformaciones radicales, pero Chávez

buscaba concentrar poder y consiguió convocar a un referéndum para modificar la

constitución totalmente, fue un proceso que no “permitió la competitividad y convivencia,

sino que fue un mecanismo para la exclusión que sirvió para acentuar las diferencias

fundamentales entre los sectores políticos y agravar la crisis política, profundizándose la

polarización del país” (Brewer-Carías, 2015, p. 28). Ya Venezuela era un país con un alto

índice de constitucionalismo, por ejemplo, entre los años 1900 y 2000, se habían

promulgado 16 constituciones, incluida la de Chávez, siendo el tiempo de vida de cada

constitución de 6 años, un nivel que refleja la inestabilidad política del país petrolero.

Este panorama no va a cambiar en la década del 2000, por el contrario, la fragmentación

política y la concentración de poder por el ejecutivo van acrecentándose, la nueva

constitución no solo permitía la concentración de poder, sino que cambió la denominación

del Estado a República Bolivariana de Venezuela, definiéndola como, “Estado

Democrático y Social de Derecho y de Justicia” (art. 2). Además, admitió la reelección

presidencial por un periodo.

Otro cambio importante fue el otorgarles el voto a los militares y esto derivó en un

marcado carácter militarista, por ejemplo, el ejercicio simultáneo de la autoridad civil y

la militar por un mismo funcionario, y la inclusión de normas tendientes a la

militarización de la sociedad en la ejecución de la concepción estatista de la seguridad

nacional (art. 322) (Brewer- Carías, 2015, p. 33).


En el año 2009, Hugo Chávez optó por otra enmienda constitucional que permitía la

reelección presidencial indefinida, alcanzado el apoyo del 54% de la población, pero no

era el único cargo que permitía la reelección indefinida, anteriormente, en el 2007, el

pedido de reelección presidencial fue rechazada y al presidente Chávez, decidió hacer

caso omiso a ese resultado. Lo que llevo como en el caso de Fujimori la búsqueda de más

poder a través de las reformas constitucionales.

5. Nicaragua y la reelección indefinida.

Nicaragua es actualmente una dictadura y al igual que Venezuela uso los mecanismos

democráticos para llegar al poder, dentro de la oleada izquierdista en América Latina,

durante la década del 2000. El constitucionalismo en Nicaragua era continuo, como ya lo

mencionamos no significa un respeto a la ley, por el contrario, es buscar como acomodar

la legalidad a los intereses de grupos de poder. Entre los años de 1900 hasta el 2000,

existieron 8 constituciones, lo que significa una vida de 13 años por casa constitución

(Negretto, 2008, p. 12). Esto demuestra un alto nivel de inestabilidad, el presidente Daniel

Ortega consiguió ser reelecto gracias a la reelección no inmediata, el año 2011 gracias al

apoyo de la Sala Constitucional pudo postular a la reelección, logrando un nuevo

mandato, es conveniente señalar que la aprobación de este pedido solo se realizó porque

la sala está copada por partidarios de Ortega.

Posteriormente, el presidente Daniel Ortega se ha reelegido en 3 oportunidades, teniendo

5 presidencia, donde 4 de ellas han sido consecutivas, el 2021 la reforma electoral

significo la persecución de la oposición y su impedimento de postular, se exilió y

encarceló a todo opositor, además no permite la presencia de observadores internacionales

en el proceso electoral, lo que lleva a la conclusión de que este gobierno uso la vía

democrática para mantenerse en el poder a través de las permanentes reformas

constitucionales, siendo un gobierno menos democrático y más autoritario.


Conclusiones:

Las reformas constitucionales han sido una constante en América Latina y no ha

distinguida ninguna orilla ideológica, sea de izquierda o derecha, el constitucionalismo

ha sido una forma de entronizarse en el poder y de satisfacer intereses de grupos de poder.

Pero podemos distinguir dos líneas claras, en el primer grupo incluimos a Perú, Chile y

Colombia, que promovieron constituciones a favor del libre mercado, lo que incentivó el

crecimiento de la economía y una estabilidad política, sin embargo, estos gobiernos no

escaparon del populismo autoritario, Fujimori y Uribe intentaron la permanencia en el

poder a través de las reformas constitucionales, consiguiéndolo en una reelección en el

caso de Uribe y de Fujimori en dos reelecciones, pero que fueron rechazados por la

sociedad y los partidos políticos. Es decir, la propia constitución fue la que permitió su

salida del poder y el empoderamiento de la sociedad civil. En el segundo grupo ubicamos

a la izquierda de Chávez y Ortega, que usaron la vía democrática para llegar al poder.

Pero desafiando las propias limitaciones constitucionales, promovieron referéndums para

mantenerse en el poder a través de reelecciones indefinidas, anulando a los rivales

políticos, apresándolos o en todo caso exiliándolos, para ese efecto, se ha usado la

legalidad. Esto nos indica que lo legal puede ser también parte del abuso del poder, al

parecer no nos hemos alejado mucho de la inestabilidad política del siglo XIX y el

constitucionalismo ha servido para fortalecer el abuso en reiteradas oportunidades.

Bibliografía

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