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Facultad de Psicología y Psicopedagogía

Asignatura: Psicología del Desarrollo III

Docentes:

Alumnas: Cánepa, María Pía


Iacono, María Emilia
Tinte, María Vanesa

Comisión: DN

Tema: Análisis de película “El nido vacío”.

2015
INTRODUCCIÓN

“El nido vacío” narra la situación de crisis por la que pasa un matrimonio argentino tras la
marcha de su hija Julia a Israel, visto desde la mirada de Leonardo (Oscar Martínez) , un
escritor introvertido que no consigue afrontar los cambios por los que atraviesa su vida,
mientras que ve cómo su mujer Martha (Cecilia Roth) es capaz de superarlo e incluso
disfrutar y distraerse retomando sus estudios en la universidad.
El paso de realidad y ensoñación en el personaje de Leonardo, responde a una puesta en
escena donde el personaje vive su espacialidad con una permanente incomodidad, y ayuda
a enfatizar y reflejar la crisis existencial en la que está sumido el personaje. Es cuando
Leonardo acepta la situación real en la que está sumido, cuando es capaz de ser realmente
feliz.
El eje de la película es el particular interés por el vacío que dejan los hijos en la casa de sus
padres cuando parten, así como del modo en que las parejas interactúan en estos espacios.
A su vez, en la relación entre Marta y Leonardo se traslucen los diferentes caminos que
puede tomar una pareja al quedar solos nuevamente. Leonardo se comporta como un
hombre al borde de una crisis de edad mediana, indulgente hacia sus neurosis y fóbico
hacia los cambios que ocurren a su alrededor. Al contrario que su mujer, Marta , que se
lanza a cualquier actividad que le pueda servir como distracción, Leonardo prefiere la
introversión. Solamente cuando acepta su situación, que incluye un yerno con sus propias
ambiciones literarias, una hija que se instala en Israel y una mujer con un imprevisto
entusiasmo por la vida social, Leonardo es capaz de ser realmente feliz.
Teoría:

Cuando los hijos se van de casa, suele ser un momento complicado en la vida de la pareja.
En ocasiones, puede desarrollarse el llamado síndrome del nido vacío. La pareja se
encuentra como tal después de largos años cuidando a sus hijos. Las emociones que
experimentan (tristeza, soledad, vacío) y la sensación de incertidumbre, como si la vida
perdiese su sentido, son difíciles de asumir.
Sin embargo, estas emociones suelen ser pasajeras, se van diluyendo con el tiempo si el
proceso de adaptación a la nueva situación familiar se produce correctamente
Existen, incluso, casos en los que los padres viven la marcha de su hijo como una
liberación, ya que ven cumplidas sus metas de enseñarles a volar solos y por fin les llega a
ellos el momento de dedicarse a sí mismos y a su pareja. Sea cual sea la situación, la
actitud de los padres ante el hecho de que sus hijos se marchen fuera y se independicen es
crucial a la hora de desarrollar o no el síndrome del nido vacío y otros problemas
psicológicos (ansiedad, depresión, problemas de pareja, etc.).
Como todo en la vida, se necesita tiempo para adaptarse a la nueva situación. El proceso
de adaptación no sólo tiene que ver con los hijos sino que es determinante en la relación de
pareja. Cuando los hijos están en casa, muchas conversaciones del día a día tienen que ver
con ellos: los deberes, las clases extraescolares, las salidas con los amigos, etc. Ahora que
ya no existe esa rutina, "la pareja tiene que reinventarse de nuevo y evolucionar al igual que
evoluciona la vida de sus hijos haciéndose mayores y adaptarse de una forma positiva al
cambio. Si la pareja no se adapta adecuadamente corre el riesgo de romperse, ya que
durante muchos años se ha mantenido unida únicamente a través de los hijos.

Qué es el síndrome del nido vacío

La expresión “síndrome del nido vacío” fue acuñada en la década de 1970 por Rose Oliver y
hacía referencia al sentimiento de soledad y abandono que experimentaba la mujer que se
dedicó con exclusividad a la crianza de los hijos y a ser ama de casa. “En la actualidad, la
identidad de la mujer no está cimentada solo en la maternidad: ejerce diversos roles que
compatibiliza con su función materna, y tiene más recursos para afrontar el síndrome del
nido vacío y reducir su impacto”, aclara Hernández. Añade que, además, la crianza de los
hijos es asumida hoy en forma más equilibrada por madre y padre, por lo tanto, si bien el
síndrome predomina en mujeres también se da en hombres.El ‘síndrome del nido vacío’ se
refiere a un conjunto de sentimientos de carácter negativo (tristeza, vacío, soledad,
melancolía, ansiedad o irritabilidad) que experimentan los padres cuando sus hijos se
marchan definitivamente de casa. El sentimiento de soledad es el más importante de todos,
y puede aparecer ante la ausencia de uno o varios de sus hijos.

En algunos casos, las manifestaciones de este síndrome pueden ser más acusadas debido
a la sensación de una mayor ruptura emocional o a la pérdida de influencia sobre los
descendientes. Este es el caso en el que los hijos se marchan de casa para formar otra
familia, casándose, o simplemente yéndose a vivir junto a su pareja.

Si bien el 'síndrome del nido vacío' es bien conocido de manera popular por la población
general, lo cierto es que carece de entidad diagnóstica. Es decir, sus características y
síntomas no se incluyen en los principales manuales diagnósticos. Este hecho hace que los
datos epidemiológicos no sean fiables, puesto que no existen criterios determinantes para
establecer o no el síndrome. No obstante, los estudios apuntan a que el ‘síndrome del nido
vacío’ es más frecuente por lo general entre las mujeres, aunque puede afectar a ambos
sexos. Este hecho se debe a que a la mujer se le ha venido asignando tradicionalmente el
rol de cuidadora de la familia, por lo que cuando su prole se marcha, uno de sus roles
personales queda sin cubrir. No obstante, las funciones que desempeñan actualmente
hombres y mujeres con respecto al cuidado de los hijos tienden a igualarse, por lo que la
incidencia de este síndrome es cada vez más similar en hombres y en mujeres.

Los padres se encuentran en un constante proceso de adaptación a cada una de las etapas
evolutivas de sus hijos, y con frecuencia se cuestionan si los están cuidando y educando
correctamente. Los vástagos son una gran fuente de satisfacción y también de
preocupación, que algunas veces unen a la pareja, y otras la separan. Cuando deciden irse
de casa e independizarse, los hijos dejan una gran ausencia en el hogar familiar y los
padres pueden sufrir entonces lo que se conoce popularmente como ‘síndrome del nido
vacío’.

El síndrome del nido vacío hace referencia a la complejidad de emociones y sentimientos


negativos que se pueden dar en los padres cuando los hijos se marchan del hogar.
Sentimientos de tristeza, abandono, soledad, irritabilidad, inutilidad, hasta pérdida del
sentido de la vida. Este fenómeno está atravesado por el contexto sociocultural y por la
dinámica en la trama vincular de la pareja y familia.

Adriana Guraieb, psicoanalista, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) y


de la Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA), recuerda que las etapas
institucionalizadas en la vida de una familia contemplan: desprenderse del hogar; concretar
el encuentro amoroso, formalizar la unión y tener hijos; acompañar a los hijos en la
adolescencia; la partida de los hijos y la vejez.

“Los hijos se apartan de la casa en pos del desarrollo personal, la madurez sexual, la
independencia económica y el fortalecimiento de la personalidad. Y, cuando ello acontece,
los padres quedan con lo que se ha dado en llamar el síndrome del nido vacío”, describe.

En ese momento, una reacción posible –afirma– sería la de sentir que ya se cumplió la
misión de darles educación, crianza, casa, comida y mucho más. “Y los padres y madres, ya
maduros o quizá ancianos, pueden tener más tiempo para ellos o darse algún gustito
postergado a lo largo de décadas, por la prioridad de asistir a los hijos”, completa.

Pero el sentimiento puede ser más complejo. “Cuando la crianza de los hijos es el único
proyecto vital de la mujer o el hombre y cuando hay dificultades en el acompañamiento, en
la evolución de los hijos, la ida del hogar irrumpe sorpresivamente, como un acto de
abandono”, explica la psicóloga Graciela Hernández, profesora del taller “Las cosas del
vivir” que funciona en Aula Universitaria de la Universidad Blas Pascal.

La especialista agrega que este síndrome puede ocurrir en forma simultánea con la
aparición de la menopausia en la mujer o andropausia en el hombre y también con el

Su aparición en la década de 1970 se da cuando las mujeres comienzan a dejar sus casas
paternas no para casarse, sino para independizarse. “Aquí se produce un gran cambio.
Porque antes, en las décadas de 1940 o 1950, el paradigma de una mujer era casarse y
tener hijos, pero luego de 1970 se produjo una revolución, tener hijos ya no era lo único
importante en la vida, sino que imperaba el modelo de desarrollo integral de una mujer”,
dice Graciela Schmidt, integrante del equipo de Aula Universitaria de la UBP. “Es clave
también que sepamos que en la vida contamos con nosotros mismos y que busquemos
cuáles son las cosas que nos gustan, que disfrutamos hacer y, cómo dice la escritora
Virginia Woolf, que encontremos nuestros cuarto propio”, propone la psicóloga.
En este paradigma, el vínculo de pareja tiene sentido en sí mismo, no sólo como roles
parentales

CONCLUSIÓN:

Finalizado este trabajo, hemos articulado los conceptos ampliados y vistos en clase.
Pudimos destacar en la película vista los contenidos correspondientes a la crisis analizada,
según la teoría del síndrome del nido vacío. Notamos que en los adultos maduros es una
crisis común, que depende de los mismos para poder sobrellevarla. La actitud que emplean
y desempeñan es fundamental. La ayuda mutua de la pareja y por ahí de algún profesional
también cobra protagonismo. Aceptar la realidad y adaptar la vida del alumno en función a
esta crisis es un proceso complejo, pero que se puede, y todos los adultos atraviesan a la
misma en la paternidad, sabiendo que quizá su descendencia en algún momento atraviese
lo mismo.
BIBLIOGRAFÍA:

http://www.lavoz.com.ar/salud/como-enfrentar-el-sindrome-del-nido-vacio

http://www.webconsultas.com/mente-y-emociones/familia-y-pareja/sindrome-del-nido-vacio-
11456

http://www.elmundo.es/salud/2014/12/13/548b1f0622601d631f8b4570.html

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