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Gabrielle Evans
Sinopsis
3
Capítulo 1
―Ellos mienten.
Blaise miró por encima del respaldo del asiento para ver al
hombre con las manos sobre las orejas y los ojos cerrados. Se le
rompió el corazón, lo que sólo sirvió para incomodarlo más. Nunca
quiso a un compañero, y sin duda no quería a un hombre para el
puesto.
Blaise asintió.
―¡Oye, hermanito!
Cole rodó los ojos, pero sonrió. ―Jackson, yo soy dos años
mayor que tú. ¿Quieres dejarte de tonterías con lo de hermanito?
―¡Keeton!
Rodando los ojos, Cole le dio un beso en la sien. ―No está tan
ocupado. Él puede descansar diez malditos minutos. Además, ese
es el problema. Él nunca está cerca. ¿Cómo se supone que vamos a
seducirlo si no podemos hacer que quede un poco más de tiempo
de lo que tarda en comer?
Arqueando una ceja, Cole le dio una sonrisa pícara. ―Oh, ¿es
así?
―¿Cole?
Deteniendo sus atenciones, Cole volvió a mirarlo. ―¿Qué pasa,
bebé?
Maldita sea, Cole olía tan bien, y Willow quería dejar correr su
lengua por cada centímetro del cuerpo en forma de su compañero.
―Entonces, ¿por qué?
―Te ves horrible. ―Tragó Willow duro, los ojos muy abiertos y
temerosos.
―¿Estás bien?
―Estoy bien.
―¿Por favor?
―Lo siento si no soy suficiente para ti, Cole. ―Él habló sin
abrir los ojos―. Espero que consigas lo que quieres. Espero que
encuentres tu felicidad. ―Entonces abrió la puerta y se apresuró a 30
salir antes de que Cole pudiera volver a hablar.
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Capítulo 4
―Willow se ha ido.
―Mira, él regresó.
―Suéltame, ―gruñó.
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Capítulo 5
Willow puso los ojos y señaló hacia el sofá. ―Quiero decir allí,
genio.
―Cole. ―Blaise se volvió hacia Cole, con los ojos muy abiertos
y la boca descolgada.
Cole parecía que iba a decir algo, pero cerró la boca y se limitó
a asentir. Willow estaba orgulloso de su exaltado compañero y
decidió que necesitaba una recompensa. Inclinándose hacia él,
lamió los labios de Cole, gimiendo suavemente cuando el hombre
se abrió justo para él.
―Sé que dijiste que no te ibas, pero, ¿quieres estar aquí? Has
dicho que no lo harías si tuvieras otra opción. Las palabras herían
más de lo que pensaba que lo harían, pero necesitaba saber la
respuesta.
1
En ingles la lección 101 es el curso básico de aprendizaje de una materia.
escapado el pre-semen.
―Desnúdate.
―¿Confías en mí?
―¿Qué he hecho?
―¡Willow!
―¡Willow!
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Capítulo 8
―Sí, está bien. ―Cole trabajó sus dedos por el pelo mucho
más corto y rubio de Blaise, masajeando el cuero cabelludo
mientras hablaba en voz baja―. Entonces, ¿qué encontraste?
―Absolutamente nada, ―gruñó Blaise―. El hombre había
desaparecido por completo en el momento en que salí fuera. Había
un ligero aroma de lobo en el aire, pero mezclado con algo más.
Algo áspero, agrio, casi como a goma quemada.
―¿Willow?
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―Él sabe que me puede decir lo que sea. Yo estaba allí para él
mucho antes de que tú aparecieras. ―Cole empuño sus manos en
sus caderas y gruñó―. E incluso después de que llegaras y
decidieras que no querías tener nada que ver con ninguno de
nosotros.
―Con eso dicho, ―Willow comenzó con él― hay que darle un
poco de crédito. Blaise lo está intentando, y nos está ayudando
atendiendo a cada una de nuestras diferencias. Se disculpó. Está
tratando de hacerlo mejor y progresando malditamente bien si me
preguntas. Por lo tanto, ¡déjate de mierdas! 79
Cole se sintió culpable por una fracción de segundo antes de
que él mirara a Blaise y viera al hombre sacándole la lengua como
si fuera un niño pequeño. Antes de que pudiera decir o hacer nada
para responder, la mano de Willow salió disparada y conectó con la
parte posterior de la cabeza de Blaise.
―No hay nada que puedas decirnos que haga que pensemos
menos de ti, ―se apresuró a añadir Cole.
―No estoy muy seguro. Creo que cerca de cien, porque una
de las criadas me enseñó a deletrear mi nombre y contar hasta
cien. Sé que ha habido al menos muchos inviernos desde que nací.
―Gracias.
―¿Tiene hijos?
Willow miró hacia otro lado y luego, dejó caer su mano del
rostro de Cole.
85
Capítulo 10
2
Encanijado, persona de talla pequeña
habitación.
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Capítulo 11
―Eso es, bebé. Pide por ello. Ruega por mi polla en tu culo.
―Los dedos de Blaise se arrastraban por el flanco de Willow y
alrededor de sus caderas para agarrar su polla palpitante―. Esto es
mío, Willow. Cole y yo somos los únicos que tendremos esto. ¿Lo he
dejado claro?
Cole miró por encima del hombro, con los ojos desorbitados
cuando vio la pequeña botella de lubricante en la mano de Blaise.
¿Estaba listo para esto? Mientras su mente se rebelaba ante la idea,
su polla no tenía tales escrúpulos. Se sacudía y pulsaba, llorando
por la ranura cuando su culo revoloteó ante la idea de tener a su
Alfa conectado con él tan íntimamente.
Asintiendo con la cabeza una vez, Cole alivió sus dedos del
canal apretado de Willow, agarró la base de su exigente pene, y
empujó la cabeza contra la entrada de Willow, meciendo sus
caderas hasta que se coló por el primer anillo de músculo.
―Te amo.
Cole gritó mientras ola tras ola de fuego corría por su cuerpo.
Entonces Blaise soltó su cuello, empujando hacia adelante mientras
conducía a casa de nuevo y se quedó inmóvil, rugiendo su orgasmo
cuando lava ardiente cubría las paredes internas del culo de Cole.
―Mio, ―Willow repitió las palabras de Blaise, enredando sus
dedos en el pelo de Cole cuando él mordió el otro lado de su cuello.
Cole gritó, su cuerpo se sacudió, y su orgasmo lo atravesó,
rociando el interior del canal convulsionado de Willow cuando el
instinto se hizo cargo, sus colmillos se alargaron y mordió en la piel
suave en el hombro de Willow.
Cole se sentía tenso y Blaise miró para ver a Willow hundir sus
colmillos en la carne del hombre. Sonriendo, él mordió en el cuello
de Blaise antes de empujar sus colmillos en la piel y gemir.
―Si tú lo dices.
Cole se rió y dio unos pocos pasos lejos de Blaise para darle
espacio a cambiar. ―Sólo mira a Blaise primero, ¿de acuerdo?
Pasó una eternidad, mucho más tiempo del que les había
tomado a Blaise o Cole, pero cuando el dolor finalmente decayó,
Willow abrió los ojos y miró a sus patas.
¿Patas? ¡Sí! Por fin lo había hecho. ¡Por fin había encontrado a
su bestia!
3
El yaguarundí (Puma yagouaroundi) es una especie de felino de pelaje pardo a negro uniforme, cuyo estado
de conservación se considera de preocupación menor. Vive desde el sur de los Estados Unidos hasta el centro de
Argentina. Más pequeño que su pariente próximo, el puma (puma con color) el yaguarundí caza animales pequeños.
Gracias Wikipedia.
―Creo que eres adorable, ―se apresuró a asegurarle Cole―. Y
maldita sea, me encanta el ronroneo. ¿Puedes hacerlo otra vez?
Demos pasó una mano por la cara como si quisiera borrar los
pensamientos de su mente. ―Sí, estás bien a la vista, hombre,
pero eso no es todo. No sé lo que te ha dicho o lo que pasó por tu
mente, pero era como una sobrecarga hormonal instantánea.
―Hizo un gesto vago por encima del hombro en dirección a
Malakai―. El pequeño hombre tiene razón. El olor de tu lujuria es
delicioso.
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Capítulo 13
―Nunca dije que no fuera así. ―Willow dijo en voz baja, con la
esperanza de mantener el miedo y la incertidumbre de su voz.
―No tienes que decirlo. Tus ojos son tan expresivos. ―Besó
los labios de Willow y le cogió la mano, tirando de él hacia la
puerta―. Vamos.
―Estoy asumiendo que los hijos que viven con ella tendrían un
padre diferente.
―Estamos en ello.
―¿Por qué?
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Capítulo 14
―No está lejos, sólo son veinte minutos una vez que salgamos
del aeropuerto.
Eso era algo a lo que tenían que hacer frente, pero podría
esperar hasta que tuviera en su domicilio a sus compañeros sanos y
salvos. ―¿Cómo esta Flynn encajando con ustedes?
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La furgoneta entera resonaba con resoplidos, risas y risitas.
―¿Qué? ¿Qué tiene de malo? ¿No les gusta?
―¿Dónde estás?
―Muévete, ―gruñó.
―Voy a lavar los platos por un mes. Sólo tienes que cambiar
de nuevo, por favor.
―Lo sé, pero estamos casi allí. Bloquealo hacia fuera. Solo nos
falta cruzar la siguiente colina.
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Capítulo 16
―Gracias, Xander.
4
Casi 1'88.
―¿Esta muerto? ―Preguntó a nadie en particular.
―Besame.
―Es como el barco del amor de mierda por aquí, ―le susurró
al oído Talon, repitiendo las palabras que Blaise le había dicho sólo
unos meses antes, cuando se enteró del apareamiento de Talon y
Jackson.
―Lo sé. ―Se volvió y levantó las cejas ante Talon cuando
Willow y Cole rompieron el beso―. ¿No es genial?
Cole vio como sorpresa, ira y odio destelló a través de los ojos
de su madre antes de que ella pegara una falsa sonrisa en su cara
agachando la cabeza a su vez.
―Se lo merecía.
―Bingo.
―Yo no estoy seguro. No creo que él los vea mucho debido a 182
su trabajo como Cazador. De las pequeñas cosas que deja pasar,
no creo que tengan una estrecha relación, tampoco. Tal vez vamos
a llegar a su encuentro en la boda de Keeton y Logan en un par de
semanas, sin embargo.
―¿Muy impaciente?
―Gracias.
Fin
Gabrielle Evans creció en un pequeño pueblo en el sur de
Oklahoma. Se casó con amor de la secundaria, y el resto es historia
más o menos. Tienen dos niños muy activos y un muy nervioso
perro salchicha que la mantiene en constante movimiento. Por el
momento, Gabrielle aparca su coche en el norte-centro de Texas,
pero quién sabe lo que pasará mañana.