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Catedral de la Asunción de Jaén

Se ubica en la plaza de Santa María,


frente al Palacio Municipal y el
Palacio Episcopal La catedral actual
fue concebida en el siglo XVI para
sustituir al anterior templo gótico
del siglo XV. La construcción se
prolongó durante varios siglos, a
pesar de lo cual la idea original se
mantuvo. Destacan la sala capitular
y la sacristía, que son la obra
cumbre de Andrés de Vandelvira, y
una de las obras más importantes
del renacimiento español. También
es sobresaliente su fachada
principal, una de las principales
obras del barroco español,
construida tras la consagración del templo en 1660 a partir del diseño de
Eufrasio López de Rojas. Igualmente, destaca el coro gótico tardío por su
belleza y gran número de sitiales que lo convierten en uno de los más grandes
de España. Una vez finalizadas las obras del edificio, las mismas continuaron
en los siglos siguientes principalmente en la decoración interior y de las
capillas
Posteriormente, en 1249 se trasladó la sede episcopal de Baeza a Jaén. Los vestigios
de la construcción musulmana desaparecieron tras sufrir graves desperfectos por el
incendio causado durante la incursión árabe en el año 1368, por lo que se tienen que
derribar para construir una nueva catedral bajo el mandato del obispo Nicolás de
Biedma. Esta primera catedral se proyectó inicialmente en estilo gótico. Contaba con
cinco naves cerradas por una cubierta de madera y un claustro contiguo en el que se
hallaba la torre del reloj. Debido a su deficiente construcción, tuvo que ser demolida
y dos años más tarde se emprendió la construcción de una segunda catedral gótica.
Se reconstruyó la catedral a partir de 1494, bajo el mandato del obispo Luis Osorio
de Acuña, debido a la inconsistencia de sus muros y a la amenaza de ruina La
construcción se enmarcaba dentro del estilo gótico tardío, de la época de los Reyes
Católicos. Según los planos de esta catedra antes de demoler la Capilla Mayor en
1634, la construcción presentaba planta basilical de cinco naves, la central más
amplia que las laterales, con doce capillas alojadas en los contrafuertes, según el
modelo del gótico levantino. Estas capillas se situaban: en el lado sur las de san
Antón, santa Catalina de Alejandría, Quinta Angustia, san Nicolás, san Ildefonso,
Jesús Nazareno y san Juan Bautista. En el costado norte las de san Bartolomé, Juan
Núñez de Vargas, la del Santísimo Sacramento, la del camarero Gonzalo de
Castroverde y la de san Benito. En estas capillas se encontraban enterrados algunos
nobles, como Ruy Díaz de Torres, señor de Villardompardo, que yacía en la de santa
Catalina, o Carlos de Navarra, conde de Cortes, que ayudó al rey Fernando en la
reconquista de la ciudad. Por su parte, la Capilla Mayor, que presentaba planta
cuadrada, se situaba en la cabecera La principal fuente de iluminación era el
cimborrio, de forma octogonal, ya que el lado sur era oscuro por abrirse a la muralla
de la ciudad. El cimborrio fue construido por el maestro Diego Martínez, y estaba
adornado por yeserías al estilo de los cimborrios toledanos, similar al que todavía
existe en la iglesia de San Andrés. El coro se desarrollaba a partir del propio
cimborrio y en él se adosaban diversos altares. La construcción presentaba una
techumbre de madera y contaba con un amplio patio similar al Patio de los Naranjos
de la Catedral de Córdoba. Aunque la obra renacentista duró 184 años (desde 1540
hasta 1724) y fueron muchos los arquitectos que dirigieron su construcción presentan
una excepcional armonía en sus diferentes estilos. Por encargo del cardenal obispo
Esteban Gabriel Merino se hizo cargo del proyecto inicial en 1534 y del comienzo de
las obras en 1540 El edificio se estructura con una planta de salón, de modo que la
sala capitular se alinea perpendicularmente al eje de la sacristía, alineándose con el
testero plano que existía previamente en la cabecera. De este modo, la parte
construida en el siglo XVI determina la forma de todo el conjunto, siendo este el
carácter diferenciador del templo
La planta de la catedral tiene forma de cruz latina, en la parte superior de los
brazos se encuentra la Sacristía Mayor y la iglesia del Sagrario. La superficie
rectangular es de 70 m en su fachada y parte posterior y 100 m en las
fachadas laterales. Recorre una logia de 12 m de ancha desde la puerta del
Sagrario hasta la fachada principal, con una separación de las calles que la
bordean por una valla de piedra de más de un metro de altura y sobre ella una
verja de hierro forjado de 4 m de altura, separada por pilares coronados por
piñas. Desde la fachada principal se entra a esta logia por tres puertas de
hierro.

Exterior de la catedral
Vista de la logia en el ángulo de Jaén que forma Fachada principal de la Catedral el
cuerpo principal con el Sagrario realizada por Eufrasio López de Rojas.

Vista de la logia en el ángulo que forman el cuerpo principal con el cuerpo


lateral oriental

Detalle constructivo de la portada


La fachada principal, diseñada por Eufrasio López de Rojas en 1667 y
finalizada en 1688 por su discípulo Blas Antonio Delgado, es una de las obras
más destacadas del barroco español. Mide 32 m de altura por 33 m de
anchura, sin incluir las torres, que enmarcan la composición en forma de
retablo. Destaca especialmente la puesta en escena de un gran muestrario
iconográfico, casi todo él magníficamente esculpido por Pedro Roldán, en el
que se encuentran desde significados universales hasta particulares
devociones locales, sobre todo, el Santo Rostro
La parte inferior está marcada por las grandes columnas, emparejadas las del
centro y aisladas las exteriores, que configuran las calles en las que se ubican
esculturas exentas, san Pedro y san Pablo, y relieves, la Asunción de la
Virgen, santa Catalina de Alejandría y san Miguel; así como un alineamiento
de los balcones, a modo de ventanales con arco de medio punto, desde los
que se exponía el Santo Rostro para bendecir tierras y gentes. Sobre el arco
del balcón central se presenta el relieve de la Santa Faz, sobre el balcón
interior izquierdo el escudo de la catedral y sobre el interior derecho el
escudo del obispo Fernando Andrade Castro; los dos balcones exteriores
presentan molduras
En la balaustrada de la fachada principal se encuentran las nueve grandes
esculturas siguientes (de izquierda a derecha)

San Pedro San Agustín San Gregorio Magno San Mateo y San Juan

San Lucas y San Marcos San Ambrosio San Jerónimo San Pablo
San Fernando
Las dos torres gemelas enmarcan la fachada y dan identidad renacentista a la
construcción, en contraposición a la horizontalidad de la fachada Se elevan en
principio de una planta cuadrangular y sin adornos hasta llegar al primer
cuerpo. Se organizan en cinco niveles que aumentan en complejidad
arquitectónica y decorativa
El primero, a nivel del suelo, no presenta ningún tipo de adorno, al igual que
el segundo, que solo cuenta con un pequeño balcón cerrado con una sencilla
baranda de hierro. El tercero, coincidiendo con la altura a la que se
encuentran las nueve figuras de la fachada, está adornado con elementos
ornamentales superpuestos El siguiente nivel está coronado por una
balaustrada que rodea su perímetro. En cada una de sus cuatro fachadas tiene
tres huecos con arcos de medio punto que, en el caso de la torre norte o de
las Campanas, permiten ver las nueve campanas que hay en su interior La
torre sur no alberga ninguna campana. En la parte inferior de este nivel, de la
torre norte, hay un reloj, que fue donado secretamente, tal y como consta en
un documento privado de 4 de mayo de 1860 El quinto y último cuerpo
presenta una planta octogonal, adornándose cada lado con huecos de luz con
arcos de medio punto. Está rematado por una cúpula semiesférica coronada
por una cruz sobre esfera, ambas en hierro forjado

En la fachada principal se encuentran tres puertas de entrada:


Puerta del Perdón o central. Está custodiada por dos hornacinas, en las que se
encuentran la imagen de san Pedro y san Pablo, y enmarcada por cuatro
columnas que representan los principios de la fe. Con relieve en su parte
superior de la Asunción de la Virgen realizada por Julián Roldán y por la parte
interior hay el relieve del Niño Jesús entre los doctores de Pedro Roldán.
Puerta de los fieles. Sobre la puerta, un relieve de san Miguel de Julián
Roldán. En su parte interior con el relieve de las Bodas de Caná de Lucas
González.
Puerta del clero. Lucas González es el autor de la imagen de santa Catalina en
la sobrepuerta. En su interior se encuentra la Huida a Egipto de Pedro Roldán.

Relieves sobre las puertas de


la fachada principal de la
catedral

Puerta de los fieles, relieve de san


Miguel por Julián Roldán.

Puerta del Perdón, relieve de la Asunción por Julián Roldán.


Puerta del clero, relieve de santa Catalina por Lucas González.

Detalle de la escultura de san Pedro en su hornacina de la fachada.

En el interior se pueden observar distintos estilos, renacentista, barroco,


churrigueresco y neoclásico. Presenta planta de salón y consta de tres naves
divididas por esbeltos y elegantes pilares cruciformes corintios, bastante
separados, coronados por esbeltos y amplios arcos de medio punto que
sostienen bóvedas vaídas. Entre los contrafuertes interiores se sitúan las
diecisiete capillas, agrupadas dobles en cada tramo por la amplitud de los
arcos. Por encima de las capillas se dispone un sistema de balcones, que
refuerza el aire civil de la construcción. En el último nivel se completa el
conjunto con ventanas serlianas verticales de arco y dintel en las que se
hallan las vidrieras. El resultando es una construcción equilibrada y clásica por
la coordinación de sus proporciones, lo que le confiere una gran armonía
La esbelta cúpula del crucero es obra del arquitecto Juan de Aranda Salazar,
formada por una circunferencia adornada de 12,5 m de diámetro en el tambor
y 50 m de altura; su interior se encuentra dividido por diversos radios que
delimitan espacios trapezoidales y las ventanas. Cada una de las pechinas,
sobre las que se apoya la cúpula, están decoradas con una tarja de hoja
barroca de influencia manierista en las que se encuentran los relieves de san
Miguel, san Eufrasio, Santiago y santa Catalina.
De la parte superior de la circunferencia se eleva la bóveda con ocho
ventanas, remata con una circunferencia de 2,5 m de diámetro de la cual
surge la linterna que tiene 5 m de altura con ocho ventanales y rematada por
una semiesfera con una cruz de hierro por el exterior

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