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Catedral de Zaragoza: se pueden distinguir tres partes mudéjares, como la Capilla de San
Miguel, dos ábsides y el cimborrio. La Capilla de San Miguel, también conocida como
Parroquieta, fue mandada construir en 1360 al maestro de obras Miguel del Cellero al igual
que su capilla funeraria; es un ámbito estrecho de planta rectangular, que ocupa el espacio del
lado del evangelio de la cabecera; al interior cubre su presbiterio con un artesonado de
madera dorada y decorada con abundantes lacerías y mocárabes. Son de estilo mudéjar las
zonas altas del ábside de la nave mayor y la del lado de la epístola, que fueron realizados entre
1403 y 1408; los muros son de ladrillo, decorados con paños de sebka, lacerías y cerámica
vidriada de color blanco, azul y verde, que rematan en merlones. Por su parte, el cimborrio,
que fue construido entre 1505 y 1520, sustituyendo a otro presenta dos cuerpos de planta
octogonal escalonados; al interior cubre con bóveda estrellada formada por arcos que se
cruzan, como en otras obras mudéjares que se inspiran en la Mezquita de Córdoba.
Iglesia de San Pablo: Construida entre el siglo XIII y primera mitad del XIV. Es un templo de una
sola nave con 4 tramos y cabecera poligonal, que se cubren con bóvedas de crucería. Los
elementos mudéjares de este edificio son: la torre campanario, la portada del lado Norte, y la
Puerta del Fosal. La torre es la obra maestra de esta iglesia, es de planta octogonal y está
realizada en ladrillo; tiene ocho alturas separadas por frisos de esquinilla; los dos primeros
pisos no se aprecian desde el exterior porque están encerrados en el claustro, y los dos
superiores se añadieron en el siglo XVI. El primer piso se decora solamente con un friso de
espiguilla; el segundo presenta un friso de arcos de medio punto ciegos y cruzados en la zona
baja, y una ventana de arco de medio punto doblado, arriba; los pisos tercero y cuarto carecen
de decoración; el quinto muestra un pequeño friso de esquinilla en la parte superior; en el
sexto se encuentra el cuerpo de campanas con una ventana de arco apuntado que cobija dos
arcos túmidos sobre pilar, en el centro, por debajo un friso de arcos de medio punto cruzados
y por arriba paños de sebka formando cruces y rombos; el séptimo se decora con un friso de
paños cruciformes similares a los anteriores, y tres vanos con arcos apuntados; el octavo
también se divide en dos partes, la inferior para recuadros de cerámica vidriada de color
blanco y verde, y el superior para dos ventanas con arcos de medio punto doblados.
Iglesia Santa María Magdalena: Se construyó entre el siglo XIV hasta el XVIII. Es un templo de
una sola nave con cabecera poligonal, portada meridional y torre a los pies. En la portada del
lado sur aparece un paño de arcos poli lobulados ciegos, un friso de esquinilla, y un paño de
rombos y cruces. La cabecera de siete lados se adorna con frisos de arcos mixtilíneos cruzados,
ventanas con arcos apuntados y un friso de esquinilla. La torre es de planta cuadrada y tiene
tres cuerpos que presentan ventanales con arcos de herradura y túmidos praticados con una
decoración de arcos mixtilíneos ciegos, y cerámica vidriada de color verde y blanco.
Iglesia de San Gil Abad: Lo que es de arte mudéjar es la torre que fue construida en la mitad
del siglo XV. Es de planta cuadrada, de tres cuerpos, que rematan en terraza, pero en el
segundo cuerpo pasa de cuadrada a rectangular. El primer cuerpo presenta cuatro frisos
superpuestos: de esquinilla, en zigzag, de cruces y de rombos; el segundo cuerpo está
dominado por arcos mixtilíneos cruzados; y el tercero subdivide en dos que aparecen ventanas
ojivales geminadas con arcos túmidos.
Iglesia de Santa María de Tauste: empezó a construir en el siglo XIII y se terminó en el XIV. Es
de nave única con cabecera poligonal de cinco lados, aunque después se añadió la capilla de la
Virgen de Sancho Abarca, desvirtuando su peculiar forma de iglesia mudéjar. Se hizo en ladrillo
aparejado. En este caso, también es la torre el elemento más importante, que se levantó hacia
1300; es de planta octogonal y consta de tres cuerpos: el inferior solamente presenta
decoración en la zona alta de arcos mixtilíneos cruzados entre frisos de esquinilla; el
intermedio tiene cinco frisos de esquinilla, que alternan con dos paños de lacerías; y el
superior muestra abundante decoración, además de contener el cuerpo de campanas formado
por ventana de arco apuntado que cobija dos arcos túmidos que descansan en pilastras
laterales y pilar central.
Iglesia de San Pedro Apóstol de Alagón: es de ladrillo, construida entre los siglos XIII y XIV. Es
de nave única con cabecera poligonal. Al exterior la decoración se concentra en la cabecera y
en la torre. En la cabecera aparecen bandas decorativas de esquinilla, zigzag y cruces,
interrumpidas por dos ventanas con arcos apuntados. La torre es de planta octogonal y consta
de tres cuerpos: el inferior se decora solamente con un estrecho friso de esquinilla; el
intermedio presenta arcos mixtilíneos ciegos y cruzados, abajo, y tres frisos de esquinilla, que
alternan con un paño de rombos y otro de triángulos, arriba; y en el superior se encuentra el
cuerpo de campanas con arco apuntado.
Iglesia de San Andrés en Calatayud: construida en el siglo XV, compuesta por tres naves
separadas por arcos túmidos y cubiertas por bóvedas de crucería; tiene una torre de planta
octogonal con contrafuertes en las aristas, cuyos dos primeros cuerpos se hicieron en el siglo
XIV y el tercero en 1509; en el interior del cuerpo inferior se encuentra la capilla bautismal, y
en el exterior cinco ventanas de arcos apuntados para dar luz a la misma, así como varios frisos
de esquinilla, taqueados y pentágonos; el segundo cuerpo es algo más estrecho y tiene
ventanas con arcos apuntados y celosías de cilindros, abajo, y óculos con celosías, a media
altura, en alternancia con paños de cruces y formas geométricas varias; el tercer cuerpo es el
de las campanas con una ventana apuntada abajo y dos de medio punto arriba, entre paños de
cruces y rombos.
Colegiata de Santa María La Mayor: también situada en Calatayud, y conserva el arte mudéjar
en su claustro, en la sala capitular, en la cabecera y sobretodo en la torre, pues el resto de la
iglesia fue remodelada a principios del siglo XVII. Se trata también al igual que la de San
Andrés, de una torre campanario.
Iglesia de Nuestra señora de la Asunción en Utebo: se construyó en el siglo XVI, pero fue
remodelada en el XVIII, aunque todavía se conserva la torre campanario mudéjar, que fue
terminada en 1544 por el maestro Alonso de Leznes. Los dos primeros pisos son de planta
cuadrada, pero el tercero es de planta octogonal. Es conocida la torre como la Torre de los
Espejos, ya que tiene en ella más de ocho mil fragmentos de cerámica vidriada. El cuerpo
inferior se decora con arcos mixtilíneos ciegos y cruzados; el segundo cuerpo se adorna con
arcos de medio punto ciegos y cruzados, abajo, y dos ventanas de arcos de herradura con
celosías, arriba; el tercer cuerpo, es de planta octogonal con contrafuertes en las esquinas,
arcos de medio punto para las campanas, combinados con abundante decoración de paños de
rombos y cerámica vidriada, y con cuatro pequeños torreones en las esquinas de la base.
La construcción del palacio de la Aljafería fue ordenada por Al-Muqtadir, el poderoso, segundo
monarca de la dinastía de los Banu Hud, como símbolo del poder alcanzado por la Taifa de
Zaragoza en la segunda mitad del siglo XI. El rey en persona llamó a su palacio “Palacio de la
Alegría”, y a la sala del trono que él presidía en recepciones y embajadas “Salón Dorado”. Es el
único testimonio conservado de un gran edificio de la arquitectura islámica hispana de la
época de las Taifas. Entre los elementos destacados de esta época encontramos:
Arco y Casa del Deán: data del siglo XV, constituye uno de los rincones más emblemáticos de
la ciudad. El arco apuntado es del 1587 y sobre él destaca un mirador con tres airosos
ventanales de tradición gótico mudéjar que dan a la plaza de San Bruno. El fino trabajo de
yesería recuerda el de las puertas y ventanales del palacio de los Reyes Católicos de
la Aljafería.
Torreón de la Zuda: torre mudéjar del siglo XVI, y es lo único que queda en pie del antiguo
palacio de la Zuda. Actualmente es la oficina de turismo.
Torreón de Fortea: de planta cuadrada, fue construido con piedra en la zona inferior y en el
alzado con ladrillo y es el ejemplo más importante que conserva la ciudad de la arquitectura
civil mudéjar del siglo XV. Actualmente es la sede del Área de cultura.