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Ponencia - Fontecoba Et Al
Ponencia - Fontecoba Et Al
Publicación Anual - Nº 2
ISSN: 2250-8244
Directores de la publicación:
COMITÉ EJECUTIVO
COMITÉ ORGANIZADOR
REYNALDO PETTIMARI (SECRETARIO DE EDUCACIÓN DEL BANCO CREDICOOP COOP. LTD. ARGENTINA)
COMITÉ CIENTÍFICO
JOSÉ LUIS CORAGGIO (DIRECTOR ACADÉMICO DE LA MAESTRÍA EN ECONOMÍA SOCIAL, INSTITUTO DEL
CONURBANO, UNIVERSIDAD NACIONAL DE GRAL. SARMIENTO. ARGENTINA.)
BORIS MARAÑON (COORDINADOR DEL GT CLACSO “ECONOMÍA SOCIAL Y TRANSFORMACIÓN SOCIAL. UNA
PERSPECTIVA DESCOLONIAL. INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS. UNAM. MÉXICO)
JUAN PABLO MARTÍ (PROGRAMA DE HISTORIA ECONÓMICA Y SOCIAL FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES.
UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA. URUGUAY)
JUAN PAZ Y MIÑO CEPEDA (PONTÍFICA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE QUITO. CRONISTA DE LA CIUDAD DE
QUITO. DIRECTOR DEL ARCHIVO HISTÓRICO METROPOLITANO DE QUITO. ECUADOR. ADHILAC
INTERNACIONAL)
ANÍBAL QUIJANO (PROF. EMÉRITO UNIV. NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS DE LIMA. DIRECTOR DE LA
CÁTEDRA AMÉRICA LATINA Y LA COLONIALIDAD DEL PODER. UNIV. RICARDO PALMA. PERÚ. PROF.
DEPARTMENT OF SOCIOLOGY. BINGHMTON UNIVERSITY. BINGHAMTON. NEW YORK. USA.)
Director del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini: Prof. Juan Carlos Junio
De los autores
Ariel Fontecoba; Juan Ramón Silva; María Luz Soteras; Colectivo LaYunta
1. Introducción
Lo que en el siglo diecinueve llevó a concebir al hambre y la ganancia como “económicos” fue
simplemente la organización de la producción en una economía de mercado1
En realidad, el hombre jamás fue tan egoísta como querría esta teoría, aunque el mecanismo de
mercado haya traído a escena su dependencia de los bienes materiales, sus móviles ‘económicos’
jamás han constituido su único incentivo para trabajar (…) Pero una observación más atenta revela que
el hombre actúa por motivaciones “mixtas”, sin excluir las que tienen que ver con el deber para
consigo mismo y con los otros, y quizá también disfrutando secretamente del trabajo2
1
Polanyi, K., “Nuestra obsoleta mentalidad de mercado”, traducido al castellano de Economie primitive,
arcaiche e moderne, Turin, Giulio Einaudi Editore, 1980, Pag. 4.
2
Ibídem, Pags. 6-7.
ISSN: 2250-8244
ciencia económica clásica no hace más que reforzar la apariencia de una “ficción real”.
“Ficción”, porque la conformación de un sistema de mercados autorregulados no se logró
“naturalmente”, sino mediante la coerción de las instituciones estatales que respondieron a
los intereses políticos de la clase burguesa. “Real”, porque una vez que dicho proceso
histórico se realizó en gran parte, la sociedad quedó efectivamente subordinada a la
dinámica autónoma de las reglas del mercado.
El período siguiente de la ciencia económica, el llamado período “neoclásico”, no
hizo más que acentuar la separación de lo económico respecto de las demás dimensiones de
lo social. Aquí, afirma Razeto, la ciencia económica se presenta sin empacho como una
ciencia “pura”:
3
Razeto, L., Economía de Solidaridad y Mercado democrático (Libro segundo), Santiago de Chile, Ediciones
PET, 1984, Pag. 3. Formato web: http://www.luisrazeto.net/content/primera-seccion-para-una-nueva-critica-
de-la-ciencia-economica-desde-la-economia-de-solidari
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4. Reflexiones finales
4
Santos, B. de S. y Rodríguez, C., “Para ampliar el canon de la producción”, en Revista Otra Economía, Vol.
I, Núm. 1, 2007, Pags. 10.
ISSN: 2250-8244
La relación entre la economía formal y el sistema económico humano es, en efecto, contingente. Fuera
del sistema de precios formados por el mercado, el análisis económico pierde la mayor parte de su
relevancia como método de investigación del funcionamiento del sistema económico 5
Esta reflexión de Polanyi la consideramos válida no sólo para la crítica del análisis
económico en una perspectiva histórico-genética de los sistemas económicos. Sus
limitaciones se muestran también frente al universo de prácticas que abarca la ESS,
orientadas por la reproducción ampliada de la vida humana.
En segundo lugar, la propia realidad de la sociedad de mercado demanda un
posicionamiento ético-político frente a sus consecuencias deshumanizantes. Esto implica
postular que no existe un modo de conceptualización valorativamente neutral, lo que no
supone en cambio ausencia de rigor y método. Por el contrario, la objetividad entendida
como investigación social desprovista de valores es usualmente uno de los argumentos más
fuertes para justificar la realidad “tal cual es”, confundiendo la objetivación como momento
parcial de todo proceso de conocimiento con la “objetualización” del orden social. La
cosificación de los hechos sociales representa un modo corriente de “naturalización” de las
formas de dominación social metodológicamente fundado y avalado. Sobre este aspecto la
ciencia económica se ha alimentado mayormente de una epistemología positivista.
Por otro lado, la asunción de criterios axiológicos alternativos no se funda en una
crítica puramente negativa y abstracta de la economía capitalista, sino que asume al
universo de lo económico como un territorio diverso, habitado por nuevas realidades
emergentes.
No se trata de un futuro abstracto, es un futuro del cual tenemos pistas y señales; tenemos gente
involucrada, dedicando su vida –muriendo muchas veces– por esas iniciativas. La Sociología de las
Emergencias es la que nos permite abandonar esa idea de un futuro sin límites y reemplazarla por la de
un futuro concreto, basado en estas emergencias: por ahí vamos construyendo el futuro6
Bibliografía
5
Polanyi, K, “El sistema económico como proceso institucionalizado”, en Godelier, M. (Comp.):
Antropología y Economía, Barcelona, Anagrama, 1976, Pags. 160.
6
Santos, B. de S., Renovar la teoría crítica y reinventar la emancipación social, Bs. As, CLACSO, 2006,
Pag. 31.
ISSN: 2250-8244
Coraggio, J. L., Política social y Economía del trabajo. Alternativas a la política neoliberal
para la ciudad, Bs. As., Miño y Dávila Editores, 1999.
Santos, B. de S., Renovar la teoría crítica y reinventar la emancipación social, Bs. As,
CLACSO, 2006.