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Artículo de comunicación: Casuística Dr.

Alberto Torrieri*
Dr. Jorge Antonio Aldrete**

Índice de dificultad de la punción


en la anestesia intradural. * Ex-director de la carrera de posgrado
en Anestesiología AAARBA – UBA.
Tratamiento de la fase aguda de la ** Profesor Emérito Departamento
de Anestesiología.Universidad de Alabama
aracnoiditis y los déficit neurológicos en Birmingham.
Fundador y Presidente
que ocurren ocasionalmente de la Fundación Aracnoiditis

Introducción Hay un grupo de pacientes en los cuales la


Con cierta frecuencia, la punción lumbar con punción raquídea lumbar es difícil, aun cuan-
la intención de inyectar medicamentos en el do alguno de los factores antes indicados no
espacio intradural (ID) es traumática, difícil de esté presente. A veces ocurre que cuando apa-
realizar y no exenta de complicaciones. A pe- recen estas dificultades no quedan consigna-
sar de ello, refiriéndose a esta técnica Green1 das en la ficha anestésica del paciente, y por
escribió: “El factor que más ha contribuido a ello no sabemos si la punción fue fácil o difícil
su trágica historia es la facilidad con que puede ni tampoco cuál fue la naturaleza y magnitud
ser realizada por cualquiera”. Macintosh, Lee y de la misma. Conocer estos datos nos permi-
Atkinson2 advirtieron que “La aparente sim- tiría optar por otra técnica anestésica en caso
plicidad de la maniobra es su mayor peligro”. de una futura intervención, y además, de ser
Las circunstancias clínicas más comunes que necesario, comenzar el tratamiento adecuado
pueden dificultar la ejecución de una punción para cada caso en particular.
lumbar se describen en la Tabla I.

Propósito
Tabla I Aceptando la potencial magnitud de esta com-
Factores que predisponen a una punción plicación e incluyendo los factores que pueden
raquídea dificultosa causarla, podremos administrar el tratamiento
adecuado a cada caso en particular. Con tal
· Escoliosis (Figura 1)
propósito, desarrollamos un índice que refleja
· Osteoporosis (Figura 2)
no solo la dificultad presente, sino que la cuan-
· Obesidad (Figura 3)
tifica y relaciona con la ocurrencia de un déficit
· Cirugías previas en el raquis (Figura 4)
neurológico posanestésico.
· Espina bífida oculta (Figura 5)
Para cuantificar el grado de dificultad se identi-
· Deformidades del saco dural
ficaron cinco parámetros con distintas variables,
· Anquilosis espondilítica (Figura 6)
enumerados cuantitativamente, que al ser suma-
· Edad avanzada, >70 años (Figura 2)
dos daban una cifra que reflejaba la importancia
· Artritis reumatoidea (Figura 7)
del problema y definía si tal incidencia o magni-
· Canal estrecho (Figura 8)
tud podía ser la causante de un déficit neurológi-
· Poca experiencia3, 5, 7 e impericia del ejecutor6
co ocasionado por la punción. Con este objetivo,
· Estimación incorrecta de las referencias anatómicas que
se revisaron las fichas anestésicas de pacientes
facilitan el acceso al canal vertebral.14-18 (Figura 3)
que recibieron punciones raquídeas considera-
· Desconocimiento de la patología preexistente, quiste
das traumáticas, clasificándolas de acuerdo con
en la articulación facetaria (Figura 11)
el índice descrito a continuación y conforme a
· Estenosis vertebral.
los parámetros indicados en la Tabla II. Luego se

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Artículo de comunicación: Casuística

Tabla II
COMPONENTES DEL ÍNDICE CUANTITATIVO
DE DIFICULTAD EN PUNCIONES INTRADURALES
Parámetro Cuantificación Valor

4 o más 2
Intentos 2o3 1
1 0

2 o más 2
Contactos
1 1
óseos
Ninguno 0

En más de 2 espacios 2
Espacio
En 2 espacios 1
intervertebral
En 1 espacio 0

Sangre 2
Líquido
Líquido sanguinolento 1
obtenido
LCR claro 0

2 o más 2
Parestesias 1 1
Ninguna 0

TOTAL

La puntuación ideal es 0 y la más problemática Figura 1. Escoliosis.


y preocupante 10.

relacionaron los casos con la aparición de sínto- vesical durante cuatro meses. En la cara inter-
mas neurológicos y el impacto eventual que pro- na del muslo derecho persiste hipoestesia que
dujeron sobre la condición física del paciente, no ha variado desde la fecha de la operación,
enfatizando su condición neurológica. hace ya tres años.
Hecha la cuantificación utilizando el punta-
je propuesto, corresponde un valor de 4.
Casos representativos
Caso 1 Caso 2
Paciente de 32 años de edad, sexo femenino, Paciente de 74 años, sexo femenino, 85 kilos
1,69 m de altura y peso de 87 kg, estado físico de peso, 1,64 m de altura, obesa, fumadora e
ASA 2, a la que se indicó operación cesárea de hipertensa, estado físico ASA 3, programa-
urgencia por sufrimiento fetal. Se llevó a cabo da para reemplazo total de rodilla izquierda.
la punción en posición decúbito. En el quinto Se colocó a la paciente en decúbito lateral
intento en el espacio L3-L4 se obtuvo líquido izquierdo y se realizaron varias punciones a
LCR claro después de presentarse dos veces nivel L3-L4 que fracasaron por contacto óseo.
parestesias en la pierna derecha. Se inyecta- Al constatarse parestesias, se ejecutó otra
ron 12,5 mg de bupivacaína 0.5% y 25 mcg de punción en el espacio L2-L3, notándose la sa-
fentanilo. La intervención quirúrgica se realizó lida del LCR teñido con sangre y nuevas pa-
sin dificultad. restesias; se extrajo parcialmente la aguja y
En el posoperatorio, la paciente tuvo debi- se cambió su dirección obteniéndose LCR cla-
lidad motora en ambos miembros inferiores, ro sin parestesias, por lo que se procedió a la
más marcada en el lado derecho, con reten- inyección de 3 ml de bupivacaína isobárica al
ción urinaria que requirió mantener una sonda 0,5%. La paciente tuvo anestesia prolongada

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Índice de dificultad de la punción en la anestesia intradural. Tratamiento de la fase
aguda de la aracnoiditis y los déficit neurológicos que ocurren ocasionalmente

Figura 3. A pesar de la dificultad en el paciente obeso, los


reparos anatómicos están presentes.

Dos días después reportó una cefalea con


características de pospunción dural. Se inten-
taron medidas conservadoras durante 48 h y
Figura 2. Placa simple de la columna vertebral un parche hemático a nivel L2-L3 que resultó
lumbar de una paciente de 84 años que muestra en una punción subaracnoidea, ya que salió
una osteoporosis avanzada, espondilosis bilateral
a varios niveles y escoliosis que han hecho los nuevamente LCR teñido con sangre. Se reali-
forámenes posteriores intervertebrales más zó un nuevo intento a nivel L1-L2, con pareste-
pequeños; por rotación, algunos no están en la sia en la pierna izquierda, inyectando 14 ml de
línea media.
sangre homóloga que produjo dolor severo
en la región lumbar y exacerbación de la cefa-
lea durante la inyección.
durante 24 h en el pie izquierdo. Una resonancia magnética a los 16 días pos-
Hecha la cuantificación utilizando el puntaje punción reveló evidencia de hemosiderina en el
propuesto, corresponde un valor de 7. espacio subaracnoideo y raíces nerviosas lum-
bares edematizadas. A los seis meses las raíces
Caso 3 se habían conglomerado y tenían una distribu-
Paciente de 52 años, sexo femenino, 98 kg de ción asimétrica compatible con aracnoiditis.
peso y 1,79 m de altura; se presentó a la sala Seis años después, la paciente debe cateterizar
de emergencia con cefaleas repetidas, el úl- su vejiga 4 o 5 veces al día y sólo puede evacuar
timo episodio durante seis días, con mareo, el recto con laxantes y enemas. Se queja de do-
náuseas, fotofobia y fonofobia. El examen lor neuropático en la región lumbar, la pierna y
neurológico fue negativo, con una resonancia pie derechos que también tienen áreas de hi-
cerebral considerada normal, por lo que se le peralgesia y alodinia, así como un “pie caído”;
diagnosticó un “pseudo tumor intracraneal”. deambula con bastones y tiene una actividad
Con la paciente en posición sentada, se llevó física limitada, debiendo en ocasiones usar silla
a cabo una punción lumbar con fines diagnós- de ruedas. (Figura 11)
ticos; se constató una presión de 18 cm de Hecha la cuantificación utilizando el puntaje
Hg, y después de seis intentos con contacto propuesto, corresponde un valor de 9.
óseo en los espacios L3-L4 y L2-L3, se llegó
al espacio subaracnoideo en el espacio L1-L2 Caso 4
con parestesias en la pierna derecha y “en el Paciente de 59 años, sexo masculino, 72 kg
cerebro”, de acuerdo con lo expresado por la de peso y 1,62 m de altura, con fractura del
paciente (probablemente por punción de la fémur izquierdo programado para reducción
médula espinal). y fijación a cielo abierto. Como antecedente

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Artículo de comunicación: Casuística

Figura 4.

Figura 4. Las cirugías previas pueden


dificultar significativamente la
punción lumbar.

Figura 5. Espina bífida oculta


asintomática encontrada en el
espacio L5-S1 (flecha negra).

Figura 6. Anquilosis espondilítica. Figura 5. Figura 6.

refirió que a la edad de 4 años había tenido Caso 5


poliomielitis de la cual se había recuperado, Paciente de 41 años, sexo masculino, 71 kg de
teniendo sólo una debilidad bilateral ligera en peso y 1,94 m de altura, estado físico ASA 2,
los miembros inferiores que le había impedi- con una evolución de dolor lumbar durante 12
do hacer deportes durante su edad escolar; en años con intensificación gradual. Consulta por
la actualidad trabaja como vendedor sin pro- hernia inguinal izquierda que fue resuelta con
blemas aparentes. Se utilizó una aguja 22G anestesia raquídea. Hubo 6 diferentes intentos
para inyectar 3 ml de bupivacaína al 0,5% y a nivel L3-L4 y uno a nivel L2-L3, habiéndose
dextrosa al 7,5%, a la que se agregaron 0,2 mg provocado parestesia en ambos niveles. En el
de morfina para producir anestesia raquídea. último intento, el LCR fluyó libremente pero
El nivel sensorial 30 minutos después era de con una tinción sanguinolenta. Se inyectaron
T6. La cirugía duró 145 minutos, al final de la 3 ml de bupivacaína al 0,5% y dextrosa al 8%,
cual el paciente tenía un nivel de anestesia manifestando el paciente dolor moderado. Se
sensorial de T9; 12 horas después era igual y requirió suplemento con 50 mcg de fentanilo
el paciente estaba paraparético, con retención EV, dos veces. Al final de la operación, el nivel
urinaria y sin dolor. La resonancia magnética de bloqueo sensorial era T9 del lado derecho y
mostró adherencias en la médula espinal en T7 del lado izquierdo. Al día siguiente se notó
banda a la pared posterior del saco dural (te- que el paciente tenía dificultad para mover su
thering) de L1 a L4. El estudio de conducción pierna izquierda y le era imposible mover el
nerviosa y el electromiograma fue interpreta- pie del mismo lado; además, se quejaba de
do como “lesiones desmielinizantes de larga cefalea de tipo posicional. Tenía un nivel de
estadía“ compatibles con poliomielitis. El pa- bloqueo sensorial de T12 en el lado izquierdo.
ciente tiene aún un nivel de anestesia senso- Una resonancia magnética reveló la presencia
rial de L1 y motora de L3. Cuatro años después de un saco dural extendido hasta S3 y abulta-
de la intervención requiere ocasionalmente do, típico de los encontrados en pacientes con
cateterización vesical. síndrome de Marfan.
La lesión posoperatoria presentada por el pa- Hecha la cuantificación utilizando el puntaje
ciente se debió a un déficit neurológico previo. propuesto, corresponde un valor de 9.

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Índice de dificultad de la punción en la anestesia intradural. Tratamiento de la fase
aguda de la aracnoiditis y los déficit neurológicos que ocurren ocasionalmente

Figura 7.

Figura 7. Fijación de los elementos


vertebrales que hacen imposible la
realización de la punción lumbar.

Figura 8. Canal estrecho.


Figura 8.

Discusión Sin embargo, la notoriedad del caso y la pro-


En diferente épocas, el peligro de usar la vía paganda exhibida en los tabloides de la pren-
subaracnoidea para producir anestesia raquí- sa inglesa hicieron que dicha técnica rara vez
dea, inyectando anestésicos locales y otros fuese usada en Gran Bretaña en los siguientes
medicamentos, ha levantado olas de protesta 25 años, situación que se ha revertido al de-
por la aparente morbilidad que periódicamen- mostrarse que la causa de dichos eventos fue
te ha producido esta modalidad anestésica1, 2. una modificación del proceso de esterilización
Los estudios de laboratorios hechos por Lundy de jeringas y agujas (Figura 10).
et al3 en 1933 atrajeron la atención respecto a Quizás lo mismo hubiese pasado en el otro
las dosis de procaína que podían producir pa- lado del Atlántico si no fuera por las observa-
rálisis y hasta la muerte cuando se la inyectaba ciones que hicieron Dripps y Vandam10-12, quie-
intratecalmente. De cierto relieve histórico fue- nes al demostrar en 10.098 anestesias que la
ron las publicaciones del grupo de Kennedy4, 5, morbilidad neurológica de esta técnica no era
quienes reportaron docenas de casos de arac- más del 0,1% restauraron la confianza en la
noiditis y déficit neurológicos en el Hospital misma. Esta serie, llevada a cabo en el Hospital
Bellview de Nueva York. Otros autores citaron de la Universidad de Pensilvania en Filadelfia
casos de aracnoiditis y déficit neurológicos con en la década de los 50, ha sido el único estudio
diferentes anestésicos locales6, 7. prospectivo efectuado en una sola institución
A estos eventos, siguieron tres casos de pa- utilizando el mismo agente anestésico, que
raplejía y aracnoiditis en pacientes que fueron incluyó como grupo control a pacientes que
anestesiados sucesivamente la misma maña- recibieron anestesia general y que siguió un
na en Inglaterra causando alarma internacio- protocolo. Los pacientes fueron controlados
nal, ya que uno de ellos falleció días después; durante cuatro días, y luego a los seis y doce
los otros dos desarrollaron parálisis completa meses, con los siguientes resultados:
de los miembros inferiores con absoluta pér-
dida de control de esfínteres. Estos pacientes • La incidencia de complicaciones neuroló-
iniciaron un juicio célebre (Wooley and Roe vs gicas después de la anestesia raquídea fue
Ministry of Health)8 que finalmente perdieron. baja10 (0,1%).

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Artículo de comunicación: Casuística

Figura 10. Cecil Roe (en silla de ruedas) en la boda de


su hijo, varios años después de recibir una anestesia
raquídea.

Figura 9. Paciente con dolor neuropático en la región


lumbar deambulando en silla de ruedas.

• Los déficit neurológicos ocurrieron en los de la aguja; los anestésicos locales, por algu-
pacientes que presentaban enfermedad nas características fisicoquímicas (densidad,
neurológica previa a la anestesia raquidea11. baricidad, pH, capacidad de producir un blo-
• Las secuelas neurológicas de menor im- queo de conducción o acción detergente)20-23
portancia se encontraron en algunos pa- son capaces de originar daño funcional y/o
cientes con punciones difíciles, pero con anatómico a las estructuras neurales localiza-
recuperación aparente12. das en el raquis. Incluso, en algunos casos, la
Vandam13, años después, enfatizó que si las perforación dural con pérdida de LCR subsi-
parestesias ocurren durante los intentos de guiente puede resultar en una perturbación de
perforar la duramadre al tratar de iniciar una la dinámica normal alterando el delicado ba-
anestesia raquídea, ellas deben considerarse lance del proceso “producción-eliminación”
un motivo de alarma, ya que indican que una del LCR. Como lo anticiparon Macintosh y
o más raíces han sido traumatizadas, y reco- col.2 al enfatizar: “Los beneficios de cualquier
mendó no administrar el anestésico local. método de alivio del dolor acarrean una mor-
bilidad; el daño causado al paciente depende
Tezlaff14 y su grupo, afirmando lo dicho no solo del método, sino también del agente
por Vandam, notaron que la patología previa administrado y la falta de atención cuidadosa
aumenta la dificultad de acceso al canal ver- después de la inyección”.
tebral y que las parestesias ocurren más fre-
cuentemente debido a anormalidades estruc- Tales reflexiones han sido corroboradas
turales de la columna vertebral, algunas de las por el grupo que conduce el análisis de los
cuales están consignadas en la Tabla I. casos litigados ante los tribunales y que son
provistos a la Sociedad Americana de Aneste-
Aunque parezca inocua, la punción del ca- siólogos después del proceso jurídico. Ellos re-
nal vertebral puede considerarse una invasión presentan sólo una fracción del total de casos
a uno de los territorios más vulnerables y deli- litigados en EE.UU., y sugieren una tendencia
cados del organismo no carente de complica- que de ninguna manera se puede considerar
ciones; un traumatismo por la acción directa como incidencia. Las encuestas hechas por

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aguda de la aracnoiditis y los déficit neurológicos que ocurren ocasionalmente

de una anestesia neuroaxial y la ocasionada al


tratar de realizar una anestesia regional —por
ejemplo, de miembros superiores (buscada por
algunos autores), ya que las raíces contenidas
en el saco dural no tienen ningún mecanismo
protector de defensa, aparecen “desnudas”, y
sólo al dejar el canal tienen la protección de la
piamadre. En aquélla, la realización del bloqueo
debe evitar las mismas, porque se originan por
lesión directa sobre las raíces provocadas por
la aguja y el trauma por la inyección intraneural
del anestésico local.
Figura 13. Quiste de la articulación facetaría derecha que La aparición de parestesia, tradicionalmente
presiona el saco dural, a nivel de T12. empleada en anestesia regional para confirmar
la localización acertada de la aguja, ha sido des-
plazada los últimos años por el uso del neuroes-
timulador, con lo que se evita dañar al nervio.

El plexo venoso paravertebral es un siste-


ma carente de válvulas de gran capacidad; la
perforación de una de sus venas es la causa
Lee y col24 y Chenney y col.25, participantes de habitual de una punción lumbar hemorrágica
este grupo, claramente indican que el núme- con excepción de los hematomas epidurales
ro de casos litigados relacionados a anestesia que aparecen en los pacientes con anorma-
neuroaxial va en constante aumento. lidades de la coagulación o tratados con an-
Esta tendencia contrasta con las evidentes ticoagulantes o trombolíticos. Normalmente,
mejoras hechas en el campo de la anestesia los vasos no se lesionan durante una punción
general: el adecuado manejo de la vía aérea, lumbar, y la sangre que aparece en el LCR
la corrección anticipada de cambios hemodi- suele proceder de los plexos venosos peridu-
námicos, las ventajas del monitoreo continuo, rales13. La hemorragia causada por la rotura
el advenimiento de las modernas máquinas de un vaso esclerosado puede producir una
de anestesia y el empleo de anestésicos más isquemia medular debido a la oclusión de la
seguros y previsibles, han reducido la mor- tenue circulación de la médula distal y las raí-
bilidad y las demandas legales secundarias a ces lumbares. La sospecha de un hematoma
esta técnica. epidural, confirmada por resonancia magné-
tica, usualmente indica la urgencia de una in-
Las complicaciones de la anestesia raquí- tervención quirúrgica.
dea, aunque raras, están ocurriendo en una
forma generalizada. Aunque en algunos casos la punción in-
En estudios sobre las complicaciones neu- tradural es traumática como para corres-
rológicas secundarias a la anestesia intradural, ponderle un total de 8 o 10 en el índice aquí
se observó que la aparición de parestesias im- descrito, las deficiencias neurológicas pue-
plica haberse tocado o lesionado alguna raíz den ser menores y de poca duración. Esto
nerviosa. En caso de presentarse parestesias, no necesariamente indica que el índice es in-
se recomienda no realizar esta técnica y no in- adecuado, sino que afortunadamente las le-
yectar anestésicos locales, ya que es probable siones causadas fueron de menor cuantía y
que se produzca una lesión permanente5, 14-18 En de resolución espontánea. Sin embargo, en
este punto hay que marcar la diferencia entre todos los casos de acceso difícil se deberían
la parestesia provocada durante la realización controlar, por lo menos durante 5 días, y ha-

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Artículo de comunicación: Casuística

cer constar en el expediente del paciente el • Más de 4 intentos.


estado neurológico y los cambios en los ni- • Parestesias.
veles sensorial y motor, así como la función • Intentos en más de un espacio.
de los esfínteres. • Sangre en el pabellón de la aguja.

Como corolario, estamos de acuerdo con La presencia de uno o más de estos signos
Macintosh, Lee y Atkinson2, Tetzlaff14 y tam- puede considerarse como una advertencia so-
bién Vandam13, quienes medio siglo después bre la posibilidad de haber ocasionado una le-
de sus valiosas observaciones concluyeron sión, potencialmente causante de un déficit neu-
que no se justifica insistir obcecadamente en rológico temporal o permanente (síndrome de
abordar el espacio subaracnoideo cuando se cauda equina, mielitis transversa, aracnoiditis,
encuentran repetidos fracasos. Además, en etc.)12, 18, 19. La patología oculta puede también
concordancia con los mismos autores, insis- precipitar un síndrome de deficiencia neuroló-
timos en que la aparición de parestesias es gica, siendo el más común el de cauda equina,
un signo ominoso que puede convertirse en que a veces requiere intervención quirúrgica
un déficit neurológico permanente si surge urgente si se confirma un hematoma26-29.
una complicación por la administración sub- Barrios Alarcón, Aldrete y Cedrola17 nota-
siguiente de anestésicos locales de neuro- ron que la morfología variable y más pequeña
toxicidad sui géneris, sobre todo cuando se del espacio L5-S1 de pacientes geriátricos di-
perfora el epineurum de las raíces nerviosas ficulta el abordaje.
(parestesia) y consecuentemente se exponen
los delicados axones a concentraciones posi- Un índice mayor de 4 en la evaluación
blemente neurotóxicas20-23. cuantitativa debe ser considerado motivo de
alarma, indicando la necesidad de realizar una
Es evidente que las complicaciones neuro- vigilancia estrecha durante varios días en el
lógicas de la punción lumbar ocurren por el período posanestésico y un tratamiento.
trauma de la aguja y/o por los medicamentos
inyectados. Otra causa sería la entrada de Si la suma de los parámetros del paciente
sangre al espacio intradural, especialmente si es 3 o 4, se aconseja seguir 72 horas el curso
ha habido parestesia(s) anteriormente. posoperatorio para cerciorarse de la ausencia
Habiéndose asumido que ninguna de las de secuelas neurológicas.
circunstancias clínicas mencionadas en la Ta-
bla I estaba presente, para elaborar el índice
se procedió a realizar anestesias subaracnoi- Diagnóstico y conducta terapéutica
deas que supuestamente pudieran llevarse a De acuerdo con lo recomendado por Aldrete y
cabo sin dificultad. Sin embargo, no en todas Ghaly29, si la sintomatología perdura por 12 horas
las ocasiones las punciones fueron fáciles de y se sospecha una lesión, se recomienda seguir
realizar1, 2, 13 ni carecieron de efectos potencial- la siguiente conducta diagnóstico-terapéutica:
mente indeseables17-19. Debe evitarse la pro-
babilidad de una alteración de la dinámica del • Consulta neurológica urgente.
LCR al hacer una punción dural en pacientes • Resonancia magnética (con contraste) de
con quistes aracnoideos, síndrome de tumor la columna vertebral. Debe ser interpreta-
falso o hidrocefalia no patológica. da por un neurorradiólogo, ya que las le-
siones son a veces tan sutiles que pueden
Al respecto, se ha considerado la presen- pasar desapercibidas por un observador
cia de los siguientes signos de dificultad que no especializado31, pudiendo ser imposible
pueden indicar que una punción raquídea sea diferenciar un hematoma que requiere so-
traumática, situaciones éstas ya anunciadas lución quirúrgica inmediata29 de otra lesión
en los parámetros incluidos en el índice: que puede ser tratada clínicamente.

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Índice de dificultad de la punción en la anestesia intradural. Tratamiento de la fase
aguda de la aracnoiditis y los déficit neurológicos que ocurren ocasionalmente

• El examen neurológico deberá realizarse ción gástrica, durante 15 días.


precozmente y repetirse cada cuatro horas; En caso de aparecer disestesias o hiperal-
cuando clínicamente se considere que está gesia, se sugiere administrar lidocaína 3 mg/
indicado, el examen se repetirá por lo me- kg EV diariamente durante 2 horas.
nos a diario para poder identificar diferen-
tes patologías producidas por lesiones que Como medida preventiva, en aquellos pacien-
pueden dejar un déficit de distribución ra- tes que hayan presentado una o más parestesias
dicular, fuga de LCR con alteración de la di- se recomienda la administración endovenosa
námica del mismo, dolor lumbar, pie caído, de metilprednisolona en el preciso momento en
disestesia, disfunción vesical y constipación que se ha producido la parestesia.
persistente, los cuales sugerirán una lesión Es importante realizar el diagnóstico preci-
anatómica y/o alteración funcional32. so y precoz del evento injurioso antes de los 90
Una vez que esa sospecha se confirma me- días, ya que pasado ese plazo las secuelas pue-
diante un examen clínico y resonancia mag- den ser definitivas e instalarse un déficit per-
nética, es crucial llevar a cabo el tratamiento manente debido a un proceso proliferativo de
de esta fase inicial inflamatoria siguiendo el fibrosis y adherencias. Una mejoría parcial el
protocolo propuesto por Aldrete y Ghaly30, primer o segundo día de tratamiento no debe
que se describe a continuación: interpretarse como que el síndrome se ha re-
suelto; en nuestra experiencia, cuando el pro-
tocolo no se realiza en su totalidad, la aparente
Protocolo para el tratamiento de un resolución puede iniciar una recidiva que anula
déficit neurológico pospunción lumbar la mejoría obtenida, por lo que se recomienda
• Metilprednisolona, 500 mg EV administra- proceder con el protocolo como está indicado.
do en dos horas, diariamente por 5 días.
• Gabapentina, 400 mg c/8 horas, o 125 mg Para finalizar, recordamos que una hipótesis
de pregabalina c/12 horas, por vía oral, du- no demostrada asegura que un tejido nervioso
rante no menos de 15 días. anormal (en el que hay o hubo una enfermedad
• Amitriptilina, 25 mg todas las noches du- neurológica) es más sensible a los anestésicos
rante 15 días. locales que otro normal; razón por la cual no
• Ibuprofeno, 600 mg c/8 horas, con protec- debe realizarse la anestesia neuroaxial.

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Aceptado: 15/03/09 E-mail: Dr. Alberto Torrieri [atorrieri@intramed.net]


Dr. J.Antonio Aldrete [aldrete@arachnoiditis.com]

36 Volumen 67 · Nº 1 · Enero · Marzo 2009

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