NUESTRA VIDA CRISTIANA

Introducción

Ahora que usted es cristiano, por haber confesado a Cristo como su Salvador y Señor, está
empezando un viaje que le llevara hasta la eternidad o si tiene tiempo en el cristianismo y
no ha experimentado un nueva vida en Cristo este mensaje es para usted. El hecho de que
usted es cristiano implica que usted debe vivir una vida cristiana. En este sermón,
hablaremos como es la vida nueva en Cristo.

Algunas características de la vida cristiana

1. Es una vida en el Espíritu.
El Espíritu Santo desde nuestra regeneración está obrando en nuestra vida,
capacitándonos a vivir para Dios. Aparte de su obra constante no podríamos vivir una vida
de fe y obediencia.
Lea Gálatas 5:16-18 16 Así que les digo: Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de
la naturaleza pecaminosa. 17 Porque ésta desea lo que es contrario al Espíritu, y el Espíritu
desea lo que es contrario a ella. Los dos se oponen entre sí, de modo que ustedes no
pueden hacer lo que quieren. 18 Pero si los guía el Espíritu, no están bajo la ley.

Según estos versículos, ¿Quién debe guiar nuestra vida cristiana?

2. Es una vida como hijos de Dios

Somos ya hijos de Dios y no hijos del diablo. Pertenecemos al Dios Soberano del universo.
El es nuestro Padre por adopción. Ya somos hijos del reino de Dios.
Gálatas 4:7 Así que ya no eres esclavo sino hijo; y como eres hijo, Dios te ha hecho
también heredero.

3. Es una vida de lucha

La vida cristiana no es fácil. Es una lucha diaria contra las fuerzas opuestas. El diablo y sus
demonios luchan para desviarnos del camino. Pero El que comenzó esta obra nos podrá
llevar hasta el fin. No es una vida sin fallas, sino una vida militante.
1 Timoteo 6:11-12. Sabemos por el contexto de estos versículos que Pablo nos exhorta a
huir del pecado. ¿Qué cosas debemos hacer?
11
Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de todo eso, y esmérate en seguir la justicia, la
piedad, la fe, el amor, la constancia y la humildad. 12 Pelea la buena batalla de la fe; haz
tuya la vida eterna, a la que fuiste llamado y por la cual hiciste aquella admirable
declaración de fe delante de muchos testigos.

¿Este consejo del Apóstol Pablo lo estoy cumpliendo en mi vida?

4. Es una vida de crecimiento.

 La vida cristiana es una vida en progreso. Es como un edificio en construcción. NO es una
obra terminada. Dios mediante su Espíritu está obrando en nosotros diariamente. Como
mencionamos en la lección anterior, la santificación es un proceso continuo en la vida
cristiana hasta que lleguemos a la perfección con Cristo en gloria.
Lea Filipenses 3:12-14. 12 No es que ya lo haya conseguido todo, o que ya sea perfecto. Sin
embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a
mí. 13 Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago:
olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, 14 sigo
avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento
celestial en Cristo Jesús.

¿Estoy creciendo en Cristo?

5. Es una vida gratitud

Cuando uno recibe un regalo muy precioso, de una forma u otra quiere mostrar al dador su
agradecimiento por tal regalo. Así que comenzamos a leer la Biblia, orar, tener
compañerismo con otros cristianos, testificamos a otros de Cristo.
Cada una de estas acciones demuestran mi gratitud al Señor.

Privilegios y Responsabilidades
Introducción
Al Cristo encontrarse con usted, usted pasa a formar parte del cuerpo de Cristo. En este
mundo el cuerpo de Cristo se representa por medio de la iglesia cristiana visible. Para poder
crecer espiritualmente y para tener comunión cristiana es importante afiliarse con una
iglesia cristiana local. Como enseña. Romanos 12: 5 también nosotros, siendo muchos,
formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a todos los demás.

Privilegios y Responsabilidades en cuanto a la Iglesia

A. Practicar un ministerio mutuo
Como cristianos creemos en lo que se llama el sacerdocio universal. Eso es una doctrina
bíblica que fue redescubierta en el tiempo de la Reforma (siglo XVI). Se pone énfasis en
que todos los cristianos tenemos el privilegio de ministrar unos a otros. Es un ministerio
mutuo, de amor fraternal entre hermanos, de ayuda mutua. Somos un solo cuerpo, y el
cuerpo debe cuidarse para la gloria de Dios
Corintios 12:27 ¿Qué nos enseña este versículo en cuanto a nuestra relación con Cristo y
nuestra relación unos con otros?
27
Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno es miembro de ese cuerpo.

La Biblia pone énfasis en que los creyentes tenemos que amarnos los unos a los otros. El
amor cristiano es central en la vida de los cristianos. Sin amor fraternal no hay posibilidad
de ministrarnos unos a los otros. El primer deber del cristiano hacia su iglesia es amar a los
miembros de la misma.
Este amor consiste de honrarse uno a otros, de aceptarse unos a otros con sus debilidades y
fallas, de ser del mismo sentir. Si hay algo que deba caracterizar la hermandad cristiana es
el amor mutuo, que refleje el amor de Cristo para con nosotros.
Le1 Pedro 4:8.
8
Sobre todo, ámense los unos a los otros profundamente, porque el amor cubre multitud de
pecados.
B. Ayudarnos unos a otros
Como hermanos debemos ayudarnos unos a otros. Tenemos una obligación de servir,
soportar y sobrellevar las cargas de los demás y dedicarnos al servicio de otros.

Gálatas 5:13 Les hablo así, hermanos, porque ustedes han sido llamados a ser libres; pero
no se valgan de esa libertad para dar rienda suelta a sus pasiones. Más bien sírvanse unos
a otros con amor.

C. Edificarnos unos a otros

El ministerio mutuo se ve también por la acción de edificarnos unos a otros. Somos como
un edificio bajo construcción. Cada miembro es como un ladrillo. Este acto de edificación
puede tomar varias formas: animar, amonestar, o aun puede ser el acto de someternos los
unos a los otros. Es una acción mutua de disciplinarnos y exhortarnos, dando y recibiendo
amonestaciones, siendo así edificados.
1 Tesalonicenses 5:11. Por eso, anímense y edifíquense unos a otros, tal como lo
vienen haciendo.

Conclusión

Cierre, llamado…