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Diez estrategias

para apoyar a alumnos con autismo


Usa apoyos visuales.
Los apoyos o ayudas visuales pueden incluir dibujos, fotos, señales, símbolos y gestos. Todo
ello ayuda a la comprensión.

Usa la rutina.
Deja que el niño/a sepa qué está pasando y cuándo. Usa horarios visuales, tarjetas ‘ahora y
después’, agendas, calendarios, etc. Esto también puede ayudar con la transición de una
actividad a otra.

Crea oportunidades de comunicación y aprendizaje.


Estas oportunidades pueden crearse a lo largo del día para conseguir que la comunicación y el
aprendizaje sean integrados. Por ejemplo, a la hora de la merienda, se puede dar una pequeña
cantidad de la merienda para crear la oportunidad de pedir 'más'; tener sus juguetes favoritos
fuera del alcance, pero a la vista (o en una caja transparente) para crear la oportunidad de pedir
el juguete... Ofréceles diferentes opciones para crear oportunidades de comunicación, por
ejemplo ‘¿Quieres leche o zumo?’ Esto le permite al alumno/a escuchar las palabras que
necesita y le proporciona una oportunidad para comunicarse (de cualquier manera que pueda).

Utiliza lo que le interesa.


Por ejemplo, si le interesan los trenes esto puede incorporarse a varias asignaturas:
matemáticas sumando vagones, inglés contando cuentos sobre trenes, geografía planificando
viajes con líneas de tren... Puede que haga falta tener un tiempo concreto para que el alumno
hable de sus intereses.
Durante el juego, utiliza sus intereses de nuevo y sigue el ejemplo del niño/a. Permítele
mostrarte en qué está interesado/a y cómo quiere jugar. Ésta puede ser la base para una
interacción entre el alumno y tú.

Diviértete y sé divertido.
Crea oportunidades y actividades atractivas. Crear una experiencia positiva compartida con toda
la clase puede a su vez generar oportunidades para amistades y experiencias compartidas. Esto
puede ser de cualquier manera, desde una increíble historia sensorial hasta tumbarse en el
suelo y leer una historia. Las actividades pequeñas o los cambios pueden ser tan eficaces como
una actividad más larga y complicada. Toma fotografías para crear libros de actividades
anteriores. Estos pueden ser utilizados por toda la clase para reflexionar sobre sus experiencias
compartidas.

Mantén las instrucciones cortas y específicas.


Asegúrate de tener la atención del niño antes de dar cualquier información verbal. Divide
cualquier instrucción larga en pasos más pequeños y deja tiempo antes de repetir la instrucción.
Por ejemplo, la instrucción ‘Toma tu mochila y abrigo, después lávate las manos y siéntate en la
alfombra,' se puede desglosar en:

• ‘Toma tu mochila y abrigo’

• ‘Lávate las manos’

• ‘Siéntate en la alfombra’

Evita instrucciones que usen lenguaje figurativo o cualquier cosa no específica.


Por ejemplo, esta frase puede ser malinterpretada: 'Pronto saldremos y podrás estar con tus
amigos'. Para limitar el malentendido, prueba con: 'En tres minutos, saldremos y luego podrás
jugar con tus amigos'.

Dale tiempo.
Se puede necesitar tiempo para procesar una instrucción. Cuenta hasta 10 ó 15 antes de
repetir una instrucción. Repetir la instrucción demasiado pronto puede hacer que el alumno/a
tenga que comenzar a procesar la información de nuevo. Usa las mismas palabras al repetir la
instrucción. También puede ser necesario tiempo para completar las tareas en el aula.

Celebra los pequeños pasos.


Celebra cada pequeño paso que se ha logrado. Puede ser una cosa pequeña para otros, pero
para ti y para el alumno/a, un pequeño paso representa un gran logro.

Prepárate para cambiar tu plan.


Algunas cosas serán ensayo y error y lo que funciona para un alumno/a puede no funcionar
para otro/a. Trata de ver qué tal va. Recuerda, al probar una nueva estrategia o forma de
trabajar, para asegurarte de que la pruebas durante suficiente tiempo, supervisa el progreso y
haz un seguimiento de los cambios antes de probar otra manera.

¡Dos cosas finales para recordar!

Dentro de una lección o sesión, puede ser que el alumno/a no muestre interés en
lo que tú has planeado.
Está bien cambiar tu plan para adaptarte a las necesidades de un alumno/a. Esto puede
interpretarse como que el alumno/a expresa sus preferencias.

Sé positivo y no te rindas.
Recuerda: ¡estás haciendo un gran trabajo!

Nuestras 10 estrategias para apoyar a niños


con autismo.
Se trata de ideas para profesores.

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