Está en la página 1de 49

Sotelo, gracias K.

Cross
Sotelo, gracias K. Cross
¿Qué hay mejor que conocer al famoso que te
gusta?
Pues rescatarlo de una horda de groupies hambrientas.
Lo que empezó como un buen día se convirtió en espectacular en
un abrir y cerrar de ojos.
Y solo sigue mejorando y mejorando.
Porque no solo salvé a Asher Forbes de un destino peor que la
muerte metiéndole la lengua hasta la garganta, sino que parece
que también le robé el corazón.
No está nada mal para una chica con curvas que busca pasar un
rato con algunos de sus amigas más antiguos mientras asiste al
concierto más caliente de la ciudad.

Si te gustan las chicas con curvas, las estrellas del rock, los
romances exagerados, el amor instantáneo con un poco de humor
y muy poco drama, esta historia corta de Loni Ree es perfecta para
ti.

Sotelo, gracias K. Cross


Prólogo
ASHER

Debo haber perdido la maldita cabeza. ¿Por qué acepté esta


maldita gira de reunión?
Oh, sí. Porque los peces gordos de la compañía discográfica me
pusieron delante de la nariz la tarjeta de “salir libre de la cárcel”. Todo
lo que tengo que hacer es terminar esta maldita gira, ganar mucho
dinero y nunca más tener que lidiar con sus codiciosos traseros.
Lástima, ya tengo más trabajo del que podré hacer.
Miro fijamente a la ventana, observando los reflejos de mis
compañeros de banda detrás de mí mientras el giro argumental que
estoy añadiendo a mi última novela de suspense romántico echa raíces
en mi mente.
Estoy archivando mentalmente mi idea mientras observo a Crue,
el rompecorazones de la banda, apoyado despreocupadamente contra
la pared.

Sotelo, gracias K. Cross


Mis ojos se dirigen a Jax, sentado en el sofá, tocando la guitarra
como si no le importara nada.
Jameson, el cantante del grupo, se entretiene con el móvil
mientras Mason, nuestro bailarín y batería, golpea la mesa con los
dedos sin perder el ritmo.
Crue se aclara la garganta para llamar nuestra atención y yo
respiro hondo antes de girarme hacia mis amigos.
—Muy bien, señoritas, reúnanse. Todas sabemos por qué
estamos aquí. Un último álbum, una última gira. Luego somos libres.
Tenemos mucho que cubrir antes de volver a la carretera. — Su
actitud de “imbécil al mando” vuelve con fuerza.
— ¿Quién te puso al mando, Crue? La última vez que lo
comprobé, esto no era una dictadura. — refunfuña Jax, haciendo que
Crue ponga los ojos en blanco.
—Bien, vamos a votar. Los que estén a favor de que dirija esta
reunión, que digan “sí”.
—Sí. — digo primero, dispuesto a acabar con esta mierda para
poder volver al hotel y decir unas palabras antes de caer rendido en la
cama. Ninguno de mis compañeros de banda, tachen eso, nadie,
excepto mi agente literario y mi editor, sabe que soy autor de suspense
romántico. Mi primer libro saldrá a la venta dos meses después de que
termine esta gira, así que me guardo mis cartas. Sinceramente, no
estoy seguro de que vaya a desvelar mi pequeño secreto a mis
compañeros de banda. Especialmente si mi segunda carrera es un
gran éxito.
—Sí. Acabemos con esto. — refunfuña Jameson.
—Sí. — Mason suspira.
—Excelente. — Crue ya sabía que era una conclusión inevitable,
pero el cabrón tiene que ser un imbécil. —Entonces, por el poder
investido en mí por la banda Soul Obsession, ahora llamo a esta
reunión al orden.
— ¿Necesita un martillo, Juez Crue?— Jax vive para ser nuestro
imbécil residente.

Sotelo, gracias K. Cross


—Primera orden del día: la lista de canciones. La dirección quiere
que nos centremos en nuestros viejos éxitos, con un par de canciones
nuevas. Creo que deberíamos abrir con “Girlfriend” ya que siempre
anima al público. — Crue se pone manos a la obra.
—De acuerdo. ¿Puedo quedarme fuera esta vez? No me apetecen
nada esos bailes sincronizados en grupo que solíamos hacer. Bailar
no estaba en la descripción original de mi trabajo como batería. —
pregunta Mason.
— ¿Qué estaba exactamente en tu descripción del trabajo
original, Mase? ¿Sentarte ahí y parecer melancólico mientras golpeas
cosas con palos? — Jax corta, molestando a Mason.
—Ese es el sueño. — Mason no deja que la actitud imbécil de
Jax le afecte ni un poco.
—Una cita con el proctólogo me suena más apetecible que el
baile sincronizado. — No puedo evitar añadir mis dos centavos.
—Vamos, chicos. No era tan malo. Solíamos divertirnos juntos.
¿No se acuerdan de lo bien que se sentía uno cuando oía rugir al
público? ¿No cuenta eso para algo? — Crue se pone su sombrero de
Molly Sunshine.
—Oh, sí. Nada llena más el alma que te tiren ropa interior todas
las noches adolescentes gritonas y huir de los paparazzi durante el
día. — Jax nos recuerda para lo que nos estamos preparando.
—Suena como el infierno. — Me estoy arrepintiendo de mi
decisión de ir a esta puta gira por millonésima vez hoy. —Por favor,
recuérdame por qué nos estamos haciendo esto otra vez.
—De acuerdo, de acuerdo. Admito que los fans pueden ser...
intensos. Pero el punto es, tuvimos algunos momentos locos juntos en
el pasado. No todo fue malo. — El optimismo de Crue no se contagia.
— ¡Lo dices tú! Tú no eras el que era criticado por la prensa por
cada salida nocturna o novia cuestionable. “El chico malo de Soul
Obsession pillado en un nuevo escándalo”. Se comieron esa mierda.
— Jax luchó mucho más que el resto de nosotros, y diez años no han
borrado el trauma ni un poco para él, parece.

Sotelo, gracias K. Cross


— ¡Solo porque tú seguías dándoles de comer! Si no te hubieras
escapado a una fiesta o no te hubieras enrollado con una chica nueva
cada noche, no habrían tenido nada sobre lo que escribir. ¿O quizá si
no te drogaras y salieras dando tumbos de las discotecas? — Crue
finalmente se harta de la mierda del pobre de mí de Jax.
— ¡Tenía diecinueve años, hombre! ¿Qué se suponía que tenía
que estar haciendo, tejiendo jerseys y horneando galletas? — Jax
levanta las manos.
—Las galletas suenan bien ahora mismo. — Mi estómago gruñe
y yo intervengo, con la esperanza de aliviar un poco la tensión.
—Tejes muy bien la bufanda, Jax. — Mason me sigue.
—Cállate. — gruñe Jax, poco impresionado con nosotros.
—Sí, déjenlo en paz. Éramos niños; todos hicimos estupideces.
¿No es por eso que estamos aquí? ¿Por los sueldos gordos para poder
sacarnos de encima a la discográfica? — Jameson interviene.
Un pensamiento pasa por mi mente y lo suelto: —Estoy listo para
acabar con toda esta mierda.
—Esta reunión va más allá del dinero. Se trata de dar a los fans
el cierre que se merecen. Les debemos a ellos, y a nosotros mismos,
hacer esto bien. — insiste Crue.
—Solo di que echas de menos el protagonismo, hombre. —
murmura Jax.
—Puede que eche de menos algunas partes. Demándame por
amar la música que nos hizo famosos en primer lugar. Pero no finjan
que ustedes no la extrañan también. La música nos unió. A pesar de
todos los problemas, era lo único que siempre tuvimos.
—Echo de menos algunas cosas más que otras. — admito.
Aunque tengo grandes recuerdos, hay otras cosas no tan grandes que
no puedo olvidar. Oh. Me viene a la mente otro gran giro argumental
para mi segundo libro, y apenas escucho el resto de la conversación
mientras mi mente se arremolina con ideas.
—Crue tiene razón. — Jameson nos mira de un lado a otro. —La
música siempre estuvo ahí para nosotros, incluso cuando las cosas se

Sotelo, gracias K. Cross


pusieron difíciles. Sé que me quejaba de los fans, pero ver sus caras
sonrientes entre el público... no había mejor sensación.
—Qué poético, Jameson. ¿Lo has ensayado o eres así de
sentimental por naturaleza? — Mason sonríe.
—Naturalmente. Viene con el territorio del cantante. — Jameson
guiña un ojo.
— ¿Podemos concentrarnos?— Crue atrae la atención de todos
hacia sí. —Esto es más que un cierre. Es nuestra oportunidad de
controlar finalmente nuestra narrativa. Ya no somos esos niños. Por
una vez, podemos decidir cómo seremos recordados.
El cabrón realmente tiene sentido. Mierda. —Para que sepas, me
mata admitir que tienes razón. — concedo a regañadientes.
—Pateemos culos juntos. — Jax está de acuerdo.
—Entonces, ¿estamos bien? ¿Vamos a traer el fuego por última
vez para nuestros fans?— Crue prácticamente sonríe.
— ¡Vamos a encender esta mierda!— Jameson aplaude.

Sotelo, gracias K. Cross


Capítulo 1
ASHER

¿En qué demonios me he metido? me pregunto por millonésima


vez desde el comienzo de esta maldita gira. Los próximos meses se
extienden ante mí como una pesadilla interminable. Cuando acepté
hacer una última gira de Soul Obsession, me dije que sería una forma
rápida de poner fin a la historia de nuestra banda, además de que
ganaría un poco más de dinero para ingresar en el banco.
Pero desde entonces me arrepiento cada día de mi decisión. En
primer lugar, nuestra historia nunca terminará, no importa cuántas
giras de reunión hagamos. Dos, ya tengo más dinero del que podré
gastar en esta puta vida. Y por último, ya estoy harto de esta maldita
gira y de todo lo que conlleva.
Sabía que era una mala idea comprometerme con esta mierda,
pero una vocecita loca en el fondo de mi mente me dijo que salir de
gira cambiaría mi vida para siempre. Me he sentido inquieto durante
años. Como si faltara algo importante en mi vida y no supiera qué es.
Empecé a escribir como una forma de “encontrarme a mí
mismo”, pero hasta ahora lo único que he encontrado es una posible
nueva carrera. Sé que hay algo ahí afuera, algo que me falta y que
necesito para que mi vida sea completa, pero sea lo que sea, está
haciendo un buen trabajo siendo escurridizo.
Casi he llegado a la mitad de esta gira y sigo esperando que mi
premonición se haga realidad, pero no parece haber grandes cambios
en mi vida en el horizonte. Cada día soy más gruñón y más difícil de
llevar.
Durante el tramo americano de la gira, he podido ver de primera
mano cómo dos de mis compañeros de banda y nuestro jefe de
seguridad se enamoraban de sus almas gemelas. Shelby, nuestra jefa
de gira, tiene toda una pandilla de amigas que nos siguen desde hace
años. Cada vez que una chica nueva se une a la gira, uno de mis
compañeros de banda o uno de nuestros empleados se enamora

Sotelo, gracias K. Cross


perdidamente de ella. Ha sido una locura y, no voy a mentir, un poco
espeluznante.
Al principio tenía la esperanza de que mi alma gemela me
esperara en la próxima parada, pero hasta ahora me he sentido
decepcionado. Parece que la pieza que me falta y que he estado
buscando nunca llegará, y estoy muy celoso de no haber sido golpeado
en la cabeza por el bicho del amor a primera vista que parece estar
plagando nuestra gira.
Mientras camino por el vestíbulo del hotel, miro a mí alrededor
y suspiro aliviado al ver que nadie me presta atención. Me tapo los
ojos con el sombrero y salgo a la nublada tarde neoyorquina.
Anoche llegamos tarde y nos instalamos en el hotel. Me he
levantado temprano para tener tiempo de perderme por una de las
ciudades más grandes del mundo antes de ponerme el sombrero de
Asher Forbes, vocalista. Esta noche tenemos un largo ensayo y toda
la mierda que conlleva la promoción del concierto, pero el día de hoy
es mío para disfrutarlo.
Nueva York está repleta de famosos, así que espero que nadie
me preste atención.
Mi teléfono suena en el bolsillo mientras bajo las escaleras hacia
el metro. Veo la fea cara de mi guardaespaldas en la pantalla y me
debato entre dejarlo en el buzón de voz. Sintiéndome obediente por
una vez en mi vida, contesto: —Hola, se ha puesto en contacto con el
buzón de voz de Asher. No está por aquí, pero si dejas un mensaje, lo
ignorará en el orden en que lo recibió.
—Deja la mierda, imbécil. ¿Dónde demonios estás?— Hago un
gesto de dolor cuando el gruñido de Evan me perfora el tímpano. Se
está cansando de que me deshaga de su culo, pero no me importa.
Odio que me impongan una sombra.
Durante diez putos años, he vivido mi vida tranquilamente fuera
de los focos. Echo de menos poder hacer cualquier cosa sin que a
nadie le importe una mierda. Diablos, si quiero comer helado al
mediodía en mi maldito traje de cumpleaños, debería poder hacerlo
sin que nadie me vea.

Sotelo, gracias K. Cross


Tras la disolución de nuestro grupo, me compré una bonita
cabaña en un lago de una pequeña ciudad de Texas y desaparecí de
la vista de todos. El resto de los habitantes de la pequeña ciudad son
o bien imbéciles ricos de la cercana Houston, que buscan escapar de
sus ajetreadas vidas, o bien gente agradable y con los pies en la tierra
que vive una vida tranquila en el campo. A nadie le importa una
mierda que un antiguo miembro de una banda de chicos viva a pocos
kilómetros. Y me encanta que sea así.
Ahora vuelvo a ser el centro de atención, me siento como un
insecto bajo el microscopio. Debería sentirme culpable por estar
descargando mi frustración con mi guardaespaldas, pero Evan puede
soportarlo. Sus primeras palabras la noche que nos conocimos fueron:
—No me gustaría recibir un balazo por ti, así que no te metas en
problemas.
—El término que buscas es jefe, no imbécil. — Ambos sabemos
que es mentira. Trabaja para Ryder Operations Security. Yo solo soy
el maldito desafortunado por el que le pagan por hacer de niñera.
—Xander es mi jefe; eres un grano en mi maldito culo. — gruñe.
—Ahora, voy a preguntar una vez más. ¿Dónde demonios estás?
—Estoy afuera disfrutando de mi día. Solo. Tómate el día libre.
Tal vez aproveches el tiempo para considerar la posibilidad de hacerte
un trasplante de personalidad — Estoy siendo un idiota, pero no me
importa. Estoy tan jodidamente harto de esta maldita gira y todo lo
que conlleva.
—Dime dónde estás ahora mismo o te juro que te voy a poner un
rastreador en el culo.
—Lo siento, pero no. Tendré que pasar de tu generosa oferta. —
Cuelgo antes de que el cabrón pueda seguir discutiendo conmigo y
acabe con mis buenas vibraciones. Apago el teléfono y me lo meto en
el bolsillo. Eso evitará que me explote el teléfono y me arruine el día.
Paso las nuevas horas explorando la ciudad y olvidando mis
problemas antes de volver al hotel. Me sorprendo un poco cuando
atravieso el vestíbulo sin ver al imbécil de mi guardaespaldas.

Sotelo, gracias K. Cross


Presiono el botón del ascensor y entro cuando se abren las
puertas. Después de sonreír a la pareja de ancianos que me sigue,
presiono el botón de mi planta y me apoyo en la pared.
Saco el móvil y lo enciendo para ver cuántos mensajes tengo.
Estoy tan absorto leyendo las amenazas de Evan que apenas presto
atención cuando el ascensor se detiene. La pareja de ancianos se baja
antes de que alguien más entre en el diminuto ascensor forrado de
espejos.
Mi nariz se agudiza cuando percibo el puto aroma más dulce que
he olido nunca. Levanto la vista de la pantalla del móvil y me llevo el
susto de mi vida.
A menos de un metro de mí, Afrodita cobra vida. Joder. Ahí va
mi polla. Rezo para que la tela vaquera descolorida de mis vaqueros
contenga al cabrón mientras se pone dura como una piedra. Es
condenadamente pequeña, con curvas abundantes que me llaman.
Se me pasa por la cabeza la idea de clavar mis manos en sus
caderas mientras le meto la polla hasta el fondo del coño por detrás.
Joder. Ni siquiera sé el nombre de mi diosa, pero estoy dispuesto a
follármela hasta que ninguno de los dos pueda mantenerse en pie.
Apago las sucias fantasías antes de correrme en los vaqueros
como un colegial y termino de echar un vistazo a la preciosa diosa.
Su sedoso pelo rubio oscuro está recogido en una coleta, dejando
al descubierto su largo y grácil cuello, y de pronto siento el impulso de
pasar la lengua por su sedosa piel para comprobar si es tan suave
como parece.
Sé que la estoy mirando como un idiota, pero la lengua se me ha
pegado al paladar en cuanto he visto su cara en forma de corazón
salpicada de adorables pecas.
Suenan las alarmas en mi mente, pero las ignoro y la acojo. Sus
ojos marrones se cruzan con los míos y se ensanchan mientras se
muerde el carnoso labio inferior. Al verla, el corazón casi me explota
en el pecho. En ese instante, sé que mi espera ha terminado. Mi
pequeña alma gemela perfecta está delante de mí.

Haz algo antes de que piense que eres idiota. —Hola. — Sonrío y sigo la
orden de mi voz interior. —Soy Asher.

Sotelo, gracias K. Cross


Antes de que mi diosa pueda responder, las puertas del ascensor
se abren y mi peor pesadilla cobra vida. — ¡ASHER!
Los dos levantamos la vista hacia la horda de mujeres chillonas
que hay justo fuera del ascensor. A la mierda mi vida. ¿No tengo un
guardaespaldas para evitar que pase esta mierda?
Ah, sí. Me escabullí y perdí al cabrón.
¿No es una suerte que encuentre a mi alma gemela en el mismo
momento en que el Karma me muerde el culo y me deja defendiéndome
de una multitud hambrienta de aspirantes a groupies sin la ayuda de
mi guardaespaldas?

Sotelo, gracias K. Cross


Capítulo 2
BRIELLE

Oh, mi. Asher Forbes es aún más sexy de cerca. Y mucho más
alto de lo que esperaba. Su camiseta azul marino y sus vaqueros
desteñidos le sientan como una segunda piel. Cuando era pequeña,
tenía fotos suyas por toda mi habitación, pero el joven de esas
imágenes no era ni parecido al hombre adulto que tengo ahora
delante.
Es mucho más alto y musculoso de lo que recordaba de mis
fantasías adolescentes.
Lo miro a los ojos, de color marrón oscuro, y noto un ligero anillo
dorado alrededor del iris antes de seguir escrutando a Asher Forbes
en la vida real. Las tenues líneas que recorren el borde de sus ojos
almendrados le dan un aspecto más viejo y mundano. Mientras lo
devoro con la mirada, siento un cosquilleo en mis virginales partes
femeninas.
Puede que este Asher Forbes sea años mayor que la versión más
joven que aparece en los pósters de mi habitación de adolescente, pero
es muchísimo más peligroso para mi corazón que la versión más joven.
Se inclina hacia mí y siento que una gota de sudor me resbala
por la espalda mientras lucho contra el impulso de derretirme en un
charco a sus pies.
Un gruñido a mis espaldas desvía mi atención de Asher hacia la
multitud de mujeres que hay fuera del ascensor, todas gritando su
nombre. Miro por encima del hombro y me doy cuenta de que todas lo
miran como si fuera a ser su próxima comida.
—Esto no puede estar pasando. Joder. — murmura, mirando por
encima de mi cabeza al gran número de admiradoras que hay en el
pasillo.
De repente siento el impulso de rescatar a Asher. Antes de que
pueda pensar mejor mi plan, le rodeo la cintura con los brazos y lanzo

Sotelo, gracias K. Cross


mi cuerpo contra el suyo. Alargo los brazos para arrastrar la cara de
Asher hacia la mía. Veo la expresión de sorpresa en su cara cuando
aprieto los labios contra los suyos.
Gime en el fondo de su garganta mientras los murmullos de la
multitud fuera del ascensor toman un tono furioso.
Asher ignora a las mujeres que están fuera del ascensor y me
aprieta más contra su duro cuerpo antes de golpear la pared con la
mano.
A través del zumbido de mis oídos, oigo cómo las puertas del
ascensor se cierran detrás de mí y me doy cuenta de que debe de haber
presionado el botón para cerrarlas. Mi mente se apaga por completo
mientras me derrito contra su delicioso cuerpo.
Cuando el ascensor se pone en marcha, me digo a mí misma que
he conseguido rescatarlo, así que debería poner fin a nuestro beso.
Tengo la intención de apartarme de él. Incluso le doy un empujón a
medias contra su duro pecho, pero él tiene otros planes. Presiona otro
botón y nos detenemos bruscamente.
La repentina sacudida me saca de mi niebla de Asher y por fin
soy capaz de separar mis labios de los suyos. Mientras me inclino
hacia atrás para mirar fijamente sus ojos castaños oscuros, consigo
murmurar entre mis labios resecos: — ¿Por qué has hecho eso?
—Para poder hacerlo sin que nadie me viera. — Me estrecha
contra su pecho musculoso y continúa besándome. No, no es solo un
beso. Me devora los labios mientras su lengua se desliza por los míos.
El corazón casi se me sale del pecho mientras dejo que seduzca mi
boca.
Pierdo la cabeza y la noción del tiempo mientras Asher Jodido
Forbes me besa hasta casi matarme. Mis huesos se vuelven pegajosos
cuando frota su prominente dureza masculina contra mi vientre. Oh
hombre. Esto se está saliendo de control.
Estoy haciendo uso de todas mis reservas, intentando zafarme
de su beso que me hace doblar los dedos de los pies, cuando un fuerte
zumbido resuena en el ascensor. Asher lo ignora las dos primeras
veces, pero no la tercera.

Sotelo, gracias K. Cross


Termina el beso y apoya la frente en la mía. —Joder. — refunfuña
y busca el móvil en el bolsillo. —Más vale que sea de vida o muerte.
Oigo hablar a alguien al otro lado, pero no consigo entender lo
que dice. —Joder. — vuelve a gruñir Asher. —Imbécil, no hace falta
que me lo recuerdes. Sé que ya lo he dicho. — Es difícil entender lo
que está pasando con una sola parte de la conversación. —De acuerdo.
— ladra y cuelga el teléfono antes de mirarme a los ojos. — Supongo
que presionar el botón de parada fue un error. — Sonríe con pesar. —
Seguridad ha llamado a mi guardaespaldas para avisarle de que
estamos atrapados en el ascensor.
—Wow. Eso sí que pasó rápido. — Quiero decir, no podemos
haber estado atrapados por más de unos minutos. ¿O no? ¿O el beso
de Asher Forbes acaba de freír todos mis circuitos cerebrales?
—Demasiado jodidamente rápido. — asiente y presiona un
botón, lo que hace que nos movamos constantemente hacia arriba.
Me alejo de él e intento apresuradamente parecer un poco menos
arrugada por el beso o algo por el estilo.
Cuando se abren las puertas, me mortifico al ver a Shelby,
Xander, Crue y un tipo enorme con el ceño fruncido que supongo que
es un guardaespaldas. — ¿Por qué está aquí el comité de
bienvenida?— Asher envuelve su enorme mano alrededor de la mía y
me saca del ascensor.
—Brielle, ¿estás bien?— Shelby intenta interponerse entre Asher
y yo, pero él no lo permite.
Mientras sonrío y asiento para tranquilizar a mi amiga, él me
acerca a su lado antes de inclinarse para susurrarme: —Brielle es un
nombre hermoso para una diosa impresionante. — Y así, mi corazón
y mis partes vírgenes y femeninas se derriten en un charco de
sustancia pegajosa. Me olvido de todos los demás en el pasillo
mientras una niebla Asher me envuelve.
El enojado jefe de seguridad interrumpe mi momento para
gruñirle a Asher. —Eres un imbécil. — Xander no se anda con rodeos.
—Si deshacerte de tu guardaespaldas y pasar el día afuera sin
protección no era suficiente, tuviste que provocar casi un motín

Sotelo, gracias K. Cross


cuando empezaste a besarte delante del grupo de fans rabiosas antes
de cerrarles el ascensor en las narices.
Salgo de mi niebla, dándome cuenta de que no puedo dejar que
Asher cargue con toda la culpa del beso. —El beso fue todo culpa mía.
Pensé que podría rescatarlo de la multitud si actuaba como si
estuviéramos juntos en el ascensor. Lo besé.
Cuatro pares de ojos sorprendidos se giran hacia mí antes de
que Asher se interponga entre ellos y yo. —Les cerré la maldita puerta
en las narices para proteger a mi mujer. — gruñe y me acerca antes
de girarse para mirar a Xander. —Creía que tus guardaespaldas
debían asegurarse de que las fans no pudieran abordarnos en el
ascensor.
—Mis malditos guardaespaldas no pueden hacer su trabajo si
imbéciles como tú levantan controles en cada maldita curva. —
Mientras los ojos de Xander brillan, estoy a punto de volver a la
conversación para defender a Asher cuando Shelby interviene.
—Xander tiene razón. — Se queda mirando a Asher con los ojos
entrecerrados. —Tienes que dejar de comportarte como un mocoso
malcriado y dejar que tu guardaespaldas haga su trabajo. Sé que esta
gira es lo último que quieres hacer ahora, pero aceptaste hacerla. Es
hora de ser un hombre y dejar de ser un grano en el culo.
Los ojos de Asher se entrecierran durante unos segundos antes
de exhalar lentamente. —Tienes razón. Estoy siendo un imbécil.
Dejaré de ser difícil.
—No estoy bromeando. — Shelby no está dispuesta a tomarle la
palabra. —Hoy fue una llamada de atención de que tienes que tomar
la seguridad en serio.
—Prometo mantener a Evan al tanto de todo lo que haga.
—Eso está mejor. — Shelby suspira antes de girar su atención a
Xander. —Tenemos que averiguar cómo el grupo de mujeres no solo
ha averiguado en qué hotel estamos, sino que ha conseguido entrar
en una de nuestras plantas.

Sotelo, gracias K. Cross


Capítulo 3
ASHER

Mientras Shelby y Xander discuten sobre cómo van a manejar la


situación de la visita inesperada, me dirijo a Evan y le informo: —Voy
a pasar el resto de la tarde en mi habitación. Te avisaré si necesito
algo. — Listo. Eso debería contentar a todo el mundo. Especialmente
a mí, ya que planeo aprovechar el tiempo para conocer a mi chica.
Entonces voy a atarla a mí de por vida antes de que tenga la
oportunidad de escapar.
Antes de que alguien encuentre la forma de estropear mis
planes, tomo la suave mano de Brielle entre las mías y la conduzco
por el pasillo hasta mi habitación de hotel. —Uh. — Me da un pequeño
tirón de la mano cuando llegamos a la puerta. —No estoy segura de
que sea una buena idea.
—Es la mejor idea, Afrodita. — No voy a perderla de vista. No
cuando acabo de encontrar la pieza que me faltaba y que he estado
buscando.
Mientras mordisquea su jugoso labio inferior, pienso
frenéticamente qué puedo decirle para convencerla de que pase la
tarde conmigo. —Quiero conocerte, y nuestra experiencia de antes
demostró que no podemos hacerlo en público. — Utilizaré todos los
medios a mi alcance para asegurarme de que Brielle no se escape.
— ¿No tienes algo que hacer para la gira? — pregunta mientras
la conduzco a mi habitación y cierro la puerta. — ¿Cómo practicar o
algo así?
—No hasta un poco más tarde esta noche. — le informo a Brielle
antes de llevarla al sofá de la esquina de la habitación. —Ahora quiero
darte las gracias por venir antes a ayudarme. Pensé que podríamos
conocernos mejor, ya que vamos a pasar mucho tiempo juntos en el
futuro.

Sotelo, gracias K. Cross


— ¿Huh?— Parpadea varias veces. Me digo a mí mismo que me
tome las cosas con calma antes de asustarla, pero es imposible ser
paciente cuando llevo esperándola desde siempre. Mi pequeña diosa
me robó el corazón y el alma en cuanto la vi, y pienso asegurarme de
que ella sienta lo mismo por mí.
Me siento a su lado y le rodeo los hombros con el brazo antes de
inclinarme para besar sus suaves labios. Cuando mis labios se
mueven sobre los suyos, las curvas de Brielle se funden contra mi
cuerpo.
Sentir cada dulce centímetro de ella apretado contra mí hace que
toda la sangre de mi cuerpo fluya directamente a mi polla, y mi cerebro
se apaga por completo. Cuando gime en mi boca, me alejo un poco y
apoyo la frente en la suya. —Jodido infierno, qué potente eres,
Afrodita.
Su suave jadeo hace que mi cuerpo se encienda por dentro y
lucho contra el impulso de olvidarme de conocerla. Deja caer la cabeza
contra el sofá y me mira fijamente a los ojos. —Todo esto está pasando
muy rápido. —Tiene razón. Está sucediendo a la velocidad de la luz, y
no planeo dejar que las cosas se ralenticen ni un poco.
—Llevo años buscándote. — Pongo las cartas sobre la mesa, ya
que es inútil tratar de ocultar lo que siento. —Y no te perderé de vista
ahora que te he encontrado.
Traga saliva y me mira fijamente a los ojos. —Por alguna razón,
no puedo decirte que no.
—Bien. —Le sonrío. —Porque pienso asegurarme de que me
digas que sí muchas veces en un futuro próximo.
Le doy un beso en la punta de su dulce nariz. — ¿Por qué no
comemos juntos y nos conocemos?
—Me gusta la idea. — Mientras pido el servicio de habitaciones,
Brielle se queda mirando por la ventana.
—Debería llegar pronto. — Me acerco por detrás y rodeo con mis
brazos su exuberante cuerpo. —Ahora tenemos tiempo para que me
hables de ti, Afrodita.

Sotelo, gracias K. Cross


Se derrite contra mi cuerpo y suspira. —Realmente no hay
mucho que contar.
Quiero saberlo todo sobre mi futura esposa. —Empieza por lo
básico y seguiremos a partir de ahí.
Un golpe en la puerta nos interrumpe y me apresuro a dejar
pasar al camarero con nuestra comida. Para mi alivio, prepara la mesa
y se escabulle rápidamente.
—Santa vaca. ¿Has pedido todo lo que había en el menú? —
Brielle se acerca y se queda mirando la mesa cubierta de platos.
—No sabía lo que te gustaba, así que pedí un poco de todo. — La
ayudo a sentarse a un lado de la mesa y camino hasta sentarme frente
a ella.
Mientras comemos, empieza a hablarme de sí misma. Me cuenta
que creció siendo hija única de dos padres mucho mayores. Por su
forma de hablar, me doy cuenta de que no está muy unida a sus
padres, y es un tema delicado para ella.
— ¿Eres de Nueva York?— No me gustan mucho las grandes
ciudades, pero me mudaría a ésta si fuera necesario para hacer feliz a
mi chica.
—No —niega— me mudé aquí para terminar la universidad y
nunca me fui. Todavía estoy intentando averiguar qué quiero hacer de
mayor. — Cuando pone los ojos en blanco de forma adorable, siento
la tentación de subir su precioso culo a la mesa y comérmela para
almorzar. —Me licencié en Literatura Inglesa y pensaba graduarme y
convertirme en una escritora de éxito, pero hasta ahora no ha sido así.
Trabajo en una pequeña librería que atiende a autores independientes.
Quizá algún día encuentre la motivación para escribir mi primer libro.
—podría ayudarla con eso.
—Tengo un secreto. — Sus ojos se iluminan y se sienta para
escuchar lo que voy a decirle. —Estoy a punto de publicar mi primer
libro.
— ¿Qué? ¿Por qué no he oído hablar de esto?
—Nadie lo sabe. — Es la primera persona a la que se lo cuento.
—Odio ser el centro de atención, así que decidí escribir con

Sotelo, gracias K. Cross


seudónimo. — Además, no estoy seguro de lo fácil que será vender
suspense romántico escrito por un hombre.
— ¿En serio?— Da una palmada. —Qué emocionante. ¿Puedo
leer tu libro?
—Por supuesto. —Cuando las palabras salen de mi boca, la
ansiedad de que alguien lea mi trabajo me golpea por primera vez. —
Te conseguiré un ejemplar.
—Me muero de ganas. —Me sonríe antes de volver a su
hamburguesa con bacon y queso.
Busco en mi mente algo que preguntar. — ¿Eres amiga de
Shelby?
—En realidad soy muy amiga de su hermana, Ireland. — Se ríe.
—Y estoy segura de que has conocido a algunas de nuestras otras
amigas.
—Si te refieres a las chicas que roban los corazones de los
miembros de mi banda, lo he hecho. — Alguna vez lo he hecho. No me
di cuenta de lo celoso que estaba de mis amigos hasta que encontré a
mi chica. Ella es la parte de mi alma que he estado echando de menos
desde siempre. He estado tan perdido en mi descontento que no me
he tomado el tiempo de conocer a ninguna de ellas, pero estoy seguro
de que eso cambiará desde que pienso atar a Brielle a mí, y pronto.
Brielle da vueltas a la pajilla en su vaso durante unos instantes
antes de mirarme fijamente a los ojos y preguntarme: — ¿Te preocupa
lo rápido que se han desarrollado sus relaciones?
—En absoluto. —Cruzo la mesa y tomo su suave mano entre las
mías. —He hecho una fortuna cantando canciones de amor toda mi
vida. Sería un hipócrita si no creyera en el amor a primera vista.
—Es verdad. —Sonríe tímidamente. —Me sorprendí un poco
cuando me enteré de lo de Chastity y Xander, pero basta con verlos
juntos unos dos minutos para darse cuenta de que están
perdidamente enamorados.
He estado tan metido en mis cosas que no me he dado cuenta,
pero voy a prestar más atención a mis amigos y a sus nuevas almas
gemelas.

Sotelo, gracias K. Cross


Capítulo 4
BRIELLE

Después de nuestra cita para comer, Asher insiste en


acompañarme a mi habitación de hotel, aunque esté un piso por
debajo de la suya. Mi apartamento está al otro lado de la ciudad y no
quería pasarme horas en el metro para volver a casa después de visitar
a mis amigas, así que Shelby tuvo la amabilidad de conseguirme una
de las habitaciones extra de las bandas por un precio que se ajustaba
a mi presupuesto. Gratis.
Cuando abro la puerta, me abraza y me besa hasta que olvido
qué día es, cómo me llamo o en qué planeta estoy. Básicamente,
convierte mi mente en papilla. —Odio dejarte aquí. —Apoya la frente
en la mía y suspira contra mis labios. —Pero no puedo perderme este
entrenamiento.
—Te veré después de la práctica. — le recuerdo. Ya hemos hecho
planes para pasar la noche juntos. Cuando me invitó a asistir al
ensayo, lo rechacé, sabiendo que necesitaría unas horas a solas para
prepararme para esta noche.
—No puedo jodidamente esperar. Cierra la puerta detrás de mí.
— Me da otro beso rápido antes de marcharse.
Después de asegurarme de que la puerta está cerrada, me dejo
caer sobre la cama y me tumbo a mirar el techo. Este día ha tomado
un cariz de locura y tengo miedo de despertarme y descubrir que todo
es un sueño.
Mi teléfono vibra para avisarme de que tengo un mensaje, así
que lo saco y miro hacia abajo para ver que es de Ireland.

Ireland: ¿Te encuentras bien? Shelby me ha dicho que ha habido un pequeño


problema.

Sotelo, gracias K. Cross


Yo: ¡Estoy tan jodidamente genial! No te lo vas a creer, ¡pero he comido con
ASHER FORBES!

Ireland: Woah ¿Tú también?

Yo: ???

Ireland: Están cayendo como moscas. Primero Chastity, Resa y Dani, ¡y ahora
tú! Me siento excluida.

Yo: Espera hasta Chicago. Apuesto a que el Sr. Correcto estará ahí esperándote.

Ireland: No aguantes la respiración. Tengo que irme, pero te veré pronto. Por
favor, hazle saber a mi hermana que sobreviviste ilesa al “asunto”.
Le envío un pulgar hacia arriba y dejo caer el teléfono en la cama
a mi lado. Shelby debe de estar contándole a todo el mundo mi
esfuerzo por “rescatar” a Asher, porque acabo recibiendo mensajes de
todas las demás chicas que quieren asegurarse de que estoy bien.
Una vez que tranquilizo a mis amigas, paso el resto de la tarde
preparándome para mi cita con Asher. Después de ducharme, me
cambio de ropa cuatro veces, lamentando haber hecho una maleta
ligera para no tener que arrastrar una maleta pesada en el metro. No
quiero viajar durante más de una hora para volver a mi apartamento
a buscar otro conjunto. Así que me las arreglo con lo que he traído.
Finalmente decido ponerme mi vestidito negro y unos tacones
rojos. Al menos los tacones me acercarán un poco más a la estatura
gigantesca de Asher.
Cuando Asher me manda un mensaje para decirme que está de
camino al hotel, el corazón me late con fuerza en el pecho mientras
me pregunto si esto está pasando de verdad. ¿De verdad voy a pasar
la noche cenando con Asher Forbes? Siento la tentación de pellizcarme
para asegurarme de que no estoy soñando, pero no me gustaría
despertarme si es así.
Mientras espero, tengo una larga charla conmigo misma. Puede
que una oportunidad como esta con Asher Forbes no se vuelva a
repetir. Es hora de que deje de jugar sobre seguro y me lance por la

Sotelo, gracias K. Cross


superestrella que ha llenado mis sueños desde que estaba en
primaria.

Estoy paseando por mi habitación de hotel cuando escucho un


fuerte golpe. Me acerco a la puerta y respiro hondo antes de abrirla.
—Estás guapísima. — gruñe Asher antes de entrar y cerrar la puerta
de una patada. —Te he echado de menos, Afrodita.
Antes de que pueda responder, me cubre los labios con los
suyos. Cuando su lengua explora el interior de mi boca, me derrito
contra su duro cuerpo y me aferro a él para disfrutar del salvaje viaje.
Sus manos se mueven lentamente por mis costados, dejando la piel
de gallina a su paso. Cuando me da un apretón en el trasero, mis
partes íntimas se estremecen de excitación y me abalanzo sobre él.
—Tenemos que parar para que pueda llevarte a cenar. — me
susurra en los labios, e instintivamente niego. No quiero que pare.
—No pares. —El hambre que siento por él se impone a la virgen
que llevo dentro, preocupada por si voy demasiado rápido.
—Joder, no puedo resistirme a ti.
—Entonces no te resistas a mí. — Me inclino y le muerdo el labio
inferior, haciéndolo gruñir mi nombre, mientras recorro con la mano
la parte delantera de su musculoso cuerpo. Cuando llego al gran bulto
que cubre la parte delantera de sus ajustados vaqueros, lo rodeo con
la mano y le doy un apretón, con la esperanza de convencerlo de que
hablo en serio.
—Joder. — jadea contra mi cuello antes de morderme
suavemente el lóbulo de la oreja. La pequeña punzada de dolor hace
que la electricidad recorra el centro de mi cuerpo hasta llegar a mis
doloridas partes femeninas.
Gimo su nombre mientras él me baja las manos por la espalda
para agarrarme el dobladillo del ajustado vestido negro. Me
mordisquea el cuello mientras levanta lentamente la sedosa tela por

Sotelo, gracias K. Cross


encima de mi trasero hasta la cintura. El aire frío me roza la carne
caliente y me pone la piel de gallina.
Se aparta y me mira fijamente a los ojos. — ¿Estás segura,
Afrodita?
—Absolutamente. —Sonrío, obligando a las mariposas de mi
vientre a calmarse.
—Gracias a Dios. — respira contra mi cuello antes de pasar
lentamente la lengua por mi clavícula.
Su contacto me está volviendo loca y hay algo que debe saber
antes de que vayamos demasiado lejos. —Pero tengo que decirte algo.
— Todo su cuerpo se pone rígido, así que me apresuro antes de que
mi pequeño anuncio acabe con el ambiente. —Nunca he hecho esto.
Gruñe algo en voz baja que estoy segura que suena como —
Gracias a Dios. — antes de sonreírme. —Eso está bien, Afrodita.
Porque no me gustaría pasar los primeros treinta años de nuestra
relación entre las rejas por matar a cualquier imbécil que se atreviera
a tocarte. — oh mi... Mi mente se apaga al oír esas palabras, mientras
mi corazón y mis partes femeninas hambrientas toman el control
cuando él cierra sus labios sobre los míos.
Asher me hace retroceder hasta que mis rodillas chocan contra
la cama antes de darme un pequeño empujón. Mientras reboto
suavemente en la mullida cama, se lleva la mano a los botones de su
camisa negra. Me apoyo en los codos y observo el espectáculo privado.
Conteniendo la respiración, veo cómo desabrocha lentamente
cada uno de los botones antes de quitársela.
Wow. Mis ojos recorren sus anchos hombros, observando el
oscuro rastro de vello que recorre el centro de su musculoso pecho
hasta la cintura, donde se quita lentamente el cinturón. Una vez lo
deja en el suelo, se desabrocha los vaqueros y baja lentamente la
cremallera.
— ¿Sigues conmigo? — me pregunta, y asiento, sabiendo que no
me saldrán las palabras de la garganta seca.

Sotelo, gracias K. Cross


Se quita los zapatos y se baja los vaqueros por las piernas. Me
muerdo el labio inferior y miro fijamente los ajustados calzoncillos
negros que intentan contener su enorme erección.
Casi se me salen los ojos de las órbitas cuando se quita los
calzoncillos y su enorme polla se libera. Lo rodea con la mano y se
acaricia lentamente mientras yo me retuerzo en la cama esperando mi
turno. Debería preocuparme un poco cómo vamos a hacer que esto
funcione, pero estoy demasiado hambrienta por probar a Asher como
para preocuparme.
—Tócame. — Se acerca a mí, me coge una mano y yo me tumbo
en el borde de la cama. Cuando envuelvo su erección con mi mano,
siento que la humedad se filtra desde mi centro. Exploro lentamente
el miembro sedoso y duro como el acero mientras él me desgarra el
vestido por la cabeza y lo tira.
—Joder, eres tan jodidamente hermosa. — Se inclina para
pasarme la lengua por la copa del sujetador mientras sigo explorando
su erección. Paso un dedo por la humedad que se filtra de la punta y
la extiendo alrededor de la cabeza de su polla. Se aparta de mi alcance
y me sonríe. —Si sigues haciendo eso, me voy a correr en tu mano.
Eso es inaceptable para mí. Quiero mantener tu dulce y pequeño coño
lleno de mi semen hasta que lleves a mi bebé.
Wow. Las cosas acaban de pasar de cero a sesenta, y no podría
estar más feliz.
Cuando chupa mi pezón con su boca a través del material sedoso
de mi sujetador, gimo su nombre. No me resisto cuando me
desabrocha el sujetador y me lo quita antes de volver a cerrar sus
cálidos labios en torno a mi pezón y chuparlo. Me pasa el otro pezón
entre el pulgar y el índice, lo que me hace arquear la espalda con la
esperanza de acercarme más a él.
Cruzo los ojos mientras él alterna entre chuparme la carne
sensible y morderme suavemente hasta que soy una masa temblorosa
de nervios.
Le rodeo la espalda con una pierna, intentando acercarme a él,
antes de que bese lentamente mi cuerpo. Su polla recorre mi piel
sensible, dejando un rastro de humedad.

Sotelo, gracias K. Cross


Me tumba en el borde de la cama y me baja la sedosa ropa
interior rosa del bikini por las piernas antes de dejarla a un lado.
Todos mis pensamientos se desvanecen cuando me separa las piernas
y se arrodilla entre ellas.
Me pasa el dedo por el interior del muslo tortuosamente
despacio, y estoy a punto de rogarle que haga algo cuando se inclina
y desliza la lengua por mi húmedo centro. Gime antes de jurar: —
Nunca tendré suficiente de tu sabor. — Su cálido aliento recorre mi
clítoris hinchado.
—Por favor. — No estoy segura de lo que estoy suplicando.
—Dime lo que quieres. —Sus ojos cacao oscuro me toman como
rehén mientras acaricia mi sensible abertura con la lengua. Observo
cada pequeño movimiento que hace mientras me saca de mis casillas.
—Haz que me corra. — Es el único pensamiento que resuena en
mi mente.
—Puedo hacerlo. —Me mete el clítoris en la boca y acaricia con
la lengua el sensible capullo mientras recorre con el dedo mi húmedo
centro. —Eres tan jodidamente dulce. — murmura contra mi piel
antes de deslizar el dedo hasta el fondo de mi húmedo coño.
Me retuerzo al sentirme tan apretada, lo que lo hace gruñir: —
Relájate.
—Es más fácil decirlo que hacerlo. —Obligo a mis músculos
internos a soltar su agarre mortal contra su dedo. Me distrae de la
incomodidad chupándome el sensible clítoris mientras desliza
lentamente el dedo dentro y fuera de mi coño.
Apenas me doy cuenta cuando introduce un segundo dedo junto
con el primero. Los mete y saca pacientemente, provocándome un
orgasmo inesperado.
Todavía estoy en medio de las olas de placer cuando me abre los
dos dedos, provocando otro clímax algo menos intenso.
—Eres jodidamente perfecta. Planeo mantener mi puta polla
enterrada en lo más profundo de tu coñito hasta que mi bebé crezca
en tu vientre.
—Me encanta cómo suena ese plan.

Sotelo, gracias K. Cross


—Bien. — susurra contra mi piel mientras va besando mi cuerpo
flácido.
Me besa el cuello mientras su dureza me roza el vientre,
recordándome que aún no se ha corrido.
—Te necesito. —Soy una mujer codiciosa. Dos orgasmos y sigo
pidiendo más.
No me hace suplicar de nuevo. Contengo la respiración cuando
coloca su polla en mi entrada y me penetra lentamente de un solo
empujón. Clavo las uñas en sus hombros y contengo la respiración
mientras una punzada de dolor me recorre la espalda.
—Respira, Afrodita. — susurra contra mis labios.
—Me dejas sin aliento. — consigo balbucear mientras él me mira
fijamente a los ojos y gira lentamente las caderas mientras me penetra
un poco más.
Mis músculos internos tardan un poco en relajarse y permitirle
penetrar más profundamente. Asher gira pacientemente las caderas y
me presiona el clítoris con el dedo, provocándome pequeñas chispas
de placer que recorren todo mi cuerpo.
Pronto me encuentro levantando las caderas para recibir sus
embestidas.
El intenso placer ahoga el dolor, y grito su nombre cuando otro
feroz orgasmo me atraviesa.
El Sr. Superdotado no está contento hasta que he tenido varios
orgasmos alucinantes.
Cuando sus embestidas se vuelven erráticas, soy una masa
inerte de nervios hipersensibilizados. Abro los ojos y veo cómo su
propio orgasmo desgarra su musculoso cuerpo. Su polla sufre
espasmos en lo más profundo de mi ser mientras una cálida humedad
me llena y se filtra por la cama que hay debajo de mí.

Sotelo, gracias K. Cross


Capítulo 5
ASHER

Estoy teniendo el mejor maldito sueño. Los suaves labios de


Brielle me roban la capacidad de respirar mientras envuelve la punta
de mi polla con sus suaves labios y chupa. Cuando me acuna
suavemente los huevos y me chupa hasta el fondo de la garganta, abro
los ojos y me doy cuenta de que he estado durmiendo parte de la mejor
mamada del mundo. Mi pequeña diosa ex virgen tiene una boca
jodidamente talentosa.
—Joder. No puedo creer que me haya perdido ni un segundo. —
Me tiemblan las piernas mientras lucho contra las ganas de correrme
en su garganta. Deslizo la mano por su espesa melena rubia y le acerco
la boca.
Cuando me chupa la polla hasta el fondo de la garganta y traga,
aprieto la nuca y se me encienden todos los nervios del cuerpo. Me
muero por sentir el coño de mi diosa apretado alrededor de mi puta
polla, pero no quiero perderme ni un segundo más del placer que me
está dando. Clavo los talones en la cama y aguanto mientras la dulce
boca de Brielle me lleva al borde del orgasmo. Entonces la agarro del
pelo y tiro de su cabeza hacia atrás.
— ¿Por qué me detuviste? — refunfuña.
Arrastro su dulce cuerpo contra el mío y le recuerdo: — Estoy
tratando de embarazarte.
—Oh. — gime mientras le pellizco un pezón.
La pongo boca arriba y alineo mi polla con su húmeda abertura.
Las palabras que han estado flotando en mi lengua desde el primer
momento en que nos conocimos se escapan antes de que pueda
detenerlas. —Te amo.
Sus ojos se abren de par en par y me clava las afiladas uñas en
los hombros mientras me introduzco profundamente en su apretado

Sotelo, gracias K. Cross


coño. Tengo que respirar hondo varias veces para no correrme antes
de tiempo.
Me decepciona un poco que no haya respondido a mi
declaración, pero recuerdo que nos conocimos ayer. Haré lo que haga
falta para convencer a mi diosa de que todo lo que he dicho sobre
nuestro futuro va en serio.
Sus grandes tetas rebotan mientras aprieto más mi polla con
cada embestida, luchando contra las ganas de correrme hasta haberle
provocado varios orgasmos alucinantes.
Me rodea la cintura con sus sedosas piernas y yo me inclino para
besar sus suaves labios mientras reduzco la velocidad de mis
embestidas y giro las caderas. Cuando meto la mano entre nuestros
cuerpos y le aprieto el clítoris, empieza a temblar en lo más profundo
de su coño y sus estrechas paredes aprietan mi polla.
Empujo lentamente mientras su primer orgasmo recorre su
delicioso cuerpo. Cuando me inclino para chupar uno de sus pezones,
me mete la mano en la nuca y me agarra con fuerza.
Deslizo el brazo por debajo de su pierna y la levanto por encima
del hombro, lo que me permite deslizarme aún más dentro de su
húmedo coño. En esta posición, está totalmente a mi merced mientras
la presiono profundamente con cada movimiento de mis caderas.
Otro clímax se acerca sigilosamente a mi pequeña diosa, y tengo
que morderme el interior de la mejilla para no correrme mientras sus
músculos internos tiemblan alrededor de mi polla.
Mi cuerpo me pide que me corra, pero me obligo a aguantar
hasta que le haya dado dos orgasmos más. Estoy decidido a hacer que
mi pequeña diosa se vuelva tan jodidamente adicta a mí que no pueda
imaginar la vida sin mí.

Sotelo, gracias K. Cross


Lo único que deseaba era pasar el resto del día y de la noche en
la cama con Brielle, haciéndole el amor hasta que admitiera que sentía
lo mismo, pero por desgracia el trabajo me había llamado.
Varias horas más tarde, estoy sentado entre bastidores
esperando nuestra entrada mientras deseo estar de regreso en el hotel
enterrado profundamente en el dulce coño de mi diosa. Joder. Parece
que cada espectáculo me saca un poco más de mí. Apenas puedo
aguantar hasta que termine esta puta gira. Al menos ahora tengo algo
que esperar cuando por fin le demos un final a Soul Obsession.
Mientras los recuerdos de nuestra primera noche juntos fluyen
por mi mente en un bucle continuo, me doy cuenta de que tengo que
dejar de pensar en el dulce cuerpo de Brielle o voy a subir al escenario
esta noche con toda la dureza.
Respiro profundamente varias veces y hago los ejercicios de
relajación que me ayudaron a superar los momentos difíciles la última
vez que estuvimos de gira, con la esperanza de tener mi jodida erección
bajo control.
Una vez en el escenario, miro al público y me fijo en mi chica.
Saber que está ahí afuera mirándome me ayuda a aguantar el resto
del concierto. Mientras cantamos la última canción, miro al público y
establezco contacto visual con Brielle. Cuando me sostiene la mirada
y me dice: —También te amo. — tropiezo con mis palabras y estropeo
mi paso de baile, pero me da igual. Mi pequeña diosa me ama. La vida
es jodidamente genial.
Quiero celebrarlo en privado con mi pequeña diosa después del
concierto, así que acabamos saltándonos la fiesta de después y
celebramos nuestra propia fiesta de “hacer un bebé” en mi habitación
de hotel.
Consigo convencer a mi chica para que viaje conmigo. Es un
poco reacia a dejar su trabajo en la librería, así que le pido a mi agente
literario que mueva algunos hilos y les consiga un sustituto temporal
que haga los turnos de Brielle durante las próximas semanas.
Eso debería darme tiempo suficiente para convencer a Brielle de
que se quede conmigo y para dejarle embarazada. Lo cual no debería
ser un problema, teniendo en cuenta que mi polla ha estado dura

Sotelo, gracias K. Cross


como una roca y lista para funcionar desde el primer momento en que
puse mis ojos en mi pequeña diosa.

Sotelo, gracias K. Cross


Capítulo 6
BRIELLE

Me lo estoy pasando genial de gira con Asher, sus compañeros


de banda y mis amigas. Es increíble lo fácil que nos hemos adaptado
a este estilo de vida nómada. Es casi como si todos hubiéramos estado
juntos desde siempre.
Por fin llegamos a Chicago y estoy contentísima de tener la
oportunidad de ver Ireland.
Las cosas se ponen un poco locas y no consigo pasar tiempo con
ella hasta después del ensayo en el que Crue Blake deja claro que está
loco por Ireland. Cuando él accede a concederle una entrevista, mi
amiga casi sufre un ataque de nervios y necesita que la animen para
que no auto explosione.
Asher no salta de alegría cuando le pido que me conceda algo de
tiempo para estar con Irlanda, pero acepta. Sobre todo después de que
le prometa que esa noche valdrá la pena.
Mientras veo a mi amiga hacer agujeros en la gastada moqueta
de su habitación de hotel, hago lo posible por no reírme de ella. Es
fácil ver que su mente da vueltas mientras camina y habla en voz baja
consigo misma.
—Debería cambiarme. — me mira y murmura.
—Ni se te ocurra. — le digo. —Estás preciosa. — Está
espectacular con su vestido verde esmeralda.
—Parezco una universitaria. — Aún no está dispuesta a creerme.
—Hace dos meses estabas en la universidad. — le recuerdo. —
Te graduaste con honores, Ireland. Y acababas de terminar unas
prácticas para una de las mayores publicaciones musicales de
Estados Unidos. No llevabas un traje aburrido cuando hiciste nada de
eso.
Estoy esperando su argumento cuando suena su teléfono.

Sotelo, gracias K. Cross


Me siento como si estuviera espiando una conversación privada,
saco el móvil y le envío un mensaje a Asher para avisarle de que no
tardaré.

Yo: Ya casi he terminado.

Mi superestrella: Ya era jodidamente hora. Llevo una eternidad esperando.

Yo: Hace menos de una hora.

Mi superestrella: ¿Ves? Para siempre. Lleva tu precioso culo a mi habitación


para que pueda enseñarte lo mucho que te he echado de menos.

Oh, hombre. Es una oferta que no puedo rechazar.


Ireland cuelga la llamada antes de mirarme y sonreír. —Es un
mandón.
—Asher dice que siempre ha sido así. Dice que Crue tiene
buenas intenciones, solo que no le gusta no estar al mando. — Mi risa
se detiene al recordar todo lo que Asher me dijo sobre la forma en que
fueron tratados por su compañía discográfica en el pasado. —No
tuvieron ningún control durante mucho tiempo.
—Lo sé. — asiente Ireland. Por supuesto, ella ya lo sabe. Apuesto
a que mi bien preparada amiga ya ha investigado a fondo Soul
Obsession.
Mi teléfono suena en el bolsillo y es mi impaciente superestrella.
Me levanto y me estiro sin comprobar el mensaje. —Será mejor que te
vayas antes de que venga a buscarte. Voy a buscar a Asher. — le digo
a Ireland.
La miro y me doy cuenta de que está un poco verde mientras
murmura: —Deséame suerte.
—No creo que la necesites. —Le doy un beso y me dirijo a la
puerta. —Pero rómpete una pierna de todos modos.
—No digas eso. — me dice mi amiga mientras se dirige al
ascensor. —Podría romperme una.

Sotelo, gracias K. Cross


Unos momentos después, entro en la habitación del hotel y grito:
—Cariño, ya estoy en casa.
—Ya era jodidamente hora. — Asher sale del baño desnudo y mis
ojos se abren de par en par al ver su enorme erección rebotar contra
su estómago. —Mi polla está hambrienta de tu dulce coño.
—Aquí estoy. — Me subo la camiseta por la cabeza. —Ven por
mí. — me burlo y le tiro la camiseta.
—No tienes que pedírmelo dos veces. — Se lanza por mí y,
cuando sus fuertes brazos me rodean la cintura, me derrito contra su
musculoso cuerpo.
—Te he echado de menos. —Acerco su cara a la mía y sonrío
contra sus labios. —Vamos a trabajar en ese bebé.
Cuando Asher se lanza a la tarea, me cuesta seguirle el ritmo.
—Si te gusta esa ropa, deberías terminar de quitártela antes de
que te la arranque de tu precioso culo. — me advierte, y retrocedo y
me apresuro a obedecer antes de que arruine mi conjunto favorito.
Señala la cama. —Ahora túmbate en la cama. —Esta noche está
de un humor muy mandón, y el cosquilleo en mis partes femeninas
me dice que ese cavernícola mandón me pone a cien.
—No has dicho por favor. — No puedo resistir burlarme de él
mientras me acerco a la cama.
—Por favor, túmbate en la cama para que pueda comerte tu
dulce coño hasta que te desmayes.
—Definitivamente no tienes que decírmelo dos veces. — Me dejo
caer sobre el suave edredón.
—De rodillas. — Me da la vuelta y arrastra mis caderas hacia
atrás, ayudándome a ponerme de rodillas. Cuando desliza su lengua
por mi húmedo centro, mis codos ceden y apoyo la cabeza en la cama
mientras él me devora.
Sus dedos se clavan en mis caderas, agarrándome para
mantenerme quieta mientras sus labios y su lengua me vuelven loca.
Apenas me doy cuenta de que ha alineado su erección con mi abertura
y se desliza lentamente hacia delante. Una vez que toca fondo, arrastra

Sotelo, gracias K. Cross


lentamente su dura polla hasta casi sacarla antes de volver a
penetrarme.
A medida que aumenta la velocidad de sus embestidas, clavo los
dedos en el grueso edredón para aguantar el salvaje viaje.
Cuando me rodea y me aprieta con fuerza el clítoris, veo fuegos
artificiales detrás de mis párpados cerrados mientras un orgasmo me
atraviesa. Asher ni siquiera ralentiza sus embestidas mientras un
clímax se transforma en otro.
De repente se aparta, me tumba boca arriba y vuelve a
penetrarme con fuerza. Pierdo la noción del tiempo mientras su forma
de hacer el amor me vuelve loca.
Pierdo la cuenta de cuántos orgasmos he tenido mientras Asher
se pasa el resto de la noche haciéndome el amor. Cuando por fin me
deja dormir, es casi la hora de que salga el sol. Mierda. Levantarme
temprano para desayunar con las chicas va a ser un asco. Pero no me
importa, la noche con Asher valió la pena.

—Tenemos que hablar. — Ireland entra en el restaurante, casi


desierto, y se sienta frente a mí.
—Es demasiado pronto para hablar. — me quejo y cojo mi jugo
de naranja, con la esperanza de que la infusión de azúcar ayude a mi
cuerpo cansado y a mis partes femeninas doloridas. — ¿No podemos
comer en silencio? — ¿Para recuperarme del entusiasta acto sexual de
mi superestrella? Espera, ¿he dicho eso en voz alta? Echo un vistazo
a la mesa y ninguna de mis amigas parece escandalizada, así que
respiro aliviada. La próxima vez que alguien me recomiende quedar
para desayunar, insistiré en que sea para almorzar.
— ¿Hasta tarde?— resopla Chastity.
Me ruborizo y admito: —Muy tarde y muy interesante. — Eso es
quedarse muy corto.

Sotelo, gracias K. Cross


Chastity me tiende la mano para chocar los cinco, y yo uso lo
que me queda de energía para chocar la palma con la suya mientras
las otras chicas de la mesa se ríen de nosotras.
—Seguro que la mía fue más interesante —murmura Ireland—
teniendo en cuenta que me casé.
Seguro que la he oído mal. Al mirar alrededor de la mesa y ver el
asombro reflejado en las caras de todas, me doy cuenta de que mi
mente agotada no está inventando nada.
—Repite eso. — exige Shelby.
—Estoy bastante segura de que la has oído bien. — interrumpe
Dani.
—Ajá. — Los ojos marrones de Resa se abren de par en par.
Cuando Ireland saca la mano del bolsillo y enseña una piedra
enorme, siseo: — Santo jodido, shiitake. — y le agarro la mano para
verla más de cerca.
— ¿Cómo demonios se casaron? — pregunta Chastity.
—Es una larga historia.
—Tenemos tiempo. — Shelby parece tranquila para alguien cuya
hermana menor acaba de anunciar que acaba de casarse.
—Bebí demasiado tequila y lo sugerí, así que Crue despertó a un
juez y a un joyero y lo hizo realidad. — suelta Ireland.
—Por supuesto que lo hizo. — resopla Dani. —Es una especie de
excavadora cuando quiere algo, ¿no?
—No es tan malo. — Ireland frunce el ceño.
— ¿En serio?— Me río y levanto su mano para mostrar las
pruebas a todo el mundo. —Despertó a un maldito juez, Ireland.
—Y a un joyero. — añade Resa antes de que el camarero se
acerque y nos interrumpa.
— ¿Crue estaba borracho?— Chastity pregunta una vez que el
camarero se aleja.

Sotelo, gracias K. Cross


—No. — admite Ireland. Hace unos meses, todo esto me habría
parecido una locura, pero ya nada me escandaliza.
— Oh mi... — susurra Chastity.
— ¡Ya lo sé! ¿Qué voy a hacer?
— ¿Disfrutar?— explica Shelby. —Puede que hablara con él ayer
después de que salieran. Tenía corazones en los ojos por ti.
—Está claro. — añado yo. —Despertó a un juez.
—Y a un joyero. — dicen Resa, Dani y Chastity al mismo tiempo
y luego se parten de risa.
Nos cuesta un poco, pero conseguimos convencer a nuestra
amiga de que no debería dejar pasar esta oportunidad con el hombre
de sus sueños. Cuando el hombre se presenta y deja muy claros sus
sentimientos, sabemos sin lugar a dudas que nuestra amiga no tiene
ninguna posibilidad de escapar de su muy decidido nuevo esposo.

Sotelo, gracias K. Cross


Capítulo 7
ASHER

Mientras yo estaba dando vueltas esperando el momento


adecuado para ponerle un anillo en el dedo a mi diosa, el jodido Crue
no solo puso una enorme piedra en el dedo de Ireland, sino que
también se casó con su trasero la primera noche que se conocieron.
Bueno, no voy a dejar que me ponga en evidencia, así que me
pongo manos a la obra para poner un diamante aún más grande en el
dedo de mi diosa.
Shelby me hace un favor y me da una noche libre mientras el
resto de la banda se va a la siguiente ciudad. Entonces me escabullo
mientras se supone que estoy en la reunión de la banda y me dirijo a
la misma joyería que Crue utilizó para invertir en un diamante
enorme.
Para cuando nos dirigimos al aeropuerto esa misma noche, ya
tengo reservada una suite de luna de miel en The Venetian de Las
Vegas, una capilla privada reservada y el anillo de diamantes que me
costó unos cuantos dólares.
— ¿Por qué no vamos con el resto de la banda? — pregunta mi
diosa mientras subimos a nuestra limusina.
—Tengo una sorpresa para ti. — Tiro de Brielle contra mi costado
y respiro hondo varias veces, con la esperanza de calmar la excitación
que fluye por mis venas.
—Me encantan las sorpresas. —Se acurruca contra mí. —Y te
amo muchísimo.
—También te amo, Afrodita. — Me inclino y beso sus suaves
labios. —Más que a la vida misma.
Mi chica no sospecha hasta que el pequeño jet privado despega.
—No puedo soportarlo más. Necesito saber qué está pasando. — Casi
vibra de emoción, y me cuesta guardar el secreto.

Sotelo, gracias K. Cross


—Ten paciencia, Afrodita. — Llevo su mano a mis labios para
besarla. —Merecerá la pena.
—No creo que la azafata nos moleste. Quizá puedas hacer algo
para distraerme. — Me encanta cómo piensa.
—No tienes que pedírmelo dos veces. — Paso el resto del vuelo
manteniendo a mi diosa tan ocupada que no tiene tiempo de
preguntarse por su sorpresa.
Cuando aterrizamos en Las Vegas, ya no podemos guardar el
gato en la bolsa. — ¿Por qué estamos en Las Vegas?— Brielle se gira
hacia mí después de que el chófer nos meta en la parte trasera de la
limusina, y juro que veo brillar en sus ojos oscuros una esperanza
mezclada con sospecha. —El próximo concierto es en Detroit.
—No te preocupes, pequeña diosa. Alcanzaremos a la banda en
Detroit. — La acerco para besarla y deslizo el anillo de diamantes en
su dedo mientras está distraída. —Después de atar tu precioso culo a
mí de por vida.
Sus ojos se abren de par en par mientras mira el diamante talla
esmeralda que acabo de ponerle en el dedo. —No sé qué he hecho para
merecerte. — Mi diosa me fulmina con la mirada. —Pero eres todo mío
y te amo más que a la vida misma.
Estoy totalmente de acuerdo con ella. —Soy toda tuya y te amo
con todo mí ser. Ahora, casémonos y volvamos a la gira.
—Lidera el camino.

En dos horas, he atado a mi pequeña diosa a mí de por vida y


estamos de camino al hotel para pasar nuestra primera noche como
marido y mujer.
—Siento que hayamos tenido que precipitarnos. — le digo
mientras subimos en el ascensor a la suite nupcial.

Sotelo, gracias K. Cross


—Yo no lo siento. — Me pone la mano izquierda en el pecho y
veo brillar la alianza de eternidad que coloqué junto a su anillo de
compromiso. —Fue perfecto.
—Tú eres perfecta. — suspiro contra su cuello sedoso, deseando
que el maldito ascensor se dé prisa antes de que tenga la tentación de
consumar este matrimonio en el ascensor del Venetian.
Cuando el ascensor se detiene en nuestra planta, levanto a mi
esposa contra mi pecho.
—Eep. — chilla contra mi cuello. — ¿Qué haces?
—Llevándote al otro lado del umbral. — le digo mientras corro
por el pasillo desierto.
—No tenías que llevarme desde el ascensor. — Se ríe y su cálido
aliento me roza la clavícula, haciéndome sentir hambre. Mi polla se
convierte en piedra y tengo que trotar hasta la habitación antes de
follarla en el pasillo.
Una vez que he conseguido entrar en la suite y cerrar la puerta
tras nosotros, pongo a mi esposa en pie y gruño: —Esta primera vez
va a ser rápida. — Hace horas que no pruebo su dulce cuerpo y me
muero de ganas. —He estado sin ti demasiado tiempo.
—Solo han sido unas horas. —resopla.
—Como he dicho, demasiado jodido tiempo. — Me abro la camisa
y oigo los botones volando en todas direcciones. Bueno, es una camisa.
—Quítate ese vestido si quieres conservarlo. — ¿Ese gruñido animal
salió de mí?
—Sí, señor. — Su descaro hace que mi polla se ponga aún más
dura, si eso es posible, y presione dolorosamente contra el interior de
mis pantalones de vestir mientras la veo bajar lentamente la
cremallera del vestido blanco.
Me tiemblan los dedos mientras busco a tientas el cinturón y me
quito los zapatos de una patada. Cuando me arranco los pantalones y
los calzoncillos, estoy peligrosamente a punto de correrme incluso
antes de tocar a mi esposa.

Sotelo, gracias K. Cross


Mi polla no para de soltar semen mientras me acerco a Brielle.
Levanto su delicioso cuerpo curvilíneo contra mi pecho y me inclino
para mordisquearle el punto bajo la oreja que la vuelve loca.
—Te amo. — susurra contra mi cuello mientras la tumbo en el
suave edredón.
—También te amo. —Me inclino y cierro los labios en torno a uno
de sus pezones. Después de prestarle mucha atención, me dirijo al
otro lado.
Mi esposa se mete entre los dos y me rodea la polla con su suave
mano, lo que hace que la electricidad me recorra la espalda. Mientras
acaricia lentamente mi sensible erección, me arrodillo a su lado en la
cama y le abro las piernas.
Suspira cuando introduzco dos dedos en su húmedo coño.
Cuando sus paredes internas aprietan mis dedos, mi polla se endurece
aún más.
Estoy duro desde que nos conocimos y no creo que vaya a bajar
pronto.
Mientras aprieto mi dedo contra su clítoris, mi esposa me
suplica: —Por favor, no puedo esperar más. — e intenta acercar mi
polla a su húmeda entrada.
—Espera, Afrodita. — Le mordisqueo el suave lóbulo de la oreja.
—Voy a follar tu dulce coño hasta que pidas clemencia. — Mientras
aprieto su apretado vientre, sus músculos internos aprietan con
fuerza mi polla. Necesito todo mi control para no correrme antes de
tiempo.
Me clava sus afiladas uñas en la parte superior de la espalda y
se aferra a mí mientras la empujo hasta el fondo de su dulce coño. Mi
pequeña diosa levanta las caderas para recibir cada una de mis
frenéticas embestidas. Demasiado pronto, siento un cosquilleo en la
base de la columna y sé que no voy a aguantar el orgasmo mucho más.
Introduzco la mano entre nuestros cuerpos y aprieto con fuerza
su clítoris mientras giro las caderas, asegurándome de presionar mi
polla contra el punto profundo de su coño que vuelve loca a mi
pequeña diosa. Cuando se corre gritando mi nombre, suelto el control
y derramo todo mi amor en lo más profundo de su dulce coño,

Sotelo, gracias K. Cross


esperando que esta vez mis nadadores hagan su maldito trabajo y
dejen embarazada a mi preciosa esposa.

Sotelo, gracias K. Cross


Epílogo
BRIELLE

Tres años después…


Estoy cubriendo con las mantas a mi hija dormida de dos años
cuando suena el maldito teléfono en la otra habitación. —Por
supuesto, sonaría ahora mismo. — murmuro en voz baja y termino de
arropar a Ashlynne antes de dirigirme en silencio a la sala de estar
para ver si la llamada perdida era la que estaba esperando.
Cojo el móvil de la encimera y respiro hondo antes de echar un
vistazo a la pantalla y ver que la llamada era de Mavis, nuestra agente
literaria. Mierda.
Me debato entre subir al despacho a buscar a mi esposo antes
de devolver la llamada, pero decido que no puedo esperar. Necesito
saber ahora mismo si la compañía cinematográfica ha adquirido los
derechos de nuestro primer libro escrito conjuntamente.
—Ya era hora. — contesta Mavis al primer timbrazo.
—Lo siento, estaba arropando a Ashlynne para su siesta de la
tarde.

Sotelo, gracias K. Cross


— ¿Cómo está mi ahijada?
—Está maravillosa como siempre. Ahora, deja de perder el
tiempo y dime lo que pasó.
—Lo que pasó es que tu libro va a ser una película. — Sus
palabras hacen que mis rodillas se doblen, y tengo que agarrarme al
mostrador para permanecer de pie. Cuando Asher decidió abandonar
su primer seudónimo para escribir conmigo bajo uno nuevo, Mavis se
mostró recelosa, pero siguió adelante de todos modos. Tardó un
tiempo en encontrar una editorial dispuesta a publicar nuestra nueva
serie con todas nuestras condiciones. Ante todo, queremos
permanecer en el anonimato. Asher ha vivido su vida en el candelero,
y no quiere que nuestra familia tenga que lidiar con todo lo que ha
tenido que pasar desde sus primeros días con Soul Obsession.
A continuación, trabajamos en nuestro propio horario. Nuestra
familia es lo primero y no nos comprometemos a publicar un libro cada
seis meses, como quieren la mayoría de las editoriales.
Mavis trabajó duro para encontrarnos el contrato adecuado, y
sus esfuerzos merecieron la pena. Nuestro primer libro no solo fue un
gran éxito, sino que hemos conseguido mantener nuestro seudónimo
en secreto para todo el mundo, incluidos los antiguos compañeros de
banda de Asher. Decidimos que ocultar nuestro secreto al mundo
entero, incluidos nuestros amigos, era el precio que tendríamos que
pagar para garantizar nuestra intimidad y mantener a nuestra familia
fuera de los focos. Quién sabe si algún día contaremos a nuestros
amigos nuestro pequeño secreto, pero ese día no llegará pronto.
Después de la gira de reunión de Soul Obsession, todos los
chicos tomaron caminos separados con sus almas gemelas. Seguimos
muy unidos, pero la banda es definitivamente cosa del pasado.
—Oh mi Dios, oh mi Dios. — murmuro una y otra vez. —Tengo
que ir a buscar a Asher.
—Dile que le mando saludos. Chicos, llámenme esta noche
después de que bajen a Ashlynne y lo discutiremos todo.
—De acuerdo. Adiós. Ah, y gracias. — me escabullo antes de
colgar. No puedo creer que esto esté pasando. En realidad, sí puedo.

Sotelo, gracias K. Cross


Hace tres años conocí al amor de mi vida y todos mis sueños se
han hecho realidad desde ese día.
Enciendo la alarma y subo corriendo las escaleras hacia la
oficina privada que construimos en el segundo piso de nuestro garaje
adicional.
Hace tres años, descubrimos que estábamos embarazados unos
cuantos conciertos antes de terminar la gira Soul Obsession y
decidimos construir una nueva casa junto a la pequeña cabaña que
Asher tenía en Midnight Falls, Texas.
Pensamos largo y tendido sobre todo lo que queríamos en
nuestra nueva casa antes de decidirnos finalmente por el diseño
definitivo. Asher quería siete dormitorios para todos los hijos que
planea tener, y yo quería una oficina separada de la residencia
principal.
Al final, llegamos a un acuerdo y construimos el despacho
encima del garaje, junto a una suite de invitados que podemos usar
cuando tenemos visitas, y Asher consiguió cinco dormitorios. Aún
estamos negociando el tema de los niños, ya que Ashlynne es muy
exigente.
Además, hemos pasado los dos últimos años trabajando en
nuestro seudónimo conjunto, B. A. Reilly. Nuestro primer libro, Rocked
Heart, se convirtió en un éxito de ventas instantáneo y, de alguna
manera, nos las hemos arreglado para publicar los dos libros
siguientes de la serie mientras nos mudábamos a nuestra nueva casa
y atendíamos a nuestra ocupadísima hija pequeña.
Para que las cosas funcionen, hemos ideado un horario semanal
de trabajo que cumplimos religiosamente. Cada uno de nosotros
trabaja dos días en la oficina, mientras que el otro pasa el día con
Ashlynne. Asher escribe las escenas de amor y cosas románticas,
mientras que yo vengo con todo el drama y la acción.
—Toc, toc. — Asomo mi cabeza por la puerta de la oficina. —
¿Interrumpo?— Con suerte, lo sorprendo en medio de una jugosa
escena. Eso siempre lo “motiva” a investigar, y me encanta su método
de investigación.

Sotelo, gracias K. Cross


—Trae tu precioso culo aquí, Afrodita. — Asher levanta la vista
de la pantalla del ordenador y señala su regazo. —Estoy a punto de
escribir la escena de los preliminares y necesito investigar un poco. —
Bingo.
Me acerco y me dejo caer sobre el regazo de mi esposo. —Oooh.
Mi parte favorita del proceso de escritura. — Mientras me rodea con
sus brazos, su dureza presiona mi trasero y mi mente se queda en
blanco.
—La mía también. Por favor, dime que Ashlynne está durmiendo
la siesta. — Asiento mientras desliza su cálida mano por debajo de mi
sudadera y me aprieta una teta sin sujetador antes de hacer rodar mi
sensible pezón entre el pulgar y el índice. Se acerca y enciende el
monitor de vídeo de su ordenador, que muestra a Ashlynne durmiendo
a pierna suelta en su cama. —La vida no puede ser mejor que esto.
Sus palabras me recuerdan por qué estoy aquí interrumpiendo
su jornada laboral. —Mavis llamó. — Suspiro mientras me pellizca el
pezón. —Tenemos el trato.
—Entonces tenemos que celebrarlo. — Sus dedos talentosos
hacen que se me caliente la sangre cuando desliza una mano dentro
de mis pantalones de yoga y encuentra mi centro húmedo. Me derrito
contra su pecho musculoso mientras desliza un dedo hasta el fondo
de mi núcleo húmedo.
—Te amo. — Suspiro y me derrito en sus caricias.
—También te amo, Afrodita. —Me mordisquea la nuca y la
electricidad me recorre la espalda. —Eres la pieza del puzzle que hace
que todo encaje.
—Lo mismo digo. —prefiero “entender el punto rápidamente”,
mientras que él es el que habla, pero nuestros dos estilos funcionan
perfectamente juntos.
—Ashlynne no tardará en bajar. — le recuerdo a mi esposo
mientras se toma su tiempo para volverme loca.
— ¿Me estás diciendo que me dé prisa?
—Sí. Mueve el culo.

Sotelo, gracias K. Cross


—No tienes que pedírmelo dos veces, Afrodita. — Me levanta
contra su pecho y me deja en el sofá de cuero antes de ir a cerrar la
puerta. No pierdo ni un segundo en quitarme los pantalones de yoga
y la camisa, agradecida por no haberme puesto sujetador ni ropa
interior esta mañana.
Asher se desnuda lentamente mientras se acerca a mí, haciendo
que mi ritmo cardíaco se acelere. Se arrodilla entre mis piernas y me
acerca al borde del sofá. —Aguanta, pequeña diosa, mientras te hago
volar la cabeza.
Me recuesto contra el mullido sofá y clavo las uñas en su espeso
pelo mientras él recorre con su lengua mi húmedo centro. Sus
talentosos labios y su lengua no tardan en provocarme el clímax.
Mientras los temblores siguen recorriendo mi cuerpo, Asher se
sienta sobre sus talones y me arrastra hasta su regazo antes de alinear
su dura polla con mi húmeda entrada y empujar lentamente hasta el
fondo. Clavo las rodillas en la mullida alfombra, a ambos lados de sus
caderas, y aguanto su salvaje embestida.
Cuando por fin se corre y nos tumba a los dos sobre la mullida
alfombra, le recorro la espalda con las manos y lucho por recuperar el
aliento mientras se me ocurre algo.
— ¿Ha sido suficiente investigación para tu escena de
preliminares?
—No. —Asher sonríe y me mordisquea el cuello. —Nunca tendré
suficiente investigación contigo.
Y así, sin más, la vida es perfecta.

Fin…

Sotelo, gracias K. Cross


Sotelo, gracias K. Cross

También podría gustarte