VIACRUCIS ECOLÓGICO

Querida Iglesia con rostro Mesoamericana:

Con muchos sueños y esperanzas compartimos con ustedes este viacrucis ecológico en
la esperanza de seguir remando y animando en cada cristiano(a) la conversión ecológica
que nos pide constantemente la Iglesia universal desde su Magisterio. No podemos ser
indiferentes al grito de la tierra, necesitamos un cambio de mentalidad y del corazón para
abrirnos a un nuevo modo de ser y estar en el mundo en relación con todas las criaturas
con las que compartimos la obra creada.

El presente material, es un compendio de la Campaña de Evangelización de la Iglesia

de Honduras en el año 2018, material del Movimiento Laudato Si´, material del Tiempo
de la Creación del 2023 y esperanzas de la Red Eclesial Ecológica Mesoamericana
(REMAM).

Deseamos así que este Viacrucis sea una oportunidad viva para reanimar en nuestras
pastorales, comunidades eclesiales de base, grupos y asociaciones laicales todo el
caminar en la Iglesia que cuida y defiende la casa común junto a las esperanzas que se
vienen gestando desde la publicación de la encíclica Laudato Si´ en mayo del año 2015.

Acompañemos pues a Jesús en el camino de la cruz, que quiso morir en nuestra tierra
para darnos vida en plenitud. La salvación personal y comunitaria es una tarea de todos,
pero no alcanzaremos la salvación si no cuidamos nuestras circunstancias y las
relaciones con el planeta como el hogar de todos, es decir: salvando el planeta
encuentras también un camino para salvarte a ti mismo, a tu familia, comunidad y todos
los seres vivos y la belleza de la obra creada por Dios.

Atentamente, REMAM
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RITOS INICIALES
1. Canto inicial.

2. Saludo.
Presidente: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Que la gracia de
nuestro Señor Jesucristo nos acompañe en este día y unirnos para hacernos cargo de
esta casa que nos ha confiado. (LS, 244)

3. Acto penitencial.

Presidente: Conscientes de que somos pecadores pidamos perdón a Dios por el daño
que causamos al prójimo y a la misma tierra. A cada petición responderemos: Perdón
Señor, perdón.
Perdón Señor por no escuchar el clamor y el grito de la creación.
Perdón Señor por ser negligentes para cuidar el medio ambiente del cual
formamos parte (LS, 64)
Perdón Señor por la deuda social con los pobres que no tienen acceso al agua
potable (LS, 30)
Perdón, Señor, porque hemos contaminado el aire, el viento y las nubes e incluso
la atmósfera que nos rodea y protege.
Perdón Señor porque hemos contaminado el agua a causa de nuestra
negligencia. Por nuestra culpa los peces mueren en el mar y los ríos están sucios
e inhabitables.
Perdón por los muertos de todas las guerras, sobre todo por las provocadas por
nuestros países y en oriente medio.

Oración:

Omnipotente, altísimo, bondadoso Señor, tuyas son la alabanza, la gloria y el honor; tan
sólo tú eres digno de toda bendición, y nunca es digno el hombre de hacer de ti mención.
Alabado seas por toda criatura, mi Señor,
y en especial seas bendecido por el hermano sol, que alumbra, y abre el día, y es bello
en su esplendor, y lleva por los cielos noticia de su autor.
Y por la hermana luna, de blanca luz menor, y las estrellas claras, que tu poder creó, tan
limpias, tan hermosas, tan vivas como son, y brillan en los cielos: ¡bendito sea mi Señor!
Y por la hermana agua, preciosa en su candor,
que es útil, casta, humilde: ¡alabado sea mi Señor! Por el hermano fuego, que alumbra
al irse el sol, y es fuerte, hermoso, alegre: ¡bendito sea mi Señor!
Y por la hermana tierra, que es toda bendición,
la hermana madre tierra, que da en toda ocasión las hierbas y los frutos y flores de color,
y nos sustenta y rige: ¡alabado sea mi Señor!
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Primera estación: Jesús es condenado a muerte en nuestra casa
común
❖ Te adoramos, oh, Cristo, y te
bendecimos que por tu Santa Cruz
redimiste al mundo.
Texto Bíblico:
“Era el día de la Preparación de la Pascua,
hacia el mediodía. Dijo Pilato a los judíos:
‘Aquí tienen a su rey’. Ellos gritaron: ‘¡Fuera,
fuera! ¡Crucifícalo!’ Replicó Pilato: ‘¿A su rey
voy a crucificar?’. Contestaron los sumos
sacerdotes: ‘No tenemos más rey que el
César’. Entonces se los entregó para que
fuera crucificado”. (Juan 19,14-16)
Reflexión:
Jesús es enjuiciado por las leyes del mundo
y condenado a muerte de manera injusta. La
madre tierra, la casa común también es
condenada injustamente por la destrucción y
la degradación ambiental por la mano del
hombre. Este tiempo cuaresmal, es un
momento oportuno para ser misericordiosos
y compasivos con nuestra madre tierra, con
nosotros mismos y con todas las criaturas
que viven a nuestro alrededor, evitando
hacer juicios erróneos y viviendo la
experiencia del perdón y armonía con los
demás y con la creación.
El Papa Francisco nos dice: “Hago una
invitación urgente a un nuevo diálogo, pues
necesitamos una solidaridad universal
nueva. Se necesitan los talentos y la
implicación de todos y todas para poder
reparar el daño causado por el abuso
humano a la creación de Dios.” (LS, 14).
Oración:
Dios de la vida, muchos de nuestros
hermanos y hermanas arriesgaron y
perdieron sus vidas trabajando para proteger
este hermoso mundo que tú creaste.
Creemos que se han dormido en ti, Señor.
Que su sacrificio sea recordado y honrado
por aquellos a quienes sirvieron. Amen
Padre Nuestro…
Dios te salve María…
Gloria al Padre…
Jesucristo fue obediente hasta la muerte
R: y muerte de Cruz para salvarnos
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Segunda Estación: Jesús y los empobrecidos cargan con su cruz.
La cruz de la destrucción de las fuentes y de los cuerpos de agua

❖ Te adoramos, oh, Cristo, y te vulnerables de nuestro mundo infligiéndoles

bendecimos que por tu Santa Cruz a perecer por la inequidad planetaria.” (LS,
30).
redimiste al mundo.
Oración:
Padre de Bondad escucha el grito de ríos y
Texto Bíblico: mares que tú creaste. Están contaminados,
están destruidos por agroindustrias
“Tomaron pues a Jesús que, cargando con asesinas, monocultivos y por desechos
su cruz, salió hacia el lugar llamado Calvario, químicos de empresas extractivas
que en hebreo se dice Gólgota” (Juan irresponsables. Danos entrañas de
19,17). misericordia para devolver a tu obra de arte
que es esta tierra que habitamos, la dignidad
de los orígenes cuando tu Espíritu aleteaba
Reflexión: sobre las aguas para que así vuelva a brotar
de tus manos de artista la belleza de tu
El Papa Francisco nos dice: “El acceso al
grandeza en la creación. Te pedimos agua y
agua potable y segura es un derecho
paz para el mundo y que fluya como un rio la
humano básico, fundamental y universal,
justicia climática planetaria. Por Jesucristo
porque determina la sobrevivencia de las
Nuestro Señor. Amen
personas, y por lo tanto es condición para el
ejercicio de los demás derechos humanos. Padre Nuestro…
Este mundo tiene una grave deuda social
con los pobres que no tienen acceso al agua Dios te salve María…
potable, porque eso es negarle el derecho a Gloria al Padre…
la vida radicado en su dignidad inalienable
condenándoles así injustamente a cargar la Jesucristo fue obediente hasta la muerte
cruz de la sequía, de los cuerpos de agua
R: y muerte de Cruz para salvarnos.
contaminada que provoca enfermedades y
epidemias en las poblaciones más
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Tercera estación: Jesús cae por primera vez.
Nuestro planeta cae por la contaminación, la basura y la cultura del
descarte
❖ Te adoramos, oh, Cristo, y te
bendecimos Que por tu Santa Cruz
redimiste al mundo.
Texto Bíblico:
“Llamando a la gente y a sus discípulos, les
dijo: ‘Si alguno quiere venir en pos de mí,
niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.
Porque quien quiera salvar su vida, la
perderá; pero quien pierda su vida por mí y
por el Evangelio, la salvará’”. (Mc 8,34-35)
Reflexión:
La cruz es pesada y hace que Jesús caiga
por tierra, Jesús cae sobre nuestra madre
tierra herida y dañada; esta primera caída
nos recuerda que se hizo uno de nosotros.
En la caída de Jesús con la cruz, los seres
humanos reconocemos nuestras
limitaciones y, sobre todo, nuestras acciones
irracionales con nuestro mundo, la obra
creada; pedimos conversión ecológica
integral porque hemos cometido acciones
que hacen caer una y otra vez nuestro
planeta junto a Jesús, ya que todas las cosas
fueron creadas por Él y para Él, visibles e
invisibles. (Col. 1, 16.17)
Reflexionemos en la situación planetaria
ante la caída del planeta a causa de la
basura en el suelo y los océanos. La
encíclica Laudato si' nos recuerda: Se
producen cientos de millones de toneladas
de residuos por año, muchos de ellos no
biodegradables: residuos domiciliarios y
comerciales, residuos de demolición,
residuos clínicos, electrónicos e industriales,
residuos altamente tóxicos y radioactivos. La
tierra, nuestra casa, parece convertirse cada
vez más en un inmenso depósito de
porquería. En muchos lugares del planeta,
los ancianos añoran los paisajes de otros
tiempos, que ahora se ven inundados de
basura.
Oración:
Señor Jesús, al igual que has asumido la
carga de nuestros pecados, rezamos por
aquellos que se verán obligados a llevar la
carga de los desastres medioambientales
causados por nuestro desarrollo
desenfrenado. También rezamos por
aquellos que arriesgan sus vidas para
acoger el llamado de la justicia social y
climática.
Padre Nuestro…
Dios te salve María…
Gloria al Padre…
Jesucristo fue obediente hasta la muerte.
R: y muerte de Cruz para salvarnos
Cuarta estación: Jesús encuentra a su Madre. El pueblo empobrecido
encuentra esperanza en la madre tierra
❖ Te adoramos Te adoramos, oh, Cristo, y
te bendecimos Que por tu Santa Cruz
redimiste al mundo.
Texto Bíblico:
“Simeón, después de bendecirlos, dijo a
María, la madre: «Este niño será causa de
caída y de elevación para muchos en Israel;
será signo de contradicción, y a ti misma una
espada te atravesará el corazón. Así se
manifestarán claramente los pensamientos
íntimos de muchos»” (Lc 2,34-35)
Reflexión:
En el camino de la cruz Jesús estuvo
rodeado de muchas personas; con
seguridad todas indiferentes, excepto una:
su Madre. Y es que todo puede fallar menos
el amor de la madre. María tenía el corazón
herido, pero siempre fuerte para amar.
“María, la madre que cuidó a Jesús, ahora
cuida con afecto y dolor materno este mundo
herido. Así como lloró con el corazón
traspasado la muerte de Jesús, ahora se
compadece del sufrimiento de los pobres
crucificados y de las criaturas de este mundo
arrasadas por el poder humano” (LS 241).
Oración:
Virgen María, tú que cuidaste el huerto de
Nazaret con cariño y con semillas limpias, y
enseñaste a tu Hijo Jesús a amar los pájaros
y los lirios del campo, mira compasiva, tú que
Eres reina del universo, cómo hemos
contaminado esta tierra, danos fortaleza y
creatividad para limpiarla y devolverle su
hermosura.
Señor, por el dolor que sentiste al
encontrarte con tu madre, te pedimos que
podamos atender con compasión a nuestra
madre tierra que sostiene toda forma de vida
con aire, alimento y agua. Amén.
Padre Nuestro…
Dios te salve María…
Gloria al Padre…
Jesucristo fue obediente hasta la muerte
R: y muerte de Cruz para salvarnos
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Quinta estación: El cireneo ayuda a Jesús. Los sencillos de corazón
ayudan a cuidar la madre tierra
❖ Te adoramos, oh, Cristo, y te
bendecimos Que por tu Santa Cruz
redimiste al mundo.
Texto Bíblico
“Simón de Cirene, el padre de Alejandro y de
Rufo, que volvía del campo y pasaba por allí,
fue obligado a cargar con su cruz”. (Mc
15,21)
Reflexión:
El Papa Francisco nos exhorta: Deseo
reconocer, alentar y dar las gracias a todos
los que, en los más variados sectores de la
actividad humana, están trabajando para
garantizar la protección de la casa que
compartimos. Merecen una gratitud especial
quienes luchan con vigor para resolver las
consecuencias dramáticas de la
degradación ambiental en las vidas de los
más pobres del mundo. (LS, 13).
Si verdaderamente queremos construir una
ecología que nos permita sanar todo lo que
hemos destruido, entonces debemos
trabajar unidos a ejemplo de Simeón para
que entre todos y todas busquemos caminos
de liberación. El solo hecho de ser seres
humanos (de ser personas) nos tiene que
mover a cuidar el ambiente del cual somos
partes. (LS, 64). No estamos llamados a
dominar, sino a cuidar. No queremos
destrucción, sino construcción.
Oración:
Señor, ayúdanos a reconocer que somos
protectores de nuestros hermanos y
hermanas, y como Simón de Cirene,
ayúdanos a aliviar el sufrimiento de los
desfavorecidos por la injusticia, la pobreza y
la violencia.
Padre Nuestro…
Dios te salve María…
Gloria al Padre…
Jesucristo fue obediente hasta la muerte
R: y muerte de Cruz para salvarnos
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Sexta estación: La verónica limpia el rostro de Jesús. Los humildes
de corazón limpian de daños la Casa Común
❖ Te adoramos, oh, Cristo, y te
bendecimos que por tu Santa Cruz
redimiste al mundo.
Lectura:
Salmo 27
El corazón me dice que te busque y
buscándote estoy.
No me abandones ni me dejes solo, mi Dios
y salvador. No me escondas tu rostro
Reflexión:
Los seres humanos siempre han querido ver
a Dios, a veces por la curiosidad, pero casi
siempre por la misma necesidad de darle
sentido a la vida (Sal 27, 8-9). Ante este
deseo honesto, Dios no se quedó callado y
mostró su rostro en Jesús, el justo sufriente;
así quedaba claro de una vez por todas que
cada rostro, especialmente los rostros de
quienes más sufren son manifestación y
presencia del Hijo de Dios.
El rostro de la creación está desfigurado por
la explotación agresiva de la ambición
humana. Al desfigurar la creación se
desfigura también el rostro humano de los
más vulnerables, el rostro de los
empobrecidos en una crisis social. Hay que
acercarse hoy a los rostros sufrientes de
Cristo en la sociedad para comprender
que “no hay dos crisis separadas, una
ambiental y otra social, sino una sola y
compleja crisis socio–ambiental” (Ls, 139).
ORACIÓN
Rezamos para que podamos ver el rostro de
Jesús en los rostros de todos los que sufren
enfermedades a causa del deterioro
ambiental, en particular, los que padecen
condiciones insalubres por el cambio
climático. Pedimos una Iglesia con rostro
Mesoamericano desde el rostro sufriente de
Cristo, una Iglesia que afronte con valentía
la defensa y la soberanía de nuestra casa
común, que los cristianos y cristianas como
la Verónica, nos ayudemos a ser
compasivos y misericordiosos con los
rostros sufrientes.
Padre Nuestro…
Dios te salve María…
Gloria al Padre…
Jesucristo fue obediente hasta la muerte
R: y muerte de Cruz para salvarnos
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Séptima estación: Jesús cae por segunda vez. La madre tierra cae en
manos de los explotadores extractivistas.
❖ Te adoramos, oh, Cristo, y te
bendecimos que por tu Santa Cruz
redimiste al mundo.
Texto bíblico:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
El que quiera venir conmigo, que se niegue
a sí mismo, que cargue con su cruz y me
siga. Si uno quiere salvar su vida la perderá;
pero el que la pierda por mí, la encontrará.
¿De qué le sirve a un hombre ganar el
mundo entero, si pierde su alma? ¿O qué
podrá dar para recobrarla? (Mt. 16, 24-28)
Reflexión:
La segunda caída de Jesús con la cruz
manifiesta la fuerza secreta del amor
solidario; La tierra es esencialmente una
herencia común, cuyos frutos deben
beneficiar a todos y todas. Por lo tanto, todo
plan ecológico debe hacerse teniendo en
cuenta los derechos fundamentales de los
más pobres (LS 93). Todo campesino tiene
el derecho natural de poseer un lote racional
de tierra, donde pueda tener su hogar y
poder trabajar.
Un pequeño momento de silencio.
A cada intención respondemos:
Escúchanos Señor y ten piedad.
Por el Papa para que el espíritu le siga
iluminando en su lucha por el bienestar de la
humanidad y el bien de la naturaleza entera
como obra creada de Dios. Oremos.
Por los laicos comprometidos para que sus
luchas por el medio ambiente y los derechos
humanos, sean ejemplo a seguir
custodiando la casa común. Oremos.
Por los que sufren la cultura del descarte
especialmente los enfermos, los niños, por
los no nacidos, por los ancianos para que
encuentren hermanos que los protejan y
ayuden. Oremos
Para que haya justicia para los asesinados y
criminalizados por causa de sus luchas por
el cuidado y protección de los recursos y los
bienes de la naturaleza. Oremos.
Padre Nuestro…
Dios te salve María…
Gloria al Padre…
Jesucristo fue obediente hasta la muerte
R: y muerte de Cruz para salvarnos.
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Octava estación: Jesús encuentra a las mujeres. Los pueblos
originarios y afrodescendientes lloran al encuentro con la casa
común maltratada.
❖ Te adoramos, oh, Cristo, y te
bendecimos que por tu Santa Cruz
redimiste al mundo.
Texto Bíblico
Y le seguía gran multitud del pueblo, y de
mujeres que lloraban y hacían lamentación
por él. Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les
dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí,
sino llorad por vosotras mismas y por
vuestros hijos. Porque he aquí vendrán días
en que dirán: Bienaventuradas las estériles,
y los vientres que no concibieron, y los
pechos que no criaron (Lc. 23, 27-29).
Reflexión:
La sabiduría ancestral de nuestras
comunidades originarias y afrodescendiente
nos revela que el dolor compartido es dolor
superado. Ante aquellas mujeres que se
duelen y se lamentan, Jesús no se siente
solo; comparten su dolor. Sin embargo,
Jesús les recuerda que la compasión por el
otro debe hacer que nuestra vista vaya más
allá del dolor y transformarse en acciones
concretas a favor de la justicia planetaria.
¿Quiénes son los tristes y los que necesitan
consuelo? Todos los seres humanos que
tenemos luchas, dificultades y tristezas.
Atravesar por momentos tristes en la vida es
parte de la existencia humana. Toda
persona tiene necesidad de consuelo en los
momentos de especial dificultad; de modo
que todos estamos llamados a hacer
presente el Evangelio de la ternura. El
cristiano debe llevar sus ganas de vivir y sus
esperanzas a los que están atormentados
por la tristeza por defender la vida y la
naturaleza, para elevarlos a Dios e
infundirles nueva fortaleza para la lucha,
lucha que nunca termina mientras estamos
en este mundo.
Oración:
Hacemos un momento de oración por los
Garífunas y afrodescendientes
desaparecidos por defender sus territorios
en el litoral Atlántico caribeño, por los
pueblos originarios que mueren defendiendo
la montaña, el bosque, por quienes desde la
sabiduría ancestral defienden sus
cosmovisiones sagradas de los ríos y el
agua, por los que resisten la destrucción de
la Riviera Maya, la selva de la Mosquitia, el
Darién y todo nuestro bioma Mesoamericano
a causa se estructuras criminales y
extractivistas, por todos los oprimidos por
defender la casa común.
Padre Nuestro…
Dios te salve María…
Gloria al Padre…
Jesucristo fue obediente hasta la muerte
R: y muerte de Cruz para salvarnos
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Novena estación: Jesús cae por tercera vez y sigue cayendo al mira la
tierra caer en manos de los indiferentes.
❖ Te adoramos, oh, Cristo, y te
bendecimos que por tu Santa Cruz
redimiste al mundo.
Texto Bíblico:
“Más fue herido por nuestras faltas, molido
por nuestras culpas. Soportó el castigo que
nos regenera y fuimos curados con sus
heridas”. Isaías 53,5.
Reflexión:
Jesús, casi muerto por el dolor cae por
tercera vez y queda manifestada la grandeza
de su amor solidario que no deja a los que
caen fuera del abrazo redentor del amor del
Padre. La enseñanza del amor más grande
es la cruz por la humanidad, pues Jesús ha
dicho: todo el que quiera salvar su vida, la
perderá; y todo el que pierda su vida por
causa de mí, la hallará. Jesús sigue cayendo
en el bosque talado ¿qué será de nuestra
tierra cuando caiga el último árbol a mano de
la sierra asesina? ¿qué será de la montaña?
¿de los bosques? La deforestación sigue
siendo la tendencia reinante. La superficie
boscosa mundial año tras año pierde tres
millones de hectáreas en estos últimos
periodo, según el informe El estado de los
bosques del mundo de la Organización de
las Naciones Unidas para la Alimentación y
la Agricultura (FAO). El árbol de la cruz sigue
cayendo y con este todos los árboles que
talamos hoy. Tal desastre se revertirá en el
oxígeno y la sombra que hará falta a las
futuras generaciones.
Oración:
Señor, el peso de la cruz te hizo caer por
tercera vez. También nosotros,
amedrentados por la explotación
desenfrenada, caemos en la angustia y la
frustración. Danos la fuerza para levantarnos
una y otra vez en nuestras luchas por la
justicia social y climática. Amén.
Padre Nuestro…
Dios te salve María…
Gloria al Padre…
Jesucristo fue obediente hasta la muerte
R: y muerte de Cruz para salvarnos
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Décima estación: Jesús es despojado de sus vestiduras.
Los campesinos y labradores, pueblos originarios y
afrodescendientes son despojados de sus territorios ancestrales.
❖ Te adoramos, oh, Cristo, y te Oración:
Jesús, fuiste despojado de tus vestiduras y
bendecimos que por tu Santa Cruz
de tu dignidad. Así también, la tierra es
redimiste al mundo. despojada de sus minerales y de la capa
superior del suelo, rica en nutrientes, así
también los pueblos originarios y
Texto Bíblico: afrodescendientes son despojados,
“Lo crucificaron y se repartieron sus desterrados, exiliados de sus territorios por
vestidos, echándolos a suertes, a ver qué se transnacionales sin escrúpulos,
llevaba cada uno”. Mc 15,24. agroindustrias y concesiones extractivas en
una economía sin rostro y desigual.
Reflexión: Ayúdanos a buscar y desarrollar formas de
Jesús llega al calvario y es violentamente entretejer sueños comunes y ancestrales y a
despojado de sus vestidos que en ese optar modos de vida nuevos para que la
momento ya están pegados a sus llagas; tierra se regenere y recupere su gloriosa
desnudo, es expuesto a la burla de los abundancia de la que hoy es despojada al
espectadores irreverentes. Este despojo de igual que tu hijo Jesús. Amen
Jesús es comunión permanente con todos
los que sufren otros tipos de despojo, con los Padre Nuestro…
que estas desnudos de sus derechos
elementales. Dios te salve María…
Gloria al Padre…
Reflexión:
La encíclica Laudato Si´ nos enseña que es Jesucristo fue obediente hasta la muerte
indispensable prestar especial atención a las
comunidades indígenas con sus tradiciones, R: y muerte de Cruz para salvarnos.
cultural e idiosincrasia. Para ellos, la tierra no
es un bien económico, sino don de Dios y de
los antepasados que descansan en ella, un
espacio sagrado con el cual necesitan
interactuar para sostener su identidad y sus
valores. Cuando permanecen en sus
territorios, son precisamente ellos quienes
mejor los cuidan. Sin embargo, en diversas
partes del mundo, son objeto de presiones
para que abandonen sus tierras a fin de
dejarlas libres para proyectos extractivos y
agropecuarios que no prestan atención a la
degradación de la naturaleza y de la cultura
(LS, 146).
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Décimo primera estación: Jesús es clavado en la cruz. El pueblo es
clavado en una tierra devastada por la codicia.

❖ Te adoramos, oh, Cristo, y te

Oración:
bendecimos Que por tu Santa Cruz
Señor Jesús, nuestros modelos equivocados
redimiste al mundo de progreso y consumo nos han segado ante
la maravilla y el destino sagrado de tu
creación la maravillosa obra de tus manos.
Los conflictos por los recursos naturales son
Texto Bíblico los clavos con los que te crucificamos una y
“Llegados al lugar llamado Calvario, lo otra vez. Perdona nuestra codicia y
crucificaron allí junto con los malhechores, despierta en nosotros tu presencia
uno a la derecha y otro a la izquierda”. Lucas permanente para que seamos protectores y
23,33. no destructores de tus maravillas realizadas
en nuestra casa común. Amen
Reflexión:
La crucifixión es señal del pecado de los
hombres no del amor de Dios; en la cruz se Padre Nuestro…
evidencian los grados más altos de maldad
que puede alcanzar el ser humano. Sin Dios te salve María…
embargo, es aquí donde se ha dado también Gloria al Padre…
la más grande muestra del amor.
Jesucristo fue obediente hasta la muerte
Jesús es crucificado y junto con el “toda la
creación gime con dolores de parto hasta R: y muerte de Cruz para salvarnos
ahora; y no solo ella, sino que también
nosotros mismos, que tenemos las primicias
del Espíritu, nosotros también gemimos
dentro de nosotros mismos, esperando la
adopción, la redención de nuestro cuerpo”
(Rm. 8, 22-27).
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Décimo segunda estación: Jesús muere en la cruz. La tierra muere
reseca y estéril.
❖ Te adoramos, oh, Cristo, y te
bendecimos que por tu Santa Cruz
redimiste al mundo.
Texto Bíblico:
“Llegada la hora sexta, la oscuridad cubrió
toda la tierra hasta la hora nona. A la hora
nona gritó Jesús con fuerte voz: ‘¡Dios mío,
Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?’ …
Entonces el velo del Santuario se rasgó en
dos, de arriba abajo. El centurión, que
estaba frente a él, al ver que había expirado
de aquella manera, dijo: ‘verdaderamente
este hombre era hijo de Dios”. (Mc 15,33-
34.38-39).
Reflexión:
Jesús quiso morir en la cruz para perdonar
nuestros pecados, por solidaridad y amor.
Experimentó la muerte, el drama más
profundo del ser humano, precisamente para
darle sentido a la vida.
(Traemos a nuestra memoria y oración
los nombres de mártires ambientalistas
que en nuestros territorios han ofrendado
su vida)
Jesús muere hoy en los hombres y mujeres
que mueren por defender la madre tierra, los
ríos y montañas.
Como cristiano comprometido, no permitas
olvidar la memoria histórica, social y
colectiva de los mártires. Que su memoria
despierte a los que estamos dormidos y no
deje dormir a los asesinos que destrozaron
sus vidas. Exigimos justicia para que se
detengan las muertes de tantos ecologistas
de nuestra Mesoamérica y Amazonía porque
ya es muy larga la lista de los mártires
Laudato Si’ que han derramado su sangre.
Que su sangre derramada limpie y fecunde
esta tierra herida y maltratada que grita en
favor de la justicia ambiental. Pero ármate de
valor para expulsar a los mercaderes del
templo y de rezar con el apocalipsis la
justicia restaurativa: las naciones se
enfurecieron, y vino Tu ira y llegó el tiempo
de juzgar a los muertos y de dar la
recompensa a Tus siervos los profetas, a los
santos y a los que temen Tu nombre, a los
pequeños y a los grandes, y de destruir a los
que destruyen la tierra» (Ap. 11, 18).
Padre Nuestro…
Dios te salve María…
Gloria al Padre…
Jesucristo fue obediente hasta la muerte
R: y muerte de Cruz para salvarnos
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Décimo tercera estación: Jesús es bajado de la cruz. Bajan los
niveles de vida en la madre tierra.
❖ Te adoramos, oh, Cristo, y te
bendecimos que por tu Santa Cruz
redimiste al mundo.
Texto Bíblico:
“Tomaron el cuerpo de Jesús y lo
envolvieron en lienzos con los aromas,
conforme a la costumbre judía de sepultar.
En el lugar donde Jesús había sido
crucificado había un huerto, y en el huerto un
sepulcro nuevo, en el que nadie todavía
había sido depositado. Allí, pues, pusieron a
Jesús, porque era el día de la preparación de
los judíos y el sepulcro estaba cerca” (Jn. 19,
39-42).
Reflexión:
Todas las muertes duelen; es más, todas las
muertes hunden en la desesperanza y el
caos. Sin embargo, con la muerte de Jesús
abre la vida y la esperanza, revive en el
corazón de la humanidad. En la muerte de
Jesús y la aparente debilidad de aquel
cuerpo que es bajado de la cruz está la
simiente de vida de otros que –a ejemplo de
él– trabajarán generosamente para que el
Reino de Dios rinda sus frutos. La muerte es
algo que todo ser vivo experimenta, sin
embargo, a raíz de la actividad humana cada
año mueren miles de especies vegetales y
animales que ya no podremos conocer, que
nuestros hijos, sobrinos y nietos ya no
podrán ver, se perderán para siempre en la
lista de la extinción. La inmensa mayoría se
extinguen por razones que tienen que ver
con alguna acción humana. Por nuestra
causa, miles de especies ya no darán gloria
a Dios con su existencia ni podrán
comunicarnos su propio mensaje. No
tenemos derecho (LS, 33).
Estamos llamados a cuidar la vida como
cuidó María a Jesús, como hemos de cuidar
a la madre tierra en el día a día de nuestras
vidas.
Según el gran biólogo Edward O. Wilson,
Anualmente, desaparecen entre 70 y 100 mil
especies de seres vivos. Es una verdadera
devastación. Actualmente nos encontramos
en la sexta extinción masiva del planeta de
la que los seres humanos también somos
parte.
ORACIÓN
Señor, somos testigos de la extinción de
especies enteras, ayúdanos a aferrarnos a la
toda forma de defensa de la vida desde
nuestra fe, esperanza y amor. Al igual que
Jose de Arimatea y Nicodemo intervinieron
para cuidar de tu cuerpo sin vida, danos el
valor de ser la voz de los que no tienen voz.
Utilízanos como instrumentos de paz para
toda la creación entera.
Padre Nuestro…
Dios te salve María…
Gloria al Padre…
Jesucristo fue obediente hasta la muerte
R: y muerte de Cruz para salvarnos
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Décimo cuarta estación: Jesús es puesto en el sepulcro.
La Madre Tierra está al borde del sepulcro gimiendo el grito de la
devastación.
❖ Te adoramos, oh, Cristo, y te
bendecimos que por tu Santa Cruz
redimiste al mundo.
Texto Bíblico:
“Tomaron el cuerpo de Jesús y lo
envolvieron en lienzos con los aromas,
conforme a la costumbre judía de sepultar.
En el lugar donde Jesús había sido
crucificado había un huerto, y en el huerto un
sepulcro nuevo, en el que nadie todavía
había sido depositado. Allí, pues, pusieron a
Jesús, porque era el día de la Preparación
de los judíos y el sepulcro estaba cerca”. Jn.
19, 39-42.
Reflexión:
Y Dios envió a su Hijo al mundo, hasta el
corazón de la tierra penetrando hasta la
última soledad. La tierra fue por un momento
un inmenso tabernáculo que guardó el
tesoro más grande, al Hijo de Dios. Y a partir
del depósito del cuerpo de Jesús en el
sepulcro ningún sepulcro es ya lugar de la
muerte y desesperanza; en cada sepulcro se
nos recuerda que la muerte es una pérdida
aparente; la muerte no es el fin de la vida,
sino el comienzo –aunque doloroso– de su
plenitud. Los cristianos vemos de otro modo
la muerte porque percibimos de manera
plena la vida. Cristo se enfrenta con la “vieja
enemiga” del género humano y triunfa sobre
ella. La muerte retrocede ante Aquél que es
«la resurrección y la vida» ¿Dónde está, oh
muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu
victoria? ya que el aguijón de la muerte es el
pecado, y el poder del pecado, la ley. Mas
gracias sean dadas a Dios, que nos da la
victoria por medio de nuestro Señor
Jesucristo.
La Crisis Ecológica es un llamado a una
profunda conversión interior. Algunos
cristianos(as) se burlan de las
preocupaciones ecológicas A ellos les hace
falta una conversión ecológica, que implica
dejar brotar todas las consecuencias de su
encuentro con Jesucristo en las relaciones
con el mundo que los rodea. (LS 217).
Oración:
Ayúdanos, Dios Padre nuestro a despertar
de la muerte, a despertar del sueño, a
despertar de la anestesia que nos mantiene
ajenos al dolor del mundo creado y de todas
tus criaturas. Despertemos humanidad,
despertemos ya no hay tiempo de estar en el
sepulcro ¡despierta! la sangre de los mártires
ecologistas clama a ti en el Cielo, Padre. Te
pedimos para que salgamos de esa
engañosa vida de consumo de plástico que
ya no aguantan los ecosistemas.
Busquemos la felicidad por otro camino.
Vivamos la cuaresma de verdad. Ayunemos
de compras inútiles y de las mentiras de este
sistema depredador. Hagamos una limosna
solidaria y una alianza con todas las vidas y
con las criaturas. Por Jesucristo nuestro
Señor. AMEN
Padre Nuestro…
Dios te salve María…
Gloria al Padre…
Jesucristo fue obediente hasta la muerte
R: y muerte de Cruz para salvarnos.
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Invocaciones Finales

Oraciones de intercesión

Creador y Redentor, al acercarnos a ti en oración, ayúdanos a caminar en belleza y

equilibrio. Ayúdanos a abrir nuestros corazones y nuestras mentes. Haz que digamos la
verdad.

Oramos por tu comunidad, la Iglesia, el Cuerpo de Cristo. Te pedimos por todos nuestros
seres queridos en el círculo de la vida a través de toda la Creación y por quienes han
sido elegidas elegidos para liderarnos y enseñarnos.
En paz, te lo pedimos, Señor Dios.

Respondemos: Que nos enseñen y nos muestren el camino.

Invocamos a la Tierra, nuestro hogar planetario con sus bellas profundidades, sus
elevadas alturas y sus aguas profundas, su vitalidad y su vida en abundancia, y a una
voz pedimos
Que nos enseñe y nos muestre el camino.

Invocamos a las montañas y los desiertos, a los altos valles verdes y las praderas
cubiertas de flores silvestres, a las nieves, a las cumbres de intenso silencio, y pedimos
Que nos enseñen y nos muestren el camino.

Invocamos a la tierra donde se cultiva nuestro alimento, al suelo que nos nutre, a los
campos fértiles, a los abundantes jardines y huertos, y pedimos
Que nos enseñen y nos muestren el camino.

Invocamos a los bosques, a los grandes árboles que se elevan con firmeza hacia el cielo,
con sus raíces en la tierra y sus ramas en el cielo, el abeto, el pino y el cedro, y pedimos
Que nos enseñen y nos muestren el camino.

Invocamos a las criaturas de los campos, los bosques y los mares, nuestras hermanas y
nuestros hermanos, los lobos y los ciervos, el águila y la paloma, las grandes ballenas y
el delfín. Y pedimos
Que nos enseñen y nos muestren el camino.

Invocamos a todas las personas que han vivido en esta tierra, nuestras y nuestros
ancestros, amigas y amigos que soñaron lo mejor para las generaciones futuras, y sobre
cuyas vidas se construyen las nuestras, y con acción de gracias, también las invocamos
para
Que nos enseñen y nos muestren el camino.
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Apelamos a los países del mundo para que escuchen el clamor de aquellas personas
que han sufrido la pérdida de sus hogares, sus vidas y su esperanza a causa del cambio
climático. Que escuchen el clamor de aquellas cuyas escuelas, iglesias, hospitales,
carreteras e infraestructuras han sido dañadas. Oramos por la justicia y por la paz, para
Que nos enseñen y nos muestren el camino.

Oramos por todas las víctimas de la guerra y la violencia. Oramos por los países donde
la codicia, el petróleo y el gas están llevando a la guerra. Guardamos en el corazón, las
zonas donde los proyectos de combustibles fósiles han desestabilizado comunidades y
han perpetrado violaciones de los derechos humanos. Oramos por las zonas donde el
cambio climático ha causado sequías y conflictos por el agua y los recursos. Que
podamos responder al clamor de la Tierra y de quienes viven en la pobreza, como
personas pacificadoras que desafían la violencia que nos amenaza a todas y a todos.
Pedimos
Que nos enseñen y nos muestren el camino.

Oración final:

Creador, tú hiciste el mundo y lo declaraste bueno: la belleza

de los árboles, la suavidad del aire y la fragancia de la hierba
nos hablan; la cumbre de las montañas, el trueno del cielo y
el ritmo de los lagos nos habla; la palidez de las estrellas, la
frescura de la mañana y las gotas de rocío en la flor nos hablan.
Pero, sobre todo, nuestro corazón se eleva, porque Tú nos
hablas en Jesús, el Cristo, en cuyo nombre te ofrecemos estas
oraciones.
Amén.

Bendición Final
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