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TEMA 5: LA REVALIDACIÓN DEL MATRIMONIO

1. CONVALIDACION SIMPLE
Posibilidad de (re)validar un matrimonio nulo (SIN NECESIDAD DE CONTRAER UN NUEVO MATRIMONIO) como consecuencia de que
concurra algún impedimento, problemas del consentimiento o defectos de forma. Los mecanismos que articula el derecho canónico para validar
un matrimonio sin necesidad de celebrar un nuevo matrimonio:
o La convalidación simple 1156-1160
o La sanación en la raíz 1161-1165

1156 § 1. Para convalidar el matrimonio que es nulo por causa de un impedimento dirimente, es necesario que cese el impedimento o se
obtenga dispensa del mismo, y que renueve el consentimiento por lo menos el cónyuge que conocía la existencia del impedimento.
§ 2. Esta renovación se requiere por derecho eclesiástico para la validez de la convalidación, aunque ya desde el primer momento ambos
contrayentes hubieran dado su consentimiento y no lo hubiesen revocado posteriormente. 1157 La renovación del consentimiento debe ser un
nuevo acto de voluntad sobre el matrimonio por parte de quien sabe u opina que fue nulo desde el comienzo.
1158 § 1. Si el impedimento es público, ambos contrayentes han de renovar el consentimiento en la forma canónica, quedando a salvo lo que
prescribe el c. 1127 § 2. Si el impedimento no puede probarse, basta que el consentimiento se renueve privadamente y en secreto por el
contrayente que conoce la existencia del impedimento, con tal de que el otro persevere en el consentimiento que dio; o por ambos contrayentes,
si los dos conocen la existencia del impedimento.
1159 § 1. El matrimonio nulo por defecto de consentimiento se convalida si consiente quien antes no había consentido, con tal de que
persevere el consentimiento dado por la otra parte. § 2. Si no puede probarse el defecto de
consentimiento, basta que privadamente y en secreto preste su consentimiento quien no lo había dado.
§ 3. Si el defecto de consentimiento puede probarse, es necesario que el consentimiento se preste en forma canónica.
1160 Para que se haga válido un matrimonio nulo por defecto de forma, debe contraerse de nuevo en forma canónica, sin perjuicio de lo que
prescribe el c. 1127 § 2.

La convalidación simple: no puede convalidarse un matrimonio por este mecanismo en los casos en los que el matrimonio sea nulo por defecto
de forma. Por lo tanto, es necesario para convalidar un matrimonio que se hayan cumplido todos los requisitos formales. Solo para poder
revalidar matrimonio en los casos en los que exista un impedimento o un defecto de consentimiento.
Requisitos: NO PUEDE SER DE DEFECTO DE FORMA. Solo cuando la nulidad tenga su origen bien por un defecto del consentimiento o por
nulidad por impedimento.
Si se trata de un matrimonio nulo por impedimento es necesario que o se haya obtenido una dispensa o que haya cesado, si sigue vigente NO.
Es necesario para poder llevar a cabo el mecanismo de la convalidación simple que la parte afectada permanezca en su consentimiento.
Exige la renovación del consentimiento por parte de al menos 1 de los 2 contrayentes. Ser UNILATERAL, solo la parte concernirá, en
los casos en los que ese impedimento solo se ha conocido por una de las dos partes. En los casos de defecto de consentimiento, tiene que
consentir la parte que no consintió o presto un consentimiento defectuoso.
Tendrá lugar en el fuero interno (carácter privado), en aquellos casos en los que el impedimento sea oculto o cuando el efecto de
consentimiento no pueda probarse.
Este mecanismo se caracteriza porque conlleva la exigencia de que se renueve el consentimiento por parte de al menos uno de los dos
contrayentes en aquellos casos en los cuales como consecuencia de un impedimento o defecto de consentimiento resultara ser nulo. Uno de los
dos contrayentes renueva su consentimiento y puede hacerlo en determinadas circunstancias incluso ignorándola la otra parte y la propia
autoridad eclesiástica. La renovación puede tener lugar en forma privada o ser necesaria en determinados casos la renovación canónica del
consentimiento.
En el caso de los impedimentos para convalidar el matrimonio será necesario que sea dispensado o que cese.
Aquí lo que establece el legislador es que si el impedimento fuera oculto bastaría con la renovación del consentimiento por parte de la persona
que conociera de su existencia incluso ignorándolo la autoridad eclesiástica, sin embargo, si el impedimento es público o puede probarse es
necesario que ambos contrayentes renueven su consentimiento en forma canónica, si eso ocurre estamos ante una situación de celebración de un
nuevo matrimonio. Podemos hablar de convalidación, pero la realidad es que si los dos prestan el consentimiento en forma canónico es que
estamos ante un nuevo matrimonio. En ese sentido no podemos hablar de una propia convalidación del matrimonio. NO TIENE EFECTOS
RETROACTIVOS. EL MATRIMONIO PRODUCIRÁ EFECTOS DESDE EL MOMENTO EN EL QUE SE RENUEVA EL
CONSENTIMIENTO.
EL CÓDIGO EXIGE QUE EL CONTRAYENTE AFECTADO RENUEVE EXPRESAMENTE EL CONSENTIMIENTO A EFECTOS DE
LICITUD DE LA UNIÓN. BASTA CON QUE PERSISTA ESE CONSENTIMIENTO (DE LOS DOS ) INICIALMENTE DEFECTUOSO.
En el caso del defecto del consentimiento el código establece que si el defecto es publico entonces han de renovar ambos cónyuges en forma
canónica mientras que si no puede probarse basta con que preste su consentimiento quien no lo hubiera hecho, también se contempla
privadamente y el requisito es que el cónyuge puede preservar el consentimiento.
Se caracterizan los supuestos de convalidación simple por la necesidad de que el matrimonio celebrado haya cumplido todos los requisitos
formales. Se caracteriza porque puede llevarse a cabo sin intervención de la autoridad eclesiástica salvo que fuera público. Y por último se
caracteriza porque no tiene efectos retroactivos, tiene efectos ex nunc, desde el momento en el que se renueva el consentimiento. En el caso
externo en el que el impedimento o defecto no fuera publico estamos ante una situación en la que un contrayente renueva su consentimiento en la
ignorancia de su cónyuge o autoridad eclesiástica y en estos casos los efectos son ex nunc, pero en el fuero externo del matrimonio producirá
efectos desde su celebración porque no llega a conocimiento de la autoridad.

2. SANACION EN LA RAIZ (1161 a 1165)

1161 § 1. La sanación en la raíz de un matrimonio nulo es la convalidación del mismo, sin que haya de renovarse el consentimiento,
concedida por la autoridad competente; y lleva consigo la dispensa del impedimento, si lo hay, y de la forma canónica, si no se observó, así
como la retrotracción al pasado de los efectos canónicos. § 2. La convalidación tiene lugar desde el momento en el que se
concede la gracia; y se entiende que la retrotracción alcanza hasta el momento en el que se celebró el matrimonio, a no ser que se diga
expresamente otra cosa.
§ 3. Sólo debe concederse la sanación en la raíz cuando sea probable que las partes quieren perseverar en la vida conyugal.
1162 § 1. Si falta el consentimiento en las dos partes o en una de ellas, el matrimonio no puede sanarse en la raíz, tanto si el consentimiento
faltó desde el comienzo, como si fue dado en el primer momento y luego fue revocado. § 2. Si faltó el consentimiento en el comienzo,
pero fue dado posteriormente, puede concederse la sanación a partir del momento en el que se prestó el consentimiento.
1163 § 1. Puede sanarse el matrimonio nulo por impedimento o por defecto de la forma legítima, con tal de que persevere el consentimiento
de ambas partes. § 2. El matrimonio nulo por un impedimento
de derecho natural o divino positivo sólo puede sanarse una vez que haya cesado el impedimento.
1164 La sanación puede también concederse ignorándolo una de las partes o las dos; pero no debe otorgarse sin causa grave.
1165 § 1. La sanación en la raíz puede ser concedida por la Sede Apostólica. § 2. Puede ser
concedida por el Obispo diocesano en cada caso, aun cuando concurran varios motivos de nulidad en un mismo matrimonio, cumpliéndose las
condiciones establecidas en el c. 1125 para la sanación de los matrimonios mixtos; pero no puede otorgarla el Obispo si existe un impedimento
cuya dispensa se reserva a la Sede Apostólica conforme al c. 1078 § 2, o se trata de un impedimento de derecho natural o divino positivo que ya
haya cesado.

En la simple se requiere la renovación del consentimiento por parte de al menos un contrayente, pero aquí no se exige la renovación del
consentimiento. PARA LA SANACION EN RAÍZ ES NECESARIA LA INTERVENCIÓN DE LA AUTORIDAD ECLESIÁSTICA
COMPETENTE.
QUE LOS DOS HAYAN PRESTADO UN CONSENTIMIENTO VÁLIDO
DEFECTO DE FORMA O NULIDAD POR IMPEDIMENTO.
CONLLEVA LA RETROACTIVIDAD
El requisito para acudir a este mecanismo es que el consentimiento sea válido. Esto está en relación de que no se exige el consentimiento porque
se parte de la base de que el consentimiento tiene que es válido. No se aplica a los matrimonios nulos por defectos de consentimiento. Aquí no se
exige la renovación del consentimiento. Puede utilizarse para las nulidades que tengan lugar por defecto de forma y por impedimentos. A
diferencia de la convalidación simple aquí es la autoridad la que tiene que proceder a la convalidación del matrimonio y puede hacerlo aun
ignorándolo los cónyuges. No es necesaria la intervención de los cónyuges porque lo que se les podía pedir es que tuvieran que volver a
consentir, pero aquí partimos de que los dos consentimientos son válidos. Es necesario que los contrayentes perseveren en su consentimiento
para que se pueda revalidar el matrimonio.
Cuando la nulidad tiene lugar como consecuencia de un impedimento es necesario que el impedimento cese o que sea dispensado para poder
revalidar el matrimonio. Se establece la competencia de la sede apostólica para sanar en la raíz los matrimonios que hayan resultado nulos por
impedimento, competencia que se extiende al obispo, pero no en todos los casos, solo en los no reservados a la santa sede porque los reservados
a la santa sede quien actué el mecanismo ha de ser la sede apostólica. También los impedimentos de derecho divino han de ser actuado por la
sede apostólica.
Aquí los efectos si son retroactivos, son ex tunc porque el consentimiento es válido desde el primer momento.
PUEDE LLEVARLO. CABO LA AUTORIDAD SIN QUE LOS CONTRAYENTES SEPAN QUE ERA NULO.
PRODUCE EFECTOS DESDE EL MOMENTO DE LA CELEBRACIÓN DEL MATRIMONIO.
COMPETE A LA SANTA SEDE Y AL OBISPO DIOCESANO (A ESTE CON LIMITACIONES, QUE NO PODRÁN LEVAR A CABO LA
SANACION EN LA RAÍZ TRATÁNDOSE DE IMPEDIMENTOS RESERVADOS A LA SANTA SEDE (CRIMEN, ORDEN Y VOTO) NI
CUANDO SEAN IMPEDIMENTOS DE DERECHO DIVINO QUE NO HAYAN CESADO NI AUNQUE CESE).

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